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Empezar con buen pie la Lactancia Artificial

Ideas para empezar bien la lactancia artificial.

La Lactancia Artificial es la opción cuando un bebé no puede recibir Lactancia Materna. Os doy algunas claves para inicarla con buen pie y que entendáis los problemas más frecuentes que pueden aparecer en las primeras semanas.

Si me preguntas cuál es la mejor alimentación para un bebé desde su primer día de vida te diré sin dudarlo que la Leche Materna.

Pero hay muchos motivos por los que esta opción puede no ser la escogida. Desde preferencias personales, circunstancias vitales hasta el hecho de que no se logre que funcione.

En este último caso es una pena que queriendo dar lactancia materna no se logre. En muchas ocasiones por no disponer de la ayuda necesaria para resolver los problemas que pueden hacer que la Lactancia Materna no sea esa opción positiva para la madre y el bebé que queremos que sea.

Sea como sea, dar Lactancia Artificial no es pecado, ni te expulsa del club de buenas madres…. Es una opción disponible que permite criar a un bebé.

Como defendemos la Lactancia Materna como la mejor opción, se tiende a no hablar de la alternativa, como si explicar a una familia que opta por la Leche Artificial cómo hacerlo mejor fuese un ataque a la Lactancia Materna. En mi opinión no lo es. Es ayudar a unos padres a dar a su hijo la opción escogida de la forma más beneficiosa para él. Ni más, ni menos.

Nuevas tendencias en Lactancia Artificial

En este vídeo me centro en dar las claves para que un bebé se alimente lo mejor posible con Leche Adaptada.

Durante mucho tiempo se han dado pautas rígidas de alimentación y crianza que generan problemas.

Cada vez más optamos por no poner esas normas, sino entender las necesidades del bebé y cómo cubrirlas. Es una forma mucho más flexible y natural de suplir su demanda de alimento. Haciéndolo bien evitaremos llantos por hambre, exceso de gases, bocanadas….

Y también es importante detectar cuándo la leche que está tomando no le sienta bien. Hablaremos por eso de los síntomas más habituales cuando un bebé tiene Alergia a las Proteínas de la Leche de Vaca o Intolerancia a la Lactosa.

Son poco más de 8 minutos que espero que os ayuden en estos primeros días en los que todo son dudas:

Si te ayuda dale un “me gusta y compártelo”.

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Lactancia Mixta

lactancia-mixta

Lactancia mixta: Cuándo está indicado y cómo adecuadamente sin que perdamos la lactancia materna pero garantizando que el bebé se alimente bien.

Qué es Lactancia Mixta

En los primeros meses de vida un lactante se alimenta sólo de leche.

Pero tenemos varias opciones:

  • Lactancia Materna. Supongo que ya conocéis todas sus ventajas. Es alimentar al bebé con la leche que produce su madre.
  • Lactancia Artificial. Es alimentar al bebé con leches que se fabrican intentando que se parezcan lo más posible a la leche materna. Para alimentar a aquellos bebés que no reciben lactancia materna.
  • Lactancia Mixta. Es cuando usamos ambas opciones. Son bebés que toman leche materna, pero por alguna razón reciben además leche artificial.

Situaciones más frecuentes que llevan a una Lactancia Mixta

Podemos llegar de muchas formas a la Lactancia Mixta, pero yo destacaría dos:

  • Escogida.
  • Porque lo precisa el bebé.

Lactancia Mixta Escogida

Cada familia tiene unas circunstancias diferentes.

Si alguien escoge hacer Lactancia Mixta es porque tiene sus motivos. De entrada significa que han escogido la Lactancia Materna y quieren mantenerla. Pero que hay condicionantes que les llevan a escoger que esta sea complementada con Leche Artificial.

De todas esas situaciones, sí hay una que me gustaría que desapareciese: inseguridad con la Lactancia Materna o problemas con ella que la dificulten. Cuando esto realmente lleva a una lactancia mixta las posibilidades de que suponga el final de la Lactancia Materna son muy altas. Y además se trata de una Lactancia Materna deseada, que se pierde por falta de apoyo adecuado. Si es tu situación busca el asesoramiento de alguien que te ayude a resolver tus dudas y problemas para lograr que la Lactancia Materna cubra las necesidades de tu bebé y la disfrutéis. Me ofrezco para ayudarte si lo deseas a través de mi Consulta Online.

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Lactancia Mixta que el bebé necesita

Hay situaciones en las que el bebé no se alimenta suficientemente con la Lactancia Materna. Pasar a Lactancia Mixta aquí es una necesidad en la que se juega su salud. Voy a tratar los casos más frecuentes y cómo afrontarlos:

Recién Nacido que no toma bien el Pecho y necesita Lactancia Mixta

Una de las situaciones más importantes a entender. Cuando un bebé nace su madre debe producir en poco tiempo todo lo que él necesita para alimentarse. Entendámoslo bien, no pasa de 0 a 100. Es más gradual, y todo está preparado para que ocurra de forma natural en la gran mayoría de los casos.

Cuando un bebé nace su madre ya produce leche. Durante el tercer trimestre del embarazo el pecho de la madre ya produce calostro. Pero no se extrae y la placenta produce hormonas que frenan esa producción. Lo que se acumula es calostro, que seguirá siéndolo mientras ambos frenos sigan actuando.

Cuando el bebé nace la placenta desaparece y con ella las hormonas que frenaban la producción de leche. Este cambio es casi inmediato.

Si a eso sumamos que el bebé empieza a extraer la leche desaparecen todos los frenos para que el pecho haga lo que se ha estado preparando para cumplir durante todo el embarazo. Producir leche.

Evolución de la lactancia los primeros días de vida

Los primeros días de vida los bebés están agotados. Son muchos los cambios a los que tiene que adaptarse. Y eso hace que su necesidad esencial sea descansar. Es tomar lo justo y se duerme. Pero eso permite que el pecho empiece de forma gradual a producir más leche.

Tras los 2-3 primeros días de vida el niño ya está bastante más activo y toma con más frecuencia. Como el pecho produce más cuanto más lo vacían el aumento de producción se acelera. Es lo que suele llamarse «Subida o Bajada de La Leche». En unos casos será más evidente y en otros menos. Y no es su intensidad lo que nos dice si el pecho está produciendo suficiente leche. Es el peso y la actividad del bebé. 

Cuando un bebé se alimenta bien: Su peso puede haber bajado en los primeros días, pero no más de un 10-12% del peso que tenía al nacer. Y a partir del 2º-3º día debe estar bastante más activo que al principio.

Cuando un bebé se alimenta mal: Su peso habrá bajado más de ese 10-12% que consideramos normal. Tras pasar esos primeros días de vida veremos que está a ratos muy irritable y no se calma cuando come y a ratos muy dormido resultando imposible despertarle.

Lactancia mixta en los primeros días de vida

En esta segunda situación lo que hay que hacer es:

  1. Observar cómo se produce la lactancia y resolver los problemas que hacen que no esté supliendo las necesidades del bebé. Lo más frecuente suele ser:
    1. Dejamos demasiado tiempo al bebé sin ofrecerle el pecho. Hay quien interpreta que el pecho a demanda significa dárselo cuando llore. No es así. El llanto a veces no aparece o lo hace cuando el bebé ya está desesperado. En los primeros días de vida, si un bebé pensamos que no está alimentándose bien con pecho, debemos ofrecérselo con mucha más frecuencia. Yo suelo recomendar en estos casos no dejar más de 2 horas sin ofrecer el pecho durante el día ni más de 4 horas durante la noche. Estas horas se contarían desde el principio de una toma al principio de la siguiente. Al ofrecer con más frecuencia el pecho y vaciarlo más a menudo aumenta la producción de leche.
    2. Problemas de agarre o posición para dar el pecho. Si un bebé no se alimenta suficientemente con el pecho conviene que sea observado mientras se alimenta por alguien con experiencia suficiente en lactancia para ayudar a la madre a corregir estos problemas.
    3. Hipogalactia transitoria. Puede deberse a medicación que la madre esté tomando (por ejemplo antihistamínicos para la alergia) o a problemas del postparto, como una retención de placenta.
  2. Cuando el estado nutricional del bebé no alcanza los límites razonables y está cada vez menos activo tomando el pecho con menos efectividad, una vez resueltos los problemas que llevan a esto o mientras se resuelven, puede ser necesaria la Lactancia Mixta.

Si seguimos en la misma situación el bebé estará cada vez más débil. Lo que, sumado a los problemas que llevaron a esta situación, no va a mejorar, sino a empeorar. Si está tan débil que no es capaz ni de vaciar el poco pecho que se produce, se reducirá progresivamente la producción y la situación irá a peor. Si no actuamos adecuadamente podemos llegar a una situación de: deshidratación, bajada de azúcar y tal debilidad del bebé que le lleve a alimentarse por sonda o incluso por vía intravenosa.

Esto no tendría porqué llevar necesariamente a la pérdida de la Lactancia Materna, ya que si el bebé no puede vaciar el pecho podemos hacerlo con un Extractor. Pero debemos entender que la afinidad de una madre por la lactancia materna en una situación así no pasa por sus mejores momentos. Aún así debemos explicarle cómo hacerlo adecuadamente para mantener el pecho mientras el bebé se recupera. Lo recomendable es usar el extractor para vaciar lo que no vacíe el bebé por sí mismo. Esa leche extraída puede ser la que usemos para suplementar, si es suficiente.

Opciones de leche en lactancia mixta

Cuando no es suficiente con lo que el bebé extrae más lo que podemos obtener con un extractor es cuando nos plantearemos la suplementación:

  • Con leche materna de donante. Sea de forma directa lactando de otra madre que tenga leche suficiente, como se hizo con las nodrizas en la antigüedad, o de un banco de leche. El problema de los bancos de leche es que hay pocos y tienen pocas reservas. Con lo que suele guardarse para los niños que más lo necesitan: los prematuros.
  • Con leche artificial. Cuando no es posible la suplementación con leche materna hay una segunda opción: La leche artificial. Se comete muchas veces el error desde algunos grupos de apoyo a la lactancia de demonizar esta opción. A mi entender es un error porque esta opción puede salvar vidas. Es una pena que se dé cuando una madre quisiera dar pecho pero tiene problemas que no se resuelven por falta de información o apoyo adecuados. Pero defender la Lactancia Materna no es atacar a la Leche Artificial. Es una opción que puede ser muy útil cuando hace falta. Y en esos casos lo que aporta es positivo claramente.

Niños con especial riesgo de no alimentarse suficientemente bien en los primeros días de vida sólo con Lactancia Materna

Los prematuros y los niños de peso muy alto al nacer (macrosomas) son los que con más facilidad van a necesitar suplementación.

Los Prematuros pueden tener una inmadurez que les impida alimentarse directamente al pecho. Y si hay una pérdida excesiva de peso en los primeros días son especialmente vulnerables a la malnutrición.

Los Macrosomas tienen unas necesidades mayores. No consume lo mismo un camión que un cochecito. Y la cantidad que el pecho debe empezar a producir en pocos días para suplir sus necesidades será mayor en estos niños. Estos Bebés Grandes tienen más facilidad para hacer hipoglucemias (azúcar baja). Lo que les lleva a estar más inactivos si no se alimentan bien.

Pero a parte de estos dos grupos, la falta de leche suficiente puede aparecer en cualquier bebé.

Os recuerdo que la falta de leche materna no es, ni mucho menos lo normal. Y que si tu bebé no ha perdido más del 10-12% de su peso al nacimiento en los primeros días, lo recupera antes de una semana de vida y está activo y come con frecuencia quedando saciado tras tomar el pecho, es que va bien.

Cómo dar Lactancia Mixta para evitar problemas indeseados

Una vez que decidimos dar Lactancia Mixta, hay algunos problemas que pueden surgir. Os explico cómo afrontar los más frecuentes:

  • Miedo a que rechace el pecho y acabe perdiéndose la Lactancia Materna.
  • Miedo a que tomar unas cuantas tomas de leche artificial favorezca la aparición posterior de Alergia a las Proteínas de la Leche de Vaca.

Rechazo del pecho y Lactancia Mixta

Cuando ofrecemos alimentación artificial a un bebé corremos el riesgo de que éste pierda interés por el pecho. O que ante ambas opciones de alimentación aparezcan problemas nuevos, como una confusión en la forma de alimentarse con ambos sistemas.

Puede ocurrir cualquier de las dos cosas o incluso ambas.

En mi experiencia, es más fácil que aparezca el rechazo del pecho cuanto más demoramos la Lactancia Mixta. Si un bebé toma el pecho de forma claramente ineficaz y persistimos, llega un momento en que el bebé empieza a rechazarlo, porque no encuentra en él el alimento necesitado. Lo que le genera frustración. No deberíamos llegar a la situación en la que aparezca el rechazo del pecho incluso sin ofrecer otras opciones. O es muy fácil que en cuanto reciba una alternativa efectiva abandone el pecho.

En cuanto a la Confusión de Succión: Lo que debemos hacer es usar biberones cuya forma de tomar se asemeja más a la que usa en el pecho. O no usar biberón y dar el suplemento con vasito, jeringuilla o relactador.

Consejos para evitar el rechazo del pecho en lactancia mixta

Para evitar este rechazo es importante además cómo dar la Lactancia Mixta. Me refiero a cuándo y cuánto dar de lactancia artificial y de materna:

  1. Debemos ofrecer siempre primero el pecho. Si queremos mantenerlo lo ideal es que antes de recurrir a la lactancia artificial saque del pecho toda la leche que pueda.
  2. Ofrecer el pecho con mucha frecuencia. No dejar más de 2 horas sin ofrecerlo durante el día, ni más de 4 horas durante la noche.
  3. Dar Suplemento sólo si sigue con hambre inmediatamente tras haber vaciado ambos pechos. Si no es inmediato, si con el pecho se duerme pero pide de nuevo al poco rato, volvemos a ofrecer el pecho. Si cada vez que se lo damos el bebé se queda saciado, aunque dure poco tiempo, daremos el pecho. Hacerlo así aumentará rápidamente la producción de leche haciendo que el bebé se alimente mejor.
  4. Si damos suplemento hay que preparar el biberón con cantidad suficiente para que sobre. Si un bebé tiene carencia de alimento dando el pecho con tanta frecuencia como es posible, debemos suplementar para garantizar que mejore su estado nutricional. Como no sabemos cuanta leche saca del pecho, debemos preparar leche para que sobre, de modo que si no toma más no sea porque no hay. Al hacerlo así el bebé se fortalece antes recuperando la capacidad de vaciar mejor el pecho y así mejorar la producción de leche Materna para llegar a prescindir del suplemento.
  5. ¿Qué biberón usar? Si el estado nutricional del niño es muy malo deberemos alimentarlo de la forma en que logremos hacerlo de forma más efectiva:
    1. Si toma por sonda y es posible, con la propia leche materna o leche de banco.
    2. Si toma con biberón, usaremos uno de los que tiene succión más similar al pecho.
    3. Pero si con estos biberones no se recupera el peso y la actividad del niño o si su situación es muy mala debemos darle con el biberón con el que le resulte más fácil alimentarse, habitualmente biberones anticólico.
  6. Cuando el bebé recupere su peso y esté mucho más activo, pasaríamos a usar biberones cuya succión es más trabajosa que el pecho para que empiece a preferirlo, e iríamos espaciando las tomas de suplemento hasta eliminarlas. 

Si lo hacemos bien podemos acabar llegando a la situación deseada, un bebé bien alimentado y que lo haga sólo con Lactancia Materna si es nuestro objetivo.


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Pekevídeo 17: Las primeras tomas con lactancia artificial

Consejos para empezar las primeras tomas al recién nacido cuando se decide dar lactancia artificial.

Uno de los problemas que veo con mas frecuencia en los recien nacidos, es que los padres no tienen muy claro cómo dar las tomas al principio.

Con el pecho la gran mayoría de la gente ha aceptado ya que debe darse a demanda. Pero cuando se decide alimentar a un niño con lactancia artificial, diría que siguen siendo mayoría los pediatras y enfermeras que aconsejan dar las tomas «calculadora en mano». Con un horario fijo y dando una cantidad fija. Esto es a mi parecer un error que genera muchos problemas.

Os explico porqué:

 

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Madres Juzgadas

Me gustaría que miraseis las dos fotografías. ¿Cuál de las dos es mejor madre?

Sé que estoy pisando campo minado. Pero no hablar de esto creo que está haciendo mucho daño. Y prefiero ser criticado a ser cómodo o popular.

Así que ruego vuestra indulgencia y que sigáis leyendo. Y por supuesto, espero vuestros comentarios.

Hay tres posibles respuestas:

– La que está dando pecho.

– La que está dando biberón.

– ¡Y yo que sé! No puedo saber cuál es mejor madre sólo porque dé a su hijo pecho o biberón.

«Pero si tienes que elegir una de las dos primeras, ¿Cuál?»

No voy a hacer apreciaciones sobre la que creo que se respondería. Cada uno tendrá su respuesta y sus apreciaciones.

 

Otra pregunta.

Esta va dirigida sólo a las madres (den pecho o biberón): ¿Te has sentido juzgada o criticada alguna vez por la forma en que crías a tu hijo?

Aquí no hace falta encuesta. Creo que por desgracia la respuesta es Sí en todas las madres.

Podría preguntar también si queréis a vuestros hijos, si deseáis hacer las cosas lo mejor posible pensando en su bienestar, si estáis dispuestas a sacrificarlo todo por su bien. Y de nuevo sé que vuestra respuesta es sinceramente Sí.

Y ¿Cómo os sentís cuando criando a vuestros hijos según esas guías, alguien os critica? Yo creo que entre dolida e indignada.

 

Ahora voy a hacer autocrítica como converso: Me explico.

Cuando yo acabé la especialidad de Pediatría, era de los que no podían dar consejos sobre lactancia, porque no me habían formado sobre ella. Sabía de enfermedades en niños. Pero las madres cuando tenían un problema me preguntaban también sobre temas en los que no me había formado. Uno de ellos, la lactancia, otro, la crianza en general.

Lo cómodo para mí ante una lactancia con problemas era recomendar el biberón. Y lo es para muchos pediatras, por desgracia.

Tuve la suerte de que alguien me hablase de crianza y especialmente de conceptos de crianza contrarios a lo poco que me explicaron en el Hospital.

Así conocí un concepto que es clave en mí como pediatra en este momento: la crianza respetuosa.

La crianza respetuosa es necesariamente informada. Porque consiste en conocer a los bebés y especialmente a nuestro hijo y observarlo mucho. E intentar actuar respetando sus ritmos y sus necesidades.

Para hacer crianza respetuosa hay que ser humilde, porque por muy claras que tengamos nuestras ideas, debemos aceptar, que si a nuestro hijo no le funcionan, eran un prejuicio y por su bien debemos cambiarlas.

 

La mayoría de los autores defensores de la crianza respetuosa lo son a su vez de la lactancia materna.

Tengo que decir que me alegro de que la mayoría de los autores sean defensores de la crianza respetuosa y de la lactancia materna, porque defiendo ambas.

 

Pero…

Hay dos preguntas cruciales, para mí:

¿Porqué hay tan pocos autores que hablen sobre cómo dar lactancia artificial con criterios respetuosos?

¿Porqué en la casi totalidad de grupos de crianza que conozco hay sólo madres que dan pecho a sus hijos?

La respuesta a la primera creo que es, que hablar de alimentación artificial es para mucha gente un claro signo de que no se defiende el pecho. «Y quien no está conmigo, está contra mí». Muchos autores prefieren salvaguardar su popularidad con un discurso totalmente coherente y sin fisuras.

La respuesta a la segunda, creo que es que en el fondo, la lactancia materna no es tan bucólica como la pintan algunos. Los que defendemos la lactancia materna estamos cargados de argumentos (que además son ciertos) a su favor. Y hacemos muy bien esa defensa. El pecho está renaciendo. Los conocimientos necesarios para tener una lactancia exitosa son más accesibles de lo que lo han sido nunca. Queda mucho por hacer, pero confío en el éxito de esta lucha.

Pero «olvidamos» hablar de algo. En muchos casos, elegir la lactancia materna y la crianza natural, implica sacrificios. Sacrificios personales y hasta profesionales de mucho calado. Muchas mujeres los asumen de forma totalmente consciente. Pero en otros casos, esos sacrificios contradicen lo que es su propia personalidad, poniendo a muchas mujeres entre la espada y la pared de renunciar a unos proyectos a los que ha dedicado gran parte de su vida o sentirse malas madres.

Aquellas madres en las que mantener el proyecto profesional y la lactancia no son compatibles aparece una ansiedad y una culpabilidad que es difícil de vencer. En muchos casos imposible.

En otros casos, simplemente la lactancia se convierte en un motivo de sufrimiento. A veces los niños no consiguen alimentarse bien con el pecho, a veces dar el pecho es muy doloroso y exige una constancia que puede agotar a cualquiera. En muchos de esos casos son problemas subsanables con la ayuda adecuada. Pero a veces no, o no se dispone de esa ayuda y la madre, que quería dar pecho «se rinde». Eso le hace sentirse culpable: «Tal vez pude hacer algo más, tal vez me he rendido demasiado pronto…»

La forma en que se habla de la lactancia artificial no ayuda. Suele incrementar la presión atribuyéndole cualidades casi diabólicas que son en muchos casos claramente exageradas.

La razón para escoger el pecho al biberón, no es que la leche artificial sea venenosa. No lo es. Podría desafiar a cualquiera a que cogiese un grupo de niños de 5 años y haciéndole las pruebas que quisiera fuese capaz de decirme cual de esos niños tomó pecho y cual biberón. No hay forma de decirlo sin error.

La razón para escoger la lactancia materna es que el pecho es lo natural y por tanto su diseño es el mejor posible, y en la mayoría de los casos evita muchos más problemas de los que puedan aparecer y para muchas madres e hijos es una experiencia inigualable.

Hay patologías que son más frecuentes en los niños que toman leche artificial. Pero ninguna es comparable para mí al perjuicio que causa a un niño ser criado por una madre que sufre por serlo en lugar de sentirse realizada por serlo.

Algunas madres son conscientes del sacrificio que hacen al escoger la mejor opción posible. Y les duele perder lo que sacrifican. A veces eso las hace defender con más fuerza aún su elección, no entendiendo a quienes no toman esa decisión en situaciones «menos difíciles» que la suya. Y es entonces cuando nos volvemos radicales. Y cuando, aún no diciéndolo juzgamos a la otra madre y en nuestra mente la condenamos: «no está dispuesta a renunciar a lo que yo renuncié porque no quiere a su hijo lo suficiente». O buscamos justificaciones paternalistas: «ha escogido mal porque no está bien informada, si yo le contara…»

No estoy criticando a los lactivistas. Me estoy criticando a mí mismo como lactivista. De nuevo os pido, sed indulgentes con mi torpe exposición.

Y entonces tenemos «la respuesta», tal vez no la decimos, pero lo pensamos: «La que da pecho es mejor madre».

Acabamos haciendo con otras madres lo que tanto nos duele que hagan con nosotros, que nos critiquen, juzguen y condenen en algo tan importante como es la maternidad.

¿Qué me gustaría cambiar?

Algo debemos estar haciendo mal en nuestra forma de defender la lactancia materna, cuando dar un buen consejo a una madre sobre cómo dar lactancia artificial se considera prueba de cargo de que eres anti lactancia materna.

Y cuando una madre que compartía sus vivencias con otras madres y daba y recibía consejos en un grupo de crianza deja de sentirse cómoda en él y lo abandona sólo porque ha dejado de dar el pecho.

Lo que a mí me gusta de la crianza respetuosa, es que es humilde. Da una predisposición a ceder y aprender. No da nada por sabido o demostrado. Confía en la capacidad instintiva del niño para adaptarse lo mejor posible en cada situación. Y en que nuestra función es aprender con su crecimiento y apoyar sus intentos de adaptarse lo mejor posible a sus desafíos según sus propios recursos.

Pero para mí va más allá. Hay que respetar también la forma que cada madre tiene de adaptarse a los desafíos que supone serlo, confiando en su instinto, y en que si no entiendo lo que hace, es más posible que sea porque yo no tengo suficiente información sobre su situación, que porque ella no conozca las ventajas de lo que yo defienda como alternativa. Y que mi función como pediatra es apoyar a la madre dando los consejos que hagan su elección la mejor solución posible para su hijo.

Y por tanto, si escoge el pecho espero poder ayudarle a solucionar los problemas que puedan surgirle para que pueda seguir dándolo, y si escoge el biberón espero poder ayudarle para que lo dé a su hijo de la forma más beneficiosa para él.

Puedo haber sido torpe al expresarlo. Se que he tocado sentimientos que pueden resultar dolorosos.

Pero en esta lucha LM/LA me daría por satisfecho si en unos años fuesen cada vez menos las madres que hagan esa elección por no tener información o apoyo suficiente o por sentirse culpables. Porque cuando eso ocurre, pierden lo más importante para su hijo: haber tenido una madre que disfrutó de serlo, y cuya máxima preocupación fue dar todo su amor a su hijo.

Y sería muy feliz, si en los grupos de crianza pudiesen compartir sus vivencias madres que dan pecho y madres que dan biberón sin que se vean entre ellas con amenaza o reproche. Siendo simplemente lo que son, madres que quieren a sus hijos y les dan lo mejor que tienen a su alcance según sus circunstancias.

El primero de esos grupos de crianza respetuosa espero que sea mi página de Facebook. Participad, aprended y enseñad. Pero ante todo sed comprensivos y respetuosos con los demás.

Gracias por leerlo hasta aquí. Gracias por vuestra indulgencia y por supuesto espero vuestros comentarios para mejorar mi torpe exposición.

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Lactancia artificial, las primeras tomas

Consejos para empezar la lactancia artificial en un recién nacido.

Cuando un niño nace, una de las primeras dudas que surge en cuanto sabemos que el niño y la madre está bien es la alimentación.

Si la opción elegida es lactancia artificial, hay algunas ideas que es importante saber:

  1. El recién nacido puede tomar el biberón desde el momento en que nace. Si está bien y no ha necesitado ayuda del pediatra, conviene que el bebé esté en contacto con la madre piel con piel. Disfrutad el momento.
  2. En las primeras horas, madre e hijo necesitan tranquilidad. Es frecuente que haya demasiada gente en la habitación. Es recomendable que cuando se vayan a dar las tomas de biberón haya el menor número de gente posible.
  3. Cada vez que veas activo al bebé, ofrécele el biberón. No esperes a que llore. Y no te desesperes si cuesta que lo coja. Aunque tienen el instinto necesario, a veces, tras el parto, están muy agotados y pueden pasar horas sin reaccionar.
  4. Si durante el primer día pasa más de 2-3 horas sin pedir, intenta despertarlo. No conviene que un recién nacido pase demasiadas horas sin comer. El problema es que si pasa demasiado tiempo, puede bajar el azúcar. Y si eso pasa, cuesta despertarlo.

Dudas que suelen surgir:

  • ¿Cómo sé si toma suficiente? Es simple: Si llora, chupa y se calla, es que toma bastante.
  • ¿Y si le doy demasiado? Puede que eche un poco y que tome menos en las siguientes tomas, pero ya está.
  • ¿Y si le doy poco? Se quedará con hambre, es decir, llorando. En la toma siguiente comerá con más ansiedad, lo que favorece que trague gases. Entonces le dolería la barriga, comería mal y a la siguiente toma a peor. Estaríamos empezando un cólico del lactante. 
  • Me han dicho que le de una cantidad fija y con horario fijo: Pues se siente, no. Cada niño es diferente. No existe una norma fija para todos. Los habrá que no toman esa cantidad fija ni aunque intentemos metérsela con embudo y otros que con esa cantidad se quedan con hambre.
  • Y entonces, ¿Cuánto le doy? Pues la cantidad que quiera. Es decir, prepara los biberones con la cantidad suficiente para que siempre sobre. Que coma hasta que se quede sin hambre, pero sin insistir.
  •  

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Introducción de la alimentación en el lactante

Alimentación del lactante: Una guía de lactancia materna, artificial y alimentación complementaria

 

No hace demasiados años en nuestro país aún se morían niños de hambre. De hecho resulta difícil eliminar la idea de muchas abuelas (y alguna no tan mayor) de que un niño gordo es un niño sano. «No se si el niño come suficiente» es una duda que casi todos los padres han tenido alguna vez.

Un lactante come bien si está sano, toma una dieta variada para su edad, tiene un peso y talla adecuados y su relación con la comida es buena.

Porque no queremos que un lactante tome 150 mililitros de leche por kilo y día. Lo que queremos, repito, es que esté sano y crezca bien. Para eso hay lactantes que necesitan 180 y otros que con 100 tienen de sobra. De hecho cuando un bebé toma 100 y otro 180 y ambos tienen el mismo peso y talla, en principio si hay que preocuparse por alguno de ellos es por el que toma 180, ya que tomando una cantidad mayor de alimento, si no crece más es porque asimila el alimento peor que el que crece como él con sólo 100 ml. El único problema que les plantea el segundo a sus padres es que les saldrá más barato.

Antiguamente la introducción de los alimentos se hacía en función de lo que se disponía en la casa y poco a poco como Dios le daba a entender a cada uno. Con el paso de los años se han ido estableciendo pautas cada vez más claras de cómo debe hacerse, con razones para ello.

No suele faltar la abuela, que cuando empiezo a explicar a unos padres las pautas de introducción de la alimentación dice: «pues en mis tiempos no había tantas tonterías y le dábamos harina de trigo tostada y leche de vaca a los 2 meses, y se criaban muy hermosos».

A lo cual suelo responder con algo que les refresca un poquito la memoria:
“-¿Recuerda en sus tiempos la cantidad de niños que se morían de diarreas que no había quien cortara?
-Pues si, es verdad (suelen responder, porque era así).
-¿Y conoce Usted algún niño en los últimos 10 años que se haya muerto de diarrea?
-Pues no.
-Pues eso.”

La razón es que tal como se hacían antes las cosas, se introducían los alimentos de forma que desencadenaban alergias que podían haberse evitado y para las que además no se disponía de las herramientas para diagnosticarlas ni tratarlas.

A veces se introducían alimentos que les sentaban como un tiro, porque no estaban aún preparados para digerirlos y les producía tal irritación en el intestino que les impedía absorber cualquier otro nutriente.
Morían de desnutrición.
Salía adelante el que tenía suerte o un aparato digestivo a prueba de bombas.

Ante eso, algunas empresas no paran de sacar productos especiales (alimentos modificados) para bebés según su edad, defendiendo que son mejores que los alimentos naturales.

Pues tampoco es eso. Se puede hacer una dieta sana en un lactante sin recurrir a alimentos procesados. Lo importante es hacer una introducción gradual que nos permita identificar los problemas y solucionarlos, si aparecen. 

La única excepción en mi opinión, son las leches adaptadas en bebés que no tomen pecho.

Pero si toma pecho y en los que toman leche adaptada, todos los demás alimentos a introducir en la dieta de un lactante, podemos obtenerlos «a granel» para prepararlos nosotros. 

Una vez que queda claro lo anterior, entremos en faena.

Algunas normas generales en cuanto a alimentación del lactante:

1º Cantidad de comida: Hay cosas que de modo general cumplimos todos los seres vivos. Pero dentro de esa generalidad hay variantes. Por eso hay gordos y flacos, altos y bajos…

La necesidad de comer para crecer y mantenerse sano es generalizada. Pero no todos necesitan la misma cantidad de comida para conseguirlo. Por ello hay que tener claro que ningún lactante come mucho ni poco en relación a unas tablas inmutables de valores. Cualquiera come lo que debe si el objetivo se cumple: su peso y su talla son normales y sobre todo está sano.

Los propios mecanismos de regulación del cuerpo sobre sus necesidades son la guía más fiable en este aspecto. Siempre que no estén alterados por una infección, malos hábitos o problemas psicológicos. Por norma, yo suelo decir que la cantidad de comida que debe ofrecerse a un lactante es la necesaria para que sobre un poco. Si se la acaba entera sistemáticamente y no se queda tranquilo es que se queda con hambre.

¿Tiene esto algún límite? Pues si, aunque relativo: Las bocanadas.
Cuando un niño es muy tragón, llega un momento que a pesar de que comería más, no le cabe en la barriga.
Si pasa eso, echa más conforme vamos subiendo la cantidad.
Por tanto, hay que dar la cantidad necesaria para que sobre un poco mientras no aumenten las bocanadas.
¿Y si al darle menos no para de llorar de hambre? Pues le damos y lavadora. Algo que suele funcionar en estos niños, es dar las tomas con más frecuencia. Os recuerdo que hablo de lactantes.
2º Calidad de la comida: Como hemos comentado antes para estar sano y crecer bien hace falta introducir los alimentos de forma ordenada y lógica.

Suele cometerse el error de sustituir los alimentos que menos le gustan por los que toma mejor. Ejemplo: Yogur en lugar de fruta.
Podemos tener cierta flexibilidad, pero teniendo claro que el objetivo es ampliar la dieta no reducirla.
Un día no pasa nada. Pero hay que intentar insistir para que acabe comiendo de todo. Y por insistir me refiero a ofrecer, no a meterle la cuchara en la boca a la fuerza.

No deben darse «mijitas» de nada.

Casi siempre hay algún voluntario alrededor del bebé dispuesto a darle a probar por primera vez algo que según las indicaciones del pediatra no debería, con el aplastante argumento de «si no le va a pasar nada por una mijita».
Toma argumento.

La aparición de alergias alimentarias es más frecuente por la toma esporádica de pequeñas cantidades del agente alérgico que si se introduce ese mismo alimento en cantidades grandes y dándolo a diario.
Hacer a alguien alérgico a algún alimento quiere decir que posiblemente no podrá tomarlo sólo ni combinado con otros alimentos el resto de su vida.
Y dada la tendencia cada vez mayor a consumir productos elaborados que llevan en su composición lo más insospechado, eliminar cuando es necesario un alimento en concreto es poco menos que labor imposible.
Que se lo digan a los padres de niños alérgicos.
Se acaba volviendo uno paranoico, porque además la mayoría de los alimentos no tienen una declaración de ingredientes real.
Por ejemplo, a un alérgico no le sirve para nada que digan que un producto está elaborado con proteínas de origen animal, grasas y harinas vegetales.
Decir eso y no decir nada es lo mismo.
El resultado es que ante la inseguridad de si le sentará bien o no, se acaba por no darle ningún producto elaborado.

De eso tienen la culpa las «mijitas de».

Esto sí que es un argumento para no dárselas.
Si hacemos las cosas bien el niño va a tener toda la vida para comer de todo.
¿Por qué habría que arriesgar esa posibilidad sólo por hacer una gracia?
El gracioso, que cuente un chiste y deje en paz al niño.

3º La actitud de los padres al alimentar a sus hijos:

Hay padres para los que cada comida parece un examen final.
Cuando empiezan a preparar las cosas para dar de comer al niño se ponen tensos y empiezan a «comerse el coco»: ¿Sabré darle? ¿Y si no le alimento bien?…

Aunque nos resulte difícil creerlo, los niños lo notan.
El resultado es que se acaba relacionando la comida con algo desagradable, cuando biológicamente es lo contrario.

Comer es la satisfacción de una necesidad fisiológica.
Debe procurarse estar lo más relajado posible antes de alimentar al niño.
Si una persona no es capaz de dar de comer tranquilo a su hijo, que busque alguien capaz de hacerlo.

Las demás normas eran generales. Esta es muy concreta. Tan concreta que debe haceros pensar hasta que punto la considero importante:

No se come con la tele.

Niño + tele = niño embobado = colaboración nula = no come bien.
 

Introducción gradual de la alimentación:

Lo que voy a describir a continuación es la guía de introducción de alimentos que yo doy a mis pacientes.
Otros pediatras tienen ciertas variaciones, pero no grandes, ya que el orden se basa en estudios científicos sobre alergia y tolerancia infantil.

Por ejemplo, ningún pediatra que yo conozca, recomienda dar pescado azul con 4 meses, pero sí puede haberlo que prefiera introducir la fruta antes que los cereales.

La primera distinción importante es: ¿Toma leche materna o artificial?

La leche es el primer alimento de todo mamífero durante el inicio de su vida.

Mientras el feto estaba en el útero de su madre se alimentaba a través de la placenta que filtraba la sangre materna extrayendo todo lo que el niño necesitaba para sobrevivir y desarrollarse.

Cuando el niño sale fuera, pasa a ser autónomo en la obtención del oxígeno, (respira) que no es poco.
Pero todo lo demás lo obtiene a través de un único nutriente, la leche que es un filtrado de la sangre de su madre con todo (hidratos de carbono, proteínas y grasas, vitaminas, minerales, defensas y líquidos) que el niño necesita.

El pecho de la madre es similar a la placenta, filtra a partir de la sangre de la madre.
Eso quiere decir que mientras se da el pecho siguen pasando por la leche al niño algunas de las cosas que toma la madre, igual que en el embarazo: Por ejemplo el café o el tabaco.
Aprovecho aquí para decir que las bebidas gaseosas que toma la madre no hacen que el niño tenga más gases (pero la cafeína de los refrescos de cola sí los pone más irritables, y la nicotina del tabaco si favorece la muerte súbita del lactante).

Las leches artificiales han mejorado mucho en los últimos años, pero siguen existiendo una serie de claras ventajas a favor del pecho tanto para el niño como para la madre:

  1. La leche materna varía en su composición a lo largo de la vida del niño e incluso a lo largo de las horas del día. Y es el producto nutricional diseñado por la evolución de cientos de miles de años con la mayor muestra estadística posible en cualquier estudio científico (toda la raza humana de toda la historia). Es difícil, por no decir imposible, que la investigación humana llegue nunca a desarrollar y demostrar que exista algo mejor para sustituirlo.
  2. No incluye sólo nutrientes, sino defensas en forma de anticuerpos y células defensivas de la madre, hormonas que regulan ciertas funciones del niño…. Eso no lo ha conseguido ni de lejos ninguna leche artificial.
  3. Es más cómoda y segura. Cuando una madre sale a algún sitio con su hijo lactante y usa leche artificial precisa llevar agua estéril para prepara el biberón, en un termo o calentarla, el polvo para hacer la leche, el biberón… Si toma pecho necesita a su hijo y a sí misma. Pero además la leche materna es estéril cuando sale y lo hace a la temperatura idónea.
  4. Beneficios para la salud del niño: Además de ser el alimento más adecuado a sus necesidades nutricionales y reforzar sus defensas a largo plazo la lactancia materna reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer en el niño, de obesidad, de diabetes, de colesterol alto, de alergias respiratorias, alimenticias y dermatitis atópica, enfermedades autoinmunes… Además de estimular el desarrollo intelectual y afectivo del niño.
  5. Beneficios para la salud de la madre: Reduce el sangrado y el riesgo de infecciones tras el parto. Reduce la probabilidad de artritis reumatoide y osteoporosis. Disminuye la posibilidad de desarrollar cáncer de ovario y de mama.
  6. En la afectividad hay pocas relaciones tan íntimas y satisfactorias como la de dar el pecho para una madre que disfruta haciéndolo (sinceramente, como hombre, me da envidia).

Una aclaración importante:

Casi todas las madres al principio tienen la sensación de que no tienen pecho.

Si eso fuese cierto aquí no estaríamos ninguno, porque antes no había otra cosa.

De hecho no llega al 1% el número de madres que realmente no tiene pecho.

En cuanto a la duración de la lactancia:

Cuando es posible conviene mantener el pecho como alimentación exclusiva hasta aproximadamente los 6 meses de edad (pueden ser cuatro o ser ocho).

Hasta el año complementado con otros alimentos.

Y a partir del año como complemento de la alimentación hasta que se produzca el destete «voluntario».

En mi opinión voluntario significa cuando el niño o la madre lo deciden.

 

La otra opción: Actualmente hay una amplia variedad de leches artificiales que permiten alimentar perfectamente a aquellos niños que por distintos motivos no pueden tomar el pecho, o cuyas madres no desean darlo.

Tampoco es una catástrofe.

No comparto la actitud de muchos defensores de la lactancia materna, que consiste en hacer que se sienta culpable toda madre que decide no dar el pecho. Yo expongo sus claras ventajas, pero es una decisión personal:

LACTANCIA MATERNA      LACTANCIA ARTIFICIAL

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Alimentación del Bebé y el Niño Embarazo

Lactancia artificial

Lactancia artificial. Pautas para dar la el biberón de una forma más natural

 

Actualmente hay una amplia variedad de leches artificiales que permiten alimentar perfectamente a aquellos niños que por distintos motivos no pueden tomar el pecho o cuyas madres han decidido no darlo.

Higiene para preparar el biberón:

Recomiendo esterilizar el biberón hirviéndolo con agua y bicarbonato.
Se pone una olla con agua y una cucharadita de bicarbonato. Cuando rompa a hervir se introducen los biberones, tetinas, chupes…
Con que hiervan durante un minuto es suficiente.
Se dejan escurrir y pueden guardarse en un recipiente de plástico o cristal para ir usándolos a lo largo del día.
Es recomendable seguir esterilizando hasta los 3-6 meses.
El límite es variable porque para mí deja de tener sentido la esterilización en el momento que el niño ya lo coge todo y se lo mete en la boca. Y eso hay niños que lo hacen con 3 meses y otros que con 5.
Desde ese momento se debe lavar como los demás instrumentos de cocina, pudiendo usarse sin problema el lavavajillas.

Postura para dar el biberón:

Tanto el bebé como aquel que le da el biberón deben buscar la posición más cómoda posible.
En la lactancia artificial aparece otro factor a tener en cuenta:
La postura del biberón. Debe inclinarse ligeramente con la tetina hacia abajo evidentemente y manteniendo el nivel de leche cubriendo la mayor parte posible de la tetina. Si se pone demasiado horizontal es fácil que tome muchos gases, especialmente si al ir tragando ha ido entrando aire, ha formado muchas burbujas y la tetina está llena de ellas. Los biberones del Dr Brown, que tiene un sistema de flujo de aire, pueden hacer la toma más fácil y evitar que traguen aire. Hay biberones con tetinas que dejan salir más o menos cantidad en función de la postura en que los ponemos. Eso también conviene tenerlo en cuenta.

 

Frecuencia de las tomas de biberón:

Si el biberón es el sustituto del pecho no hay motivos para que las reglas sean diferentes:

No hay tiempo mínimo entre toma y toma.
No más de 5 horas entre tomas los primeros días.
No más de 3 horas entre tomas durante el día
mientras pida con más frecuencia de noche.

Cantidad de biberón:

Si el biberón es el sustituto del pecho no hay motivos para que las reglas sean diferentes:

Debe tomar la misma cantidad que con el pecho.
Es decir: Hasta que se quede sin hambre.

A modo orientativo se dice que un lactante debe tomar 150 mililitros de leche por cada kilo de peso al día.
Pero hay bebés a los que resulta imposible dar esta cantidad y están bien y otros que con esa cantidad no paran de llorar por hambre.
En realidad un lactante debe quedarse sin hambre tras la toma.
Y para saber que se consigue eso hay que comprobar que siempre sobre un poco.
De modo que si damos por ejemplo 60 mililitros en cada toma y se los acaba en todas hasta la última gota, hay que subir a 90 mililitros por toma de modo que sobre un poco.

Pero pensarán muchos:
«Debe haber algún límite, porque los hay lo suficientemente tragones para comer lo que se les eche aunque les siente mal.»
En realidad no: Si le preparas un biberón de 300 ml a un recién nacido, veréis que llega un momento, que por tragón que sea, ya no quiere más.

Otra orientación son las bocanadas.
Si un niño con 120 no echaba o echaba poco y al aumentar la toma a 150 echa más, es que aunque quiere más, no cave y darle más sólo sirve para que lo vomite.
Aún así hay algunos tan tragones que si no se les da, aunque sea para echarlo, no paran de llorar.
En esos yo aconsejo dárselo. Es más caro en leche y en lavadora, pero nada más. Y no dárselo es echar todas las papeletas para que tenga cólico del lactante. Y para reducir las bocanadas suele ser útil dar las tomas con más frecuencia. Así comen con menos ansiedad, menos cantidad en cada toma y las bocanadas se reducen.

El juez final: El peso.
Si cuando reviso a un niño gana el peso adecuado para su edad, es que come lo que necesita. Aunque sea menos que el de la vecina, de lo que diga la lata o de lo que ponga en un libro.
Si no gana ese peso a pesar de que no es capaz de comer más o tomando lo que se podría esperar de su edad como «normal», hay que pensar si el niño no tendrá algún problema. Los problemas más frecuentes en estos casos son una infección de orina no diagnosticada o una intolerancia a las proteínas de la leche de vaca o a la lactosa (ambos son componente de la leche artificial).

¿Hay que dar agua o manzanilla a un lactante que se alimenta de biberón exclusivamente? No.
Todo lo que el niño necesita está en la leche (alimenta e hidrata).
Si hace calor o suda mucho, o tiene fiebre, simplemente tomará más líquido si lo necesita.
Y si hacéis lo que os recomendé más arriba en cuanto a frecuencia y cantidad de las tomas (dar cuando pida y lo que pida), evitaréis que se deshidrate.
A veces cuando están enfermos lo único que debemos modificar es ofrecerle la leche en cantidades más pequeñas y más frecuente.
El agua y la manzanilla no alimentan, por lo que si damos al niño, llenamos el estómago de algo que no va a alimentarle pudiendo en algunos casos llegar a evitar que gane el peso adecuado.

Una idea más:
Es mi opinión, que la razón por la que el cólico del lactante es más frecuente entre los niños que toman biberón que entre aquellos que toman pecho es que somos más rígidos en las tomas con aquellos que toman el biberón:
Son muchos los pediatras que defienden que «el pecho no tiene horario», pero si el niño pasa al biberón le establecen pautas rígidas en cuanto a frecuencia y cantidad de las tomas.
Cuando esa pauta establecida no cumple con las necesidades del niño, éste empieza a comer cada vez con más ansiedad lo que desencadena el Cólico del Lactante.
Mi experiencia me dice que en estos niños, se mejora mucho más del Cólico si flexibilizamos el ritmo y la cantidad de las tomas adaptándonos a lo que pide el niño, que con cualquier medicación o cambio de leche.

Preparación del biberón:

Todas las leches artificiales se preparan igual por convenio.
Llevan un cacito para medir el polvo.
La medida es el cacito enrasado.
Es decir lleno hasta el borde, se pasa un objeto plano (suelen llevar enrasador y si no lo lleva vale por ejemplo un cuchillo) para que lo que sobre caiga sin apelmazarlo.
Esta medida es el polvo que hay que añadir a 30 mililitros de agua (un mililitro es lo mismo que un centímetro cúbico).
Así, para 120 mililitros de agua se añadirán 4 cacitos, para 150, 5 cacitos…
Al acabar de prepararlo veremos que aumenta la cantidad.
Si preparamos 120 con 4 cacitos veremos que una vez preparado no hay 120, sino unos 135-140 mililitros.
Por eso para no confundirnos en las proporciones, al preparar el biberón siempre se mide primero el agua y después se añade la leche en polvo.
Si lo hacemos al revés, echamos primero el polvo y luego completamos de agua hasta la medida, habremos echado menos agua y la leche irá demasiado concentrada, lo que causará problemas al niño.

El agua para preparar el biberón se suele decir que sea agua hervida o agua mineral.
Yo prefiero la hervida por dos motivos.
– El agua mineral tiene una serie de controles que garantizan su salubridad, pero pueden fallar. El agua mineral no es agua estéril.
– Y las aguas minerales son eso minerales, o sea que llevan una cantidad de sales disueltas que en algunos casos son excesivas para un bebé.

Si se hierve da igual que sea agua mineral o del grifo, porque una vez hervidas se han esterilizado.
O sea que lo más lógico es preparar el biberón con agua del grifo (si la de vuestra zona es potable, claro) hervida y si no puede hervirse en un momento dado, agua mineral de mineralización baja.

Otras cuestiones:

La infección por hongos:
En algunos de esos casos, el bebé tiene manchas blancas en la cara interna de los labios, las mejillas, las encías y la lengua.

Intenta retirarlas con suavidad.
Si no se quitan, lo que tiene es Muguet (lo que en algunas zonas llaman «arrorre»).
Una infección por hongos (candidiasis) muy frecuente en los lactantes.
Es frecuente que la cojan del biberón o el chupe si no se esteriliza de forma adecuada en los 3 primeros meses.

En esos casos recomiendo una crema (Fungisdín Gel Oral) que se aplica en la tetina del biberón o del chupe antes de ponérselo al bebé (tres veces al día).

También hay que esterilizar chupe y biberón con agua hervida con bicarbonato, y con una gasita mojada en agua con bicarbonato se puede limpiar suavemente la boca del bebé.

Si el niño usa chupe o biberón y tiene hongos, no los esterilicéis con esterilizador o pastillas.

Suele mantenerse la lactancia artificial como alimento exclusivo hasta los 3,5-4 meses.
A partir de ahí se introduce la alimentación complementaria.

¿Son todas iguales? No.

En los últimos 30 años ha habido grandes cambios en la composición de las leches artificiales.
Esos cambios son fruto de la investigación para intentar que su composición sea lo más parecida posible a la de la leche materna.
Hay empresas que gastan muchos recursos en esta investigación, y eso repercute en el precio de la leche artificial.
Hay otras que fabrican una leche como la que las primeras hacían 20 años atrás.
Cualquier avance de las primeras empresas tiene patente, lo que les permite tener una calidad mucho mayor hasta que venza la patente. Momento en el cual las que no investigan pueden incorporarlo a su cadena de producción.
Algunos de esos avances no se introducen ni siquiera una vez libre de patente porque encarece el producto.

Hay por tanto mucha diferencia entre las marcas de primer nivel y las del último.
En España esas diferencias pueden ser de hasta 29 euros frente a 6 euros.

Una aclaración: La leche infantil no es un medicamento, por lo que no tiene un precio fijo establecido en todas las farmacias. En las marcas más caras puede haber diferencias muy importantes.
Se puede encontrar la misma leche a 19 euros en unas farmacias y a 29 euros en otras. La única diferencia son los 10 euros de más que gana algún farmacéutico.

El precio medio de las más completas en España puede rondar los 22-24 euros.
Teniendo en cuenta que una de esas latas puede durar de 7 a 10 días (depende de la edad y lo comilón que sea vuestro retoño), quiere decir que cogiendo la opción más cara, vuestro hijo come todo el mes por menos de 90 euros. Es decir cada día menos de 3 euros.

¿Sois vosotros capaces de haceros un presupuesto para comer por ese precio?
Es la alimentación más barata que tendrá vuestro hijo en toda su vida.
Más barata sólo hay una: El pecho.

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Alimentación del Bebé y el Niño

Alimentación complementaria con lactancia artificial

Una guía de introducción de la alimentación complementaria en el niño con lactancia artificial

Como otras muchas cosas de este manual, lo que sigue no es una regla inmutable del Universo.

Tanto el momento, como el orden y la forma de introducir cada uno de los alimentos que aparecen puede variar en las indicaciones que dan otros pediatras.

En esta cuestión creo que es más importante tener una guía más o menos clara de cómo hacerlo, que cuál sea esa guía.

El ceñirse a una tiene fundamentalmente la utilidad de permitirnos diagnosticar la causa de los problemas si aparecen.

No es tan importante por ejemplo introducir el gluten a los 6 o a los 12 meses, como saber exactamente cuando lo hicimos.

Esta lista va dirigida a los que preferís tener una lista que seguir. Pero es orientativa. Si un alimento no le hace gracia, pasa al siguiente y pruébalo de nuevo más adelante. Estad atentos a la aparición de signos de alergia o intolerancia y anotad cuando introdujísteis cada tipo de alimento.

A LOS 6 MESES

SE CAMBIA LA LECHE DE INICIO (1) POR

LECHE DE CONTINUACION (2)

DESDE LOS 6 MESES (puede coincidir con el cambio de leche)

CEREALES SIN GLUTEN

Una semana después.

FRUTA

MANZANA, PLATANO, PERA, NARANJA, MANDARINA, CIRUELA.

Una semana después.

VERDURA

ZANAHORIA, PATATAS, CALABAZA, CEBOLLA, CALABACÍN, HABICHUELAS VERDES, PUERRO, APIO.

Una semana después.

CARNE

POLLO, TERNERA, PAVO, CORDERO, CERDO.

Una semana después.

YOGUR NATURAL

Una semana después.

CEREALES CON GLUTEN

Un mes después

(Como la intolerancia al gluten es un problema a veces no evidente, prefiero dejar un mes desde su introducción para valorar si hay problemas).

PESCADO BLANCO

Un par de semanas después

LEGUMBRES

COMO MUY TARDE A LOS 11 MESES:

YEMA DE HUEVO

Dos semanas después.

CLARA DE HUEVO

A PARTIR DEL AÑO:

LECHE DE VACA ENTERA

Dos semanas después.

RESTO DE ALIMENTOS A PARTIR DEL AÑO

INTRODUCCIÓN PAULATINA DE

TODOS LOS TIPOS DE FRUTA, VERDURA Y CARNE NO INTRODUCIDOS AÚN,

NO DANDO EN NINGÚN CASO DOS ALIMENTOS NUEVOS EL MISMO DÍA.

A LOS 2 AÑOS:

PESCADO AZUL.

CUANTO MÁS TARDE MEJOR:

CHUCHERIAS.

NUNCA ANTES DE LOS 4 AÑOS:

FRUTOS SECOS.

Por el riesgo de atragantamiento

Los frutos secos son la primera causa de muerte por atragantamiento en niños pequeños

 

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Comida de Bebé

ebook comida de bebé

Guía de introducción de la Alimentación en los dos primeros años de vida del bebé.

 

Da consejos concretos sobre cómo iniciar la lactancia materna o la lactancia artificial y cómo introducir la alimentación complementaria a tu bebé.

La alimentación es mucho más que dar nutrientes al cuerpo, tiene una relación íntima con el desarrollo afectivo, la educación y las relaciones sociales. Los primeros pasos de un bebé en este campo son decisivos para que, en el futuro, su relación con la alimentación sea sana, placentera y enriquecedora.

Este libro es una guía sobre la lactancia, tanto materna como artificial y la introducción de la alimentación complementaria hasta los dos años.

El objetivo es centrarse en los detalles, con lenguaje sencillo, para resolver las dudas y problemas más frecuentes sobre alimentación en lactantes.

No me gustan los extremismos. Este libro no se dedica a tomar decisiones por ti, sino a darte la información para que tomes tus propias decisiones sobre la alimentación de tu hijo.

Y una vez tomadas esas decisiones para que entiendas los problemas más frecuentes que suelen aparecer y cómo solucionarlos.

Contenidos de Comida de bebé

INTRODUCCIÓN DE LA ALIMENTACIÓN EN EL LACTANTE                                                                    

Porqué una pauta para alimentar a los bebés, algunas normas generales en cuanto a alimentación:

Cantidad de comida, calidad de la comida, la actitud de los padres al alimentar a sus hijos, ¿Leche materna o artificial?.                                                                                                                           

LACTANCIA MATERNA                                                                                                                                          

Cómo funciona la lactancia materna, inicio, postura, frecuencia, duración, higiene, alimentación de la madre, cantidad de leche, ritmo adecuado de ganancia de peso,¿me he quedado sin leche?.

Problemas durante la lactancia:                                                 

El dolor durante la lactancia, las grietas del pezón durante la lactancia, la ingurgitación mamaria, la mastitis, las crisis de crecimiento o baches de lactancia.      

Extracción y Conservación de la leche materna. Manejo de la leche materna extraída.                  

Las asociaciones de Lactancia                                                      

Retirar el pecho                                                                 

PASO DE LA LACTANCIA MATERNA A LACTANCIA ARTIFICIAL         

Abandono de la lactancia materna desde el nacimiento, a los pocos dias después del nacicimiento, antes de los 6 meses, entre los 6 meses y el año de vida, por encima de los 12 meses.               

LACTANCIA ARTIFICIAL                                               

Pautas para dar la el biberón de una forma más natural. ¿Son todas las leches artificiales iguales?. Higiene para preparar el biberón. Postura para dar el biberón. Tipos de biberones. Frecuencia de las tomas de biberón. Cantidad de biberón. ¿Hay que dar agua o manzanilla a un lactante?. El cólico del lactante y las pautas de biberón. Preparación del biberón. La infección por hongos.                                                  

 ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA CON LACTANCIA MATERNA   

¿Porqué no esperar entonces para la introducción de otros alimentos?. Si tienes que empezar a separarte de tu bebé. Los lácteos en la alimentación complementaria al pecho. Orden de introducción de la alimentación complementaria.     

ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA CON LACTANCIA ARTIFICIAL   

¿Cuando empezar?. Motivos para empezar antes de los 6 meses y guía de introducción.                             

ALIMENTOS COMPLEMENTARIOS                       

Cereales sin gluten, fruta, verdura, carne, yogur, cereales con gluten, pescado blanco, huevo, leche de vaca entera.

Otros alimentos a partir del año: Las legumbres, verduras de hoja, miel, pescado azul, marisco, chocolate y vainilla, frutos secos.

Se supone que ya come de todo.


Precio: 5 €