Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Blog Cuidados del Recién Nacido Lactancia Materna Primer Mes de vida del Bebé Recién Nacido

La Subida de la Leche Materna

Subida de la Lactancia Materna

Cómo es la Subida de la Leche Materna tras el parto. Los problemas más frecuentes en estos primeros días tras el nacimiento del bebé y cómo resolverlos.

¿En qué consiste la Subida de la Leche Materna tras el Parto?

Llamamos Subida de la Leche Materna a los cambios llamativos que ocurren en el pecho en los primeros días tras el parto. También hay quien usa también el término de bajada de la leche.

Una de las preguntas típicas de las madres tras el nacimiento de su hijo: «¿Cuándo me subirá la leche?» Porque muchas madres interpretan erróneamente que hasta que no sean evidentes esos cambios no tendrá leche con la que amamantar a su hijo.

Las mayoría de las madres piensan que ese aumento llamativo del tamaño de los pechos corresponde a una retención de leche. Pero no es así. Hay leche sí. Pero la mayoría del volumen que adquiere el pecho en ese momento corresponde a inflamación y aumento del riego de sangre con acumulación de líquido (edema). Por eso duele, unas veces más y otras menos, dependiendo de la presión.

En realidad durante los últimos meses de embarazo el pecho ya empieza a producir calostro, pero como no se vacía su cantidad es pequeña.

Necesita dos Cambios para que todo empiece a funcionar:

Que desaparezcan las hormonas del embarazo, lo que ocurre al desprenderse la placenta. Estas hormonas han estado frenando a la Prolactina, que es la que estimula la producción de leche materna.

Que el bebé empiece a vaciar el pecho. Ya que en la leche materna hay una sustancia (el Factor de Inhibición de la Lactancia -FIL-) que reduce en las zonas donde se acumula el efecto de la Prolactina.

Cuando ambos frenos desaparecen la Prolactina hace su efecto de forma completa. Parte de ese efecto es un aumento importante del riego sanguíneo de los pechos. Es un efecto que empieza desde el primer día tras el parto y que suele alcanzar su máximo en torno al tercer día. Pero como todo, no son matemáticas. En unas madres será más llamativo y en otras menos. En unas ocurrirá algo antes y en otras un poco después.

¿Cuándo se empieza a producir la Leche Materna?

En realidad en el último trimestre del embarazo el pecho ya produce calostro pero no es visible porque está frenada por los dos puntos que hemos mencionado arriba (hormonas del embarazo y FIL).

Por eso TODAS las madres tienen calostro en su pecho cuando el bebé succiona por primera vez.

El único factor que depende de lo que la madre haga para que la Producción de Leche Aumente es que ponga al bebé a tomar con frecuencia ya que hacerlo:

– Estimula la secreción de Prolactina y Oxitocina.

– Elimina el FIL.

El Dolor por la Subida de la Leche Materna

Habitualmente el aumento de presión momentáneo del pecho en estos primeros días suele ser molesto. Lo es menos cuando el vaciado del pecho es adecuado. Es mucho más intenso cuando no se extrae adecuadamente la leche.

Cuando a la acumulación de líquido se añade una leche en aumento que No Se Vacía es cuando pueden aparecer los problemas:

Dolor. Por la gran presión.

Dificultad para que el bebé se alimente porque el pecho está tan duro que impide que pueda tomar el pezón.

Por eso para evitar entrar en un círculo vicioso es esencial que el bebé tome el pecho lo antes posible y que lo haga con tanta frecuencia como podamos.

Por experiencia muchas familias creen estar dando el pecho a demanda y sin embargo no lo hacen. No son conscientes, pero cuando un bebé está activo y pide el pecho con frecuencia se responde poniendo el chupe, se le acuna o le ofrecen biberón. Suelen hacer esto especialmente cuando consideran que hace poco que ha tomado. Pero a demanda significa que cuando vemos a un bebé activo o inquieto lo primero que debemos ofrecer es el pecho.

Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando el bebé pasa demasiado tiempo sin pedir el pecho conviene ofrecérselo. Como referencia, si en los primeros días pasan más de 2-3 horas sin pedir durante el día sin que pida o más de 4-5 horas durante la noche, se le debe ofrecer.

Cuando la madre note el pecho muy lleno debe intentar vaciarlo también, sea dándolo al bebé o cuando no sea posible usando un extractor de leche. Siempre la mejor opción es que el bebé tome directamente.

Cómo aliviar la ingurgitación mamaria en la Subida de la Leche Materna

El problema cuando no se vacía el pecho es que llega un momento en que el edema es tan intenso que pierde su elasticidad, lo que impide que el bebé pueda introducir el pezón en su boca para poder extraer la leche.

Cuando esta inflamación es tan intensa se complica el vaciamiento incluso con sacaleches.

No conviene aplicar calor. Porque el calor dilata los vasos sanguíneos aumentando la presión.

Se puede aplicar frío. Puede aliviar la inflamación, pero mejor después de las tomas y evitando el pezón y la areola. Ya que antes de la toma el frío hace que se contraigan los canales dificultando la salida de la leche y más aún cuando se aplica sobre pezón o areola.

La clave está en vaciar el pecho, pero para lograrlo hay que aliviar la presión en la areola. Esto pude lograrse haciendo presión sobre la areola sin presionar el pezón. Si haces presión mantenida notarás que la areola se ablanda lo que permitirá que pueda amoldarse a la boca del bebé cuando se introduzca en ella. Es lo que puede hacerse cuando al ofrecer el pecho al bebé ves que la areola está tan dura que impide un agarre adecuado.

Antiinflamatorios y remedios naturales

Se pueden usar antiinflamatorios para aliviar la inflamación cuando se acompaña de dolor. A veces se tiene inseguridad para usar medicamentos en una madre que da pecho. Podéis consultar la seguridad de los medicamentos en e-lactancia.org

Otra opción natural que parece ayudar son las hojas de col. Contienen antiinflamatorios naturales. Puede aplicarse una hoja de col sobre el pecho tras la toma y sujetarla con el sostén.

Subida de la Leche Materna tras la Cesárea

Otro de los mitos habituales es que cuando el bebé nace por Cesárea la Lecha tarda más en Subir.

Los problemas tras la cesárea, que puede haberlos, surgen por la separación del niño de su madre. Esto dificulta el vaciado de leche. La solución es reducir esa separación tanto como sea posible. Lo ideal, que el bebé no se separe de la madre. Cuando el bebé tiene acceso a vaciar el pecho desde el principio no hay diferencia en la Subida de la Leche Materna tras un parto o una Cesárea.

¿Mastitis?

Técnicamente podemos decir que en la Subida de la Leche Materna tras el parto hay inflamación en el el Pecho, puede incluso haber febrícula (menos de 38º). Pero no es una Mastitis en el sentido que usamos habitualmente, que es el de infección en el pecho.

La Mastitis real suele cursar con fiebre y lo que la origina es una retención anormal de leche en una zona que se infecta. Es muy rara en los primeros días tras el parto.

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Bebé de 2 meses Blog Cuidados del Bebé y el Niño Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil

Pekemitos: «No hacer dando el pecho»

Grietas en el pezón durante la Lactancia MaternaSeguimos debatiendo sobre mitos infundados sobre crianza de bebés: «No bebas agua mientras le das el pecho, que te agua la leche y no le alimenta».

La gente parece tener unas ideas extrañas sobre cómo funciona la lactancia materna, y el cuerpo en general. No se explica de otro modo que se digan ciertas cosas.

Es evidente que todo lo que toma la madre puede influir sobre la composición del pecho. Pero la forma en que lo hace no es tan inmediata ni tan indiscriminada.

Se dice muchas cosas sobre alimentos o conductas de la madre que pueden generar problemas en la lactancia.

Los más frecuentes que suelen comentarme son:

No bebas agua dando el pecho

A lo que se refiere el aviso no es evidentemente a que no se beba mientras dure la lactancia materna, sino a no hacerlo mientras el bebé está mamando.

Y el motivo que suele darse es que si se hace aguará la leche materna haciendo que el bebé no se alimente suficientemente.

Pues no.

Cuando la madre bebe líquido, pasa a su estómago y después a su intestino. Es al final del intestino donde se produce la máxima absorción de líquido, en el colon. Desde que se bebe hasta que se absorbe pasa un buen rato. Y esa absorción es gradual.

Pero es que además la leche materna la produce la glándula mamaria con más o menos cantidad de agua en función de otros muchos factores que nada tiene que ver con lo que se esté absorbiendo en el intestino. Salvo condiciones de deshidratación importante, la leche tiene una composición estable de agua.

Así que no te preocupes, si tienes sed mientras tu hijo está mamando, bebe agua sin problema.

No comas cosas que den gases dando el pecho o el bebé tendrá gases

La razón por la que las legumbres producen gases es la fermentación que sufren en el intestino. La razón por la que lo hacen las bebidas gaseosas es porque contienen directamente gas en la bebida.

No hay manera posible por la que esas burbujas pasen a través de la sangre de la madre hasta el pecho y aparezcan en la leche materna.

Así que puedes comer legumbres y beber gaseosa con la única preocupación del dolor por gases que pueda provocarte a ti. Pero de ningún modo eso producirá gases al bebé. Las causas de los gases en un bebé nada tienen que ver con eso.

No tomes el «alimento x» dando el pecho porque el bebé rechazará tu pecho

Hay alimentos que pueden cambiar el sabor de la leche materna. Del mismo modo que pueden cambiar el olor de la orina. El ejemplo más conocido son los espárragos.

Pero de ahí a que eso genere un rechazo de la leche materna por parte del niño hay un abismo. Las madres tienen que tener una dieta variada. Muchos de los alimentos que tomen pueden afectar a la composición de la leche, e incluso a su sabor, porqué no. Pero no conozco casos de niños que por eso dejen de tomar el pecho.

Estos tres ejemplos que podrían completarse con muchos más son una muestra de las muchas cosas que se dice a las madres y que no sirven más que para generarles inseguridad y estar constantemente agobiadas por detalles absurdos.

Si tienes sed bebe agua, en la comida procura tener una dieta variada y ya se encargará el pecho de fabricar el mejor alimento para tu hijo.

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Bebé de 2 meses Blog Cuidados del Bebé y el Niño Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil

Sacaleches. Cuándo y cómo en lactancia materna

Grietas en el pezón durante la Lactancia MaternaLos sacaleches en lactancia materna son útiles en algunas ocasiones. Pero ¿Cuándo, cómo se usan o cuál escoger? Son dudas frecuentes que podemos resolver.

Este artículo es fruto de una colaboración que esperamos os resulte interesante: Pediatra (Jesús Garrido de MiPediatraOnline.com) y Farmacéuticos (de lafarmaciadelbebe.eu) vamos a colaborar en los próximos meses en una serie de artículos en los que deseamos aclarar algunos temas en que ambos profesionales solemos aconsejar a los padres. Deseamos que os resulten útiles y que aportéis en redes sociales vuestras experiencias.

Qué es un sacaleches o extractor de leche materna

Básicamente en un aparato que succiona. Los hay de muchos tipos y su utilidad es vaciar el pecho cuando el bebé no puede hacerlo suficiente o de forma adecuada.

Hay muchos tipos y de muchas marcas. Después hablaremos de ellos.

Pero lo primero que debemos aclarar son las situaciones en las que el Sacaleches puede ayudar:

Situaciones en las que suele usarse el sacaleches

Pueden ser más de las que vamos a enumerar, pero hablaremos de las más frecuentes.

Niños prematuros o enfermos

En ocasiones el bebé no puede mamar de forma suficientemente efectiva. Cuando preveamos que esto va a ser una situación transitoria pero que puede durar varios días o semanas tenemos un problema. El pecho funciona de forma que produce más leche cuanto más se vacía. Pero si no lo vaciamos, primero aparecerá la sensación de ingurgitación mamaria, que puede llegar a ser muy desagradable, pero después se iría reduciendo la producción de leche hasta que se retirase.

Para evitar esto podemos usar el sacaleches:

  1. Alivia la ingurgitación.
  2. Nos permite extraer la leche que podemos en algunos casos suministrar al bebé aunque él no sea capaz de tomarlo directamente del pecho o almacenarlo para cuando se recupere.
  3. Mantenemos la producción de leche para que, llegado el momento en que el bebé pueda volver a tomarlo directamente, esté a punto.

De hecho no pensar en el tema cuando un bebé enferma, es motivo de que muchas lactancias se pierdan.

Malformaciones de la boca o paladar

Las más frecuentes son el frenillo y el labio leporino. Especialmente en el segundo se puede dificultar la lactancia de forma importante. Ambos problemas tienen solución con cirugía. En algunos casos de frenillo muy simple. Pero en otros es más compleja (sobre todo en el labio leporino) y eso hace que a veces se retrase. Si hasta que se resuelva el problema no usamos el sacaleches la lactancia se perderá. Como en el caso anterior podemos guardar la leche para suministrársela al bebé por otros medios o almacenarla.

Extracciones temporales por toma de determinados medicamentos

Hay situaciones en que una enfermedad de la madre debe ser tratada con medicamentos que contraindican la lactancia de forma total. Cuando esto ocurre, para mantener el pecho es necesario seguir vaciándolo y ahí de nuevo el sacaleches entra en escena.

Pero aprovecho este artículo para volver a comentar algo importante. Pocos médicos tienen clara el grado de contraindicación de los medicamentos con la lactancia materna y ante la duda en ocasiones se contraindica la lactancia de forma innecesaria. Para resolver ese problema se creó e-lactancia.org

Os la recomiendo. Es una web en la que podéis consultar cualquier medicamento y su acción sobre la lactancia, y si pasa o no a través de la leche materna al bebé. Especifica cuales son los efectos que puede producir en el lactante si los hay. Y según todo eso establece grados de recomendación.

En muchos casos el tratamiento de la madre es posible manteniendo la lactancia o existen medicamentos alternativos que lo permiten.

Pero en los casos en los que no es así podemos usar el sacaleches para seguir extrayendo la leche aunque no podamos darla al bebé hasta que desaparezca el medicamento del organismo.

Incorporación al mundo laboral

En España la baja maternal es ridícula. Partamos de esto para entender que cumplir la recomendación de la OMS sobre mantener el pecho como alimento exclusivo de los lactantes hasta los 6 meses es complicado cuando la baja laboral no llega a esa duración. Cosa que ocurre en este país.

Si la madre quiere mantener esta lactancia como alimentación exclusiva puede usar el sacaleches para extraerse leche en los momentos del día en que sobra y guardarla para que se la den al bebé cuando ella no está, durante su horario laboral.

Es una solución parcial, que en muchos casos es bastante engorrosa, pero que algunas madres llevan bastante bien.

Relactación

Cuando una madre ha dejado de dar el pecho por cualquier motivo pero desea volver a darlo es posible lograrlo con el uso del sacaleches. Si se es constante puede lograrse recuperar la lactancia o incluso inducirla cuando nunca se llegó a instaurar. Se ha usado incluso para producir lactancia en casos de adopción, lo que nos hace ver que esto es posible en muchos más casos de los que creemos.

Existen otras situaciones en las que puede ser útil el sacaleches. Pero en todos los casos lo importante es tener claro que nunca hay mejor sacaleches que el propio bebé.

Muchas madres cuando empiezan a usarlo se desesperan, porque como todo necesita práctica y a veces la cantidad extraída resulta descorazonadora. La clave es persistir, hasta que se «pilla el tranquillo».

Pero recordad, siempre que sea posible, lo mejor es que sea el bebé el que extraiga la mayor cantidad posible de leche y usamos el sacaleches cuando no es posible que lo haga o es necesario para realizar un correcto vaciado del pecho.

Elección del sacaleches

Por: La Farmacia del bebé

Muchas de las consultas de lactancia que recibimos en La Farmacia del Bebé  son acerca de la conveniencia de comprar un sacaleches, y en ese caso, qué tipo es el más adecuado.

La elección de un sacaleches o extractor de leche materna, siempre debería venir determinada por la frecuencia de uso que le vayamos a dar y no por el presupuesto de que dispongamos. No en todos los casos necesitaremos un extractor eléctrico, y en una lactancia normal, en la mayoría de las ocasiones ni siquiera necesitaremos un extractor.

En cualquier caso es un producto que no debemos adquirir hasta que sepamos el uso que vamos a darle.

Tipos de sacaleches

Extractor manual

Se recomienda en casos de separación puntual del bebé o cuando vamos a extraernos una vez al día. También pueden ser útiles para ayudarnos a superar dolencias como pezones irritados y pezones invertidos o planos.

Ideales para un uso ocasional porque son muy fáciles de usar, limpiar, montar y desmontar, además de más económicos que los eléctricos.

Su uso requiere movimientos repetitivos de la mano sobre la palanca del extractor para extraer la leche.

Algunos de los extractores manuales más conocidos son el Harmony de Medela, Simplisse de Dr. Browns, Phillips Avent Scf310/20 y el extractor manual de Tommee Tippee.

Sacaleches manuales

Extractor eléctrico simple

Es el sacaleches que se recomienda en casos de extracciones diarias (1 o 2 al día), ya que permite sacar la leche con mayor rapidez (20-30 minutos) y son los que más se asemejan al patrón de succión de bebé, lo que ayuda a mantener el nivel de producción de leche materna.

En caso de que ya nos vayamos a incorporar al trabajo a media jornada nos puede ser de gran utilidad para generar reservas de leche materna para nuestro bebé. En caso de incorporación a jornada completa nos puede servir, aunque al extraer de un pecho cada vez, la extracción será más lenta que con un extractor eléctrico doble.

Los sacaleches eléctricos son muy fáciles de usar ya que solo se tiene que ajustar la succión y la velocidad de extracción.

Algunos de los extractores eléctricos simples de mejor calidad son el Medela Swing, Phillips Avent SCF292/01 y el Mini Electric de Medela.

Sacaleches eléctricos simples

Extractor eléctrico doble

Es el que normalmente recomendamos en caso de que vayamos a realizar extracciones prolongadas en el tiempo como incorporación al trabajo a jornada completa, bebés prematuros, partos múltiples, bebés con labio leporino, etc.

Son perfectos para compaginar con la lactancia, ya que al extraer de ambos pechos a la vez, recogen un gran volumen de leche en aproximadamente 10 minutos, permitiéndote generar reservas para que el bebé siga tomando tu leche mientras estás en el trabajo.

Normalmente son los extractores más eficientes y duraderos, debido a la capacidad (succiones por minuto) de su motor. Los extractores poco potentes o a pilas realizan menos succiones por minuto y la succión es más fuerte pudiendo causar dolor.

En este caso nuestro extractor de referencia es el modelo de Medela Swing Maxi

Sacaleches eléctrico doble Medela Swing

Sacaleches de descongestión o tipo “pera”

Su función no es extraer leche para almacenar, sino descongestionar el pecho de forma ocasional como por ejemplo cuando el bebé no puede agarrarse al estar demasiado tenso.

También puede servirnos para estimular y extraer un poco de leche antes de iniciar la toma o eliminar la leche residual del pecho tras la misma. Suelen ser muy económicos.

Algunos de los modelos más conocidos son Chicco Descongestión Rápida (R61735) y Suavinex Descongestión Pecho

Sacaleches tipo pera Chicco

En resumen, para elegir el sacaleches adecuado debemos prestar atención a cuánto lo vamos a usar, donde y el tiempo que dispondremos para la extracción.

Resumen para escoger el Sacaleches más adecuado

Accesorio más importante: el embudo

Tan importante es la elección del sacaleches como el diseño y tamaño del embudo o copa que vayamos a utilizar.

El embudo o copa es el accesorio del extractor en el que se introduce el pecho, y del que dependerá en gran parte tanto tu comodidad como la eficacia de la extracción.

Debe elegirse en función del tamaño del pezón, por lo que cada mamá necesita su tamaño adecuado, sobre todo para evitar dolor y grietas o bien una escasa extracción de leche.

Si el embudo es demasiado pequeño, no se introducirá correctamente el pezón o no se acoplará correctamente. Si por el contrario, es demasiado grande, entrará parte de la areola dentro de la copa. En ambos casos la extracción no se realizará correctamente, y además es muy probable que nos haga un poco de daño.

La clave para saber si el tamaño correcto es que el pezón quede en el túnel del embudo, sin que le falte espacio. La areola del pezón no debe introducirse dentro del túnel. También puede ocurrir en algunos casos que se necesiten tallas distintas para cada pecho.

Algunos modelos de extractores como los de Avent y el Sacaleches Manual de Dr. Browns tienen una copa flexible que se adapta al pecho. En estos casos la talla es única.

Por otro lado, en los extractores de Medela debemos tener en cuenta que sí que hay tallas (S, M, L, XL y XXL), aunque el sacaleches, por defecto trae la talla M. Si necesitamos otra talla tendremos que comprarla por separado.

Como usar el sacaleches

Lavado de manos

Lavarse las manos con agua y jabón es una forma barata y eficaz de prevenir enfermedades (gripe, bronquiolitis, neumonía, etc.). Sin embargo a veces olvidamos este paso tras cambiar los pañales al bebé y antes de tocar a bebés lactantes.

Es muy importante lavarse convenientemente las manos antes de empezar a usar el sacaleches y sobre todo cuando manipulemos la leche extraída.

Limpieza y esterilización del sacaleches

El sacaleches es el sitio perfecto para la proliferación de bacterias. No limpiarlo debidamente es un riesgo tanto para la madre como para el bebé.

Lo que realmente garantiza la ausencia de microorganismos es la esterilización. Es conveniente seguir las instrucciones del fabricante pero por norma general la frecuencia de esterilización depende de:
•    Si el bebé es menor de tres meses, prematuro o está enfermo, hay que esterilizar a diario.
•    Si se extrae leche para almacenarla durante bastante tiempo es conveniente esterilizar a menudo.
•    En bebé mayores a tres meses la frecuencia de esterilización puede ser menor.

Por otro lado es importante que no guardemos la piezas del esterilizador encajadas hasta que estén completamente secas, para evitar el crecimiento de nuevas bacterias y  gérmenes.

¿y por qué soy tan pesada con la higiene? Pues por las infecciones. En la leche materna se encuentran bacterias de forma fisiológica. En la microbiota normal se encuentran estafilococos, estreptococos y las bacterias lácticas. En condiciones normales no hay ningún problema, pero si el bebé tiene las defensas disminuidas o es prematuro, o la mamá tiene alguna grieta en el pezón hay que extremar las precauciones porque la concentración bacteriana aumenta en caso de mastitis y enfermedades infecciosas como bronquiolitis, diarreas, gripes, etc. Nunca pasa nada hasta que pasa…

Métodos de esterilización del sacaleches:
•    Método tradicional: sumergir y hervir los utensilios entre 5 y 10 minutos.
•    Esterilizador (por acción vapor).
•    Soluciones desinfectantes al agua: Método Milton o hipoclorito al 1%.
•    Esterilización en microondas.

Cada mamá deberá elegir el método que más se ajuste a sus necesidades y siempre seguir las instrucciones del fabricante.

¿Se recomiendan los sacaleches usados o de segunda mano?

Nuestro consejo es siempre que NO.

Como medida preventiva e higiénica se considera que los sacaleches son de uso personal y no son seguros (bacteriológicamente hablando) para uso compartido.

Algunas partes del sacaleches no se pueden limpiar ni esterilizar pudiendo haber riesgo de contagio de enfermedades.

El aire producido por la succión arrastra las bacterias que existen de forma natural en la leche materna y éstas colonizan todas las superficies del sacaleches, y de ahí van a la leche extraída.

Los sacaleches son un foco de acumulación de bacterias, por eso no se deben utilizar para sacar muestras para cultivo en casos de mastitis e infecciones por hongos, ya que siempre dan resultados falsos (falsos positivos). Por otro lado el citomegalovirus (de la familia de los herpes) es un virus del que el portador puede desconocer su contagio.

El citomegalovirus es el que se transmite con más frecuencia a los bebés durante el embarazo y se puede transmitir también a través de la leche materna.

Es diferente en el caso de sacaleches de uso hospitalario que están diseñados para que la leche materna nunca entre en contacto con las partes del sacaleches que son compartidas (biberones y tubos que se enganchan al motor del extractor). Además tienen un filtro de membrana antibacteriano y un mantenimiento muy estricto para evitar infecciones, al igual que cualquier aparato hospitalario.

En el caso de extractores de uso individual hay partes que no pueden ser esterilizadas, no pudiendo garantizarse la seguridad para que lo utilicen otras madres. El motor está conectado al tubo donde se recoge la leche por lo que tampoco sirve cambiar el kit de accesorios.

Técnicas de extracción

Tan importante es la elección del sacaleches como el uso que hagamos de él, tanto en lo referente al montaje (siguiendo siempre las instrucciones del fabricante), como a la técnica que empleemos para realizar las extracciones.

Siempre recomendamos los siguientes pasos para una extracción correcta:
1.    En primer lugar un masaje de estimulación o bien colocar un paño caliente en el pecho durante unos minutos (el paño caliente se desaconseja en casos de mastitis).
2.    Coloca el embudo en el pecho y sujétalo con la palma de la mano. Es importante no sujetar el sacaleches por el biberón, sino por el embudo.
3.    Hay que comenzar la extracción estimulando el flujo de leche. ¿Cómo se hace? Con movimientos de extracción rápidos y cortos, hasta que empiecen a salir las primeras gotas de leche (aproximadamente 2 minutos). En caso de disponer de sacaleches eléctrico esta estimulación se hace al cambiar el modo de extracción automáticamente.
4.    Una vez finalizada la estimulación comenzamos con una extracción lenta y relajada, para obtener la mayor cantidad de leche posible.

Si lo que queremos es aumentar la producción de leche es conveniente seguir la siguiente técnica cada dos horas:
1.    Estimula un pecho durante 5 minutos (pasos 3 y 4 anteriores) y para. Repetir con el otro pecho.
2.    Volver a estimular el primer pecho (pasos 3 y 4 anteriores) durante 5 minutos y parar. Volver a repetir con el otro pecho.

En total son 20 minutos con los dos pechos con un sacaleches manual. Con uno eléctrico puede reducirse a 10 minutos (2,5 minutos por pecho).

A las dos horas volvemos a realizar el mismo proceso. De esta forma se irán estimulando las glándulas mamarias para conseguir extracciones más abundantes.

En cualquier caso utilizad el sacaleches siempre con cautela, y parar si sentimos algún tipo de molestia o dolor.

Lo último que queremos provocar son problemas de ingurgitación (pechos inflamados y duros por la subida de la leche).

Extractores de leche materna

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Apego Autonomía Bebé 12 meses, 1 año Blog Conciliación Conducta del Bebé y el Niño Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil

¿Cuándo dejar la lactancia materna?

Cuándo dejar de dar el pecho a un bebé

«¿Cuándo sabemos que deben dejar la lactancia materna?» Respuesta a un Peketema propuesto por una madre en Facebook. Una respuesta con matices para entender.

Hay dos formas de enfocar esta pregunta:

  1. Hablar de hasta qué edad es recomendable mantener la lactancia y si hay una edad a partir de la que debería destetarse.
  2. Hablar de las circunstancias que con más frecuencia suelen usarse como argumento para dejar la lactancia materna.

Hasta qué edad es recomendable la lactancia materna

Esto es algo que ya he tratado en algún otro artículo. A mi modo de ver no hay una respuesta para todos igual. Para entenderlo, la lactancia materna tiene 3 funciones principales:

  • Nutricional. La leche es un alimento. El mejor diseñado para cubrir todas las necesidades del bebé durante los primeros 6 meses de vida. Y a partir de esa edad sigue siendo un elemento fiable y esencial en la dieta del bebé durante los primeros años de vida. Hay quien dice tonterías como que a partir de cierta edad la leche materna deja de tener alimento. Es tan absurdo como decir que una vaca produce leche aguada si la ordeñamos más de 6 meses…
  • Inmunitaria. La leche materna ayuda a modular la maduración del sistema defensivo, tanto para el reconocimiento y adecuada digestión de los alimentos durante la introducción de la alimentación complementaria en los dos primeros años de vida, como para la defensa contra infecciones y la selección de la flora intestinal. Esta maduración es esencial en los 2 primeros años de vida.
  • Emocional. La lactancia materna, cuando es placentera para el niño y la madre (esto es muy importante) refuerza el vínculo afectivo entre ellos y esto es muy importante para el desarrollo afectivo del niño. Aquí quiero hacer una aclaración que creo importante: Ni la lactancia garantiza que la relación afectiva entre madre e hijo va a ser adecuada ni la falta de lactancia imposibilita que lo sea. Pero cuando la lactancia se disfruta por ambos es un elemento de refuerzo muy positivo.

Teniendo en cuenta estos tres elementos, si quisiéramos definir fechas yo recomendaría  mantener la lactancia materna:

Desde el punto de vista inmunitario hasta completar al menos la introducción de la alimentación complementaria y, si es posible, hasta superar al menos el primer invierno de escolarización del niño.

Desde el punto de vista nutricional no tiene límite temporal.

Desde el punto de vista afectivo, para mí el esencial a la hora de decidir el destete de forma adecuada, cuando deje de ser un elemento placentero y buscado para relacionarse por parte de madre e hijo. Y en eso cada pareja madre-hijo tiene una evolución, unas circunstancias y unas características distintas y por tanto una edad diferente.

Lo importante en esta última es que quienes hay en el entorno se abstengan de dar opiniones secundarias.

Y si esto es imposible, que suele serlo porque todos opinan sobre la crianza de los que no son sus hijos, que la madre tenga la suficiente claridad de ideas y fortaleza de personalidad para no dejarse influenciar por ellas, ni para prolongar la lactancia ni para suspenderla.

Circunstancias que con más frecuencia son motivo de destete

  • Aquí voy a empezar por la que muchos defensores de la lactancia excluirían de la lista: Que la madre decida no dar el pecho. Pues sí. Es una causa plenamente justificada para ello. Ni yo ni nadie somos quien para pretender que dar el pecho es una obligación ni para juzgar los motivos por los que una madre decide no hacerlo. Y deberíamos ser capaces de respetarlo sin más. Demasiadas madres que no dan el pecho tienen la «obligación» de justificarse constantemente. ¡Ya vale! ¡Que la teta es lo mejor del mundo mundial! ¡Que sí! Pero que nadie conoce las circunstancias de cada caso y ninguna madre tiene la necesidad de estar constantemente justificando la forma en la que cria a su hijo ni en este tema, ni en ningún otro. Y generar sentimientos de culpa en una madre es fácil pero innecesario. Y si me apuráis, no es más que una muestra de falta de sensibilidad por parte de quien lo critica.
  • Por enfermedad de la madre: Concretamente porque la madre tenga una enfermedad que necesite medicación que sea incompatible con la lactancia. En este sentido hay dos consideraciones:
    • ¿Es imprescindible esa medicación? Mi respuesta es que cuando la enfermedad supone un deterioro importante de la salud de la madre, por supuesto. Pero también cuando produce un malestar que afecta de forma seria, aunque no pueda generar secuelas.
    • ¿No hay medicamentos alternativos para ese problema que sean compatibles con la lactancia? En demasiados casos los médicos no conocemos claramente los efectos de un medicamento sobre la lactancia o sobre un bebé cuya madre lo toma. Yo no lo sé en todos los medicamentos. Pero hay bases de datos donde pueden consultarse en un par de minutos. La mejor en español que conozco es e-lactancia.org
  • Por problemas del bebé. Podemos distinguir dos casos:
    • La lactancia en bebés enfermos: Hay bebés que enferman y eso les impide alimentarse correctamente al pecho. En estos casos, si se quiere dar lactancia materna existen opciones:
      • Si el problema es la incapacidad del bebé para succionar y se está alimentando por sonda, la madre puede extraerse la leche con un saca-leches y se puede dar esa leche por sonda nasogástrica. En la mayoría de los casos esto suele ser una situación transitoria y hacerlo así permite mantener la lactancia una vez superada la enfermedad del bebé.
      • Si el problema es que no tolera ni tan siquiera alimentación por sonda. Suelen ser también situaciones transitorias en las que se aporta lo que el bebé necesita por vena, en forma de suero o alimentación parenteral. De nuevo, si se quiere mantener la lactancia, la madre puede optar por el saca-leches y conservar esa leche para cuando el bebé se recupere. En muchos casos la recuperación del niño es más rápida que la de la producción de leche y puede venir muy bien tener esa leche guardada para complementar la toma directa de pecho hasta que se recupera la producción.
    • La lactancia materna cuando el bebé no gana peso:
      • En bebés sanos que no ganan el peso que dicen las tablas que debería. Hay niños que cuyo peso evoluciona por encima de la media y otros que lo hacen por debajo (mitad y mitad de hecho). Que un niño tenga un peso por debajo de la media no significa que no se alimente bien. La mitad de los niños sanos lo están. Las tablas de peso y talla se elaboran con niños sanos. Y «por narices» la mitad tienen que estar por debajo de la media. Cosas que tiene la estadística… Si un bebé toma pecho y está sano, da igual su percentil. Está sano, luego está suficientemente alimentado y sustituir la lactancia materna por artificial no cambiará eso. Y que suba del percentil 10 al 25 no es un beneficio que supere para nada a los de la lactancia materna.
      • En bebés que no ganan peso pero no están bien. Cuando un bebé no gana peso y es poco activo o llora mucho tomando sólo pecho, es que tenemos que plantearnos que posiblemente el pecho no está supliendo sus necesidades. Pero ante eso la solución no es suspender el pecho. En primer lugar debemos valorar si hay problemas que están haciendo que la lactancia no sea efectiva y se pueden corregir. Los más frecuentes:
        • No se pone al pecho con la frecuencia necesaria. Cuando un bebé no se alimenta lo suficiente llega un momento que por debilidad las tomas son demasiado cortas (se agota) o deja pasar demasiado tiempo entre las tomas (está agotado). En estos casos la solución es ofrecer el pecho con mucha más frecuencia aunque no lo pida. De este modo tomará cantidades pequeñas, pero con más frecuencia, lo que permitirá fortalecer al bebé para que vaya tomando mejor.
        • Frenillo. Muchos niños tienen frenillo. A algunos, a pesar de que lo tienen no les impide alimentarse bien, pero incluso en esos es mejor corregirlo porque al hacerlo solucionamos otros problemas posteriores y la alimentación suele mejorar. En los que lo tienen y se alimentan mal es algo a solucionar lo antes posible. Si la cosa se alarga podemos recurrir de nuevo al saca-leches para mantener la producción de leche.
        • La postura no es adecuada. Esto es un problema frecuente en los primeros días hasta que se explica a la madre o lo corrige ella misma por aprendizaje espontáneo.
        • Otros motivos que hacen que el pecho produzca menos de lo que el niño necesita y a veces no están claros. Hay quien se empeña en que el pecho siempre produce lo que el niño necesita y que el suplemento nunca es necesario. Pues no estoy de acuerdo. Me considero un «aceptable consejero de lactancia» y hay muchos casos en los que puede haber carencias puntuales de leche.
          • Un ejemplo frecuente. Recién nacido en torno a los 4 kg de peso o más. Yo explico a las madres que el pecho debe pasar de no producir nada a producir todo lo que un bebé necesita en cuestión de horas. Pero esto está ya «muy pensado». Los primeros días la mayoría de los niños están agotados tras el parto y empiezan pidiendo cantidades muy pequeñas. Además el calostro de los primeros días es leche muy concentrada en la que lleva mucho alimento y poco líquido (que no necesita porque ha estado empapado en líquido 9 meses). Y lo hacen de forma muy frecuente. Hay que entender que ha pasado de recibir alimento de forma constante a través de la placenta a recibirlo sólo en ciertos momentos. Lo más parecido es tomar muchas veces cantidades pequeñas. Pero es evidente que las necesidades de un bebé de 4 kilos o más no son las mismas que las de uno que ha pesado 2,7 kg. En los más grandes es normal que el pecho tarde algo más en alcanzar la producción necesaria. Y entonces surge la pregunta ¿Podemos suplementar? Pues claro. Y eso no significa perder la lactancia. Se puede hacer de forma que mantengamos la lactancia y acabemos eliminando los suplementos.

De hecho suplementar puede salvar lactancias, y sobre todo niños

Yo he visto casos en los que un bebé con pocas semanas había perdido demasiado pecho con lactancia materna.

Bebés que además no están bien y toman el pecho cada vez con menos fuerza por la debilidad que la malnutrición y la deshidratación conllevan.

Y que seguían sólo con pecho porque se lo estaba recomendando un «asesor de lactancia» desaconsejándole de forma insistente la suplementación.

Lo siento mucho. Siento que haya «consejeros de lactancia» que vean la lactancia como un bien en sí mismo si ser capaces de relativizar y entender que el bien último es el bienestar del niño. Qu recomendamos la lactancia materna exclusiva porque en la mayoría de los casos es lo mejor para el niño.  Pero no sepan entender los límites que traspasados ponen en peligro su salud y teman como si fuese «sacrilegio» usar la lactancia artificial como rescate. Porque bien usada puede ser eso.

Cuando un bebé está en esa situación y suplementamos con lactancia artificial recuperamos al bebé, se fortalece y empieza a tomar el pecho con más fuerza en pocos días lo que hace que aumente la producción de lactancia materna y en poco tiempo llegamos a prescindir totalmente de la leche artificial.

Para conseguirlo basta con insistir en que ofrezca las tomas con mucha frecuencia y que siempre primero dé el pecho, pero que tras el pecho ofrezca el biberón hasta la cantidad que el niño desee.

Si damos el pecho con mucha frecuencia y siempre primero el pecho, lo habitual es que el bebé tenga unos días en los que vaya aumentando la cantidad de biberón que toma. Pero no porque esté rechazando el pecho, sino porque está más fuerte e intenta restablecer la pérdida de peso que tuvo por falta de nutrición. Cuando alcanza el peso normal que hubiese tenido sin la desnutrición, lo habitual es que se vaya reduciendo la cantidad de biberón que el niño toma de forma espontánea hasta llegar a eliminarse del todo.

Entender esto salva la lactancia, porque no entenderlo puede llevar al bebé a una situación en la que por desgracia he visto ya a varios niños. Bebés que han acabado ingresados en el hospital con imposibilidad para alimentarse por boca durante bastantes días y que han dejado de tomar el pecho. Sé que muchos dirán que la madre debería haber usado el saca-leches para mantener la lactancia hasta que el niño pudiese volver a alimentarse por boca.

Pero si lo decís es que no entendéis la situación:

En la mayoría de los casos se trata de madres concienciadas con la importancia de la lactancia materna que la han mantenido frente a la crítica de muchos familiares y conocidos que les han insistido durante semanas en que suplementasen o directamente suprimiesen la lactancia materna. El ingreso hospitalario es la gota que colma el vaso y hace que se desborde. Ante esa situación la madre suele ser atacada de forma encarnizada por quienes en su entorno le insistían en el biberón. Y no hay  madre en esa situación con ánimos para usar el saca-leches de forma regular.

Llegar a esta situación es consecuencia en realidad de una incorrecta asesoría en lactancia. De gente radical que ven en la leche artificial al 5º Jinete del Apocalipsis porque no saben cómo usarla adecuadamente ni cuándo es necesaria. De gente que pretende ayudar con demasiada rigidez y poco sentido común.

Defendamos la lactancia materna con información adecuada, pero ante todo con flexibilidad, sentido común y suficiente conocimiento para aportar soluciones realistas.

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Blog Cuidados del Bebé y el Niño Dieta Sana Embarazo Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil Primer Mes de vida del Bebé

Alimentación de la madre durante la lactancia

Claves para que una madre tenga una buena alimentación mientras da lactancia materna.

Como parece que en cuanto se es madre todo tienen que ser preocupaciones, y siempre tiene que haber motivos para interferir en la conducta de las madres novatas, no faltan los comentarios sobre este tema.

Desde el famoso «tienes que comer por dos» que se aplica durante el embarazo a «ahora tienes que recuperar tu peso anterior, porque lo que no pierdas cuando hayas dejado el pecho ya es pa´ti pa´siempre». Pasando por no comas de eso que le da gusto a la leche y te va a rechazar el pecho, o no tomes de aquello que le da gases al niño… En su mayoría afirmaciones sin fundamentos que son ni más ni menos que comentarios por hablar.

Ya sabéis que el deporte nacional es calentarle la cabeza a las madres novatas.

Así que voy a intentar que estéis vacunadas contra estos comentarios.

Evolución del peso tras el embarazo.

Cuando se da lactancia materna exclusiva, ayuda a la pérdida de peso tras el parto. Lo normal es que durante el embarazo se gane peso. Suele ser entre 6 y 9 kg. De los que parte se pierden en el parto (algo pesan el niño, la placenta y el líquido amniótico).

Es normal que al principio, tras el parto se haya producido una retención de líquido importante, especialmente en las piernas si has permanecido en cama varios días por una cesárea.

El resto es razonable que se vaya perdiendo entre 6 meses y un año después del parto.

Para hacerlo suele bastar con volver a comer al ritmo habitual antes del embarazo (sin dietas, estamos hablando de tener una alimentación sana y equilibrada), y volver a las actividades anteriores más las nuevas que implica ser madre.

¿Se puede hacer ejercicio dando el pecho? Pues claro. No os recomiendo que corráis una maratón, pero hacer ejercicio de forma regular es sano. Especialmente si lo hacías antes del embarazo de forma regular, mi consejo es que vuelvas a retomarlo de forma gradual en cuanto sientas que tu estado físico te lo permite.

¿Qué evitar durante la lactancia materna?

Durante el embarazo se suele recomendar no tomar alcohol, no fumar, evidentemente evitar otras drogas más perjudiciales… Esto sigue siendo aplicable durante la lactancia. Pero en el alcohol, siendo realista a un niño no le va a pasar absolutamente nada si su madre se toma una cerveza o un poco de vino de vez en cuando. Aunque eso de que es muy buena para aumentar el pecho no es tampoco cierto. El pecho es más simple: Si la madre tiene una alimentación equilibrada, está bien hidratada y su bebé lo vacía con frecuencia, el pecho suele funcionar.

Especialmente en las primeras semanas os recomiendo no tomar alimentos con demasiadas especias. Es frecuente que tras el parto muchas madres tengan hemorroides. Si es vuestro caso las especias picantes y las bebidas con alcohol suelen pagarse caras.

Alimentos que producen gases al bebé

Este apartado es corto: Ninguno.

Los bebés con gases pueden tenerlos por distintas causas. Pero la única que tiene que ver con la madre es si el bebé tiene intolerancia a las proteínas de la leche de vaca y la madre la toma.

Todo lo demás que suele decirse no tiene base. Los alimentos que nos dan gases lo hacen porque fermentan en nuestro intestino produciéndolos. Pero esos gases no pueden llegar a la leche materna de ninguna forma. Es materialmente imposible.

Alimentos que dan gusto a la leche materna

Esto sí es posible. La leche es un filtrado de la sangre. Igual que la orina. Y todos sabemos que tras tomar por ejemplo espárragos, la orina desprende un olor llamativo de forma casi inmediata. Pero el tema es que aunque ciertos alimentos que se tomen pueden modificar el sabor de la leche materna, no tiene porqué producir rechazo alguno por parte del niño. Por un lado, la mayoría de los bebés tienen más interés en saciar su hambre que en el sabor en sí del producto. Pero por otro, hay gustos para todo, y esos sabores variantes habrá niños a los que les gusten y otros a los que pueda disgustar algo.

No te guíes por una «lista de alimentos que dan mal sabor», observa a tu hijo. Si parece tomar peor el pecho cuando tomas un alimento concreto, evítalo unos días y vuelve a probarlo para ver si fue una coincidencia o de verdad influye.

Embutidos curados y carnes «crudas»

Muchas madres durante el embarazo no toman carnes crudas o embutidos curados por el riesgo de toxoplasmosis. En cuanto el niño nace se acaba ese riesgo. Con lo que si son de tu gusto, a partir del parto puedes tomarlos.

Suplementos vitamínicos y minerales

Tras el parto y durante la lactancia suele recomendarse a las madres tomar suplementos de hierro y vitaminas. El parto supone a veces una pérdida importante de sangre y un sobre esfuerzo. Es razonable tomar un suplemento de hierro. Porque ese hierro puede ayudar también al bebé.

En cuanto a los demás suplementos, yo tengo que reconocer que soy poco «vitaminoso». Cuando hablamos de este mismo tema en niños ya os expliqué que una dieta variada tiene las cantidades necesarias de vitaminas y minerales. Y si la dieta no es sana no se resuelve con un complemento vitamínico.

Con lo que mi consejo es similar a las madres que a sus hijos: Procura tener una dieta variada.

Fibra

Uno de los problemas más frecuentes tras el parto es el estreñimiento:

– El estreñimiento, ya de por sí, es más frecuente en mujeres que en hombres.

– Tras el parto, las molestias del suelo pélvico hacen que muchas madres teman ir al baño por el dolor. Lo que lo acaba empeorando. Porque si encima cuando salen las heces son duras o voluminosas, mucho peor.

– Tras dejar un espacio importante desocupado en el abdomen, los intestinos tienen tendencia a moverse menos.

La solución a toda esta coincidencia de causas que pueden llevar al estreñimiento es más fibra en la dieta y regularidad en ir al baño.

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Apego Bebé de 2 meses Blog Conducta del Bebé y el Niño Cuidados del Bebé y el Niño Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil Ropa para Bebés y Niños

Ropa de lactancia

Hoy os presento la colaboración de una amiga, nueva en nuestro blog. María del Mar Marco es la autora de sienteme.es, una web especializada en ropa de lactancia.

Nos explicará las principales ventajas de esta ropa para las madres, durante el embarazo y durante el periodo de lactancia.

Encontrar ropa para el embarazo no es muy difícil, hoy en día muchas de las grandes cadenas las fabrican y la puedes encontrar en cualquier centro comercial, si no tienes la economía para invertir en ropa que vas a usar unos pocos meses siempre puedes usar ropa de más talla. Esto último es una solución a medias porque después del parto sigues sin poder usar tu antigua ropa y con tallas más grandes te ves fatal.

Para después del parto, si escoges dar el pecho es posible que te interese la ropa de lactancia y embarazo.

Hoy en día hay muchos modelos de camisetas y vestidos para que te veas perfecta en cualquier situación, tanto en el embarazo como después cuando estés alimentando a tu bebé. Tienen unas aberturas muy discretas para que puedas dar el pecho cómodamente en cualquier lugar.

La ventaja de la ropa de lactancia es que puede comprarse en el embarazo para usarla como ropa premamá y también te sirve para meses posteriores en el periodo de lactancia. Las hay con diseños atractivos y variados y diferentes aberturas para mayor comodidad de la mamá lactante.

Estas prendas suelen fabricarse de algodón y elastán con lo cual la ropa no se deforma con el uso y tiene un tacto suave y cálido.

Muchas madres no conocen la ropa de lactancia y usan camisetas con escote que con el paso del tiempo se deforman hasta hacerse inservibles, o bien compran camisas con botones y tienen que llevar cuidado de que el bebé no se clave ningún botón o no le abra la otra parte de la camisa y quede el cuerpo al descubierto.

La ropa específica de lactancia permite aunar estética y utilidad haciendo más cómodo el amamantar en cualquier lugar. Especialmente en los meses que no hace calor.

En torno a amamantar en público se han generado varios debates y hemos asistido a varias concentraciones para denunciar la censura que sufren algunas madres por parte de establecimientos a la hora de amamantar allí a tu bebé.

El mundo de la lactancia materna debería estar normalizado ya que es algo natural, los pechos de las mujeres están diseñados para alimentar a sus hijos.

A raíz de este tipo de noticias muchas madres no se sienten bien a la hora de dar el pecho fuera de casa, con ropa adaptada para esta etapa como es la ropa de lactancia de no debes preocuparte a la hora de amamantar a tu bebé ya que es muy discreta y sacas tu pecho de forma rápida y cómoda.

Aunque evidentemente la solución no es la discreción, sino que la sociedad madure y acepte la lactancia con la naturalidad que debería ser normal.

Hay muchas de estas prendas que puede ser útil tener preparadas ya para el momento del parto, como pijamas y camisones de lactancia, evitando las horribles batas que suelen dar en los hospitales.

Os espero en Sienteme.es

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Blog Cuidados del Bebé y el Niño Cuidados del Recién Nacido Dolor Infecciones en Bebés y Niños Infecciones en la Piel Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil Primer Mes de vida del Bebé Recién Nacido Síntomas del Bebé y el Niño Enfermos

Grietas en el pezón

Grietas en el pezón durante la Lactancia Materna

¿Porqué salen las grietas en el pezón durante las primeras fases de la lactancia materna, cómo evitarlas y cómo curarlas?

En los primeros días o semanas de lactancia pueden aparecer las grietas. En la mayoría de los casos se debe a que el bebé no está consiguiendo agarrar bien el pezón y esto le lleva a hacer movimientos para tomarlo que no son efectivos y producen un rozamiento que no es normal.

En algunos casos pasa de una leve molestia y aparecen grietas que a veces acaban con la lactancia materna porque el dolor se hace insoportable.

¿Cuáles son las causas por las que salen las grietas con más frecuencia?

Las grietas aparecen con más facilidad si el niño no agarra bien el pecho. Y en eso hay 2 causas fundamentales:

1º Posición del niño respecto a la madre:

Conviene que lo coja con la mayor parte posible de la areola y que la postura del niño no le haga tirar del pezón para que no se le salga:

Su ombligo hacia tu cuerpo

y la cabeza hacia el pezón sin que tenga que girar ni doblar el cuello.

Lo ideal sería que el pezón esté dirigido hacia el paladar del niño.

Es decir que el niño tenga la cabeza con el cuello levemente extendido y que estén en una línea recta Pezón-Paladar-Coronilla del bebé.

2º No toma bien el pezón.

  • Cuando el pezón es muy plano a algún niño le cuesta orientarse sobre el lugar en que hacer el agarre. Pero en realidad para mamar el agarre debe hacerse sobre la areola, con lo que si la posición es adecuada, al introducirse en la boca, el pezón adopta su forma normal. Lo esencial es que el niño esté en una buena posición y abra bien la boca. El pezón evidentemente sí que orienta sobre la posición en la que el niño debe coger el pecho, y cuando está plano puede hacerlo desplazado hacia uno de los laterales o hacia arriba. El resultado es que succiona y ya desde el principio la toma resulta muy dolorosa. Si sigue haciéndolo, acaba apareciendo un «chupón» o una zona de roce. Y a partir de esta zona acaba formándose una grieta. Debes orientarte sobre si el agarre es bueno o no por el dolor que produce. Si al ponerle al pecho notas un dolor muy intenso desde el principio, mete el dedo para separarlo (como si quisieras despegar una ventosa) y ponlo otra vez, intentando que abra un poco más la boca y que su labio inferior busque el borde inferior de la areola. Si al cogerse de nuevo no duele tanto, es que esta vez lo ha hecho bien.
  • El frenillo lingual. Hay niños que no pueden tomar bien el pecho porque su lengua no puede moverse bien debido a un frenillo corto. Si la lengua no puede pegarse al paladar es que tiene un frenillo que le impide hacer la presión que extraería adecuadamente la leche. Cuando esto ocurre hace movimientos anómalos para intentar extraer la leche. Esos movimientos producen rozamiento y con frecuencia hacen un ruido de chasquido mientras el niño toma. Cuando esto ocurre debe valorarse la existencia de un frenillo y resolverlo lo antes posible.

Tratar las grietas cuando ya están

Como en cualquier problema, lo esencial es corregir la causa. Y en las grietas más que escoger una crema u otra lo importante es ver cual de las anteriores causas descritas es la causa y modificarla. Cuando lo hacemos, aún sin nada más las grietas mejoran poco a poco.

Para tratar las grietas a muchas mujeres se les dice que lo que mejor se las cura es un poco de su propia leche aplicada en la grieta tras la toma. No es recomendable. Esto puede generar sobreinfección.

Dejarlos al aire el mayor tiempo posible. Esto sirve para evitar la maceración y a muchas madres les va bien.

A veces, mientras corregimos los problemas y curan las grietas, son útiles las cremas le lanolina, vaselina o aceite de oliva directamente aplicado tras la toma o las pezoneras.

Si pueden evitarse las pezoneras es mejor dar el pecho directamente. Pero cuando de otro modo es casi imposible pueden usarse hasta que mejore la adaptación del bebé al pecho. Si las usamos porque hay grietas, una vez curadas es recomendable ofrecer el pecho sin pezonera lo antes posible.

Higiene del Pecho durante la Lactancia

En cuanto a higiene, no laves los pezones más que en la ducha y sin dedicarles una atención especial. El propio pecho produce secreciones para protegerse que eliminas si lo lavas demasiado.

¿Hongos en el pezón?

Hay veces que las grietas no acaban de quitarse pese a que el niño se coge bien.

En algunos de esos casos, además de las grietas de la madre, el bebé tiene manchas blancas en la cara interna de los labios, las mejillas, las encías y la lengua. Intenta retirarlas con suavidad. Si no se quitan, lo que tiene es Muguet (lo que en algunas zonas llaman «arrorre»). Una infección por hongos (candidiasis) muy frecuente en los lactantes.

Que un lactante tenga muguet no quiere decir que la madre tenga hongos en el pezón. Lo que sí suele ocurrir es que si el pezón tiene una infección bacteriana, por estreptococos o estafilococos, esas bacterias generen sustancias que favorecen el crecimiento de hongos en la boca del bebé. Lo que hace que coincidan infección bacteriana en la madre y por hongos en el bebé.

En estos casos el pezón puede verse enrojecido e irritado, y el dolor se hace más intenso durante la toma y después de ella.

La solución suele ser un tratamiento de Probióticos para la madre y un antifúngico oral para el bebé.

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Blog Cuidados del Bebé y el Niño Dolor Infecciones en Bebés y Niños Infecciones en la Piel Lactancia Materna Primer Mes de vida del Bebé Síntomas del Bebé y el Niño Enfermos

Frenillo lingual corto y lactancia materna

¿Qué es el frenillo sublingual?

Bajo la lengua, tenemos en el centro como un tirante de mucosa. Decimos que tiene frenillo cuando ese tirante no permite que la lengua se mueva de forma normal.

El frenillo tiene poco riego de sangre y poca sensibilidad, por lo que puede cortarse sin muchos problemas.

Importancia del frenillo.

Para que un niño pueda tomar bien el pecho necesita que la lengua actúe en la toma.

No siempre supone un problema. Hay casos en los que a pesar de que nosotros apreciemos que el bebé tiene frenillo las tomas se hacen bien:

–       El niño gana peso y toma el pecho sin problemas.

–       La madre no tiene dolor al dar el pecho.

En esos casos el planteamiento de qué hacer con el frenillo depende de otras cuestiones menos inmediatas, como si la movilidad de la lengua está tan limitada que dificultará el habla en su momento.

Puede afectar también a otras cuestiones como la respiración oral, favoreciendo el síndrome le la lengua plana, en el que la escasa movilidad de la lengua hace que el niño respire con más facilidad por la boca en vez de hacerlo por la nariz. Eso lleva a deformidades de la boca y de los dientes.

Frenillo y lactancia materna.

Cuando el frenillo no permite que la lengua se mueva adecuadamente, al tomar el pecho, el niño hace movimientos de succión para compensar.

En la lactancia materna normal eso no ocurre, el niño saca la leche comprimiendo la areola, no succionando de ella. Cuando succiona, la toma se hace dolorosa para la madre y es más fácil que aparezcan las grietas.

Pueden aparecer los siguientes problemas:

–       El niño no gana peso suficiente. Aunque a veces el niño gana peso.

–       Come con ansiedad y las tomas son muy largas ya que no son efectivas.

–       Como le cuesta sacar la leche no suele vaciar por completo el pecho, lo que hace que tome la parte más rica en lactosa. En algunos niños aparecen los mismos síntomas que en la intolerancia a la lactosa: Dolor de barriga, gases abundantes, cacas verdes, culete irritado y más tendencia al reflujo.

–       En la madre aparecen las grietas y las ingurgitaciones mamarias (que pueden acabar en mastitis).

Diagnóstico del frenillo corto

Se valora la movilidad de la lengua del bebé. En especial 3 movimientos:

–       Elevación. La lengua puede tocar el paladar sin que se pliegue en su centro.

–       Extensión: En cuanto abrimos la boca del bebé tirando del mentón hacia abajo el niño extiende la lengua no dejando que veamos la encía inferior, sin que se deforme en su centro.

–       Lateral: Puede mover la lengua hacia una lado y hacia el otro sin que se deforme.

Tipos de frenillo corto.

Hay dos grupos: Anteriores y posteriores.

Frenillos cortos anteriores:Son evidentes, la lengua no es convexa hacia arriba, sino cóncava y al abrir la boca vemos bajo la lengua un frenillo llamativo. Se arreglan cortándolo (Frenotomía).

Frenillos cortos posteriores:Son menos evidentes. Pero la lengua es cóncava en su parte superior lo que le impide contactar bien con el paladar. Su intervención es más complicada (Z-Plastia).

tipos de frenillo lingual corto

Categorías
Alimentación del Bebé y el Niño Alta Demanda Apego Bebé de 2 meses Blog Botiquín para atender Bebés y Niños Conciliación Conducta del Bebé y el Niño Cuidados del Bebé y el Niño Cuidados del Recién Nacido Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil Recién Nacido Transporte de Bebés y Niños

Los portabebés ayudan al establecimiento de la lactancia materna

Los portabebés ayudan al establecimiento de la lactancia materna y al mantenimiento de la misma.

El pecho funciona cuando lo damos a demanda. Eso se debe a dos aspectos:

  1. El pecho funciona de una forma compleja, pero a la vez muy simple: Produce más cuanto más lo vacian.
  2. La cantidad que un lactante necesita mamar varía de una toma a otra. Y se va modificando conforme el niño crece. La mejor forma de que lo que el pecho produce se amolde a lo que el niño necesita es que pueda tomarlo a demanda. Cada vez que lo pida y durante el tiempo que quiera. Si lo hacemos así, reducimos la ansiedad del niño comiendo, los gases… Y favorecemos que el niño tenga una relación con la comida en la que aprende a regular su apetito poco a poco por sí mismo.

Durante los primeros meses esa demanda puede ser tan intensa que dificulta a la madre hacer casi cualquier otra cosa. En esas condiciones un portabebés puede ser una gran ayuda. Ya que permite dar el pecho al niño mientras la madre se mueve y tiene las manos libres para hacer otras actividades. Y permite además dar el pecho en lugares en los que no se dispone de intimidad con total discrección.

Pero para hacer esto, no todos los portabebés son iguales ni permiten por ejemplo dar el pecho cómodamente dejando libres las manos. Y no todas las mochilas portabebés son adecuadas para todas las edades.

Si tienes claro que necesitas una mochila portabebé pero no sabes cual escoger te aconsejo que visites esta página en la que una madre experta en porteo te asesora para escoger tu mejor opción:

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

Categorías
Alimentación Complementaria del Bebé Alimentación del Bebé y el Niño Apego Autonomía Bebé de 11 meses Blog Conducta del Bebé y el Niño Cuidados del Bebé y el Niño Dieta Sana Lactancia Artificial Lactancia Materna Maternidad Otros temas de Salud Infantil

¿Dejar el pecho porque mi niño no quiere otra cosa?

Hay opciones más respetuosas con los ritmos de cada niño. Pero hay que entender esos ritmos.

Algunas veces en la consulta me gano el calificativo para algunos padres de defensor de la lactancia. Yo no creo que lo sea. Yo intento ser un razonador respetuoso al ejercer como pediatra. Sólo eso.

Este caso concreto lo he visto en varias ocasiones:

«Padres que acuden a mi consulta por primera vez por encima de los 6 meses, porque su hijo ha tomado lactancia materna durante esos 6 primeros meses de vida que recomiendan «casi» todos los pediatras. Pero a partir de esa edad les recomendaron que empezasen con la alimentación complementaria.

Acuden porque su hijo no la acepta. Sigue tomando pecho a demanda pero de otros alimentos toma cantidades testimoniales y de forma muy irregular. Y su pediatra les ha recomendado que suspendan la lactancia para que el niño acepte los otros alimentos. Esto es especialmente frecuente cuando el peso comienza a estancarse por encima de los 6 meses. El motivo por el que acuden es que han oído hablar de que yo a veces doy respuesta «extrañas» y antes de tomar una decisión tan radical quieren oirlas.»

Esta sería mi respuesta:

Llamamos alimentación complementaria a lo que introducimos a partir de los 6 meses porque complementa al pecho. Es decir, la base fundamental de la alimentación de un lactante sigue siendo el pecho hasta aproximadamente el año. Aproximadamente, porque si hablamos de los 6 meses y del año es más porque es una cifra fácil de recordar en el aprendizaje como pediatras, que porque corresponda a un cambio real en todos los niños.

Cada niño tiene un ritmo de evolución diferente, y lo que unos están preparados para hacer con 4 ó 5 meses, otros no lo harán hasta los 15.

Esas diferencias de ritmo pueden general a veces «desajustes» pero hay distintas opciones para actuar ante esos problemas. En este caso concreto:

El problema fundamental hablando de nutrición, es que a partir de los 5-7 meses la mayoría de los niños empiezan a andar escasos de hierro. Han funcionado a base de las reservas que han ido reciclando desde su nacimiento y el pecho aporta una cantidad insuficiente. Con lo que es frecuente que aparezca un estancamiento del peso y cierto grado de anemia.

Pero eso no es un motivo para dejar el pecho si el niño rechaza la alimentación complementaria. En la mayoría de los niños que están muy bien adaptados al pecho, el rechazo es en realidad a los purés y al biberón. Pero hay alternativas. Una de ellas es el Baby Led Weaning (BLW): La introducción de los alimentos sin purés.

Sea mediante el BLW o entendiendo que si hoy toma 3 cucharadas, mañana 5, al día siguiente nada y otro día el plato entero, mientras que conseguimos que aporte en la alimentación ese hierro, podemos aportarlo en un suplemento de hierro muy simple de dar. De hecho muchos niños que con esta edad han estancado su peso, suben con tan sólo darles el suplemento de hierro.

Plantearse que retirar el pecho al niño pueda ser la solución es radical. De hecho es radicalmente un error. El bebé, aunque tenga hambre si no toma pecho, no va a pasar a tomar una dieta que le aporte lo que el pecho en pocos días. Y mientras lo hace va a empeorar su estado nutricional. Esa era la excusa para forzar su ritmo. No tiene sentido.

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.