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100 Cólicos del Lactante resueltos

Os presento un estudio realizado por mí en el que se resolvieron 100 casos de Cólicos del Lactante en 3 años. Sirve como ejemplo de mi forma de trabajar este problema. La clave es entender que no es una sola patología, sino la superposición de varias.

Desde 2010 llevo aplicando un nuevo planteamiento sobre el cólico del lactante que parte de tres premisas:

  1. No hay una entidad única que explique los Cólicos del Lactante.
  2. Pero con un diagnóstico diferencial adecuado debemos poder resolver cualquier Cólico del Lactante identificando sus causas.
  3. Reducir lo más posible el tiempo y las pruebas complementarias necesarias para lograr la mejora de los síntomas y el diagnóstico de las causas.

En primer lugar debemos definir qué entendemos por Cólicos del Lactante:

Deben cumplir todo lo siguiente:
1. Inicio y fin de los síntomas en los primeros 4 meses de vida.
2. Episodios repetidos de llanto inconsolable, referidos por los padres, sin causa aparente y saben ser prevenir ni resolver.
3. Con buena ganancia de peso, sin fiebre ni otros signos de enfermedad evidentes.

Para fines de investigación, debe cumplir los criterios diagnósticos previos y además incluir los dos siguientes:
1. Los padres estiman una duración de llanto de tres o más horas diarias durante tres o más días a la semana.
2. Duración confirmada de 3 horas o más cuando se registra en un diario de la conducta del bebé de 24 horas.

En mi consulta en el Hospital Inmaculada de Granada (España) he atendido, entre 2014 y 2017, 100 casos de bebés que cumplen estos criterios, y que se han resuelto mediante diagnóstico diferencial con intervenciones definidas en función de su causa.

100 casos de Cólicos del Lactante resueltos

Planteamiento teórico:

Los Cólicos del Lactante son una agrupación artificial de casos en los que lo único común es el llanto del bebé y una falta de diagnóstico sobre su causa.

Llevamos años buscando una causa.

Asumo que son muchas las causas, que en cada niño puede haber varias simultáneas y que debemos tener un protocolo de diagnóstico diferencial y tratamiento que nos permita actuar para corregir las causas.

En mi experiencia he encontrado una serie definida de problemas que se repiten una y otra vez en casos catalogados como Cólicos del Lactante y que pueden agruparse en 4 categorías:

  1. Crianza. Prácticas que favorecen la irritabilidad del Lacante por no cubrir adecuadamente sus necesidades en:
    1. Estímulos.
    2. Alimentación.
  2. Flora intestinal que genera una fermentación con gases excesivos.
  3. Alergias / Intolerancias alimentarias:
    1. En los bebés alimentados con Lactancia Artificial, problemas con:
      1. Proteínas de la Leche de Vaca.
      2. Lactosa.
    2. En los alimentados con Leche Materna:
      1. Proteínas de la Leche de Vaca.
      2. Otros alimentos de la dieta Materna.
  4. Trastornos evolutivos. Llamo así a cambios normales en los primeros meses de vida de cualquier bebé, pero que en los Cólico del Lactante han tenido fallos que generan un problema:
    1. Estreñimiento. Por una Pauta incorrecta de alimentación o una digestión inadecuada que da lugar a heces duras.
    2. Pseudoestreñimiento del lactante. Por una falta de coordinación en la relajación del ano para permitir el vaciado intestinal una vez que el esfinter anal ha adquirido fuerza.
    3. Reflujo Ácido: Por un exceso de producción de ácido gástrico.

Estos problemas no sólo pueden coexistir. Lo normal es que lo hagan y que se potencien entre sí.

Vamos a abordarlos uno por uno.

Pauta de Estímulos Inadecuada

Los niños necesitan estímulos para desarrollar su cerebro.

Hay estilos de crianza que limitan claramente estos estímulos:

– Limitando el contacto con los padres.

– Dejando a los niños en una postura constante durante más tiempo del tolerado por el niño.

– Limitando la variedad de estímulos a los que el niño tiene acceso.

Dejar un niño en la cuna sin contacto con sus padres, en una postura que el bebé no puede cambiar y con acceso a unos estímulos escasos y sin variación es normal que genere ansiedad y malestar al bebé.

Hay niños en los que esta necesidad de estímulos es más marcada que en otros. Son los llamados niños de Alta Demanda. Existen y tienen unas características claras:

  • Duermen muy poco durante el día. Si lo hacen es mientras siguen recibiendo estímulos (sobre los padres o en ambientes muy saturados de estímulos como celebraciones o calles bulliciosas).
  • Piden de forma muy intensa lo que necesitan, cediendo el llanto cuando se les proporciona.
  • Para comer manifiestan mucha ansiedad pero pierden el interés enseguida, distraídos con cualquier otro estímulo.

Criterio de Inclusión:

La Clave para incluir esto en el cóctel de causas es que algunas de las crisis de llanto del bebé ceden cuando se le dan estímulos cambiantes.

Recomendación:

Pauta de crianza que aporte al bebé los estímulos que necesita de la forma más llevadera para los padres. La solución que más ayuda es el Porteo.

Pauta de alimentación Inadecuada

Todo niño que se queda con hambre llora mientras tenga fuerzas para hacerlo.

Hay estilos de crianza que limitan el acceso del lactante a la leche:

– Estableciendo horarios rígidos de alimentación.

– Limitando la cantidad que puede tomar en biberón o el tiempo que puede estar al pecho.

– Sustituyendo la leche por infusiones o chupe.

Si como resultado de ellas el bebé tiene una sensación subjetiva de hambre no satisfecha, llorará por hambre.

Pero además, al comer con ansiedad tendremos un aumento de los gases intestinales.

Criterio de Inclusión:

La Clave para incluir esto en el cóctel de causas es que algunas de las crisis de llanto del bebé ceden cuando se le da de comer sin limitación temporal ni de cantidad.

Recomendación:

Pauta de alimentación que aporte al bebé alimento siempre que lo pida, y sin límite de cantidad. 

Si durante el día espacia más las tomas que en la tarde-noche recomiendo despertarle durante el día para ofrecerle de comer con la frecuencia que el bebé pide en su momento de máxima demanda.

Esto es importante especialmente en lactancia materna.

Muchos niños tienen un desajuste entre las horas en las que el pecho produce más leche y las horas en las que el niño pide más alimento.

Esto impide un aumento adecuado de la producción de leche materna para cubrir las necesidades del bebé y que coma con ansiedad cuando menos leche hay.

Mejora si:

– Mantenemos una pauta de iluminación definida en la que haya mucha más luz de día y la mínima posible de noche.

– Despertamos al bebé con más frecuencia para tomar en las horas en las que más leche materna se produce: Mañana, Inicio de la tarde.

Dando más alimento y estímulos durante el día, el bebé llega a las horas críticas del cólico con sus necesidades cubiertas y más sueño.

Flora Intestinal Inadecuada

Cuando un niño nace empieza a ser colonizado por los gérmenes de su entorno.

Hay circunstancias que pueden favorecer la colonización por gérmenes inadecuados:

– Nacimiento por Cesárea.

– Tratamientos antibióticos por Riesgo Infeccioso Neonatal.

– Medio Hospitalario.

– Exceso de Higiene.

Durante los primeros meses de vida esa flora va a ir cambiando constantemente.

Hay momentos en los que puede haber una parte importante de esa flora que:

– Fermente produciendo más gases. Lo que genera dolor abdominal por exceso de presión.

– Produce irritantes que agreden a la mucosa intestinal, produciendo dolor y una motilidad intestinal inadecuada, con la consiguiente retención de gases y heces que genera dolor, de nuevo, por presión excesiva.

Otras patologías implicadas en el Cólico del Lactante y las intervenciones que hacemos para resolverlas (como un cambio de leche) pueden cambiar esa flora dando entrada a gérmenes perjudiciales.

Criterios de Inclusión y Recomendación:

Yo añado el tratamiento con Probióticos en todos los casos del estudio. Concretamente se han tratado con Lactobacilo Reuterii. 

Le sienta mal la leche de vaca

Algunos bebés tienen problemas para digerir la Leche Adaptada de Inicio.

Proteínas de la Leche de Vaca

Criterios de Inclusión:

– Bebés con dermatitis atópica llamativa.

– Vómitos tras las tomas.

– Malestar tras las tomas.

– Dermatitis del pañal frecuente.

Recomendaciones:

La analítica para detectar anticuerpos sólo identifica los casos con Alergia mediada por IgE. Pero no los de Alergia no mediada y los de Intolerancia.

Por tanto la prueba más fiable es la eliminación de la leche de vaca de la dieta.

Si mejor y empeora al reintroducirla mantendremos la leche fuera de la dieta del bebé.

En los casos en los que el vevé toma sólo leche materna debemos eliminar la leche de vaca de la dieta de la madre durante 2 semanas. Suele apreciarse la mejoría entre 3 y 10 días después de la eliminación total.

Si mejora y al reintroducir la leche en la dieta materna hay un empeoramiento claro de los síntomas en menos de 48 horas mantendremos una dieta exenta de leche de vaca en la dieta materna.

Intolerancia a la Lactosa

Criterios de Inclusión:

– Dermatitis del Pañal frecuente.

– Diarrea ácida.

– Malestar tras las tomas.

– Gases abundantes.

Recomendaciones:

En la lactancia materna exclusiva es muy raro que haya síntomas de Intolerancia a la Lactosa. Se puede producir en algunos casos en los que no se permite al bebé vaciar un pecho antes de pasar al siguiente. La única medida en los que toman pecho es por tanto que se permita al bebé tomar el pecho sin cambiarlo hasta que no muestre rechazo por él.

En lactancia artificial probaremos a sustituir la leche de inicio normal por una fórmula sin lactosa. Si hay una mejora clara en 2-5 días. Reintroducimos la leche con lactosa y si empeora claramente, mantendremos la Fórmula Sin Lactosa.

Estreñimiento

Criterios de Inclusión:

Entendemos por estreñimiento hacer las heces duras y con dolor. 

El estreñimiento real puede generar dolor al intentar defecar y dolor abdominal por retención de heces y gases.

Suele ser un dolor que aumenta a lo largo del día de forma intermitente, llegando a su máximo en la tarde-noche o durante la defecación.

Mejora tras hacer caca, una vez calmado el dolor de expulsión.

Recomendaciones:

Es algo casi inexistente en lactancia materna.

En lactancia artificial podemos recurrir a Fórmulas Antiestreñimiento. Puntualmente puede ayudarse a defecar con Sonda Rectal lubricada.

Pseudoestreñimiento del Lactante

En las primeras semanas de vida el tono del esfinter anal voluntario va aumentando hasta ser capaz de retener completamente las heces si no se relaja.

El bebé pasa así de hacer deposiciones casi con cada toma, a hacerlas sólo cuando relaja el ano.

Si no lo hace con frecuencia puede generar dolor por distensión abdominal al dificultar la eliminación de heces y gases.

Criterios de Inclusión:

Dificultad para expulsar las heces, pese a que cuando salen no son duras.

– Es un fallo de coordinación entre el movimiento intestinal y la relajación del ano.

– Acaba superándose en cuestión de días o semanas, cuando el bebé aprende a coordinar la relajación anal con el movimiento intestinal.

– Aprieta intentando hacer caca tras cada toma. Los pujos son cada vez más intensos y dolorosos conforme acumula tomas sin evacuar.

Recomendaciones:

  • En las crisis de llanto inconsolable en las que intenta hacer caca sin poder: Estimulación con Sonda Rectal Lubricada.
  • Si pasa días sin hacer deposiciones pero no hay crisis de llanto inconsolable ni distensión abdominal: NO hacer nada. Se trata de Pseudoestreñimiento por Absorción Completa. Algo muy frecuente en Lactancia Materna.

Reflujo Ácido

Criterios de Inclusión:

En las primeras semanas de vida va aumentando la producción de ácido del estómago.

El bebé pasa de echar bocanadas de leche blanca-amarillenta a echar bocanadas de leche cortada. Con líquido transparente y grumos blancos.

Las bocanadas van aumentando en volumen conforme el bebé toma cada vez cantidades mayores y se mueve más. Pero mientras no haya dolor y gane peso, las bocanadas no son un problema.

Si la producción de ácido es excesiva, aparece pirosis. Lo que notaremos será una interrupción de la toma con llanto intenso de dolor arqueándose hacia atrás. Seguido de varios intentos de volver a tomar, ya que sigue con hambre. Pero en cada nuevo intento el bebé vuelve a llorar.

Otros síntomas que suelen acompañar en el Reflujo Ácido son:

  • Lengua saburral blanca, marrón o verdosa. Se produce por efecto del ácido sobre la zona dorsal posterior de la lengua.
  • Un aumento del Hipo. Se hace más frecuente y persistente.
  • Mucosidad en la garganta por irritación de la mucosa faríngea, con una tos irritativa en aumento.
  • Aliento ácido.
  • Muecas de asco frecuentes.
  • Despertares frecuentes con llanto cuando está tumbado.
  • Las crisis mejoran con el niño en vertical.

Importancia del tratamiento del reflujo ácido:

Además del dolor que sufre el niño, que ya es motivo suficiente para tratarlo, un reflujo no tratado puede dar lugar a una mala relación con la comida y el sueño que puede persistir durante años.

Recomendaciones:

Podemos tratar el reflujo ácido con:

  1. Medidas posturales:
    1. Colchón antireflujo.
    2. Porteo.
    3. Tomas en posturas más verticales.
  2. Antiácidos:
    1. En este estudio se usó el Omeprazol. Se evidenció una mejora clara de los síntomas entre 3 y 5 días después del inicio del tratamiento.
    2. Tras 2 semanas sin síntomas se baja paulatinamente la dosis para averiguar la dosis mínima efectiva. Este proceso se repite cada 2 semanas hasta llegar a suprimir el tratamiento. Haciéndolo así evitamos la anemia y el raquitismo que una dosis innecesaria de antiácido pueden ocasionar.
  3. Evitar agravantes: La mayoría de los niños con Reflujo Ácido empeoran cuando toman Vitamina D, por lo que recomiendo suprimirla en estos casos. Y muchos casos tienen una recaída evidente cuando se vacunan contra el Rotavirus, por lo que en niños con Reflujo intenso recomiendo no poner esta vacuna.
  4. Alergia en la base: No es raro ver Reflujos persistentes en los que hay como base una alergia a las proteínas de la leche de vaca. Debemos considerarla cuando no acaban de mejorar con el tratamiento del reflujo o este se prolonga.

Como decía anteriormente es frecuente que muchos niños presente simultáneamente diversos problemas con llanto que ceden cuando se tratan todas las causas implicadas de forma simultánea.

Desde que aplico este protocolo realmente no he visto un sólo caso de Cólico del Lactante detrás del cual no haya uno o varios problemas identificables y tratables.

En mi opinión el diagnóstico de Cólico del Lactante debe ser suprimido de las Guías Clínicas de Pediatría y sustituido por un proceso de Diagnóstico Diferencial.

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Maduración del Sistema Defensivo Infantil

Detrás de muchas infecciones que se cronifican hay un sistema defensivo Hiperreactivo

Si te preocupa el sistema defensivo de tu hijo esta reflexión puede ayudarte a entender si realmente algo va mal y cómo actuar para mejorarlo.

Cuando hablamos de defensas en los niños solemos pensar en las infecciones, en lo recurrentes que son y lo desesperantes que pueden resultar, especialmente entre el año y los 3 años.

Muchos padres durante este periodo ven cómo su hijo no pasa dos semanas sin una nueva infección. Lo que es un desafío para la organización familiar en no pocos casos. Pero además causa preocupación, porque nos da la impresión de que es el nuestro el único que está pasando por eso.

Surgen dudas que podrían resumirse en “¿tiene las defensas bajas”. Y en “¿hay algo que pueda hacer para subir sus defensas?”.

Te propongo una visión diferente.

Maduración del Sistema Defensivo Infantil

El sistema defensivo es una de las piezas clave de nuestra salud. Y como otros muchos elementos del organismo debe madurar hasta estar preparado para cumplir de forma adecuada su función.

Básicamente su trabajo es mantener el orden en el organismo:

  1. Conteniendo a los gérmenes para que no generen daño. Lo cuál no siempre implica destruirlos. Son millones de gérmenes los que conviven en el organismo con nosotros, incluso en zonas que considerábamos estériles, donde cada vez entendemos mejor que están cumpliendo funciones importantes para nuestra salud.
  2. Impidiendo que un tipo de células crezca donde no debe. Constantemente se generan tumores en nuestro cuerpo, pero el sistema defensivo localiza y destruye la gran mayoría de ellos.

Para cumplir esta función los primeros años son claves, porque en ellos se produce una modulación y aprendizaje del sistema defensivo que le permiten realizar bien su trabajo el resto de nuestra vida.

En algunos casos el resultado no es bueno:

  1. Inmunodeficiencias genéticas. Hay personas que nacen con unos genes que pueden producir un mal funcionamiento del sistema defensivo. Cuando falta alguna de las piezas clave para que cumpla su función. Un ejemplo de esto son los defectos del Complemento (unas moléculas que el sistema defensivo usa para destruir gérmenes agresivos).
  2. Inmunodeficiencias por malnutrición. En los casos en los que la genética está bien, puede fallar un aporte insuficiente de algunos nutrientes imprescindibles para el correcto funcionamiento del sistema defensivo, como Hierro, Vitamina C…. Este fue un problema muy extendido en la historia humana. La malnutrición era casi la norma. Por eso cuando vemos que el sistema defensivo de un niño parece no funcionar bien pensamos inmediatamente en darle algún complemento nutricional para subir las defensas.

Cuando un niño tiene inmunodeficiencia, sea genética o por malnutrición se manifiesta como una tendencia clara a complicar las infecciones, necesitando con frecuencia el uso de Antibióticos Intravenosos.

Si un niño necesita ser ingresado con frecuencia en el Hospital para que le administren estos Antibióticos es porque su sistema defensivo ha fracasado en su función principal.

Esto, por suerte, es algo excepcional.

La gran mayoría de los niños que vemos en las consultas de Pediatría en la actualidad no son así. Sino todo lo contrario. Son niños en los que el ajuste del Sistema Defensivo no está fallando por defecto, sino por exceso. Niños que más que Antibióticos consumen de forma repetida corticoides y antihistamínicos. Medicamentos que no ayudan a defenderse contra las infecciones, sino a reducir una respuesta del Sistema Defensivo excesiva frente a esas infecciones.

Cuando esto ocurre, las infecciones normales que cualquier niño sano elimina en cuestión de un par de días pueden cronificarse, tardando semanas en resolverse o entrando en un estado de “siempre malo” en el que cuesta diferenciar cuándo acabó la penúltima infección y ha empezado la última.

Niños que siempre están con mocos y tos, con fiebres intermitentes que no acaban de desaparecer, con bronquitis, otitis, amigdalitis, laringitis constantes. Con diarreas intermitentes y malestar abdominal poco definido pero prolongado.

Llega un momento que el sistema defensivo está tan alterado que acaba respondiendo de forma inadecuada incluso a cosas no agresivas, con manifestaciones alérgicas como dermatitis atópica, alergias alimentarias, a pólenes, ácaros….

Cada vez es más frecuente todo esto, que agrupamos en el nombre de Hiperreactividad.

Al final del camino llega a una situación de tal confusión que puede atacar incluso al propio cuerpo generando Auntoinmunidad: Reacciones en las que el sistema defensivo ataca al propio cuerpo.

Cuando esta modulación ha fracasado generando Alergias y Autoinmunidad, es tal el consumo erróneo de recursos, que empieza a fracasar en la que era su función real. Aparecen infecciones oportunistas y muchos tumores no son detectados y eliminados.

Causas y soluciones de la Hiperreactividad

En este artículo no voy a entrar a fondo, porque quiero hacerlo en otros específicos de cada tema, pero sí voy a hacer una reflexión:

Estamos poniendo parches.

Cada vez que diagnosticamos una alergias y tratamos los síntomas o evitamos al alergeno, pero sin intentar normalizar la Regulación del Sistema Denfensivo, estamos poniendo un parche.

Lo normal es que tras ese problema aparezca otro, y otro, y otro….

En algunos pacientes no hacemos sino vigilar al paciente para ver cuál será la próxima alergia, la próxima reacción Autoinmune, el próximo brote de dermatitis.

Cuando lo que deberíamos hacer ante cualquiera de esas manifestaciones es plantearnos qué está fallando para que la Regulación Inmunológica esté generando estos problemas en serie. Y actuar aliviando los síntomas del problema de turno, pero con una estrategia de fondo que lleve a normalizar el funcionamiento del Sistema Inmunológico.

Apuntaré algunos de los elementos sobre los que podemos actuar para lograr este objetivo:

Nutrición inadecuada. Un exceso de Omega 6 y 9 de origen animal o una carencia de Omega 3 puede generar una mayor tendencia a la inflamación en los tejidos. También una dieta rica en azúcar y pobre en fibra puede ser negativa por favorecer el desarrollo de una flora alterada.

Flora alterada. En el intestino está el 70% de nuestro sistema defensivo. Tener una flora que lo excita constantemente puede generar hiperreactividad. Tener por el contrario una más amigable que no ataca y genera sustancias que calman al sistema defensivo puede reducir la hiperreactividad. Es importante favorecer que la flora intestinal del niño tenga la mayor variedad posible y evitar el uso de antibióticos cuando no sean necesarios, ya que pueden generar desequilibrios importantes que pueden llevar a una flora agresiva. Los gérmenes amigables se alimentan de fibra, los agresivos aprovechan para crecer y desplazarlos cuando hay un exceso de azúcares libres y falta de fibra en la dieta.

– Exposición solar. Una agresión solar que genere quemaduras puede ser perjudicial, pero una falta de exposición solar también es mala, ya que la radiación solar tiene un efecto inmunomodulador fundamental. Deberíamos exponer a los niños al sol tanto como sea posible sin que se quemen.

– Exposición a alergenos pobre. Un exceso de higiene o un entorno demasiado artificial hace que sustancias naturales sean algo extraño contra lo que puede acabar reaccionándose si los contactos son muy esporádicos y coinciden por casualidad con un daño. Exponer de forma regular a los alergenos cuando no hay daño asociado es la mejor forma de generar tolerancia y evitar alergias. Una vez generada la alergia, se puede llegar a eliminar con estrategias de tolerancia progresiva.

Medicación específica. En estos niños vamos a usar mucho antihistamínicos y corticoides para modular la respuesta del sistema defensivo. Pero hay medicamentos que van más allá del alivio de un síntoma y pueden modular al sistema defensivo en su conjunto. Algunos como los inhibidores de leucotrienos pueden ser muy útiles como tratamiento de fondo.

En cada niño, dependiendo de sus antecedentes, de sus síntomas y de sus condiciones de vida tendremos que diseñar una estrategia adecuada. Pero esto es posible, consiguiéndose especialmente en los primeros años de vida normalizar el funcionamiento del Sistema Defensivo. Lo que puede hacer que acabe siendo un Aliado en la salud futura del niño, y no un generador constante de problemas el resto de su vida.

No nos perdamos en una sucesión interminable de síntomas y abordemos el problema de fondo: La maduración adecuada del Sistema Defensivo.

 

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Frutos Secos en la Alimentación del Bebé: Cómo y cuándo introducirlos

 Frutos secos en alimentación infantil, cuándo y cómo para evitar alergia y atragantamiento

Frutos Secos: la primera causa de muerte por atragantamiento en niños y causa frecuente de alergia. ¿Cómo introducirlos para reducir ambos riesgos?

Los frutos secos suelen aparecer al final de la “lista clásica” cuando hablamos de introducción de alimentación complementaria.

Les tenemos respeto porque son:

  1. La primera causa de muerte por atragantamiento en niños.
  2. Uno de los grupos de alimentos que con más frecuencia producen alergias alimentarias.

Para reducir el riesgo de que aparezcan ambos problemas durante mucho tiempo se ha recomendado retrasar su introducción cuanto sea posible. Yo mismo decía «no le des frutos secos a tu hijo mientras te acuerdes de la última vez que se atragantó».

El problema surge porque está cada vez más claro que introducir tarde los frutos secos puede duplicar las posibilidades de que un niño acabe desarrollando sensibilidad a ellos. No es algo exclusivo de los frutos secos. Como explico en otro artículo, introducir tarde los alimentos favorece que aparezcan alergias alimentarias.

Para conjugar ambos problemas, lo que recomiendo desde hace un tiempo es:

Evita los frutos secos, SECOS.

Pero puedes dárselos Triturados y Humedecidos.

Te explico el porqué.

El peligro de atragantamiento en los frutos secos es porque no se deshacen cuando lo pones en un ambiente húmedo. Lo que hace es hincharse pudiendo aumentar su tamaño por 5.

Imagina el proceso:

Un niño está comiendo por ejemplo cacahuetes mientras juega por ahí.

Se cae.

Cualquiera al caer hace una aspiración. Como cuando te asustas por cualquier otro motivo.

Si tienen trocitos de cacahuete masticados en su boca y algunos son arrastrados a los bronquios por esa aspiración, se depositan ahí.

La diferencia con cualquier otra cosa que pueda llegar al bronquio es que los frutos secos, en el ambiente húmedo del bronquio, empiezan a absorber humedad y se hinchan.

El resultado es un tapón que bloquea al bronquio y que al hincharse se queda atascado ahí sin posibilidad de ser expulsado con el moco o la tos.

Las posibilidades de que esto ocurra dependen mucho de cada niño. Hay niños que casi nunca se atragantan con menos de 2 años y otros que lo hacen con facilidad con más de 4-5 años.

Para evitar el atragantamiento lo mejor sería que no tomasen frutos secos hasta esa edad. Pero….

El riesgo de alergia aumenta si no toman los frutos secos en los primeros 12 meses

Hay estudios que demuestran que lo niños que toman pronto los frutos secos tienen la mitad de posibilidades de desarrollar alergia a ellos que quienes los toman tarde.

La razón es que en los primeros meses de vida los niños casi no tienen infecciones porque cuentan con las defensas que su madre le pasó a través de la placenta. Conforme pierde esas defensas de la madre empiezan a tener infecciones cada vez con más frecuencia y entre el año y los 3 años pillan todo lo que se cruce en su camino.

Una alergia no es más que una confusión del sistema defensivo en la que el sistema defensivo se había activado por una infección y buscando al culpable se encuentra por primera vez algo que no conoce (un alimento nuevo que pasaba por allí). Le echa la culpa y a partir de ese momento, cada vez que lo detecta lo ataca. Las posibilidades de que se produzca esa coincidencia de tomar el fruto seco las primeras veces y coincida con un sistema defensivo activado por infecciones aumenta claramente entre el año y los 3 años, cuando no paran de pillar de todo.

Desde el punto de vista de la alergia lo recomendable sería que tomen frutos secos de forma habitual antes del año de vida.

La respuesta para encajar ambos problemas

Si en la masa de repostería añades frutos secos picados, estos van a humedecerse y a cocer con la masa. Ejemplos en España: Mazapán, Torta de Santiago…

Si haces una salsa en la que uses frutos secos picados, van a cocinarse humedeciéndose. Ejemplo: Salsa de ajillo. En mi tierra se hace con Pimiento rojo seco, pan frito picado, almendras fritas picadas, ajo crudo y vinagre. Todo esto picado se añade a una carne frita y se deja cocer un rato hasta que la carne se impregna bien del sabor de la salsa.

De este modo, antes de tomarlos, los frutos secos han dejado de ser «secos». Lo que impide que se hinchen en los bronquios si son aspirados. Un atragantamiento con frutos secos picados y humedecidos es como atragantarse con cualquier otra cosa. 

Pero en esta forma puede darse a niños menores de un año, desde que iniciamos la alimentación complementaria sin limitación, y hacerlo reduce el riesgo de alergia a los frutos secos.

Pero no le des frutos secos si tiene diarrea, vómitos, fiebre o vas a vacunarlo. Porque son situaciones en las que se activa el sistema defensivo y puede generar la lergia.

Por tanto, la mejor opción para evitar atragantamiento y alergia por frutos secos es ofrecérselos picados y humedecidos en salsas, masas de repostería…

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¿Qué puedo hacer si mi bebé echa muchas bocanadas? ?

Qué hacer si tu bebé echa bocanadas.

Prácticamente todos los bebés echan bocanadas. En la mayoría de los casos no son nada serio. Pero te explico las causas más habituales y qué hacer cuando ocurren.

En la etapa en la que el bebé toma sólo leche, la expulsión de esa leche es algo muy, muy habitual. No lo hacen el 100% a diario, pero casi.

Bocanadas normales en el bebé

Cuando esto ocurre la causa más frecuente es simple. El estómago del bebé no tiene un cierre efectivo en su parte superior. Es como una bolsa de agua caliente sin tapón. Si la llenas de leche y presionas, rebosa.

A veces la presión la hace el propio bebé al moverse apretando la barriga o moviendo las piernas… Otras veces lo hacemos nosotros al cambiarle de postura. Pero no te preocupes, es algo muy normal y no le has hecho ningún daño.

Muchos piensan que conforme crece irá echando menos. Pero lo normal es lo contrario. Cuanto más crece, más come y más se mueve. Y si esto ocurre las bocanadas suelen ir a más.

Mejoran sin hacer nada cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos, más fáciles de retener y se acaba formando un pliegue en la salida superior de sus estómago que actúa como válvula (el cardias).

Si nos preocupan y queremos que haya menos bocanadas la solución no es espaciar las tomas. Cuanto más las separemos mayor cantidad tomará en cada toma, y si llenas mucho el estómago hay más bocanadas. Lo que te recomiendo es precisamente lo contrario: Dale con más frecuencia. Al hacerlo el bebé irá tomando cantidades menores que caben mejor en su estómago y las bocanadas se reducirán.

La duda más frecuente es ¿Lo ha echado todo con la bocanada?

Si esto nos preocupa es en parte porque pensamos que si echa la leche no va a alimentarse bien. Pero es que con las bocanadas se echa sólo una parte. Son muchas las familias que me dicen que ellos creen que no le ha quedado nada dentro.

Hay una forma fácil de saberlo: ¿Gana peso? ¿Llora por hambre?

Si gana peso y cuando llora le damos de comer y se calma aunque eche, está quedando suficiente en su interior para alimentarle.

Si las bocanadas se acompañan de un llanto inconsolable o de pérdida de peso, entonces hay que buscar la causa, porque hablamos de otra cosa…

Cuando el bebé echa Leche y Sí es un Problema (algo más que bocanadas)

Si la expulsión se acompaña de llanto o malestar evidente en el bebé o el peso va ma hay que descartar varios problemas:

  1. Gastroenteritis. Cualquiera puede sufrir una infección que afecte al tubo digestivo. No son muy frecuentes en los primeros meses de vida porque el bebé cuenta con los anticuerpos de su madre en su sangre y es inmune a todas las infecciones que ella haya superado en su vida. Pero a veces algún virus nuevo se presenta y desarrolla una gastroenteritis. Suelen presentar algo de moco, fiebre y empiezan con vómitos. En alguna ocasión después viene la diarrea y otras no. Lo más característico de la infección es la fiebre. Siempre que la hay debemos pensar en infección. El tratamiento en bebés suele ser dar un probiótico, fraccionar las tomas de leche, dándole cantidades más pequeñas más veces y tratando la fiebre si sube con antitérmicos. Si los vómitos son frecuentes puede darse un medicamento para cortarlos y en los casos más intensos puede necesitar un suero para rehidratarlo.
  2. Infección de Orina. Otra infección que puede acompañarse de vómitos con facilidad es la de Orina. Debemos pensar en ella cuando un bebé está irritable, con fiebre, orina que huele más fuerte o más oscura y rechazo del alimento con vómito fácil. La forma de saber si hay infección de orina es analizar la orina y si se confirma infección daremos tratamiento con antibióticos.
  3. Algunas Infecciones Respiratorias. En Catarros, Bronquitis y otras infecciones en las que hay mucho moco, algunos bebés tienen facilidad para vomitar con la tos. Los vómitos suelen mejorar al tratar la mucosidad.
  4. Alergias alimentarias. Cuando un bebé toma algo en la leche que no tolera puede vomitar tras tomarla. El vómito no se diferencia de la bocanada por la cantidad o la fuerza con que expulsa, sino porque antes de echar está molesto y cuando echa la cara se pone pálida y sudorosa. Si no tiene fiebre, en lugar de pensar en infecciones (aunque las puede haber sin fiebre) solemos pensar en alergias. La más frecuente en la leche es a las proteínas de la leche de vaca. Cuando toma biberón suele mejorar al cambiar la leche adaptada normal por una hidrolizada. Y si toma pecho hay casos en los que el problema es uno de los alimentos que toma la madre y pasa a través del pecho.
  5. Estenosis Hipertrófica de Píloro. Mucho menos frecuente que los casos anteriores, pero se ve a veces. Es un problema más frecuente en bebés varones y consiste en que el cierre inferior del estómago (píloro) tiene tanta fuerza que impide que el contenido del estómago pase al intestino. Lo que vemos es que de repente un niño que comía perfectamente echando alguna bocanada, sigue queriendo comer, pero al poco de acabar expulsa cada vez más cantidad de leche hasta que llega el momento que lo hace en todas las tomas y el peso empieza a bajar. Puede diagnosticarse mediante una Ecografía.

Como siempre la información general orienta, pero en muchos casos hay que hacer una valoración más individualizada para ver la causa y la solución.

Recuerda que puedes consultar a tu pediatra y que yo estoy a tu disposición Online.

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Tipos de Leche Adaptada para bebés y cuándo se usan

Cuál es la mejor leche artificial o adaptada para mi bebé?

Hay muchos tipos de leche artificial o adaptada para bebés. Cada una de esas leches tiene una indicación y puede resultarte muy confuso. Intento aclarártelo.

La mejor leche que puede tomar un bebé es la de su madre.

Pero hay casos en los que esto no es posible. Nadie mejor que su familia (con la ayuda de los profesionales en los que confíe), según sus circunstancias puede tomar esta decisión.

En aquellos casos en los que el bebé toma leche artificial o adaptada, una de las dudas más frecuentes es cuál. No me refiero a marcas. Sino a que cada día tenemos más tipos diferentes de leche adaptada. Y puede resultar muy confuso. Por supuesto puedes consultarlo con tu profesional de confianza, pero sé que muchos preferís entender por vosotros mismos las razones por las que como profesionales hacemos unas recomendaciones u otras.

Niño normal: Leche normal

Todas las marcas de leche infantil tienen una línea básica con 2-3 variantes que responden a la edad del bebé:

  1. Leche de Inicio o Leche 1. Es la recomendada en niños normales que han nacido tras un embarazo completo que acaba por encima de las 38 semanas de gestación. Y cubre las necesidades del bebé hasta los 6 meses.
  2. Leche de Continuación o Leche 2. El la diseñada para alimentar a bebés entre los 6 meses y los 12 meses.
  3. Leche 3. Hay marcas que la tienen y otras que no. Se hace para bebés por encima del año de vida hasta los 2-3 años.

La recomendación oficial es que un bebé sano que tome leche adaptada debe tomar la “1” desde el nacimiento hasta los 6 meses, la “2” de los 6 a los 12 meses, y la “3” puede usarse hasta que pase a tomar leche entera. Lo que puede hacerse a partir de los 12 meses.

Como en todo, las fechas exactas son siempre orientativas y depende de las características de cada bebé.

Otros tipos de leche adaptada para situaciones especiales

Voy a centrarme en los principales tipos de leche especial, en qué se diferencian y cuándo suelen recomendarse:

  • Leche para Prematuros.
  • Leche antiestreñimiento.
  • Leche anticólico.
  • Leche antireflujo.
  • Leche sin lactosa.
  • Leche hidrolizada.
  • Leche vegetal.

Leche Adaptada para Prematuros

Es la que se recomienda para bebés que nacen antes de las 38 semanas de embarazo y hasta que superan los 3.000 g de peso.

Están diseñadas para ser mejor digeridas por un intestino inmaduro y cubrir el aporte de nutrientes que el bebé recibiría dentro de su madre en la fase final del embarazo.

Leche Adaptada Antiestreñimiento

Recomendable cuando el bebé hace caca dura y con dolor. No sirven en los casos de Pseudoestreñimiento del Lactante en los que no hace caca todos los días, pero la caca es blanda.

Modifican la composición de la leche para favorecer el movimiento del intestino y que la caca sea blanda.

Leche Adaptada Anticólico

Mi planteamiento sobre el cólico del lactante es que no existe. Se tiende a diagnosticar como cólico todo llanto de un lactante en el que no sabemos identificar su causa. Cada vez se van identificando más posibles causas entre las que algunas son atribuibles a una mala tolerancia de la leche (intolerancia leve a lactosa, alergia leve a proteínas de la leche de vaca, alteración de la flora intestinal). Las leches para Cólicos tienen menor cantidad de lactosa, proteínas más pequeñas, probióticos y prebióticos. Pueden ayudar a veces. Pero lo importante de verdad es hacer un diagnóstico previo. Porque el cólico sólo desaparece si tratamos todas sus causas. Y es posible hacerlo.

Leche Adaptada Antireflujo

Son leches que se espesan al llegar al estómago reduciendo la regurgitación, las bocanadas.

Pero si un niño tiene Reflujo Ácido no son suficiente. El tratamiento de elección en el reflujo ácido es un antiácido.

Que un bebé eche bocanadas no es problema si no hay dolor y gana peso y no tiene un problema que le haga tener más tendencia al atragantamiento. Sí pueden ayudar si no gana peso por un exceso de expulsión o tiene problemas de atragantamiento especiales.

En algunos bebés pueden generar estreñimiento. Conviene tenerlo en cuenta.

Leche Adaptada Sin Lactosa

Algunos bebés no son capaces de digerir el Azúcar de la leche (intolerancia a la lactosa). Esto puede ser algo transitorio o permanente.

Cuando no digerimos la lactosa alimenta a gérmenes en exceso en nuestro intestino, lo que aumenta los gases y permite a veces el desarrollo de algunos que no deberían estar ahí y pueden ser agresivos. Pueden aparecer molestias con diarrea, caca ácida, maloliente, con muchos gases y que irrita la piel alrededor del ano al salir. Mejoran habitualmente en cuestión de pocos días al cambiar la leche por una sin lactosa.

Leche Adaptada Hidrolizada

También hay bebés cuyo problema es una alergia (se defiende contra) o intolerancia (no puede digerir) a las Proteínas de la Leche de Vaca. 

Cuando esto ocurre suele aparecer malestar, con dolor de barriga, a veces dermatitis y vómitos.

La solución es evitar la presencia de estas proteínas de la leche de vaca en la fórmula. Puede hacerse rompiéndolas tanto que sean digeribles e irreconocibles por el sistema defensivo, o haciendo la leche a partir de una composición que no incluya la leche de vaca.

La mayoría de las leches adaptadas se hacen modificando la leche de vaca. Pero pueden hacerse también a partir de otras leches animales como la de cabra o partiendo de componentes vegetales.

Las Leches Vegetales

No es lo mismo hablar de leches vegetales (para adultos) y de Leches Adaptadas Vegetales.

La leche de coco, avena, arroz, soja… son en realidad jugos de esos vegetales que llamamos leche por su riqueza en calcio, pero que poco más tienen en común con la leche que especialmente los niños necesitan durante los primeros años de vida.

Una Leche Adaptada Vegetal es una leche que busca imitar la composición de la leche materna, pero partiendo de compuestos vegetales y no desde leche animal.

Son útiles en niños que presentan alergias muy intensas a las proteínas de las leches animales.

Suelen tener mejor sabor que las leches hidrolizadas y por eso se usan con frecuencia en las alergias a proteínas de la leche de vaca.

Suelen hacerse de soja (no recomendada antes de los 6 meses) o de arroz (yo la prefiero).

 

Hay otras muchas variedades de leche. Pero creo que no resultaría útil extender tanto esto que os perdáis aún más.

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Alergias Modernas

Alergias. El precio por una sobreprotección de nuestros hijos.

Las enfermedades originadas por un funcionamiento incorrecto de nuestro sistema defensivo son cada vez más frecuentes. Hablemos del porqué y entenderemos qué medidas tienen sentido para reducir y a veces resolver esos problemas.

Nos referimos a enfermedades como:

  1. Alergias.

  2. Enfermedades autoinmunes.

  3. Cáncer.

Podríamos considerarlas las epidemias de nuestro tiempo.

La principal diferencia con las epidemias clásicas es que no se transmiten por gérmenes, sino por unos cambios en nuestras condiciones de vida, que en muchos casos buscaban acabar con esas epidemias infecciosas de épocas anteriores, y han alterado el funcionamiento del sistema inmunitario.

El ser humano ha cambiado mucho su forma de vida en muy poco tiempo.

Algunos de los problemas de salud más importantes en la actualidad son causados porque esos cambios han sido demasiado rápidos, en comparación con el ritmo de adaptación de nuestra biología.

Hoy vamos a hablar de los cambios que afectan al sistema inmunitario y de las enfermedades relacionadas con él, que son cada vez más frecuentes.

Nuestro sistema defensivo es casi idéntico al de cualquier primate. Lleva funcionando sin grandes cambios desde hace cientos de miles de años.

Pero en pocos milenios hemos pasado de ser:

Nómadas a Agricultores Sedentarios. Esto ha significado por ejemplo que la eliminación de deshechos se convierte en un problema. Problema que aumentó al pasar de:

Agricultores Sedentarios a Urbanos. Lo que implica que al aumentar la concentración de seres humanos las infecciones se propagan con más facilidad. Tanto por el contacto directo con un número mayor de seres humanos, como porque los deshechos (orina, heces) son también vías de contagio. Más aún cuando las ciudades empezaron a proliferar y se empezaron a relacionar de forma regular mediante comercio. Un paso más en la modificación del entorno llegó con:

La Industrialización. Una mayor concentración de personas y con una contaminación del entorno con humos, metales y otros productos químicos tóxicos. Muchos de ellos capaces de irritar al sistema defensivo o de alterar su funcionamiento.

Todos estos cambios favorecieron un aumento de la población que hubiese sido imposible si el ser humano hubiese seguido con su forma de vida nómada.

Pero todos y cada uno de esos pasos han tenido costes para la salud del ser humano. El balance global puede considerarse positivo si tenemos en cuenta el número de habitantes y la esperanza de vida actual. Pero sin duda muchos de los problemas de salud de sufrimos en la actualidad son herencia de cambios a los que aún no nos hemos adaptado biológicamente ni en nuestros hábitos de vida.

Lo que en cada época se ha considerado como hábitos saludables ha ido evolucionando:

Sedentarismo: 

Establecerse como agricultor en un suelo fértil, cercano a una fuente de agua estable, fue sin duda un paso para reducir la actividad que un nómada tenía que realizar buscando recursos. Poco a poco, cuando la sociedad fue haciéndose más compleja y aparecieron las clases sociales, se llega a considerar una vida acomodada aquella que permite reducir al mínimo la actividad física. En la actualidad la actividad física que realizamos es claramente insuficiente para mantener nuestra salud. 

Higiene:

Cuando el nómada se asentó en una zona concreta y se hizo agricultor hubo cambios significativos:

  • Acceso al agua: El acceso a una fuente de agua estable era una de las condiciones buscadas por el agricultor. Este acceso al agua mejoraba la posibilidad de limpiarse a si mismo y a su entorno.
  • Acumulación de residuos: Pero vivir de forma permanente en un sitio genera un problema que no tenía el nómada, especialmente cuando fue aumentando la concentración de personas: Que esas personas generan excrementos y basura. Y que en esos residuos hay gérmenes que son muy raros en la naturaleza y transmiten enfermedades infecciosas con facilidad.
  • Empeora con la concentración urbana: Suministrar agua suficiente y eliminar los residuos sigue siendo uno de los principales problemas de cualquier ciudad. La falta de cantidad o calidad del agua y la eliminación inadecuada de residuos es una de las diferencias fundamentales entre los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.
  • Aparecen los Antisépticos y Antibióticos: Con el descubrimiento de que muchas enfermedades eran generadas por gérmenes y que había productos como los antisépticos, los detergentes y los antibióticos para combatirlos, hubo un cambio importantísimo. Ha sido uno de los responsables más significativos de la disminución de la mortalidad. Especialmente en la infantil.
  • Pero ha supuesto un empobrecimiento de nuestra flora bacteriana: Nuestro sistema defensivo vive en una relación constante con los gérmenes con los que convivimos. Entre ellos hay muchos que no son perjudiciales, sino inclusos beneficiosos. Todos los cambios de nuestros hábitos de vida han influido de forma clara en esa relación. En muchos casos hemos perdido a colaboradores importantes junto con los enemigos que pretendíamos erradicar. El resultado es que hay una alteración evidente del funcionamiento del sistema defensivo. Al eliminar Bacterias, Hongos y Parásitos de nuestro entorno el sistema defensivo concentra su actividad de forma muy llamativa en los Virus. Y muchas de las enfermedades modernas son una reacción excesiva frente a las infecciones virales.

Exposición Solar:

El sol no sólo no es perjudicial, es imprescindible para los seres vivos de este planeta. Claro que puede generar agresiones. Cuando uno se quema con el sol una vez tras otra está generando un daño que pude producir envejecimiento y cáncer de piel. Pero:

  • Durante la casi totalidad de la evolución de la especie humana hemos sido animales que vivíamos al sol y estamos preparados para ello: 
    • Nuestro sistema defensivo cuenta por ejemplo con que parte de las defensas de la piel van a ser neutralizadas por la radiación solar. Y cuando esta exposición no existe aparecen patologías como la dermatitis atópica, la psoriasis… Enfermedades en las que un exceso de actividad del sistema defensivo genera problemas.
    • Nuestro metabolismo necesita el sol para generar moléculas esenciales como la vitamina D o la Melatonina, que tienen un efecto directo sobre el funcionamiento del sistema inmunitario. Cuando hay una carencia de ellas no se regula de forma adecuada y genera tanto inmunodeficiencias como reacciones excesivas inadecuadas.

Contaminación:

Nuestra intervención sobre el entorno ha producido cambios buscados por el ser humano, pero con efectos siempre que alteran el entorno. Por ejemplo cuando usamos plaguicidas para proteger nuestras cosechas buscamos aumentar los alimentos disponibles. Pero esos plaguicidas no son inocuos para la salud del ser humano. Tras cubrir las necesidades de alimentación para toda la población empezamos a preocuparnos por mejorar la calidad. Y uno de sus puntos fundamentales es lograr los recursos que necesitamos generando la menor alteración posible del entorno natural en el que vivimos. Son las tendencias Ecológico-Biológico-Orgánico.

Exposición:

No sólo han cambiado las cosas con las que nuestro sistema inmunonológico se relacióna, también lo ha hecho la forma y el momento en que se produce muestra exposición a ellas:

  • Exposición tardía a infecciones: Tendemos a esterilizar el entorno de los bebé y podemos hacerlo, porque disponemos de herramientas para hacerlo que nunca existieron. Tenemos miedo a las infecciones y hemos confundido:
    • Salubridad: Condiciones de higiene que evitan el contagio de enfermedades infecciosas. Básicamente eliminación efectiva de los excrementos para evitar el contagio por contacto con los de personas infectadas.
    • Esterilidad: Eliminación indiscriminada de gérmenes en nuestro entorno. Tan intensa que hemos llegado a aburrir a nuestro sistema defensivo y a empobrecer de forma alarmante nuestra flora.
    • Paradoja del limpio: Los gérmenes no agresivos son menos resistentes, lo que hace que acabemos teniendo un entorno de gérmenes menos variado, pero más agresivo.
  • Exposición tardía a alimentos: Hemos retrasado la introducción de la alimentación hasta solaparla con la de debut antiinfeccioso generando una coincidencia que favorece las alergias.
  • Exposición tardía a pólenes, epitelios animales, ácaros: Elementos naturales con los que hemos convivido siempre se han eliminado de nuestro entorno. Nacíamos y crecíamos desde el principio en contacto con ellos. En la actualidad los niños de las ciudades suelen criarse en entornos en los que son la excepción. Suelen empezar a exponerse a ellos, de nuevo, cuando salen de la burbuja inicial en la que los mantenemos los primeros meses, y coincidiendo con las infecciones.

Exposición tardía a alergenos y aparición de alergias

Todo esto dibuja un panorama con los cambios radicales que han afectado a la interacción de nuestro hipermodificado entorno y nuestro Sistema Inmunitario, que casi no ha evolucionado.

En otro artículo explicaré las medidas que hoy en día creo que podemos tomar en la crianza para amortiguar este conflicto.

 

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Flora Intestinal y Alergia cada vez más frecuente

Flora intestinal y alergias. Cómo conservar una flora adecuada que evite las alergias.

El aumento de Alergias es evidente. Uno de los factores que influye es la flora intestinal y cómo nuestro modo de vida la está alterando. Algunos consejos para contrarrestar esta tendencia.

Hay un aumento evidente de alergias en la población infantil durante las últimas décadas.

Se han elaborado muchas teorías para intentar explicarlo.

Y también se han hecho recomendaciones para intentar revertirlo. Por ahora con poco éxito.

Una de las teorías es la higienista de la que ya hablé en algún artículo. Pero en esta ocasión quiero centrarme en tres aspectos concretos que pueden ayudar a tu hijo a tener una flora intestinal más rica que dificulte la aparición de alergias:

  • Cesárea.
  • Antibióticos en los primeros meses de vida.
  • Higiene en los primeros meses de vida.

La flora intestina tiene un papel fundamental en la regulación del sistema defensivo, especialmente en la etapa de lactante

La Cesárea, la Flora Intestinal y el aumento de alergias

En algunos casos el parto es imposible. En otros no es deseable. No todos los partos van bien. Y la Cesárea es una técnica que ha salvado a muchas madres y a muchos bebés. Un parto complicado en el que el bebé ya lo está pasando mal puede llevar a unas secuelas terribles de por vida que son evitables con una cesárea a tiempo.

Pero como todo, la Cesárea no es una solución sin efectos secundarios. Los tiene para la madre y también para el bebé.

Hay cada vez más estudios que muestran un aumento de la frecuencia de alergias en los niños que nacieron por cesárea.

La razón parece ser una flora intestinal pobre en estos niños que no modula adecuadamente al sistema defensivo en los primeros meses de vida. Las bacterias que recibimos al nacer y forman nuestra flora intestinal interactúan con el sistema defensivo regulando su funcionamiento futuro.

Cuando un bebé nace de parto natural, pasa a través de la vagina de su madre. Y obtiene sus primeros gérmenes de esa zona. 

Cuando nace de cesárea, evita ese paso, y obtiene sus primeros gérmenes de la piel de su madre y de los presentes en el hospital.

Ambos casos generan floras intestinales muy diferentes entre sí.

Se ha visto que los gérmenes presentes en la vagina de la madre dan lugar a una flora intestinal más rica y equilibrada. Una flora que modula en los primeros meses de vida la respuesta del sistema defensivo reduciendo la incidencia de alergias.

Algunos expertos sugieren que para evitar esto:

  • Las cesáreas deben estar siempre bien justificadas. Hay zonas en las que más de la mitad de los partos acaban en cesárea. Esto no es razonable. Pero como siempre, dan igual las estadísticas. Cada caso debe ser valorado de forma individual.
  • Tras la cesárea debería «contagiarse» al bebé con las secreciones vaginales de la madre. Para lograr así que el bebé sea colonizado por los gérmenes adecuados. Excepción evidente es cuando la madre presenta algún germen patógeno en su vagina, como el Estreptococo Agalactiae del grupo B (SGB), el VIH o el Tracoma…
  • Administración precoz de probióticos en los bebés que nacen por cesárea y no se ha hecho siembra de gérmenes vaginales de la madre.

Antibióticos en los primeros meses de vida, flora intestinal y alergias

Los antibióticos son medicamentos que matan bacterias.

Algunas de esas bacterias pueden causar infecciones graves, incluso mortales. Por lo que los antibióticos son una de las herramientas que más vidas ha salvado desde su descubrimiento.

Pero como ocurría con las cesáreas, no todo es positivo.

Cuando tratamos a un bebé con antibióticos estamos eliminando gérmenes perjudiciales. Pero también a la flora intestinal del bebé.

Si esto ocurre la flora se irá reconstruyendo con los nuevos gérmenes que vayan entrando en nuestro cuerpo. El problema es que los bebés tienen una flora muy concreta que adquirieron como hemos explicado en el parto. Cuando el antibiótico elimina esa flora será reemplazada por otros gérmenes presentes en nuestro entorno que nada tienen que ver con la flora vaginal de su madre en el parto.

Se ha visto que el uso de antibióticos en etapas precoces se asocia con la aparición de alergias con más frecuencia.

Para evitarlo, se recomienda:

  • Usar antibióticos sólo cuando está justificado. Es decir en infecciones bacterianas que pueden complicarse si no se tratan adecuadamente. No usar antibióticos simplemente porque hay fiebre alta o porque no ha cedido en unos días. Ante la duda hay analíticas que pueden decirnos si una infección está o no producida por bacterias.
  • Siempre que se dan Antibióticos debería acompañarse el tratamiento con Probióticos. Los probióticos son suplementos de gérmenes beneficiosos que podemos tomar para asegurar que tras el efecto del antibiótico el intestino se repuebla con la flora adecuada.

Retraso de la exposición a gérmenes, flora intestinal y alergias

Ya expliqué en otro artículo que las alergias alimentarias han aumentado desde que retrasamos la introducción de alimentos en la dieta.

La asociación perfecta para esto es el retraso de la exposición a gérmenes que tenemos en las «muy limpias» sociedades desarrolladas. Las alergias son muchísimo más frecuentes en Suecia que en Pakistán. Pero hay una clara asociación entre alergias y clase social. Siendo mucho más frecuentes en clases sociales acomodadas en las que las condiciones de higiene son mayores.

El problema es que los niños que se crían en condiciones de higiene tipo «NASA» tienen una flora intestinal menos rica que aquellos que crecen sin tanta antisepsia. Y esto es bueno porque en los primeros meses de vida, cuanto más rica es la flora bacteriana con la que vivimos mejor se modula la actividad del sistema defensivo.

Alergias de piel, respiratorias y alimentarias son menos frecuentes en niños que se han criado en condiciones de higiene «deficientes». Con lo que tal vez deberíamos cambiar de mentalidad y entender que las condiciones de higiene «deficientes» son en realidad las normales y que las que estamos dando a los bebés en sociedades «desarrolladas» son en realidad excesivas.

Recomendaciones concretas para corregir esto:

  • No aísles a tu bebé en una «burbuja» para que nadie pueda tocarlo o respirar cerca de él….
  • No esterilices.
  • Sal a la calle sin el paquete de toallitas. Deja de limpiar compulsivamente sus manos por si se mete gérmenes en la boca.
  • Deja que tu bebé juegue en la tierra y toque a los animales. Los niños que con menos frecuencia desarrollan alergias son aquellos que se crían en una granja con contacto directo con los animales.
  • Báñalo sólo cuando esté sucio. Especialmente evita los jabones cuando no sean imprescindibles.
  • Sal al campo con tu bebé tanto como puedas y déjale que se pringue. Báñalo de Naturaleza.

Como ves hablamos de 3 aspectos que identificamos habitualmente como avances que han salvado vidas.

Pero que si no sabemos manejar generan problemas cada vez más frecuentes.

Espero que entenderlos cambie realmente las posibilidades de que tu hijo acabe desarrollando una alergia.

Hay otros factores que han aumentado la frecuencia de alergias en los niños

Siempre suelen influir varios factores en el desarrollo de un problema.

Los más destacados a los que también se da protagonismo en el aumento de alergias son:

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Qué hacer si mi hijo tiene tos

Qué hacer si tiene tos mi bebé, mi hijo, un niño

¿Tu bebé tiene Tos? Te explico claramente cómo actuar, si merece la pena o no tratarla y en caso necesario cómo decidimos los pediatras el tratamiento.

¿Qué es la tos?

La tos es un mecanismo de defensa. Sirve para expulsar de la vía respiratoria aquello que la irrita o puede entorpecer el paso de aire.

Cuando lo que se pretende es expulsar algo de la nariz se estornuda.

La tos aparece cuando lo que se quiere expulsar está en la garganta, la tráquea o los pulmones.

Lo que se produce es primero un intento de llenar los pulmones, inspirando con fuerza y después se contraen de forma brusca los músculos que actúan en la espiración. Así actúa un golpe de tos.

A veces ocurre sin que podamos controlarlo. Otras veces lo hacemos de forma voluntaria.

¿Merece la pena tratar a mi bebé cuando tiene tos?

Si entendemos que la tos es un mecanismo de defensa, no deberíamos tratarla nunca. Pero… sabéis que me encantan los peros….

No siempre los mecanismos de defensa actúan de forma adecuada.

Por ejemplo, en una alergia podemos responder tosiendo frente a algo, como el polen, que no es agresivo en absoluto.

Y el propio mecanismo de la tos puede empeorar seriamente la calidad de vida:

  • Candando. Hay toses muy persistentes que llega un momento en que resultan agotadoras. Pueden llegar a generar dolor por el daño que generan en la mucosa o en los músculos que actúan en la tos.
  • Probocando el vómito. Algunos bebés y niños tienen facilidad para vomitar. Pero, incluso en los que no tienen esa tendencia, una tos persistente puede dar lugar al vómito.
  • Impidiendo dormir. Cuando la tos dificulta que un bebé se duerma o le despierta con frecuencia en la noche, puede afectar seriamente al bienestar de una familia.

En estos casos en los que la tos ya empeora claramente la calidad de vida de un bebé, por supuesto que está indicado tratar la tos. 

Pero hay muchos niños que pueden tener siempre algo de tos. Si es poco frecuente o poco intensa y no afecta mucho a la calidad de vida lo mejor sería no tratarla. 

Hay niños que son bastante malos para darles cualquier medicamento. Aquí aplicaremos el sentido común. Si el tratamiento no es necesario para curar la enfermedad, y el bebé está mejor con su tos que con el cabreo que lía para darle la medicación, no se la des.

Causas más frecuentes de tos en un bebé, como se diferencian y cómo se tratan

Podemos distinguir dos tipos de tos principales:

  1. Tos productiva. Es la que consigue expulsar algo que está irritando la vía respiratoria o entorpeciendo el paso de aire por ella. Lo más habitual es que mueva moco. La llamamos también tos húmeda o con moco. En estas toses, si se trata es para reducir la producción de moco o para ayudar a expulsarlo.
  2. Tos improductiva. Es la que sólo expulsa aíre. A ver, toda tos, hasta la más seca del mundo expulsa siempre algo de moco, gérmenes o irritantes. La solemos llamar tos seca. En estas toses, cuando tratamos, lo que buscamos es reducir la irritación que desencadena la tos y la tos en sí misma.

Muchos problemas empiezan con un tipo de tos y luego cambian al otro. Por ejemplo en la Laringitis es frecuentes que aparezca con una tos seca, y que en pocos días pase a ser una tos productiva.

Otras características de la tos:

  1. Horario:
    1. Nocturna:
      1. Laringitis: Lo típico es que empiece durante la noche. El bebé o niño se acostó bien y de repente se despierta con una tos seca característica que suele describirse como de foca. Suele tratarse con corticoides inhalados y/o orales y antitusivos.
      2. Hipertrofia de adenoides o Vegetaciones: Es una tos con moco que aparece a las pocas horas de acostarse en episodios cortos que cesan cuando el bebé o niño elimina el moco de la garganta. Cuando tienen las vegetaciones grandes pueden toser también al despertarse por la mañana o cuando se agitan durante el día. Suele tratarse con corticoides nasales o en los casos más intensos operando para reducir el tamaño de las vegetaciones.
      3. Bronquitis: Cuando un niño con bronquitis se tumba el moco se acumula en los bronquios lo que suele acabar desencadenando una tos más intensa. Es muy parecida a la de la hipertrofia de adenoides, pero mucho más insistente. El motivo es que en las vegetaciones el moco está en la garganta y es más fácil limpiarla que cuando está en los bronquios. Suele tratarse con corticoides y broncodilatadores inhalados.
    2. Diurna:
      1. Tos irritativa: Es también llamada tos nerviosa. Su origen puede ser una alergia o una infección leve que produce una irritación de la mucosa de la garganta o la tráquea. El problema es que una vez que aparece esa irritación la propia tos puede perpetuarla. En muchos casos un simple catarro puede producir esta irritación. El niño nota el picor de garganta y tose para intentar eliminar aquello que le irrita. Pero esa tos puede también irritar la mucosa dando lugar a un círculo vicioso: Cuanto más tose, más pica, más tose…. De forma que puede mantenerse la tos incluso semanas después de que la causa desaparezca. Suelen tratarse con antihistamínicos y antitusivos.
    3. Tos alérgica. Podría considerarse un tipo concreto de tos irritativa y a veces puede llegar a generar bronquitis. Lo que las diferencia de las toses causadas por infección es que las alergias son más intensas cuando se exponen al alergeno. La más frecuente es la tos por alergia a pólenes. En esta es típico que aparezca por la mañana si salimos a la calle temprano, mejore a lo largo de las horas de más calor si no hay viento y empeore mucho en la tarde-noche cuando las temperaturas empiezan a bajar. Este horario corresponde al de concentraciones mayores de polen en el aire. En otras alergias como las causadas por ácaros o epitelios animales es típico que aparezcan tras exponerse a ellos. Suelen tratarse según su intensidad con antihistamínicos, corticoides…

Si quieres más información sobre cualquier cuadro concreto puedes hallarla aquí:

Catarro en niños y bebés.

Vegetaciones en niños y bebés.

Bronquitis en niños y bebés.

Laringitis en niños y bebés.

 

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Tos Alérgica en Niños

Tos alérgica en niños

Tos Alérgica en Niños causada por pólenes. Cómo identificar si es o no por alergia. Los distintos tipos de tos que puede producir la alergia a pólenes y cómo se trata en cada caso.

En respuesta a una consulta de Noemí a través de nuestra Comunidad de Facebook:

Hola me gustaría que se hablase de la tos alérgica, tos por bronquitis, etc… ¡Cómo tratarla y qué medicamentos ayudan! ¡¡Gracias!!

¿Cuándo hablamos de Tos Alérgica en niños?

La tos es un mecanismo de defensa del cuerpo. Sirve para dejar libre la vía respiratoria y expulsar de ella cosas que la irritan.

Visto así tal vez pueda pensarse que nunca deberíamos evitar la tos. Pero este caso que tratamos hoy es un ejemplo de porqué a veces conviene actuar ante mecanismos defensivos del organismo.

La tos puede aparecer en una infección y actúa para expulsar al germen que la está causando.

Otras veces en el aire puede haber partículas de contaminantes que irritan la vía respiratoria. De nuevo la tos actúa para evitar que generen daño expulsándolas del organismo.

Pero ¿y el polen? ¿Es dañino? Pues no. Todos aquellos que no tienen alergia a él lo respiran sin que les afecte de forma negativa. Pero a veces el cuerpo funciona mal. Reacciona defenciéndose contra algo que no le causa daño alguno y actúa de formas diferentes:

  • Tos, para intentar expulsar al polen de la vía respiratoria.
  • Inflamación de las mucosas respiratorias, para llamar al sistema defensivo al lugar donde detecta al «agresor» que en realidad no agrede en absoluto.
  • Mucosidad segregada por las mucosas para atrapar, bloquear y expulsar al polen.

El problema es que en las alergias a pólenes este sistema no funciona. Si fuese un germen es algo puntual que está en un momento concreto y deja de estar al poco rato. Pero el polen puede estar en cada bocanada de aire que respiramos durante meses. Por mucho que intentemos expulsarlo, bloquearlo vuelve a entrar. Día tras día mientras ese polen siga en el aire.

El resultado es que si la reacción es muy intensa puede poner en riesgo incluso la vida de quien sufre la tos alérgica.

¿Cómo diferenciamos si la tos puede ser por alergia o por otra causa? Y si es alergia, ¿cómo sabemos si es por pólenes?

Pues porque el polen se mantiene muchos días y semanas en el aire, aumenta los días que hay viento o lluvia escasa, baja cuando llueve mucho y tiene horario.

Un catarro dura algunos días, una alergia a pólenes algunos meses.

Cada planta tiene su período de polinización. Esa fase en la que libera polen para fertilizar sus flores y que se genere fruto. En la mayoría de las flores dura entre 2 y 3 meses. Con sus picos de intensidad mayor y fases en las que está algo más calmado. Depende fundamentalmente del clima.

Una infección, sin embargo, suele durar unos pocos días, hasta que el cuerpo detecta al germen causante, activa al sistema defensivo y lo elimina. A veces puede confundirnos, porque cuando las infecciones se suceden una tras otra puede parecer que es un mismo causante que se mantiene activo durante semanas.

También en las infecciones pueden crecer las vegetaciones para producir defensas y si lo hacen más de lo normal dan lugar a una tos que no acaba de eliminarse. Para ver sus características lee el artículo sobre las vegetaciones.

Un polen tiene además un horario definido y aumenta o disminuye en función de ciertas condiciones:

  • A primera hora de la mañana las flores se abren liberando polen. Aumenta un poco su concentración.
  • Al empezar el calor se forman corrientes de aire que suben desde el suelo elevando el polen que liberan las plantas a capas de la atmósfera por encima del suelo en el que vivimos nosotros. Bajan las concentraciones de polen durante las horas de más calor.
  • Cuando se pone el sol el suelo se enfría, desaparecen las corrientes de aire que arrastraban el polen hacia arriba, y todo el polen acumulado durante el día cae. De tal modo que por la tarde es cuando mayor concentración de polen hay en el aire.
  • Si un día hace viento se sacuden las flores y una parte importante de polen que había caído al suelo se moviliza aumentando la concentración en el aire.
  • Si llueve, depende. Si llueve mucho, limpia el aire y acaba atrapando una cantidad importante de polen en la tierra mojada. Pero si llueve poco no tiene capacidad de limpiar y lo que hace es sacudir las flores y levantar polvo del suelo, lo que aumenta la concentración de polen. 

Todas estas cosas que son evidentes en cuanto a las situaciones en las que mejora o empeora la tos alérgica, no se corresponden con la evolución cuando es una tos por infección o incluso por alergia a algo que no sea el polen.

Por ejemplo, si eres alérgico al pelo de gato toserás cuando contactas con él. Si vas a un sitio donde viven gatos, o si tienes contacto con alguien que vive con un gato.

Pero no hay un horario ni influyen las condiciones del clima.

Tipos de tos alérgica en niños.

En la tos alérgica de los niños hay dos modalidades fundamentales:

  • La tos irritativa. El polen entra en la vía respiratoria, el sistema defensivo del alérgico reacciona al encontrarlo en la garganta inflamando su mucosa y se desencadena el reflejo de la tos. Puede ser una tos seca o con mocos, pero tiene la característica de que es difícil no toser porque pica demasiado y resulta imposible aguantarse. El problema en estos casos es que la tos muchas veces empeora la irritación de la garganta, lo que da más tos…
  • La tos de bronquitis. El polen llega más abajo, hasta el árbol bronquial. Y allí hace que la mucosa de los bronquios se inflame, segregue moco y las paredes de los bronquios se contraigan reduciendo el paso de aire. La tos aparece entonces acompañada de ahogo. El niño respira como si fuese un pez fuera del agua. La tos intenta expulsar el moco para que el aire pueda entrar, pero con cada nueva respiración vuelve a entrar el polen que mantiene la reacción… Esto es lo que la mayoría de la gente llama Asma Alérgica.
  • A veces pueden coexistir ambos tipos de tos. O una puede acabar degenerando en la otra.

Cómo se trata la tos irritativa alérgia en niños.

Lo ideal sería eliminar la alergia, es decir, que el cuerpo deje de actuar contra un polen de forma inadecuada. Esto puede lograrse con la vacunación antialérgica o «huyendo del polen». Es muy frecuente que algunos padres adelanten las vacaciones en la playa de los niños porque saben que en la costa las concentraciones de polen son mucho menores.

Pero cuando no es posible podemos recurrir a anti-histamínicos y anti-tusivos. Los primeros a veces son suficiente, ya que si reducimos la reacción alérgica bloqueando la acción de las histaminas (son las sustancias que los «vigilantes» liberan en la mucosa llamando al resto del sistema defensivo), la tos suele ceder, junto con otros síntomas que suelen acompañar, como la mucosidad o la congestión nasal y conjuntival.

Cuando aún con el anti-histamínico la tos persiste siendo muy molesta, hasta el punto de dificultar el sueño, la alimentación o provocar el vómito con frecuencia, usamos los anti-tusivos. Pero antes de usarlos debería valorarlo el pediatra, porque un anti-tusivo en el otro caso de tos alérgica, el de la tos por bronquitis, puede tener un efecto muy negativo: retención de moco y ahogo.

Si tenemos claro que se trata de una tos alérgica irritativa por polen y sabemos o tenemos una sospecha bastante clara de cuál es solemos mantener el Antihistamínico a diario hasta que acabe la polinización concreta. Y usamos el anti-tusivo sólo cuando la tos es muy persistente, pero sin ahogo. 

Cómo se trata la tos alérgica por bronquitis en niños.

En la bronquitis los medicamentos más usados son también dos: Broncodilatadores y corticoides.

Los broncodilatadores actúan relajando los músculos que cierran los bronquios, para que se abran. Si efecto suele ser rápido, pero de corta duración.

Los corticoides bajan la inflamación de la mucosa de los bronquios para que no estrechen el paso de aire y evitar la producción excesiva de moco en ellos. Su efecto no es tan rápido, pero es más duradero que el de los broncodilatadores.

Si hay bronquitis suelen ser necesarios ambos.

Los corticoides se dan como tratamiento durante todo el periodo que el polen está en el aire.

Los broncodilatadores sólo en el momento que hay ahogo (con o sin tos).

A veces podemos notar que sólo con el bronco dilatador el niño parece mejorar, sin que usemos el corticoide, pero el resultado es engañoso, ya que no estamos tratando la inflamación que es la base del problema. Con lo que, en cuanto cede el efecto del broncodilatador, el bronquio vuelve a cerrarse y al final volvemos a necesitar la medicación.

Además, a largo plazo, si no tratamos la inflamación puede degenerar en una fibrosis que acaba reduciendo de forma irreparable la elasticidad de los bronquios.

Ambos medicamentos pueden darse por boca o con inhaladores.

Por boca pasan a sangre y una pequeña porción acaba llegando a los pulmones, donde realmente hacen falta.

Con inhaladores hacemos que la medicación vaya al mismo sitio donde el polen está causando problemas, la mucosa de los bronquios. Por lo que en principio la vía inhalada es mejor que la oral.

Pero en algunos momento la bronquitis puede ser tan intensa que podemos necesitar dar la medicación por varias vías a la vez.

Si tenemos claro que se trata de una tos alérgica bronquítica por polen y sabemos o tenemos una sospecha bastante clara de cuál es solemos mantener el Corticoide inhalado a diario hasta que acabe la polinización concreta. Y usamos el broncodilatador sólo cuando hay ahogo. 

Este artículo es como todos orientativo. Y siendo como es la alergia algo que puede poner a algunos niños en aprietos serios no deberías automedicar a tu hijo. Especialmente si no tienes mucha experiencia con este problema. Acude a tu pediatra, y si el niño tiene ahogo a urgencias.

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Orden de introducción de alimentos y alergias en bebés

Alergias a alimentos en Bebés

¿Debemos establecer el orden en que introducimos los alimentos en la dieta de un bebé en función de su capacidad de generar alergias? ¿Cuándo puedo dar…?

Yo soy de cerebro inquieto. A lo que me refiero es que si día a día tengo que explicar a los padres un mismo tema, conforme me plantean dudas nuevas voy matizando. Y cada vez lo que recomiendo se parece menos a lo que me dieron como pauta en la Especialidad de Pediatría hace ya más de 15 años.

Lo que a mí me dijeron para justificar la lista de introducción de la alimentación complementaria que me dieron (como si me hubiesen entregado las Tablas de los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí) es que había algunos alimentos que generaban alergias con más frecuencia que otros y que se ordenaban para evitar esas alergias.

Desde entonces no he visto nada más que argumentos que siguiendo ese mismo planteamiento desmontarían la lista que me dieron.

Según esa lista, se empieza sólo con Leche: Pecho y/o biberón.

Baste decir para empezar, que los que toman biberón toman leche elaborada en su mayoría a partir de Leche de vaca. Y que este es el alimento al que con más frecuencia se detectan alergias con diferencia. O sea que de hay en adelante teoría desmontada.

Cualquiera de nosotros puede desarrollar una alergia a las fresas, el marisco, el melocotón… con la edad que sea al tomarlos por primera vez.

Entre introducir las berenjenas a los 8 meses o a los 14 no hay diferencia.

Objetivos en el proceso de introducción de la alimentación complementaria

Desde hace ya un tiempo la forma en la que explico a los padres la introducción de la alimentación complementaria es muy diferente a una lista.

El objetivo es:

  • Descargar a los padres de la preocupación innecesaria de atenerse a algo que es totalmente arbitrario.
  • Convertir la introducción de la alimentación complementaria en algo más normalizado. Un proceso en el que el protagonista sea la curiosidad del bebé que le lleve a descubrir nuevos sabores y texturas de la forma más natural para él.
  • Llegar a los dos años con una alimentación igual a la del resto de la familia. Lo más variada posible. Y si no lo era, que en ese proceso la dieta de la familia se transforme en sana.
  • Que todo este proceso se haga conservando una buena relación del bebé con la comida en la que sea un placer comer y algo en lo que el protagonista es el propio niño.

Para que esto sea así es mejor introducir los alimentos siguiendo la curiosidad del niño que una lista arbitraria. Las únicas excepciones justificadas son ciertos alimentos que tienen un riesgo real de producir problemas si se toman con frecuencia antes de cierta edad.

Alimentos que en la actualidad recomiendo dejar para más tarde: «La lista negra».

Entre los alimentos a los que pongo «límite» no hay ninguno que lo sea por su capacidad de generar alergia.

Lo son por ser difícil de digerir : La leche entera no antes del año.

Por ser foco de infecciones graves: Miel Cruda no antes del año (intoxicación botulínica) y Huevo crudo no antes de los dos años (salmonelosis).

Por ser origen de intoxicaciones: Verduras de hoja verde no antes del año (Nitritos), pescado azul grande y marisco no  antes de los dos años(Metales pesados).

Por ser causa de accidentes:  Frutos secos en niños que aún se atragantan con facilidad, suelo decir que no antes de los 3-4 años. Los frutos secos son la causa más frecuente de muerte por atragantamiento.

¿Cómo aparecen las Alergias en los bebés cuando introducimos alimentos nuevos?

Como decía al principio algunos de los alimentos que introducimos antes son precisamente de los que generan alergias con más frecuencia. ¿Quiere eso decir que deberían introducirse más tarde? Pues parece que no.

Un ejemplo es el gluten. La alergia al gluten o Celiaquía no aparece en cualquier persona. Son personas predispuestas genéticamente. En las que si se dan ciertas condiciones la alergia puede aparecer. No está aún totalmente definido cómo.

Pero para poder entenderse sería algo así:

La tendencia a generar alergias es algo que se hereda en nuestros genes. Por tanto lo primero es tener la predisposición.

Un día, un bebé que la tiene sufre una infección intestinal. En realidad nuestro intestino está constantemente sufriéndolas. Lo que ocurre es que la mayoría son abortadas antes de que generen problemas llamativos. Pero el intento de los gérmenes por entrar en el organismo atravesando la pared del intestino es constante.

Cuando se detecta una agresión se activa el sistema defensivo y empieza a buscar al culpable. Cuando cree encontrarlo lo procesa y busca cuál de sus moléculas es más fácil de diferenciar para generar anticuerpos contra él que le permitan reconocerlo y destruirlo.

El problema es que a veces el sistema defensivo se equivoca y piensa que el causante es quien no lo es.

En el caso del gluten. Si tiene la predisposición a ser celiaco y da la casualidad de que en una de esas agresiones aparece el gluten por primera vez por ahí, es una proteína grande y que el sistema defensivo reconoce como extraña con facilidad, lo que lo convierte en sospechoso automático.

En la actualidad, y digo en la actualidad porque en los últimos 15 años he visto ya muchas recomendaciones contradictorias en este tema, se recomienda no empezar con el gluten antes de los 6 meses, pero tampoco mucho más tarde. Porque a partir de los 4-6 meses y especialmente si un bebé se escolariza pronto las infecciones se hacen más frecuentes. Si ya toma le gluten de forma habitual para entonces, el cuerpo cuando busque culpables lo ignorará. Pero si hasta ese momento no lo había tomado las probabilidades de que lo reconozca como extraño y culpable de la agresión aumentan.

¿Cómo identificar una alergia a un alimento?

Lo malo de las alergias es que hay muchos grados. Hay bebés que la primera vez que toman leche de vaca la vomitan de forma inmediata y el cuerpo se les llena de erupciones muy intensas.

Diagnosticar que es alérgico a la leche en casos así es, digamos, para que no te presentes al premio Nobel.

Si al tomar cualquier alimento nuevo aparecen claramente vómitos, diarrea o erupciones en la piel, lo prudente es retirar ese alimento de su dieta y consultar.

Pero hay alergias que no son tan evidentes. Muchos alérgicos lo que sufren tras desencadenarse una alergia es una leve inflamación de la piel o las mucosas que puede verse como una Dermatitis atópica leve, como molestias intestinales intermitentes o como un estancamiento en la ganancia de peso. Muchas veces es tan leve y tarda en ser detectada que identificar el causante es mucho menos evidente.

Para evitar las alergias no hay una lista, pero deberías tener «la lista de tu hijo» para poder detectarlas.

En introduccion de la alimentación complementaria, cuando pensamos en alergias hay una única lista que me resulta útil. Y es la que registra cuándo le has empezado a dar cada alimento en su dieta.

No hay una lista correcta que ordene cuándo debería darse por primera vez el tomate, el huevo, el pescado… Pero saber cuando lo has hecho de verdad en cada niño puede ayudar mucho a detectar alergias. Especialmente en esos casos en los que no son evidentes.

Cuando un bebé presenta signos crónicos de alergia en forma de dermatitis, dolor abdominal o escasa ganacia de peso, la pregunta inmediata es:

¿Desde cuándo?

Y la segunda es ¿Tienes una lista del orden en el que has introducido los alimentos en su dieta?

Lo que hacemos cuando disponemos de esos dos datos es ver la lista, cuáles son los alimentos que se introdujeron poco antes de que apareciesen los síntomas, y entre ellos ver si hay alguno de los sospechosos habituales.