Categorías
Bebé de 13 meses Blog Cuidados del Bebé y el Niño Higiene del Bebé y del Niño Infecciones en Bebés y Niños Respiratorias

Niños con Mal Aliento

5 Causas más frecuentes del Mal Aliento en los Niños

Que un Niño tenga Mal Aliento no es habitual, pero ocurre en algunas situaciones muy concretas. Descubre las 5 causas más comunes y cómo solucionarlas.

Hay quien dice que cuando un Niño tiene Mal Aliento es que tiene el estómago sucio y otras cosas por el estilo. Pero la realidad es que hay 5 causas habitualmente en los niños que pueden hacer que tenga mal aliento. Y todas se originan en la boca y la parte alta de la garganta.

El mal aliento es el resultado de la fermentación producida por gérmenes que habitualmente no están en la boca. Y aparecen en 5 situaciones concretas.

Mal Aliento por Restos de Comida

Cuando los niños no tienen una adecuada higiene dental y quedan restos de comida es frecuente que proliferen gérmenes que fermentan esos restos de comida produciendo Mal Aliento. Aquí la solución es clara: Una adecuada Higiene Dental.

También ocurre cuando hay una caries profunda y se quedan restos de comida en su interior. La solución es sellar todas las caries que tenga.

Y un tercer caso son los niños que tienen las anginas grandes. Cuando esto ocurre las anginas suelen tener huecos en los que se acumulan restos de comida, que se pudren dando el Mal Aliento. Puede mejorar haciendo gárgaras. Pero es bastante complicado conseguir esto en niños pequeños.

Mal aliento por Amigdalitis

En algunos casos atiendo niños en la consulta que acuden por fiebre. Es frecuente que no tengan ningún otro síntoma. Sólo la fiebre y el dolor de garganta. Pero en cuanto te acercas para explorarlos notas el Mal Aliento. En la mayoría de los casos sé que en cuanto mire su garganta voy a ver placas de pus. El olor suele ser muy característico.

La solución es tratar la amigdalitis. Tu pediatra te recomendará como hacerlo.

Mal Aliento por Hipertrofia de Adenoides (Vegetaciones)

Al final del invierno, tras pasar una infección seguida de otra, y otra, y otra… es bastante frecuente que las vegetaciones o adenoides crezcan.

Están en la parte posterior de la nariz, por encima de la garganta. Uno de los síntomas que notamos a veces es el Mal Aliento. Se debe a la acumulación de moco espeso y restos de comida en los huecos de las Adenoides.

Pueden mejorar haciendo gárgaras (difícil de conseguir en los más pequeños) o con tratamientos que reduzcan el tamaño de las Vegetaciones.

Mal Aliento por Hongos en la boca.

El último caso y posiblemente el que peor Aliento provoca es la proliferación de Hongos en la Boca del niño.

Lo que solemos encontrar es una capa blanquecina que cubre la lengua o las mejillas y que no se retira con facilidad si intentamos limpiarla.

Los hongos suelen aparecer en situaciones en las que las defensas de las mucosas es insuficiente.

Esto puede ocurrir en:

  1. Bebés pequeños. Suelen infectarse a partir de la presencia de hongos en tetinas (chupe o biberón) y aparece como un punteado blanco en el interior de las mejillas. Se puede tratar aplicando antifúngicos y esterilizando las tetinas con agua hervida y bicarbonato.
  2. Tratamiento con Corticoides inhalados. En niños con bronquitis, una de las opciones de tratamiento son los aerosoles. Uno de los medicamentos que administramos por esta vía son los corticoides. Son útiles, pero al depositarse sobre la mucosa de la boca pueden reducir su capacidad para defenderse de los hongos. Para evitarlo conviene enjuagar la boca tras usara corticoides inhalados. Si ya han aparecido pueden aplicarse antifúngicos.
  3. Estomatitis herpética. Hay una infección producida por el virus herpes simple que a algunos niños y produce aftas abundantes con dolor y fiebre. Los virus de la familia del Herpes captan mucho la atención del sistema inmunitario, lo que facilita el crecimiento de otros gérmenes como los hongos. Puede tratarse, como en los casos anteriores con Antifúngicos que se aplican directamente en la boca.

Mal Aliento por Cetosis

Hay casos en los que el cuerpo libera cuerpos cetónicos porque no dispone del azúcar necesario.

Esto podemos verlo en niños que pasan demasiadas horas sin comer por vómitos o cualquier otro motivo y también en niños diabéticos.

Ambos casos justifican que el niño sea valorado por un médico. Especialmente cuando se acompaña de mal estado general.