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Los ruidos de los niños mientras duermen

Los Ruiditos y los Movimientos de los niños mientras duermenTodos hacemos ruidos mientras dormimos. Pero los niños suelen hacer aún más. Son muy activos y durante el sueño también. Pero esto a veces crea problemas.

En realidad no es sólo cuestión de ruiditos (bufidos, gruñidos, ritmos de respiración extraños, toses esporádicas, gemidos…). Es que no paran ni cuando duermen.

Algunos piensan que el sueño es una fase inactiva de nuestra vida. Pero no es así. De hecho la actividad del cerebro en algunas fases del sueño es mayor que cuando estamos despiertos.

Y los niños sabemos que tienen un nivel de actividad mucho mayor que el de los adultos. Durante el sueño no es una excepción.

Si grabáis a vuestro hijo mientras duerme y ponéis el vídeo a cámara rápida posiblemente os asombre lo mucho que se mueve.

Esto es natural y no supone un problema para el niño en ningún caso. Por mucho que se mueva o por muchos ruiditos que haga.

Pero sí puede serlo para los padres. Hay muchos que no tienen claro cómo actuar ante esto. Y hay muchos padres que no pueden dormir junto a sus hijos a causa de esta actividad mientras duermen.

Yo sé la carga de ansiedad que supone ser padres y que la mejor forma de disiparlo es entender porqué no preocuparse o cuando debe uno preocuparse. Así que voy a explicarlo.

Los distintos ruiditos y porqué no preocuparse:

Ritmo extraño de respiración las primeras semanas.

En las primeras semanas de vida los bebés tienen un ritmo de respiración mientras duerme que resulta llamativo. A veces lo hacen tan superficial que parece que dejase de respirar, y de repente hacen varias respiraciones más intensas. Esto se debe a la inmadurez de su centro respiratorio. Cuando los gases en sangre están a concentraciones normales casi se le olvida respirar. Se espacian y son muy superficiales.

Pero, cuando tras varias respiraciones más superficiales se acumula dióxido de carbono y falta oxígeno, es como si recordase de repente que tiene que respirar y lo hace de forma más intensa hasta que se normaliza.

Todo esto es normal. Y no es necesario hacer nada. Sólo en los prematuros puede ser un problema. Porque en ellos a veces el centro respiratorio es tan inmaduro que no controla bien y pueden hacer Apneas (pausas sin respirar más allá de lo recomendable). Pero en niños nacidos a su tiempo esto es rarísimo. O sea que tranquilos por este tema.

Ruidos al respirar.

Los primeros meses la mayoría de los bebés tienen la nariz congestionada, especialmente durante la noche. Es lo que llamamos rinitis seca del lactante. Suena como un cerdito. Es más evidente de noche porque no hay más ruidos, y porque en los dormitorios el ambiente suele estar más seco, lo que hace que se congestionen más.

A partir de que el niño empieza a pasar catarros lo que ocurre es que el niño ronca. Tiene la nariz taponada de moco y respira con la boca abierta, vibrando el paladar (ronquido).

Si ni uno ni otro caso hacen que el niño llegue a despertarse, en principio no hay que hacer nada.

Ruidos mientras sueña.

En torno a los 5-6 meses el patrón de sueño de los niños ya es parecido al de los adultos y eso hace que muchos niños ya tengan sueños y pesadillas. Durante esos sueños pueden gruñir, gemir, lloriquear y aquellos que ya hablan, hasta hablar…

Pero de nuevo no es necesario hacer nada. En realidad el niño está dormido y la fase de sueño en la que hacen esto es una de las más reparadoras. Lo mejor es no interrumpirlas. Cuando no se despiertan, les pasa como a nosotros. Si tu pareja nota que estás haciendo estos mismos ruidos durante la noche y no hace nada, al preguntarte a la mañana siguiente cómo has descansado dirás que bien y no recordarás nada. Si te despiertas sí recordarás el sueño.

Estos ruidos pueden ir acompañados de movimientos más o menos bruscos con los que el niño se va desplazando por la cama y cambiando de posición en función de su capacidad para moverse. Según la edad, los más pequeños giran la cabeza y mueven pies y manos, los más grandes pueden desplazarse por la cama, darse la vuelta, dar patadas, pelear… Pero todo con los ojos cerrados. Es decir, dormidos.

Resumiendo

Como podéis ver la mayoría de estos ruidos y movimientos son normales y no suponen un problema para el niño.

Pero hay casos en los que los padres no descansa debido a que interrumpen su sueño de forma demasiado frecuente. Cuando esto ocurre debemos entender la familia como una unidad en la que la falta de descanso de uno de sus miembros acaba afectando a todos. Y empezar a plantearnos soluciones.

Una posible solución es que el niño deje de dormir con los padres y lo haga en su propio dormitorio. Pero todo son opciones y sois vosotros quienes valoraréis hasta qué punto es necesario tomar medidas.

 

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Inhaladores en bebés y niños

Inhaladores para niños y bebés

Los inhaladores son sistemas que podemos usar para dar medicamentos que queremos que alcancen su máxima concentración en los pulmones de niños y bebés.

La terapia con aerosoles es importante porque permite alcanzar altas concentraciones de fármacos en las vías aéreas logrando de esta manera efectos que sólo se podrían obtener con dosis muy elevadas por vía oral, con los consiguientes efectos secundarios.

Las principales ventajas que presenta sobre la vía oral son:
–    La medicación empieza a funcionar antes.
–    Hay un mejor acceso a las vías respiratorias.
–    Menos efectos secundarios, ya que se requiere dosis menores del medicamento, y el paso a la sangre es menor.

Pero para que los inhaladores funcionen, hay que usarlos bien.

Existen varios tipos de inhaladores, cada uno tiene un dispositivo diferente y la forma de utilizarlos es distinta.

En lactantes y niños pequeños básicamente se utilizan tres sistemas de inhalación que veremos a continuación:

–    Aerosol presurizado
–    Nebulizadores
–    Inhaladores de polvo seco

Aerosol Presurizado

Se usan en bronquitis fundamentalmente. Los hay con distintos medicamentos: Corticoides, broncodilatadores…
Un aerosol presurizado es un sistema dentro de un recipiente de aluminio, con una válvula que libera el medicamento reducido a gotas muy finas.

Aerosol Presurizado para Inhalación

Para que estos fármacos sean eficaces, los padres deben aprender a utilizar adecuadamente el inhalador, porque aún haciéndolo bien, sólo un tercio del medicamento llega a los pulmones, por lo que si no sabemos cómo usar bien el inhalador, probablemente muy poco del producto terminará en donde queremos.

El principal inconveniente de estos inhaladores es que precisan que el niño aspire justo cuando sale la medicación. Y eso no lo hacen bien ni los adultos. Para evitar este problema en lactantes y niños pequeños, se utilizan  espaciadores o cámaras de inhalación.  Lo que hacen es retener el medicamento en una cámara de aire para que el niño lo arrastre hacia sus pulmones al ritmo que quiera respirar.

Una cámara de inhalación es una especie de botella que se pone entre la boca y el inhalador. Al presionar el inhalador se libera el medicamento en la cámara de inhalación y permiten que el niño, respirando de forma normal, tome la dosis necesaria de medicamento.

Dependiendo de la edad del niño, las cámaras de inhalación se van a usar con mascarilla o con boquilla. La respiración en bebés y niños pequeños se lleva a cabo fundamentalmente por la nariz. La nariz sin embargo, actúa como un filtro y retiene gran parte del aerosol. La respiración con la mascarilla debe hacerse por la boca. En este sentido, no es fácil obtener la colaboración del niño, recordemos que cuando el bebé llora, respira por la boca, lo que facilita la inhalación del aerosol. Entre los 4 y 6 años se debería utilizar la boquilla en vez de la mascarilla para evitar la respiración nasal  que se produce con la mascarilla.

Como usar el inhalador y la cámara de inhalación con mascarilla (menores de 5 años)

En los lactantes y niños pequeños se aconsejan cámaras con mascarilla como Aerochamber, Babyhaler y Optichamber.

La secuencia de pasos para su correcto empleo es sencilla:

–    Quitar la tapa del inhalador, poner el inhalador en posición vertical (forma de L) y agitar.
–    Acoplar el inhalador al orificio de la cámara en posición vertical y mantener la cámara horizontal.
–    Colocar la mascarilla  sobre la cara de manera que la nariz y la boca están cubiertas. Debemos asegurarnos de que la mascarilla está bien apretada contra la cara. Pero no se debe cubrir los ojos del niño con la mascarilla.
–    Apretar el inhalador y disparar una sola dosis. Mantener la cámara ligeramente inclinada hacia arriba.
–    Dejar al niño respirar unas 10 veces y apartar la mascarilla de la cara del niño.
–    Lavar la cara del niño para eliminar los residuos del medicamento y evitar que se irrite la piel.
–    Es conveniente limpiar la boca del niño. Especialmente si lo que hemos administrado son corticoides, para evitar que se produzca una infección por hongos en la boca. En lactantes basta con ofrecerles un poco de agua o leche materna. Si es lo suficientemente mayor para usar cepillo de dientes mejor, sino con pasar una gasita húmeda por el interior de la boca es suficiente.

Como usar el inhalador y la cámara de inhalación con boquilla (sin mascarilla)

En niños más mayores se utilizaran cámaras de mayor tamaño y con boquilla como Volumatic, Fisonair y Aerochamber.

La técnica de inhalación es muy similar a la de mascarilla pero como el niño es más mayor podremos obtener una mayor colaboración:
–    Agitar el inhalador y acoplarlo a la cámara.
–    El niño tiene que estar sentado con la espalda recta o de pie.
–    Espirar suavemente. Nosotros cuando hacemos el entrenamiento en la farmacia les decimos que echen el aire como si fuesen a soplar una tarta. Los niños suelen entenderlo muy bien.
–    Colocar la boquilla de la cámara en la boca y mantener los labios cerrados.
–    La cámara debe estar horizontal.
–    Apretar el pulsador UNA sola vez.
–    Inspirar lenta y profundamente durante unas 4-5 segundos. En este paso les decimos que chupen de la pajita como si estuviesen bebiendo un zumo. En los más peques sirve respirar por la boca de forma normal unas 5-7 veces.
–    Retirar la cámara de la boca, mantener el aire unos segundos y expulsar el aire lentamente.
–    Deben enjuagarse la boca y lavarse los dientes.

Nebulizadores

Pueden ser útiles en bronquitis, laringitis, bronquiolitis, hipertrofia adenoide… Y podemos usarlo con corticoides, broncodilatadores, mucolíticos, suero salino hipertónico…

Un nebulizador es una pequeña máquina que convierte el medicamento líquido en una fina niebla de forma que pueda ser inhalado a través de una mascarilla o boquilla inhaladora.

Existen varios tipos de sistemas:
–    Nebulizadores a pistón (tipo jet).
–    Nebulizadores ultrasónicos.

Nebulizadores para niños y bebés

El medicamento es inhalado por el niño mientras respira normalmente, a través de una mascarilla o de una boquilla.  Tienen la ventaja de que no requiere coordinación con la respiración del niño.

Muy útiles en crisis asmáticas graves, además permiten administrar conjuntamente varios medicamentos.

La elección entre un inhalador o un nebulizador va a depender del tipo de medicación que necesita el niño, por lo que la elección la hará el pediatra.

La secuencia de pasos para su correcto empleo:

–    El nebulizador está compuesto por un compresor, un tubo flexible, un recipiente donde se incorporan los medicamentos y la mascarilla o boquilla.
–    Colocar en la salida del nebulizador la mascarilla y conectar un extremo del tubo flexible al compresor y el otro a la toma de aire del nebulizador.
–    Lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular los medicamentos.
–    Incorporar la medicación pautada por el pediatra en el recipiente del nebulizador.

  • Nebulización en bebés:
    • El modo más sencillo es coger al bebé en brazos, tiene que estar ligeramente recostado.
    • Colocar la mascarilla cubriendo totalmente la nariz y la boca (nunca cubrir los ojos con la mascarilla)
    • Mantener la nebulización hasta que se termina la dosis o durante 10 o 15 minutos.
    • Se debe ofrecer agua o leche materna al bebe para eliminar los restos del medicamento que quedan en la boca o pasar una gasa humedecida con agua por todo el interior de la boca.
    • Lavar la cara del bebé para eliminar los residuos del medicamento y evitar que se irrite la piel.
  • Nebulización en niños:
    • Sentar al niño en posición vertical
    • Animar al niño a hacer lentas y profundas por la boca. Se debe evitar en la medida de lo posible que hable.
    • Mantener la nebulización hasta que se termina la dosis o durante 10 o 15 minutos.
    • Los niños mayores deben enjuagarse la boca haciendo gárgaras con agua y cepillarse los dientes.

Inhaladores de polvo seco

Son útiles en bronquitis y en algunas presentaciones llevan varios medicamentos en una sola aplicación.

No precisan de una coordinación entre el momento en que pulsamos y la aspiración del niño para que funcione (se activan por la inhalación del niño). El principal inconveniente que presentan es que el niño aspire con una fuerza que puede ser difícil de alcanzar por los niños pequeños menores de 5-6 años. Es útil en niños de más de 6-7 años.

Carecen de propelentes (un gas utilizado para impulsar las sustancias contenidas en los aerosoles).

Existen diversos sistemas de inhaladores de polvo seco pero los más utilizados son:

  • Turbuhaler :

La secuencia de pasos para su correcto empleo:

•    Desenroscar y sacar la tapa.
•    Girar la rosca inferior, primero hacia la derecha, hasta notar un tope, luego hacia la izquierda hasta oir un “clic”.
•    El niño debe sacar todo el aire de los pulmones (soplar la tarta).
•    Colocar los labios en la boquilla y cerrarlos.
•    Inspirar suave y profundamente, tanto como pueda, unos 10 segundos. (chupar de la pajita).
•    Sacar el aire.
•    Lavar o enjuagar la boca con agua.
•    La parte externa de la boquilla se limpia con un paño seco (no utilizar agua).
•    El inhalador tiene un indicador de dosis, una marca roja indica la última dosis del inhalador.

Inhalador Turbuhaler

  • Accuhaler:

La secuencia de pasos para su correcto empleo:
•    Para abrir el dispositivo hay que deslizar la carcasa con un dedo.
•    Para cargar la dosis del medicamento hay que deslizar la palanca hasta oír un “clic”.
•    El niño debe sacar todo el aire de los pulmones (soplar la tarta)
•    Colocar los labios en la boquilla y cerrarlos.
•    Inspirar suave y profundamente, tanto como pueda (chupar de la pajita).
•    Retener el aire todo lo que pueda el niño, unos 10 segundos.
•    Sacar el aire.
•    Lavar o enjuagar la boca con agua.
•     La parte externa de la boquilla se limpia con un paño seco (no utilizar agua).
•    Cerrar el dispositivo hasta oír un “clic”

Inhalador Accuhaler

  • Novolizer:

La secuencia de pasos para su correcto empleo:
•    Retirar el capuchón de la boquilla (ventana de color rojo).
•    Cargar la dosis apretando el botón del dispositivo (ventana verde).
•    Sacar todo el aire de los pulmones (soplar la tarta).
•    Ajustar los labios a la boquilla y coger aire profundamente hasta que se oiga un “clic”. (chupar de la pajita)
•    Retener el aire todo lo que pueda el niño, unos 10 segundos.
•    Expulsar el aire.
•    Enjuagar la boca con agua haciendo gárgaras y lavar los dientes.
•    Lavar la parte externa de la boquilla con un trapo seco, no utilizar agua.
•    El inhalador tiene un contador que indica las dosis restantes.

Inhalador NovolizerLa farmacia del bebé, inhaladores para niños y bebés.

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Parafarmacia Mi Pediatra Online

Tienda Mi Pediatra Online

Un nuevo servicio que va más allá de una Parafarmacia online.

Sólo productos que aportan novedades valiosas.

Cuando los padres entran por la puerta de mi consulta no siempre lo hacen porque su hijo está enfermo. Si la relación de un pediatra con una familia es buena el pediatra pasa a ser un «consultor sobre salud de su hijo». De hecho en mi caso lo hacen más sin que su hijo esté enfermo.

Me preguntan sobre crianza, alimentación, educación y también sobre colegios, sobre calzado y sobre multitud de productos destinados en teoría a mejorar la vida de los niños.

Un nuevo servicio para padres y madres que quieren información sobre productos

En torno a MiPediatraOnline.com se ha creado una gran comunidad.

Nuestra Página de Facebook es seguida por más de un millón de padres y madres que comparten sus vivencias y entran queriendo aprender más sobre la salud de sus hijos. Y en muchos casos preguntáis sobre productos concretos de parafarmacia.

Mipediatraonline.es

Como veis es el mismo nombre pero con terminación .es porque por ahora sólo empezaremos sirviendo en España.

No todos los productos están disponibles en todos los países ni lo hacen con la misma marca. Lo que es una limitación.

Pero la información que demos sobre gamas de productos en general será útil independientemente de tu localización.

Es una web creada por Factorypharma para ofrecer un servicio diferente a lo que hay en el mercado.

Veréis al entrar que empieza con una sola gama de productos.

La idea para seleccionarlos será:

– Que aún no siendo perfectos representen un paso en la buena dirección. En este caso una gama de cosmética infantil sin parabenos y sin perfumes causantes de alergias.

– Añadiremos en mipediatraonline.com información complementaria sobre esos productos en general y su uso en niños.

No hablaremos de medicamentos. Ya que son productos en los que la prescripción es individualizada a cada paciente por su médico.

Sé que ningún producto es perfecto. Y por tando cualquiera de los que presentemos será mejorable. FactoryPharma buscará productos que aporten novedades positivas para añadirlos a mipediatraonline.es y yo daré mi opinión general sobre productos de esa gama, no sobre una marca concreta.

Tu opinión es fundamental

Espero además vuestras opiniones y sugerencias. De modo que si pensáis que falta algo me lo digáis.

Pero por supuesto también si creéis que algo está de más.

Esperamos también las opiniones que en la página de venta podéis dar sobre los productos que compréis.

Como regalo con cualquier compra

descarga gratis mi Ebook:

«Problemas con la comida en niños.»

 Problemas con la comida en niños
Esperamos que tu experiencia de compra sea satisfactoria gracias a la profesionalidad de FactoryPharma

Cómo comprar en mipediatraonline.es

Iremos añadiendo poco a poco otros productos que resulten interesantes por tener planteamientos innovadores, busquen respetar los propios mecanismos del organismo y sean de utilidad en situaciones habituales de la crianza de niños y bebés.

Esperamos que esta Tienda Online os resulte útil.

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Crema hidratante en niños y bebés

Crema Hidratante para bebés

Hay muchas situaciones en las que podemos necesitar una crema hidratante para niños o bebés. Pero antes de usarlas conviene tener en cuenta algunos factores.

Solemos pensar en la crema hidratante cuando vemos la piel seca. Y situaciones en las que la piel esté más seca en los niños hay unas cuantas.

Habitualmente tenemos una secreción de grasa natural en nuestra piel que la mantiene bien hidratada al ayudar a retener la humedad.

Situaciones más frecuentes en las que un bebé o niño necesita crema hidratante

Pero hay situaciones en las que la piel suele resecarse más de lo recomendable.

Las más habituales son:

Piel del recién nacido en los primeros días tras el parto. Debemos entender que en realidad no es una piel seca, sino una piel que se está cambiando.
Cuando un niño nace ha estado desde que empezó a existir sumergido en líquido de forma constante. Pero sale a un ambiente seco, en el que la humedad tiende a perderse. En unos es más evidente y en otros menos, pero en las primeras semanas es normal que la piel se descame. Lo que pasa es que la capa más superficial de la piel, que se ha desarrollado en un medio húmedo al secarse pierde elasticidad y se resquebraja, descamando. Suele ser más evidente en los pliegues de muñecas y tobillos y en la zona del pañal, Pero a veces es general.

– El efecto de jabones agresivos. Si usamos jabones para la higiene del bebé, limpian, pero además disuelven la grasa natural que protege nuestro cuerpo. Eso hace que la piel pierda más humedad quebrándose y descamando. Lo mejor, especialmente en los bebés más pequeños es lavarlos sin jabones para evitar esto. Se pueden usar geles sin detergentes. Lo que llaman habitualmente «sindet».

– El cloro de las piscinas. En verano o todo el año (si se va a piscinas cubiertas) las piscinas son un medio habitual de muchos niños. Y la mayoría usan cloro como depurador. El problema es que es un desengrasante muy potente. Elimina el manto lipídico y favorece la irritación de la piel y el picor. Especialmente si dejamos que el agua de la piscina se seque sobre la piel.

– El frío. Cuando una zona de la piel es expuesta al frío intenso se reduce su riego de sangre. Eso actúa secando la piel por tres vías: El descenso de riego de sangre hace que la piel se deshidrate; produce además una reducción de la secreción de grasa de la piel y reduce la capacidad de regeneración de la piel.

Hay otras situaciones en las que la piel de un niño o un bebé puede ver comprometida su capacidad de defensa. En todas ellas podemos usar las cremas hidratantes para reponer un manto graso que se ha deteriorado y puede tardar en regenerarse de forma espontánea.

Pero no todas las cremas hidratantes son iguales.

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Lo que no deben llevar las cremas hidratantes para niños y bebés

Como en otros muchos productos, las cremas hidratantes incorporan a su composición muchas sustancias de utilidad dudosa y que pueden albergar riesgos. Evidentemente todos estos componentes están regulados por ley. Pero aunque aparezcan en dosis bajas (teóricamente inocuas) muchas de ellas son evitables. Y evitarlas reduce aún más el riesgo, porque a veces tienen efecto acumulativo en el cuerpo.

Las más discutidas son:

Los parabenos. Son sustancias en su mayoría de origen vegetal que se usan como conservantes de las cremas hidratantes. Así dicho parece que no hay problema. Pero tienen un efecto en el cuerpo similar al de algunas hormonas. Con la concentración que tiene una crema se supone que no es posible que se generen efectos perjudiciales, pero el problema es que la crema no es el único sitio del que pueden llegar los parabenos a una persona. Por lo que si tiene un efecto indeseado, y es una sustancia sustituible por otras sin ese riesgo… ¿Porqué no eliminarla totalmente?

Perfumes alergénicos. Hay muchas sustancias que son usadas porque generan un olor que nos resulta agradable. Pero de ellas algunas tienen mucha facilidad para generar alergias (limonene, linalol, citronellol o eugenol). Mejor evitarlas.

Lo que pueden llevar para ayudar a la piel a repararse

Igual que se añaden a veces cosas innecesarias o contraproducentes, también pueden añadirse sustancias que ayudan a la piel a regenerarse.

Algunas de ellas:

Omega3-6. Son ácidos grasos que el cuerpo no puede producir por sí mismo (esenciales) por lo que suele obtenerlos de la dieta (pescado azul, aceite de oliva, de onagra, de girasol, de almendras, de cacahuete…). Pero pueden ser útiles aplicados directamente sobre la piel. Ayudan a la propia piel a regenerar el manto graso natural. La manteca de Karité es rica en ellos.

Vitamina E: Reduce la oxidación de la piel, mejora su nutrición y su capacidad de repararse.

Camomila, caléndula, áloe vera: Son plantas cuyo efecto sobre la piel es reducir las irritaciones y favorecer la regeneración.

Resumen:

No es necesario aplicar crema hidratante a una piel sana.

Pero cuando está irritada o reseca, si usamos una adecuada puede ayudar a la piel a regenerarse y recuperar su equilibrio. Siempre lo mejor es evitar los irritantes si se puede. Pero a veces no es posible y podemos usar cremas hidratantes con componentes que ayuden a la piel. Es mejor evitar aquellos componentes que suponen un riesgo no aportando nada o siendo substituibles por opciones más seguras.

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Azúcar baja en niños y bebés

Azúcar baja en niños y bebés

Hay distintas situaciones en las que un niño puede tener el azúcar baja. Las principales diferencias se establecen según su edad. Algunas pueden ser graves.

Nuestro cuerpo consume energía para funcionar. Y la fuente básica que usan nuestras células para obtenerla es la glucosa. Es como nuestra gasolina.

En realidad estamos preparados para usar otras fuentes de energía alternativas, como las grasas, las proteínas o los cuerpos cetónicos. Pero hay algunos de nuestros órganos que son más selectivos. El principal de ellos es el cerebro, que consume casi en exclusiva glucosa.

Eso hace que cuando no hay cantidad suficiente de glucosa en la sangre los primero síntomas que aparecen suelen afectar al funcionamiento del cerebro. El primer síntoma que aparece es el hambre.

Las situaciones que llevan al azúcar baja y la forma en la que se manifiesta depende de la edad. Podemos hablar de dos grupos esenciales: Los recién nacidos y los escolares.

Azúcar baja en recién nacidos

Cuando un bebé nace, ha estado durante meses recibiendo de forma constante azúcar a través de la placenta. Eso hace que no necesite almacenarla para períodos prolongados de ayuno.

Pero tras salir del útero empieza a alimentarse en las tomas. Al principio suelen ser tomas muy frecuentes de pequeña cantidad. Es lo más parecido a ese paso constante que tenía durante el embarazo.

Aún así aparecen intervalos en los que el bebé no recibe nuevos aportes y el azúcar tiene subidas y bajadas a lo largo del día. Suele subir tras la toma alcanzando un máximo entre la hora y dos horas después de comer y a partir de ahí empieza a bajar.

Lo normal es que la bajada de azúcar desencadene el hambre. El bebé se active, empiece a mostras incomodidad y se le dé una nueva toma.

Pero en ocasiones, algunos bebés tienen bajadas muy rápidas y pasan a una situación en la que están más dormidos. Cuesta despertarles para que coman y eso hace que el azúcar baje aún más. Si la situación se prolonga pueden aparecer otros síntomas de mal funcionamiento del cerebro. El más llamativo son las convulsiones.

Os añado el enlace a un vídeo en el que puede verse una. Si os fijáis el bebé hace sacudidas con la pierna izquierda. Y coincidiendo con eso la concentración de Oxígeno (que mide el aparato con la pantalla) baja. Cuando cede la convulsión la concentración de Oxígeno sube de nuevo.

El azúcar baja en bebés es más frecuente en recién nacidos:

Con peso elevado. Es frecuente que los hijos de madre diabética lo sean. Son bebés que han recibido mucha azúcar durante el embarazo y como consecuencia han crecido más de lo normal y la consumen con facilidad. En estos bebés es fácil que durante los primeros días se queden con una falta de alimentación que favorezca la bajada de azúcar. Se les suelen hacer controles de azúcar las primeras horas para comprobar que la controlan bien y es recomendable darles de comer con mucha frecuencia.

Con bajo peso. También los niños que nacen con un peso muy bajo tienen facilidad para tener el azúcar baja. En este caso disponen de muy pocas reservas de energía y al tener una menor capa de grasa en la piel necesitan gastar más para mantener su temperatura que un bebé de peso normal. Igual que en los más grandes lo recomendable es controla el nivel de azúcar y alimentarlos con frecuencia.

Habitualmente en torno a las dos semanas de vida los bebés han ido acumulando azúcar en el hígado. De forma que cuando baja tienen reservas a las que recurrir y las bajadas de azúcar se hacen menos frecuentes.

El niño mayor con bajadas de azúcar

Las bajadas de azúcar son menos frecuentes entre las dos semanas y los 6-7 años. Habitualmente con esta edad los niños se alimentan de forma regular y sus mecanismos de regulación del azúcar suelen funcionar bien.

Pero cuando empiezan a dar el «estirón», unos antes y otros después y especialmente cuando los niños empiezan a definir su conducta alimentaria, es frecuente que reaparezcan.

El caso típico de azúcar baja en niños sanos es el preadolescente que no desayuna bien y se marea en el colegio.

Suele ser un niño o niña que está creciendo rápidamente y que suele desayunar poco o nada. Con las prisas para llegar al colegio muchas veces sale de casa casi en ayunas. Y en el colegio su cerebro consume azúcar a un ritmo superior al habitual. Como la merienda de media mañana llega tras horas de clase, es frecuente que acudan a urgencias por un mareo antes del recreo.

La solución es evidente: Debe desayunar.

En algunos casos los padres dicen que el niño en realidad sí desayuna y que además lo ha hecho con alimentos ricos en azúcar. Ese es a veces el problema. Cuando tomamos alimentos ricos en azúcar sin fibra la absorción es muy rápida. Tanto que el cuerpo libera insulina para bajarla y a veces la bajada viene como respuesta al subidón de azúcar previo.

Para evitarlo lo que debe tomar son alimentos ricos en azúcar CON FIBRA. Es decir, Fruta (no zumos en los que eliminamos la fibra) y cereales integrales (con su fibra). La fibra hace que la absorción de azúcar sea lenta y mantenida, consiguiendo niveles adecuados de azúcar en sangre durante las horas necesarias hasta la merienda de media mañana.

Azúcar baja por alteraciones en la insulina

Hasta ahora hemos hablado de situaciones en las que el azúcar baja en niños sanos. Pero hay casos en los que la bajada corresponde a un problema en las regulaciones de nuestro cuerpo. La hormona principal encargada de regular esto es la insulina (también los corticoides influyen y algunas otras).

Lo más conocido en este tema es la diabetes. Consiste en un aumento de la glucosa en sangre porque la cantidad de insulina que produce el cuerpo es escasa (tipo I) o porque no tiene suficiente efecto (tipo II).

Los diabéticos necesitan medicamentos o insulina externa que les ayuden a regular el azúcar. Pero a veces, si se come mal, se consume mucha más azúcar de lo habitual (ejercicio, fiebre…) o nos pasamos con la dosis de medicación, el azúcar puede bajar.

Cuando pensamos en diabetes solemos centrarnos en los efectos perjudiciales de tener el azúcar alta. Pero sus problemas suelen ser más a largo plazo. Tiene que subir mucho para dar problemas agudos. Es la cetoacidosis diabética, que suele verse sólo cuando la diagnosticamos.

En el diabético diagnosticado y con tratamiento la situación de emergencia más frecuente no es una nueva cetoacidosis por exceso de azúcar. Lo más habitual que lleva a urgencias a un diabético es el azúcar baja. Como en los bebés puede llegar a provocar convulsiones.

Otra situación mucho menos frecuente que la diabetes es el Hiperinsulinismo. Es una situación en la que el cuerpo produce demasiada insulina haciendo que el niño tolere muy mal el ayuno. Genera mareos o convulsiones muy repetitivas. Debe ser siempre estudiado en niños que a pesar de tener una dieta adecuada tienen bajadas de azúcar frecuentes.

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¿Qué hacer cuando un niño vomita? 4º Vídeo en MedicinaTV

Canal de Pediatría en MedicinaTV

¿Qué hacer cuando un niño vomita? 4º Vídeo en el canal de Pediatría de MedicinaTV en el que explicamos qué son los vómitos, porqué se producen y cómo atajarlos.

Con este vídeo completamos nuestro primer mes en este canal de Youtube dirigido a padres y cuidadores de niños en general.

En esta ocasión hablamos de otro de los síntomas más alarmantes en los niños: Los vómitos.

Os contamos qué podemos hacer los padres cuando nuestro hijo vomita.

Respondemos a dudas como:

¿Para qué sirven los vómitos y cómo se generan?

Si me pide agua nada más vomitar ¿Es bueno o malo que se la dé?

¿Qué es lo mejor para re-hidratar a un niño cuando vomita? ¿Aquarius, Coca-cola sin gas, manzanilla? ¡No! Os contamos porqué.

¿Cuándo debo acudir a urgencias si mi hijo vomita?

¿Cuándo puede volver a comer mi hijo tras vomitar?

Esperamos que se resuelvan vuestras dudas y si os queda alguna haced un comentario al vídeo en Youtube. 

Este vídeo es el cuarto de la serie que estamos publicando todas las semanas en el canal de Pediatría de MedicinaTV en Youtube. Con él completamos nuestro primer mes de difusión con miles de visualizaciones. Muchas gracias a todos. Esperamos seguir respondiendo a vuestras inquietudes.

Añade un comentario en Youtube con el tema del que te gustaría que hagamos nuevos vídeos.

Cada martes un nuevo vídeo en el que trataremos un problema frecuente de salud infantil.

Intentamos usar un lenguaje claro, con el objetivo de que aprendáis a comprender y manejar los cambios más habituales en la salud de vuestros hijos.

Puedes accecer a los vídeos anteriores sobre la fiebre la tos y los mocos.

No olvides suscribirte al canal si no quieres perderte ninguno.

Y por supuesto si crees que pueden ayudar a alguien te agradecemos la difusión.

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¿Es malo que los bebés vean televisión?

¿Es malo que niños y bebés vean la Televisión ?

Respuesta al Peketema propuesto por una madre en Facebook: «¿Es malo que los bebés vean la televisión ?» Y ya de paso, hablamos de móvil y tablet en niños.

La tecnología y los niños. Opiniones para todos los gustos.

Me piden la mía y es lo que voy a dar.

La televisión es parte de la vida cotidiana hoy en día. Pero cada vez menos.

Lo llamativo de esto puede que sea el final de la frase. Pero la realidad es que según los estudios actuales los adolescentes ven menos televisión que hace unos años. No es que hayan descubierto el gusto por las actividades físicas, sino que su ocio se está desplazando de la televisión a otros dispositivos que acceden a internet.

Pero la televisión sigue estando ahí. ¿Se puede vivir sin ella? Pues sí. Yo conozco gente que no la tiene (¡asombroso!) y de hecho yo raramente la enciendo, habitualmente para ver noticias y poco más. Aunque lo normal no es eso.

La televisión sigue siendo el medio de comunicación más consumido en la mayoría de los hogares. Lo que significa que en casi todos los casos es algo con lo que los niños conviven desde su nacimiento. Ya que los padres no dejan de ver la televisión el día que su hijo nace.

La respuesta a «¿es malo que los bebés vean la televisión?» es que no. Siendo realistas, todos los bebés la ven. El hecho de ver una realidad distinta pero a través de una pantalla nada tiene en sí de perjudicial. Otra cosa es cómo, cuánto tiempo y qué vean los bebés o los niños en televisión.

Pueden surgir varias dudas sobre el hecho en sí de ver la televisión:

Radiaciones: Sí. La televisión emite radiaciones. Pero las anteriores de rayos catódicos las emitían más aún y la mayoría de los padres actuales las hemos consumido desde pequeños. Y hoy en día estamos inundados de radiaciones por todas partes. Se supone que son radiaciones «no ionizantes», lo que implicaría no ser capaces de producir alteraciones químicas en nuestros cuerpos, pero… La realidad es que la única forma de estar libre de todo esto sería vivir aislados. Y aún así nos llegarían ondas de radio, televisión y telefonía. Incluso muy aislados llegarían de los satélites de comunicaciones. En la práctica, es algo inherente a nuestra vida actual.

Visión: Hay quien pueden plantearse que el propio hecho de ver la televisión puede ser perjudicial para la vista. La típica frase: «No te acerques tanto a la televisión (todos los niños lo hacen), que te van a tener que poner gafas.» Como todo. Depende de cuanto tiempo vea la televisión al día. Pero haciéndolo razonablemente no hay una base científica para que eso ocurra.

Bebés que ya usan móviles y tabletas.

Los sustitutos actuales de la televisión : Móvil y Tablet

Como decía, el tiempo que los adolescentes dedican a la televisión ha descendido en los últimos años. Está siendo sustituido en parte por el uso de móvil y tablet. Y eso es bueno, en parte.

La televisión es ocio pasivo. Es decir, consiste en encenderla y ver. Ver lo que han programado en ese momento que se vea. Si tienes varios canales del tema que te gusta (dibujos animados) tienes varias elecciones. Pero siguen siendo pocas y una vez escogida tu actividad se reduce a ver.

Móvil y Tablet están desplazando esta opción porque permiten tres cosas:

Una selección infinitamente más amplia de contenidos. Hay vídeo, como la televisión, pero tu campo de elección es muchísimo mayor. Puedes escoger en cualquier momento entre millones de programas.

– Además del ocio totalmente pasivo dispones de programas con los que se interactúa (juegos fundamentalmente en los niños). Y esto es un ocio mucho menos pasivo (aunque sigue sin ser físicamente adecuado) que en algunos casos puede servir incluso para entrenar habilidades útiles. Lo que pasa es que la mayoría no orientan su uso a esto, sino al simple hecho de pasar el rato.

Comunicarse con otras personas. Cosa que no permite la televisión. Parte de la comunicación interpersonal se está desplazando a la vía electrónica. Se puede hablar mucho de los aspectos positivos y negativos de este cambio.

Problemas con la Televisión, los móviles y otros dispositivos electrónicos.

La realidad es que estos dispositivos electrónicos, y en algunos casos las videoconsolas son elementos con los que un número cada vez mayor de niños va a convivir toda su vida. Cuál es el momento idóneo para introducirlos en su vida. Dudo que nadie pueda dar una respuesta motivada que responda a eso en todos los casos.

Pero sí hay problemas que están aumentando debido a su uso. Especialmente a su mal uso:

Sedentarismo. Móvil y Tablet están sustituyendo en parte a la televisión. Pero el efecto sumado es que los niños son más sedentarios que antes de que estos existiesen. Sólo hay una solución a eso y es limitar el número de horas que permitimos a nuestros hijos acceder a ellos, pero ante todo, ofrecer actividades alternativas. No podemos tener a los niños todo el día encerrados en casa y decirles simplemente que no hay televisión ni móvil más de x horas al día. «¡Me aburro!».

Acceso a contenidos no adecuados. Esto es común a televisión y móviles o tabletas. Pero es más difícil de controlar en los últimos ya que la amplitud de contenidos accesibles es mucho mayor y permiten ver ese contenido de forma más difícil de controlar por los padres. Debéis implementar sistemas de restricción de búsqueda en los dispositivos que usan vuestros hijos y aún así controlarlos.

– En el caso de móviles y tabletas está apareciendo un problema nuevo: Contracturas y tendinitis. La sujeción de un dispositivo de este tipo durante mucho tiempo precisa mantener una postura concreta de forma fija. Y estos dispositivos tienen un peso que en algunos casos es capaz de producir molestias a adultos. En niños puede dar lugar a dolores. Los más frecuentes que vemos son: Contracturas cervicales, algunas con dolor de cabeza y tendinitis del pulgar. Especialmente del pulgar de la mano izquierda (ya que la mayoría usan la izquierda para sostener el móvil).

En resumen.

Todas estas tecnologías son propias de nuestra sociedad actual. Una parte del desarrollo y educación de nuestros hijos es que aprendan a regular el uso de cosas que tienen sus aspectos positivos y negativos.

Está claro que nuestros hijos van a necesitar en sus vidas utilizar tecnologías digitales y que aprender desde pequeños a usarlas tiene una utilidad similar a conocer otros idiomas, porque lo es. Es un nuevo idioma.

Pero su mal uso encierra también perjuicios que sólo los padres podemos limitar regulando su utilización hasta que aprendan a emplearlas de forma adecuada.

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Las Alergias en niños y bebés

Alergia en niños y bebés

Niños y bebés con alergia. Alergias alimentarias, a pólenes, a antibióticos, el asma, la dermatitis atópica ¿Porqué surgen y qué pueden hacer los padres?

Con la evolución actual, cualquiera diría que dentro de unos años todos seremos alérgicos.

Las patologías alérgicas están aumentando especialmente en países desarrollados y sobre todo en clases sociales media y alta del medio urbano. Hay muchas teorías que intentan explicar este aumento, que muy posiblemente sea el resultado de la coincidencia de varios factores.

Una de las teorías más aceptadas es la Higienista, que afirma que nuestro sistema defensivo está diseñado para vivir en un mundo que nos ataca constantemente (tenemos contacto a diario con miles de microorganismos que intentan desarrollarse en nuestro interior de modo más o menos agresivo). El ambiente cada vez más aséptico en el que desarrollamos nuestra vida, está dejando a nuestro sistema inmune sin trabajo.

En otros órganos, la falta de utilización induce una atrofia. Pero esto en el sistema inmune sería peligroso, ya que a pesar de nuestra higiene, más tarde o más temprano aparecería una infección que supondría un grave riesgo para nuestra vida. El resultado es que el sistema inmune está diseñado para mantener un nivel mínimo de actividad y si en el medio en que vivimos no encuentra estímulos adecuados para dicha actividad, empieza a buscarse otros no tan adecuados.

Dentro de los estímulos que han ido desapareciendo parece que tienen especial importancia los parásitos intestinales (lombrices por ejemplo). Las células del sistema defensivo (los glóbulos blancos) están divididas en distintos grupos especializados en la lucha contra ciertos agresores. Uno de esos grupos son los eosinófilos. Son los especializados en la lucha contra parásitos. Y son los más frecuentemente implicados en las reacciones alérgicas.

De hecho cuando una analítica presenta un aumento de los eosinófilos, las causas más frecuentes son una parasitosis intestinal o una alergia. Según esta teoría la práctica desaparición de las parasitosis en las clases medias y altas de los países desarrollados dejaría sin estímulos a estas células que empezarían a buscar algo nuevo que hacer.

La alergia puede manifestarse de muchas formas, en función de la predisposición de cada paciente y de la forma en la que contactamos con el agente alérgico.

Las localizaciones más frecuentes son la piel, las vías respiratorias y el aparato digestivo.

Alteración del «Equilibrio Omega»

Otra de las teorías es la dietética.

En nuestro cuerpo hay muchas grasas. Algunas de ellas que sólo podemos obtener de la alimentación, porque no somos capaces de producirlas.

Es lo que llamamos Ácidos grasos esenciales. Los más conocidos son los Omega 3 y 6.

Todas son necesarias, pero hay grasas «buenas y malas»:

Omega 3: Están presentes en las grasas de origen vegetal (chía, onagra, oliva…) y en el pescado azul. Son buenos.

Omega 6: Los hay buenos, procedentes de aceites vegetales (oliva, nuez…) y malos (grasa de la carne y piel de animales).

El exceso de Omega 6 de origen animal frente a Omega 6 vegetales y Omega 3 favorece los procesos inflamatorios (entre los que están las alergias).

Por eso se recomienda reducir el aporte de grasas animales y aumentar los aportes de grasas vegetales o de pescado azul en los niños con tendencia a hacer alergia.

Pero mientras lo conseguimos y en niños en los que lograrlo resulta muy complicado podemos recurrir a suplementos de Omega 3.

Las pruebas de la alergia y la vacunación anti-alérgica:

Es muy frecuente en cuanto se atribuye un síntoma a alergia en un niño que los padres soliciten que se le hagan las pruebas de alergia.

Conviene tener varias ideas claras al respecto.

En primer lugar no todas las reacciones alérgicas permiten la identificación del causante. Algunas de ellas se producen de hecho por la combinación de varios estímulos, con lo que averiguarla resulta poco menos que imposible dado que las combinaciones son infinitas.

Hay que darse cuenta también de que las pruebas de alergia no curan. Es muy frecuente que pacientes alérgicos acudan a la consulta con su crisis, (por ejemplo una rinitis por alergia al olivo) que el paciente sabe que sufre todos los años por las mismas fechas y cuyo causante es el olivo porque le han hecho las pruebas de la alergia. Esta rinitis le amarga la existencia durante un par de meses al año, y viene sin tratamiento.

O bien hay alergólogos que reparten resultados de pruebas de alergias como quien da carnés de un club de amigos, o el paciente ha hecho poco caso de las indicaciones del alergólogo pensando que con ponerle nombre a la enfermedad ya estuviese curada.

Hay dos formas de determinar el causante de una alergia:

  • Una analítica de sangre en la que estudiamos los anticuerpos específicos que tenemos contra cada uno de los causantes más frecuentes.
  • La realización de pruebas en la piel. Hacemos una pequeña herida, y sobre ella echamos una gota de líquido en el que va diluido el agente que sospechamos. Estas son más específicas que las primeras, pero también tienen más riesgos. Existe la posibilidad de desencadenar una reacción alérgica grave al realizarlas.

Sea con uno, con otro o con ambos métodos, la identificación del agente desencadenante de alergia tiene fundamentalmente la utilidad de servirnos para evitar la exposición al mismo (cosa poco realizable en algunos casos, como el alérgico al polen del olivo que vive en Andalucía), para establecer la época en que debe ser tratado (aunque eso se puede hacer simplemente observando los síntomas) y cuando los síntomas son intensos, potencialmente graves o no se controlan de forma adecuada con la medicación indicada, valorar la vacunación.

La vacunación consiste en acostumbrar a nuestro sistema inmune a ver como algo normal al causante de nuestra alergia, para que deje de actuar contra él.

Esto se consigue dándonos concentraciones cada vez mayores del agente alérgico para que acostumbrarnos a él.

Todas las vacunas (sean inyectadas o sublinguales) van preparadas en varios viales numerados (cada vial contiene el agente alérgico a una concentración mayor que el anterior) de los que administramos cantidades crecientes hasta acabarlos.

Es recomendable tener en cuenta varias cuestiones:

  • No tiene sentido vacunarse de más de 2 ó como muchos 3 alergenos simultáneamente.

Los pacientes que manifiestan sensibilidad a muchos alergenos y en los que no hay una relación clara con los síntomas, no son candidatos a la vacunación.

No tiene sentido la eliminación al azar de sensibilidad a 3, 4 ó 5 alergenos cuando hemos demostrado su sensibilidad a 20 ó 30 de ellos y no tenemos ni idea de cual es el auténtico responsable de los síntomas.

Parece necesario recordar que cualquier terapia en la alergia no va dirigida a que el paciente deje de “ser alérgico”, cosa imposible, sino a controlar unos síntomas, que son los que le hacen sentirse alérgico.

En realidad, prácticamente todos somos alérgicos en mayor o menor medida a algo. Pero no nos sentimos como tales ni precisamos tratamiento si no desarrollamos unos síntomas que nos resulten molestos.

Por eso antes de decidirnos por la vacunación, es importante establecer la relación clara entre los síntomas y el agente alérgico al que las pruebas de alergia hacen responsable.

Si no concuerda el agente que nos indican las pruebas con la forma de presentación de los síntomas, es que aunque las pruebas lo indiquen no es el responsable principal de las manifestaciones que sufrimos y por tanto aún vacunándonos no mejorarán.

Ejemplo: Rino-conjuntivitis que aparece en cualquier época del año en un niño al que las pruebas de la alergia califican de alérgico fundamentalmente al polen del olivo.

No tendría sentido vacunarle, ya que si fuera el olivo el responsable de su rino-conjuntivitis, ésta sólo se mantendría mientras hay polen en el aire (abril-junio).

Hay quien lo vacuna de cualquier modo, y el “inesperado” resultado suele ser que no mejora en absoluto.

Otro ejemplo que vemos con frecuencia, son niños a los que sin manifestar síntomas de alergia se le hacen las pruebas y éstas nos indican que es sensible al algunos alergenos.

Y se está vacunando. ¿Cómo se ha establecido contra que alergenos vacunarlo, si no tiene síntomas?

Se pretende continuar el tratamiento hasta que desaparezcan ¿qué síntomas?

¿Cómo sabremos si ha sido efectiva la vacunación?

¿Si los anticuerpos desaparecen?

Y si aquellos contra lo que lo hemos vacunado desaparecen y en la nueva analítica aparecen anticuerpos ante un estímulo nuevo, sin síntomas (cosa que no digo que ocurra siempre, pero casi) ¿lo vacunamos del nuevo?

Formas de manifestación alérgica:

Dependiendo de la predisposición personal y del modo en que el alergeno entra en contacto con nuestro organismo, aparecen manifestaciones alérgicas muy distintas.

Evidentemente suelen aparecer con más intensidad en los órganos que sirven de barrera entre nuestro organismo y el exterior: piel, vías respiratorias y aparato digestivo.

En piel suele aparecer como eccemas, prúrigo o urticarias, en vías respiratorias como rinitis, conjuntivitis o bronquitis y en aparato digestivo como alergias a alimentos con vómitos, diarrea o simplemente estancamiento en la ganancia de peso.

Sea cual sea el foco inicial de la reacción alérgica, dependiendo de la intensidad de la respuesta inmune puede extenderse a cualquier otra localización y a veces hacerse generalizadas y muy intensas como el shock anafiláctico.

Dermatitis atópica:

No es sólo una alergia.

El niño con dermatitis atópica tiene una piel más seca de lo normal, con una escasa secreción de grasa.

Esa es su piel y va a seguir siendo así hagamos lo que hagamos.

La tienen según los estudios una quinta parte de la población aproximadamente.

El problema es que cuando carecemos de la capa de grasa habitual que hay sobre la piel protegiéndola, las sustancias agresivas de nuestro entorno (desde el frío o el calor, hasta fibras, detergentes, pólenes, contaminación…) la dañan con más facilidad y nuestro sistema defensivo empieza a actuar contra ellas.

Estos pacientes tienen siempre una piel más seca, en la que de vez en cuando aparecen esas reacciones en forma de eccemas o prúrigo.

Un eccema es una inflamación de la piel seca con descamación y picor.

Un prúrigo es la aparición de puntos con picor e inflamación de la piel: granos.

Con el tratamiento de la dermatitis atópica no podemos curar la dermatitis para que no vuelva a aparecer, pero podemos hacer que las crisis sean menos frecuentes y menos intensas.

Hay que distinguir por eso entre las medidas de higiene ambiental y cuidados de la piel para el mantenimiento de la piel atópica y el tratamiento de los brotes en sí.

Las medidas principales para mejorar a largo plazo la dermatitis atópica son:

Evitar irritantes en su ambiente:

La ropa interior (especialmente la de cama: sábanas, funda de almohada, pijama) deberían ser de algodón 100% y sin colorantes.

Hay que reducir la cantidad de polvo que hay en su ambiente, especialmente en su dormitorio, que es el sitio en el que pasa la mayor parte de su tiempo.

La razón es que en el polvo proliferan unos insectos microscópicos llamados ácaros, que son uno de los mayores irritantes para la dermatitis atópica.

Por tanto la habitación de un niño con dermatitis debe estar lo más despejada posible, para facilitar su limpieza.

En especial debe evitarse que en ella haya: peluches (que además suelen estar hechos de fibras artificiales), estanterías con libros, alfombras, cortinas y posters.

Además, los ácaros proliferan con más facilidad en ambientes con temperatura y humedad constantes, por lo que conviene ventilar bien la habitación todos los días.

Hay niños que empeoran en verano por culpa del sudor.

Si se suda mucho puede irritar la piel, y además con el sudor se pegan a la piel otras sustancias como polen, contaminación, polvo… favoreciendo la aparición de las reacciones.

Por ello, además de su baño diario, cuando en verano sudan mucho es bueno ducharlos a media tarde, sin jabón siquiera, simplemente para quitarles el sudor de encima.

Después del baño deben secarse con toallas de algodón y empapando, sin frotar.

No frotamos, para no eliminar totalmente la grasa que sobre la piel dejan los geles y aceites de baño para dermatitis y además para irritar la piel lo menos posible.

Otro irritante importante para la dermatitis puede ser el cloro del agua de las piscinas.

Por ello, cuando van a la piscina, deben ducharse en cuanto salgan del agua.

Si en zonas con contacto con joyería (pendientes en las niñas) aparecen eccemas con frecuencia, puede llegar a ser necesario eliminar las joyas.

Reponer la capa protectora de grasa que no tiene de forma natural:

Esta es la parte más conocida del tratamiento de la dermatitis atópica, que consiste en formar sobre su piel una capa grasa de protección de la que el niño carece.

Se hace por medio de productos cosméticos a base de avena y sobre todo de glicerina, ya que los hay que son alérgicos a la avena.

Casi todas las empresas de cosmética de venta en farmacias tienen cremas y geles específicos para dermatitis atópica, y no hay una marca que sea la mejor.

Hay niños a los que les va bien una y niños a los que les va bien otra.

Lo que hay que hacer es probar, y la que le vaya bien, usarla todos los días.

Suelen ser necesarios una loción corporal y un gel.

A veces pasa, que usando una marca concreta que siempre le ha ido bien, empieza a no darle buen resultado.

No podemos decir que eso sea así porque tenga un brote, ya que incluso con el mejor cuidado posible un niño con dermatitis tendrá brotes de vez en cuando.

Diremos que no le va bien cuando los brotes empiecen a ser más fuertes y frecuentes de lo habitual.

Cuando eso le pase usando una marca que hasta entonces le había ido bien, es que ha llegado el momento de cambiarla por otra.

Pero si dejamos una temporada sin usarla, al volver a ella suele irle bien de nuevo.

Por eso generalmente con un par de marcas que podamos ir alternando por temporadas puede controlarse bastante bien.

Evitar alimentos que favorezcan los brotes:

Hay ciertos alimentos que son ricos en histaminas.

Las histaminas son sustancias que actúan en nuestro cuerpo como mediadores de la inflamación alérgica.

De hecho el tratamiento más básico de las alergias son los anti-histamínicos.

Por tanto si comemos alimentos ricos en histaminas pueden aparecer reacciones alérgicas con más facilidad.

El primer alimento de esta lista es el chocolate: No es que los niños a los que salen granos al tomar chocolate sean alérgicos a él.

La mayoría simplemente hacen alergias a otras cosas que se desencadenan con más facilidad tras tomar chocolate por aumentar la cantidad de histaminas en nuestro organismo.

Los alimentos que debe evitar un atópico son sobre todo:

Chocolate, vainilla, frutos secos, embutidos y quesos curados y alimentos enlatados.

Todo lo dicho hasta ahora son las medidas habituales en un niño con dermatitis atópica para evitar los brotes o al menos reducir su frecuencia e intensidad.

Cuando aparece el brote:

Cuando el brote aparece, es decir, aparecen eccemas o granos y picor ya no es suficiente con aplicar los cuidados descritos, necesita tratamiento.

Ya que los brotes son más difíciles de controlar cuanto más dejamos que empeore, deberían tratarse (sobre todo los eccemas) en cuanto empiezan a aparecer.

El tratamiento del brote puede ser en cremas, en tratamiento oral o a veces ambos y consiste en lo siguiente:

Si pica debe tomarse un antihistamínico.

Si no lo hacemos se va a rascar y el rascado empeora la dermatitis y favorece que se sobreinfecte.

Para frenar la reacción alérgica que está causando las lesiones en la piel, si esta es muy leve puede ser suficiente sólo con el antihistamínico y su crema hidratante habitual.

Cuando esta es ya más intensa solemos usar un antinflamatorio en crema (los más frecuentes son los corticoides, aunque hay otros antinflamatorios distintos que también pueden usarse).

Y cuando ni así lo controlamos usamos un corticoide por vía oral además de lo anterior.

En algún caso, si las lesiones se han sobreinfectado puede precisar además tratamiento con antibióticos.

El tratamiento concreto de cada brote precisa de la valoración del mismo por el médico para decidir los fármacos a usar y su dosificación en función de la extensión e intensidad del cuadro.

Alergia a picaduras:

Una picadura es una agresión a través de la piel que produce una herida en la que además con frecuencia pueden depositarse venenos o gérmenes que pueden extenderse por el resto del cuerpo.

Por eso es lógico que el sistema inmune reaccione ante ellas desencadenando una reacción inflamatoria a su alrededor para aislar y neutralizar estos agentes.

Pero hay personas en las que la reacción del sistema inmune ante las picaduras es exagerada, llegando a producir más daño del que la propia picadura puede desencadenar, a veces con reacciones generalizadas que ponen en peligro incluso la supervivencia del individuo.

Los animales más frecuentemente causantes de picaduras y alergia son en nuestro entorno los mosquitos, pulgas, arañas, avispas y abejas.

Picaduras de escorpión y serpiente son mucho menos frecuentes y en nuestro medio, las especies presentes en su mayoría tienen venenos poco potentes.

Sea cual sea el animal que produce la picadura debemos alarmarnos si los síntomas se extienden rápidamente y sobre todo si aparecen síntomas generales, como mareo, palidez de piel, alteraciones de la respiración, o aparición de reacciones en la piel en zonas distintas del cuerpo a aquellas en la que se ha producido la picadura.

El tratamiento, salvo en picaduras venenosas que en algún caso tiene tratamiento con antídotos específicos, es siempre el mismo, más en función de la intensidad de la reacción desencadenada que del agente causante.

Este tratamiento tiene tres objetivos, reducir la reacción alérgica, combatir la infección si aparece y evitar si es posible que sigan picándole.

Para frenar la reacción alérgica lo más usado son los antihistamínicos y si con ellos no se frena los corticoides.

Los antihistamínicos deben usarse por vía oral, pinchados o por vena.

Los corticoides además de estas vías pueden aplicarse localmente en forma de cremas.

Las cremas de antihistamínicos no deben usarse porque aumentan la sensibilidad de la piel al sol favoreciendo las quemaduras solares.

Para combatir la infección pueden usarse antibióticos en crema, por vía oral, pinchados o por vena dependiendo de la intensidad de la infección.

Por último para evitar que sigan picándole, las medidas van orientadas en función del “bicho” que le haya picado.

Los más frecuentes son como he dicho, mosquito, pulga, araña, avispa y abeja.

Ya que a excepción de la abeja (que deja el aguijón), los demás no dejan una señal clara de quien ha sido, hay que averiguarlo por deducción.

Hay mosquitos habitualmente en los meses de calor (de mayo a septiembre). Suelen picar más de noche, cuando entran en las casas atraídos por la luz. Los picotazos suelen ser varios diseminados en zonas expuestas de la piel, ya que un mosquito no se introduce entre la ropa para picar y entre picotazo y picotazo se desplaza volando.

Existen repelentes de mosquitos, que no son totalmente efectivos.

En los países donde estos son más frecuentes y transmiten enfermedades más graves el único método que funciona son las mosquiteras sobre las camas.

Sin llegar a eso podemos reducir el número de picaduras procurando no encender las luces de los dormitorios desde que atardece y si es posible dejar las ventanas igualmente cerradas desde el atardecer.

Las pulgas pueden picar en cualquier época del año.

Si está en el colchón, que es lo más frecuente, suele hacerlo cada noche.

Y precisa para saciarse varias picaduras.

Se puede desplazar entre las ropas y entre picotazo y picotazo da pequeños saltos.

Así, si tiene una pulga en la cama, cada mañana aparecerá un pequeño grupo de picaduras cercanas entre sí.

La forma de eliminar la pulga es lavar la ropa de cama con agua caliente y forrar de plástico el colchón, de forma que si está en la ropa la matamos y si está en el colchón se muere de hambre en un par de semanas.

Alergias alimentarias:

En el momento del nacimiento el aparato digestivo de los recién nacidos está preparado para alimentarse por medio de un único alimento: la leche materna.

Durante los dos primeros años de vida este aparato digestivo se irá desarrollando para adquirir la capacidad de digerir todos los elementos que constituyen una dieta variada en el ser humano.

Cuando introducimos un alimento nuevo, si nuestro intestino no es capaz aún de digerirlo, produce una irritación que puede manifestarse en forma de diarrea, vómitos, dolores abdominales o estancamiento en la ganancia de peso.

Cuando un alimento no es aún tolerado, hablamos de Intolerancia alimentaria.

Es algo transitorio, sólo es preciso esperar el tiempo necesario para que el intestino madure, adquiriendo la capacidad de digerirlo, más tarde o más temprano.

Pero en algunos casos, el organismo acaba reaccionando contra él como algo que le agrede.

Se desarrolla entonces una alergia alimentaria.

El cuerpo tiene anticuerpos contra él y guarda memoria de que ese alimento en concreto es agresivo, reaccionando contra él si vuelve a tomarlo , en algunos casos durante el resto de su vida.

Se ha demostrado que la aparición de estas alergias es más fácil si se tienen contactos esporádicos con pequeñas cantidades del alimento que desencadena la alergia.

Por eso la regla fundamental para evitar las alergias alimentarias es evitar “las mijitas de…

Asma:

El asma es una enfermedad que consiste en dificultad para respirar y tos persistente por irritación de los conductos por los que pasa el aire en los pulmones (Bronquios).

Es de tipo crónico.

Es decir, que cuando tiene una crisis, podemos tratarla y mejora, pero casi con total seguridad repetirá más tarde o más temprano.

La bronquitis (o asma) de tipo alérgico (también la hay sin alergia) suele desencadenar sus crisis por la presencia en el aire de (alergenos) pólenes, pelo y restos de piel de animales, ácaros (bichitos microscópicos que viven en el polvo) y algunos tipos de hongos (presentes sobre todo en ambientes húmedos).

Para entender las crisis y su tratamiento, ver capítulo sobre la bronquitis, en el apartado de causas frecuentes de consulta.

Aparte del tratamiento de las crisis, está indicada la vacunación para reducir la sensibilidad en aquellos casos en los que los síntomas se asocian claramente con la presencia de un alergeno de los descritos y esta sensibilidad ha sido comprobada mediante pruebas de sensibilización.

Rinoconjuntivitis alérgica.

Es la típica congestión primaveral.

Cuando llega la primavera y empiezan a abrirse las flores, el niño tiene los ojos y la nariz congestionados durante semanas o meses.

También pueden aparecer fuera de la primavera y no durar tanto si el desencadenante no es el polen de una planta, sino el contacto con animales, los ácaros o algunos hongos.

En estos casos los síntomas pueden aparecer en cualquier momento del año, cuando el niño es expuesto al desencadenante.

Y si esa exposición en puntual los síntomas van cediendo en pocos días.

En principio los síntomas son idénticos a un buen catarro, pero se pueden diferenciar por una serie de características bastante claras:

  • La conjuntivitis aparece a la vez en los dos ojos. En una infección bacteriana suele aparecer primero en uno y después se pasa al otro.
  • Tanto en catarro como la rinoconjuntivitis alérgica suelen ceder con el mismo tratamiento, pero en cuanto suspendemos el tratamiento en la alergia reaparece de forma casi inmediata.
  • Si hay fiebre es en principio una infección, ya que las alergias no producen fiebre.
  • La rinoconjuntivitis alérgica tiene un horario definido, mientras que las infecciones, desde que empiezan van empeorando durante 2-3 días y a partir de ahí mejora progresivamente hasta curarse.

En la alergia a pólenes el horario consiste en que empeora un poco por la mañana, mejora a lo largo del día y empeora mucho más al atardecer.

El motivo es que cuando sale el sol, las flores empiezan a soltar polen, aumentando la concentración en el aire durante las primeras horas del día.

Pero en cuanto el sol va calentando el suelo, el aire va subiendo arrastrando el polen hacia las capas altas de la atmósfera con lo que se reduce la concentración.

Finalmente, cuando empieza a atardecer y descienden las temperaturas, todo el polen acumulado en las capas más altas de aire cae de golpe haciendo que la concentración de polen a nivel del suelo se incremente mucho más.

En las alergias a animales, ácaros y hongos los síntomas son más intensos en las 2 horas siguientes al contacto con el animal en cuestión o el ambiente húmedo o con polvo abundante.

Es más fácil controlar la rinoconjuntivitis alérgica cuando aún no ha empezado o es poco intensa, por lo que cuando uno tiene alergia a un polen en concreto, debería empezar el tratamiento un poco antes de que empiece la floración de esa planta o como muy tarde en cuanto empiecen a notarse los primeros síntomas, y no debe abandonarse el tratamiento, aunque se mejore, hasta que ceda la presencia de ese polen en el aire.

Tu pediatra debe indicarte en función del polen concreto y de la zona donde vives cuando deberías empezar y acabar el tratamiento.

Alergias a antibióticos y exantema súbito.

Las alergias frente a medicamentos son también relativamente frecuentes.

Pero a veces se tiene tendencia a atribuir a un medicamento efectos que no son realmente suyos.

Es muy frecuente por ejemplo que mucha gente diga ser alérgico a la Amoxicilina con ácido clavulánico porque le produce diarrea cuando lo usa.

Sin embargo este antibiótico produce diarrea en mucha gente porque altera la flora intestinal, no por alergia.

Lo que quiere decir que si en alguna infección fuese el más indicado, podría tomarlo sin problema si lo acompaña de otra medicación que proteja su flora intestinal.

Otro caso muy frecuente de “alergia a antibióticos” falso es una infección viral llamada exantema súbito.

Está producida por un virus que casi todos pasamos antes de los 3 años, y que se caracteriza por producir fiebre muy alta (39-40º) de 2-5 días de duración y muy resistente a las medicinas para bajarla, por lo que es frecuente que aunque no está indicado acaben dándole antibióticos.

El problema, y lo que define a esta infección, es que por fin, cuando baja la fiebre, lo hace de forma radical, pasando en un día de tener 39 ó 40º de forma casi constante a no tener más que pequeños picos de 37,5º como mucho, pero acompañando a la bajada de fiebre aparece una erupción con cientos de pequeños granitos en el tronco que después se van extendiendo hacia brazos, piernas y cabeza.

La gran mayoría de los padres le echan la culpa al antibiótico y algún pediatra también.

Pero es fácil diferenciar una cosa de la otra:

  • En el exantema súbito la historia es clara con su fiebre alta de 2-5 días que cede bruscamente y entonces aparecen los granos.

En la alergia los granos pueden coincidir con la caída de la fiebre, pero pueden aparecer cuando aun hay fiebre o varios días después de la bajada.

  • En el exantema súbito los granos no suelen picar. En la alergia suelen picar bastante.
  • En el exantema súbito tienen una distribución predecible (aparecen en tronco y se extienden hacia manos, pies y cabeza, y cuando casi han llegado a manos y pies empiezan a borrarse en el mismo orden que aparecieron), en la alergia no siguen ningún orden, pueden aparecer en cualquier punto del cuerpo de forma simultánea, e incluso pueden aparecer en una zona, desaparecer por completo y aparecer más tarde en otra zona distinta.
  • En la alergia los granos se suelen notar al tacto, en el exantema súbito son planos (si uno toca la piel con los ojos cerrados no nota nada).

Hay otras muchas infecciones en las que puede aparecer erupciones asociadas a la fiebre, por lo que la única forma adecuada de diagnosticar una alergia a antibiótico o cualquier otro medicamento es hacer las pruebas específicas.

Ante la duda y hasta que se hagan las pruebas, como por suerte hoy en día hay una gran variedad de medicamentos opcionales para casi todas las patologías, lo prudente es retirar el medicamento sospechoso hasta que confirmemos o descartemos la alergia.

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Le cuesta dormir

Las tres claves para ayudar a descansar al niño al que le cuesta dormirse. Entender porqué le cuesta y cambiar es la solución para que todos descanséis.

Empezar a dormirse es algo misterioso y sin embargo tan natural que sorprende a veces. El cuerpo está diseñado para que cuando se den las circunstancias adecuadas lo hagamos a diario. Porque es imprescindible. Incluso por agotamiento, sucede a veces hasta cuando no debería.

Hay niños que una vez que se duermen ya lo hacen del tirón toda la noche, pero sin embargo les cuesta muchísimo empezar. Cuando llega la hora de acostarse parece que les dieran un café doble, no quieren ni ver la cuna y generalmente acaban durmiéndose en brazos o en la cama de los padres.

Tienen el problema para dormirse de noche, pero luego no es raro que se queden dormidos de agotamiento durante el día, o se levanten más tarde. Al final duermen las horas que necesitan, pero de forma desorganizada.

La solución cuando al niño le cuesta dormirse

  • Primero, tiene que llegar con sueño a la hora de acostarse, por lo que si es de los que duermen más de día que de noche, no le dejéis. No es cuestión de torturarle, sino de darle más alicientes para que durante el día esté activo. Es decir, darle más juego. Sé que llevar el ritmo de un bebé es complicado, y que encima si no estáis descansando bien de noche, aún más. Pero tiene su recompensa.

Los primeros días podéis notarle algo más irritable, porque se resiste a cambiar el hábito que tenía. De hecho le hacéis lo mismo que él a vosotros, no dejarle dormir cuando su cuerpo se lo pide. Pero sólo serán unos días y merece la pena.

Pensad, el niño llora todas las noches por no querer dormirse y puede seguir así años. La pediatría respetuosa no es dejar todos los ritmos del bebé funcionando a su aire. Es no modificar uno de ellos más que cuando tengamos claro que le perjudica. Y en este caso lo hace. Llora cada noche para dormirse y su ritmo de descanso tiene como consecuencia que sus padres no descansen. Y él tiene que convivir con esa pareja de zombies malhumorados. ¡No le conviene lo más mínimo! No señor…

  • Segundo, la regularidad: Todos tenemos una hora de conciliar el sueño. “Gracias” a las guardias, que son parte de mi trabajo, tengo comprobado y todos los compañeros lo confirman, que cada uno tiene una hora determinada en la que se le cierran los párpados y cuesta la propia vida no dormirse, pero en cuanto pasa esa hora, ya puedes aguantar despierto sin mucho problema.

Del mismo modo, cuando un niño pasa la hora a la que se duerme habitualmente, sea por una fiesta, una visita o cualquier otra cosa, ya cuesta mucho más que se duerma y además se pone de mal humor (razón esta aplicada a los médicos, que me hace recomendar con convicción que no acudáis a urgencias de noche si no es imprescindible: el médico, aunque intente lo contrario suele ser menos agradable).

Si de veras queremos establecer una hora razonable a la que el niño se duerma sin problemas es importante que nosotros respetemos esa hora.

Pero también hay veces en las que pretendemos que se duerma cuando para él es imposible aún. Si hacemos un intento y hay gran resistencia en ocasiones la mejor opción antes de que se active mucho más es dejar el intento para un rato después.

  •  Tercero, evita actividades que le activan antes de dormirse o le animan a seguir despierto. Al menos en la hora previa a dormirse, lo recomendable es reducir el ritmo de las actividades que hacemos con él. Y evitar en ese tiempo ofrecerle cosas que va a querer prolongar, como ver la televisión o jugar, especialmente con aparatos electrónicos. En su lugar, leerle un cuento o contarle un cuento en su cama puede ser un incentivo para aceptar esa nueva situación. Pero escoged historias tranquilas y que no le puedan producir miedo a la hora de dormirse.

 

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Cómo hacer que un niño duerma toda la noche

Dormir toda la noche.

Peketema: Un tema solicitado por las madres en nuestra comunidad de Facebook. ¿Hay alguna forma de que un niño duerma toda la noche?

Hay una serie de ideas que la gente asocia a un «buen bebé»: Que coma bien, que duerma bien, que llore poco, que la caquita justa, ni mucha ni poca, que crezca bien (o si es posible incluso un poquito más de lo normal…)

Y luego está la realidad. Os diría que no hay un solo niño que lo cumpla todo. Alguna vez he pensado en poner en esta web un apartado de «intercambios»: «Cambio niño que no come por niño que no duerme…»

Hablando del tema del sueño.

¿Cuando es normal que un niño duerma toda la noche del tirón?

Pues para desgracia de los que se hacen esa pregunta, podremos decir que seguramente hay un problema a solucionar cuando un niño con más de 3 años (p0r poner una fecha) no duerme habitualmente sin despertarse toda la noche. Especialmente hasta los 18-24 meses, lo normal es que se despierten a veces.

Vamos por edades en niños sanos que no tienen ningún problema:

En las dos primeras semanas de vida se recomienda de hecho que no pasen más de 4-5 horas sin comer, porque eso puede producir un descenso de azúcar en sangre para el que no está preparado. Se recomienda que cuando pasan más de ese tiempo sin comer se haga por despertarles.

Los primeros 5-6 meses ya toleran el ayuno sin problemas (tienen reservas de azúcar en el hígado suficientes). El tiempo entre las tomas de noche suele ir aumentando. Hay incluso algunos bebés que llegan a dormir toda la noche. Muchos padres cantan victoria pensando que eso es un paso sin vuelta atrás.

Entre los 5 y los 7 meses empiezan a despertarse con más frecuencia. Esto ocurre porque maduran y cambia el patrón de sueño. Empiezan a aparecer cosas como las pesadillas y los terrores nocturnos. Y los bebés tienen más facilidad para despertarse entre ciclos de sueño (45-90 minutos) pidiendo hacer su ritual de sueño cada vez que quiere volver a dormirse.

Los siguientes 2 años el sueño estará marcado por la opción que escoja cada familia. Son básicamente 2 con tantas variantes como familias. Y en cada familia una por niño.

Hay radicales defensores de una y otra. Yo soy de la opinión de que en cada caso es adecuada una y que sólo conociendo las circunstancias, preferencias y carácter de cada caso puede decirse cuál es la más adecuada. El objetivo, prejuicios a parte debe ser que todos los implicados, es decir toda la familia, descanse lo mejor posible. Porque sea cual sea nuestra preferencia a priori, no descansar perjudica a toda la familia y al niño como miembro de ella.