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Mi hijo se destapa por la noche

Qué hacer si tu hijo se destapa cada noche

Qué recomiendo ante esta pregunta de una madre en Facebook:

«Estoy harta, es que es echarle la sabana encima y liarse a pegar patadas hasta que se destapa.»

¿Qué padre o madre no se ha preocupado de que su hijo se destape de noche y pase frío de noche?

Es natural. Sabemos que conforme pasan las horas baja la temperatura y que de madrugada, especialmente en ciertas épocas del año, hasta nosotros pasamos frío y entonces nos tapamos o hasta añadimos una capa más de ropa de cama. ¿Pero y nuestro hijo? ¿No se resfriará si duerme destapado?

Sin embargo, por razones que los padres no consiguen entender, sus hijos se destapan una y otra vez. Hay quien dirá que es porque están demasiado abrigados y les sobra ropa de cama. Que en realidad el niño tiene calor con razón.

Pero casi todos estos padres saben que cuando van a mirar a su hijo al rato de estar dormido, no es raro encontrarlo con un sudor frío. ¡Una explicación! ¿Alguna solución?

Voy a intentar dar la explicación de porqué se destapa

Empecemos por aclarar algunas ideas:

  • Los niños tienen un sueño muy activo. Basta con observarlos. Si hicieses una grabación del sueño de tu hijo durante una noche y la pasases a cámara rápida seguramente te daría la impresión de que hace cualquier cosa menos descansar. Incluso algunos adultos se mueven muchísimo. Pero en los niños, que pueden moverse con más libertad porque pesan poco y caben en su cuna o cama casi en cualquier orientación, es mucho más llamativo. Pretender que acaben durmiendo sobre una almohada (la mejor es ninguna) y tapados por una ropa de cama fija, es labor casi imposible. Lo raro sería que no se destape.
  • Justo en el principio del sueño muchos niños sudan de forma llamativa. Y no es porque haga calor. Lo explico en otro artículo: Porqué sudan al dormirse. La cuestión es que este fenómeno le hace sentirse también acalorado y de nuevo se destapa.
  • Realmente a veces pretendemos que duerman más abrigados de lo que necesitan. Como en tantas otras cosas, a veces la idea que los padres tenemos sobre lo que nuestro hijo necesita no se corresponde con la realidad. Una cucharada más, una manga más, una manta más… ¡Más vale que sobre…! Y al final da igual que pongas una más, porque se destapa.

La cuestión es que se destapa. Y cuando los padres van a ver cómo está, pues está helado. Así que lo tapan y añaden una capa más de ropa de cama por si acaso. El niño pasa calor, suda, se mueve inquieto y vuelve a destaparse. El sudor se enfría, baja su temperatura. Sus padres vuelve a verlo helado y vuelta a empezar…

Precisamente lo que nos preocupa, que nuestro hijo se resfríe es más fácil que ocurra cuando pasa la noche sometido a cambios llamativos de temperatura. Porque cuando alguien pasa frío, para ahorrar calor, reduce el riego de sangre en su piel y mucosas. Y el resultado es que disminuye la capacidad de defenderse.

Os propongo una solución para que no se destape poco usual

¿Y si no lo tapas? Sé que suena raro. Pero entendiendo que los niños se mueven mucho y es normal que acabe destapado, para evitar los cambios bruscos de temperatura, que es lo que le perjudica, lo mejor es prescindir de ropa de cama.

Pon a tu hijo la ropa suficiente para dormir de modo que durmiendo destapado no pase frío. Eso depende de la temperatura que haga y de cada niño. Así que tendréis que hacer pruebas hasta dar con la necesaria para él e ir cambiando con los cambios de estación.

Es decir, que mi sugerencia si tu hijo se destapa constantemente es que duerma sobre el colchón con una sábana y nada más. Y a él ponle los pijamas necesarios para que no pase frío. Pero que tampoco pase toda la noche sudando (no apliques de nuevo el «más vale que sobre»).

Observarás que posiblemente sude un poco al dormirse. Pero si el resto de la noche no suda ya de forma llamativa y tampoco está demasiado frío, es que tiene la ropa adecuada.

Cuéntanos tu experiencia en nuestra comunidad de Facebook.

Todos podemos aprender juntos.

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Enuresis nocturna primaria

Concepto de enuresis nocturna primaria: Niño que ha cumplido los 5 años y no ha llegado a controlar la orina mientras duerme.

Enuresis: Incapacidad para controlar la orina.

Nocturna: Durante el día no tiene problema para controlarla.

No tiene molestias al orinar.

Orina dormido casi todas las noches.

Primaria: Nunca ha llegado a controlarla.

Causa de la enuresis nocturna primaria:

La hormona que regula la cantidad de orina que se filtra es la vasopresina o ADH.

En el desarrollo hay dos pasos biológicos imprescindibles para que un niño no orine mientras duerme:

  • Tiene que tener receptores para la ADH.
  • Tiene que producir una dosis alta de ADH al dormirse.

Hay niños que no realizan esos pasos hasta los 10-15 años de forma espontánea. Con lo que pueden seguir sin controlar la orina de noche hasta esa edad. Suelen ser además niños con el sueño profundo, por lo que por mucho que se les insista no se enteran de noche.

Motivo para tratar la enuresis nocturna primaria:

La autoestima.

Aunque sea normal que algunos niños no controlen la orina de noche hasta bastante mayores, las expectativas sociales hacen que el niño acabe tomando conciencia de que los demás ven como extraño y no aprueban que se orine mientras duerme. Se recomienda empezar el tratamiento por encima de los 5 años y antes de que tome conciencia del problema. De hecho en niños que no se tratan o se intenta “educarlos” para que controlen, sólo se consigue machacar su autoestima. Hasta el punto de que no es raro asociar antidepresivos al tratamiento de la enuresis.

Tratamiento de la enuresis nocturna primaria:

Dar una dosis nocturna de ADH (Minurín® bucodispersable) hasta que el niño la produzca por sí solo.

Forma de administración:

Lo primero a tener en cuenta y que muchas veces se olvida es si el niño tiene ya receptores para la ADH o no.

No tener ésto en cuenta provoca muchos supuestos fracasos del tratamiento.

Yo recomiendo que durante 7 días hay que poner el pañal al niño por la noche y pesarlo a la mañana siguiente, anotando los pesos cada día.

Durante esas noches debemos indicar al niño que haga la misma rutina que después le indicaremos con el tratamiento. Solo que sin dárselo.

La rutina sin tratamiento

Una hora antes de acostarse ya no se puede beber nada.

Justo antes de acostarse hay que orinar.

Cuando tengamos los datos de pesada de los pañales esos 7 días, empezamos el tratamiento y seguimos poniéndole el pañal y pesándolo a la mañana siguiente durante 7 días más.

La rutina con tratamiento

Una hora antes de acostarse le damos 2 comprimidos juntos de Minurín.

Desde ese momento ya no puede beber nada.

Justo antes de acostarse hay que orinar.

Si el peso de los pañales al dar el tratamiento no tiene un claro descenso (al menos la mitad) que antes de empezar el tratamiento asumimos que aún no tiene receptores suficientes para que sea efectivo, con lo que se suprime para intentarlo de nuevo 6 meses después, o antes si apreciamos que espontáneamente los pañales empiezan a pesar menos.Durante ese tiempo ponemos al niño el pañal durante la noche y no le damos la más mínima importancia al tema.

Si el peso se reduce a menos de la mitad que antes, mantenemos el tratamiento anotando en un calendario los días que el pañal está seco por la mañana.

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de dos a una y media).

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de una y media a una).

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de una a media).

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de media a cero, hemos acabado).

En cualquiera de estos pasos si tras llevar menos de 15 días se orina hay que empezar a contar de nuevo (aunque llevara 14). No bajéis la dosis hasta que haga los 15 días consecutivos sin mojar.

Hay niños que siguen orinándose una vez cada menos de 15 días durante un tiempo muy prolongado lo que establece una dosis desde la que no podemos bajar en bastante tiempo.

Conseguimos con ello reducir al mínimo el problema que para el niño supone la enuresis.

Además si por ejemplo hemos llegado a una dosis de media pastilla de la que por ahora no podemos bajar, si una noche el niño quiere quedarse a dormir en casa de un amigo sin pañal, se le puede dar puntualmente dos comprimidos completos.

Tratamientos que no funcionan:

Desde que existe este problema (desde siempre) se han intentado distintas soluciones.

Una de ellas que algunos siguen usando aún son las terapias psicológicas. Y mira que me gusta a mí la psicología.

Con todo el respeto: En la ENURESIS NOCTURNA PRIMARIA no sirven.

Es como pretender que un diabético controle su nivel de azúcar en sangre con psicoterapia.

Le falta una hormona necesaria para hacerlo y no lo va a hacer, por mucho que el niño lo intente, poniéndole alarmas, premiándolo ni castigándolo…

Le falta una hormona.

Hay que darle la hormona igual que al diabético le ponemos la insulina.

La diferencia es que el tratamiento en este caso es transitorio porque acabará produciéndola (salvo algún caso raro -diabetes insípida-).

Las terapias psicológicas en este caso son incluso contraproducentes porque hacen pensar al niño y a la familia que el niño podría controlarlo si quisiera (lo que no es cierto) y al fracasar daña su autoestima.

Influencia de las estaciones en la enuresis nocturna primaria:

El pico de hormona antidiurética se produce cuando vamos a dormir. Eso quiere decir que es la Melatonina (una sustancia que regula el ciclo día noche guiándose por la luz ambiental) la que controla esa liberación.

Como durante la época del año en la que los días son más largos y la luz solar más intensa la Melatonina define mejor su ciclo, el pico de hormona antidiurética es más potente en esta estación. Y lo es menos cuando los días son más cortos y con más frecuencia está nublado y por tanto con menos luz.

El resultado es algo que llama la atención de muchos padres, y es que un niño que ha controlado por primera vez la orina durante el verano, pueda volver a no controlarla durante el siguiente invierno. Lo habitual es que cuando llegue de nuevo el buen tiempo empiece a controlar la orina durante la noche y sea ya de forma definitiva.

Por eso mismo, es más fácil que el tratamiento resulte efectivo, cuando empezamos a aplicarlo en primavera, que si lo hacemos en otoño.

Otra cosa son las enuresis secundarias:

Niños que controlaban perfectamente y pasan a no controlar durante la noche (y no es como decimos con el cambio de estación) En esos casos la gran mayoría tienen un origen y un tratamiento psicológico.

Aunque hay algunas causas no psicológicas que también pueden explicarlo, especialmente la vejiga hiperactiva.

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¿Porqué siempre está con mocos y tos? Las vegetaciones

Mi hijo lleva semanas con moco que no echa y tos de noche. Y ningún jarabe le hace nada.

Las vegetaciones son una parte de las defensas de la garganta. Aumentan de tamaño cada vez que tenemos una infección en la nariz o la garganta..

Si estas infecciones no son frecuentes, una vez que cede, las vegetaciones se van reduciendo a su tamaño normal.

Cuando son muy seguidas, cosa habitual en los preescolares, no da tiempo a que vuelvan a reducirse entre catarro y catarro, por lo que van creciendo y estorbando cada vez más.

El resultado es que casi todos los preescolares entre catarro y catarro mantienen los síntomas siguientes.

Hipertrofia de adenoides o vegetaciones en niños

  • El moco es espeso.
  • Se nota cuando tose que tiene moco pero no lo hecha.
  • Ronca por la noche.
  • La tos es más intensa de noche y al levantarse.
  • Sufre ataques de tos entre los cuales está normal.
  • Respira con la boca abierta. Sobretodo cuando se tumba.
  • Con lavados nasales, sale poco o nada, y se le sigue oyendo el moco en la garganta, igual que antes del lavado.

vegetaciones

 

 

Viendo el dibujo se puede entender mejor.

Las vegetaciones están donde señala la flecha. Mientras está de pie el moco cae continuamente por la garganta y se lo va tragando. Si en algún momento ese moco se intenta ir hacia los pulmones tose, pero esto durante el día es esporádico. Sólo tose con cambios bruscos de postura, si corre o al reir o llorar.

Al hacer lavados de nariz no sale nada, porque el moco no va a subir hacia la nariz, lo más fácil para él es ir escurriendo hacia abajo. En la nariz casi no hay moco.

Cuando se tumba, las anginas caen hacia atrás, al igual que la campanilla, con lo que el poco espacio que quedaba para el paso de aire casi se tapona. Como resultado, el niño hace ruido al respirar (ronca). Además el moco en lugar de ir escurriendo hacia abajo se acumula en la garganta y escurre por el conducto de Eustaquio, que va hacia el oído. Por eso de noche suelen doler más los oídos. Tras un rato de estar acostado, la garganta está totalmente ocupada de moco, de forma que ya no puede respirar ni por la nariz ni por la boca. En ese momento el niño se despierta tosiendo como si se ahogase. Da varios golpes de tos seguidos, hasta que en uno de ellos notamos que quita el moco de en medio. Y entonces se vuelve a dormir. Al rato vuelve a despertarse con la misma tos.

Ese rato, hasta que se despierta con la tos, dura lo que tarde en volver a llenar de moco la garganta.

Tratamiento de las vegetaciones

Lo bueno de las vegetaciones grandes, es que esto no es grave, aunque si muy latazo.

Lo malo es que no se cura con jarabes. Es frecuente ver a niños con las vegetaciones grandes que llevan semanas tomando mucolíticos, antihistamínicos o antitusivos sin ningún resultado. No está peor, pero sigue igual. Si las vegetaciones se curasen con jarabes no se operaría a los niños, y cuando están muy grandes, la única solución real es a veces la operación.

La decisión de operar las vegetaciones o no depende de la intensidad de los síntomas:

  • Si empiezan a deformarse dientes y paladar.
  • Si hay infecciones de oído de repetición. Suelen acompañar a la hipertrofia de vegetaciones porque éstas están justo en la salida del moco de los oídos hacia la garganta y cuando crecen hasta taponar la salida retienen el moco en el oído y favorecen las infecciones.
  • Si duerme muy mal. Apnea del sueño: ronca hasta interrumpir la respiración más de 10 segundos seguidos. Son niños que durante el día no pueden tirar de su alma por el cansancio.
  • Si en la radiografía lateral del cuello dejan menos de medio centímetro de paso de aire. Este sería el criterio cuantificable cuando no tenemos claros los anteriores.

No suelen operarse antes de los 2 años. Porque cuanto antes se operan, más fácilmente se reproducen, con lo que nos encontraríamos de nuevo en la misma situación.

Si vuestro hijo es de los que cumplen estos criterios descritos antes y estáis hartos de darle medicinas sin mejoría alguna, sed inteligentes y no le deis más medicinas.

Si está tan mal que precisa operarlo, hacedlo.

Si no está para operarlo, dejad de darle jarabes que no van a servirle.

¿Cómo sé que mi hijo tiene algo más, además de sus vegetaciones?

Si en algún momento la tos se hace mucho más frecuente,

se le cae continuamente el moco

o tiene fiebre,

es que ha pillado algo nuevo aparte de sus vegetaciones.

En esos casos debes llevarlo al Pediatra.

También puedes ver este pekevídeo en el que te explico el tema de las vegetaciones.