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Alergia o intolerancia a proteínas de leche de vaca

Inmunoterapia para eliminar la Alergia a Proteínas de la Leche de Vaca en niños y bebés.

Alergia a proteínas de la leche de Vaca. Bebés a los que sienta mal la leche de vaca y sus derivados. Cómo se diagnostica y se trata. Podemos eliminar la alergia con Inmunoterapia.

Se habla mucho sobre la leche de vaca. Hay quien la considera un alimento imprescindible para los niños y quien la llama directamente veneno.

Como de costumbre, ni un extremo, ni el otro. La leche es un alimento completo, pero no imprescindible. Su mala fama nace de que es el alimento que con más frecuencia produce alergias o intolerancias.

Hay dos elementos que pueden generarlo:

  • Proteínas de leche de vaca. Especialmente la Caseína, la lactoalbúmina y la lactoglobulina.
  • Lactosa. Es el azúcar de la leche.

En este artículo nos centraremos en las proteínas de la leche de vaca.

Hay otro artículo en el que hablo de la intolerancia a la lactosa.

Alergia a proteínas de leche de vaca:

¿Qué notamos en el bebé cuando toma leche y tiene alergia?

  • Una reacción al tomar leche de vaca con vómitos, diarrea, erupción en la piel, tos, bajada de tensión con palidez de piel y decaimiento. La alergia significa que el sistema defensivo del bebé se defiende contra las proteínas de leche de vaca porque considera que son algo agresivo. Si ocurre esto, sospechamos que puede haber una alergia.
  • A veces la alergia es más lenta, produciendo unos síntomas menos llamativos: Dolores de barriga, duerme mal, dermatitis atópica o del pañal que no acaba de mejorar, tendencia a responder de forma inadecuada a las infecciones…

Analíticas para confirmar la alergia a proteínas de leche de vaca:

  • IgE total elevada. Son los anticuerpos que habitualmente suben en las alergias. Las cifras totales elevadas nos dicen que hay algo que le está generando sensibilización del sistema defensivo. Pero no nos dice qué.
  • IgE específica a caseína, Alfalactoalbúmina y Betalactoglobulina. Son las tres proteínas de la leche a las que son alérgicos con más frecuencia. Si sale positiva a alguna o varias de ellas se confirma la sensibilización. Pero:
    • Si son negativas no se descarta. Porque en la leche hay muchas más proteínas capaces de causar alergia y también hay alergias no mediadas por IgE.
    • Hay niños con IgE positiva que sin embargo cuando tienen contacto con la leche no reaccionan. Hablamos de sensibilización pero en este caso sin alergia.
  • Prick o prueba de parche positiva: Contacto en la piel con aquello que sospechamos que produce la alergia. Esta prueba es más fiable, porque probamos con leche completa y sea lo que sea que produzca alergia, el cuerpo reacciona. También tiene 2 problemas:
    • Tiene sus riesgos, especialmente cuando la primera reacción ha sido muy intensa. Si hacemos una herida leve y ahí aplicamos la leche la tendencia a reaccionar del sistema defensivo aumenta. Hacer pruebas de Prick varias veces a un niño puede hacer que sus reacciones a la leche sean cada vez mayores. Hasta el punto de llegar a veces a hacer un shock anafiláctico con una prueba de Prick.
    • Que tenga un Prick positivo no implica que tomando la leche por vía oral genere reacción.

Intolerancia a proteínas de leche de vaca:

¿Qué notamos en el bebé?

En este caso no es que el sistema defensivo se defienda por error contra las proteínas de leche de vaca. El problema es que el intestino del bebé no puede digerirlas. Cuando quedan sin digerir, algunos gérmenes de la flora intestinal lo hacen y pueden liberar sustancias que irritan el intestino, haciendo que no absorba bien el resto de nutrientes y provocando molestias.

Las más frecuentes son: Digestiones pesadas, irritabilidad, no gana peso, diarrea o vómitos esporádicos.

Pruebas para confirmar:

  • IgA sérica elevada. A veces aparece. Pero con frecuencia no.
  • Esteatorrea o creatorrea elevados. Es decir, como el intestino está irritado no podemos absorber bien los nutrientes y hay demasiada grasa en las heces y algunas otras indicaciones de que algo no va bien.
  • En biopsia (no indicada) se verían zonas de atrofia vellositaria parcheadas. Se hace en estudios, pero no es necesaria para diagnosticar la intolerancia.

Diagnosticar Alergia o intolerancia a las proteínas de la leche de vaca: Retirada- Reintroducción

Es la prueba más clara y la que yo suelo usar siempre que la reacción al tomar la leche no genere síntomas demasiado intensos.

Si sospechamos que un bebé tiene intolerancia o alergia a las proteínas de leche de vaca, podemos retirarlas de su alimentación. Al hacerlo el bebé suele mejorar en unas semanas (2-4 semanas suele ser suficiente).

Tras ese periodo reintroducimos de nuevo las proteínas de leche de vaca en su dieta y si hay Intolerancia o Alergia , las molestias reaparecen en pocos días. A veces en horas.

Esta es la única prueba que responde a las dos preguntas esenciales ante una alergia o intolerancia digestiva:

  • ¿Cuál es el causante?
  • ¿Es mejor mantener el alimento en la dieta o eliminarlo?

Esta prueba no precisa medios técnicos, no hay que pinchar al niño, no precisa la remisión a un especialista para realizarla…

Leches especiales para niños que no toleran la leche de vaca:

Esto puede ocurrir también en niños que toman sólo pecho, pero cuya madre toma leche de vaca o productos que la contienen en sus ingredientes. Cuando esto ocurre se trata eliminando la leche de vaca de la alimentación de la madre.

El tratamiento en los bebés que toman leche artificial es cambiarla por otra que:

  • No contenga proteínas de leche de vaca. Especialmente útiles en alergias muy marcadas. Hoy en día las hay de soja o de arroz. Las de soja no me gustan porque pueden generar alergias cruzadas con la de vaca.
  • En alergias o intolerancias leves pueden usarse leches hidrolizadas o parcialmente hidrolizadas a partir de leche de vaca.
  • Las elementales son leches en las que rompemos tanto las proteínas que ya sólo quedan aminoácidos individuales. Se usan en alergias muy intensas.

Pero es tu pediatra o el digestivo infantil quien te indicará la más adecuada en cada caso.

Actuación en niños a los que sientan mal las proteínas de leche de vaca

La leche de vaca es algo omnipresente en la alimentación occidental.

En la mayoría de los casos la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca acaba desapareciendo con la edad conforme madura el intestino.

Pero la alergia puede reducirse, aumentar o persistir durante mucho tiempo. El riesgo más importante en un niño que va creciendo y sigue siendo alérgico a la leche de vaca, especialmente en las alergias graves, es que conforme crece cada vez resulta más difícil evitar los contactos accidentales. Es vivir con una espada de Damocles sobre su cabeza.

Pero además, durante los primeros años de vida la tendencia de las alergias es a desaparecer. Conforme va creciendo, si la alergia persiste cada vez tiene más riesgo de que persista de por vida.

Inmunoterapia

Cada vez más se tiende a buscar la tolerancia de forma activa. Esto es lo que yo hago en mi consulta. Se puede conseguir en casi todos los niños que dejen de ser alérgicos a la leche en menos de un año. Y se puede hacer de forma que además normalicemos el funcionamiento del sistema defensivo. Porque una alergia alimentaria no es algo aislado. Es una señal de que la inmunidad está mal regulada.

Una mala regulación que en algunos niños va aumentando su lista de señales poco a poco con dermatitis atópica, una lista creciente de alergias alimentarias, hiperreactividad bronquial, asma…

Si tu hijo tiene alergia a las proteínas de la leche de vaca y tienes interés por hacer este proceso de normalización del sistema defensivo consiguiendo la tolerancia a la leche pregunta a tu pediatra.

Yo también estoy a tu disposición en mi consulta en Granada o para que me consultes online.