La piel del recién nacido se reseca y se descama los primeros días tras el parto.
La piel del recién nacido acaba salir de un medio en el que siempre estaba sumergida en agua a un ambiente seco.
Tiene que adaptarse.
La capa más superficial de la piel, que estaba acostumbrada a un ambiente humedo se seca y se descama, mientras por debajo va formándose una capa nueva de piel más resistente al ambiente seco en el que vivirá a partir de ahora.
Esta descamación es a veces evidente en todo el cuerpo. Pero suele ser más intensa en las zonas en las que la piel tiene más movilidad (articulaciones de tobillos, rodillas, hombros, muñecas) y las que están sometidas a cambios de humedad más frecuentes (zona del pañal).
Habitualmente esta descamación dura unos pocos días, y a partir de los 7-10 días se ha completado la regeneración de la piel normal.
Durante los días que dura este cambio podemos proteger la piel aplicando cremas hidratantes un par de veces al día o más si es necesario.
Es especialmente importante aplicar crema con frecuencia en la zona de los tobillos y muñecas. Ya que ahí a veces aparecen grietas que pueden ser molestas para el bebé.
La descamación de la piel seca muerta se realiza por sí sola. No es necesario ni recomendable intentar desprender las «tiras de piel» que descaman.