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Niños con asma

El niño con asma

El Asma es una de las Enfermedades Crónicas más frecuentes en Niños. Objetivo: Conseguir que tengan una Vida Normal con el Mínimo de Medicamentos posible.

Hablar de Bronquitis, Asma o Hiperreactividad bronquial es casi lo mismo. Pero la mayoría de los padres se refieren al asma en niños que tienen una causa definida para las crisis. Las causas más frecuentes son el esfuerzo físico (asma de esfuerzo) o las partículas alérgicas del aire (pólenes, ácaros, hongos o epitelios animales).

Se trata de una enfermedad crónica porque se debe a que la forma en la que el cuerpo del Niño Asmático responde a estos desencadenantes no es la normal. Reacciona de forma exagerada.

Algunos padres de Niños Asmáticos se plantean si pueden dar a su hijo algo que suba las defensas. Pero en realidad el asma es algo que aparece cuando el sistema defensivo responde en exceso ante algo que no debería causar esa reacción.

La clave para mejorar la calidad de vida de estos niños y adolescentes con Asma es el tratamiento de fondo. Pero demasiados niños subsisten a su asma recurriendo sólo a tratamiento para las crisis, que se repiten una y otra vez limitando su calidad de vida.

El objetivo que busco en este artículo es hacer una visión más amplia del Tratamiento de Fondo del Asma con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes Asmáticos recurriendo lo menos posible a la medicación.

No es que los corticoides y los broncodilatadores inhalados sean malos. Quitan el ahogo y permiten recuperarse en las crisis. Pero si un Asmático tiene que recurrir constantemente a ellos es posiblemente porque no estamos haciendo gran cosa en el abordaje real de su problema de base.

Quién acaba sufriendo Asma

Se suele decir que hay 3 factores claves para acabar siendo asmático:

  • Atópicos. Si un niño tiene Dermatitis Atópica las posibilidades de que acabe teniendo asma son mayores. Y aumentan cuanto más intensa es la atopia que sufre.
  • Primera Bronquitis muy joven. Cuanto antes se sufre la primera bronquitis y cuanto más intensa y persistente haya sido durante los primeros años de vida, más fácil es que se siga siendo asmático.
  • Antecedentes familiares de Asma. Si en una familia hay asmáticos es más fácil que lo sea. Esto tiene su base en la predisposición genética, pero también en que en una familia se comparten hábitos alimentarios que la favorecen. Hablaremos de ello.

Tratamiento agudo del Asma

Lo que voy a describir a continuación es lo que sabe todo asmático y todo padre o madre de un niño con Asma: Los aerosoles.

Hay algunos más. Pero los dos medicamentos inhalados que se usan con más frecuencia en el Asma son:

  1. Broncodilatadores: Son el medicamento más básico. Consiguen un efecto rápido (15-20 minutos) reduciendo la tos y el ahogo gracias a que abren los bronquios. Los hay de corta duración, cuyo efecto dura 4-8 horas. Y de larga duración, que actúan hasta 12-24 horas.
  2. Corticoides: Muchas veces se «olvida» su uso, porque es muy frecuente la «corticofobia«. Se temen tanto los efectos secundarios de los corticoides que se tiende a usarlos lo menos posible. El resultado es que en muchos casos se usa menos de lo que se debiera. La bronquitis es inflamación, producción de moco y cierre del bronquio. El broncodilatador, pese a su rápido efecto, sólo actúa sobre el último de los 3 mecanismos. Cuando lo usamos sólo es frecuente que necesitemos dosis muy repetidas y durante bastante tiempo. Porque no estamos haciendo nada para resolver los otros dos mecanismos implicados.

No usar los corticoides cuando son necesarios (hay inflamación del bronquio) ocasiona dos problemas:

  • Las crisis duran más tiempo, necesitando un mayor uso de broncodilatadores y siendo más fácil que acabe ocurriendo una complicación por sobre-infección. Pero además, cuanto más duran las crisis más interfiere en la Calidad de Vida del Niño con Asma. 
  • Pero hay un efecto a largo plazo más importante. Cuando no se trata la inflamación del bronquio, y en el Niño con Asma la tiene con frecuencia y durante períodos prolongados, esa inflamación acaba evolucionando a Fibrosis. Esto significa que los bronquios pierden elasticidad y llega un momento en que no son capaces de abrirse ni usando broncodilatadores. Muchos adultos jóvenes que han padecido Asma durante la infancia tienen una disminución de la capacidad de los pulmones que es ya Irrecuperable por culpa de la «corticofobia».

Más allá del tratamiento agudo del Asma

Predisposición genética y personalización

No todos los niños tienen el mismo riesgo de desarrollar Asma. Sabemos que hay familias en las que esto es mucho más frecuente. Esto depende de algunos genes cada vez mejor conocidos que regulan el funcionamiento del sistema defensivo. Especialmente en lo referente a los procesos inflamatorios.

Es fácil saber que en una familia hay antecedentes de este problema. Basta con preguntarlo a los padres. Pero lo que no sabíamos hasta ahora era el porqué. Sobre esto cada vez disponemos de más conocimiento, que nos permite entender qué genes y por qué mecanismos generan este problema.

Esta personalización nos está permitiendo cada vez más actuar de forma mucho más definida en cada caso concreto.

Si quieres tener esta información sobre la genética de tu hijo, que nos permita abordar este problema de forma más certera y mucha más información relevante sobre su salud realizar un test genético muy amplio es ya algo muy asequible. Echa un vistazo a lo que puede ofrecerte DNActive Baby. Si tienes cualquier duda al respecto estarán encantados de aclarártelas.

Medicación de Base en el Asma

Cuando un niño o un adolescente padece Asma y las crisis son frecuentes o muy intensas, no basta con tratar cada una de esas crisis. Hay medicación que a veces es necesario dar a diario durante periodos prolongados para evitar las crisis.

Si tiene crisis con poca frecuencia y que responden bien al tratamiento de la crisis, no merecerá la pena.

Hay varias opciones y a cada niño, en función de las características de sus crisis le va mejor un tratamiento de base. Si sus crisis son frecuentes o intensas comentádselo a su pediatra para que valore cuál es el que mejor puede irle.

En el Asma estacional, es decir el desencadenado por pólenes que sólo están presentes en una fechas concretas del año, merece la pena iniciar el tratamiento preventivo poco antes de que empiece el periodo de polinización.

Vacunación contra el Asma

En algunos casos el desencadenante de las crisis es uno concreto y está identificado. Por ejemplo en Andalucía el más frecuente es el polen del olivo. Cuando es así, una de las opciones para reducir y a veces incluso eliminar el Asma es la vacunación anti-alérgica.

Pero no es útil si están implicados muchos causantes. La diferencia entre los niños a los que la vacuna les resulta útil y los que no, suele estar en si está mejor o peor definido el desencadenante. Si tu hijo da resultados positivos a 5-10 pólenes, epitelios animales, ácaros, hongos… posiblemente la vacunación no le sirva para nada. Pero si tiene sensibilidad en las pruebas a uno o dos alergenos y las crisis aparecen claramente cuando tiene contacto con ellos, la vacuna es posiblemente su arma más efectiva.

Ejercicio en el Asma

Hay padres que evitan que su hijo asmático corra por si se ahoga. No es buena idea. Lo que tenemos que lograr no es que el niño sea un enfermo, sino que tenga una vida lo más normal posible a pesar de su enfermedad.

El ejercicio físico es además positivo para los niños asmáticos. Evidentemente en plena crisis, si el niño hace esfuerzos le va a desencadenar la tos. Pero en cuanto está mejor debemos favorecer que haga el máximo de ejercicio físico.

Entre los deportes que se recomiendan a los asmáticos suele estar la natación. Esto es así porque es el ejercicio que más desarrolla la musculatura que actúa en la respiración. Pero hay que tener un factor en cuenta: El cloro.

La mayoría de las piscinas siguen usando el cloro en la depuración del agua. El problema es que el cloro es uno de los mayores irritantes para los bronquios. Por lo que algunos niños tienen crisis cada vez que visitan la piscina cubierta. Si esto ocurre, en algunos niños las crisis se vuelven incontrolables mientras no eliminemos la exposición al cloro. Se acabó la piscina. O a buscar una que no use depuración con cloro. La alternativa suele ser la depuración con sal.

Incluso en las piscinas cubiertas que no usan cloro algunos niños pueden empeorar cuando van si tienen sensibilidad a los ácaros o a los hongos. Ya que crecen con más facilidad en ambientes húmedos y con temperatura estable (como las piscinas cubiertas).

Tabaco y Asma

Esta es simple y sin embargo sé que a algunas familias les cuesta. El tabaco es un irritante bronquial claro. Tanto que en fumadores, el EPOC o Bronquitis crónica es la norma más tarde o más temprano.

La recomendación es clara: Si tienes un hijo asmático y siempre has pensado que algún día dejarás de fumar… nunca tendrás una excusa más importante. ¡Deja de fumar ya! Tira el que tengas y no compres más. Y cada vez que te dé el mono piensa en tu hijo con crisis de asma.

Evidentemente es mejor no fumar delante de los niños. Pero no basta con eso. El fumador elimina de forma constante nicotina en su sudor y esa sustancia favorece que se cierren los bronquios…

Alimentación en el Asma

Hay familias en las que la Atopia y el Asma pasan de generación en generación.

Evidentemente deben tener factores genéticos que ayudan a ello. Pero algo que muchas veces se olvida y que puede tener aún más importancia es la alimentación. Los hábitos alimentarios se aprenden de generación en generación. 

El Equilibrio Omegas

Uno de los factores clave en la alimentación es el Equilibrio de Omegas. Los ádidos grasos omega 3 y 6 no pueden ser sintetizados por el cuerpo. Así que dependemos de nuestra alimentación para disponer de ellos.

Están los Omega 3 (pescado azul y algunos aceites vegetales) que reducen la tendencia a la inflamación (buenos). Y los Omega 6 de origen animal que favorecen la inflamación (malos). También hay Omega 6 de origen vegetal que son beneficiosos.

El equilibrio entre los Omegas buenos y los malos determina entre otras cosas la tendencia a la inflamación que hay en el cuerpo.

En la dieta occidental hay un claro desequilibrio a favor de los Omega 6 de origen animal. Hay familias en las que esto es más marcado que en otras por sus hábitos alimentarios. Y esto es uno de los factores que determina la aparición de alergias en esa familia.

Una de las medidas de fondo para mejorar el Asma es recuperar el Equilibrio de Omegas. Para ello hay que reducir el consumo de grasas animales y aumentar el de aceites vegetales ricos en Omega 3 y pescado azul.

El problema es que los pescados azules de consumo habitual, como el atún, tienen unos niveles de metales pesados elevados y no es recomendable en niños pequeños y embarazadas o madres que dan el pecho. Y además muchos niños es complicado que tomen pescado azul con regularidad. La forma viable de alcanzar ese equilibrio es a veces el Suplemento de Omega 3. Y si éste se obtiene de pescado azul, conviene que sea de peces pequeños que se crien en aguas frías (con menor concentración de metales pesados) y que se obtengan por un sistema que reduzca la concentración de metales pesados.

La leche de vaca

Hay mucha controversia en torno a la Leche de Vaca. Hay gente que defiende que dar leche de vaca a los niños es como dar «mata-ratas». Mi opinión es que como toda simplificación, necesita matizaciones.

Algunos médicos eliminan la leche de vaca por norma de la dieta de cualquier niño con Asma. Mi opinión es que merece la pena probarlo. En unos influye y en otros no.

Hay dos vías por las que realmente la Leche de Vaca puede favorecer la intensificación del Asma:

  1. Niños alérgicos a las proteínas de la leche de vaca. Lo habitual es que proboque vómitos y dermatitis atópica. Pero algunos alérgicos tienden a manifestarla especialmente con síntomas respiratorios. Cuando se sospecha, hay quien solicita analítica de sangre. Pero en esa analítica lo que buscamos son anticuerpos específicos a las proteínas más grandes y que con mayor frecuencia producen alergia. El problema es que en la leche hay muchas más proteínas de las que se analiza y si el niño tiene alergia a una de las no analizadas, el resultado puede ser negativo pese a que la leche le genere alergia. Es más fiable el prick cutáneno, una prueba en la que vemos la reacción de la piel al contacto con la leche sobre una pequeña erosión. Pero yo prefiero otra prueba, para mí más importante: El test de exposición. Éste consiste en eliminar totalmente la leche de vaca de la alimentación del niño durante un mes y valorar si mejora los síntomas asociados a alergia (irritabilidad, molestias abdominales, dermatitis atópica, reacción excesiva en vías respiratorias). Tras ese mes reintroducimos la leche de vaca. Si notamos un cambio claro, con mejoría durante el periodo sin leche y empeoramiento tras su reintroducción, aconsejo retirar la leche de vaca de la dieta del niño.
  2. Exceso de Omega 6  de origen animal en la dieta. Una de las fuentes más importante de Omega 6 de origen animal en la dieta de los niños es la leche de vaca. Hay muchos niños que «comen mal». Entiendo por «comer mal» que seleccionan la dieta haciéndola cada vez más limitada. Es muy frecuente que ante la preocupación de que» el niño come poco» se complemente con productos lácteos. Raro es el niño de este tipo que toma pescado azul con regularidad. El resultado es un claro desequilibrio de Omegas que favorece la aparición de procesos inflamatorios en piel, intestino y vía respiratoria (asma entre ellas). La solución es la mejora de la alimentación aumentando su diversidad y reduciendo la presencia de los productos lácteos. Os remito ahí a mi artículo sobre el niño que come mal. Pero mientras se logra a veces puede ser beneficioso el uso de Suplementos de Omega 3.

Si te gustaría que valore el caso de tu hijo y te diga cómo abordarlo puedes hacerme una consulta online. Contesto por WhatsApp en menos de 24 horas.

Enlaces de interés:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000990.htm7

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Remedios para el Asma

Qué hacer si tienes asma para evitar que tu hijo la sufra.

Tener antecedentes familiares de asma es uno de los factores predisponentes para sufrirla. Pero puede ser también una oportunidad para evitarla.

Sabemos que la genética es uno de los factores que define en parte nuestra salud.

Hay familias en las que las alergias son mucho más frecuentes que en otras.

Cuando se diagnostica de Bronquitis o Bronquiolitis a un bebé y alguno de los padres es asmático, surge la preocupación de si eso significa una condena de por vida para el bebé. Voy a intentar aclarar este punto.

¿Qué es el Asma?

El Asma es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta al sistema respiratorio. Suele aparecer en la infancia y afectar en todas las edades de la vida.

Las personas que la sufren tienen crisis en las que los bronquios se inflaman y se cierran dificultando la respiración y provocando tos.

La mayoría del tiempo son personas normales, pero antes algunos irritantes (Infecciones, ácaros, hongos, polvo, polen, epitelios animales, ozono, tabaco, contaminación, estrés, ejercicio físico….) pueden sufrir crisis.

Evolución que lleva al Asma

No se llega a ser asmático de un día para otro. Hay una serie de pasos previos que llevan a esta situación.

Genética del Asma

En primer lugar debe haber una predisposición genética. No todos los asmáticos tienen antecedentes familiares. Pero hay personas que no acaban siendo asmáticos a pesar de tener los demás factores y otros que teniendo menos “papeletas” terminan siéndolo.

Son muchos los genes que se han relacionado con el asma. Ninguno de ellos es imprescindible para sufrirla, ni hay un gen que si lo tienes serás asmático obligatoriamente. 

Histaminas y Asma

Por ejemplo, enzimas como la DAO o la HNMT son necesarios para eliminar histaminas. Las histaminas en las mucosas actúan generando inflamación, especialmente en reacciones rápidas. Cuando se tiene una variante genética que produce enzimas menos activos se produce un exceso de histamina que puede generar patologías alérgicas como el asma.

En estas personas las crisis de asma pueden ser más frecuentes tras tomar alimentos ricos en histaminas.

HLA y Asma

El HLA o complejo mayor de histocompatibilidad es como el carnet inmunitario de las células. Hay muchas variantes de esta molécula que está definida genéticamente en cada persona. Ciertas variantes de HLA, formas del receptor FcεRI-β, IL-4 o del CD14, se asocian frecuentemente con Asma, porque modifican la forma en que el sistema defensivo modula sus respuestas. Algunos genes, como el ORMDL3 se relacionan también con el inicio precoz del asma.

Como vemos hay muchos genes que predisponen al desarrollo del asma. Es lo que explica en parte que haya “familias de Asmáticos”. Conocer esa predisposición es interesante porque la simple presencia del gen no es suficiente para que sea asmático.

Con esa base genética unos acaban desarrollando el asma y otros no en un proceso de regulación del sistema inmunitario que puede durar gran parte de la infancia. En esta regulación, aparte de los genes influyen muchos factores ambientales. Y es precisamente por eso por lo que resulta interesante conocer la predisposición a desarrollar asma: Porque podemos reducir esa tendencia genética modificando factores ambientales. 

También es interesante porque el tratamiento del asma no funciona igual en todos los pacientes. Hay genes que pueden  hacer que respondan mejor o peor a un tratamiento concreto.

Por ejemplo, pacientes con la variante genética HSD3B1 presentan mayor resistencia al tratamiento con corticoides favoreciendo la progresión al asma grave.

Cesárea y Asma

Nacer por cesárea aumenta el riesgo de ser asmático en el futuro. Esto se debe a que la flora de bacterias que se adquiere al nacer es muy diferente en los niños que nacen de cesárea frente a los que tienen un parto natural.

Una cesárea es una técnica en la que sacamos al bebé a través de la piel de la madre evitando la vagina. Se debe hacer cuando hay un riesgo que lo justifica. Y evitar el asma en el futuro no es un motivo para arriesgar el bienestar del bebé en aspectos más graves. Por tanto no es cuestión de discutir si se hace o no la cesárea (que debe estar bien justificada siempre).

Lo que sí se está investigando ya son técnicas para mejorar la flora de los bebé nacidos por cesárea.

Esterilización y Asma

Otro factor que favorece el desarrollo de Asma es un celo excesivo por esterilizar todo en los primeros meses de vida.

El sistema defensivo está preparado para defendernos desde el nacimiento en condiciones de higiene mucho peores que las actuales. Durante los primeros meses los gérmenes siempre han estado ahí. Evitarlos en exceso tiene dos efectos negativos:

La flora normal de nuestro cuerpo evita que nuestro sistema defensivo los elimine produciendo sustancias que reducen la actividad de nuestras defensas mientras no haya una agresión. Tener una flora pobre implica un sistema defensivo con más actividad de la debida. Son inmunorreguladores no producidos por nosotros, pero con los que hemos contado durante toda la historia de la humanidad.

El sistema defensivo debe aprender a responder a los gérmenes agresivos de forma adecuada. Si su contacto con ellos es menor, no puede aprender a actuar adecuadamente.

Por eso un exceso de higiene es contraproducente haciendo que tengamos un sistema defensivo mal regulado que favorece respuestas inadecuadas y excesivas a agresiones mínimas.

Sol y Asma

El otro inmundo modulador fundamental que estamos perdiendo es la luz Solar. Hasta que nos volvimos sedentarios la especie humana estuvo siempre expuesta al sol durante el día. Dependiendo de la latitud esa exposición era mayor o menor. Pero también nos defendíamos de ella en función de la producción de melanina.

La luz solar tiene un doble efecto en el sistema defensivo de la piel:

Aumenta la producción de Vitamina D. Esta vitamina, conocida por su acción fijando el calcio en los huesos, actúa también regulando el funcionamiento del sistema defensivo.

La radiación solar reduce el número de células defensivas de la piel. Y la evolución humana cuenta con ello. De forma que producimos una cantidad superior a la que es necesaria, de la que parte se ha perdido siempre por efecto del Sol.

Hoy en día se protege tanto a los niños del sol que hemos reducido su exposición por debajo de lo deseable haciendo que incluso en zonas de sol intenso tengan déficit de vitamina D y un exceso de defensas en la piel. Es uno de los factores que favorecen la Dermatitis Atópica. Esta dermatitis es otro de los factores predisponentes al asma.

Burbuja inmunitaria y Asma

Inmunización pasiva. Durante los primeros meses de vida los bebés tienen los anticuerpos que su madre le ha pasado a través de la placenta. Defienden al bebé contra todas las infecciones que su madre ha pasado en su vida y han dejado recuerdo en su sistema inmunitario.

Esto hace que en los primeros meses de vida sea raro que enfermen. Si nos esforzamos por evitar todo contacto con gérmenes en esos primeros meses, no estamos haciéndole un favor al bebé.

Durante la etapa en la que tiene los anticuerpos de mamá no suelen sufrir infecciones porque enseguida son bloqueadas por ellos. Pero activando su propio sistema defensivo.

Si en esta etapa evitamos a ultranza las infecciones, sólo estamos retrasándolas hasta el momento en que tenga que afrontarlas, pero ya sin ayuda y sin experiencia. Lo que favorece respuestas inadecuadas.

Introducción tardía de alimentos y Asma

Pasa lo mismo con los alimentos. Introducir de forma tardía los alimentos que generan alergia no evita que aparezca ésta, sino todo lo contrario. Lo mejor es que el bebé tenga una dieta lo más completa posible antes de que la inmunización pasiva de mamá desaparezca.

Bronquiolitis precoz y Asma

Otro de los factores predisponentes al Asma es tener una primera bronquiolitis siendo muy pequeño. Porque esto significa que incluso con la ayuda de los anticuerpos maternos ya está haciendo respuestas excesivas.

Los virus que producen bronquiolitis en bebés no suelen generar en niños mayores o adultos más que un resfriado. La bronquiolitis es ya en sí una respuesta excesiva e inadecuada. Y es una señal de que ya hay algo en su sistema defensivo que no va bien.

Bronquitis de repetición y Asma

A partir de esa primera bronquiolitis hay niños que cada vez que sufren una nueva agresión respiratoria (nuevas infecciones virales, contaminantes, tabaco…) reaccionan en exceso haciendo bronquitis de repetición. Es lo que llamamos Hiperreactividad Bronquial. 

Este exceso de respuesta tiende a desaparecer en los primeros 3-4 años de vida. Lo hace porque el sistema defensivo acuciado por una avalancha de infecciones madura y tiende a autorregularse.

Si no lo consigue, cuando la incidencia de infecciones baja, porque ya ha pasado casi todas las que hay a su alrededor, empiezan a sensibilizarse a otros elementos presentes en el entorno como los pólenes, los ácaros, hongos, epitelios animales, fibras artificiales….

Si antes de que llegue esa etapa conseguimos que el sistema defensivo en los bronquios esté regulado, evitamos esa sensibilización tardía que ya sí, llamamos Asma y puede ser una enfermedad crónica de por vida.

Hay tratamientos que tienen esto como objetivo: Regular al sistema defensivo para reducir la tendencia a responder de forma excesiva en los bronquios. Cuando los usamos las crisis de bronquitis se hacen cada vez menos frecuentes. Si logramos esto mientras aún hay infecciones con frecuencia las posibilidades de que acaben siendo asmáticos se reducen drásticamente.

Por esto insisto siempre en que tenemos que ir más allá del tratamiento de las crisis en los niños con Hiperreactividad bronquial y aplicar tratamientos de prevención.

Las claves para evitar que tu hijo sea asmático

Por tanto, si eres asmático y te preocupa que tu bebé lo sea:

– Puede ayudar un análisis genético que detecte y se anticipe a los factores que influyen en el desarrollo del asma y, así modificarlos con antelación. Además nos permite conocer cómo responde al tratamiento, evitando efectos secundarios que perjudican la salud del niño.

– Mejor parto natural.

– Si es cesárea. Reforzar flora adecuada con probióticos.

– No esterilices. Saca a tu hijo de la Burbuja.

– Introducción precoz de alimentos.

– Tratamiento adecuado de las crisis en las bronquiolitis y bronquitis.

– Tratamiento de base adecuado en los niños con Hiperreactividad Bronquial.

Si tienes cualquier duda al respecto consulta a tu pediatra o me tienes a tu disposición en mi consulta online. Si te gustaría realizarte un test genético para ti y para tu familia para mejorar vuestra calidad de vida visita www.dnactive.es. Si es para tu bebé DNActive Baby puede ayudarte.

Pividori M1, Schoettler N2, Nicolae DL3, Ober C4, Im HK5. Shared and distinct genetic risk factors for childhood-onset and adult-onset asthma: genome-wide and transcriptome-wide studies. Lancet Respir Med. 2019 Jun;7(6):509-522

Dijk FN, et al. IL1RL1 gene variations are associated with asthma exacerbations in children and adolescents using inhaled corticosteroids.

Schoettler N, Strek ME. Recent Advances in Severe Asthma: From Phenotypes to Personalized Medicine. Chest. 2019 Oct 31. pii: S0012-3692(19)34108-X. doi: 10.1016/j.chest.2019.10.009. [Epub ahead of print] Review

Análisis Genético Bebé
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Frutos Secos en la Alimentación del Bebé: Cómo y cuándo introducirlos

 Frutos secos en alimentación infantil, cuándo y cómo para evitar alergia y atragantamiento

Frutos Secos: la primera causa de muerte por atragantamiento en niños y causa frecuente de alergia. ¿Cómo introducirlos para reducir ambos riesgos?

Los frutos secos suelen aparecer al final de la “lista clásica” cuando hablamos de introducción de alimentación complementaria.

Les tenemos respeto porque son:

  1. La primera causa de muerte por atragantamiento en niños.
  2. Uno de los grupos de alimentos que con más frecuencia producen alergias alimentarias.

Para reducir el riesgo de que aparezcan ambos problemas durante mucho tiempo se ha recomendado retrasar su introducción cuanto sea posible. Yo mismo decía «no le des frutos secos a tu hijo mientras te acuerdes de la última vez que se atragantó».

El problema surge porque está cada vez más claro que introducir tarde los frutos secos puede duplicar las posibilidades de que un niño acabe desarrollando sensibilidad a ellos. No es algo exclusivo de los frutos secos. Como explico en otro artículo, introducir tarde los alimentos favorece que aparezcan alergias alimentarias.

Para conjugar ambos problemas, lo que recomiendo desde hace un tiempo es:

Evita los frutos secos, SECOS.

Pero puedes dárselos Triturados y Humedecidos.

Te explico el porqué.

El peligro de atragantamiento en los frutos secos es porque no se deshacen cuando lo pones en un ambiente húmedo. Lo que hace es hincharse pudiendo aumentar su tamaño por 5.

Imagina el proceso:

Un niño está comiendo por ejemplo cacahuetes mientras juega por ahí.

Se cae.

Cualquiera al caer hace una aspiración. Como cuando te asustas por cualquier otro motivo.

Si tienen trocitos de cacahuete masticados en su boca y algunos son arrastrados a los bronquios por esa aspiración, se depositan ahí.

La diferencia con cualquier otra cosa que pueda llegar al bronquio es que los frutos secos, en el ambiente húmedo del bronquio, empiezan a absorber humedad y se hinchan.

El resultado es un tapón que bloquea al bronquio y que al hincharse se queda atascado ahí sin posibilidad de ser expulsado con el moco o la tos.

Las posibilidades de que esto ocurra dependen mucho de cada niño. Hay niños que casi nunca se atragantan con menos de 2 años y otros que lo hacen con facilidad con más de 4-5 años.

Para evitar el atragantamiento lo mejor sería que no tomasen frutos secos hasta esa edad. Pero….

El riesgo de alergia aumenta si no toman los frutos secos en los primeros 12 meses

Hay estudios que demuestran que lo niños que toman pronto los frutos secos tienen la mitad de posibilidades de desarrollar alergia a ellos que quienes los toman tarde.

La razón es que en los primeros meses de vida los niños casi no tienen infecciones porque cuentan con las defensas que su madre le pasó a través de la placenta. Conforme pierde esas defensas de la madre empiezan a tener infecciones cada vez con más frecuencia y entre el año y los 3 años pillan todo lo que se cruce en su camino.

Una alergia no es más que una confusión del sistema defensivo en la que el sistema defensivo se había activado por una infección y buscando al culpable se encuentra por primera vez algo que no conoce (un alimento nuevo que pasaba por allí). Le echa la culpa y a partir de ese momento, cada vez que lo detecta lo ataca. Las posibilidades de que se produzca esa coincidencia de tomar el fruto seco las primeras veces y coincida con un sistema defensivo activado por infecciones aumenta claramente entre el año y los 3 años, cuando no paran de pillar de todo.

Desde el punto de vista de la alergia lo recomendable sería que tomen frutos secos de forma habitual antes del año de vida.

La respuesta para encajar ambos problemas

Si en la masa de repostería añades frutos secos picados, estos van a humedecerse y a cocer con la masa. Ejemplos en España: Mazapán, Torta de Santiago…

Si haces una salsa en la que uses frutos secos picados, van a cocinarse humedeciéndose. Ejemplo: Salsa de ajillo. En mi tierra se hace con Pimiento rojo seco, pan frito picado, almendras fritas picadas, ajo crudo y vinagre. Todo esto picado se añade a una carne frita y se deja cocer un rato hasta que la carne se impregna bien del sabor de la salsa.

De este modo, antes de tomarlos, los frutos secos han dejado de ser «secos». Lo que impide que se hinchen en los bronquios si son aspirados. Un atragantamiento con frutos secos picados y humedecidos es como atragantarse con cualquier otra cosa. 

Pero en esta forma puede darse a niños menores de un año, desde que iniciamos la alimentación complementaria sin limitación, y hacerlo reduce el riesgo de alergia a los frutos secos.

Pero no le des frutos secos si tiene diarrea, vómitos, fiebre o vas a vacunarlo. Porque son situaciones en las que se activa el sistema defensivo y puede generar la lergia.

Por tanto, la mejor opción para evitar atragantamiento y alergia por frutos secos es ofrecérselos picados y humedecidos en salsas, masas de repostería…

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¿Qué hago si mi hijo es alérgico a un alimento?

Alérgico a alimentos e Hiperreactivdad

Las alergias a alimentos se detectan cada vez con más frecuencia. Pero la duda suele estar en si es mejor retirar el alimento al que es alérgico o mantenerlo.Voy a aclarártelo.

Primero 2 conceptos que es importante que distingas: Sensibilidad y Alergia.

Sensibilidad Alérgica a un alimento

Decimos que alguien tiene sensibilidad alérgica a un alimento cuando en su sangre detectamos anticuerpos IgE frente a ese alimento.

Alergia a un alimento

Decimos que alguien es alérgico a un alimento cuando al tomarlo se desencadena una reacción alérgica. Es decir, aparecen unos síntomas visibles que empeoran la calidad de vida del alérgico cuando tiene contacto con el alimento.

Hay mucha gente que piensa que todo aquél al que se detecta anticuerpos debe desarrollar alergia. Pero no es así.

En las alergias hay de base un mal funcionamiento del sistema defensivo y a veces, teniendo anticuerpos frente a un alimento, incluso en cifras altas no se genera respuesta alérgica. Y otras veces incluso sin detectarse esos anticuerpos puede haber reacción.

Si tiene sensibilidad a un alimento, ¿lo elimino de su dieta?

Esta es la gran duda. A priori cualquiera pensaría que sí. Que lo lógico es retirarlo.

Pero no es tan simple. La respuesta no depende del resultado de la analítica, sino de la reacción alérgica que desencadena cuando lo toma:

  • Si tener contacto con el alimento empeora claramente la calidad de vida del niño o llega incluso a ponerla en peligro, debemos evitar el alimento.
  • Si cuando tiene contacto con el alimento al que es alérgico la reacción es muy leve o inapreciable, lo mejor es mantener el alimento en su dieta.

La razón es que evidentemente la prioridad en las alergias es la calidad de vida del niño y su seguridad, por lo que si la reacción es peligrosa o le hace pasarlo mal debemos evitar el alimento.

Pero cuando no hay peligro por la levedad de la reacción lo que buscamos es que pierda esa sensibilidad al alimento lo antes posible.

Cuando eliminamos un alimento de la dieta corremos el riesgo de que la alergia aumente y si lo mantenemos tiende a desaparecer

El motivo es que no podemos garantizar nunca al 100% la eliminación del alimento. Siempre habrá contactos accidentales: Un alimento elaborado que lo contiene y no nos hemos dado cuenta, alguien que le ofrece al niño el alimento sin saber que es alérgico, que el propio niño lo encuentre y lo pruebe….

Hay muchas situaciones en las que puede tenerse esos contactos.

Y hay situaciones en las que el sistema defensivo está activado: Al comienzo de una infección, tras una vacunación…

En estas situaciones en las que las defensas están buscando al culpable de una agresión, si se tiene contacto con algo a lo que ya es sensible puede desencadenar una reacción cada vez más intensa. Y poco a poco aumentaría la alergia.

La reacción tiende a ser cada vez más intensa si coinciden sistema defensivo activado y contacto con el alimento.

Pero si el contacto es frecuente, porque no hemos eliminado el alimento, habrá muchas más situaciones en las que tiene contacto con el alimento sin que estén activadas las defensas. En este caso la sensibilidad tenderá a desaparecer. 

Ten en cuenta además que un alimento genera más o menos reacción según como se tome

No es lo mismo tomarse un huevo pasado por agua que una galleta con huevo.

El huevo pasado por agua está muy poco procesado, tiene sus proteínas casi enteras con toda su capacidad de generar alergia.

Una galleta que tenga huevo en sus ingredientes ha pasado por el horno. A la temperatura de horneado las proteínas del huevo se rompen y pueden perder gran parte de su capacidad de ser reconocidas por el sistema defensivo.

Cuanto más degradado está un alergeno menos alergia produce. 

Si queremos exponer a un niño a un alimento al que es alérgico para que vaya perdiendo sensibilidad debemos empezar con las formas de esa alimento más procesadas y que generan menos reacción y llegar a la forma de alimento menos procesada que no genere una reacción que pueda ser peligrosa o empeorar su calidad de vida.

Lo habitual es que tras un tiempo de tomar una forma muy procesada, se va tolerando cada vez mejor formas más crudas, hasta que llega un momento que se pierde totalmente la sensibilidad.

Atacar el problema de base: La Hiperreactividad

No basta con todo lo dicho.

La clave como hemos visto no es simplemente detectar en analíticas o pruebas cutáneas la sensibilidad a un alimento.

Ni siquiera elegir la actitud sobre si eliminar o no el alimento de la dieta.

Lo importante en estos niños es entender que esa alergia no es más que un síntoma de un problema crónico. Su sistema defensivo no está funcionando bien. Está reaccionando de forma excesiva e injustificada.

Si no tratamos la Hiperreactividad tras esta alergia llegarán otras y corremos el riesgo de no dedicarnos más que a ir ampliando el censo de alergias del niño con el paso del tiempo.

Os recomiendo una actitud mucho más activa. Ataquemos las causas conocidas de la Hiperreactividad:

  1. Hay medicamentos que reducen la hiperreactividad. Debemos tener un tratamiento de fondo a largo plazo y una pauta clara de actuación en las crisis.
  2. Cuida la flora de tu hijo. Es uno de los factores que más influyen en la regulación del sistema defensivo:
    1. Sácalo de la burbuja. Deja que su sistema defensivo trabaje contra las infecciones en vez de hacerlo contra aliementos, pólenes, ácaros…
    2. Déjalo que se pringue. Necesita una flora rica y cambiante. No es eso lo que tenemos en el entorno limpio y esterilizado en el que vivimos.
    3. Repón la flora si la dañamos. Siempre que tome antibióticos debe reponerse la flora con probióticos.
  3. Mucho sol. El sol aumenta la producción de vitamina D en la piel. Y la vitamina D es un inmunomodulador. Pero la propia radiación solar tiene un efecto positivo en la regulación del sistema defensivo. Haz que se ponga moreno. Deja que se exponga al sol tanto como sea posible sin quemarse.
  4. Una dieta equilibrada. Nutrientes como los Omega 3 y su balance con Omega 6 de origen animal pueden regular la capacidad inflamatoria de los tejidos. En niños con alergias es muy frecuente que haya un desequilibrio que debe corregirse cambiando la dieta, o al menos con suplementos de Omega 3.

Actuar adecuadamente en estos 4 puntos puede acabar eliminando la Hiperreactividad. No hacerlo condena al Hiperreactivo a seguir siendo alérgico y ver como va añadiendo problemas a la lista.

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Destete Respetuoso: No ofrecer, no negar

Destete respetuoso. No ofrecer, no negar.

Hay muchas situaciones en las que se puede decidir finalizar la lactancia materna: ¿Cómo hacerlo de forma respetuosa?

Hablar de destete respetuoso tiene tres vertientes:

Respetar la decisión de las dos únicas personas implicadas en ello: La madre y el lactante.

Hoy en día se hace mucha divulgación de apoyo a la lactancia. Tanta que a veces olvidamos que hay casos en los cuales una madre escoge o necesita no darla. No debe sentirse culpable por ello, y nadie tiene derecho a juzgarla. También hay casos en que los niños no van bien con lactancia materna. Muchos de esos casos son solucionables, pero otros no. Por eso el momento del destete es cuando la madre o el niño lo deciden o hay un problema que no somos capaces de solucionar y afecta seriamente al bienestar de ambos. La opinión de los demás sobra. No hay una edad definida para el destete. Decir que por encima de cierta edad la lactancia es perjudicial o inútil es Mentira.

Respetar el ritmo de destete que cada niño necesite.

Cuando la decisión de no tomar más el pecho surge del niño la cosa es más fácil y es lo ideal. Puede ocurrir de forma progresiva (lo más habitual) o de golpe (mucho más raro). Si ocurre de golpe el problema suele ser para la madre (¿qué hago ahora con esa leche y cómo reduzco la producción sin molestias?). Pero hay casos en los que aunque el niño no quiera dejar el pecho la madre necesita que ocurra (no voy a entrar en concretar cuales, de nuevo respeto, es la madre la única cualificada para decidirlo). En estos casos hay dos opciones: El tratamiento hormonal para detener la producción de forma radical o la retirada paulatina. Yo recomiendo la segunda siempre que sea posible (a veces por motivos de salud de la madre es necesario una eliminación rápida). Al final hablaré de esa retirada paulatina: No ofrecer, no negar.

Respetar al cuerpo de la madre para evitar problemas habituales.

Cuando se usa medicación para retirar la lactancia de golpe pueden surgir problemas. Evidentemente el pecho no deja de producir en 10 minutos y la adaptación rápida de un pecho productivo a uno improductivo puede llevar a veces a ingurgitaciones, mastitis… Cualquier cambio de adaptación del cuerpo es siempre mejor si se hace de forma gradual. Hay casos en los que por motivos de salud de la madre importantes no tenemos ese tiempo y entonces usamos la medicación. Pero siempre que se pueda es mejor la retirada paulatina.

¿Has pensado en dejar el pecho porque no duermes?

Sólo un apunte más: De los motivos por los que muchas madres me cuentan que quieren dejar la lactancia, el más frecuente es que el bebé pide con tanta frecuencia el pecho de noche que hace imposible el descanso. Suele ocurrir a partir de los 5-6 meses. Cuando los patrones de sueño se definen. Para muchos niños el ritual de sueño es precisamente tomar el pecho. Cuando esto ocurre existe la alternativa de cambiar el ritual de sueño y mantener el pecho con tan sólo un destete nocturno.

No ofrecer, no negar

Sea cual sea el motivo por el que finalmente hemos decidido dejar de dar el pecho a un niño que lo tomaba ya de forma estable, la mejor opción que conozco para el destete es ésta:

  1. Si tu hijo te pide el pecho dáselo. Evitas así que se sienta rechazado.
  2. Pero si no lo pide no se lo ofrezcas. Lo que en la práctica supone que las tomas se van espaciando y el pecho va a producir cada vez menos hasta que llegue un momento en que ya no dé leche.

Este proceso puede durar a veces varios meses. Lo normal es que sea de unas semanas. Será más corto cuanto más preparado estuviese el niño para prescindir del pecho, tanto desde el punto de vista afectivo como el nutricional. Y os recomiendo que no lo forcéis.

Desde el punto de vista afectivo, al tiempo que ofreces menos el pecho, aumenta tus otras muestras de afecto. E intenta cuando le das el pecho no hacerlo con quejas o mal humor. Esto es importante para que el niño no viva el destete como un rechazo.

Esta decisión es reversible en cualquier momento si el niño sigue aceptando el pecho. Basta con aumentar la frecuencia de las tomas que le ofrecemos para de nuevo volver a tener pecho suficiente.

¿Y en cuanto a lácteos alternativos al pecho? Depende de la edad del niño.

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Catarro en Niños y Bebes

Catarro en niños y bebés: principales dudas de los padresCatarro en Niños y Bebés: Cuándo está resfriado. Cómo actuar para mejorar los síntomas, cuándo usar Medicinas, cuándo acudir al médico. ¿Se cura siempre sólo?

Sin duda los catarros o resfriados son las infecciones que los niños sufren con más frecuencia. Si algo creo que puede reducir realmente la dependencia de los padres respecto a su pediatra es entender lo que es un catarro y cómo actuar frente a él.

Si por algo se burlan habitualmente de nosotros los otros especialistas, es porque dicen que somos «mocólogos» y «fiebrólogos». Que la mayoría de lo que atendemos en la consulta son simples catarros. Especialmente en invierno, pero en casi cualquier época del año.

Algunos pensarán que aclarar esto es tirar piedras contra mi propio tejado: Si doy a los padres una herramienta como este artículo que cubra un porcentaje importante de las consultas que atiendo, me voy a quedar sin trabajo. No lo veo así. Es mucho, muchísimo lo que podemos hacer en la consulta por la salud de un niño cuando atravesamos la «frontera de los Catarros». Cuando tenemos tiempo para hablar de otras cosas porque el catarro es algo ya comprendido.

¿Qué es un Catarro o Resfriado?

Es una infección, generalmente causada por virus en la que predominan como síntomas los mocos, la tos y a veces la fiebre.

De estos tres elementos el más llamativo del catarro es el moco. Es abundante y suele ser claro. Pero cambia de características a lo largo del día.

El moco no se produce de forma constante. Hay momentos en los que aumenta mucho la producción, y entonces vemos que sale más fluido y otros en los que se enlentece y puede espesarse. Es típico que durante el día fluya más y de noche se acumule espesándose.

Aquí merece la pena destacar una situación que se confunde mucho con un catarro: La rinitis seca del lactante. 

Cuando un bebé nace, tras 9 meses sumergido en agua, su nariz no está acostumbrada a cambios de humedad y temperatura tan intensos como los que que sufre. Cuando esto ocurre la nariz se congestiona. Pero no cae moco abundante, como en un catarro. Esta es una diferencia importante. Aunque notemos la nariz taponada es más por congestión de la mucosa que por que produzca moco. Esto puede mantenerse durante los primeros meses de vida.

¿Se curan los Catarros siempre solos?

Un catarro es una infección que suele curarse sola.

Empieza cuando nuestro cuerpo tiene contacto con un virus nuevo, frente al que no teníamos defensas porque no lo habíamos pasado aún. Y mejora cuando nuestro sistema defensivo lo identifica y empieza a producir anticuerpos contra él.

Es un proceso que habitualmente dura unos cuantos días. Suele decirse que en torno a una semana. Aunque puede acortarse si nuestro cuerpo reacciona antes, lo que suele ocurrir cuando el virus se parece a otro que ya conocemos. O puede alargarse en virus especialmente agresivos.

De forma general se dice que tiene 2-3 días de empeoramiento y 2-3 días de mejoría.

En los primeros días vemos que la fiebre si la hay produce picos cada vez más frecuentes y más altos y a partir del 3º día suelen empezar a ser menos frecuentes y más bajos. El moco en los primeros días es cada vez más abundante con estornudos frecuentes. Cuando mejora se va espesando y los estornudos suelen dejar paso a la tos.

Un catarro puede complicarse

No es lo habitual. La gran mayoría de los catarros son una muesca más que anotar en nuestra salud. Tan frecuentes que nadie lleva la cuenta exacta tras el primer invierno de un niño.

Pero algunos catarros pueden complicares. Las bronquiolitis por ejemplo empiezan como un simple catarro. Pero son producidas por virus más agresivos o la respuesta del niño es demasiado intensa y solemos decir que se le ha bajado al pecho.

En algunos de los niños que sufren una primera bronquiolitis queda una mayor sensibilidad que puede hacer que en los siguientes años casi cualquier catarro acabe desencadenando la bronquitis.

Otras veces un catarro puede acumular demasiada cantidad de moco en los oídos y dar lugar a una otitis.

¿El Catarro que no se quita?

Otra consecuencia de pasar catarros, uno tras otro, es que para defenderse crecen las vegetaciones. Las vegetaciones son la parte de las defensas que hay en la parte superior de nuestra garganta. Todos las tenemos. Aunque a muchos nos las quitaron. Es mi caso.

Crecen para producir defensas cada vez que hay una infección cerca. Y tras ceder la infección se reducen lentamente de tamaño. Pero crecen mucho más rápido de lo que se reducen. Cuando los catarros son muy frecuentes no da tiempo a que vuelvan a su tamaño normal. Entonces notamos que parece que no desapareciese el catarro del todo.

Ya os dije que en la fase final del catarro los estornudos son sustituidos por la tos y el moco es más espeso. Cuando las vegetaciones han crecido lo que vemos es un niño que queda en esa situación durante semanas: Moco espeso que cuesta que salga, y tos más frecuente cuando está tumbado o cuando se agita. 

¿Cómo podemos mejorar los síntomas de un Catarro?

Ante los catarros suelen adoptarse alguna de las siguientes actitudes:

  1. Medicinas.
  2. Lavados nasales y que tome mucho líquido.
  3. No hacer nada.

Las pongo en este orden porque la mayoría de las familias suelen empezar por la primera de las posturas. Suelen pasar a la segunda progresivamente. Y acaban adoptando la tercera en la mayoría de los casos.

¿Por qué ocurre este cambio de actitud?

Al principio, cuando un bebé no ha pasado nunca un catarro, solemos asustarnos. No estamos acostumbrados a afrontarlos y tememos que evolucione mal. Además en los niños más pequeños las complicaciones en forma de bronquiolitis son más frecuentes. Es normal que ante el temor a esta opción muchos padres pidan alguna herramienta que proteja al bebé.

Pero cuando empieza la primera temporada de catarros de un bebé, al primer catarro lo sigue un segundo y poco después un tercero…. Llega un momento en que la mayoría de los padres empiezan a preocuparse más por la cantidad de medicinas que toma su hijo que por las complicaciones posibles de los catarros. Entonces empiezan a usar la opción 2: Lavados y mucho líquido.

Pero hasta de eso se harta uno. Algunos niños ven llegar a los padres con los artilugios para hacer el lavado nasal y lloran. Con la experiencia acumulada los padres han perdido en muchos casos el temor a las complicaciones y las ganas de hacer pasar un mal rato al bebé con el lavado. Y lo dejan en paz. Hemos llegado a la opción 3: No hacer nada.

Como de costumbre lo adecuado es una mezcla de los tres dependiendo de las circunstancias.

¿Cuándo usar Medicinas y cuáles son útiles en un Catarro?

Como un catarro es una infección que nuestro cuerpo es capaz de vencer en la mayoría de los casos por sí mismo, lo adecuado en muchos casos es no hacer nada.

Aunque como hemos visto un catarro puede complicarse, y hay cosas que pueden hacer más difícil que el catarro se complique.

Hay otro aspecto del que no hemos hablado: Un catarro puede ser bastante molesto. Sin que se complique, puede dificultar el descanso o la alimentación de quien lo sufre.

Y a veces da molestias muy localizadas, pero intensas: La sensación de nariz taponada o la irritación de la piel por el moco en torno a la nariz pueden ser muy molestas.

Cuando aparece cualquiera de estas circunstancias que he marcado en negrita yo veo justificado hacer cosas que alivien estos síntomas. En la mayoría de los casos, aunque no hagamos nada, se curará. Pero es que en medicina no sólo podemos curar, podemos aliviar. Y también es importante para la calidad de vida de nuestro hijo.

Lo más usado para aliviar es:

  • Lavados nasales y mucho líquido. Sólo los recomiendo cuando vemos moco espeso abundante.
  • Medicamentos para reducir la producción de moco. Los anti-histamínicos. Son medicamentos usados en las alergias con frecuencia. Pero igual de efectivos en un catarro. De hecho, una alergia es una reacción similar a un catarro pero frente a un estímulo que no debería generarla. Yo suelo usarlos cuando un exceso de mucosidad está generando las molestias mencionadas.
  • Mucolíticos. Son medicamentos que hacen que el moco sea menos espeso. Pero tienen el efecto secundario de aumentar la cantidad de moco. Yo no los uso desde hace años, y no los he echado de menos.
  • Anti-térmicos. Si hay fiebre que se acompañe de decaimiento o muy alta. Aunque la fiebre sea un mecanismo de activación de las defensas, si es muy elevada puede producir un malestar y un agotamiento evitables. Por evitarlos no impedimos que el cuerpo se defienda.
  • Anti-tusivos. Sólo los uso cuando la tos no mueve mucosidad (tos seca) y hace difícil descansar o alimentarse (hace que vomite). No debemos usarlos cuando hay mucho moco, ya que si no dejamos que la tos expulse ese moco podemos favorecer se complique el catarro.
  • Expectorantes. Son medicamentos que favorecen la expulsión de moco al toser. Son útiles cuando vemos que la tos es frecuente y mueve moco. Y que esa tos es muy persistente, dificultando el descanso, la alimentación, o nos da la sensación de que el moco está empezando a acumularse en el pecho.

Por supuesto no pongo esto para que uses los medicamentos sin indicación del médico. Sino para que entiendas mejor porqué te indica cada uno de ellos si lo hace.

¿Cuándo acudir al pediatra si mi hijo tiene un Catarro?

La respuesta es simple: Cuando no sepas cómo actuar.

Pero especialmente, te recomiendo que acudas al pediatra si tu hijo sufre un catarro y:

  • Tiene mal estado general. Lo notas muy decaído, incluso cuando no tiene fiebre.
  • Tiene dificultad respiratoria. No me refiero a la nariz taponada, sino cuando lo ves que al respirar parece un pez fuera del agua: respira rápidamente como queriendo comerse el aire.
  • Tiene una tos persistente que le impide alimentarse o descansar. 

Estas situaciones son más importantes cuanto menor sea el bebé. Ante la duda, acude.

¿Puede un Catarro dar fiebre alta y no necesitar tratamiento con antibióticos?

Queda un pequeño detalle que por la insistencia con la que surge en la consulta merece que mencione.

Un Catarro, que como hemos dicho es una infección producida generalmente por virus, es insensible a los antibióticos. No es que sea malo darlos en un catarro. Es que es inútil. Y tampoco es inocuo:

  • Usar antibióticos con mucha frecuencia favorece que cuando realmente sean necesarios no sirvan. Si tenemos nuestra flora de la garganta constantemente bombardeada con antibióticos, favorecemos que crezcan en ella aquellos gérmenes que son resistentes. No es buena idea.
  • Destruye la flora intestinal. Lo que no es una tontería. En nuestro intestino tenemos muchos gérmenes beneficiosos que nos ayudan a digerir los alimentos y ocupan un espacio que si dejamos libre pueden ocupar otros más agresivos, como la cándida. La cándida es un hongo (resistente a los antibióticos) que cuando es abundante en nuestro intestino puede dar muchos problemas. Mejor no abrirle la puerta dando antibióticos innecesarios.

Esto no significa que cuando sean necesarios deban evitarse. Sino que no debemos usarlos innecesariamente.

El Catarro con fiebre alta

Cuando surgen las dudas con frecuencia es cuando los síntomas son claramente de un catarro, pero hay fiebre alta. ¿Puede un catarro producir fiebre alta? Pues sí. Solemos llamarlo entonces Gripe. Pero no tiene porqué ser exactamente el virus de la gripe. Hay varios virus que son capaces de dar fiebre alta y que dure más allá de esos 2-3 días de un catarro normal.

Para saber si realmente es un virus o no los pediatras disponemos de herramientas. Por lo que si un catarro no mejora en 2-3 días conviene que el niño sea explorado por el pediatra para ver si hay algo más. Pero si no lo hay, el tratamiento sigue siendo aliviar síntomas sin más y los antibióticos no estarán indicados.

Espero que este artículo te ayude a entender los catarros, esa infección que seguro que tu hijo, como todos va a pasar en muchas ocasiones. Y te permita actuar de forma adecuada sin pasarnos, pero aliviando cuando hace falta.

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Cosmética Natural para niños y bebés

Qué es la Cosmética Natural y qué aporta en la Salud Infantil

Se habla cada vez más de Cosmética Natural, especialmente cuando hablamos de los más pequeños, ¿aporta realmente algo o es una moda más?

Todo evoluciona, y en los cuidados del bebé no es una excepción. Desde el típico jabón de la abuela hecho con aceite usado y sosa hemos pasado por casi todo lo imaginable.

Hoy voy a hablar de una de las tendencias nuevas, o no tan nueva en realidad: La Cosmética Natural.

¿Es necesaria la Cosmética en Niños y Bebés, sea Natural o no?

Dentro de la propia tendencia naturalista hay quien defiende que la cosmética es simplemente un negocio. Y que el mejor cosmético para los bebés es «ninguno». Que la piel tiene sus propios mecanismos de auto-cuidado y la mayoría de los «potingues» que usamos no hacen sino interferir con ellos generando problemas.

Pero la realidad es, que las condiciones que tiene que soportar nuestra piel en la actualidad, no se parecen en nada a las que la piel del ser humano está preparada gracias a su evolución.

Desde la industrialización estas condiciones han cambiado por completo.

Estoy de acuerdo en que antes de empezar a tratar la piel frente a las agresiones actuales, lo mejor es minimizarlas:

  • Usa fibras naturales en su ropa.
  • Usa para lavar su ropa y al niño productos lo menos agresivos posibles.
  • Trata su piel sólo si aparecen problemas.
  • Usa para ello productos lo más respetuosos que sea posible.

Es en estos dos últimos pasos donde tiene cabida la Cosmética Natural.

Pero, ¿qué es y qué no es Cosmética Natural?

Como está de moda, casi cualquier producto destinado a los más pequeños pretende serlo.

Pero para poder decirlo deben cumplir unas características muy estrictas.

La filosofía de la que nace el concepto de Cosmética Natural es la Terapéutica Naturalista.

Se basa en defender que el ser humano se está alejando de la Naturaleza, pero es parte de ella.

Hemos desarrollado la química hasta el punto de ser capaces de desarrollar sustancias nuevas. Moléculas que no estaban previamente presentes en la naturaleza o en los seres vivos con los que compartimos nuestro carácter biológico.

Para los Naturalistas, introducir esas moléculas en nuestras vidas es un riesgo fruto de nuestra arrogancia. Durante millones de años los seres vivos se han desarrollado en este planeta sin incorporarlas en sus evolución. O tal vez lo hicieron pero supuso un coste tan alto que no se han mantenido.

Pero despreciamos esa sabiduría natural y las usamos porque pensamos que puede apartarnos alguna ventaja sin riesgos.

Los Naturalistas buscan en la propia Naturaleza remedios que durante millones de años ha ido probando y manteniendo. Confiando sólo en ellos como seguros y probados.

Para elaborar Cosmética Natural usan por tanto sólo sustancias que pueden ser encontradas en la naturaleza sin tener que modificarlas. A esto lo llaman Productos Naturales.

Intentan obtenerlas sin modificar la forma en la que se generan en la propia Naturaleza. Porque no están seguros de que una cambio en esa forma de generarse no de lugar a una alteración de sus cualidades, y prefieren ser repetuosos con el proceso. Es lo que se llaman Productos Biológicos.

Y de la propia filosofía Naturalista nace el hecho de obtener estos productos respetando el Ecosistema en el que se generan. Si piensas que la mayor riqueza de este planeta está en su biodiversidad y que son millones las moléculas presentes en los seres vivos que pueden darnos respuestas en el futuro, intentas preservarlo tanto como sea posible en la producción de la Cosmética Natural.

Hay empresas que al crear Cosméticos Naturales se esfuerzan por buscar los mejores Productos presentes en la propia Naturaleza, obtenerlos de un modo que preserve sus cualidades naturales y hacerlo de un modo que respete el ecosistema que nos los ofrece.

Cuando esa empresa hace el esfuerzo de ser auditada, para demostrar que cumple todos esos pasos, aporta un valor que la distingue de la mayoría.

Tú escoges si esta filosofía es más o menos acorde con la tuya y con lo que quieres para tu hijo.

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Niño al que le cuesta dormirse

Pelea al dormirse

Niños que se pelean cuando quieren dormirse, como si no quisieran hacerlo o les resultase desagradable. Respuesta a una Consulta Online de una madre.

Hay niños que cuando tienen sueño se pelean con él. Es como si no quisieran dormirse. Sea como sea la cuestión es que al intentar que se duerman no paran de llorar.

La causa más frecuente es doble y su base es psicológica:
– Que intentemos dormirle cuando no tiene sueño o ya se le ha pasado.
– Que haya convertido el momento de dormirse en algo desagradable.

¿Cuándo tiene sueño?

Ambas cosas suelen surgir porque pensamos que los niños son relojes suizos y tienen «su hora de…». Y esto no es cierto. Tendemos a ser regulares, pero con variaciones. Porque somos seres vivos y nos adaptamos a un ambiente cambiante.

Todos tenemos la experiencia de tener sueño y no haber podido dormirnos por cualquier motivo. Por ejemplo en una guardia o cuando quieres dormirte y tu bebé no.

El resultado es que cuando se pierde esa oportunidad en la que nos hubiésemos dormido con facilidad, se pasa el sueño durante un buen rato (1-2 horas), pero nos quedamos de mal humor, porque hay una necesidad sin cubrir.

Algunos días los bebés tienen sueño antes de su hora habitual. Sea porque la noche anterior durmió menos o porque este día ha sido especialmente agotador. La cuestión es que si en ese momento no hacemos su ritual de sueño (por lo general tomarlo en brazos y alimentarle), se le pasa. A partir de ese momento notas que sigue con sueño, está de mal humor, pero no puede dormirse. Hemos perdido la oportunidad. Y hasta que se reúnan de nuevo las condiciones puede pasar un tiempo en que estará agotado pero con dificultad para dormirse. Es decir, muy, muy cabreado.

Es frecuente que lleguemos a esto porque cuando le ha dado sueño aún «le tocaba el baño» o hemos valorado que aún «no era su hora de dormir» y le hemos aguantado despierto.

Para evitarlo, cuando un bebé tiene sueño claramente aunque se adelante un poco el momento la prioridad es el sueño: Ve al dormitorio y en un ambiente lo más tranquilo posible haz su ritual (en brazos toma el pecho).

Otras veces llega «la hora de dormir» y no tiene sueño. Sea porque ese día ha dormido una siesta más larga o porque está más activado… Pero intentamos dormirle y se resiste porque su cuerpo no reune las condiciones necesarias para dormirse..

En este caso lo adecuado es salir del dormitorio, entretenerle un rato y no intentar dormirle hasta que notemos que tiene sueño.
Es una de las medidas básicas contra el insomnio incluso en adultos. Si se asocia el lugar de dormir con la imposibilidad de dormirnos, la hemos liado.

Por tanto: No intentes dormir a un bebé si no tiene sueño.

Si al intentarlo está claramente activado puedes probar a tranquilizarle, pero nunca pelees. Si lo haces relaciona la situación de dormirse con algo desagradable, lo que agrava el problema. Sal del dormitorio, juega un rato a cosas que le tranquilicen y cuando veas signos de sueño prueba de nuevo.

Cuando hacemos esto volvemos a transformar el sueño en algo fisiológico y sin carga negativa.

No intentes modificar en esta fase su ritual de sueño. Si se duerme en brazos sigue haciéndolo, si lo hace tomando el pecho o el biberón, o con el chupe sigue igual por ahora.

Lo que buscamos en esta fase es que le resulte lo más fácil posible dormirse.

Repito las claves de la rutina para evitar las peleas al dormir:

  1. Su hora de dormir es cuando él tenga sueño. Si notas que lo tiene lo intentas. Si no muestra signos de sueño no lo intentes.
  2. Cuando ya está irritable es porque posiblemente no nos hemos dado cuenta de que hace rato que tenía sueño y se nos ha pasado la oportunidad sin aprovecharla. Intenta estar atenta a esto.
  3. Cuando apreciamos el sueño colaboramos con él en el ritual de sueño que habitualmente le resulte más fácil para dormirse.
  4. No intentamos en esta fase hacer modificaciones para llevarlo a un ritual de sueño independiente, porque eso generaría más ansiedad en una fase en la que estamos centrados en un objetivo más básico: que la ansiedad desaparezca asociada al sueño.
  5. Si el niño se resiste cuando intentamos colaborar en su ritual cesamos inmediatamente el intento y pasamos a entretenerlo con otra actividad.
  6. Volvemos a intentarlo sólo cuando el niño vuelve a mostrar sueño.
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A mi niño le cuesta dormirse

Le cuesta dormir

Las tres claves para ayudar a descansar al niño al que le cuesta dormirse. Entender porqué le cuesta y cambiar es la solución para que todos descanséis.

Empezar a dormirse es algo misterioso y sin embargo tan natural que sorprende a veces. El cuerpo está diseñado para que cuando se den las circunstancias adecuadas lo hagamos a diario. Porque es imprescindible. Incluso por agotamiento, sucede a veces hasta cuando no debería.

Hay niños que una vez que se duermen ya lo hacen del tirón toda la noche, pero sin embargo les cuesta muchísimo empezar. Cuando llega la hora de acostarse parece que les dieran un café doble, no quieren ni ver la cuna y generalmente acaban durmiéndose en brazos o en la cama de los padres.

Tienen el problema para dormirse de noche, pero luego no es raro que se queden dormidos de agotamiento durante el día, o se levanten más tarde. Al final duermen las horas que necesitan, pero de forma desorganizada.

La solución cuando al niño le cuesta dormirse

  • Primero, tiene que llegar con sueño a la hora de acostarse, por lo que si es de los que duermen más de día que de noche, no le dejéis. No es cuestión de torturarle, sino de darle más alicientes para que durante el día esté activo. Es decir, darle más juego. Sé que llevar el ritmo de un bebé es complicado, y que encima si no estáis descansando bien de noche, aún más. Pero tiene su recompensa.

Los primeros días podéis notarle algo más irritable, porque se resiste a cambiar el hábito que tenía. De hecho le hacéis lo mismo que él a vosotros, no dejarle dormir cuando su cuerpo se lo pide. Pero sólo serán unos días y merece la pena.

Pensad, el niño llora todas las noches por no querer dormirse y puede seguir así años. La pediatría respetuosa no es dejar todos los ritmos del bebé funcionando a su aire. Es no modificar uno de ellos más que cuando tengamos claro que le perjudica. Y en este caso lo hace. Llora cada noche para dormirse y su ritmo de descanso tiene como consecuencia que sus padres no descansen. Y él tiene que convivir con esa pareja de zombies malhumorados. ¡No le conviene lo más mínimo! No señor…

  • Segundo, la regularidad: Todos tenemos una hora de conciliar el sueño. “Gracias” a las guardias, que son parte de mi trabajo, tengo comprobado y todos los compañeros lo confirman, que cada uno tiene una hora determinada en la que se le cierran los párpados y cuesta la propia vida no dormirse, pero en cuanto pasa esa hora, ya puedes aguantar despierto sin mucho problema.

Del mismo modo, cuando un niño pasa la hora a la que se duerme habitualmente, sea por una fiesta, una visita o cualquier otra cosa, ya cuesta mucho más que se duerma y además se pone de mal humor (razón esta aplicada a los médicos, que me hace recomendar con convicción que no acudáis a urgencias de noche si no es imprescindible: el médico, aunque intente lo contrario suele ser menos agradable).

Si de veras queremos establecer una hora razonable a la que el niño se duerma sin problemas es importante que nosotros respetemos esa hora.

Pero también hay veces en las que pretendemos que se duerma cuando para él es imposible aún. Si hacemos un intento y hay gran resistencia en ocasiones la mejor opción antes de que se active mucho más es dejar el intento para un rato después.

  •  Tercero, evita actividades que le activan antes de dormirse o le animan a seguir despierto. Al menos en la hora previa a dormirse, lo recomendable es reducir el ritmo de las actividades que hacemos con él. Y evitar en ese tiempo ofrecerle cosas que va a querer prolongar, como ver la televisión o jugar, especialmente con aparatos electrónicos. En su lugar, leerle un cuento o contarle un cuento en su cama puede ser un incentivo para aceptar esa nueva situación. Pero escoged historias tranquilas y que no le puedan producir miedo a la hora de dormirse.

 

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Lavados nasales

El uso de los lavados nasales en niños y bebés. Cuándo es recomendable y cómo se hacen.

Los niños son mocosos. Eso parece una regla inmutable del universo.

Segunda regla indiscutible: Los padres se agobian con los mocos de sus hijos. En esto hay matices. El grado de tolerancia con las secreciones nasales de su hijo cambia entre padres.

Hay muchas opciones para luchar contra estos viscosos «enemigos». Pero en realidad son un aliado. El moco es una de las barreras defensivas de la vía respiratoria. Cuando algo irrita la mucosa, se defiende produciendo moco. Su función es atrapar y arrastrar al exterior al «agresor».

Siendo así, la primera consideración de muchos es: «Pues si es un mecanismo defensivo, no hacemos nada».

Pero la realidad es distinta. Todos los mecanismos defensivos del cuerpo pueden actuar en su justa medida, pasarse o quedarse cortos.

A veces la cantidad de moco es tal que no permite el paso de aire por la vía respiratoria. Todos hemos pasado montones de veces por eso: Un atoramiento de nariz que nos obliga a respirar por la boca.

En este caso, ¿qué es lo mejor? ¿no hacer nada?

¿Cuándo puede ser útil hacer lavados nasales?

Todos sabemos que no es así. Cuando uno es mayor y sabe «sonarse los mocos», es lo que hacemos. Expulsamos aire por la nariz para que arrastre ese moco al exterior.

Una vez que hemos adquirido esa habilidad, poco adultos se hacen lavados nasales. Suele ser suficiente con «sonarse». Y los lavados no son agradables.

Por lo tanto nos podemos plantear hacer lavados nasales en niños que no saben aún «sonarse la nariz» de forma efectiva. De hecho cuando alcanzan esa edad, la mayoría no nos permiten ya que les hagamos lavados.

Pero, por debajo de esa edad, ¿le haremos lavados con horario prusiano, o cada vez que le veamos un moquete?

Lo que yo os recomiendo es que no.

Si un niño respira bien no necesita que le hagamos un lavado nasal. No es agradable y cuando no es necesario no tenemos motivos para importunar a nuestro hijo. Si hacemos del lavado una rutina, lo que estamos haciendo es perjudicar nuestra relación con nuestro hijo sin necesidad. Hacer el lavado antes de acostarlo o de la comida por norma, no es mas que una forma de asociar a estas actividades un estímulo desagradable. Os recomiendo especialmente que lo evitéis en niños que tienen problemas para dormir o comer.

Pero ¿y cuando no respira bien?

Pues depende:

  • Si el moco es claro: Cuando un niño está resfriado o con alergia y su nariz es un río de agua que fluye constante el lavado es poco útil. A los pocos minutos vuelve a estar igual.
  • Si el moco es espeso: Es en este caso cuando el lavado puede ayudar. Ya que la nariz tardará en acumular de nuevo el suficiente moco espeso para dificultar la respiración.
  • Si hay congestión, pero no veo el moco: A veces lo único que dificulta el paso de aire es una inflamación de la mucosa de la nariz. En estos casos el lavado no ayuda. Aunque a veces sí puede ayudar humedecer la nariz. Es decir, no lavar sino simplemente echar un par de gotas de suero fisiológico en cada orificio nasal.
  • Si sabemos que lo que tiene son las vegetaciones grandes: En estos casos, en los que notamos que no respira bien, pero no tiene moco en la nariz, tanto lavar como humedecer es inútil. Y siendo inútil y desagradable para el niño, lo mejor es no hacer nada.

¿Cómo se hace un lavado nasal?

Se pueden hacer con suero fisiológico o con agua marina (hoy en día hay sprays de agua marina esterilizada).

Colocación del niño:

Tumbado de lado o boca abajo. Si le hacemos el lavado boca arriba se va a agobiar más, porque si ya respiraba mal (por eso le vamos a hacer el lavado), al añadir el suero va a respirar momentáneamente peor. Si está en una postura en la que la salida del suero es fácil se le pasará antes.

Cuando el lavado se hace tumbado de lado, se introduce el suero por el orificio que queda más alto, para que pueda salir por el otro con facilidad. Luego lo tumbamos de lado contrario y repetimos la operación con el otro orificio.

Sólo ponemos al niño boca arriba cuando lo que vamos a hacer es humedecer la nariz con un par de gotas, para que entren mejor.

Lavados nasales y dolor de oídos

Cuando hacemos lavados nasales, especialmente si hacemos más presión de la cuenta o si lo hacemos con el niño boca arriba (es otro motivo por el que no aconsejo hacerlo en esta postura), podemos empujar el moco hacia el oído, provocando dolor y favoreciendo las infecciones de oído.

Si los lavados no suelen ser nunca placenteros, cuando a un niño le duelen los oídos puede aumentar el dolor. No lo hagas. Aunque tenga la nariz llena de moco espeso.

Aspirar los mocos

Hay muchos sistemas para aspirar el moco de la nariz. Desde aspiradores mecánicos hasta la perilla de toda la vida, pasando por los aspiradores con filtro en el que los padres succionan por un tubito y el moco se queda en un recolector. Si usas alguno, que no sea la perilla. Si la usamos mal puede ejercer mucha presión y hacer daño a los oídos del niño.

Pero ante todo, no abuses del aspirador. Sólo deberías usarlo para aspirar el moco que ves y no puedes sacar sin aspirador:

  • Si puedes sacarlo con la punta de un pañuelo o un bastoncillo sin introducirlo demasiado, es mejor así que con el aspirador.
  • Si no lo ves, pero lo intuyes, échale un par de gotas de suero para que se mueva y prueba a sacarlo cuando ya lo veas.
  • No aspires para ver si sale un poco más. La presión también irrita la nariz estimulando que se congestione y produzca más moco.