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¿Qué puedo hacer si mi bebé echa muchas bocanadas? ?

Qué hacer si tu bebé echa bocanadas.

Prácticamente todos los bebés echan bocanadas. En la mayoría de los casos no son nada serio. Pero te explico las causas más habituales y qué hacer cuando ocurren.

En la etapa en la que el bebé toma sólo leche, la expulsión de esa leche es algo muy, muy habitual. No lo hacen el 100% a diario, pero casi.

Bocanadas normales en el bebé

Cuando esto ocurre la causa más frecuente es simple. El estómago del bebé no tiene un cierre efectivo en su parte superior. Es como una bolsa de agua caliente sin tapón. Si la llenas de leche y presionas, rebosa.

A veces la presión la hace el propio bebé al moverse apretando la barriga o moviendo las piernas… Otras veces lo hacemos nosotros al cambiarle de postura. Pero no te preocupes, es algo muy normal y no le has hecho ningún daño.

Muchos piensan que conforme crece irá echando menos. Pero lo normal es lo contrario. Cuanto más crece, más come y más se mueve. Y si esto ocurre las bocanadas suelen ir a más.

Mejoran sin hacer nada cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos, más fáciles de retener y se acaba formando un pliegue en la salida superior de sus estómago que actúa como válvula (el cardias).

Si nos preocupan y queremos que haya menos bocanadas la solución no es espaciar las tomas. Cuanto más las separemos mayor cantidad tomará en cada toma, y si llenas mucho el estómago hay más bocanadas. Lo que te recomiendo es precisamente lo contrario: Dale con más frecuencia. Al hacerlo el bebé irá tomando cantidades menores que caben mejor en su estómago y las bocanadas se reducirán.

La duda más frecuente es ¿Lo ha echado todo con la bocanada?

Si esto nos preocupa es en parte porque pensamos que si echa la leche no va a alimentarse bien. Pero es que con las bocanadas se echa sólo una parte. Son muchas las familias que me dicen que ellos creen que no le ha quedado nada dentro.

Hay una forma fácil de saberlo: ¿Gana peso? ¿Llora por hambre?

Si gana peso y cuando llora le damos de comer y se calma aunque eche, está quedando suficiente en su interior para alimentarle.

Si las bocanadas se acompañan de un llanto inconsolable o de pérdida de peso, entonces hay que buscar la causa, porque hablamos de otra cosa…

Cuando el bebé echa Leche y Sí es un Problema (algo más que bocanadas)

Si la expulsión se acompaña de llanto o malestar evidente en el bebé o el peso va ma hay que descartar varios problemas:

  1. Gastroenteritis. Cualquiera puede sufrir una infección que afecte al tubo digestivo. No son muy frecuentes en los primeros meses de vida porque el bebé cuenta con los anticuerpos de su madre en su sangre y es inmune a todas las infecciones que ella haya superado en su vida. Pero a veces algún virus nuevo se presenta y desarrolla una gastroenteritis. Suelen presentar algo de moco, fiebre y empiezan con vómitos. En alguna ocasión después viene la diarrea y otras no. Lo más característico de la infección es la fiebre. Siempre que la hay debemos pensar en infección. El tratamiento en bebés suele ser dar un probiótico, fraccionar las tomas de leche, dándole cantidades más pequeñas más veces y tratando la fiebre si sube con antitérmicos. Si los vómitos son frecuentes puede darse un medicamento para cortarlos y en los casos más intensos puede necesitar un suero para rehidratarlo.
  2. Infección de Orina. Otra infección que puede acompañarse de vómitos con facilidad es la de Orina. Debemos pensar en ella cuando un bebé está irritable, con fiebre, orina que huele más fuerte o más oscura y rechazo del alimento con vómito fácil. La forma de saber si hay infección de orina es analizar la orina y si se confirma infección daremos tratamiento con antibióticos.
  3. Algunas Infecciones Respiratorias. En Catarros, Bronquitis y otras infecciones en las que hay mucho moco, algunos bebés tienen facilidad para vomitar con la tos. Los vómitos suelen mejorar al tratar la mucosidad.
  4. Alergias alimentarias. Cuando un bebé toma algo en la leche que no tolera puede vomitar tras tomarla. El vómito no se diferencia de la bocanada por la cantidad o la fuerza con que expulsa, sino porque antes de echar está molesto y cuando echa la cara se pone pálida y sudorosa. Si no tiene fiebre, en lugar de pensar en infecciones (aunque las puede haber sin fiebre) solemos pensar en alergias. La más frecuente en la leche es a las proteínas de la leche de vaca. Cuando toma biberón suele mejorar al cambiar la leche adaptada normal por una hidrolizada. Y si toma pecho hay casos en los que el problema es uno de los alimentos que toma la madre y pasa a través del pecho.
  5. Estenosis Hipertrófica de Píloro. Mucho menos frecuente que los casos anteriores, pero se ve a veces. Es un problema más frecuente en bebés varones y consiste en que el cierre inferior del estómago (píloro) tiene tanta fuerza que impide que el contenido del estómago pase al intestino. Lo que vemos es que de repente un niño que comía perfectamente echando alguna bocanada, sigue queriendo comer, pero al poco de acabar expulsa cada vez más cantidad de leche hasta que llega el momento que lo hace en todas las tomas y el peso empieza a bajar. Puede diagnosticarse mediante una Ecografía.

Como siempre la información general orienta, pero en muchos casos hay que hacer una valoración más individualizada para ver la causa y la solución.

Recuerda que puedes consultar a tu pediatra y que yo estoy a tu disposición Online.

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Bebé de 5 meses Blog Malformaciones Congénitas Urinarias

Malformaciones Urinarias

Malformaciones urinarias en niños y bebés, cada vez se detectan más gracias a las ecografías durante el embarazo, pero hay que pensar en ellas ante cualquier niño o bebé con infección de orina.

Malformaciones urinarias: Una de las malformaciones más frecuentes en niños y bebés. Cómo se detecta, infecciones de orina frecuentes y su tratamiento.

Este artículo lo he escrito en respuesta al peketema sugerido por Jessica en nuestra Página de Facebook. Si no has dado tu me gusta no pierdas la oportunidad de recibir temas interesantes sobre salud infantil de forma gratuita.¡Cada día temas nuevos con tan solo dar tu «me gusta»!

Podemos hablar sobre la hidronefrosis y sus cuidados empezando por los cuidados de la comida cuidando el potasio, el sodio y las proteínas como evitar las infecciones en vías urinarias y la duplicación del uréter saber a que se debe este problema y por qué es común en las niñas please!!

Partes del sistema urinario para entender las malformaciones urinarias

Partes del Sistema Urinario para entender las malformaciones urinarias

  1. Dos riñones. Son los órganos que se encargan de filtrar la sangre eliminando las sustancias que deben eliminarse del cuerpo a través de la orina. Hay personas que nacen con un sólo riñón (monorenos) o que tienen alguno o los dos riñones con formas o capacidad de hacer su trabajo alterados.
  2. Dos uréteres. Son los conductos que llevan la orina producida en los riñones hasta la vejiga de la orina. Hay uno por cada riñón. Aunque a veces puede haber dos uréteres para un mismo riñón. Y en ocasiones estos conductos pueden estar más dilatados de la cuenta.
  3. Vejiga de la orina. Es la «bolsa» en la que se va acumulando la orina hasta que decidimos expulsarla. Los riñones filtran orina constantemente, se almacena en la vejiga y ahí se retiene hasta que la expulsamos orinando.
  4. Uretra. Es el conducto que lleva la orina al exterior desde la vejiga. Hay una diferencia importante en longitud entre niños y niñas (mucho más corta) lo que hace que las infecciones de orina sean más frecuentes en niñas. Entre la vejiga y la uretra hay un cierre o «esfínter» que controla la salida de la orina. Si no funciona bien hace que la orina se escape involuntariamente.

Qué son las malformaciones urinarias

Cuando cualquiera de estos elementos no está bien formado hablamos de malformaciones urinarias.

Hay muchos tipos de malformaciones urinarias, que a veces aparecen de forma aislada y otras veces se asocian entre sí. Lo esencial en ellas es que pueden producir:

  • Mal funcionamiento del sistema urinario. Haciendo que los riñones no puedan hacer su trabajo de eliminar sustancias de desecho del cuerpo. Cuando esto ocurre pueden acumularse tóxicos que hacen que el cuerpo enferme. En los casos más graves pueden necesitar diálisis y/o trasplante de riñón. Pero por suerte, aunque las malformaciones urinarias son bastante frecuentes, la gran mayoría son leves y no afectan al funcionamiento de los riñones. Son muy, muy, muy pocos los niños que a pesar de tener una malformación urinaria acaban necesitando diálisis o trasplante. En mi familia por ejemplo tenemos tendencia a estas malformaciones y aunque 3 de mis sobrinos las tenían al nacer ninguno de ellos ha llegado a necesitar medidas especiales.
  • Infecciones de orina. Cuando hay una malformación en cualquier punto del trayecto de salida de la orina, esta puede retenerse. Si ocurre es más frecuente que pueda infectarse y dar lugar a infecciones de orina repetidas con cierta asiduidad.

Las malformaciones urinarias más frecuentes en bebés y niños

Si vamos de arriba hacia abajo:

Malformaciones urinarias en el número de riñones de un niño o bebé

  • Falta un riñón. Hay personas que en lugar de tener dos riñones, al nacer presentan sólo uno. Esto puede detectarse ya durante el embarazo, con las ecografías que hacemos para el seguimiento normal. Que alguien tenga un sólo riñón es compatible con una vida normal. Pero supone un riesgo, porque si por cualquier infección o accidente se daña pone la salud en una situación delicada. En la práctica, cuando un bebé presenta un sólo riñón lo que debemos hacer es:
    • Comprobar que funciona correctamente y es capaz de mantener la función que corresponde en condiciones normales a los dos riñones. Es lo que suele ocurrir.
    • Tener especial vigilancia de traumatismos o sospechas de infección de orina en estos niños. En los niños que tienen un sólo riñón lo adecuado cuando tiene fiebre es hacer siempre analítica de orina para descartar infección y si la hay tratarla de forma adecuada cuanto antes. Y si sufren un traumatismo que sospechemos que puede haber afectado al riñón debemos vigilar la orina por si aparece sangre (orina oscura) realizando ecografía y analítica de orina si sospechamos que el golpe ha podido dañar el riñón.

Malformaciones urinarias que afectan a la forma de los riñones

  • Uno o ambos riñones tienen formas alteradas:
    • Riñón poliquístico. Es cuando un riñón está mal formado y en su lugar aparece una masa de quistes (como bolsitas) incapaz de realizar la función normal de filtrar la sangre y producir orina. Estos riñones pueden extirparse, porque no tienen capacidad de hacer ninguna función y pueden infectarse o dar origen a tumores (a largo plazo) con más frecuencia que un riñón normal. Pero hay muchos grados y se pueden adoptar actitudes más agresivas o más expectantes según el caso. Tu especialista te aconsejará lo mejor en cada caso.
    • Lobulaciones fetales. Cuando el riñón empieza a formarse en el feto lo hace como un racimo de trocitos que acaba fusionándose en el riñón final. A veces quedan pequeñas hendiduras entre algunos de estos trozos. Yo mismo las tengo en mi riñón derecho. No suelen afectar a la capacidad del riñón de hacer su trabajo ni a una mayor frecuencia de infecciones de orina. A mí no me han afectado en nada durante mi vida.
    • Atrofia del parénquima. En el riñón podemos diferenciar dos partes, la que filtra sangre y la que drena orina. Cuando algo afecta al riñón durante su formación puede hacer que la parte que tiene que filtrar la sangre (parénquima) no se desarrolle lo suficiente. Cuando esto ocurre, aunque el riñón tenga un tamaño y una forma aparentemente normales no funciona adecuadamente.

Malformaciones urinarias en las vías de eliminación de la orina

  • Los uréteres no drenan bien la orina:
    • Por dilatación. Los uréteres tienen habitualmente un grosor que va creciendo con la edad. Si el grosor es excesivo para la edad del niño es un signo de que la orina se está reteniendo en ellos, bien porque no puede llegar bien a la vejiga (estenosis) o bien porque una vez que llega a ella refluye hacia los uréteres (reflujo vésico-ureteral)
    • Porque el número de uréteres sea distinto de 2. Puede haber riñón si uréter (pero habitualmente ese riñón no funciona) o que un riñón tenga dos uréteres. El problema cuando un riñón tiene dos uréteres es que habitualmente tienen tendencia a engrosarse porque uno o ambos están mal formados y tienen o estrechamientos o un flujo de orina muy lento que favorece que se retenga la orina y se infecte.
  • Malformaciones de la Vejiga de la orina. Hay mucha variedad. La cuestión es si es capaz de recibir la orina de los uréteres sin resistencia y evita que vuelva hacia ellos y si es capaz de almacenar adecuadamente la orina y vaciarla de forma correcta.
  • Malformaciones de la uretra. Puede haber estrechamientos que dificultan la salida de la orina o que la salida de la uretra al exterior no esté en el sitio habitual (en niños especialmente). En el caso de varones esto puede hacer que la salida esté en sitios diferente de la punta del pene. Es lo que llamamos hipospadias (si está por debajo) o epispadias (si está por encima). De nuevo aquí hay muchos grados y se actúa de forma diferente según cada caso.

Diagnóstico de las malformaciones urinarias en niños.

Cada vez más, muchas de estas malformaciones urinarias son detectadas mediante ecografías a lo largo del embarazo, antes de que el niño nazca.

Cuando nacen tienen unos primeros días en los que se elimina mucho líquido, lo que puede hacer poco fiable la valoración.

Una vez pasados esos primeros días puede confirmarse y estudiarse más detalladamente la malformación urinaria mediante ecografía.

Otra vía para descubrir estos problemas es cuando en un niño o bebé normal aparecen infecciones de orina. Si existe la posibilidad (no todos los sistemas sanitarios disponen de los medios), lo ideal sería hacer ecografía a todo niño que sufre una infección de orina, para comprobar si hay una malformación urinaria que haya podido favorecerla y si esa malformación tiene más o menos importancia.

Lo más frecuente que encontramos en la ecografía es una dilatación de las vías urinarias con un aumento o disminución del tamaño de los riñones. Os explico cómo actuamos en este caso.

Dilatación de las vías urinarias.

Si un niño o bebé presenta dilatación de las vías urinarias debemos comprobar si el problema es que la orina no baja bien o refluye. Para averiguarlo, tras la ecografía se realiza una prueba llamada Cistografía o CUMS. Consiste en introducir un contraste en la vejiga de la orina y comprobar si se retiene allí o refluye hacia los uréteres. No debería refluir.

  1. Si hay dilatación pero el contraste no sube hacia los uréteres es que debe haber una Estenosis. Es decir que la orina no puede bajar del uréter a la vejiga.
  2. Si hay dilatación y el contraste sube es que lo que tenemos es Reflujo Vesico-Ureteral. Dependiendo de la facilidad que tenga el contraste para subir se gradúa de 1 á 5. En los casos más leves tenemos que hacer seguimiento para comprobar que se va resolviendo sólo (que es lo que ocurre en la mayoría). En los casos más graves puede ser necesario operar para corregir el reflujo, porque si no lo hacemos puede causar una acumulación de orina que acaba dañando al riñón, por infecciones y por la propia presión que la orina puede ejercer sobre el riñón.

Tratamiento de las malformaciones urinarias.

La clave es si es necesario operar, lo que ocurre en muy pocos casos. Suele operarse cuando la malformación es tan importante que afecta seriamente a la capacidad del sistema urinario de hacer su trabajo.

Cuando no es así toca hacer seguimiento para comprobar la evolución. En muchos casos acaban resolviéndose solas, pero mientras ocurre debemos vigilar:

  • Que el funcionamiento del sistema urinario es correcto. Lo que puede hacerse mediante:
    • Analíticas de sangre que vigilen la creatinina (es malo si sube).
    • Renograma isotópico: Una prueba que consisten en administrar en la sangre una sustancia y comprobar cómo la eliminan los riñones.
  • Detectar y tratar las infecciones de orina si aparecen. Para ello, en un niño que sabemos que tiene una malformación urinaria hay que descartar infección de orina mediante analítica de orina siempre que:
    • Tenga fiebre (aún febrícula  de 37º-38º) con pérdida de apetito, irritabilidad, náuseas…
  • Prevenir las infecciones de orina: Para ello se pueden usar antibióticos a dosis bajas o extractos de arándano. Ambos métodos están en revisión. Tu especialista te dirá si tiene sentido dependiendo de la malformación que tenga tu hijo.

Lo importante que debes entender de este tema es que hay mucha variedad en malformaciones urinarias, que son frecuentes, pero en su mayoría se solucionan solas con el tiempo. Y que lo esencial para actuar adecuadamente cuando hace falta es un diagnóstico precoz y el seguimiento por un especialista en Nefrología o Urología Infantil.