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El niño estreñido

El niño estreñido

Estreñimiento en preescolares-escolares. Un niño estreñido pueden dejar de serlo. Aprende cómo. Consejos útiles tanto para adultos como para niños.

Se considera estreñido todo aquel para el que vaciar la barriga es un problema que genera dolor por la dureza de las heces.

El dolor del estreñimiento puede ser muy intenso, de hecho la gran mayoría de las supuestas «apendicitis» de los niños se «operan» en el baño.

niño estreñido

Causas del estreñimiento en niños sin pañal.

Del lactante estreñido y del niño que se estriñe en el momento de retirar el pañal podéis leer en otros dos artículos.

Hay 5 causas fundamentales y 5 medidas asociadas a ellas:

  1. Poca fibra en la dieta: Si un niño no come fruta, verdura, legumbres o cereales con fibra suficientes las heces tienden a ser duras y escasas. Lo primero que hay que hacer si un niño es estreñido es aumentar la fibra en su dieta. En frutas evita las que estriñen (manzana y plátano) y dale más de las que aligeran (naranja, mandarina, ciruela, piña, kiwi…) y lo mismo con las verduras: evita patata, zanahoria, calabaza y dale más acelgas, espinacas, espárragos, judías verdes… Los cereales que puedas darle integrales, mejor. Las legumbres con piel. Y cuanto menos pasado y más crudo mejor.
  2. Exceso de lácteos: Si un niño está estreñido y toma más de medio litro de lácteos al día, os recomiendo que reduzcáis esa cantidad. Cuando tomamos mucho más calcio del que necesitamos, no se absorbe y endurece la caca.
  3. Poco líquido: Especialmente en verano, si se toma poca agua es frecuente que se endurezca la caca porque necesitamos sacar agua de donde la haya y eso deja una heces más duras y secas. El líquido adecuado para esto es el agua. No os recomiendo dar zumos. La fruta es mejor tomada entera, al hacer zumo quitamos la fibra y tomamos agua con azúcares, lo que favorece la formación de gases. Y ser estreñido y con gases es una muy mala combinación.
  4. Mal hábito: Algunos niños no se acuerdan de ir al baño. O si cuando les da ganas de ir no les parece el momento adecuado, se aguantan. El resultado es que empiezan a pasar los momentos adecuados hasta que un día ya no puede aguantar más. Y entonces hace con dolor. Eso le lleva a que cuando vuelve a tener ganas se resista a hacer por miedo al dolor. Facilita mucho las cosas que nos acostumbremos a ir todos los días a una hora regular. Un momento en que podamos ir sin prisas y que intentemos respetar ese ritmo.
  5. Intestino vago: Hay personas que tienen de por sí un intestino que se mueve poco, o que para hacerlo bien necesita más estímulos. En algunos de estos casos, solucionados los 4 puntos anteriores el problema persiste. Es en esa situación en la que veo adecuado recurrir a los laxantes. Pero siempre empezamos por los otros cuatro puntos. El objetivo es usar la mínima dosis necesaria y el mínimo tiempo necesario de laxante. Pero si hay que usarlo se usa mientras haga falta.

Hay una sexta medida: Ayudar a vaciar desde abajo: Supositorios, enemas, vaciamiento manual… Pero es una solución puntual que no arregla el problema. A veces ya no hay otra en el momento. Pero siempre que se pueda arreglar el estreñimiento desde arriba es mejor que hacerlo por abajo.

La fisura anal en el niño estreñido

Cuando un estreñimiento es intenso la expulsión de las heces puede hacer mucho daño. A veces incluso un desgarro en el ano con sangrado al hacer caca y un dolor intenso. La solución en estos casos no es aplicar cremas para que cure la fisura. No se ha demostrado que mejoren la cicatrización. Esta zona cicatriza con facilidad si no volvemos a dañarla una y otra vez. Por lo que la clave es que la caca se vuelva blanda y haga con regularidad el tiempo necesario para que la fisura cierre (entre una y dos semanas).

Como no podemos modificar todos los hábitos de un niño de la noche a la mañana, en la mayoría de los casos, tener una fisura anal es motivo para utilizar los laxantes.

Laxantes sí, laxantes no. El eterno dilema en el niño estreñido

«Me da miedo usar laxantes para el estreñimiento, me han dicho que causan dependencia.»

Esta frase es la principal causante de que no se resuelvan los estreñimientos. Me daría por satisfecho si este artículo consigue que quien lo lea pierda ese miedo.

Hay dos tipos de laxantes:

  • Los que le dicen al intestino que se mueva de forma directa. Estos sí pueden generar dependencia, pero no se usan en niños. Al menos yo no los uso nunca.
  • Los que modifican la dureza y tamaño de las heces. Son un sustituto de la fibra que no somos capaces de tomar en la alimentación. La solución a largo plazo es que no hagan falta porque la dieta nos aporte esa fibra. Pero a veces son necesarios si nuestro intestino necesita más estímulo o no somos capaces de modificar la dieta lo necesario. Cosa en niños bastante frecuente.

¿Cómo usar el laxante en un estreñido crónico?

Los laxantes que yo recomiendo en niños son los osmóticos (lactulosa por ejemplo). Y la pauta es la siguiente.

Es un tratamiento a largo plazo porque es un problema de largo plazo. No vamos a resolver un estreñimiento de dos años en una semana. Dependiendo de la historia del niño y de lo intenso del estreñimiento, la dosis y la duración del tratamiento va a cambiar.

Lo recomendable es empezar con una dosis en función de su edad y peso y subir o bajar la dosis poco a poco según el efecto que le haga. Cuando conseguimos una dosis con la que hace al menos una vez al día, blando, la mantenemos durante 10-15 días. Tiempo suficiente para que si hay una fisura se cure y el niño olvide el dolor al hacer caca.

Entonces empezamos a bajar lentamente. Si en cualquier momento vuelve a estreñirse un poco, subimos de nuevo la dosis poco a poco hasta que vuelve a ir bien.

Mantenemos unos días y repetimos el descenso… Hasta que llega un momento que suprimimos el laxante y el niño sigue bien.

Dosis de laxante en niños estreñidos.

Este proceso puede ser más largo o más corto según el niño, pero no suele ser menos de un mes. Y en ocasiones puede ser bastantes meses.

Evidentemente para resolver el problema, mientras damos el laxante debemos ir mejorando los otros puntos que causan el estreñimiento.

En la mayoría de los casos, el fracaso se debe al miedo de los padres a seguir subiendo la dosis hasta donde el niño la necesita. Estos laxantes si te pasas de dosis dan diarrea, pero cede cuando dejas de tomar o reduces la dosis. Lo mejor de todos modos es que lo siga su pediatra en este proceso.

Enemas

Como dije arriba el estreñimiento se resuelve mejor desde arriba que desde abajo. Pero a veces el estreñimiento produce un dolor intenso y al niño le cuesta horrores echar el primer tapón de heces. En esos casos es en los que puede usarse el enema. Pero cuanto más tengamos que recurrir a él es que peor estamos haciendo lo demás. Y la solución es lo otro. El enema sólo alivia momentáneamente.

Lo esencial del niño estreñido es entender que no es un tema agudo, sino una demostración de que hay algún problema de base. Podemos resolverlo, pero no es cuestión de un par de días. Sino de cambiar hábitos de forma permanente.