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Han retirado el Variargil: Gotas para “dormir bebés”

Gotas para dormir bebés, no son la solución, a veces ayudan

Las Gotas para Dormir Bebés se usan, pero hay que hablar mucho sobre ellas. No son la mejor solución, ni funcionan por sí solas. Aunque en algún caso ayudan.

Han retirado el Variargil

Cuando yo era residente de Pediatría, es decir, en los años en los que te formas como pediatra, tuve mi primera noticia de un medicamento llamado Variargil (Alimemazina Tartrato).

Lo usaban especialmente en la sala de encamación de Lactantes.

Se trata de un antihistamínico. Un medicamento habitualmente usado para las Alergias. Pero que tiene un efecto secundario muy marcado: Somnolencia. Da sueño.

El Variargil raramente se usaba ya en alergias, porque disponemos de otros más modernos en los que ese efecto secundario se ha reducido.

Sin embargo seguía usándose por su capacidad para inducir el sueño en niños pequeños.

Tras pasar por un ingreso de Lactantes algunos bebés lo habían usado, y no era raro que los padres preguntasen por esas gotas maravillosas que habían logrado que el bebé durmiese incluso en un ambiente “tan hostil como el hospital”.

Algunos de esos padres, por similitud creían entender que era una “infusión de perejil”. Nos consta que alguno hasta probó ha hacerle esa infusión en casa… Y es que no dormir es algo que te lleva a hacer casi cualquier cosa.

Con fecha 28 de diciembre de 2018 se publicó una Alerta por la que se retiraban una serie de lotes por problemas en la dosificación.

El resultado es que no hay Variargil en las farmacias. Lo que pone a no pocas familias en un problema. Estaban consiguiendo dormir gracias a que lo usaban a diario. En algunos casos durante meses o años.

Claramente esto era una mala solución. Si es tu caso y desde que se te acabó el Variargil habéis vuelto a dormir mal, es hora de que os planteéis abordar el problema en serio para buscar una solución que no te haga depender de unas gotas, sino que consiga que tu hijo duerma bien sin medicación.

Si quieres que te ayude en esta labor puedes hacerme una Consulta Online por WhatsApp y te responderé en menos de 24 horas:

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Distintas opciones de Gotas para Dormir Bebés

Hay otras opciones. La más conocida hoy en día es la Melatonina.

El uso de otros medicamentos, como somníferos o barbitúricos (fuera del hospital) es excepcional en bebés.

Por tanto, los más usados son:

Melatonina. Es la hormona que produce el cuerpo para regular el ciclo diario de sueño y vigilia. Produce un sueño mucho más fisiológico que los antihistamínicos. Aunque tampoco está libre de efectos secundarios, como algunos piensan. Es útil, pero sólo en casos concretos en los que el bebé está segregando una cantidad inferior a la normal.

Antihistamínicos. Entre los que están el Variargil, Atarax… Son más potentes que la Melatonina induciendo el sueño. Pero es un sueño más artificial, por lo que sólo se debe usar en periodos cortos de días o semanas. No deberíamos superar el mes, más que por los efectos secundarios, porque es un error de planteamiento.

Los bebés no deberían necesitar medicamentos para dormir. Pueden ayudar en situaciones concretas a mejorar la calidad de sueño, pero plantearlo como algo de lo que se dependa para cada noche es un claro error.

Una de la críticas que se hace a estos medicamentos es que producen dependencia. Ninguno de los dos lo hace. Pero la realidad es que en la mayoría de los casos se recurre a ellos cuando no se entienden las causas que llevan a que duerma mal. Y si se usan sin resolver el problema de base, sí que generan una dependencia, pero más en la familia que en el bebé.

El caso más habitual es el bebé de 6-10 meses con un ritual de sueño dependiente y que ha aumentado claramente su número de despertares desde los 4-5 meses.

Si usamos por ejemplo Variargil y no cambiamos el ritual de sueño, conseguiremos reducir el número de despertares en los que el bebé pide ayuda para dormirse, pero sólo mientras damos el medicamento. Con lo cual, tal vez la familia duerma bien mientras le demos las gotas, empeorando en cuanto las abandonan. Esto sí genera dependencia, pero en los padres.

Cuándo tiene sentido usar Melatonina

El cuerpo la produce. De hecho en los niños tiene unas cifras normales mucho mayores que en los adultos.

Por eso, dar melatonina a un bebé suena raro. No debería tener una carencia. Pero hay muchas situaciones en las que puede ocurrir. La mayoría de ellas por una exposición a La Luz anormal.

La melatonina se libera en un pico máximo poco después del anochecer. Es lo que nos induce a tener sueño de noche.

Pero os pongo un ejemplo:

Hay niños que duermen mal por otros problemas. Por ejemplo por gases, que suelen ser más intensos en la tarde-noche. Muchos de estos niños tienen una molestia que les impide dormir hasta bastante tarde. Y mientras un niño llora, para atenderle, es frecuente que sigamos con La Luz encendida. Esto hace que acaben liberando la Melatonina mucho más tarde.

Veo casos en los que a partir de algo así, y una vez liberados del problema de gases, mantienen un ritmo de sueño muy tardío. Es la pescadilla que se muerde la cola:

  • No se duerme pronto porque la noche anterior lo hizo tarde.
  • Como está despierto y activo, está con La Luz encendida.
  • Lo que le hace liberar la Melatonina más tarde y no tener sueño, repitiendo el ciclo.

A veces podemos ayudar a romper este bucle con Melatonina, adelantando poco a poco la hora a la que se la damos. Pero por supuesto asociado a una reducción de la iluminación y de las actividades que le mantienen interesado en seguir despierto.

Hay otras muchas situaciones similares en las que puede ser útil la melatonina para reajustar unos hábitos de sueño adecuados. Se puede hacer sin Melatonina. Pero a veces puede ayudar a hacer más fáciles estos cambios.

Cuándo tiene sentido usar Antihistamínicos

Se pueden usar para inducir el sueño cuando es necesario por motivos médicos. Por ejemplo para hacer algunas pruebas diagnósticas en las que es importante que el bebé esté tranquilo.

Pero también para ayudar a cambiar rituales de sueño.

Yo no lo uso de entrada. Pero hay casos especiales en los que sin estos medicamentos resulta casi imposible, y en los que el deterioro de la calidad de vida de la familia justifica claramente su uso.

La clave es usarlos como ayuda, no como solución.

Me explico: Muchos niños, que lo que tienen es un ritual de sueño dependiente que hace que cada vez que se despiertan pidan ayuda para volver a dormir, toman Variargil o alguno similiar.

En muchos casos se les ha dado la indicación de estas gotas y nada más. Nadie les ha explicado que es un problema que puede resolverse si logramos que el bebé adquiera un ritual que le permita dormirse sin ayuda y ponemos las condiciones para que use esa nueva herramienta.

Cuando se toma el medicamento generalmente reducimos el número de despertares de forma evidente. Pero si no arreglamos el problema de base, será un espejismo. Un espejismo que durará sólo mientras toma las gotas.

Cuando entendemos que la clave está en cambiar los rituales de sueño surge un problema. Y es que no todos los niños son igual de fáciles para estos cambios. Hay algunos, especialmente los que llamamos niños de alta demanda, en los que hacer esto es bastante complicado. Y es precísamente en estos en los que a veces hace más falta, porque ya son agotadores de día.

Este tema tiene muchos matices, por lo que no os recomiendo usar ninguno de estos medicamentos sin que os lo indique un especialista en el tema. Y con especialista no me refiero a un Pediatra sin más. Sino a uno que entienda bien los problemas de sueño en niños.

Os puedo decir que yo no recibí esa formación durante mi instrucción como pediatra, sino que tuve que buscarla después por interés propio.

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Crisis del Sueño entre los 4 y 7 meses.

Cuando acabamos haciendo colecho pero peleamos para no hacerlo

Muchos bebés que ya estaban durmiendo con 0-2 tomas nocturnas empiezan a despertarse con mucha más frecuencia a partir de los 4-7 meses. Te explico porqué y las opciones que puedes escoger.

En la evolución del Sueño durante los primeros meses de vida hay cambios muy llamativos.

Hoy nos centraremos en el que se produce entre los 4 y 7 meses, dependiendo de cada niño.

Cuando un bebé nace tiene tendencia a dormir mucho durante los primeros días de vida. Está agotado y saturado de estímulos y tareas nuevas.

Pero entonces aparece una necesidad nueva que cubrir con urgencia. ¡Hay que comer!

Vemos que habitualmente a partir del 2º-3º día de vida busca alimentarse con mucha frecuencia, tanto de noche como de día se despierta y alimenta casi al mismo ritmo.

Cuando esta necesidad de alimento va siendo cubierta las tomas suelen espaciarse, más en la noche que en el día. La influencia de La Luz diurna y la oscuridad nocturna hace que la melatonina empiece a regular el ciclo circadiano y tenga más interés por alimentarse y buscar estímulos de día y más por descansar de noche.

Algunos bebés llegan a echar alguna noche completa o con 1-2 tomas como mucho antes de los 3-4 meses.

En lo que llamamos crisis de crecimiento, puede tener alguna noche suelta de tomas constantes, pero con una tendencia clara a espaciarse.

Y entonces cuando creíamos que esto iba genial, cambia de forma llamativa.

De repente el número de despertares se multiplica. Pasan a tener un ciclo de sueño largo (3-5 horas habitualmente) en la primera mitad de la noche, y luego ciclos cortos de en torno a una hora en la segunda mitad. A veces incluso más cortos.

Cada vez que se despierta pide que le ayudemos a dormirse de nuevo con el ritual de sueño que solemos hacer.

Os explico a qué se debe este cambio en el sueño

En la mayoría de los niños su ritual de sueño hace que se duerma en brazos de quien le cuida:

Alimentándolo. Tomando su leche.

Dándole estímulos. Meciéndolo, paseándolo…

Para entender cómo llegamos a esto:

Al principio el cerebro del bebé es bastante básico. Tiene 3 necesidades: Comer, Estímulos y Dormir.

Para que un bebé se duerma tiene que tener cubiertas sus necesidades de Comer y Estímulos.

Cada una de esas necesidades está regida por una zona del Cerebro. Y luchan entre sí buscando un equilibrio.

Cuando un bebé está cansado y tiene sueño, no es raro verlo irritado, y no consigue dormirse hasta que lo alimentamos o le damos estímulos meciéndolo o paseándolo. Depende de cual sea su necesidad más deficitaria en cada momento. Es muy frecuente que la maniobra que cubre ambas necesidades (tomarlo en brazos y alimentarlo) sea el ritual de sueño por excelencia. 

Esto hace que desde muy pequeño la forma en la que acaba durmiéndose sea casi siempre en brazos de quien le alimenta o da estímulos.

Van pasando los meses, el cerebro madura, y la costumbre se hace ley. Las redes neuronales van definiéndose y el camino para llegar a dormirse se concreta. El bebé hace un ritual para dormirse que realiza mientras come y/o recibe estímulos.

La mayoría de los bebés tienen varias vías, varios rituales, que les permiten dormirse.

Algunos incluso han desarrollado caminos que le sirven para dormirse sin ayuda, de forma espontánea. Esos niños no suelen tener el cambio de ritmo de sueño del que hablamos. Y siguen durmiendo de noche con 1-2 despertares como mucho.

Pero aquellos en los que todos los rituales que tienen precisan la ayuda de sus cuidadores, la piden cada vez que salen de un ciclo de sueño y quieren entrar en el siguiente.

Mucha gente interpreta que es por hambre. Pero alimentarlo no le duerme porque tenga hambre, sino porque es parte de uno de los rituales de sueño que lleva utilizando desde hace meses. De hecho, aunque se les alimente más antes de acostarlos, siguen despertándose con el mismo ritmo.

¿Cuáles son las opciones para que todos volvamos a dormir?

Os aclaro para empezar que cuando esto ocurre, el bebé descansa. El problema es que la forma de hacerlo impide descansar a sus cuidadores. Especialmente a la madre cuando el bebé toma pecho. Hasta el punto de que en mi experiencia es una de las razones más frecuentes por las que muchas madres se plantean abandonar la lactancia.

Defender la lactancia en ese momento pasa por ofrecer a la madre una opción viable para que sea sostenible.

Nosotros, igual que el bebé, tenemos ciclos de Sueño:

– Un ciclo largo en la primera parte de la noche. Es el más profundo y reparador. Pero solemos acostarnos más tarde que el bebé, lo que hace que él esté acabando su ciclo largo cuando nosotros no hemos hecho el nuestro. Entonces pide ayuda, nos despertamos interrumpiendo nuestro ciclo profundo y eso hace que nos sintamos agotados.

– En los ciclos cortos y más superficiales, el problema es que tampoco estamos acoplados por completo. De modo que el bebé nos los interrumpe una y otra vez. 

Por supuesto, criar hijos supone sacrificios. Que te vas a perder tu serie favorita de televisión por tu hijo es algo que se da por hecho. Pero que puedas pasar meses y meses sin una noche de sueño decente…. Por mucha buena voluntad que le eches te afecta de forma negativa. Hay pocas cosas que puedan afectar tanto la salud como esto.

Y es imposible que tú estés de mal humor y con agotamiento crónico sin que eso afecte negativamente a tu bebé.

Por tanto, cuando esto ocurre no es cuestión de buena voluntad o capacidad de sacrificio. Hay que ser realistas y buscar opciones que os permitan descansar a todos mínimamente bien.

Mucha gente ve un conflicto irresoluble entre las opciones más habituales:

Colecho. La opción más evidente. Si el bebé necesita mi ayuda para dormirse, cuanto más cerca antes acabamos. Que duerma con nosotros en nuestra cama.

Que aprenda a dormir sólo, fuera del dormitorio de los padres.

Yo las veo simplemente como dos opciones diferentes entre las que elegir la que mejor nos permita descansar.

¿Qué hace falta para que el Colecho funcione?

Entiendo por funcionar, que la calidad de sueño de todos sea razonablemente buena. Para que esto ocurra es necesario:

Que los padres quieran hacer Colecho. Hay gente que directamente no quiere. Por mucho que les insistamos en que es una opción totalmente segura y la más natural, hay gente que es incapaz de descansar con su bebé en la cama.

Aprovecho para recordar que el Colecho no aumenta, sino que reduce las probabilidades de Muerte Súbita siempre que el colchón sea firme, no padezcamos obesidad, no seamos adictos a drogas, no fumemos y no usemos ropa de cama pesada.

Que los padres tengan un sueño fácil. Hay gente que es capaz de dormir encima de un camión de bomberos con la sirena a toda potencia. Y que cuando se despiertan tienden a dormirse de nuevo con facilidad. Pero no todos somos así. Hay mucha gente que se despierta con cualquier ruido o movimiento y a los que luego cuesta mucho volver a dormirse. Cuando esto es así, se hace muy complicado dormir junto a un bebé que se mueve y hace ruidos mientras duerme.

En aquellos que Queréis hacer Colecho y descansáis razonablemente bien haciéndolo, la opción es clara: Colecho. Tanto tiempo como sigáis reuniendo ambas condiciones.

Todos los niños, antes o después acaban durmiendo en otro dormitorio. Pero descansando, nos da igual cuándo llegue eso. Podemos esperar y disfrutarlo mientras.

Y cuando el Colecho no funciona ¿Cuál es la Opción?

Hay gente que piensa que la única opción es el Colecho, porque durante mucho tiempo en España la única alternativa que se planteaba era enseñar a dormir al bebé dejándolo llorar en la cuna. Es lo que en España se ha llamado durante mucho tiempo “Duérmete Niño” o “Método Estivill”. Yo claramente no recomiendo este método.

Pero, ¿y si te dijera que tu hijo puede aprender a dormir sólo sin dejarlo llorar? Que podéis pasar de 6-8-10 despertares en la noche a ninguno, o como mucho un par de ellos.

Habrá quien diga que enseñar a dormir a un bebé es absurdo, que no necesitas enseñarle a respirar ni a dormir. Como chiste tiene su gracia. Pero cuando pasas noche tras noche sin descansar, deja de ser gracioso.

Quienes defienden el Colecho, funcione o no, lo hacen dentro de un esquema de Crianza con Apego que comparto al 99%.

El 1% que no comparto es cuando no ven más que una opción y la siguen defendiendo aunque afecte negativamente a toda la familia.

Cuando hablamos de Crianza con Apego hay que entender que la relación que une a un bebé con sus padres es tan importante que si los padres están agotados, necesariamente el bebé está peor que sus padres descansan de forma decente.

Por no hablar de los problemas de pareja que se generan cuando el sueño es malo. Y que por supuesto afectan al bienestar del niño.

Si quieres saber cómo enseñar a tu hijo a dormir sin dejarlo llorar puede leer este artículo.

http://www.mipediatraonline.com/como-ensenar-a-dormir-a-un-bebe-sin-dejarlo-llorar-peketema-2/

 

Del mismo modo que hay familias en las que el Colecho no funciona, puede haber otras en las que esta alternativa tampoco lo haga.

En ellas, aunque a priori no quisierais hacer Colecho, ¿lo habéis probado? Porque como os digo, en este tema creo que hay que ser muy pragmático. Y si lo pruebas y el resultado es que mejora la calidad de descanso de todos ¿Por qué no?

Resumiendo: 

Si todos dormís bien, no hay necesidad de cambiar, sea la que sea la forma en la que lo hagáis.

Pero si no descansáis con un mínimo decente de calidad, ¡Hay Alternativas! 

Pierde el miedo a probarlas, porque siempre puedes volver a lo que tienes ahora.

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Síndrome de Intestino Corto en Niños

Síndrome de Intestino CortoSíndrome de Intestino Corto: ¿Qué ocurre si un niño pierde una parte importante de su intestino? Causas más frecuentes y alternativas de tratamiento.

Este artículo responde a la petición de Yelizabeth en nuestra comunidad de Facebook:

Explique sobre El Síndrome de Intestino Corto en memoria de Jesusito. Un niño que lo padeció y que acaba de fallecer!!!! Por favor doctor explique este tema!!!!!

Qué es el Síndrome de Intestino Corto

Intestino corto, partes del sistema digestivoEn nuestro aparato digestivo tenemos dos partes del intestino, el delgado y el grueso. Cuando hablamos de Síndrome de Intestino corto nos referimos a niños que han perdido una parte importante del Intestino Delgado.

La función del intestino delgado es digerir y absorber la mayor parte de los alimentos. El problema es que perdemos esa capacidad de digerir y absorber nutrientes.

Como en otras muchas enfermedades en el Síndrome de Intestino Corto hay muchas variantes que van a influir en lo serio que sea y en cómo va a tratarse. Más que en la cantidad, depende de la calidad. Hay niños a los que falta una porción mayor del intestino y sin embargo mantienen una funcionalidad mejor que otros que han perdido partes más pequeñas.

Cuando queremos considerar lo importante que es la pérdida de una parte del intestino hay 3 factores a tener en cuenta:

  • La longitud del intestino que queda. Evidentemente con pérdidas muy grandes, quede lo que quede, poco podrá hacer.
  • La localización de la parte que se pierde. El intestino delgado tiene 3 partes (duodeno, yeyuno, íleon). Se ha visto que la parte que al perderse tiene más importancia en la nutrición es el íleon. Porque en ella se reabsorven las sales biliares y se producen algunas funciones esenciales de la digestión.
  • Si se conserva o no la válvula ileo-cecal. Es una válvula que separa el intestino delgado del grueso. Su importancia se debe a que en el colon hay muchos gérmenes que no están en el intestino delgado. Esta válvula hace que se queden en esa zona y no colonicen más allá de la válvula. Si se pierde, muchos gérmenes que en el colon son beneficiosos pueden colonizar el intestino delgado irritándolo y empeorando los problemas digestivos.

Cuales son las causas más frecuentes de Síndrome de Intestino Corto en niños

Cuando hablamos de Intestino Corto en niños puede pensarse que son niños que nacen así, cono un intestino más corto de lo normal. Esto puede ocurrir. Hay malformaciones que consisten en eso.

Pero es más frecuente que el Intestino Corto sea consecuencia de que hemos tenido que acortarlo en una operación. Los motivos que más llevan a tener que operar a un bebé o a un niño, quitando una parte importante del intestino, son:

  • Atresias. Es decir, cuando una parte del intestino es más estrecha de lo normal. En estos casos el alimento no puede pasar adecuadamente a través de la zona estrecha y hay casos en que la única solución es eliminar la zona estrecha.
  • Enterocolitis necrotizante. Es uno de los problemas digestivos más característicos de los prematuros muy pequeños. Su intestino no está preparado para digerir los alimentos y a veces pueden presentar una falta de riego sanguíneo que hace que una parte del intestino se muera. Si no conseguimos parar el proceso puede ser necesario eliminar esa zona.
  • Vólvulos e invaginaciones. Es cuando el intestino se gira o se pliega de tal forma que no permite que llegue bien el riego de sangre a una parte de él. Si no se resuelve rápidamente puede dar lugar a que la parte a la que falta riego se muera y sea irrecuperable.
  • Accidentes: Golpes, perforaciones, intoxicaciones….

Consecuencias del Síndrome de Intestino Corto

Lo más habitual es una diarrea acuosa y una dificultad para digerir y absorber grasas y proteínas. Dentro de las grasas están algunas vitaminas importantes como la vitamina A, D y K.

También hay problema para recuperar las secreciones del hígado, las sales biliares. Esto hace que el hígado no funcione bien, pudiendo acumular demasiada grasa y que puedan aparecer piedras en la vesícula.

También puede aparecer una intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche) y a la fructosa (azúcar de la fruta).

Por dos motivos:

  1. El más evidente es que cuanto menor es la superficie de intestino que puede digerir estos azúcares más azúcar queda sin romper.
  2. El segundo problema es cuando los gérmenes del intestino grueso invaden el intestino delgado irritando la poca mucosa viva que queda impidiendo que haga su función de romper los azúcares para poder absorberlos.

El resultado es una dificultad importante para nutrirse y una diarrea con pérdida de gran cantidad de los alimentos que el niño toma.

Evolución y Tratamiento del Síndrome de Intestino Corto en Niños

Hay varias fases de evolución tras perder una parte importante del intestino y quedar con un Intestino Corto:

  1. Primeros 3 meses tras la pérdida del intestino: En esta fase precisa alimentación Parenteral completa. Es decir, que son incapaces de alimentarse por boca. Y sufren una diarrea acuosa llamativa con irritación importante de la zona en torno al ano. 
  2. Entre los 3 meses y el año: Pueden empezar a recibir alimentos por vía oral (aunque la mayoría siguen llegando por vía venosa) y si la parte de intestino que queda es suficiente van digiriéndolos cada vez mejor. Mejora la diarrea, pero puede haber carencias importantes, especialmente de grasas, algunas vitaminas y minerales esenciales. Esto puede llevar a desarrollar problemas metabólicos.
  3. A partir del año: Como sigue recibiendo una parte importante de los nutrientes por vía venosa lo más frecuente es que tras un año cueste bastante conseguir una vena accesible a través de la cuál aportar aquellas cosas que el intestino corto no es capaz de digerir y absorber.

Cirugía y trasplantes en el Síndrome de Intestino Corto

En algunos casos hay operaciones que pueden mejorar el problema, alargando el intestino o mejorando algunos de los síntomas del Síndrome de Intestino Corto.

En aquellas ocasiones en las que la evolución es especialmente mala puede recurrirse al trasplante de intestino. Suele hacerse junto con otras vísceras, como el estómago y el hígado. La razón es que el riego de sangre de todos estos órganos viene de unas arterias comunes y es más fácil que un trasplante funcione cuantos menos vasos tengamos que reconstruir.

El problema del trasplante es que para evitar el rechazo lleva asociado un tratamiento de inmunodepresores que bajan las defensas. Esto hace que muchos niños mejoren la calidad de vida en cuanto a su capacidad de alimentarse, pero empiecen a tener infecciones que pueden ser graves. Aún así, en muchos casos es la mejor opción.

Será el especialista que lleve su caso quien informe a los padres de las opciones viables en cada caso. Porque dependiendo de las peculiaridades de cada niño la mejor solución en cada momento puede variar.

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Sal y especias en la comida de niños y bebés

Sal y especias en la comida de niños y bebés. Usarlas de forma sana.Sal y especias: Una de las razones por las que muchas familias hacen comida especial para sus bebés en lugar de darles la misma que comen todos.

Hasta yo lo he escrito: Sin especias y sin sal.

Pero….

Efectos perjudiciales de la sal y las especias en la salud de los bebés y niños

La sal en una dieta sana.

La sal es parte de todos nosotros. Es Cloruro Sódico. Cloro y sodio son junto al potasio los elementos salinos más importantes de nuestro organismo. Están en todos los líquidos de nuestro cuerpo. Así que los necesitamos.

Pueden perderse a través del sudor, la orina, las heces y las mucosidades que segregamos. Por lo que tenemos que reponer esa pérdida.

Pero no sólo están en nuestro cuerpo, sino en el de todos los seres vivos que constituyen nuestra alimentación. De modo que si no hay pérdidas importantes podemos obtener el sodio, el potasio y el cloro que necesitamos de los alimentos. Sin necesidad de añadirles sal.

Pero la sal nos gusta. De los sabores básicos, el dulce y el salado son los dos más llamativos y que más nos atraen. Lo que hace que mucha gente ingiera cantidades de sal añadida a la comida muy superiores a lo recomendable.

Cuando esto ocurre, el exceso de sal retiene líquido, especialmente fuera de las células, produciendo:
  • Deshidratación intracelular. La sal fundamental de las células es el potasio, la de los tejidos que las rodean el sodio. Cuando hay demasiado sodio atrae agua al exterior de las células dejándolas más secas de lo recomendable. Lo que dificulta su funcionamiento correcto.
  • Hipertensión. Uno de los sitios donde el sodio es la sal predominante es la sangre. Si hay mucho sodio aumenta el volumen de sangre que hay circulando lo que aumenta la tensión arterial. La hipertensión es llamada «asesino silencioso». Porque puede no dar síntomas llamativos, pero va deteriorando nuestro cuerpo hasta ser capaz de producir la muerte por infarto, hemorragia interna…
  • Sobrecarga de los riñones. Nuestros riñones son los encargados de mantener entre otras cosas un nivel de sales adecuado. Cuando hay mucha sal (sodio), tienen que eliminarla, lo que arrastra agua. Hacer esto de forma mantenida hace que tenga que trabajar a un ritmo muy superior al normal.

Así que está claro, mucha sal no es buena. Pero ni para el niño ni para nosotros. Lo primero que deberíamos pensar es «no añadir sal en la comida del bebé».

Pero lo ideal no es esto, sino usar la sal de forma razonable en la alimentación de toda la familia

Si en una familia cocinan con mucha sal, aunque al bebé no le añadan sal en su comida, acabará comiendo lo que los demás. Y al final tendrá una dieta con exceso de sal sufriendo sus consecuencias. Lo ideal no es que el bebé no la tenga en su comida, sino que la familia cocine con poca sal para siempre.

El problema añadido es que la restricción para evitar que salemos la comida del bebé hace que muchas familias cocinen a parte para él. Lo que no sólo es innecesario, sino contraproducente.

Uno de los objetivos en introducción de la alimentación complementaria es que acabe teniendo una dieta variada cuanto antes. Para lograrlo, lo mejor y más efectivo es que ofrezcamos al bebé nuestra misma comida al ritmo que le vaya apeteciendo. Con las únicas restricciones que estén realmente justificadas.

En el tema de la sal la clave buscando su salud no es que no la pruebe, sino que esté presente en su alimentación de forma razonable. Ahora y en el futuro. Es decir, que si en casa cocinamos de forma sana el bebé puede comer nuestra comida.

Especias y condimentos en la dieta del bebé

Pensemos en la típica carne con verduras para el bebé.

Muchos dirían que esto se prepara así:

Añades verduras (patata, zanahoria, calabaza, calabacín, judías verdes…) y carne.

Lo cueces todo al vapor.

Y ya cocido le añades un chorrito de aceite de oliva y lo trituras todo. ¡Ummmm!

¡Insulso!

No digo que no sea sanísimo.

Pero nosotros no comemos eso. Nosotros lo haríamos así:

Haces un sofrito con pimiento, tomate, ajo/cebolla.

Añades la carne parra que se sofría un poco.

Luego añadimos vino y unas hojitas de laurel, pimienta, tomillo… Dejamos que se rehogue hasta que el vino se consume.

Entonces añadimos agua y la verdura y lo dejamos cocer un buen rato.

¡Un estofado riquísimo!

Y no deja de ser sano.

En torno al año, uno de los problemas que muchos bebés tienen con la comida es que rechazan «su comida». Quieren comer «la nuestra». ¡Pues claro! ¡Tampoco tú quieres «su comida»!

Hacer una comida sin especias, cocinada de forma especial, mientras nosotros comemos diferente, es absurdo.

Las consecuencias son:
  • Doble trabajo. Tenemos que cocinar sin especias ni sal para él y condimentado para nosotros.
  • Peor relación del niño con la comida. Tiene una dieta menos variada, más pobre en texturas y sabores. Lo que puede hacer que en poco tiempo, cuando el bebé se vuelva selectivo, rechace cualquier novedad en la comida. Esto condena a muchos niños a tener una dieta pobre durante los 5-6 años siguientes.
  • Empeora nuestra relación con el niño. Tenemos que pelear con él para que no coma «lo nuestro» y coma «lo suyo».
  • Acabamos introduciendo alimentos peores que los que pretendíamos evitar. Por no darle de nuestra comida cocinada acabamos dándole muchos productos industriales «para niños». Estos productos en su mayoría incluyen colorantes, aditivos químicos y azúcar. Sustancias mucho más perjudiciales en la dieta del niño que unas especias o sal en cantidades razonables que podamos añadir a nuestra comida. Llegamos a esto porque el niño se aburre de una comida tan poco variada. Y ante su negativa a comer de nuevo el puré de verduras con carne al vapor, en lugar de darle nuestra comida de olla, mucho más sana. Y es que nadie hace publicidad de las bondades de un buen potaje o estofado y sí de los productos industriales hiperazucarados «para niños». Nos venden que estos productos aportan cosas importantes para su salud. Y naturalmente se olvidan de mencionar que para que al niño le guste añaden azúcar.

Si durante los primeros dos años no das al niño tu comida es fácil que acabe haciendo su paladar a comer otros alimentos mucho peores para su salud.

La clave no es evitar la sal y las especias en la dieta del bebé. Es usarlas de forma razonable en la dieta de toda la familia. Y si se hace así, no hay comida de mejor calidad para tu hijo que la tuya:

  1. Hecha de productos frescos que tú seleccionas por su calidad.
  2. Cocinada de forma que resulte sana, hoy con 6 meses y cuando tenga 16 años. Con una cantidad razonable de especias y sal.
  3. Más variada. Y en alimentación dieta sana = dieta variada.
  4. Sin elementos añadidos sin ninguna justificación nutricional (azúcar, colorantes, conservantes…).
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Cuándo dar Antibiótico a un bebé o a un niño

Cuándo dar antibiótico a un niño o bebé

Un antibiótico no debe ser dado a un niño o bebé sin que lo prescriba el pediatra. Pero muchos padres se preguntan en qué nos basamos para hacerlo o no. Así que os lo voy a explicar.

¿Qué es un Antibiótico?

Un Antibiótico es un medicamento que mata bacterias y/o dificulta que se reproduzcan.

Por lo tanto lo usamos para ayudar a defenderse a un paciente que sufre una infección producida por bacterias.

No sirve para luchar contra infecciones causadas por otros gérmenes distintos, como hongos, virus, protozoos

¿Es malo dar Antibióticos a los niños y bebés?

Los Antibióticos on medicinas. Y como cualquier medicamento tienen efectos secundarios. Por eso no deben usarse más que cuando está justificado.

Un Antibiótico mata bacterias malas, pero también hay bacterias «buenas». Es imposible eliminar de forma permanente a las bacterias de nuestro organismo. En nuestra piel, muestras mucosas y en nuestro tubo digestivo hay y siempre habrá gérmenes.

Pero somos capaces de convivir con la mayoría de ellas. Estas bacterias con las que vivimos sin que nos agredan son las que llamamos «Flora Saprofita». La más conocida es la Flora Intestinal.

Cuando tomamos un Antibiótico dañamos a esa flora. A veces es necesario para defendernos de alguna bacteria agresiva que nos está haciendo daño. Pero tomarlo cuando no está justificado es hacer daño a las bacterias buenas con las que convivimos. Y eso significa dejar campo libre que puede ser ocupado por bacterias malas. No conviene hacerlo si podemos evitarlo.

Los Niños y los Bebés tienen una flora intestinal más débil que puede ser dañada con más facilidad cuando usamos Antibióticos. Por eso hay que justificar muy bien su uso.

Probióticos para evitar el daño de la flora si toma Antibiótico

Hay una forma de reducir el riesgo de usar Antibióticos sobre la Flora del niño. Y es acompañarlos siempre de un probiótico.

Hay varios tipos de probióticos:

  • Bacterias. Son bacterias de las que componen la flora buena de nuestro intestino. El problema es que darlas simultáneamente al antibiótico no sirve. Ya que si son sensibles a él, por mucho que las demos van a morir con la siguiente dosis. Son útiles tras finalizar el tratamiento antibiótico.
  • Hongos. Hay algunos hongos beneficiosos que forman parte de nuestra flora como el Saccharomyces Boulardii que son beneficiosos por dos vías:
    • Ocupa el espacio que cuando tomamos antibiótico puede ser ocupado por otro hongo muy perjudicial, la Candida Albicans.
    • Cuando el Saccharomyces se asienta en el intestino produce sustancias que seleccionan a las bacterias que crecen a su alrededor. Y da la casualidad de que escoge a bacterias que son buenas para nosotros.
    • Además no es sensible a los antibióticos por lo que puede darse ya durante el tratamiento antibiótico y servir como base para que luego se colonice con bacterias buenas.

Mi recomendación sobre cómo usar los Probióticos cuando damos un Antibiótico a un niño

  1. Usar el Antibiótico sólo cuando esté justificado y sea prescrito por un pediatra.
  2. Dar Saccharomices Boulardii durante el tratamiento Antibiótico.
  3. Dar un Probiótico Bacteriano tras acabar el tratamiento Antibiótico.

Criterios en los que nos basamos los Pediatras para dar un Antibiótico a un Niño o Bebé

Lo que hacemos es buscar la causa de la infección. Y sólo cuando es bacteriana indicamos el uso de Antibióticos.

Para averiguar esa causa:

  • Preguntamos cosas a los padres que pueden orientarnos sobre la causa de la infección. Es lo que llamamos Anamnesis. ¡Qué nombre más raro!
  • Exploramos al niño. Buscamos signos que nos indiquen cuál es el foco de la infección y cuando lo encontramos buscamos las características que nos dicen si puede ser bacteriano:
    • Placas de pus en la garganta.
    • Ruidos característicos al escuchar el pecho.
    • Ciertas lesiones de la piel.
    • Ciertas características de la diarrea.
    • Algunos tipos de supuración…
  • Pruebas complementarias:
    • No siempre está claro con la simple exploración si una infección es producida por bacterias. Cuando esto ocurre podemos completar la exploración con:
      • Analítica de sangre:
        • Sospechamos que es bacteriana cuando los Leucocitos están muy elevados o muy bajos con un aumento de un tipo concreto de ellos que lucha contra las bacterias (Neutrófilos o Polimorfonucleares).
        • Hay marcadores como la Procalcitonina o la PCR que suben en las infecciones bacterianas y no lo hacen cuando es un virus.
        • No está justificado hacerla simplemente por tener fiebre porque no es algo agradable para el bebé que le pinchen y en la mayoría de los casos podemos diagnosticar sin usarla.
      • Frotis faríngeo. Hay hoy en día pruebas que pueden detectarnos gérmenes concretos en el moco de la garganta en minutos. El más usado es para buscar al estreptococo piogenes.
      • Radiografía: Puede usarse por ejemplo para diagnosticar neumonías y según su aspecto nos orienta al posible causante. No es recomendable hacerlas con frecuencia porque sometemos al niño a una radiación que no es inocua. Pero en algunos casos puede ser necesaria.
      • Ecografía: Útil por ejemplo en cuadros como la Apendicitis, Abscesos
      • Punción lumbar: Se hace cuando se sospecha meningitis.
      • Analítica de orina: Cuando sospechamos que la causa sea una infección de orina podemos hacer dos pruebas:
        • Sedimento. Es una prueba rápida que nos dice si hay infección bacteriana (cuando suben leucocitos y nitritos en orina) o no.
        • Cultivo. Es más lenta, tarda lo que tarden los gérmenes en crecer en un caldo de cultivo hasta ser identificables. Varios días.
  • Cuando tenemos los datos necesarios para identificar la infección y tenemos pruebas que demuestran que es bacteriana indicamos el tratamiento con Antibiótico.
  • Un antibiótico que puede cambiar en cuál, en qué dosis y en cuánto tiempo en función de la causa. 

Criterios que No justifican dar un antibiótico a un niño o bebé

La Fiebre no es motivo para dar antibiótico.

Da igual lo alta que sea o cuántos días lleve con ella.

Hay gente que da el antibiótico cuando un niño lleva más de x días con fiebre o cuando sube de xºC de temperatura. Esto es una mala práctica. Una gripe por ejemplo puede causar fiebre muy alta y durar muchos días.

Pero en ella los antibióticos son inútiles.

El Moco Verde no es motivo para dar antibiótico.

Hay quien dice que cuando hay moco verde es porque hay una infección bacteriana y por tanto «Antibiótico al canto». No es así. A poco que tu hijo pase un invierno completo te darás cuenta de que el moco cambia de color con mucha facilidad, incluso durante un mismo día.

Es frecuente por ejemplo que un niño con un catarrro, que tiene moco claro durante el día, lo tenga espeso al despertarse por la mañana. Y que tras limpiarlo vuelva a ser claro durante el día.

En un catarro la causa es un virus, pero durante el día el moco sale porque el niño está de pie. Al fluir sale claro.

De noche, tumbado, el moco se retiene y da tiempo a que se espese y crezcan en el bacterias que no son la causa del catarro y ni si quiera son agresivas. Simplemente pasaban por ahí.

Dar antibiótico porque tenga fiebre y/o moco verdoso es una mala práctica si no hemos detectado cuál es la infección bacteriana causante.

Que el moco esté bajando al pecho no es motivo para dar antibiótico.

Hablamos de que el moco se ha bajado al pecho cuando un niño tiene bronquitis o neumonía. Detectamos que es así por el tipo de tos, auscultando el pecho del niño y a veces haciendo radiografías.

En las bronquitis la mayoría de las veces la causa es, de nuevo, un virus. Y por tanto es inútil dar antibiótico en ellas.

Hay bronquitis en cuyo origen sí puedes haber bacterias y en la mayoría de las neumonías son las bacterias las culpables. Pero no es algo que puedas diferenciar tú en casa. Por lo que toca que lo vea el Pediatra y sea él quien te diga si es adecuado o no tratar con Antibiótico.

Investigar la causa de una infección y pautar de forma correcta un Antibiótico es algo que sólo debe hacer un médico.

Porque sólo el médico tiene la formación, experiencia y herramientas necesarias para hacerlo de forma adecuada.

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Hipotiroidismo en Niños y Bebés

Hipotiroidismo en niños y bebé

¿En qué puede afectar a un niño que tenga hipotiroidismo? ¿Cómo se diagnostica y cómo se trata el hipotiroidismo en niños?

¿Qué es el Hipotiroidismo?

El tiroides es una glándula que todos tenemos en el cuello, delante de la «nuez». Se encarga de regular el metabolismo. De forma que aumenta o reduce la velocidad a la que funciona produciendo más o menos cantidad de hormonas tiroideas (T3 y T4).

Está controlada a su vez por una hormona que producimos en el cerebro, la TSH o Tirotropina.

Pero no os liéis con eso. Básicamente hay 3 problemas que pueden afectar al tiroides:

  • Hipertiroidismo: Es cuando produce demasiada cantidad de hormonas T3 o T4.
  • Hipotiroidismo: Es cuando produce poca cantidad de hormonas.
  • Bocio: Es cuando crece de tamaño.

Cuando el tiroides produce pocas hormonas, que es el caso que tratamos en este artículo, el metabolismo se frena y podemos notar:

  • Lentitud. Cualquier persona con hipotiroidismo es lenta… La notamos como si le costase moverse. Tiende a estar quieta tanto como puede.
  • Engorda. Lo anterior le hace que resulte fácil engordar, ya que quema muy poca energía.
  • Estreñimiento. El intestino también se mueve poco, por lo que es fácil que tenga un estreñimiento que además cuesta que mejore a pesar de tener una dieta rica en fibra.

Pero esto es lo típico en adultos o niños mayores.

En los bebés el efecto es diferente:

  • Son menos activos. Pero esto no es tan llamativo como en los adultos.
  • No crece. Una de las actividades principales del metabolismo en los niños es el crecimiento. Y cuando se enlentece el metabolismo lo hace el crecimiento.
  • Problemas en el desarrollo cerebral. Dentro de los órganos del cuerpo el que crece de forma más llamativa en los primeros 2 años de vida es el cerebro. Prácticamente llega a tener el tamaño de un adulto en estos primeros años, cuando el resto del cuerpo tiene que crecer aún mucho más. Por eso, si durante esta fase el tiroides falla lo que más puede afectarse es el desarrollo intelectual. El hipotiroidismo cuando no se diagnosticaba era una de las causas más frecuentes de retraso mental.

Hoy en día la palabra con la que se calificaba a estos niños se ha transformado en insulto: «Cretino».

En los tratados antiguos de medicina se hablaba de «Cretinismo» para calificar a personas con retraso mental y talla baja que habían crecido poco ya durante la infancia. No se empezó a hablar de hipotiroidismo hasta que descubrimos que la causa era un fallo en el funcionamiento del tiroides.

¿Causas del Hipotiroidismo?

Hay muchas causas posibles, pero las más frecuentes son una falta de Iodo, un problema genético y algo que destruya al tiroides.

Hipotiroidismo por falta de Iodo

El Iodo es un mineral que es un componente esencial de las hormonas tiroideas. Y no era fácil de conseguir fuera de las zonas de costa. El pescado por ejemplo es rico en Iodo. Pero en las zonas de interior hace años el pescado de mar no llegaba. Y en el interior el hipotiroidismo era mucho más frecuente.

Hoy en día es menos habitual que esto ocurra porque:

  • Es más fácil acceder al pescado en cualquier lugar.
  • Añadimos Iodo a la sal que usamos para cocinar.
  • Se recomienda a todas las madres que tomen un suplemento nutricional durante el embarazo y la lactancia que, entre otras cosas, contiene un aporte adecuado de Iodo.

Hipotiroidismo por problema genético

Hay familias en las que las alteraciones del tiroides son más frecuentes. Y en algunas el Hipotiroidismo puede afectar a varios hermanos desde el nacimiento. Por eso siempre que hay antecedentes de hipotiroidismo en una familia, conviene controlar más estrechamente la evolución del tiroides de un bebé.

Hipotiroidismo por destrucción del tiroides

A veces el sistema defensivo funciona mal y ataca al propio cuerpo. Cuando esto ocurre produce lo que llamamos enfermedades Autoinmunes. Estas enfermedades ocurren en con más frecuencia a partir de la adolescencia, son raras en niños, pero pueden ser frecuentes en las madres embarazadas.

Una de esas enfermedades es la Tiroiditis Autoinmune. En ella el sistema defensivo ataca al tiroides destruyéndolo. El resultado es que si una madre la sufre acaba con un hipotiroidismo.

Pero ¿qué pasa si esto ocurre durante el embarazo? Puede pasar que los anticuerpos de la madre que están destruyendo su propio tiroides pasen a través de la placenta y destruyan el del bebé.

Aunque esto es posible, en la mayoría de los casos no ocurre. Pero hay que comprobarlo.

¿Cómo se diagnostica el Hipotiroidismo?

Cuando sospechamos que un bebé tenga hipotiroidismo por antecedentes familiares o porque tiene los síntomas típicos que he descrito arriba podemos hacer una analítica de sangre en la que vemos los niveles de hormonas del tiroides. Si están bajos es hipotiroidismo.

Pero además hoy en día todos los niños cuando nacen tienen una «prueba de cribado» o «prueba del talón» que diagnostica algunas de las enfermedades metabólicas más frecuentes que puede tener un bebé desde su nacimiento. El diagnóstico de Hipotiroidismo está entre ellas.

Tratamiento del Hipotiroidismo

El hipotiroidismo se trata dando las hormonas tiroideas que el cuerpo no es capaz de producir por sí mismo. Hay algunas situaciones en las que el hipotiroidismo puede ser pasajero y otras en las que es para toda la vida. Dependiendo de eso el tratamiento puede ser durante un tiempo o para siempre.

Tu pediatra es la persona adecuada para valorar a tu hijo si presenta síntomas de hipotiroidismo o hay antecedentes familiares de este problema.

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Estreñido al iniciar la alimentación complementaria

Resolver el estreñimiento en un bebé que está empezando a tomar alimentos distintos a la lactancia

Algunos bebés que hacían caca con facilidad mientras tomaban sólo leche se han estreñido al empezar la alimentación complementaria. ¿Cómo resolverlo?

 

Esto es algo que puede ocurrir con cierta frecuencia y que a algunos padres les resulta muy llamativo. Si antes tomaba sólo leche, un alimento sin resíduos practicamente, un alimento que dicen que tomado en exceso estriñe. Ahora empiezo a darle fruta y verdura (alimentos ricos en fibra, que dicen que aligera la tripa) y ¿se estriñe?

Pues sí, es posible.

Qué es el estreñimiento

Lo primero es aclarar qué es estreñimiento y qué no lo es.

Estreñido es quien hace caca dura con dolor.

No es estreñido quien no hace todos los días. Puede pasar días o semanas sin hacer, pero si cuando hace es blanda y sin dolor, no hay ningún problema.

Se puede hacer caca todos los días y ser estreñido, porque cuando sale es dura y duele.

El estreñimiento cuando empezamos con la alimentación complementaria

Se debe a que al introducir la alimentación complementaria se producen varios cambios:

– Reducimos la proporción de agua sobre el total de lo que toma. Antes tomaba sólo leche. Un alimento cuya composición es agua en su mayoría. Era fácil hacer cacas con alto contenido en agua, porque no necesitaba absorber toda la que toma.

– Empieza a tomar alimentos astringentes. Hay algunos alimentos que liberan mucha cantidad de azúcares fáciles de absorver. Especialmente frutas como el plátano maduro, la manzana calentada o la zanahoria, el arroz y la patata cocidas son de este tipo. Cuando absorben el azúcar lo hacen acompañado de agua. Y eso hace que lo que queda tenga mayor densidad. Por eso decimos que son alimentos astringentes.

– El cambio de alimentación produce un cambio en la flora intestinal que a veces favorece el estreñimiento. Hay gérmenes que nos ayudan a digerir los alimentos y otros que dificultan la digestión y generan mucho gas y toxinas que dificultan el movimiento del intestino.

Soluciones si tu hijo se estriñe al introducir la alimentación complementaria

Si entendemos el apartado anterior tenemos de forma automática la solución:

  1.  Aumentar la cantidad de líquido que toma. Esto se puede hacer de varias formas:
    1. La primera es entender que la alimentación complementaria complementa a la lactancia y que por tanto no debemos forzar al niño a tomar más cantidad de alimentación complementaria de la que desee, ni limitar su acceso a la lactancia. Así mantenemos una proporción de líquido más adecuada. El bebé nos pedirá más leche y rechazará la comida cuando su cuerpo interprete que necesita más agua.
    2. Preparar las verduras sin escurrir. Cuando hervimos la verdura y la trituramos podemos hacerlo con el agua de haber hervido o sin ella. Si un niño se estriñe lo mejor es triturarla con el caldo.
    3. Ofrecer agua. Yo en los bebés de menos de un año soy más amigo de ofrecer lactancia que agua. Lleva agua, alimento y mucho más que un simple biberón de agua.
  2. Aumentar la cantidad de fibra en la alimentación complementaria: Evitando las frutas que más estriñen (manzana, plátano maduro), y dando de las que más aligeran (naranja, mandarina, ciruela…). Reduciendo la cantidad de verduras que estriñen (patata, zanahoria, arroz…) y ofreciendo más de las que aligeran (judías verdes, puerro, apio, calabacín…). Dando cereales integrales (con la cáscara).
  3. Ayudando a seleccionar la flora adecuada. Podemos dar Probióticos que siembren bichitos de los buenos para que tenga una flora intestinal que le ayude a digerir mejor los alimentos, produzcan menos gases y no alteren la movilidad del intestino.
  4. Moviendo más al bebé. Cuando un bebé se mueve poco, también lo hace su intestino. Cuando se mueve más y se mantiene más tiempo incorporado (no tumbado) favorecemos el movimiento del intestino. Una variante de esto son los masajes de barriga si el bebé se estriñe.
  5. Cuando haciendo todo esto no mejoran pueden necesitar transitoriamente la ayuda de un laxante. Tu pediatra te dirá cuál es el mejor para su edad y cómo usarlo adecuadamente. No es malo si se usa bien.
  6. En casos muy puntuales puede ser necesario usar Enemas. Solucionan el problema rápidamente, pero su efecto es muy limitado. Siempre que se pueda es mejor «arreglar el estreñimiento por arriba que por abajo».
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Crema hidratante en niños y bebés

Crema Hidratante para bebés

Hay muchas situaciones en las que podemos necesitar una crema hidratante para niños o bebés. Pero antes de usarlas conviene tener en cuenta algunos factores.

Solemos pensar en la crema hidratante cuando vemos la piel seca. Y situaciones en las que la piel esté más seca en los niños hay unas cuantas.

Habitualmente tenemos una secreción de grasa natural en nuestra piel que la mantiene bien hidratada al ayudar a retener la humedad.

Situaciones más frecuentes en las que un bebé o niño necesita crema hidratante

Pero hay situaciones en las que la piel suele resecarse más de lo recomendable.

Las más habituales son:

Piel del recién nacido en los primeros días tras el parto. Debemos entender que en realidad no es una piel seca, sino una piel que se está cambiando.
Cuando un niño nace ha estado desde que empezó a existir sumergido en líquido de forma constante. Pero sale a un ambiente seco, en el que la humedad tiende a perderse. En unos es más evidente y en otros menos, pero en las primeras semanas es normal que la piel se descame. Lo que pasa es que la capa más superficial de la piel, que se ha desarrollado en un medio húmedo al secarse pierde elasticidad y se resquebraja, descamando. Suele ser más evidente en los pliegues de muñecas y tobillos y en la zona del pañal, Pero a veces es general.

– El efecto de jabones agresivos. Si usamos jabones para la higiene del bebé, limpian, pero además disuelven la grasa natural que protege nuestro cuerpo. Eso hace que la piel pierda más humedad quebrándose y descamando. Lo mejor, especialmente en los bebés más pequeños es lavarlos sin jabones para evitar esto. Se pueden usar geles sin detergentes. Lo que llaman habitualmente «sindet».

– El cloro de las piscinas. En verano o todo el año (si se va a piscinas cubiertas) las piscinas son un medio habitual de muchos niños. Y la mayoría usan cloro como depurador. El problema es que es un desengrasante muy potente. Elimina el manto lipídico y favorece la irritación de la piel y el picor. Especialmente si dejamos que el agua de la piscina se seque sobre la piel.

– El frío. Cuando una zona de la piel es expuesta al frío intenso se reduce su riego de sangre. Eso actúa secando la piel por tres vías: El descenso de riego de sangre hace que la piel se deshidrate; produce además una reducción de la secreción de grasa de la piel y reduce la capacidad de regeneración de la piel.

Hay otras situaciones en las que la piel de un niño o un bebé puede ver comprometida su capacidad de defensa. En todas ellas podemos usar las cremas hidratantes para reponer un manto graso que se ha deteriorado y puede tardar en regenerarse de forma espontánea.

Pero no todas las cremas hidratantes son iguales.

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Lo que no deben llevar las cremas hidratantes para niños y bebés

Como en otros muchos productos, las cremas hidratantes incorporan a su composición muchas sustancias de utilidad dudosa y que pueden albergar riesgos. Evidentemente todos estos componentes están regulados por ley. Pero aunque aparezcan en dosis bajas (teóricamente inocuas) muchas de ellas son evitables. Y evitarlas reduce aún más el riesgo, porque a veces tienen efecto acumulativo en el cuerpo.

Las más discutidas son:

Los parabenos. Son sustancias en su mayoría de origen vegetal que se usan como conservantes de las cremas hidratantes. Así dicho parece que no hay problema. Pero tienen un efecto en el cuerpo similar al de algunas hormonas. Con la concentración que tiene una crema se supone que no es posible que se generen efectos perjudiciales, pero el problema es que la crema no es el único sitio del que pueden llegar los parabenos a una persona. Por lo que si tiene un efecto indeseado, y es una sustancia sustituible por otras sin ese riesgo… ¿Porqué no eliminarla totalmente?

Perfumes alergénicos. Hay muchas sustancias que son usadas porque generan un olor que nos resulta agradable. Pero de ellas algunas tienen mucha facilidad para generar alergias (limonene, linalol, citronellol o eugenol). Mejor evitarlas.

Lo que pueden llevar para ayudar a la piel a repararse

Igual que se añaden a veces cosas innecesarias o contraproducentes, también pueden añadirse sustancias que ayudan a la piel a regenerarse.

Algunas de ellas:

Omega3-6. Son ácidos grasos que el cuerpo no puede producir por sí mismo (esenciales) por lo que suele obtenerlos de la dieta (pescado azul, aceite de oliva, de onagra, de girasol, de almendras, de cacahuete…). Pero pueden ser útiles aplicados directamente sobre la piel. Ayudan a la propia piel a regenerar el manto graso natural. La manteca de Karité es rica en ellos.

Vitamina E: Reduce la oxidación de la piel, mejora su nutrición y su capacidad de repararse.

Camomila, caléndula, áloe vera: Son plantas cuyo efecto sobre la piel es reducir las irritaciones y favorecer la regeneración.

Resumen:

No es necesario aplicar crema hidratante a una piel sana.

Pero cuando está irritada o reseca, si usamos una adecuada puede ayudar a la piel a regenerarse y recuperar su equilibrio. Siempre lo mejor es evitar los irritantes si se puede. Pero a veces no es posible y podemos usar cremas hidratantes con componentes que ayuden a la piel. Es mejor evitar aquellos componentes que suponen un riesgo no aportando nada o siendo substituibles por opciones más seguras.

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Estrabismo en niños

Gafas en bebés

Las  madres de nuestra comunidad en Facebook nos piden hablar del estrabismo en niños. Los problemas de vista en niños y su signo más evidente en bebés.

Una de las cosas que puede preocupar a los padres durante los primeros meses es si el bebé ve bien. Es comprensible, no puede decirlo él.

Pero hay signos que nos indican a grosso modo si ven o no ya desde su primer día de vida.

Algunos bebés tienen algún defecto evidente en la formación del Iris.

Coloboma de iris en niño

Otros tienen la pupila blanca.

Pupila blanca en bebés

Otra alteración evidente es que desvíe los ojos de forma que no estén ambos mirando en la misma dirección. Es lo que llamamos Estrabismo.

Algunos por desgracia tienen malformaciones mucho más evidentes.

En cualquiera de esos casos el oftalmólogo valora y actúa sobre el bebé desde el nacimiento.

Pero en lo que vamos a centrarnos para empezar es precisamente en lo que no es tan evidente.

La primera duda: ¿Ve mi bebé?

La prueba más evidente es observar sus reacciones a cambios intensos de la iluminación. Por ejemplo cuando encendemos una luz o abrimos las cortinas. Si nuestro bebé reacciona cerrando los ojos es que ve.

Algo más fino es ver la reacción cuando iluminamos directamente uno de sus ojos con una linterna. La pupila debe reducir su tamaño en los dos ojos por igual al iluminar un solo ojo. Y si iluminamos el otro igual.

Estrabismo en bebés

Lo otro a valorar, que es el tema de nuestro artículo, es si mira con ambos ojos en la misma dirección. Cuando no lo hace es un Estrabismo.

Voy a empezar tranquilizando especialmente a los padres novatos. Casi todos los bebés tienen estrabismo «a ratos» en los primeros meses de vida. Especialmente cuando están a punto de dormirse o justo al despertarse, controlan mal la posición de los ojos. Y notamos que puede meter el ojo hacia dentro.

Pero ¿y si lo que hace es desviar un ojo hacia afuera? Eso sí debe ser valorado siempre por el oftalmólogo lo antes posible. Aunque lo haga a ratos.

El problema con los niños es que a veces dan la sensación de juntar los ojos sin que sea real.

Falso estrabismo en bebés

Si miráis la foto superior, veréis que el reflejo de la luz en ambos ojos está en el centro. El bebé de arriba aunque pudiésemos pensar que mete un poco su ojo derecho, no lo hace.

Pero si miráis la que hay por debajo el reflejo no es igual en ambos ojos: En un ojo está en el centro de la pupila y en el otro en el borde del iris. El bebé de la foto inferior está metiendo hacia dentro su ojo izquierdo. Y es el izquierdo porque lo que le hemos dicho al niño es que mire la luz. Con su ojo derecho está mirándola. Pero el izquierdo no.

Estrabismo en bebés

Así de simple es diagnosticar un estrabismo.

Como decimos es normal que pueda ocurrir en bebés de menos de 6 meses. Pero cada vez con menos frecuencia y lo hacen a veces. No de forma permanente.

El oftalmólogo debe valorar un estrabismo:

  1. Si es continuo.
  2. Si lo hace cada vez con más frecuencia conforme crece.
  3. Si sigue haciéndolo por encima de los 6 meses.
  4. Si el ojo se desvía hacia afuera.

Si aparece sólo antes o inmediatamente después de dormir y cada vez es menos evidente, es normal.

Causas del Estrabismo

Las dos causas más frecuentes de Estrabismo son la Hipermetropía y una alteración en la fuerza de uno de los músculos que controlan la posición del ojo:

  1. La hipermetropía es una alteración del ojo que hace que la imagen se enfoque por detrás de la retina. Suele mejorar conforme se crece, ya que al hacerse más grande el ojo, la retina va quedando cada vez más atrás. Son bebés que necesitan usar gafas durante los primeros años de vida, pero que en su mayoría llegan a prescindir de ellas. Y aunque parezca raro, los bebés suelen dejarse las gafas puestas, porque con ellas ven bien y sin ellas no.
  2. Los músculos: Hay una serie de músculos que controlan el movimiento del ojo. A veces uno de ellos tiene poca fuerza o demasiada haciendo que el ojo se desvíe de la posición en la que debería estar. En estos casos hay dos opciones: Operar o tratar con sustancias que inyectadas sobre el músculo regulan la fuerza que tiene.

La importancia de tratar el estrabismo en bebés

Cuando, por hipermetropía o porque un músculo funciona mal, ambos ojos no están alineados, el cerebro recibe dos imágenes que no puede encajar. Cuando esto ocurre, el cerebro selecciona y anula una de ellas.

En las primeras fases de desarrollo del cerebro, los nervios establecen millones de conexiones y van reforzando las que son útiles y eliminando las que no. Así se produce algo tan asombroso como el desarrollo de la mente de un niño.

Cuando, por no ser congruentes, el cerebro bloquea la llegada de la imagen de uno de los ojos, estamos seleccionando que queremos funcionar sin la información que éste nos dé. Este proceso varía de unos niños a otros, siendo mucho más intenso al principio. Pero por encima de cierta edad (5-8 años) la capacidad de revertirlo se reduce muchísimo.

El resultado, si no se corrige, es un Ojo vago. Un ojo que, aunque está ahí y no parece tener un problema evidente, no aporta su imagen al cerebro porque éste ha anulado la información que le enviaba.

Por eso cuando hay un estrabismo real, cuanto antes y mejor se trate más garantizamos una correcta visión para el resto de su vida. Así que ante la duda, visitad al oftalmólogo. 

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Andador o tacatá para el bebé: No

Riesgos del andador o tacatá en bebés.

Porqué no es bueno usar el andador o tacatá para el bebé.

La pregunta ya tiene respuesta desde el principio: ¿Es bueno usar el tacatá, tacataca o andador para los bebés? Pues claramente, No.

Riesgos por el uso del andador o tacata

Os voy a explicar cada uno de los puntos que destacan en esta infografía:

Los perjuicios del uso de andadores o tacatás se concentran en 2 grupos:

– Accidentes.

– Alteraciones del desarrollo.

Accidentes en bebés debidos al uso de andadores o tacatás:

Todos los pediatras los hemos visto, os describo algunos de los más frecuentes:

– Caída con el andador por las escaleras. De los más frecuentes y por lo aparatoso de los que con más frecuencia se ven en el hospital.

– Se ha volcado el tacatá y ha caído quedando atrapado bajo el cacharro.

– Ha cogido impulso y ha frenado chocando con la cabeza contra el borde de la mesa (suele quedar a esa altura).

– En un momento ha llegado a la mesa, ha tirado del mantel y se ha echado encima… La sopa caliente, la cubertería, el jarrón…

Resumiendo: El tacatá o andador da al bebé una movilidad excesiva, que aún no controla y que le permite hacer cosas que no está preparado para reconocer como peligrosas. Yo suelo decir que es como regalarle una moto de alta cilindrada a un adolescente: No es seguro que se la vaya a pegar, pero las posibilidades son muy, muy altas…

Alteraciones en el desarrollo de los bebés por andadores o tacatás:

El tacatá supone poner al niño en una postura y hacer que la mantenga el tiempo que nosotros consideremos oportuno de forma artificial.

Por definición, se usa en niños que aún no andan, ya que cuando andan ya no lo necesitan.

Eso lo que hace es forzar que el bebé se mantenga en una de las tres posibles posiciones durante un tiempo artificialmente prolongado:

De pie. Cuando los niños empiezan a ponerse en pie lo hacen por períodos progresivamente más largos. Al principio aguanta pocos segundos. Conforme va haciendo más fuertes los músculos y ligamentos necesarios irá alargando ese tiempo. Pero no es bueno forzarlo. Algunos niños tienen problemas en de madurez en las caderas (tendencia a que se salgan de su sitio). Cuando es el niño el que se pone en pie por sí mismo, se echa al suelo en cuanto se nota incómodo. Pero cuando lo ponemos en el tacatá lo mantenemos en esa postura el tiempo que nosotros consideramos oportuno y eso puede superar lo adecuado para él. También puede afectar la espalda, ya que si se mantiene erguido demasiado tiempo acaba adoptando posturas perjudiciales.

Sentado con las piernas colgando. Esta postura favorece de nuevo en los niños con inmadurez en las caderas, que el propio peso de las piernas tienda a separarlas de la articulación, favoreciendo la luxación.

De puntillas. Muchos bebés empiezan a usar el andador cuando aún llegan al suelo sólo de puntillas. Hacer esto de forma repetitiva favorece que se fortalezcan demasiado los gemelos haciendo que el desarrollo de la musculatura de las piernas sea desequilibrado.

Entorpece que el bebé aprenda a andar. Con el tacatá los niños lo que hacen es impulsarse con ambas piernas o hacerlo sin usar su equilibrio. Ambas conductas son contrarias a lo que el niño necesita para aprender a andar. No ayuda a que ande antes (lo que además no tiene ninguna ventaja), sino que favorece que el niño use esquemas que son perjudiciales para andar correctamente.

A mi parecer, esto debería ser más que suficiente para que se prohibiese la venta de estos «artilugios del demonio». Lo siento por los que se dedican a fabricarlos y venderlos. Pero no tienen ninguna ventaja y son peligrosos.

Mientras las autoridades llegan a la conclusión de que deben hacerlo, no lo compres ni lo uses con tu bebé. Es mi recomendación clara.

Y sabéis que no suelo ser tan tajante.