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Cólico del Lactante ¿Puede resolverse en días?

Cólico del Lactante. Realmente muchos de ellos pueden resolverse en pocos días.

#Bebéssincólicos Lo que describo en este libro no es palabrería, ni una ocurrencia que creo que puede ayudar a que los niños dejen de llorar. Son 10 años de experiencia de un Pediatra formado científicamente para abordar un problema concreto de forma científica. Ha dado sus frutos y quiero compartirlos tanto con las familias como con otros profesionales. Bienvenida sea toda experiencia que ayude a mejorar el resultado.

Un Cólico del Lactante es según los Criterios de Roma de 2016:

Vamos a desgranar esta definición del Cólico del Lactante:

1º- Aparece y desaparecen si no hacemos nada en los primeros 5 meses de vida

Durante mucho tiempo se ha atribuido a una inmadurez del intestino. Pero eso es un concepto muy general. Lo que he hecho en este libro es repasar las principales adaptaciones que hace en esa maduración durante estos primeros meses de vida.

2º- Episodios recurrentes y prolongados de llanto que los cuidadores no logran resolver

Es lo que llamo llanto inconsolable. El llanto es la forma que tiene el bebé de comunicar una necesidad sin cubrir o dolor:

  • El primer paso por tanto debe ser aclarar cuales son las necesidades del bebé y cómo cubrirlas adecuadamente.
  • Una vez cubiertas, si el llanto persiste debe haber dolor. Y todo dolor tiene una causa y por tanto una forma de resolverlo. Pero hay muchas causas posibles de dolor abdominal recurrente en un bebé. Desgranar esas causas es lo que he hecho en el libro.
  • Esto no es algo que haga yo. Lo hace cualquier pediatra. Lo que yo aporto es una sistematización de este problema que permite hallar con más facilidad esas causas.
  • No he descubierto la pólvora, sino una forma más eficiente de producirla.

3º- No hay fallo de medro, fiebre o enfermedad

Ninguno de los problemas descritos en el libro causan fiebre.

Todos los problemas descritos en el libro pueden en su forma leve permitir una ganancia de peso adecuada. En sus formas más intensas cualquiera de ellos puede afectar a esa ganancia de peso.

En mi opinión es un error dejar pasar el malestar evidente del bebé simplemente porque el peso no esté siendo afectado. Porque si hay llanto inconsolable recurrente y persistente debe haber una causa, un problema.

En los casos en los que estos problemas afectan al medro, es cuando suelen saltar las alertas, se estudia y aparecen causas definidas. Podemos hacer lo mismo desde que el primer signo, que no es otro que las crisis de llanto inconsolable recurrentes, nos dicen que algo va mal.

Algunos me han dicho que si encuentro una enfermedad en un niño catalogado de Cólico del Lactante, por definición ya no lo es.

Y esa es precisamente mi hipótesis: Que todo llanto inconsolable recurrente es causado por una enfermedad, luego el Cólico del Lactante no existe.

Lo que falta en la definición de Cólico del Lactante de los Criterios de Roma IV

Cualquier pediatra que quiera profundizar mínimamente en el Cólico del Lactante se da cuenta de que es imposible encontrar una solución para un problema en el que no se define más que un patrón de síntomas común, sin etiología, sin fisiopatología y por tanto sin posibilidad de atacar el problema. Porque en la propia definición de Cólico del lactante de los criterios de Roma de 2016 va implícita la admisión de que no entendemos lo que ocurre.

Mi libro es un esfuerzo desde el conocimiento científico y experiencia como Pediatra para establecer Etiologías (causas), Fisiopatología (mecanismos del cuerpo ante esas causas) y a partir de ahí buscar un diagnóstico lo más rápido posible, con el mínimo consumo de recursos técnicos y tratamientos para esas causas.

No hay más. ¡Ni menos!

Espero que lo leáis, lo disfrutéis, os resulte útil y me hagáis llegar vuestras recomendaciones y experiencias para mejorarlo.

Tal como expongo en la imagen, algunos de estos problemas pueden resolverse en pocos días. Entendiendo por resolver, que el niño deje de sufrir crisis de dolor inconsolable y sus padres entiendan cómo evitarlas en el futuro.

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¿Necesita un niño aprender a dormir?… Entre el Colecho y Dejarlo Llorar…

Alternativas para descansar.

Es uno de los puntos clave de conflicto entre modelos de crianza de las últimas décadas. ¿Enseñar a dormir o dejar que evolucione sólo? En esta guerra hay muchos heridos, entre los cuidadores y los niños… Como tantas veces es cuestión de matices y de ir más allá de ideas simplistas.

Hay tantos modelos de crianza como familias. Incluso dentro de cada familia hay tantos modelos como cuidadores. Es más, una misma persona no cría a su segundo hijo igual que al primero…

Pero hay tendencias, y las personas que buscan información sobre cómo criar a sus hijos se ven influidas por esas tendencias.

Cuando hablamos de sueño infantil en los primeros años de vida hay dos modelos que son los más difundidos:

– Crianza con Apego.

– Crianza Conductista.

Crianza con Apego

¿Pero, es que hay Crianza sin Apego? El contacto, el afecto, la seguridad, son necesidades básicas de cualquier persona. Y especialmente en la infancia. Criar sin Apego es como criar sin comida… El Apego es el alimento emocional, tan necesario o más que el físico.

La Crianza con Apego puede enmarcarse como la parte emocional de la Crianza Respetuosa.

¿Y qué es la Crianza Respetuosa?

Cuando la Pediatría empezó como especialidad intentó hacerlo lo mejor posible. Pero estaba empezando, y como todo novato, los primeros pediatras tenían una seguridad basada en la ignorancia. 

Su trabajo fue tan bueno como era posible…. Si por ejemplo vemos cómo ha bajado la mortalidad infantil en un siglo, es algo increíble.

Pero se empezaron a poner normas a diestro y siniestro cuando aún no se comprendía lo que había. Se regulaba todo sin entender antes qué era lo que ocurría sin intervención del “experto” de forma espontánea tras un proceso de selección natural de miles de generaciones.

Para argumentar se usaban estadísticas. Porque se pensaba que “todo lo que no puede convertirse en matemáticas, no es ciencia”.

Si por ejemplo, el promedio de horas de sueño de un bebé es de x horas con x meses, debías forzar a tu bebé a dormir ese número de horas. Cuando en realidad ni uno sólo de los niños de esa muestra dormía todos los días el mismo número de horas.

Esta forma de entender las cosas genera una ansiedad en los padres que convierte en patológicos a todos los niños. Porque el que se ajusta más o menos en las horas de sueño a la media no lo hace en la comida, y el que lo hace en lo anterior no lo hace en las adquisiciones motoras. No hay niños de media en todo. De hecho no los hay de media en nada. Porque somos seres vivos con capacidad de adaptación en un ambiente cambiante. 

Tras décadas de aplicación de esas normas ha surgido una nueva tendencia en Puericultura muy crítica con la anterior que se basa en comprender primero y si acaso mejorar después.

Hay quien se queda sólo en comprender primero y aceptar como fatalistas que nada podemos hacer.

Así, en el tema del sueño hay libros que te explican genial la Antropología del Sueño Infantil, lo que es sin duda el primer paso necesario.

Te resumo:

Es normal que un bebé en las primeras semanas de vida coma y duerma a un ritmo uniforme durante el día y la noche.

En los primeros meses, la melatonina va marcando un ciclo circadiano que hace que poco a poco se espacien las tomas en la noche, descansando más.

Durante el día el bebé busca mucha comida, muchos estímulos y algo de descanso cuando no puede más. Por la noche descansa mucho y pide algo de comida y estímulos cuando el nivel de estos ya está demasiado bajo.

De modo que en torno a los 4 meses la mayoría de los bebés duerme con 1-3 tomas en la noche.

Pero de repente sucede un cambio radical entre los 4 y 7 meses: Bebés que dormían toda la noche con 1-3 despertares pasan a despertarse 5-10 o incluso más veces.

Y lo hacen con un patrón muy definido: Un ciclo de sueño algo más largo de entre 3 y 5 horas en la primera parte de la noche, y ciclos cortos de en torno a una hora o menos durante la segunda parte de la noche.

¿Por qué ocurre esto?

El cerebro va madurando. Y lo hace siguiendo un esquema que es resultado de la evolución de nuestra especie.

Cuando el bebé crece llega un momento que sus conductas se van haciendo más complejas:

– Un bebé pequeño de menos de 3 meses generalmente necesita para dormir que su necesidad de comida y estímulos esté cubierta. Cuando lo está se duerme sin más.

– Cuando el cerebro madura va formando circuitos cada vez más definidos. En la etapa anterior, día tras día se ha dormido mientras recibía estímulos y alimento hasta saciarse de ambos. Lo que ocurría en brazos de quien le cuidaba. Ese circuito se va afianzando hasta llegar un momento en que pasa a ser el mecanismo de elección para dormir.

– Al Crecer, el sueño también se va haciendo más complejo, las fases de sueño y sus funciones van definiéndose y especializándose. Y en torno a los 4-7 meses ya hay un ciclo de sueño más profundo y reparador, y tras completarlo, ciclos cortos más superficiales.

– Si juntas ambos conceptos, cada vez que sale de un ciclo de sueño, necesita entrar al siguiente. Pero su forma de volver a dormirse es un ritual definido: Recibir Estímulos y/o Comida de quien le cuida. Por lo que pide ayuda para completar ese ritual. Es un Ritual de Sueño Dependiente. 

No necesita la comida porque tenga hambre, sino porque es parte de su ritual de sueño.

Rituales de Sueño Independientes

Todos antes o después desarrollamos Rituales de Sueño que podemos realizar sin ayuda de nadie.

Hay bebés que con esos 4-7 meses siguen durmiendo la noche con menos de 3 tomas. Incluso con ninguna.

Esto es porque ya tienen un Ritual de Sueño Independiente que le permite volver a dormirse entre ciclo y ciclo de sueño. Esos ciclos los tiene como el que se despierta 10 veces, pero cada vez que se despierta vuelve a dormirse sin pedir ayuda.

Y pasa igual en niños que toman pecho o biberón. Hay quien dice que ese ritmo tan intensivo de tomas es necesario para mantener la lactancia materna. No es cierto. Hay niños que toman pecho durante años tomando 1-2 veces por noche. El pecho ajusta su cantidad y ritmo de producción a la pauta con la que es vaciado.

Y aquí es donde llegan las discrepancias en los modelos de crianza:

– Hay quienes defienden Esperar a que esos Rituales de Sueño Independiente aparezcan de forma espontánea. Y mientras tanto, para facilitar el paso entre ciclos de sueño facilitemos al niño el acceso al alimento y los estímulos metiéndolo en la cama de los padres: Colecho.

– Y quienes creen que es necesario Acelerar la adquisición de esos Rituales de Sueño Independiente para mejorar el descanso de la familia.

Unos preconizan el respeto a los ritmos del bebé, otros el descanso de los padres…

¿Cuál de los dos creo que se equivoca? Creo que los dos y ninguno.

¿Qué te recomiendo yo? Que primero respondas a una pregunta….

Sin tener en cuenta tus preferencias “filosóficas”

ni la idea preconcebida de cómo te gustaría resolver esta situación,

cuando ya estás frente a ella,

en esa edad en la que cambia el patrón de sueño (4-7 meses),

¿DESCANSÁIS TODOS BIEN?

Por un lado está el sueño del bebé

Un bebé que se despierta 10 veces en la noche y recibe los estímulos y alimento necesarios para completar su Ritual de Sueño Dependiente, descansa bien. Aunque se despierte 10 veces.

Evidentemente si cada vez que se despierta los padres se resisten a colaborar en su ritual y lo tienen un rato llorando hasta que ceden, su calidad de sueño y de vida, ya no es buena….

Por otro lado está el sueño de sus cuidadores

Cuando unos cuidadores deciden probar el Colecho para facilitar esa labor hay varias posibilidades:

  1. Que funcione. Hay cuidadores que escogen el Colecho y además lo disfrutan. Muchas madres me han dicho a lo largo de mi vida profesional que cuando notaron este cambio pasaron al bebé a la cama a su lado, empezaron a dormir a pecho descubierto y que el bebé se agarra al pecho y mama cada vez que lo desea. Que ella ni se entera y todos duermen genial.
  2. Que ni se intente. Hay cuidadores que rechazan de entrada el Colecho. Les da miedo, no lo desean, están convencidos de que es contraproducente…. No son pocas las familias en las que una diferencia de criterio respecto a esto genera conflictos de pareja muy serios.
  3. Que se intente, y no funcione. No todos tenemos la misma facilidad para dormirnos. Hay cuidadores con el sueño ligero, que ante cualquier ruido o movimiento del bebé se despiertan. Y a los que cuesta mucho dormirse de nuevo. Descansar bien con un bebé al lado cuando esto ocurre es labor imposible.

Las familias del primer grupo asumen que el bebé acabará desarrollando un Ritual de Sueño Independiente cuando esté preparado para ello y mientras tanto hacen Colecho.

Pero ¿Qué le toca a los del 2º o 3º grupo?

Para muchos defensores de la Crianza con Apego, la prioridad es la necesidad del bebé y toca convencer a los cuidadores del 2º grupo de que se equivocan y prueben el Colecho.

Pero ¿y si los convencemos de que no hay nada perjudicial en el Colecho, lo prueban y son del 3º grupo?

¿Qué hacemos con las familias que descansan fatal haciendo Colecho?

Para algunos, de nuevo el Apego manda. Es una necesidad básica del bebé y toca que los cuidadores “se sacrifiquen”.

Y aquí llega el matiz.

Si defendemos el Apego, ¿no debemos defender la Calidad del Apego?

¿Es lo mismo para un bebé recibir estímulos emocionales de unos cuidadores descansados y de buen humor, que de unos zombis cabreados? Claramente no….

Cuando la mala calidad de sueño durante meses o años pone en serio peligro la convivencia familiar, ¿no estamos perjudicando de forma evidente el desarrollo emocional del bebé? 

Podemos dar todos los argumentos Antropológicos que queramos para justificar que el Colecho es la solución, pero si el resultado en una familia es una mala calidad de sueño, no dejan de ser Disertaciones Bizantinas…

La realidad es que si el Colecho no funciona debemos ofrecer alternativas, o todos saldrán perjudicados. Incluido el bebé. De hecho, especialmente el bebé, que es el que más puede verse afectado en su futuro desarrollo emocional. 

Y aquí entran en escena los “métodos para Aprender a Dormir Sólo”

Que sí, que queda muy guay un eslogan en plan “tu bebé no necesita que le enseñes a dormir, como no necesita que le enseñes a respirar”. ¡Qué ocurrente! ¡Qué bueno! Está genial si te dedicas a Publicidad o eres Humorista… Pero ¡es que no duermen!

¡Que hay familias que llevan meses con noches desastrosas!

Que lo último que necesitan es un chiste o que les digas que el problema es suyo y no descansan por culpa de sus prejuicios contra el Colecho.

Parece que los profesionales, cuando no somos capaces de ofrecer alternativas a los cuidadores, en lugar de ampliar nuestro conocimiento y flexibilizar nuestras ideas, tendemos a culpabilizarles a ellos. Y nos quedamos tan a gusto…

Es que es muy gratificante estar en el lado ganador. Cuando se ve esta discusión como una cuestión de Dialéctica, de lucha de ideas, de a ver qué tendencia gana, las medias tintas no venden.

A mí me han dicho a veces que lo mismo piso un charco que el contrario. Sería más fácil decantarse por uno sólo de los bandos, coger la bandera y a aplastar a los contrarios. Se siente uno tan bien portando una bandera con miles de seguidores incondicionales detrás apoyándote….

Pero es que “en todos los charcos” hay familias que necesitan ayuda, y los “contrarios”, a los que pretendemos aplastar, son familias que tienen tanto interés en criar bien a sus hijos como tú. Y que no lo están consiguiendo con tu método.

Yo no tengo ningún interés en alzarme con el trofeo de “hemos aplastado al contrario”. Porque ese contrario son familias y sus bebés.

Así que sí. Lo natural es el Colecho.

Si no lo has probado, te recomiendo que lo hagas.

Pero si no te funciona hay Alternativas.

Y son mejores que un Colecho que no funciona, porque todos necesitamos descansar. Y si no descansas vas a perjudicar a tu hijo, por mucho espíritu de sacrificio que tengas.

Lo que pasa es que hay “alternativas” y Alternativas.

¿Has oído hablar del método Estivill?

Pues no lo apliques. Se puede conseguir lo mismo sin dejar llorar a tu hijo.

El problema no es modificar el Ritual de Sueño. Como has leído ya, creo que es algo muy necesario a veces.

La cuestión es que no hace falta dejar llorar a un niño para hacerlo. Se puede hacer un Cambio de Ritual sin llorar.

De hecho el propio Estivill está revisando su propio método (¡ya era hora!).

Ya publiqué en Junio de 2013 este artículo expicándote “Cómo enseñar a un bebé a domir sin dejarle llorar”.

O si prefieres ver una visión de conjunto más completa y en papel puedes hacerlo en mi libro:

Crianza Respetuosa.

Gracias por leer más de 2200 palabras para entender mi visión sobre este tema. Sé que la mayoría de la gente prefiere una explicación sencilla y breve.

Pero la verdad está en los matices.

Te agradecería que compartas este artículo, porque las visiones simplistas en este tema están haciendo mucho daño.

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Crisis del Sueño entre los 4 y 7 meses.

Cuando acabamos haciendo colecho pero peleamos para no hacerlo

Muchos bebés que ya estaban durmiendo con 0-2 tomas nocturnas empiezan a despertarse con mucha más frecuencia a partir de los 4-7 meses. Te explico porqué y las opciones que puedes escoger.

En la evolución del Sueño durante los primeros meses de vida hay cambios muy llamativos.

Hoy nos centraremos en el que se produce entre los 4 y 7 meses, dependiendo de cada niño.

Cuando un bebé nace tiene tendencia a dormir mucho durante los primeros días de vida. Está agotado y saturado de estímulos y tareas nuevas.

Pero entonces aparece una necesidad nueva que cubrir con urgencia. ¡Hay que comer!

Vemos que habitualmente a partir del 2º-3º día de vida busca alimentarse con mucha frecuencia, tanto de noche como de día se despierta y alimenta casi al mismo ritmo.

Cuando esta necesidad de alimento va siendo cubierta las tomas suelen espaciarse, más en la noche que en el día. La influencia de La Luz diurna y la oscuridad nocturna hace que la melatonina empiece a regular el ciclo circadiano y tenga más interés por alimentarse y buscar estímulos de día y más por descansar de noche.

Algunos bebés llegan a echar alguna noche completa o con 1-2 tomas como mucho antes de los 3-4 meses.

En lo que llamamos crisis de crecimiento, puede tener alguna noche suelta de tomas constantes, pero con una tendencia clara a espaciarse.

Y entonces cuando creíamos que esto iba genial, cambia de forma llamativa.

De repente el número de despertares se multiplica. Pasan a tener un ciclo de sueño largo (3-5 horas habitualmente) en la primera mitad de la noche, y luego ciclos cortos de en torno a una hora en la segunda mitad. A veces incluso más cortos.

Cada vez que se despierta pide que le ayudemos a dormirse de nuevo con el ritual de sueño que solemos hacer.

Os explico a qué se debe este cambio en el sueño

En la mayoría de los niños su ritual de sueño hace que se duerma en brazos de quien le cuida:

Alimentándolo. Tomando su leche.

Dándole estímulos. Meciéndolo, paseándolo…

Para entender cómo llegamos a esto:

Al principio el cerebro del bebé es bastante básico. Tiene 3 necesidades: Comer, Estímulos y Dormir.

Para que un bebé se duerma tiene que tener cubiertas sus necesidades de Comer y Estímulos.

Cada una de esas necesidades está regida por una zona del Cerebro. Y luchan entre sí buscando un equilibrio.

Cuando un bebé está cansado y tiene sueño, no es raro verlo irritado, y no consigue dormirse hasta que lo alimentamos o le damos estímulos meciéndolo o paseándolo. Depende de cual sea su necesidad más deficitaria en cada momento. Es muy frecuente que la maniobra que cubre ambas necesidades (tomarlo en brazos y alimentarlo) sea el ritual de sueño por excelencia. 

Esto hace que desde muy pequeño la forma en la que acaba durmiéndose sea casi siempre en brazos de quien le alimenta o da estímulos.

Van pasando los meses, el cerebro madura, y la costumbre se hace ley. Las redes neuronales van definiéndose y el camino para llegar a dormirse se concreta. El bebé hace un ritual para dormirse que realiza mientras come y/o recibe estímulos.

La mayoría de los bebés tienen varias vías, varios rituales, que les permiten dormirse.

Algunos incluso han desarrollado caminos que le sirven para dormirse sin ayuda, de forma espontánea. Esos niños no suelen tener el cambio de ritmo de sueño del que hablamos. Y siguen durmiendo de noche con 1-2 despertares como mucho.

Pero aquellos en los que todos los rituales que tienen precisan la ayuda de sus cuidadores, la piden cada vez que salen de un ciclo de sueño y quieren entrar en el siguiente.

Mucha gente interpreta que es por hambre. Pero alimentarlo no le duerme porque tenga hambre, sino porque es parte de uno de los rituales de sueño que lleva utilizando desde hace meses. De hecho, aunque se les alimente más antes de acostarlos, siguen despertándose con el mismo ritmo.

¿Cuáles son las opciones para que todos volvamos a dormir?

Os aclaro para empezar que cuando esto ocurre, el bebé descansa. El problema es que la forma de hacerlo impide descansar a sus cuidadores. Especialmente a la madre cuando el bebé toma pecho. Hasta el punto de que en mi experiencia es una de las razones más frecuentes por las que muchas madres se plantean abandonar la lactancia.

Defender la lactancia en ese momento pasa por ofrecer a la madre una opción viable para que sea sostenible.

Nosotros, igual que el bebé, tenemos ciclos de Sueño:

– Un ciclo largo en la primera parte de la noche. Es el más profundo y reparador. Pero solemos acostarnos más tarde que el bebé, lo que hace que él esté acabando su ciclo largo cuando nosotros no hemos hecho el nuestro. Entonces pide ayuda, nos despertamos interrumpiendo nuestro ciclo profundo y eso hace que nos sintamos agotados.

– En los ciclos cortos y más superficiales, el problema es que tampoco estamos acoplados por completo. De modo que el bebé nos los interrumpe una y otra vez. 

Por supuesto, criar hijos supone sacrificios. Que te vas a perder tu serie favorita de televisión por tu hijo es algo que se da por hecho. Pero que puedas pasar meses y meses sin una noche de sueño decente…. Por mucha buena voluntad que le eches te afecta de forma negativa. Hay pocas cosas que puedan afectar tanto la salud como esto.

Y es imposible que tú estés de mal humor y con agotamiento crónico sin que eso afecte negativamente a tu bebé.

Por tanto, cuando esto ocurre no es cuestión de buena voluntad o capacidad de sacrificio. Hay que ser realistas y buscar opciones que os permitan descansar a todos mínimamente bien.

Mucha gente ve un conflicto irresoluble entre las opciones más habituales:

Colecho. La opción más evidente. Si el bebé necesita mi ayuda para dormirse, cuanto más cerca antes acabamos. Que duerma con nosotros en nuestra cama.

Que aprenda a dormir sólo, fuera del dormitorio de los padres.

Yo las veo simplemente como dos opciones diferentes entre las que elegir la que mejor nos permita descansar.

¿Qué hace falta para que el Colecho funcione?

Entiendo por funcionar, que la calidad de sueño de todos sea razonablemente buena. Para que esto ocurra es necesario:

Que los padres quieran hacer Colecho. Hay gente que directamente no quiere. Por mucho que les insistamos en que es una opción totalmente segura y la más natural, hay gente que es incapaz de descansar con su bebé en la cama.

Aprovecho para recordar que el Colecho no aumenta, sino que reduce las probabilidades de Muerte Súbita siempre que el colchón sea firme, no padezcamos obesidad, no seamos adictos a drogas, no fumemos y no usemos ropa de cama pesada.

Que los padres tengan un sueño fácil. Hay gente que es capaz de dormir encima de un camión de bomberos con la sirena a toda potencia. Y que cuando se despiertan tienden a dormirse de nuevo con facilidad. Pero no todos somos así. Hay mucha gente que se despierta con cualquier ruido o movimiento y a los que luego cuesta mucho volver a dormirse. Cuando esto es así, se hace muy complicado dormir junto a un bebé que se mueve y hace ruidos mientras duerme.

En aquellos que Queréis hacer Colecho y descansáis razonablemente bien haciéndolo, la opción es clara: Colecho. Tanto tiempo como sigáis reuniendo ambas condiciones.

Todos los niños, antes o después acaban durmiendo en otro dormitorio. Pero descansando, nos da igual cuándo llegue eso. Podemos esperar y disfrutarlo mientras.

Y cuando el Colecho no funciona ¿Cuál es la Opción?

Hay gente que piensa que la única opción es el Colecho, porque durante mucho tiempo en España la única alternativa que se planteaba era enseñar a dormir al bebé dejándolo llorar en la cuna. Es lo que en España se ha llamado durante mucho tiempo “Duérmete Niño” o “Método Estivill”. Yo claramente no recomiendo este método.

Pero, ¿y si te dijera que tu hijo puede aprender a dormir sólo sin dejarlo llorar? Que podéis pasar de 6-8-10 despertares en la noche a ninguno, o como mucho un par de ellos.

Habrá quien diga que enseñar a dormir a un bebé es absurdo, que no necesitas enseñarle a respirar ni a dormir. Como chiste tiene su gracia. Pero cuando pasas noche tras noche sin descansar, deja de ser gracioso.

Quienes defienden el Colecho, funcione o no, lo hacen dentro de un esquema de Crianza con Apego que comparto al 99%.

El 1% que no comparto es cuando no ven más que una opción y la siguen defendiendo aunque afecte negativamente a toda la familia.

Cuando hablamos de Crianza con Apego hay que entender que la relación que une a un bebé con sus padres es tan importante que si los padres están agotados, necesariamente el bebé está peor que sus padres descansan de forma decente.

Por no hablar de los problemas de pareja que se generan cuando el sueño es malo. Y que por supuesto afectan al bienestar del niño.

Si quieres saber cómo enseñar a tu hijo a dormir sin dejarlo llorar puede leer este artículo.

http://www.mipediatraonline.com/como-ensenar-a-dormir-a-un-bebe-sin-dejarlo-llorar-peketema-2/

 

Del mismo modo que hay familias en las que el Colecho no funciona, puede haber otras en las que esta alternativa tampoco lo haga.

En ellas, aunque a priori no quisierais hacer Colecho, ¿lo habéis probado? Porque como os digo, en este tema creo que hay que ser muy pragmático. Y si lo pruebas y el resultado es que mejora la calidad de descanso de todos ¿Por qué no?

Resumiendo: 

Si todos dormís bien, no hay necesidad de cambiar, sea la que sea la forma en la que lo hagáis.

Pero si no descansáis con un mínimo decente de calidad, ¡Hay Alternativas! 

Pierde el miedo a probarlas, porque siempre puedes volver a lo que tienes ahora.

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Anemia en niños y bebés

Qué es la anemia, cómo se diagnostica y se trata en niños y bebés

La Anemia es un síntoma que puede aparecer en niños y bebés cuando hay falta de Hemoglobina o Glóbulos Rojos.

La hemoglobina es la molécula que transporta oxígeno en la sangre. Y los Glóbulos rojos son los contenedores de esta molécula que la transportan en la sangre.

Lo importante en realidad es la cantidad de hemoglobina. Puede haber situaciones en las que haya muchos glóbulos rojos pero con poca cantidad de hemoglobina. Si hay poca hemoglobina no cumplirá su función, que es suministrar oxígeno suficiente a los tejidos.

Síntomas de Anemia en niños y bebés

Cuando esto ocurre puede:

  • Resentirse el crecimiento, ya que el oxígenos es imprescindible para construir nuevos tejidos.
  • El funcionamiento de todos los órganos. Algunos son más delicados que otros cuando tienen esta falta. Puede por ejemplo ser causa de dolores de cabeza y mareos.
  •  El niño estará más cansado. Ya que el oxígeno es necesario para generar energía en los músculos.
  • Otro signo indirecto de esa anemia es la palidez. La hemoglobina da a la sangre su color rojo. Y cuando hay una menor cantidad en el cuerpo se produce palidez porque esa sangre es menos roja y porque una parte importante del riego de sangre se desvía desde la piel a órganos más importantes.
  • Sensación de ahogo. Si hay cualquier dificultad respiratoria será peor tolerada ya que una entrada menor de oxígeno será mucho peor tolerada si hay poca capacidad para transportarlo a los tejidos.

Estos síntomas pueden ser muy bien soportados por el niño si la anemia se ha ido desarrollando poco a poco. Y pueden ser muy mal tolerados si ha aparecido rápidamente o es muy intensa.

¿Por qué algunos niños o bebés desarrollan Anemia?

Anemia por falta de Nutrientes

Para fabricar la hemoglobina el cuerpo necesita una serie de sustancias que no puede fabricar por sí mismo. Sólo puede obtenerlas de la alimentación. Estas son El Hierro y algunas vitaminas como la E, el ácido fólico o la vitamina B12

Cuando un niño o bebé tiene una dieta pobre en alguno de esos nutrientes o los consume en exceso puede aparecer la anemia.

Pero no es algo inmediato. La hemoglobina es una molécula que tiene una vida de unos 3-4 meses. Por lo que para que aparezca una anemia importante es necesario que haya un déficit mantenido de estos nutrientes. 

Anemia del lactante

Una situación en la que esto es muy frecuente en bebés es el período de lactancia exclusiva. El bebé recibe durante el embarazo un aporte importante de ellos. Y nace con una gran cantidad de hemoglobina. Ésta es menor en los prematuros y serlo es un factor de riesgo importante para sufrir anemia.

Incluso cuando se va destruyendo, el cuerpo es muy eficiente reciclando estos componentes. Pero la leche aporta una cantidad insuficiente de ellos lo que hace que conforme avanzan los primeros meses de vida la cifra de hemoglobina vaya bajando poco a poco.

Suele ser bastante bien tolerada. Pero en bastantes casos puede dar lugar a un estancamiento en la ganancia de peso en torno a los 4-6 meses. 

Este momento coincide con la introducción de la alimentación complementaria. De hecho esta carencia de micronutrientes es la que hace que no podamos alimentarnos toda la vida sólo con leche.

La clave para evitar esta anemia del lactante es:

  1. Garantizar una buena nutrición de las madres durante el embarazo y el periodo de lactancia.
  2. Enriquecer la leche adaptada para los bebés que se alimentan con ella.
  3. Aportes de hierro y vitaminas en los niños en los que no pueda cubrirse con las dos medidas anteririores.
  4. No retrasar la introducción de la alimentación complementaria y hacerlo con una dieta suficientemente variada.

Anemias hereditarias

En algunas familias hay genes que generan una hemoglobina diferente a la normal y que no funciona adecuadamente.

Son enfermedades hereditarias como la Anemia Falciforme o Talasemia.

Por ahora no hay cura para estas enfermedades. Y lo que hacemos es compensar la anemia en las crisis en las que se destruyen más rápidamente los glóbulos rojos.

Anemias por pérdida de sangre

La forma más fácil de entender que puede generar una anemia es la pérdida de sangre. Un sangrado importante genera anemia. Pero es muy evidente.

Lo que no suele tenerse en cuenta es que en realidad perdemos sangre de forma constante. Por pequeños sangrados a través de la piel, las mucosas respiratorias y las digestivas. Pero son sangrados pequeños, aislados y fáciles de compensar.

Hay enfermedades en las que esta pérdida es muy constante o de mayor volumen y resulta más difícil de compensar.

Cuando hay una dieta sana, no hay enfermedades genéticas y sin embargo aparece anemia debemos pensar en:

  1. Intolerancias o alergias alimenentarias que generen un daño intestinal mantenido. La más frecuente es la causada  por alergia a las proteínas de la leche de vaca.
  2. Enfermedades inflamatorias que dañen la pared del intestino.
  3. Infecciones digestivas crónicas.
  4. Problemas de riñón que pierda sangre por no filtrarla bien.
  5. Efectos secundarios de algunos medicamentos.
  6. ….

Lo mejor evidentemente para valorar la causa es que sea atendido por su pediatra y se estudie la causa de la anemia.

¿Cómo se diagnostica la anemia en niños y bebés?

Con una analítica de sangre cuando hay síntomas de anemia.

En la analítica nos fijamos fundamentalmente en la cifra de Hemoglobina. Cuando está baja hay anemia. Si es normal, no hay anemia.

Una vez que vemos baja la hemoglobina nos fijamos en el Tamaño de los Glóbulos Rojos:

  • Cuando son pequeños la causa suele ser la falta de hierro.
  • Si son muy pequeños pensamos en problemas genéticos como la Talasemia.
  • Si por el contrario son más grandes de lo normal suele ser una falta de ácido fólico o Vitamina B12.

En ocasiones puede ser necesario hacer estudios más a fondo sobre las variantes de hemoglobina que no son normales, las vías por las que puede estar perdiéndose la sangre o si hay un defecto en la médula ósea que le impida formar adecuadamente la sangre.

Tratamiento de las anemias en niños y bebés

Una vez que se clasifican según este patrón hay que suplir la deficiencia y curar la causa desencadenante. Lo más frecuente es una falta simple de hierro o vitaminas. Pero el tratamiento varía mucho si la causa es otra.

Tu médico te lo aclarará en cada caso.9

 

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¿Por qué es bueno que los bebés tomen alimentos sólidos sin dientes?

¿Es bueno o peligroso dar a un bebé sin dientes alimentos sólidos?

Durante muchos años dije a los padres «¿Cómo iba a tomar un bebé alimentos sólidos  sin dientes?». Ahora entiendo que es bueno que lo hagan.

Soy Pediatra desde el año 2001. Si al tiempo pasado desde entonces sumamos los 4 años de Residencia para hacerme especialista. Son ya muchos años asesorando a los padres.

Como buen alumno, aprendí de mis maestros. Y durante muchos años repetí a los padres lo que había aprendido de ellos.

Agradezco a mis maestros lo que me enseñaron. Pero no son la única fuente de conocimiento, y cuando trabajas dando consejos, te arriesgas a recibirlos también.

Hace años que escucho opciones alternativas, desde algunos padres y profesionales. Lo que algunos llaman con desprecio «cosas modernas». Poco a poco fui profundizando en ellas con una mezcla entre curiosidad y escepticismo.

Y pasa lo que con frecuencia al juguetear con fuego… Me quemé.

«Me he pasado al lado oscuro»

Argumentos que antes daba en contra de dar alimentos sólidos a los bebés antes de que tuviesen dientes

Durante muchos años, ante la sugerencia de dar alimentos sólidos a los niños decía cosas como:

  1. Antes de que un niño tenga dientes no puede tomar alimentos sólidos, porque no puede procesarlos sin dientes. Lo más probable es que acabe ahogándose con ellos.
  2. El intestino del bebé no está preparado para tomar alimentos sólidos y si se los damos va a expulsarlos en las heces sin digerir.
  3. Con los alimentos sólidos el bebé tomará menos cantidad que con los purés y estará peor alimentado.

Los conozco y no los he olvidado. Han sido muchos años defendiéndolos.

Por qué ahora defiendo que es bueno dejar a los bebés tomar alimentos sólidos antes de que tengan dientes

Tras años de decir lo contrario, ahora recomiendo a los padres:

  1. Cuando tu hijo muestre interés por tu comida, déjale que la pruebe. 
  2. Sólo debes evitar antes del año las verduras de hoja verde (intoxicación por nitritos), la miel (botulismo). Y antes de los 2 años evita Marisco y Pescado azul grande (mercurio) y huevo crudo (salmonelosis). Los frutos secos puede tomarlos muy picados y humedecidos para reducir el riesgo de atragantamiento. Pero evita que mastique frutos secos, que no estén triturados y humedecidos mientras te acuerdes de la última vez que se atragantó.
  3. Puede tomar los sólidos que se deshacen con mucha facilidad de forma libre. Sin tener que procesarlos de ninguna manera. Puede tomar los sólidos difíciles de deshacer en trozos tan grandes que no le quepan en la boca de forma que puede chuparlos y mascarlos, pero no tragarlos.
  4. Es mejor empezar a ofrecer los sólidos de esta forma antes de que tenga dientes. 

Ahora voy a explicaros porqué este cambio de planteamiento tan radical. El motivo es una mejor comprensión del desarrollo de los niños.

Cada vez hay más estudios que demuestran que retrasar la introducción de alimentos es una de las causas más importantes del claro aumento de alergias alimentarias que vivimos desde hace años.

Muchos padres y madres están preocupados porque su hijo come poco. Darle la comida triturada es una forma de que coman cantidades mayores. Pero es un error que está favoreciendo el desarrollo de obesidad.

Y muchos tienen miedo a que si le dan alimentos sólidos puedan atragantarse. Aunque he tratado este tema en otro artículo, voy a explicarlo aquí entendiendo el desarrollo de los niños:

Dar alimentos sólidos a un bebé sin dientes para que evitemos el riesgo de atragantamiento

Antes de que los Pediatras explicásemos a los padres cómo debían introducir la alimentación complementaria, antes de que existiesen la batidoras… la especie humana sobrevivió.

Para hacerlo hay una serie de instintos, reflejos y capacidades que el bebé desarrolla de forma innata y en secuencia.

El proceso por el que el niño come sólidos es el siguiente si no interferimos:

  1. Empieza siendo lactante. Pero los movimientos de chupeteo hacen que se desarrolle la musculatura de la lengua, de la deglución y de la masticación.
  2. Tras meses de refuerzo de esos músculos y de los mecanismos necesarios para tragar leche y respirar simultáneamente:
    1. Ya hace arcadas si algo se va hacia la vía respiratoria. Este reflejo, que suele asustar a los padres porque da la impresión de que se está ahogando es precisamente para evitar que ocurra. Lo que hace es generar la arcada cuando detecta que algo que no es aire quiere irse hacia la vía respiratoria en lugar de ir por su camino hacia el estómago. Lo hacen incluso con la leche, el moco… Y lo harán con los sólidos cuando llegue el momento.
    2. El bebé empieza a manipular. Primero observa sus manos desarrollando la coordinación óculo-manual. Con unos dos meses más o menos, el bebé se mete las manos en la boca con frecuencia, lo que estimula la salivación. Muchos lo atribuyen erróneamente a los dientes.
    3. Algo después el bebé llega a hacer la pinza, toma objetos en su mano y tiende a llevarlos a la boca. 
    4. Aparece el reflejo extrusivo. Cuando mete algún objeto sólido en su boca suele moverlo y acaba expulsándolo. Es necesario hacer esto. Para no atragantarse por error es bueno que el bebé tenga claro cómo expulsar lo que tiene en la boca si genera problemas. Y no hay que hacer nada. Este reflejo aparece sólo. Cuando empiezan a tomar alimentos sólidos los padres se desesperan porque tras un rato jugueteando con la comida en la boca es muy poco lo que se comen realmente. Pero debe empezarse así.
  3. Si dejamos que el bebé tome alimentos sólidos que se deshacen con facilidad va reforzando su habilidad para manejar mejor esos sólidos. Ejemplo: Una patata cocida blanda.
  4. Si damos alimentos que no se deshacen con facilidad en trozos tan grandes que no le caben en la boca mejora también los músculos que actúan en la masticación. Ejemplo: Un filete de ternera.
  5. Si un niño se atraganta en esta etapa suele ser por tomar un sólido de dureza intermedia, que puede trocear con las encías y no se deshace luego en la boca con facilidad pudiendo llegar un tapón a la garganta. Ejemplo: Un plátano que no esté maduro. Puede partir un trozo sin dientes, con las encías, pero luego cuesta deshacerlo del todo con la lengua.
  6. Aparecen los dientes: Si por miedo al atragantamiento no hemos dado alimentos sólidos antes, tenemos un problema: El niño ya es capaz con esos dientes de cortar trozos duros que no se deshacen y no ha aprendido a manejarlos. Si ha tomado alimentos sólidos con las limitaciones que he explicado, cuando aparezcan los dientes el niño estará capacitado para tomar sólidos de cualquier tipo y gestionarlos con menos riesgo de atragantarse.

Cosas sorprendentes que ocurren cuando confiamos en la capacidad de los niños

Hace ya un tiempo que recomiendo el BLW.

Lo que veo desde entonces es una maravilla:

Niños con dietas variadas y completas, con menos alergias alimentarias y con menor riesgo de atragantarse que muchos niños, mayores que ellos, que han seguido pautas de introducción que frenan el proceso natural de introducción de la alimentación innecesariamente.

Antes veía niños con 2-3 años que se atragantan si encuentran un tropezón en su puré.

Ahora veo bebés de 7 meses capaces de tomar en su mano una tripa de fuet, cortar y masticar un trozo con sus 4 dientes, y sin atragantarse….

Ninguna estrategia elimina por completo el riesgo de atragantamiento, pero en mi opinión, ésta lo reduce claramente. Es mucho menor el tiempo que el niño tarda en manejar adecuadamente los sólidos.

Entender el proceso de desarrollo de los niños y apoyarlo es mejor que interferir por miedos injustificados, creando problemas que no existían antes.

Me he pasado al lado oscuro, soy uno de esos «pediatras que hacen cosas modernas»….

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¿Por qué las Alergias Alimentarias son cada vez más frecuentes?

Por qué las Alergias Alimentarias son cada vez más FrecuentesLas Alergias Alimentarias son cada vez más frecuentes en los niños. ¿Por qué?

Durante años como pediatra recomendé cosas que ahora contradigo. Voy a explicar en este artículo cuáles son esas diferencias y los motivos que me llevan a defender lo contrario de lo que hace pocos años defendía.

Empezaré aclarando algo: Este artículo no es una crítica a mis compañeros Pediatras. Es una autocrítica. Tal vez alguno se sienta identificado y, espero que no, atacado. Estoy abierto a seguir aprendiendo reconociendo mis errores y desde ese punto de vista, bienvenido sea el debate.

El Evidente aumento de las Alergias Alimentarias

Desde hace un tiempo, cuando llega el momento de explicar la introducción de la alimentación complementaria, pregunto a las familias:

«¿Tienen vuestros padres (los abuelos del bebé) alguna alergia alimentaria?»

La respuesta sistemáticamente, y también en mi caso, es que no.

Surge sin dudarlo la pregunta del millón:

«¿Por qué actualmente las alergias alimentarias son mucho más frecuentes que en la generación de nuestros padres?»

Hay muchas teorías que intentan explicar el porqué. Voy a enunciar la mía. Desde la humildad, pero también desde la convicción cada vez más clara de que «los tiros van por ahí».

¿Qué es una alergia alimentaria?

Es una respuesta inadecuada del sistema defensivo frente a un alimento. 

Un Alimento es algo que tomamos de nuestro entorno para nutrirnos.

Está claro que defendernos contra algo que necesitamos para nutrirnos es contraproducente.

¿Cómo se originan la alergia alimentarias?

Para que se produzca una alergia alimentaria hacen falta una serie de pasos:

  1. Predisposición genética: Es evidente que hay familias en las que las alergias son mucho más frecuentes que en otras. Hay factores que se heredan y hacen que en las circunstancias actuales en unos individuos aparezcan alergias con más facilidad que en otros.
  2. Factores ambientales: La contaminación ambiental está actuando sobre el sistema defensivo modificando sus respuestas. Hoy en día vemos una mayor tendencia a respuestas exageradas del sistema defensivo. La causa es que está sometido a una agresión química excesiva.
  3. Desencadenante: Para que la alergia aparezca es necesario que un sistema defensivo irritado que busca culpables de esa irritación se encuentre al alimento en el lugar y momento «inadecuados». Toda alergia aparece en algún momento concreto, un momento en el que se desencadena la «Tormenta Perfecta».

Voy a hacer un pequeño relato de una de esas «Tormentas Perfectas»:

Un bebé de una familia con tendencias atópicas prueba el huevo por primera vez.

Tener tendencias atópicas significa que el sistema defensivo es un guardia de seguridad de «gatillo fácil».

Puede que haya determinados contaminantes en su cuerpo que estén alterando a su sistema defensivo haciendo que no funcione demasiado bien. Es como un guardia de seguridad con los ojos irritados por el humo de un incendio.

Pero da la casualidad de que ese día que hemos dado el huevo, el bebé tenía una pequeña gastroenteritis viral. Estamos pasando constantemente infecciones de este tipo. Tan leves que casi no producen síntomas.

El sistema defensivo está en la zona irritada (el intestino), buscando al culpable.

Y de repente aparece por ahí un desconocido bastante llamativo: El huevo.

Nuestro guardia de seguridad, de «gatillo fácil» y con los ojos irritados por el humo, en plena búsqueda del culpable en una zona agredida: ¡Dispara!

Enhorabuena bebé: Ya eres alérgico al huevo.

¿Qué ha cambiado en sólo dos generaciones, para que las alergias alimentarias sean mucho más frecuentes en nuestros hijos que en nuestros padres?

Es evidente que tienen que ser factores ambientales.

Debemos buscar cuáles son esos factores ambientales que han cambiado de forma significativa y puedan influir en la generación de «Tormentas Perfectas».

Candidatos son todas las diferencias significativas entre la generación de nuestros padres y la de nuestros hijos:

  1. Contaminantes: Aquí podemos incluir químicos como conservantes, colorantes, disruptores hormonales, un exceso de omega 6 «malos», un exceso de azúcar en la dieta… La forma de evitar esto sería una Alimentación Ecológica, Biológica y Orgánica.
  2. Un exceso de Higiene: Una de las teorías que intenta explicar el aumento de las alergias es la Higienista. Se dice en ella que el sistema defensivo está preparado para una actividad mínima que no recibe en un ambiente actual excesivamente «esterilizado». Ante esa falta de estímulos adecuados empieza a responder a estímulos inadecuados. La forma de evitar esto sería exponer más a los niños a la Naturaleza y evitar la Esterilización. 
  3. Los Pediatras: He advertido al principio que este artículo no es una crítica a mis colegas. Sino una autocrítica. Pero si buscamos cosas que han cambiado entre la generación de nuestros padres y la de nuestros hijos, hay que ser claros. Nuestros abuelos no contaron con la asesoría de Pediatras. Nuestra generación sí masivamente. Algo podemos haber influido.

Los Pediatras y el aumento de alergias alimentarias

Aún a riesgo de ser pesado, no critico a mis colegas. Hago un ejercicio de autocrítica.

Desde que en este mundo hay pediatras a la disposición de la mayoría de las familias las alergias alimentarias han subido. 

También es justo decir que la mortalidad infantil ha bajado y a cifras impensables en otros tiempos. O sea, que malos, malísimos tampoco somos.

De hecho, sé que este grupo al que pertenezco está formado de personas que buscan el bienestar de los niños. Y debemos hacer autocrítica continua de todo lo que hacemos. Por si algo de todo ese balance positivo general es mejorable.

Creo que es el caso en el tema de las Alergias Alimentarias.

¿Qué hemos hecho los Pediatras, en dos generaciones, que haya cambiado significativamente la relación del Sistema Defensivo con los Alimentos?

Pues fundamentalmente dos cosas:

  1. Promover la higiene. Hace 65 años las condiciones de higiene dejaban mucho que desear en nuestro país. Los pediatras formamos a las familias indicando como tener una higiene mejor. El objetivo era proteger a los niños frente a las infecciones. 
  2. Retrasar la introducción de alimentos. Antes de que un pediatra dijese a las familias cómo introducir la alimentación complementaria se hacía de forma espontánea. Estabas todo el día con tu hijo y cuando mostraba interés evidente por probar un alimento, simplemente se lo dabas. Como especialidad nueva la Pediatría actuó en ese «desorden» intentando ver cuál sería el mejor orden de introducción. De partió de dos premisas:
    1. Establecer un orden que facilite la detección de alergia e intolerancias.
    2. Empezar con lo más fácil de digerir y retrasar para más tarde los alimentos que son más difíciles de digerir o que generan alergia con más frecuencia.

Cuando en la actualidad reximiendo alternativas al planteamiento que me enseñaron según estas premisas, vuelven a darme los mismos argumentos que ya conozco.

No he olvidado esos argumentos y no es que no los sepa. He recomendado lo que me enseñaron durante 18 años. 18 años en los que he defendido esos argumentos que lo justifican. 18 años en los que lamento haber aconsejado a los padres algo, que actualmente creo un error.

Si en la actualidad he cambiado mis recomendaciones es porque he entendido lo suguiente:

¿Cómo puede la suma de ambos factores favorecer la aparición de alergias alimentarias?

Desarrollo Inmunitario en los primeros meses de vida

Cuando un bebé nace, tiene las defensas que su madre le ha pasado a través de la placenta. Es lo que llamamos inmunización pasiva.

Esas defensas se mantendrán en la sangre del bebé durante los primeros meses de vida.

Son la causa de que durante los primeros meses de vida los bebés no suelan sufrir infecciones. O eso parece. En realidad sí que están expuestos a ellas. Pero con ayuda de los anticuerpos maternos bloquean un gran número de ellas sin manifestar síntomas. Pero desarrollando una respuesta que elimina la infección y genera anticuerpos propios para identificar a la infección la próxima vez que venga.

Un exceso de higiene en esta primera fase es perjudicial. Con ella lo que estamos haciendo es desaprovechar una fase en la que el bebé tiene ayuda para defenderse.

Si metiésemos a los bebés en una urna de cristal que evitase el contacto con gérmenes hasta los 6 meses estaríamos haciéndole una faena. Porque cuando los anticuerpos maternos vayan desapareciendo a partir de esa edad será el bebé el que tendrá que defenderse sólo.

Si en los primeros meses, en los que cuenta con ayuda, contacta con un número de gérmenes lo más amplio posible, serán menos las infecciones que le quedarán por pasar cuando por fin tenga que enfrentarse sólo a ellas.

Sin hacer esto ya en torno a los 9-12 meses va aumentando la frecuencia de infecciones. Pero con la obsesión actual por la asepsia y la higiene a ultranza estamos haciendo que el número de infecciones que va a pasar tras quedarse sin anticuaerpos de su madre aumente.

Es algo muy llamativo, un bebé que apenas pasaba infecciones en los primeros meses de vida, de repente, parece que no tiene tregua entre una y otra.

Esto aún sin ir a guardería. Si además pasa de esa burbuja aséptica en que han convertido la casa del recién nacido, a la jungla de la guardería…

Retraso de la introducción de alimentos

Por el otro lado está la alimentación.

Los niños que toman pecho están recibiendo pequeñas porciones de los alimentos que toma la madre a través de su pecho. Eso hace que para ellos cuando aparece el alimento en sí en el intestino no sea algo nuevo del todo. Es uno de los factores por los que la lactancia materna actúa como protectora frente a la aparición de Alergias Alimentarias.

En aquellos niños que toman lactancia artificial, no tendrán contacto con ninguno de esos alimentos en su intestino hasta que inicien la Alimentación Complementaria.

Los Pediatras retrasamos la introducción de alimentación complementaria en comparación con lo que se hace si no intervenimos. No sólo en el momento de empezarla, también en el ritmo al que se hace.

Antes de que nadie explicase a los padres la «forma correcta» de introducir los alimentos, ¿cómo se hacía? ¿Y cómo se hace ahora?

El niño estaba con el resto de la familia en cada comida. Y un día de repente mostraba interés por la comida. Ante eso, como no había nadie que les dijese que hacerlo podía perjudicar a su hijo, le dejaban probar.

En torno a los 2 meses la mayoría de los bebés se mete la mano en la boca. Eso que muchos interpretan como un signo de salida de los dientes (cosa que raramente es), no es sino una búsqueda de estímulos.

Desde aquí subo el tono sarcástico. Disculpadme por ello, pero no puedo evitarlo.

Entre los 4 y los 6 meses habitualmente la mayoría de los bebés ya manipulan y se llevan a la boca todo lo que queda a su alcance. Bueno, ya todo no. Pueden llevarse lo que esté «esterilizado» y que No sea comestible…. Porque hemos convencido a los padres de que deben evitar que prueben la comida, o corren el riesgo de producir una alergia a su bebé.

Ahí vemos a los niños de 4-5-6 meses chupándose un zapato pero sin poder probar la comida. Eso sí, el zapato es limpiado con toallitas de forma compulsiva cada 5 minutos. Dan igual los productos químicos usados para curtir la piel de vaca con la que está hecho el zapato, pero no se te ocurra dejarle probar la carne de la ternera con cuya piel está hecho, porque «su intestino no está preparado para digerir algo así»….

Entonces decidimos que el bebé puede tomar alimentos porque ha cumplido los 6 meses. «Es una suerte que alguien lleve la cuenta». Porque si lo hacemos 3 días antes o 3 días después «sería el acabose».

Y empezamos a hacerlo muy, muy, muy despacito. Y siguiendo una pauta «instaurada por alguna divinidad de la Pediatría» día arriba, día abajo de los Diez Mandamientos.

El pescado a los 9 meses, el huevo a los 11, las cocochas de bacalao no recuerdo en que fecha eran…

Y despacito, muy despacito… Esta semana la patata, la semana que viene la zanahoria….

Y todo triturado, que se puede ahogar…. Me pregunto cómo sobrevivió la especie humana antes de las batidoras….

Por supuesto los alimentos que con más frecuencia generan alergia los dejamos para más adelante, para cuando el sistema digestivo del bebé sea más maduro y pueda digerirlos mejor….

Así, regañando al abuelo para que no le dé al nieto ni un trocito de nada que no diga la «Lista Sagrada», van pasando los meses.

Y aquí se acaba el tono sarcástico para volver a hablar totalmente en serio.

Hemos dejado pasar un tiempo precioso. Un tiempo en el que nuestro bebé contaba con los anticuerpos maternos y en muchos casos con lactancia materna. Un tiempo en el que durante toda la evolución de la especie humana se introdujo la alimentación a los niños sin norma alguna, porque no había pediatras que las dictaran.

Cuando los anticuerpos de la madre ya están dejando al niño desprotegido contra todas las infecciones del entorno y cuando muchos bebés ya no toman lactancia materna, llegamos al momento que la «Lista» indica para introducir los alimentos que con más frecuencia producen alergia.

Hemos creado la auténtica «Tormenta Perfecta». 

En los niños que no han seguido el «orden establecido» esos alimentos llevan presentes en el intestino del bebé desde hace meses. Cuando una infección irrita la pared del intestino despertando la respuesta del sistema defensivo, busca al culpable y ve a los alimentos como el huevo, el gluten, la fresa, la leche y pasa de ellos. Los identifica como algo que lleva meses ahí sin generar problemas.

Pero si nuestro bebé toma por primera vez uno de esos alimentos llamativos cuando tiene una irritación intestinal, las posibilidades de que el sistema defensivo lo identifique como el causante suben claramente.

Las posibilidades de que se junten infección y primer contacto con alimento potencialmente alergénico se multiplican.

Ya hace años se demostró que la introducción tardía del gluten favorecía la aparición de celiaquía. Y a estos estudios se están añadiendo otros de forma constante que demuestran que la introducción precoz de alimentos alergénicos reduce claramente la aparición de alergias a esos alimentos. Los hay sobre leche, huevo, cacahuete….

En Canadá ya hay campañas de organismos públicos con el lema «Don´t Delay, Feed Today» que recomiendan la introducción precoz de alimentos alergénicos para evitar la sensibilización.

Os añado el enlace del vídeo de esta campaña. Está en Inglés.

Pero creo que puede seros de gran utilidad.

Otros factores que han contribuido a aumentar la frecuencia de alergias en los niños

Como en casi todo, cuando algo llamativo ocurre no suele haber una sola causa.

Hay muchos indicios de que otros factores pueden haber participado en el aumento de las alergias de los niños. Los más destacados son:

  • Dieta pro-inflamatoria. Aquí destaca el desequilibrio de omegas.
  • Exposición tardía a gérmenes y flora intestinal pobre.

Autocrítica

De nuevo aclaro que todo este artículo, perdonad por lo largo que es, es un ejercicio de autocrítica. No es mi intención atacar a mis compañeros. Yo hasta hace pocos años aconsejaba seguir «La Lista». Cada día en mi consulta veo niños en los que tengo que disculparme a los padres porque en su hijo lo hice y ahora les recomiendo que con un hermano menor hagan lo contrario.

Me veo como un detective buscando al culpable de un crimen, que tras evaluar todas las pistas, llega a la conclusión de que el asesino desconocido al que buscaba, soy yo mismo.

En la actualidad la hoja de recomendaciones de introducción de la Alimentación Complementaria que doy a los padres es ÉSTA.

 

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Listas de Introducción de Alimentos para Bebés: Un Error

Listas de Introducción de Alimentos en bebés, Son un error y te cuento porqué.

Como Pediatra, me enseñaron una Lista de Introducción de Alimentos para Bebés que Ya No Uso. Te explico porqué creo que Es Un Error usarlas.

Cuando hice la especialidad de Pediatría en el Hospital San Cecilio de Granada, me explicaron una Lista de Introducción de Alimentos para Bebés que es la más extendida y recomendada por los pediatras.

En ese momento se decía que la alimentación complementaria comenzaba a los 4 meses con cereales sin gluten, dos semanas después fruta, dos semanas después verdura, dos semanas después carne….

Las Frutas eran Manzana, Naranja, Plátano y Pera.

Las Verduras Patata, Zanahoria, Judías verdes, Puerro y Apio.

Las Carnes Pollo, Ternera, Cordero y Cerdo…

Supuestamente esta Lista de Introducción de Alimentos para Bebés debía ser así para evitar la aparición de alergias e intolerancias alimentarias. Y facilitar el diagnóstico de la causa si aparecen.

Nos decían que los alimentos estaban ordenados de modo que ofrecemos más tarde los alimentos que pueden generar alergias o intolerancias con más frecuencia.

Esta Lista de Introducción de Alimentos para Bebés sigue siendo recomendada mayoritariamente. Pero yo no la uso ya. Soy un «converso».

Tal vez os preguntéis porqué ya no uso la Lista de Introducción de Alimentos para Bebés.

Pues porque genera problemas muy comunes en Alimentación Infantil.

Uno de los principales problemas hoy en día en Alimentación Infantil es Una Dieta Pobre. ¿Y qué tiene esto que ver con la Lista?

El problema es que esta Lista es Pobre. Como podéis ver incluye un número muy limitado de alimentos. 4-5 tipos de fruta o verdura es una muestra ridícula de la variedad real de la alimentación disponible.

Hay dos problemas fundamentales:

  1. No entender que el bebé pasa por fases y no podemos perderlas.
  2. No entender que establecer una pauta fija empeora la relación del niño con la comida.

Fases de Curiosidad y Precaución en Niños respecto a la comida.

Desde el momento en que un niño muestra interés por la comida de sus mayores intenta echar mano y llevarse la comida a su boca. Ante esa iniciativa tenemos dos opciones. Permitirlo o impedirlo.

Cuando establecemos una Lista de Introducción de Alimentos para Bebés y la respetamos negamos constantemente al niño la posibilidad de probar alimentos nuevos. Lo hacemos porque pide alimentos que no coinciden con la Pauta de «La Lista».

Como he comentado arriba, esta lista es pobre, tanto en variedad, como en sabores y texturas. Muy pobre comparada con una dieta completa. Pero además no tiene base científica alguna. No hay una razón para que la edad adecuada para introducir el pescado en la dieta sean los 7 meses, los 8 o los 15 meses y 4 días. Es imposible que exista algo así para todo alimento y válido para todo niño. Es absurdo. Pero actuamos como si no fuese así. Al dar las listas transmitimos a los padres que no atenerse a la cadencia de la Lista puede dañar la Salud de su Hijo. Y esto es totalmente falso.

Introducir alimentos que pueden generar alergia más tarde no sirve para evitar la aparición de alergias o reducir su intensidad. Todos los pediatras conocemos estudios que recomiendan hoy en día no retrasar la introducción del Gluten. Porque no solo no reducen la incidencia de alergia al gluten, sino que cuanto más tarde se introduce, más alergias.

Si unos padres se atienen a esta lista, que como explico no tiene ni pies ni cabeza científicamente hablando sólo pierden un tiempo precioso.

Un tiempo en el que el niño está dominado por la curiosidad. Esta fase suele durar hasta los 18-24 meses.

Es un periodo en el que los bebés quieren probarlo todo.

Tras esa fase llegará otra muy diferente en la que el niño se vuelve muy selectivo.

La Alimentación es un abanico que durante los primeros 18 meses el bebé abre con curiosidad incorporando sabores y texturas nuevas a su dieta conforme le llegan. Si se le permite.

Pero pasada esa fase se llega a una dominada por la precaución.

No es casualidad. Con los 18-24 meses el niño tiene ya capacidad de desplazarse y si sigue probando de todo es fácil que acabe intoxicado con productos venenosos.

Somos los descendientes de aquellos que aprenden a tomar sólo aquello que sus padres les permitieron comer antes de ser autónomos.

Si el abanico se abre mucho en la primera fase el niño tendrá una dieta variada el resto de su vida.

Si abrimos el abanico sólo un poco, el niño tendrá una dieta pobre durante al menos los primeros años de vida.

La Relación del Niño con la comida y La Lista

Pongamos un ejemplo, el pescado. No hay ninguna razón por la que el pescado pueda considerarse una fuente de proteínas peor que la carne. Es cierto que las alergias a pescados son más frecuentes que a la carne y que el pescado azul grande no es recomendable por el exceso de mercurio que contiene. Pero a excepción de los casos en que hay alergia y evitando esta variedad concreta, no hay razón alguna para que un bebé tome pescado a una edad concreta y menos aún para que lo haga antes o después que la carne.

En la lista que a mí me enseñaron cuando estudiaba para Pediatra me dijeron que el pescado blanco se iniciaba a los 9 meses. Un día antes sacrilegio, un día después sin problema….

¿Por qué es absurdo?

La cuestión es que la mayoría de los bebés antes de los 9 meses ven a sus padres comer pescado en muchas ocasiones. Si haces caso a la lista y no le dejas probarlo estás perdiendo ocasiones de que el bebé pruebe un alimento nuevo por iniciativa propia, cuando le apetece.

Esperamos y esperamos y por fin, a los 9 meses le ofrecemos el pescado. Y ese día no le apetece. Los bebés son así. Pero La Lista es «La Lista» y por lo menos tiene que probarlo.

Ahí estás tú, peleando para que pruebe un alimento que le has negado montones de veces en los meses previos. Y todo por atenerte a una lista si base alguna.

Lo que estás haciendo es cargarte la relación de tu hijo con la comida.

¿No hubiese sido mejor que lo hubiese probado cualquiera de esos días que tanto le apetecía? Por supuesto.

¿Qué podía haberle pasado por dárselo antes de los 9 meses? Nada que no pueda ocurrirle a los 9 meses. Si es alérgico le sentará mal, pero lo hará con 5 meses, con 9 meses o con 4 años.

Y esto lo hacemos con cada alimento para atenernos a una Lista totalmente arbitraria.

Luego nos quejaremos de que no hay forma de que tome alimentos nuevos, de que parece que no disfruta comiendo, de que no hay forma de que colabore en las comidas….

La Alternativa

Lo llaman BLW, Baby Led Weaning. O Introducción de la Alimentación Guiada por el Bebé. Es decir, con libertad para probar los alimentos en el momento que le apetezca. Son muy pocos los alimentos que no debemos ofrecer a un bebé antes de cierta edad. A saber:

  • Evita la leche entera, las verduras de hoja verde y la miel en menores de un año.
  • No des el pescado azul grande, el marisco y el huevo crudo en menores de dos años.
  • Huye de los frutos secos mientras te acuerdes de la última vez que se atragantó tu hijo.

Quitando esto el bebé puede probar cualquier alimento en el momento que muestre interés por hacerlo. Esa es tan buena fecha como cualquier otra.

Haciéndolo así es más fácil que el bebé tenga una dieta similar a la nuestra antes de volverse selectivo y la habrá descubierto disfrutando de cada nuevo alimento por iniciativa propia.

Tendrá una dieta variada y una buena relación con la comida.

Lo único que tú debes hacer es:

  • Anotar cuándo toma por primera vez cada alimento. Ya que saber cómo lo ha hecho facilita el diagnóstico de alergias o intolerancias si aparecen.
  • Observar si le sientan bien. Si aparecen erupciones en la piel, vómitos, diarrea, o molestias tras tomar por primera vez un alimento hay que estudiar si tiene alergia o intolerancia a él.
  • Intenta tener en casa una dieta sana y variada. Porque el niño acabará comiendo lo mismo que tú y si tú no comes sano el niño no lo hará.

Escoge la opción que te parezca mejor. Para mí no hay color.

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Efectos Secundarios de Bexsero ¿Le doy algo para evitarlos?

Efectos secundarios de Bexsero, ¿qué hay de cierto en lo que se dice?

Efectos Secundarios de Bexsero (vacuna del Meningococo B). Muchos recomiendan dar Medicamentos Antes de su administración. Te explico porqué NO es adecuado.

¿Qué es Bexsero?

Bexsero es el nombre comercial de la vacuna contra el Meningococo B que fue autorizada para su comercialización en España el 1 de Octubre de 2015.

El Meningococo B es un germen causante de Meningitis y Sepsis en cualquier edad de la vida. Especialmente suele aparecer en menores de dos años. Hay un leve aumento de incidencia en la pubertad. Y puede aparecer en cualquier edad en inmunodeprimidos: Personas que tienen problemas en el sistema defensivo que le restan capacidad para defenderse contra las bacterias. Los más habituales son personas a las que han tenido que extirpar el bazo por un accidente, enfermos de cáncer con quimioterapia, trasplantados que toman inmuno-supresores para evitar el rechazo del trasplante y algunas personas con defectos genéticos.

Aún así es muy poco frecuente como causante de Meningitis y Sepsis. De hecho ha sido la última vacuna en salir para prevenirlas porque su incidencia era muy baja.

Antes de que esta vacuna se crease ya disponíamos de otras que protegen contra Meningococo C, Neumococo y Hemófilus Influenza b. Gérmenes que causaban antes de su vacunación muchas más Meningitis y Sepsis que el Meningococo B. 

La Polémica de Bexsero

Esta vacuna está generando mucha polémica. Y lo está haciendo porque es a mi modo de ver un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas en Salud.

En España esta vacuna se aprobó:

  1. De forma precipitada: La prisa era que se acercaban la elecciones y estaba convirtiéndose en tema de debate electoral.
  2. Sin planearlo adecuadamente (lo que ha causado el desabastecimiento).
  3. Y con una nula comunicación de los motivos por los que se cambió el criterio de comercialización de un día para otro: Se publicó una nota que transformaba la vacuna en dispensable por cualquier pediatra cuando hasta ese día sólo podía dispensarse en hospitales y a colectivos de riesgo.

No son problemas achacables a la vacuna. Pero han hecho que casi todos los pediatras hayamos dedicado muchas más horas que en otras vacunas a explicarla a los pacientes desde que se aprobó.

Efectos secundarios de Bexsero

Como todo lo que hacemos, hay efectos secundarios. Esta vacuna la usamos para que el sistema defensivo esté preparado si tiene contacto con el germen que produce la Meningitis. No siempre que tenemos contacto con el Meningococo B generamos una Meningitis. Cuando tenemos contacto con él suele llegar a través de la vía respiratoria. En la gran mayoría de los casos queda atrapado en la mucosa de la vía respiratoria. Si la supera suele ser bloqueado en la sangre. Sólo en algunos casos en que el sistema defensivo no consigue destruirlo llega hasta las meninges (la capa que recubre el sistema nervioso), y entra reproduciéndose allí.

La vacuna hace más difícil que esto ocurra porque el sistema defensivo reconoce al germen con más facilidad tras vacunarse.

Pero esto no ocurre en el 100% de los vacunados. Tras vacunarse hay 3 grupos:

  1. No Inmunizados: Aquellos que a pesar de vacunarse no generan inmunidad suficiente.
  2. Inmunizados: Aquellos que generan la inmunidad que buscamos con la vacuna.
  3. Efectos secundarios: Aquellos que generan una reacción excesiva consiguiendo la inmunización pero con efectos indeseables.

En aquellos que generan una respuesta excesiva lo más habitual suele ser:

  • Fiebre. En Bexsero la fiebre puede ser más alta de lo habitual en otras vacunas. No es raro ver niños con fiebre de 39-40 tras la vacunación.
  • Inflamación local. En cualquier vacuna puede aparecer inflamación en el sitio donde se ha inyectado. Pero en esta vacuna puede ser especialmente llamativa.

Reacción tras la vacuna de Bexsero en el muslo de un bebéé

  • Estas reacciones son más frecuentes e intensas que en otras vacunas pudiendo afectar hasta al 40% de los niños vacunados.
  • Aparecen con más frecuencia y son más intensas si se administra junto con otras vacunas, por lo que se recomienda hacerlo dejando al menos 2 semanas de diferencia entre esta vacuna y cualquier otra.
  • Debe administrarse intramuscular profunda. Si se pincha superficial la reacción es mucho más intensa.
  • En el prospecto verás una larga lista de efectos secundarios. Como en todos los medicamentos. El motivo no es que sean habituales. En muchos de los efectos secundarios ni tan si quiera hay una relación demostrada entre la vacuna y ese efecto. Pero si se comunica un caso de algo tras la administración de un medicamento se añade al prospecto para limitar responsabilidades legales. Aunque no haya relación demostrada. Cuando un efecto secundario está demostrado que se causa por la vacuna y es grave no se añade al prospecto: Se retira la vacuna. 

El ejemplo de la Vacuna del Rotavirus y los efectos secundarios en vacunas

Hace unos años se retiró del mercado las dos marcas que se vendían en España de vacuna contra el Rotavirus. El motivo fue que se detecto restos de un virus porcino en algunas muestras.

Estas vacunas se producen en cultivos de células de cerdo. Y esos cultivos pueden contaminarse con virus que afectan a los cerdos. El virus en cuestión no afectaba a humanos. Aún así las vacunas se retiraron. Y se obligó a los laboratorios a revisar la cadena de producción para ver dónde estaba el fallo. No hay tanto descontrol como algunos quieren hacer creer.

Si aparece fiebre e inflamación intensos tras la vacunación en casi el 40% de los vacunados, ¿no sería buena idea darles algo antes de la vacunación para evitarlo? ¡Pues NO!

Me están llegando muchos pacientes a la consulta preguntando si sería adecuado darles Ibuprofeno o Paracetamol antes de la vacuna a los niños. Mi respuesta es NO y os explico porqué, a pesar de que algunos profesionales están recomendándolo.

Como he explicado antes no en todos los niños se logra el efecto buscado. Algunos vacunados generan más respuesta de la deseada y otros menos. 

Cuando un niño sufre fiebre o inflamación llamativa tras una vacuna usamos estos medicamentos para reducir su reacción a la vacuna.

Pero si damos a todos Ibuprofeno o Paracetamol antes de la vacunación reducimos el efecto de la vacuna en todos. 

Al hacerlo claro que habrá menos niños a los que dé fiebre o en los que la inflamación resulte molesta. Pero a costa de que haya también más niños a los que a pesar de haber vacunado no inmunizamos.

Es lo mismo que ocurriría si administramos una dosis menor a los niños. Pero la dosis es la que ponemos porque los estudios dicen que nos da el equilibrio óptimo entre efectos secundarios e inmunización.

Dar la Vacuna + Antitérmico es igual que poner una Dosis Menor. Dar la Vacuna + Antitérmico es absurdo. Para eso lo lógico sería reducir la dosis.

Lo adecuado es poner la vacuna, y Sólo en Aquellos que Generan una Reacción Superior a la Buscada, administramos el Antitérmico para que baje la reacción.

Esto es aplicable a cualquier vacuna.

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Malformaciones Urinarias

Malformaciones urinarias en niños y bebés, cada vez se detectan más gracias a las ecografías durante el embarazo, pero hay que pensar en ellas ante cualquier niño o bebé con infección de orina.

Malformaciones urinarias: Una de las malformaciones más frecuentes en niños y bebés. Cómo se detecta, infecciones de orina frecuentes y su tratamiento.

Este artículo lo he escrito en respuesta al peketema sugerido por Jessica en nuestra Página de Facebook. Si no has dado tu me gusta no pierdas la oportunidad de recibir temas interesantes sobre salud infantil de forma gratuita.¡Cada día temas nuevos con tan solo dar tu «me gusta»!

Podemos hablar sobre la hidronefrosis y sus cuidados empezando por los cuidados de la comida cuidando el potasio, el sodio y las proteínas como evitar las infecciones en vías urinarias y la duplicación del uréter saber a que se debe este problema y por qué es común en las niñas please!!

Partes del sistema urinario para entender las malformaciones urinarias

Partes del Sistema Urinario para entender las malformaciones urinarias

  1. Dos riñones. Son los órganos que se encargan de filtrar la sangre eliminando las sustancias que deben eliminarse del cuerpo a través de la orina. Hay personas que nacen con un sólo riñón (monorenos) o que tienen alguno o los dos riñones con formas o capacidad de hacer su trabajo alterados.
  2. Dos uréteres. Son los conductos que llevan la orina producida en los riñones hasta la vejiga de la orina. Hay uno por cada riñón. Aunque a veces puede haber dos uréteres para un mismo riñón. Y en ocasiones estos conductos pueden estar más dilatados de la cuenta.
  3. Vejiga de la orina. Es la «bolsa» en la que se va acumulando la orina hasta que decidimos expulsarla. Los riñones filtran orina constantemente, se almacena en la vejiga y ahí se retiene hasta que la expulsamos orinando.
  4. Uretra. Es el conducto que lleva la orina al exterior desde la vejiga. Hay una diferencia importante en longitud entre niños y niñas (mucho más corta) lo que hace que las infecciones de orina sean más frecuentes en niñas. Entre la vejiga y la uretra hay un cierre o «esfínter» que controla la salida de la orina. Si no funciona bien hace que la orina se escape involuntariamente.

Qué son las malformaciones urinarias

Cuando cualquiera de estos elementos no está bien formado hablamos de malformaciones urinarias.

Hay muchos tipos de malformaciones urinarias, que a veces aparecen de forma aislada y otras veces se asocian entre sí. Lo esencial en ellas es que pueden producir:

  • Mal funcionamiento del sistema urinario. Haciendo que los riñones no puedan hacer su trabajo de eliminar sustancias de desecho del cuerpo. Cuando esto ocurre pueden acumularse tóxicos que hacen que el cuerpo enferme. En los casos más graves pueden necesitar diálisis y/o trasplante de riñón. Pero por suerte, aunque las malformaciones urinarias son bastante frecuentes, la gran mayoría son leves y no afectan al funcionamiento de los riñones. Son muy, muy, muy pocos los niños que a pesar de tener una malformación urinaria acaban necesitando diálisis o trasplante. En mi familia por ejemplo tenemos tendencia a estas malformaciones y aunque 3 de mis sobrinos las tenían al nacer ninguno de ellos ha llegado a necesitar medidas especiales.
  • Infecciones de orina. Cuando hay una malformación en cualquier punto del trayecto de salida de la orina, esta puede retenerse. Si ocurre es más frecuente que pueda infectarse y dar lugar a infecciones de orina repetidas con cierta asiduidad.

Las malformaciones urinarias más frecuentes en bebés y niños

Si vamos de arriba hacia abajo:

Malformaciones urinarias en el número de riñones de un niño o bebé

  • Falta un riñón. Hay personas que en lugar de tener dos riñones, al nacer presentan sólo uno. Esto puede detectarse ya durante el embarazo, con las ecografías que hacemos para el seguimiento normal. Que alguien tenga un sólo riñón es compatible con una vida normal. Pero supone un riesgo, porque si por cualquier infección o accidente se daña pone la salud en una situación delicada. En la práctica, cuando un bebé presenta un sólo riñón lo que debemos hacer es:
    • Comprobar que funciona correctamente y es capaz de mantener la función que corresponde en condiciones normales a los dos riñones. Es lo que suele ocurrir.
    • Tener especial vigilancia de traumatismos o sospechas de infección de orina en estos niños. En los niños que tienen un sólo riñón lo adecuado cuando tiene fiebre es hacer siempre analítica de orina para descartar infección y si la hay tratarla de forma adecuada cuanto antes. Y si sufren un traumatismo que sospechemos que puede haber afectado al riñón debemos vigilar la orina por si aparece sangre (orina oscura) realizando ecografía y analítica de orina si sospechamos que el golpe ha podido dañar el riñón.

Malformaciones urinarias que afectan a la forma de los riñones

  • Uno o ambos riñones tienen formas alteradas:
    • Riñón poliquístico. Es cuando un riñón está mal formado y en su lugar aparece una masa de quistes (como bolsitas) incapaz de realizar la función normal de filtrar la sangre y producir orina. Estos riñones pueden extirparse, porque no tienen capacidad de hacer ninguna función y pueden infectarse o dar origen a tumores (a largo plazo) con más frecuencia que un riñón normal. Pero hay muchos grados y se pueden adoptar actitudes más agresivas o más expectantes según el caso. Tu especialista te aconsejará lo mejor en cada caso.
    • Lobulaciones fetales. Cuando el riñón empieza a formarse en el feto lo hace como un racimo de trocitos que acaba fusionándose en el riñón final. A veces quedan pequeñas hendiduras entre algunos de estos trozos. Yo mismo las tengo en mi riñón derecho. No suelen afectar a la capacidad del riñón de hacer su trabajo ni a una mayor frecuencia de infecciones de orina. A mí no me han afectado en nada durante mi vida.
    • Atrofia del parénquima. En el riñón podemos diferenciar dos partes, la que filtra sangre y la que drena orina. Cuando algo afecta al riñón durante su formación puede hacer que la parte que tiene que filtrar la sangre (parénquima) no se desarrolle lo suficiente. Cuando esto ocurre, aunque el riñón tenga un tamaño y una forma aparentemente normales no funciona adecuadamente.

Malformaciones urinarias en las vías de eliminación de la orina

  • Los uréteres no drenan bien la orina:
    • Por dilatación. Los uréteres tienen habitualmente un grosor que va creciendo con la edad. Si el grosor es excesivo para la edad del niño es un signo de que la orina se está reteniendo en ellos, bien porque no puede llegar bien a la vejiga (estenosis) o bien porque una vez que llega a ella refluye hacia los uréteres (reflujo vésico-ureteral)
    • Porque el número de uréteres sea distinto de 2. Puede haber riñón si uréter (pero habitualmente ese riñón no funciona) o que un riñón tenga dos uréteres. El problema cuando un riñón tiene dos uréteres es que habitualmente tienen tendencia a engrosarse porque uno o ambos están mal formados y tienen o estrechamientos o un flujo de orina muy lento que favorece que se retenga la orina y se infecte.
  • Malformaciones de la Vejiga de la orina. Hay mucha variedad. La cuestión es si es capaz de recibir la orina de los uréteres sin resistencia y evita que vuelva hacia ellos y si es capaz de almacenar adecuadamente la orina y vaciarla de forma correcta.
  • Malformaciones de la uretra. Puede haber estrechamientos que dificultan la salida de la orina o que la salida de la uretra al exterior no esté en el sitio habitual (en niños especialmente). En el caso de varones esto puede hacer que la salida esté en sitios diferente de la punta del pene. Es lo que llamamos hipospadias (si está por debajo) o epispadias (si está por encima). De nuevo aquí hay muchos grados y se actúa de forma diferente según cada caso.

Diagnóstico de las malformaciones urinarias en niños.

Cada vez más, muchas de estas malformaciones urinarias son detectadas mediante ecografías a lo largo del embarazo, antes de que el niño nazca.

Cuando nacen tienen unos primeros días en los que se elimina mucho líquido, lo que puede hacer poco fiable la valoración.

Una vez pasados esos primeros días puede confirmarse y estudiarse más detalladamente la malformación urinaria mediante ecografía.

Otra vía para descubrir estos problemas es cuando en un niño o bebé normal aparecen infecciones de orina. Si existe la posibilidad (no todos los sistemas sanitarios disponen de los medios), lo ideal sería hacer ecografía a todo niño que sufre una infección de orina, para comprobar si hay una malformación urinaria que haya podido favorecerla y si esa malformación tiene más o menos importancia.

Lo más frecuente que encontramos en la ecografía es una dilatación de las vías urinarias con un aumento o disminución del tamaño de los riñones. Os explico cómo actuamos en este caso.

Dilatación de las vías urinarias.

Si un niño o bebé presenta dilatación de las vías urinarias debemos comprobar si el problema es que la orina no baja bien o refluye. Para averiguarlo, tras la ecografía se realiza una prueba llamada Cistografía o CUMS. Consiste en introducir un contraste en la vejiga de la orina y comprobar si se retiene allí o refluye hacia los uréteres. No debería refluir.

  1. Si hay dilatación pero el contraste no sube hacia los uréteres es que debe haber una Estenosis. Es decir que la orina no puede bajar del uréter a la vejiga.
  2. Si hay dilatación y el contraste sube es que lo que tenemos es Reflujo Vesico-Ureteral. Dependiendo de la facilidad que tenga el contraste para subir se gradúa de 1 á 5. En los casos más leves tenemos que hacer seguimiento para comprobar que se va resolviendo sólo (que es lo que ocurre en la mayoría). En los casos más graves puede ser necesario operar para corregir el reflujo, porque si no lo hacemos puede causar una acumulación de orina que acaba dañando al riñón, por infecciones y por la propia presión que la orina puede ejercer sobre el riñón.

Tratamiento de las malformaciones urinarias.

La clave es si es necesario operar, lo que ocurre en muy pocos casos. Suele operarse cuando la malformación es tan importante que afecta seriamente a la capacidad del sistema urinario de hacer su trabajo.

Cuando no es así toca hacer seguimiento para comprobar la evolución. En muchos casos acaban resolviéndose solas, pero mientras ocurre debemos vigilar:

  • Que el funcionamiento del sistema urinario es correcto. Lo que puede hacerse mediante:
    • Analíticas de sangre que vigilen la creatinina (es malo si sube).
    • Renograma isotópico: Una prueba que consisten en administrar en la sangre una sustancia y comprobar cómo la eliminan los riñones.
  • Detectar y tratar las infecciones de orina si aparecen. Para ello, en un niño que sabemos que tiene una malformación urinaria hay que descartar infección de orina mediante analítica de orina siempre que:
    • Tenga fiebre (aún febrícula  de 37º-38º) con pérdida de apetito, irritabilidad, náuseas…
  • Prevenir las infecciones de orina: Para ello se pueden usar antibióticos a dosis bajas o extractos de arándano. Ambos métodos están en revisión. Tu especialista te dirá si tiene sentido dependiendo de la malformación que tenga tu hijo.

Lo importante que debes entender de este tema es que hay mucha variedad en malformaciones urinarias, que son frecuentes, pero en su mayoría se solucionan solas con el tiempo. Y que lo esencial para actuar adecuadamente cuando hace falta es un diagnóstico precoz y el seguimiento por un especialista en Nefrología o Urología Infantil.

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Productos Naturales, Biológicos y Ecológicos en Salud Infantil

Productos Naturales, Biológicos y Ecológicos en Salud Infantil

Cuando nos preocupa la Salud con Mayúsculas empezamos a hablar de conceptos como Natural, Biológico o Ecológico. ¿Qué aportan en salud infantil?

Cada vez nos preocupa más la contaminación, los aditivos, los conservantes, los colorantes, pesticidas, hormonas…. Son miles las sustancias que en la actualidad están en nuestro entorno, en nuestra alimentación y en la de nuestros hijos.

Más y más gente toma conciencia cada día de que estos productos no son inocuos y que la Salud de los más pequeños es las más sensible a su influencia.

El problema es que tenemos una gran confusión de conceptos. Se usa indistintamente Natural, Biológico, Ecológico. Y siendo conceptos relacionados aportan ideas diferentes e importantes.

Vamos uno por uno:

Producto Natural

Yo con esto suelo bromear un poco. Incluso la droga sintética de última generación es parte de la naturaleza. Y por tanto Producto Natural lo es todo.

A lo que nos referimos es a Natural como contraposición de Síntesis Artificial.

Aclarándolo. Hay millones de moléculas que encontramos en la naturaleza porque son producidas por seres vivos. Pero gracias al desarrollo de la química en los últimos dos siglos somos capaces de desarrollar en laboratorio otras que no tienen su equivalente en la naturaleza.

Son moléculas que hacemos modificando algunas Naturales o creadas desde cero con Síntesis Artificial.

Aquellos que defienden el uso de productos naturales basan su preferencia en un concepto que puede o no compartirse, pero tiene su lógica: Somos seres que nos hemos desarrollado en conjunción con el resto de organismos vivos de este planeta. Y si el origen de todos es común, los productos Naturales no nos son ajenos. Son una variante posible de un tronco único.

Al tomar un producto natural y usarlo, estaríamos tomando prestada la sabiduría biológica de otros seres vivos, para responder a desafíos nuevos frente a los que no tenemos una solución propia por nuestra evolución. Son productos que otros seres vivos han desarrollado durante miles o millones de años y cuya compatibilidad con el resto de sistemas biológicos está probada por ese proceso.

Pero la Síntesis Artificial es un arma peligrosa. Podemos crear y usar sustancias que ningún otro ser vivo ha probado que no genere problemas con su supervivencia. Lo que en la práctica nos convierte en cobayas de nuestra propia arrogancia.

Producto Biológico

Va un paso más allá del producto natural. Podemos por ejemplo usar una sustancia natural como los fitosteroides de la soja, con sus propiedades naturales. Tal vez no modificamos la molécula que vamos a usar como terapia. Pero podemos modificar la forma en la que se cultiva la soja y usar métodos de extracción del principio activo que alteran más o menos esa sustancia.

Cuando hablamos de producto biológico nos referimos a que:

  • Respetamos la forma de cultivo tradicional, sin usar por ejemplo fertilizantes o plaguicidas de Síntesis Artificial.
  • No modificamos tampoco genéticamente al ser vivo que produce la sustancia natural que vamos a usar. Excluyendo por tanto a los transgénicos.
  • Y en la extracción de la sustancia natural activa vamos a usar los métodos que tenga menor riesgo de deteriorarla o modificarla.

Producto Ecológico

Cualquier actividad humana genera un impacto en el entorno natural en el que la realiza. Esto es imposible de evitar. Pero sí podemos escoger entre distintas formas de hacerlo. Unas son más respetuosas y otras menos.

Llamamos ecológico al producto que intenta minimizar este impacto en la naturaleza o que en el proceso de producción incluye al final la reconstrucción de la naturaleza en la medida de lo posible para dejarla como estaba antes de intervenir en ella.

No es lo mismo, por ejemplo, recoger productos naturales de un entorno que los produce de forma espontánea que hacer una plantación de los mismos. Aunque se trate de un producto natural y biológico, para hacer una plantación debemos eliminar el resto de seres vivos que en el entorno natural comparten ecosistema con la especie concreta que nos interesa.

En un ejemplo: No es igual recoger setas silvestres que arrasar una hectárea de bosque y construir una nave en la que criamos champiñones.

¿Qué supone que un producto sea natural, biológico y/o ecológico?

Lo más evidente. Supone que sea más caro.

La Síntesis Artificial, los Pesticidas y Fertilizantes sintéticos, los Piensos y la producción en plantaciones se han ido extendiendo simple y llanamente porque abaratan el producto final. O eso parece…

Sin duda un kilo de tomate de invernadero, transgénico, criado con pesticidas y fertilizantes sintéticos es más barato que uno natural, biológico y ecológico, si lo que comparamos es precio en el mercado.

En un balance superficial es lo que aparenta.

Pero si tenemos en cuenta otros factores, las cuentas no son tan claras:

  • La alteración del entorno que supone arrasar lo que había para allanar el terreno sobre el que se asienta el invernadero.
  • El transporte o extracción de agua para explotar una tierra no apta para el cultivo en condiciones normales.
  • La extracción de petróleo y la producción de los plásticos usados en las cubiertas del invernadero o para mantener unas condiciones de temperatura y humedad estables que no se vean alteradas por el clima.
  • El riesgo para la salud por la contaminación que generan la producción y transporte de los fertilizantes y pesticidas sintéticos.
  • Los efectos directos sobre la salud de esas mismas sustancias.
  • El empobrecimiento biológico que supone la modificación genética artificial buscando una mayor productividad.
  • El empobrecimiento que también supone la eliminación de las especies para las que en este momento no vemos un rendimiento económico inmediato, sustituyéndolas por otras que consideramos más productivas.
  • ….

El resultado es algo muy caro: Un mundo más pobre en ecosistemas, en variedad biológica y más contaminado de sustancias que nunca han estado presentes en la naturaleza durante nuestra evolución y ahora lo están de forma masiva.

Es una apuesta en la que el precio puede ser nuestra salud y la de nuestros hijos.