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Vulvovaginitis en niñas

Vulvovaginitis en niñas.

Vulvovaginitis es la irritación de la vulva en niñas. Hablamos centrándonos en este artículo cuando ya no tienen pañal. Sus causas más habituales.

La vulva es la parte externa de los genitales femeninos. Lo normal es que en esa zona haya gérmenes. Muchos de ellos son parecidos a los que forman parte de la flora intestinal.

Puede aparecer vulvovaginitis cuando algo irrita la zona. En la mayoría de los casos va asociado a una alteración de los gérmenes que están presentes.

Las causas más frecuentes de Vulvovaginitis son:

  • Limpiarse de atrás hacia delante cuando van al baño. Cuando las niñas dejan de usar el pañal y empiezan a limpiarse, estando sentadas lo más fácil es hacerlo de atrás hacia delante. Pero cuando hacen esto arrastran los gérmenes de la caca hacia delante, lo que puede alterar la flora que hay en la vulva. Hay que insistirles una y otra vez en que lo hagan correctamente: «Siempre hacia atrás».
  • Limpiarse demasiado. Muchas mujeres tienen una preocupación excesiva por la limpieza de la vulva. Cuando limpiamos demasiado acabamos debilitando la flora normal que debe ocupar la zona. Eso tiene un efecto contrario al buscado. Favorece que gérmenes nuevos se asienten en la vulva y si algunos de ellos son más agresivos van a producir Vulvovaginitis.
  • Tocar la vulva con las manos sucias. Eso siembra gérmenes nuevos en la zona, algunos de los que pueden no ser buenos. En las niñas preescolares puede resultar complicado evitarlo.
  • Diarrea con heces irritantes. Algunas diarreas tienen cacas más ácidas. Esa acidez irrita la piel del año y de lo que hay cerca, como la vulva. Además los hongos crecen mejor con la acidez y aparecen acompañando a la diarrea o tras ella. De los hongos que pueden asentarse en la zona el más típico es la Cándida Albicans que puede acompañarse de una secreción blanquecina en la vulva.
  • Intolerancias o alergias alimentarias. Cuando no somos capaces de digerir un alimento hablamos de Intolerancia. Alérgia es cuando nuestro sistema defensivo responde defendiéndose ante algo. Tanto en un caso como en otro suele haber irritación de la piel en torno al ano y puede afectar por su cercanía a la vulva.
  • Lombrices. Cuando una niña tiene lombrices, suelen salir de noche a poner huevos alrededor del ano. Y eso produce una gran irritación el la vulva. Lo más llamativo de esta situación es que el picor es mucho más intenso de noche y que aunque tratemos la Vulvovaginitis, no acaba de desaparecer. Sólo se resuelve si tratamos las lombrices.
  • Alergias a celulosa, tejidos, colorantes, detergentes… Lo característico de estos casos es que mientras tenga contacto con aquello que le produce alergia la Vulvovaginitis no desaparece. Puede mejorar con cremas de corticoides, que reducen la reacción alérgica localmente. Pero si vuelve a tener contacto con aquello a lo que tiene alergia, vuelve una y otra vez.
  • Sentarse en el borde de la piscina. Los bordes de las piscinas suelen tener agua encharcada, no muy limpia que digamos. Tanto los gérmenes que pueden crecer en esas aguas como el propio cloro que se usa para controlarlos cuando se quedan en la zona baja del bañador un rato pueden acabar produciendo vulvovaginitis.

Esta lista podría alargarse aún más. Porque hay otras muchas situaciones que pueden acabar en lo mismo: Una vulva irritada con una alteración de la flora que la ocupa.

Cómo actuar ante una vulvovaginitis

La mayoría de las molestias en la vulva de las niñas son pasajeras. Se deben a un leve desequilibrio que pueden compensar sin hacer nada. Por eso cuando no se quejan mucho o al explorarla no hay irritación o flujo llamativo puede bastar con esperar.

Cuando las molestias son persistente, hay una irritación clara o un flujo que mancha las braguitas conviene actuar.

Cultivo de la secreción

No siempre puede identificarse un germen concreto que esté proliferando en la vulva más de lo normal. De hecho, en muchas de las causas descritas arriba hemos visto que puede ser por motivos diferentes a la infección.

Pero cuando hay una vulvovaginitis evidente y especialmente si hay secreción es recomendable hacer un frotis vulvar. Consiste en recoger una muestra de esa secreción con un bastoncillo y analizar los gérmenes que crecen en ella. El resultado tarda unos días, porque como todo cultivo es sembrar, y esperar a ver si crece algo identificable.

No siempre nos da un resultado claro. Pero cuando lo hace nos identifica un germen concreto y el tratamiento adecuado para eliminarlo.

Probióticos en la Vulvovaginitis

Como he explicado los gérmenes que ocupan la vulva provienen en gran medida del intestino y tener una flora intestinal adecuada reduce las posibilidades de que aparezcan vulvovaginitis.

Especialmente puede ocurrir tras tratamientos con antibióticos que alteren esa flora intestinal. Por lo que dar un probiótico durante y tras un tratamiento con antibióticos es interesante siempre, pero especialmente en niñas.

Lavado con antisépticos y calmantes

Es el tratamiento que al final se usa para tratar las vulvovaginitis. Habitualmente se recomienda un gel para lavar la zona que tiene algún antiséptico y eliminador de hongos y sustancias que calman la irritación. En la mayoría de los casos mejoran tras pocos días de realizar los lavados.

Pueden también aplicarse cremas que calman y protegen la zona tras el lavado, dificultando el crecimiento de gérmenes perjudiciales.

Cuando tras más de 3 días de tratamiento no hay una mejoría clara o si en cuando se suspende el tratamiento reaparece la vulvovaginitis conviene pensar en:

  • Lombrices. Especialmente si pica más de noche.
  • Alergias. 
  • Limpieza incorrecta al ir al baño. De atrás hacia delante.
  • Alguna de las situaciones que favorecen su aparición: Piscinas, tocarse con las manos sucias….

Ante cualquier duda, acude a tu pediatra para realizar un frotis vulvar y valorar las alternativas.