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Qué hacer si mi hijo se duerme muy tarde

Qué hacer cuando un niño se duerme muy tarde

Cuando un niño se duerme muy tarde es un problema para toda la familia. Te explico cómo cambiar esto de la forma más sencilla y efectiva.

Voy a centrarme en dos aspectos:

  • Razones para cambiar.
  • Cómo hacerlo.

Cómo afecta a la familia cuando un niño se duerme muy tarde

Soy el primero que opina que los niños tienen sus propios sistemas de regulación. Y que mientras no tengamos claro que generan un problema es mejor respetarlos.

Pero también opino que un niño y sus necesidades no son lo único a tener en cuenta cuando hablamos de crianza. El niño no vive sólo. Lo hace con una familia y para él no es indiferente cómo esté su familia. Es fundamental. Si una familia está bien en su conjunto genera un ambiente mucho más positivo para el desarrollo del niño.

En este caso concreto: Los padres no dejan de ser personas por ser padres. Está claro que para cumplir su nuevo papel están dispuestos a sacrificar lo que sea necesario para que su hijo esté bien. Pero algunos sacrificios son inevitables. Otros no.

¿Qué pasa cuando un niño se duerme muy tarde? Pues que generalmente priva a sus padres de la posibilidad de tener al menos un rato para ellos. Y esto es importante. Si sois padres, vuestro hijo no se duerme hasta la hora en la que vosotros lo hacéis o incluso os retrasa la hora de dormir, seguro que no tengo que explicar lo que ocurre:

Sientes frustración y agotamiento. 

Y no eres mala madre o mal padre por sentir esto. Es normal. Todos necesitamos algo de tiempo para nosotros. Una pareja siempre necesita algo de tiempo para la pareja….

Si tu hijo está enfermo y te da una mala noche, seguro que le atenderás y sacrificarás tu descanso sin quejarte.

Pero que sistemáticamente se duerma tarde puede superar tu capacidad de pasar un día tras otro sin tiempo para nada. Sin tiempo para ti.

Cómo cambiar la situación cuando un niño se duerme muy tarde

Cuando la situación es la descrita antes, muchas familias deciden cambiar. Pero no está claro cómo hacerlo.

Te aclaro algunos conceptos:

  • Hay niños que duerme realmente poco o lo hacen mal porque tienen un problema. Destaco dos que siempre recomiendo descartar porque pueden mantenerse durante meses:
    • Intolerancias alimentarias. Si un bebé tiene molestias abdominales (gases, irritabilidad con dolor de barriga, náuseas, irritación al rededor del ano cuando hace caca, abdomen hinchado con dolor…) conviene estudiar si tiene alguna intolerancia o alergia alimentaria que le impida descansar bien.
    • Apnea del sueño. Algunos niños respiran mal de noche. La causa más frecuente es tener grandes las vegetaciones. Cuando esto ocurre el niño suele roncar y le cuesta respirar tumbado. Esto puede hacer que el niño no descanse bien y se despierte de noche con frecuencia.
    • Cuando hay alguna causa que impide descansar bien al niño, lo primero es resolver ese problema.
  • Hay noches malas. Independientemente, en niños sin problemas serios, cualquiera puede tener una mala noche por una infección o la salida de los dientes.
  • Pero cuando no hay problemas especiales cada niño duerme las horas que necesita. Cada niño es diferente y gestiona sus necesidades de la mejor forma posible. Si un niño no duerme más horas y no tiene ningún problema que le impida hacerlo, es porque no lo necesita. Es casi imposible hacer que un niño sano duerma más horas de las que lo hace de forma espontánea.
  • Lo que sí podemos es modificar el «cuándo las duerme». Y esta es la clave en los niños que se duermen muy tarde.

Cosas que no funcionan si pretendes cambiar a un niño que se duerme muy tarde

  1. Lo primero que se le ocurre a cualquiera es «vamos a acostarlo antes». El resultado suele ser desastroso. Os lo resumo: Si él tiene sueño a las 23:00 lo intentamos a las 21:00. El niño no tiene sueño aún, porque su ritmo habitual no es ese. Lo llevamos al dormitorio e intentamos dormirlo. Él se resiste. Insistimos. Él se cabrea. Insistimos…. Ya tenemos nuestra propia versión del niño de la niña del exorcista… Desde luego el estrés que estamos generando no se lleva bien con lo que supuestamente pretendemos: que se duerma. Es fácil que acabemos de muy mal humor todos, y el niño acabe durmiéndose más tarde de lo habitual y tenga una noche peor de lo normal.
  2. Lo segundo: «Le quitamos las siestas». Esto a veces funciona. Pero raramente. Cuando un niño necesita dormirse durante el día y le impedimos hacerlo solemos generar un malestar que hace que llegue a la «hora de dormir» con bastante mal humor. En ocasiones están «tan pasados de rosca» que acaba costando más que se se duerma a su hora suprimiendo la siesta que si le dejamos dormirla.

Y entonces ¿qué puedo hacer para que mi hijo se duerma temprano?

Pues lo siguiente:

  1. No pelear con él para que duerma.

  2. El dormitorio es sólo para dormir. 

  3. De día hay luz, de noche oscuridad.

  4. Le despierto un poco antes cada día. 

Os explico cada punto para que lo entendáis.

No pelear con él para que duerma

Si lo hacemos generamos un estrés contraproducente que suele retrasar la hora en la que se acaba durmiendo. Te lo explico más a fondo en este artículo.

El dormitorio es sólo para dormir

Muchos niños tienen un dormitorio que sirve de zona de juego. Si es tu caso y tu hijo duerme bien, no hay problema. No todos son iguales.

Pero si tu hijo tiene un dormitorio/habitación de juego, y es de los que cuando lo llevas a dormir quiere ponerse a jugar o se despierta a las 4 de la mañana y pide que juegues como si fuesen las 4 de la tarde, no te sorprendas. Cambia.

Si el niño relaciona el dormitorio sólo con dormir evita estos problemas. Y en este sentido cuantos menos juguetes u objetos que le llamen la atención mejor.

De día luz, de noche oscuridad

Algunos niños duermen indistintamente de día y de noche. El problema en algunos casos es no tener un ritmo de luz adecuado que le diga a su cerebro cuándo es de día y cuándo de noche. Un correcto ritmo de luz marca un ciclo que estimula la secreción de melatonina. Esta sustancia es la que regula el sueño, de forma que cuando la luz baja empezamos a sentir la necesidad de dormir.

Es mala idea tener lámpara de compañía o como queramos llamarla. Cuanto más oscuro esté de noche mejor.

Y si tu hijo te llama durante la noche intenta atenderle sin luz o con la más suave posible y el mínimo rato que haga falta.

Le despierto un poco antes cada día

Y aquí está la clave para que se duerma antes. Muchos niños que se duermen tarde también se levantan tarde. De esa parte no solemos quejarnos. Pero recuerda que el número de horas que duerme es el que necesita.

Si hay margen razonable, ¿qué hará el niño si le despierta cada día un poco antes? Simple.

Se cansará más temprano y necesitará dormir más temprano a la noche siguiente. 

Entiendo por margen razonable cuando el despertarlo antes no vaya a ser un problema mayor del que ya tenemos.

Por ejemplo, si un niño se duerme a las 23:00 y está en pie a las 6:00 no hay margen de maniobra.

Pero si tras dormirse a las 23:00 es capaz de dormir hasta las 11:00 tenemos mucho margen de maniobra.

Lograr que se duerma cuando no tiene sueño es muy complicado. Pero despertarle antes y ofrecerle estímulos agradables es mucho más fácil que tenga éxito. Además de ser una forma más efectiva y menos conflictiva de lograr lo mismo.

Si compaginamos esto con el hecho de reducir el ritmo de las actividades que le ofrecemos y la iluminación al final de la tarde, el proceso irá surtiendo su efecto poco a poco.

Lo ideal es hacer esto de forma gradual de forma que para adelantar una hora su momento de dormir invirtamos en torno a una semana.

Es importante que respetemos el proceso. Me refiero a que si estamos en este tema debemos evitar que una noche por motivos escogidos por nosotros el niño rompa la tendencia. Por ejemplo, debemos evitar ir a una celebración en la que sabemos que acabaremos tarde y el niño no podrá dormirse. 

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Los ruidos de los niños mientras duermen

Los Ruiditos y los Movimientos de los niños mientras duermenTodos hacemos ruidos mientras dormimos. Pero los niños suelen hacer aún más. Son muy activos y durante el sueño también. Pero esto a veces crea problemas.

En realidad no es sólo cuestión de ruiditos (bufidos, gruñidos, ritmos de respiración extraños, toses esporádicas, gemidos…). Es que no paran ni cuando duermen.

Algunos piensan que el sueño es una fase inactiva de nuestra vida. Pero no es así. De hecho la actividad del cerebro en algunas fases del sueño es mayor que cuando estamos despiertos.

Y los niños sabemos que tienen un nivel de actividad mucho mayor que el de los adultos. Durante el sueño no es una excepción.

Si grabáis a vuestro hijo mientras duerme y ponéis el vídeo a cámara rápida posiblemente os asombre lo mucho que se mueve.

Esto es natural y no supone un problema para el niño en ningún caso. Por mucho que se mueva o por muchos ruiditos que haga.

Pero sí puede serlo para los padres. Hay muchos que no tienen claro cómo actuar ante esto. Y hay muchos padres que no pueden dormir junto a sus hijos a causa de esta actividad mientras duermen.

Yo sé la carga de ansiedad que supone ser padres y que la mejor forma de disiparlo es entender porqué no preocuparse o cuando debe uno preocuparse. Así que voy a explicarlo.

Los distintos ruiditos y porqué no preocuparse:

Ritmo extraño de respiración las primeras semanas.

En las primeras semanas de vida los bebés tienen un ritmo de respiración mientras duerme que resulta llamativo. A veces lo hacen tan superficial que parece que dejase de respirar, y de repente hacen varias respiraciones más intensas. Esto se debe a la inmadurez de su centro respiratorio. Cuando los gases en sangre están a concentraciones normales casi se le olvida respirar. Se espacian y son muy superficiales.

Pero, cuando tras varias respiraciones más superficiales se acumula dióxido de carbono y falta oxígeno, es como si recordase de repente que tiene que respirar y lo hace de forma más intensa hasta que se normaliza.

Todo esto es normal. Y no es necesario hacer nada. Sólo en los prematuros puede ser un problema. Porque en ellos a veces el centro respiratorio es tan inmaduro que no controla bien y pueden hacer Apneas (pausas sin respirar más allá de lo recomendable). Pero en niños nacidos a su tiempo esto es rarísimo. O sea que tranquilos por este tema.

Ruidos al respirar.

Los primeros meses la mayoría de los bebés tienen la nariz congestionada, especialmente durante la noche. Es lo que llamamos rinitis seca del lactante. Suena como un cerdito. Es más evidente de noche porque no hay más ruidos, y porque en los dormitorios el ambiente suele estar más seco, lo que hace que se congestionen más.

A partir de que el niño empieza a pasar catarros lo que ocurre es que el niño ronca. Tiene la nariz taponada de moco y respira con la boca abierta, vibrando el paladar (ronquido).

Si ni uno ni otro caso hacen que el niño llegue a despertarse, en principio no hay que hacer nada.

Ruidos mientras sueña.

En torno a los 5-6 meses el patrón de sueño de los niños ya es parecido al de los adultos y eso hace que muchos niños ya tengan sueños y pesadillas. Durante esos sueños pueden gruñir, gemir, lloriquear y aquellos que ya hablan, hasta hablar…

Pero de nuevo no es necesario hacer nada. En realidad el niño está dormido y la fase de sueño en la que hacen esto es una de las más reparadoras. Lo mejor es no interrumpirlas. Cuando no se despiertan, les pasa como a nosotros. Si tu pareja nota que estás haciendo estos mismos ruidos durante la noche y no hace nada, al preguntarte a la mañana siguiente cómo has descansado dirás que bien y no recordarás nada. Si te despiertas sí recordarás el sueño.

Estos ruidos pueden ir acompañados de movimientos más o menos bruscos con los que el niño se va desplazando por la cama y cambiando de posición en función de su capacidad para moverse. Según la edad, los más pequeños giran la cabeza y mueven pies y manos, los más grandes pueden desplazarse por la cama, darse la vuelta, dar patadas, pelear… Pero todo con los ojos cerrados. Es decir, dormidos.

Resumiendo

Como podéis ver la mayoría de estos ruidos y movimientos son normales y no suponen un problema para el niño.

Pero hay casos en los que los padres no descansa debido a que interrumpen su sueño de forma demasiado frecuente. Cuando esto ocurre debemos entender la familia como una unidad en la que la falta de descanso de uno de sus miembros acaba afectando a todos. Y empezar a plantearnos soluciones.

Una posible solución es que el niño deje de dormir con los padres y lo haga en su propio dormitorio. Pero todo son opciones y sois vosotros quienes valoraréis hasta qué punto es necesario tomar medidas.