Categorías
Bebé de 11 meses Blog Bronquitis Diarrea Digestivas Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños fiebre Infecciones en Bebés y Niños Mocos Respiratorias Síntomas del Bebé y el Niño Enfermos Tos Vómitos

Virus, virus y más virus. La infección más frecuente en niños.

Infección viral muy frecuente

Las infecciones respiratorias causadas por virus son las más frecuentes que viven todos los niños. Algunas ideas clave cuando te preocupa que esté constantemente sufriendo infecciones virales.

Respuesta al Peketema propuesto por Isabel Díaz en nuestra comunidad de Facebook:

“¿Por qué se dan las infecciones respiratorias constantemente en niños… y cómo eliminar ese virus de sus pulmones?”

¿Es normal que los niños pasen muchas infecciones respiratorias?

Sí. Lo es.

Vivimos en un mundo repleto de vida y ocupamos un espacio muy solicitado. Todos los seres vivos tienden a extenderse tanto como les resulta posible. Los virus no son una excepción.

Cuando nacemos estamos expuestos a que en nosotros empiecen a crecer un montón de seres vivos que quieren ocupar nuestro cuerpo.

Pero estamos preparados para defendernos desde el primer día de vida. 

Con algunos acabamos conviviendo sin problema, como nuestra flora normal. Otros son más agresivos y es cuestión de “ellos o nosotros”. La buena noticia es que las muertes por infecciones son muy poco frecuentes en la actualidad. Con lo que en la práctica, ganamos nosotros casi siempre.

Si te preocupa que tu hijo lleve una sucesión de 30 infecciones en el último año, piensa simplemente que va 30 a 0. Los 30 “bichos” están muertos y tu hijo está vivo. Visto desde esa óptica tal vez agobie menos.

Lo normal con el tiempo es que estas infecciones sean cada vez menos frecuentes hasta que sean ya algo excepcional. Cuando vayas a urgencias con la número “chorrocientos”, mira a tu alrededor. Verás que la mayoría de los niños que hay esperando para ser atendidos son menores de 3 años. 

Los virus con los que convivimos son muchos, pero no infinitos. Y antes o después tenemos fichados a la gran mayoría de los que hay en nuestro ambiente. Es un proceso gradual. El primer invierno con más de 6-8 meses tocan un montón, porque no conoce prácticamente a ninguno.

Al año siguiente la cosa ya mejora algo. Y a partir de los 3 años mejora una barbaridad.

La mayoría de estas infecciones entran en el aire, y por tanto suelen empezar con síntomas respiratorios: Mocos y tos , a veces acompañados de fiebre, a veces sin ella.

Luego hay virus que al entrar en el estómago con el moco pueden generar vómitos y cuando bajan al intestino diarrea.

Pero casi todos empiezan con algunos síntomas respiratorios (moco y/o tos).

¿Tratamiento en las infecciones virales?

Lo primero que debes entender es que las infecciones virales se curan cuando nuestro cuerpo identifica al virus, generamos anticuerpos contra él y lo eliminamos. 

Es decir, que es nuestro cuerpo, con sus propios medios quien nos cura.

El tratamiento en una infección viral no cura. Puede servir para aliviar síntomas o para evitar complicaciones, pero no cura.

Cuando entendemos esto hay gente que prefiere no dar nada. Para algunos, los medicamentos sintomáticos no hacen más que estorbar, porque interfieren en la respuesta del sistema defensivo.

Yo no soy tan extremo. Siempre hay matices. Y para mí el matiz importante es: ¿Están los síntomas empeorando de forma evidente la calidad de vida del niño?

Si la respuesta es sí, disponemos de medicamentos que pueden modular la respuesta de nuestro sistema defensivo, de forma que siga defendiéndose, pero mejorando la calidad de vida del niño mientras la infección pasa.

Los antibióticos matan bacterias, pero no sirven de nada en las infecciones virales. Por lo que, aunque la fiebre sea alta, aunque dure más días, no tiene justificación usar antibióticos en las infecciones virales. Porque no sirven para mejorar la calidad de vida del niño, no acortan la infección, no evita que se complique y no es inocuo dar un antibiótico.

Lo que sí importa en las infecciones virales y no siempre se tiene en cuenta

Cuando hablamos de esto muchos padres me dicen: “Todos tenemos que pasar los virus, pero entonces ¿por qué me da la sensación de que es el mío el que está siempre más malo?

No todos respondemos igual ante el mismo virus. Hay niños que reaccionan con un poco de moco, tos y febrícula y en 2 días han liquidado al virus. Y otros que ante el mismo virus de catarro responden de forma mucho más exagerada, con fiebre alta, mucho moco y a veces una tos que llega a ahogar…

El primero está siendo muy eficiente. El segundo está respondiendo de forma mucho más exagerada.

Si tu hijo tiende a hacer estas respuestas mucho más exageradas, haciendo bronquitis, laringitis, vegetaciones grandes, otitis… con frecuencia su problema no es que tenga las defensas bajas, sino que responde en exceso. Tiene un sistema defensivo hiperexcitado que ante el más tonto de los catarros responde como si fuese la 3ª Guerra Mundial.

Lo importante en estos casos es ver cual suele ser su forma exagerada y repetitiva de enfermar y poner tratamientos preventivos que reducen la respuesta exagerada a un nivel normal. 

Estos niños suelen tomar muchos corticoides y antihistamínicos. Tratamientos cuya función es decir al sistema defensivo que reduzca su reacción.

La clave es, en cada niño, ver cuál es su forma de enfermar y establecer una estrategia adecuada para normalizar el funcionamiento de su Sistema Inmunológico.

Haciéndolo, tu hijo puede llegar a ser como ese compañero suyo de clase que pasa las mismas infecciones que él, pero no falta nunca al colegio y acaba con los virus de forma más eficiente….

Categorías
Alergias e Intolerancias Bebé de 15 meses Blog Bronquitis Mocos Respiratorias Se Despierta Mucho Tos

Tos Alérgica en Niños

Tos alérgica en niños

Tos Alérgica en Niños causada por pólenes. Cómo identificar si es o no por alergia. Los distintos tipos de tos que puede producir la alergia a pólenes y cómo se trata en cada caso.

En respuesta a una consulta de Noemí a través de nuestra Comunidad de Facebook:

Hola me gustaría que se hablase de la tos alérgica, tos por bronquitis, etc… ¡Cómo tratarla y qué medicamentos ayudan! ¡¡Gracias!!

¿Cuándo hablamos de Tos Alérgica en niños?

La tos es un mecanismo de defensa del cuerpo. Sirve para dejar libre la vía respiratoria y expulsar de ella cosas que la irritan.

Visto así tal vez pueda pensarse que nunca deberíamos evitar la tos. Pero este caso que tratamos hoy es un ejemplo de porqué a veces conviene actuar ante mecanismos defensivos del organismo.

La tos puede aparecer en una infección y actúa para expulsar al germen que la está causando.

Otras veces en el aire puede haber partículas de contaminantes que irritan la vía respiratoria. De nuevo la tos actúa para evitar que generen daño expulsándolas del organismo.

Pero ¿y el polen? ¿Es dañino? Pues no. Todos aquellos que no tienen alergia a él lo respiran sin que les afecte de forma negativa. Pero a veces el cuerpo funciona mal. Reacciona defenciéndose contra algo que no le causa daño alguno y actúa de formas diferentes:

  • Tos, para intentar expulsar al polen de la vía respiratoria.
  • Inflamación de las mucosas respiratorias, para llamar al sistema defensivo al lugar donde detecta al «agresor» que en realidad no agrede en absoluto.
  • Mucosidad segregada por las mucosas para atrapar, bloquear y expulsar al polen.

El problema es que en las alergias a pólenes este sistema no funciona. Si fuese un germen es algo puntual que está en un momento concreto y deja de estar al poco rato. Pero el polen puede estar en cada bocanada de aire que respiramos durante meses. Por mucho que intentemos expulsarlo, bloquearlo vuelve a entrar. Día tras día mientras ese polen siga en el aire.

El resultado es que si la reacción es muy intensa puede poner en riesgo incluso la vida de quien sufre la tos alérgica.

¿Cómo diferenciamos si la tos puede ser por alergia o por otra causa? Y si es alergia, ¿cómo sabemos si es por pólenes?

Pues porque el polen se mantiene muchos días y semanas en el aire, aumenta los días que hay viento o lluvia escasa, baja cuando llueve mucho y tiene horario.

Un catarro dura algunos días, una alergia a pólenes algunos meses.

Cada planta tiene su período de polinización. Esa fase en la que libera polen para fertilizar sus flores y que se genere fruto. En la mayoría de las flores dura entre 2 y 3 meses. Con sus picos de intensidad mayor y fases en las que está algo más calmado. Depende fundamentalmente del clima.

Una infección, sin embargo, suele durar unos pocos días, hasta que el cuerpo detecta al germen causante, activa al sistema defensivo y lo elimina. A veces puede confundirnos, porque cuando las infecciones se suceden una tras otra puede parecer que es un mismo causante que se mantiene activo durante semanas.

También en las infecciones pueden crecer las vegetaciones para producir defensas y si lo hacen más de lo normal dan lugar a una tos que no acaba de eliminarse. Para ver sus características lee el artículo sobre las vegetaciones.

Un polen tiene además un horario definido y aumenta o disminuye en función de ciertas condiciones:

  • A primera hora de la mañana las flores se abren liberando polen. Aumenta un poco su concentración.
  • Al empezar el calor se forman corrientes de aire que suben desde el suelo elevando el polen que liberan las plantas a capas de la atmósfera por encima del suelo en el que vivimos nosotros. Bajan las concentraciones de polen durante las horas de más calor.
  • Cuando se pone el sol el suelo se enfría, desaparecen las corrientes de aire que arrastraban el polen hacia arriba, y todo el polen acumulado durante el día cae. De tal modo que por la tarde es cuando mayor concentración de polen hay en el aire.
  • Si un día hace viento se sacuden las flores y una parte importante de polen que había caído al suelo se moviliza aumentando la concentración en el aire.
  • Si llueve, depende. Si llueve mucho, limpia el aire y acaba atrapando una cantidad importante de polen en la tierra mojada. Pero si llueve poco no tiene capacidad de limpiar y lo que hace es sacudir las flores y levantar polvo del suelo, lo que aumenta la concentración de polen. 

Todas estas cosas que son evidentes en cuanto a las situaciones en las que mejora o empeora la tos alérgica, no se corresponden con la evolución cuando es una tos por infección o incluso por alergia a algo que no sea el polen.

Por ejemplo, si eres alérgico al pelo de gato toserás cuando contactas con él. Si vas a un sitio donde viven gatos, o si tienes contacto con alguien que vive con un gato.

Pero no hay un horario ni influyen las condiciones del clima.

Tipos de tos alérgica en niños.

En la tos alérgica de los niños hay dos modalidades fundamentales:

  • La tos irritativa. El polen entra en la vía respiratoria, el sistema defensivo del alérgico reacciona al encontrarlo en la garganta inflamando su mucosa y se desencadena el reflejo de la tos. Puede ser una tos seca o con mocos, pero tiene la característica de que es difícil no toser porque pica demasiado y resulta imposible aguantarse. El problema en estos casos es que la tos muchas veces empeora la irritación de la garganta, lo que da más tos…
  • La tos de bronquitis. El polen llega más abajo, hasta el árbol bronquial. Y allí hace que la mucosa de los bronquios se inflame, segregue moco y las paredes de los bronquios se contraigan reduciendo el paso de aire. La tos aparece entonces acompañada de ahogo. El niño respira como si fuese un pez fuera del agua. La tos intenta expulsar el moco para que el aire pueda entrar, pero con cada nueva respiración vuelve a entrar el polen que mantiene la reacción… Esto es lo que la mayoría de la gente llama Asma Alérgica.
  • A veces pueden coexistir ambos tipos de tos. O una puede acabar degenerando en la otra.

Cómo se trata la tos irritativa alérgia en niños.

Lo ideal sería eliminar la alergia, es decir, que el cuerpo deje de actuar contra un polen de forma inadecuada. Esto puede lograrse con la vacunación antialérgica o «huyendo del polen». Es muy frecuente que algunos padres adelanten las vacaciones en la playa de los niños porque saben que en la costa las concentraciones de polen son mucho menores.

Pero cuando no es posible podemos recurrir a anti-histamínicos y anti-tusivos. Los primeros a veces son suficiente, ya que si reducimos la reacción alérgica bloqueando la acción de las histaminas (son las sustancias que los «vigilantes» liberan en la mucosa llamando al resto del sistema defensivo), la tos suele ceder, junto con otros síntomas que suelen acompañar, como la mucosidad o la congestión nasal y conjuntival.

Cuando aún con el anti-histamínico la tos persiste siendo muy molesta, hasta el punto de dificultar el sueño, la alimentación o provocar el vómito con frecuencia, usamos los anti-tusivos. Pero antes de usarlos debería valorarlo el pediatra, porque un anti-tusivo en el otro caso de tos alérgica, el de la tos por bronquitis, puede tener un efecto muy negativo: retención de moco y ahogo.

Si tenemos claro que se trata de una tos alérgica irritativa por polen y sabemos o tenemos una sospecha bastante clara de cuál es solemos mantener el Antihistamínico a diario hasta que acabe la polinización concreta. Y usamos el anti-tusivo sólo cuando la tos es muy persistente, pero sin ahogo. 

Cómo se trata la tos alérgica por bronquitis en niños.

En la bronquitis los medicamentos más usados son también dos: Broncodilatadores y corticoides.

Los broncodilatadores actúan relajando los músculos que cierran los bronquios, para que se abran. Si efecto suele ser rápido, pero de corta duración.

Los corticoides bajan la inflamación de la mucosa de los bronquios para que no estrechen el paso de aire y evitar la producción excesiva de moco en ellos. Su efecto no es tan rápido, pero es más duradero que el de los broncodilatadores.

Si hay bronquitis suelen ser necesarios ambos.

Los corticoides se dan como tratamiento durante todo el periodo que el polen está en el aire.

Los broncodilatadores sólo en el momento que hay ahogo (con o sin tos).

A veces podemos notar que sólo con el bronco dilatador el niño parece mejorar, sin que usemos el corticoide, pero el resultado es engañoso, ya que no estamos tratando la inflamación que es la base del problema. Con lo que, en cuanto cede el efecto del broncodilatador, el bronquio vuelve a cerrarse y al final volvemos a necesitar la medicación.

Además, a largo plazo, si no tratamos la inflamación puede degenerar en una fibrosis que acaba reduciendo de forma irreparable la elasticidad de los bronquios.

Ambos medicamentos pueden darse por boca o con inhaladores.

Por boca pasan a sangre y una pequeña porción acaba llegando a los pulmones, donde realmente hacen falta.

Con inhaladores hacemos que la medicación vaya al mismo sitio donde el polen está causando problemas, la mucosa de los bronquios. Por lo que en principio la vía inhalada es mejor que la oral.

Pero en algunos momento la bronquitis puede ser tan intensa que podemos necesitar dar la medicación por varias vías a la vez.

Si tenemos claro que se trata de una tos alérgica bronquítica por polen y sabemos o tenemos una sospecha bastante clara de cuál es solemos mantener el Corticoide inhalado a diario hasta que acabe la polinización concreta. Y usamos el broncodilatador sólo cuando hay ahogo. 

Este artículo es como todos orientativo. Y siendo como es la alergia algo que puede poner a algunos niños en aprietos serios no deberías automedicar a tu hijo. Especialmente si no tienes mucha experiencia con este problema. Acude a tu pediatra, y si el niño tiene ahogo a urgencias.

Categorías
Bebé de 22 meses Blog Botiquín para atender Bebés y Niños Bronquitis Cuidados del Bebé y el Niño Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños Infecciones en Bebés y Niños Mocos Respiratorias Síntomas del Bebé y el Niño Enfermos Tos

Pekevídeo 15: Tipos de bronquitis en niños

La bronquitis en niños es una de las enfermedades crónicas más frecuentes durante los primeros años de vida.

En este pekvídeo explicaremos cuales son los 2 tipos fundamentales de bronquitis en niños y en qué se diferencian.

Muchos padres de niños pequeños que son diagnosticados de bronquitis, piensan que su hijo es alérgico a algo. Se suele identificar la bronquitis con asma alérgica. Pero dependiendo de la edad del niño y del desencadenante hay varios tipos de bronquitis, en los que el pronóstico es diferente.

En este vídeo lo explicaremos.

Para aquellos que tengan interés en saber más de este tema podéis leer mi artículo: Bronquitis crónica en niños y bebés.

 

 

Si crees que este artículo te ha ayudado, puedes difundirlo entre tus redes sociales.

Tal vez ayude a otros.

Categorías
Bebé de 19 meses Blog Botiquín para atender Bebés y Niños Bronquitis Cuidados del Bebé y el Niño Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños Infecciones en Bebés y Niños Mocos Respiratorias Síntomas del Bebé y el Niño Enfermos Tos

Pekevídeo 16: Síntomas de bronquitis en niños

En este Pekevídeo, en menos de dos minutos, puedes entender lo que es la bronquitis, porqué se produce y qué notamos en un niño cuando la sufre.

La bronquitis es la causa más frecuente de tipo respiratorio de que un niño con menos de 4 años acabe ingresado en un hospital. En algunos niños, a partir de la primera que sufren pueden hacerlo con mucha facilidad.

Si tienes interés en este tema pueden ayudarte también estos otros artículos:

Bronquitis crónica en niños y bebés
La Tos
Pekevídeo 15: Tipos de bronquitis en niños
Displasia broncopulmonar en prematuros
Categorías
Bebé de 8 meses Blog Bronquitis Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños

Bronquitis crónica en niños y bebés

La bronquitis en niños y bronquiolitis en bebés. ¿Qué es? ¿Porqué unos lo sufren y otros no? ¿Porqué es crónica en algunos niños?

Síntomas de bronquitis en niños y bebés

La bronquitis es la inflamación en los bronquios, que son los canales por los que se reparte el aire en el pulmón cuando respiramos.

Cuando un niño tiene bronquitis, es que algún irritante ha hecho que se tres mecanismos para defenderse:

  1. En torno al bronquio hay una capa de músculo que se contrae, estrechando el paso de aire. Eso evitaría que el irritante entre, pero también dificulta la entrada del aire.
  2. En el interior del bronquio, la mucosa se inflama para intentar aislar al irritante. Pero eso estrecha aún más el paso de aire, empeorando la respiración.
  3. Esta mucosa inflamada produce moco, cuya función es bloquear al irritante y atraparlo para expulsarlo.
  4. Para expulsar ese moco con el irritante y dejar libre el paso de aire, aparece la tos.

El resultado es que el niño tose y tiene que esforzarse para que el aire entre en los pulmones.

Ese esfuerzo se nota sólo con observar al niño:

Respira más rápido,

levanta las alas de la nariz al aspirar,

la piel se hunde entre las costillas cuando coge aire

y mueve la barriga al respirar más de lo normal en él.

Cuando están ya muy mal la piel se pone pálida

y los labios se amoratan.

¿Porqué la bronquitis se hace crónica en algunos niños y bebés?

Generalmente la bronquitis suele repetir.

El niño o bebé que la sufre, es porque tiene unos bronquios más sensibles y en cuanto se irritan responden de forma exagerada.

No es que tenga las defensas bajas. Sino más bien lo contrario. El problema del niño con bronquitis crónica, es que cuando otros sufren un simple resfriado, produciendo algo de moco con estornudos y un poco de tos, él desencadena toda la reacción descrita arriba.

Existe predisposición genética para reaccionar de esta forma crónica. Pero el desencadenante de la primera crisis suele ser una infección por un virus que afecte a los bronquios. Cuanto antes sufre el bebé su primera crisis de bronquitis más fácil es que se vuelva crónica.

Alteración del «Equilibrio Omega»

Una teoría que explica porqué algunos niños tienen tendencia a hacer inflamaciones (en la piel, en la vía respiratoria, en el intestino) más intensas que otros ante los mismos estímulos es un desequilibrio entre las grasas que componen nuestro cuerpo. El origen está en la alimentación.

En nuestro cuerpo hay muchas grasas. Algunas de ellas que sólo podemos obtener de la alimentación, porque no somos capaces de producirlas.

Es lo que llamamos Ácidos grasos esenciales. Los más conocidos son los Omega 3 y 6.

Todas son necesarias, pero hay grasas «buenas y malas»:

Omega 3: Están presentes en las grasas de origen vegetal (chía, onagra, oliva…) y en el pescado azul. Son buenos.

Omega 6: Los hay buenos, procedentes de aceites vegetales (oliva, nuez…) y malos (grasa de la carne y piel de animales).

El exceso de Omega 6 de origen animal frente a Omega 6 vegetales y Omega 3 favorece los procesos inflamatorios (entre los que están las alergias).

Por eso se recomienda reducir el aporte de grasas animales y aumentar los aportes de grasas vegetales o de pescado azul en los niños con tendencia a hacer alergia.

Pero mientras lo conseguimos y en niños en los que lograrlo resulta muy complicado podemos recurrir a suplementos de Omega 3.

Alteración de la Flora

Otro factor clave en la regulación del sistema defensivo es la Flora: Las bacterias que conviven en nuestro cuerpo.

Desde que se descubrieron las bacterias como causantes de enfermedades las hemos visto siempre como los malos de la película. Pero hay muchos tipos de bacterias y la mayoría no sólo no son perjudiciales, sino que nos benefician.

Muchas de ellas conviven con el sistema defensivo sin agredirlo, o incluso produciendo sustancias que tranquilizan a nuestras defensas.

Hay factores que pueden hacer que esa flora sea inadecuada y resulte agresiva, haciendo que el sistema defensivo responda de forma cada vez más exagerada.

Ciertos niños tienen esta flora agresiva y no la amigable por:

– Nacer por cesárea. En lugar de tener como primeros colonos a los gérmenes de la vagina de la madre, que son los buenos, empezó relacionándose con gérmenes hospitalarios (agresivos y muy resistentes).

– Vivir en un ambiente estéril. Nuestra flora es más equilibrada cuanto más variada es. Vivir en un ambiente en el que limpiamos de forma obsesiva reduce la variedad de esa flora dejando que contactemos sólo con los que precisamente son más resistente a nuestra limpieza (los malos), eliminando a todos los demás (los buenazos que puedes eliminar con facilidad).

– Uso de Antibióticos sin reponer flora. Cuando damos un antibiótico a un niño debe estar justificado porque tiene una infección bacteriana. Darlo “ante la duda” no es algo inocuo, porque va a dañar algo tan importante como nuestra flora. En los casos en los que sí es necesario debe darse, pero siempre acompañado de Probióticos que repongan la flora intestinal.

– Alimentación pobre en azúcar y rica en fibra. Para conservar una flora adecuada es fundamental que los gérmenes buenos tengan recursos para alimentarse (fibra) y que no haya un exceso de azúcar que los gérmenes malos usan para crecer y desequilibrar la flora.

Tipos de Bronquitis en niños.

En su forma de evolucionar se pueden distinguir dos tipos de bronquitis en los niños y bebés:

Bronquitis Específica o Inespecífica

  1. En la específica (alérgica) los bronquios reaccionan de forma exagerada sólo ante ciertas estímulos a los que es alérgico: Por ejemplo al polen del olivo, y las crisis de ahogo aparecen en aquella época del año en que está el polen en el aire.
  2. La inespecífica (no alérgica) no es tan selectiva. Cualquier cosa que halla en el aire y pueda ser irritante, altera sus bronquios. Puede tener crisis en cualquier época del año.

Los irritantes bronquiales más frecuentes son las infecciones virales, por lo que los que tienen bronquitis inespecífica suelen sufrir más crisis en invierno, pero otras cosas, como el polvo (días con mucho viento), el tabaco, el cloro de las piscinas o el ozono pueden desencadenar crisis en cualquier momento.

El ozono es un gas que se libera por ejemplo cuando el suelo está muy seco y llueve de repente

Es lo que produce el «olor a lluvia».

Es muy frecuente que acudan niños con bronquitis a urgencias tras las tormentas de verano por esta causa.

¿Cómo evoluciona la bronquitis infantil?

La evolución de ambos tipos de bronquitis es distinta.

La inespecífica (no alérgica) suele aparecer en menores de un año con una primera Bronquiolitis que se debe a una infección viral (el más frecuente es el Virus Respiratorio Sincitial que es más agresivo en España entre Noviembre y Abril).

Los que sufren esta infección quedan con los bronquios más sensibles y desarrollan una bronquitis inespecífica con crisis más frecuentes en invierno.

Suelen mejorar a partir de los 3 años aproximadamente.

A partir de ese momento las crisis son cada vez menos frecuentes y menos intensas y acaban desapareciendo o bien empiezan a tenerlas en Primavera o Verano. Las posibilidades de que acabe haciendo una bronquitis alérgica aumentan si:

  1. La primera bronquitis la sufrió cuando era un bebé de menos de 6 meses.
  2. Tiene dermatitis atópica o alergias alimentarias.
  3. Hay antecedentes de asma alérgica en su familia.

Estos últimos han desarrollado una alergia a pólenes generalmente y tienen crisis sólo cuando aumenta el polen en el aire, más graves en las zonas de interior y menos en las playas.

También los hay que empiezan a tenerlas en ciertas situaciones: cuevas, casas viejas, bibliotecas, playa (alergia a hongos o a los ácaros -insectos microscópicos que crecen en el polvo en habitaciones cerradas con humedad y temperatura constantes-), o por contacto con animales (alergia a epitelios animales) o tras el ejercicio físico (asma de esfuerzo).

Habitualmente al alérgico de interior le va bien irse a la playa y al de playa irse al interior (pero no caserones o cuevas).

La evolución en las bronquitis específicas (alérgicas) es a mejorar conforme se acerca la pubertad hasta que cede en algunos casos.

Aunque la bronquitis es más frecuente en niños que en niñas, al llegar la pubertad es más frecuente que ceda en los niños, y son más las niñas que siguen con la bronquitis tras la pubertad.

En esto puede influir el efecto beneficioso del ejercicio físico sobre la bronquitis (y los niños suelen hacer más ejercicio que las niñas).

Un asmático no debe dejar de hacer ejercicio físico, debe tratarse de forma adecuada para poder tener una vida sin limitaciones.

Si pasa la pubertad y siguen con bronquitis ya suele permanecer de por vida.

Tratamiento de la Bronquitis en niños

El tratamiento de la bronquitis hoy día es una de las cosas más estructuradas que hay en pediatría.

Tratamiento de la Crisis de Bronquitis en niños y bebés.

En la crisis el tratamiento es siempre un Broncodilatador (Terbutalina, salbutamol, formoterol, salmeterol, adrenalina) cuyo efecto es abrir los bronquios en menos de 15-20 minutos.

Todos ellos suelen tener el efecto secundario de acelerar el corazón, poner al niño nervioso (como una moto) y dar temblor en las manos.

Son efectos pasajeros y que en cualquier caso mejor que ahogarse.

Pero son menores o mayores según como se administre.

Se pueden dar en forma de jarabe o inyección, pero por estas vías de administración, la medicación pasa a sangre y produce los efectos secundarios en todo el cuerpo y una parte del medicamento llega a los pulmones que es donde realmente interesa que actúe.

También se puede administrar con aerosoles y de este modo la mayor parte del medicamento llega al pulmón y una mínima parte pasa a sangre con lo que es más efectivo en los pulmones y tiene menos efectos secundarios en el resto del cuerpo.

Por ello en la crisis, siempre que se puede se administra un Broncodilatador en aerosol.

Cuando hay una crisis es porque los bronquios no solo se han contraído sino que además se han inflamado.

Para eso se añade al tratamiento un Corticoide en aerosol.

Su efecto no es inmediato como el broncodilatador sino que empieza a hacer efecto en torno a las 8 horas y se mantiene entre 12 y 24 horas.

Los corticoides tienen mala fama.

Y la tienen porque en sus inicios se usaban mal.

Se daban a dosis altas, durante mucho tiempo y se suspendían de golpe.

Los efectos secundarios que producen son:

Actúa en el cartílago de crecimiento de los huesos haciendo que madure y se transforme en hueso, por lo que si se usan mucho tiempo y a dosis altas cierran estos cartílagos y reducen el crecimiento.

Tenemos unas glándulas , las suprarrenales, que producen corticoides en nuestro cuerpo y entre otras cosas regulan la tensión y el azúcar de la sangre.

Si se dan dosis altas de corticoides mucho tiempo las glándulas suprarrenales se van atrofiando.

Si los retiramos poco a poco se pueden recuperar, pero cuando se suspenden de golpe el cuerpo pasa de tener muchos corticoides en sangre a prácticamente no tener ningunos.

Si esto sucede se producen una bajada brusca de la tensión y del azúcar en sangre que a veces es grave.

Por eso cuando los damos por boca, hay que usarlos a la dosis adecuada, el tiempo justo y retirarlos poco a poco.

Si los damos en aerosol, la mayor concentración se alcanza en el bronquio (donde interesa) y llegará mucha menos cantidad al cartílago de crecimiento y a las glándulas suprarrenales.

Se han hecho estudios en niños con bronquitis crónica que han tomado corticoides en aerosoles durante mucho tiempo (algunos durante años) sin alteraciones en el cartílago de crecimiento ni en suprarrenales.

Sólo cuando no es posible adminístralos en aerosoles (porque el niño no se deja) o si a pesar de estar en tratamiento con broncodilatador y corticoide inhalados, no mejora, se añaden los Corticoides por boca, siempre ajustando bien la dosis, manteniéndolos sólo el tiempo necesario y retirándolos de forma gradual.

Tratamiento preventivo de la bronquitis en niños y bebés

Cuando las crisis de bronquitis son frecuentes y difíciles de controlar en niños, se usan medicaciones de mantenimiento durante la época en que sufre más crisis.

Hay dos tipos:

  1. Los inhibidores de los leucotrienos (montelukast) actúan frenando la reacción inflamatoria en su inicio. Se pueden usar durante meses previniendo las crisis y facilitando su control.
  2. Aerosoles combinados de corticoides a dosis bajas con broncodilatadores de larga duración. Reducen la inflamación crónica de los bronquios y los relaja manteniéndolos abiertos.

Medicamentos no indicados en bronquitis en niños y bebés.

No tiene sentido, por ejemplo, el uso de antibióticos si el niño no tiene fiebre.

Ni los corticoides pinchados en las crisis, porque su efectividad no es mayor que tomado por boca o en aerosol y como hemos dicho alcanza su efecto horas después, y si tiene la crisis el niño se está ahogando ahora y necesita fármacos más rápidos.

Otros medicamentos que no deben usarse generalmente en asmáticos son los mucolíticos y los antitusígenos.

  1. Los mucolíticos son fármacos que hacen que el moco sea más claro, pero aumenta su cantidad. Por lo que si el moco está en el pecho (como pasa en el asma) al aumentar la cantidad de moco, aunque sea más claro dificultará más la respiración.
  2. En cuanto a los antitusígenos, reducen la tos, pero sin tratar la inflamación y la contracción de los bronquios que hay en el asma. Por eso no suelen hacer efecto, porque si el niño dejase de toser el ahogo aumentaría al retener el moco en los bronquios y a la larga ese moco retenido se infectaría produciendo una neumonía.

Controlándose de forma adecuada, hoy en día un niño con asma puede hacer vida normal.

Incluso hay deportistas de élite que son asmáticos.

Y actualmente se usan medicamentos suficientemente conocidos y estructurados para controlar la casi totalidad de los niños asmáticos hasta ese punto sin producir efectos secundarios graves

Forma de administrar los aerosoles a niños con bronquitis

Pueden administrarse con:

  • Sistemas de polvo seco (mayores de 6 años que lo hacen bien).

inhalador polvo seco

 

En menores o no colaboradores:

  • Nebulización. Un compresor al que conectamos una mascarilla en la que colocamos la medicación. El paso de aire hace que la medicación se transforme en una «niebla» que el niño respira con la mascarilla puesta hasta que deja de salir «humillo».

nebulizador pediatrico

 

  • Sprays: Son pequeños dispositivos que al apretarlos expulsan la medicación suspendida en aire a presión. No sirve echar el spray directamente a la boca, hay que usar cámaras de inhalación.

Spray MDI

Las cámaras de inhalación son como una botella de plástico que en uno de sus extremos tiene un orificio en el que encaja el spray, y en el contrario una mascarilla que ponemos al niño.

Al pulsar el spray la medicación queda suspendida en el aire de la cámara y el niño al respirar va aspirando la medicación. Se recomienda seguir aspirando entre medio minuto y un minuto.

Y en los niños que colaboran se recomienda que respiren despacio, reteniendo el aire un par de segundos antes de expulsarlo (para facilitar que la medicación se deposite en el bronquio).

camara de inhalacion

Numero de pulsaciones-aspiraciones

En una crisis suele tratarse con un broncodilatador (Ejemplo: Salbutamol) que abre los bronquios y cuyo efecto se nota a los 15-20 minutos.
Y un corticoide inhalado (Ejemplo: Budesonida) que baja la inflamación del bronquio pero cuyo efecto no se nota.
Yo recomiendo dar la Budesonida / 12 horas hasta que cede la tos y una semana más. Porque la inflamación del bronquio tarda más en desaparecer que la tos.
El Salbutamol, una pulsación si el niño tiene tos o ahogo. Esperamos 20 minutos y si sigue con tos o con ahogo otra pulsación. Y si 20 minutos después de la 2ª el niño sigue con tos o ahogo una tercera pulsación.

Se puede repetir esta pauta a las 2 horas si vuelve la tos y el ahogo.

No se da si no hay tos ni ahogo.

Esta forma de darlo tiene 3 ventajas frente a dar por ejemplo 2 pulsaciones seguidas por norma cada 8 horas:

  1. Hay crisis más intensas que otras, unas puede precisar más medicación y otras menos. Si esperamos a ver el efecto de la dosis mínima y repetimos si no mejora, podemos dar la medicación que precisa en cada momento para mejorar. A veces con 2 pulsaciones seguidas sigue con ahogo. Y a veces con una hubiese sido suficiente y la segunda sólo sirve para ponerlo como una moto.
  2. Cuando damos una pulsación y esperamos 20 minutos, aunque no haya resuelto totalmente el problema habrá abierto algo los bronquios con lo que la segunda pulsación entrará con más facilidad haciendo más efecto y la tercera si es necesaria, aún más.
  3. Si anotamos el número de pulsaciones que han sido necesarias y el horario en que las damos puede ser muy indicativo de la intensidad de las crisis para valorar tratamientos de mantenimiento más o menos intensos.