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Granitos en la cara del bebé

Granitos en la cara de los bebés. Hay varios tipos. Te explico la diferencia entre unos y otros, qué los causa y sin necesitan tratamiento o no.

Hay muchas cosas que son normales en los bebés pero pueden resultar llamativas. Entre ellas, las lesiones de la piel son una de las más evidentes.

En las primeras semanas de vida es muy frecuente que aparezcan lesiones como la que ves en esta imagen. Son granitos en la cara del bebé.

Si te fijas, en el surco de la nariz se ven unos puntitos blancos sin inflamación. Y en la mejilla son más evidentes otros que a cualquiera le recuerdan a las espinillas del acné.

Exactamente eso son los granitos. Acné «juvenil».

Tiene nombres muy diferentes dependiendo de la zona geográfica.

Los puntos blancos que se ven el el surco de la nariz son glándulas de producción de grasa que tienen el poro cerrado. Conforme pasan los días desde el nacimiento se van haciendo más evidentes. La mayoría acaban abriéndose y desapareciendo y otros siguen creciendo.

Las hormonas sexuales de la madre han pasado durante el embarazo a través de la placenta. Uno de los efectos que hacen en el bebé es aumentar la secreción de grasa en la piel de la cara, el cuero cabelludo y la mitad superior del tronco. Da lugar a Dermatitis Seborreica.

Dependiendo de cada bebé en unos es más evidente y en otros menos. Podemos ver:

  • Glándulas de secreción de grasa cerradas. Por aquí suelen llamarlas «engordaderas». Lo que en realidad no hace mucho honor a la realidad, porque las tienen incluso los más delgados. Son muy habituales en las primeras semanas. Pero van desapareciendo poco a poco. A veces permanece alguna que vemos como un puntito blanco que abulta sobre la piel. Simplemente tiene la grasa retenida por una capa muy fina de piel que impide que salga. Acaba rompiéndose y saliendo antes o después.
  • Espinillas. Como las que se ven en la mejilla del bebé de la fotografía. Son como el caso anterior, pero que están infectadas por los gérmenes que viven sobre nuestra piel. Se ve el granito colorado con la punta amarillenta. Pese al aspecto que presentan los granitos, en su mayoría desaparecen solos sin hacer nada. Esto no ocurre así en la pubertad, porque los adolescentes se tocan los granos y producen un contagio de unos poros a otros. Pero el bebé no se toca y la espinilla desaparece lo mismo que llegó.
  • Costra láctea. En las zonas cubiertas de pelo, el exceso de secreción grasa hace que las células muertas de la piel se peguen unas a otras y se descamen en escamas. Es igual que la caspa del adulto. Pero toma un aspecto que es muy difícil ver fuera de la edad de lactante. A veces una costra amarillenta de varios centímetros que ocupa una parte importante de la cabeza.  Esto pasa de nuevo porque el bebé no se toca. Mientras que en niños mayores y adultos se rascan porque puede picar, y eso hace que se descame sin llegar a hacer la costra.
  • Grietas en el borde inferior de las orejas. La secreción de grasa se acumula con facilidad en le surco que separa la cara del lóbulo de la oreja. Y algunos niños tienen en este pliegue incluso una heridita que a veces duele e incluso parece supurar.

Otros granitos en la cara del bebé

A veces aparecen en las primeras semanas de vida otras formas de granitos con causas diferentes:

  • Exantema toxoalérgico. Son más grandes y más que una espinilla es como si le hubiesen picado los mosquitos.
  • Pénfigo del recién nacido. Algunos bebés lo tienen al nacer. La diferencia es que aparece ya al nacer y son como pustulitas con la superficie muy fina que se rompe con facilidad.
  • Dermatitis atópica. Se puede confundir con la dermatitis seborreica cuando descama y la piel está irritada. La diferencia fundamental es que la dermatitis atópica es un eccema seco. Mientras que la seborreica es graso. Si le pones un pañuelo de papel verás que en la atópica no se impregna de grasa, en la seborreica sí.

Tratamiento de la dermatitis seborreica del lactante

En la mayoría de los casos desaparece sola sin hacer nada. Como su causa son las hormonas de la madre, tienen un efecto limitado en el tiempo. Pueden tardar más meses o menos, pero acaban perdiendo su efecto.

Lo último que suele desaparecer es la costra láctea que en algunos bebé puede persistir por encima del año de vida.

Pero los granitos de la cara son cada vez menos frecuentes y muy poco habituales por encima de los 6 meses.

Al bebé no suelen molestarle y por eso, cuando nos planteamos tratarlo suele ser más por motivos estéticos que otra cosa. Porque, si no molestan y acaban desapareciendo solos ¿para qué tratarlos?

Pues eso, si es muy llamativo. Cuando esto ocurre hay varias opciones:

  • Cremas para dermatitis seborreica. Son cremas que favorecen la descamación de las células muertas diluyendo la grasa excesiva. Algunas también tienen algunas sustancias que calman el picor de la descamación o bajan la inflamación.
  • Cremas de corticoides. En los casos en los que es muy intensa pueden mejorar aplicando corticoides. Pero se reserva su uso para los casos realmente llamativos.
  • Corticoides con antibióticos. Cuando en una zona hay un exceso de secreción grasa y células muertas, pueden anidar algunos gérmenes y multiplicarse, dando lugar a una infección. En la dermatitis seborreica, una zona típica de que esto ocurra es el pliegue inferior de la oreja. Suele responder muy bien a las cremas con corticoides y antibióticos asociados.
  • Un error habitual. Como a veces se confunde con la dermatitis atópica, suelo ver bebés a los que están aplicándole cremas especiales para ella y empeoran. Porque la dermatitis atópica tiene una falta de secreción grasa y por tanto las cremas que usamos en ella son especialmente grasas. Es lo último que necesita una piel con dermatitis seborreica.

Ante la duda, como siempre, consulta a tu pediatra o dermatólogo. Pero tranquila, más allá de la estética no suele tener importancia.