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Niño hiperactivo y con deficit de atención TDAH

Déficit de atención hiperactividad en niños

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños (TDAH) es algo que cada vez se diagnostica más. ¿Quieres entenderlo?

Definición de hiperactividad y déficit de atención:

La conducta de los seres humanos se controla fundamentalmente con la zona anterior de nuestro cerebro (corteza frontal).
Estos niños tienen esta parte del cerebro como adormecida.
El resultado es falta de atención e incapacidad de concentrarse en una actividad de forma continuada.
Son niños «despistados» y que no paran, saltando continuamente de una cosa a otra. Lo que genera problemas de convivencia familiar y retraso escolar. Es frecuente que en la familia se tenga la idea de que es despistado o muy nervioso, pero sea en el colegio donde nos alerten de la posibilidad de que sufra de hiperactividad o déficit de atención.

Diagnóstico de hiperactividad y déficit de atención TDAH :

Conviene que sea valorado por un Psicólogo/Logopeda/Neurólogo infantil, que con la observación de la conducta y mediante una serie de encuestas os dará una opinión sobre su grado de TDAH.

Pero hay un método sencillo que vosotros mismos podéis realizar para aproximarse con bastante certeza al diagnóstico:

  • Establecer el diagnóstico de TDAH en menores de 5 años es algo complicado y poco útil, ya que los tratamientos usuales de esta patología (Metilfenidato y similares) no se indican antes de esta edad.
  • Ya que los niños hiperactivos tienen un «adormecimiento» de la zona anteriór del cerebro, el tratamiento consiste en algo que puede resultar llamativo: Estimulantes. (El metilfenidato es una anfetamina, de hecho). Suele extrañar cuando se explica, pero es fácil de entender si se hace bien: Cuando damos un estimulante a un niño que está como una moto todo el día porque su conducta no está controlada por la zona anterior de su cerebro, despertamos a esa zona, que actúa así para controlar la conducta, haciendo que el niño se concentre con más facilidad y pueda atender mejor a lo que los demás le dicen.
  • La prueba que os comentaba que podéis realizar vosotros mismos consiste en dar por la mañana en el desayuno, CAFÉ. Simplemente que desayune café con leche en lugar de hacerlo con Cacao. Probad durante una semana y decidle a su maestro que váis a probar un tratamiento con el niño, para que os comente si observa cambios en su comportamiento en clase. Al tiempo que vosotros observáis los cambios en casa. Si no le gusta el café solo podéis dárselo mezclado con cacao (Café Bombón).
  • Si el niño es sencillamente nervioso y despistado, pero no hiperactivo, lo normal es que el café lo ponga aún más nervioso.
  • Sólo si es realmente hiperactivo notaréis que mejora en su capacidad de concentrarse y de prestar atención a los demás. Es un efecto anormal de los estimulantes que aparece sólo en niños hiperactivos. Si la respuesta es esta: vuestro hijo es muy posiblemente hiperactivo y si mejora con café, adivinad el tratamiento: Pues café con leche todas las mañanas.

Tratamiento de la hiperactividad en niños:

El tratamiento oficialmente aceptado y más difundido suelen ser las anfetaminas (Rubifen® o Concerta®). Son más potentes que la cafeína, pero también tienen más efectos secundarios, por lo que cuando la cafeína es efectiva yo prefiero ésta a las anfetaminas.

  • Anfetaminas: Suele iniciarse el tratamiento a dosis bajas que se va subiendo poco a poco hasta la dosis normal recomendada. Hubo un tiempo en que el tratamiento se recomendaba sólo para los días de clase para evitar el fracaso escolar. Hoy en día se recomienda darlo todos los días, porque la convivencia familiar no es menos importante. La diferencia entre Rubifen® y Concerta® es que el segundo tiene un efecto más prolongado (24 horas) mientras el primero sólo unas 8 horas. Por lo que hoy día tiende a usarse el Concerta®.
  • Cafeína: Yo suelo recomendar el café con leche y no la Coca Cola por dos motivos: Las bebidas azucaradas son una de las principales causas de obesidad infantil hoy en día. No es cuestión de cambiar un hiperactivo por un obeso. La segunda es que hay estudios serios que relacionan la hiperactividad con el uso de aditivos químicos en la alimentación, de los que las bebidas son uno de sus mayores ejemplos.
  • Reducir la cantidad de aditivos químicos en la dieta. Es decir, prescindir de alimentos de producción industrial a favor de alimentos elaborados en la propia casa.
  • Reducir la ingesta de azúcar refinada. Es otro factor que se ha realcionado con el aumento de la hiperactividad en las sociedades «desarrolladas».
  • Dieta rica en Omega 3 (pescado azul y grasas vegetales) y omega 6 de origen vegetal. Evitando el exceso de Omega 6 de origen animal (carne grasa, manteca, piel de animales…). Mientras modificamos la dieta para que tenga una proporción adecuada de «Omegas», puede ser útil el aporte de suplementos de Omega 3.
  • Apoyo Psicológico y de Logopedia. Lo pongo el último, pero es para mí el esencial. Es mucho lo que se puede hacer para mejorar la capacidad de concentración y la motivación de los niños con este problema. No reduzcáis el tratamiento de vuestro hijo con TDAH a una pastilla. Hay mucho más que hacer por él. La dieta es importante, el apoyo Psicológico aún más.

Fracaso escolar:

El TDAH se ha hecho tan popular que ante el fracaso escolar, casi cualquier niño es catalogado como TDAH a la primera sospecha sin mayores pruebas.
Creo que es importante recordaros aquí que existen otras muchas causas de fracaso escolar entre las que destacaría otras dos:

  • Niños de familias con problemas. Divorcios traumáticos, violencia familiar y padres adictos a drogas o juego a la cabeza.
  • Niños «superdotados». No me gusta la palabra, pero el objetivo es que se entienda. No es raro que los niños con mayores capacidades resulten muy problemáticos en sistemas educativos que les ofrecen objetivos claramente inferiores a sus posibilidades. Pueden llegar a desarrollar cuadros de mala adaptación escolar mucho más complicados que los de niños con TDAH.
  • Niños desmotivados. Simplemente niños a los que la actividad escolar no les resulta atractiva y no prestan atención. Estos niños además, cuando se les realizan test para valorar el grado de concentración suelen dar puntuaciones bajas, porque los test le interesan tan poco como la actividad escolar en general.

Creo que se confunde muchas veces el déficit de atención con déficit de motivación. En estos tres casos lo esencial no es ningún tratamiento, sino el Apoyo Psicológico para resolver o asimilar mejor los conflictos que hay en su vida y para mejorar la motivación. Y es también importante el trabajo del logopeda para mejorar las capacidades que permitan al niño readaptarse al ritmo de su clase.

Sólo en los casos en los que hay un TDAH real será de ayuda el tratamiento. Y en estos casos el Apoyo por parte de Psicólogo y Logopeda es tan importante o más que el propio tratamiento farmacológico.

Se habla de que en realidad el TDAH es una invención de las empresas farmacéuticas para vender anfetaminas. Pero la realidad es que es un cuadro real, con base orgánica en el que el tratamiento adecuado (Psicología, Dieta, Medicación a veces) marca una diferencia importante en la vida del niño. Pero es importante diagnosticar adecuadamente y no quedarse en el mero tratamiento farmacológico para ayudar realmente a estos niños.

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Niños de alta demanda o Hipereactivos con déficit de atención

Una de las características de los bebés de alta demanda es que son muy activos. Muchos padres los confunden con niños hiperactivos con déficit de atención.

Lo primero que conviene aclarar es que calificar a un niño de alta demanda o como hiperactivo con déficit de atención, es una simplificación. Lo que hacemos es dar un nombre a algo que parece salir de la normalidad. Pero hay niños muy diferentes dentro de esa calificación. Por tanto al establecer diferencias entre estos dos grupos lo único que hacemos es destacar matices a partir de conceptos. En los niños concretos, estas diferencias pueden no ser tan fáciles de apreciar.

Los niños hiperactivos con déficit de atención (TDAH) son mucho más conocidos que los de alta demanda. Hay varios motivos para ello. Uno es que parecen ser mas frecuentes. Otro, que como los niños con TDAH tienen tratamiento farmacológico, las empresas que comercializan el tratamiento se han esforzado en dar a conocer el TDAH. Para mi gusto hasta más de la cuenta. Se diagnostican demasiados, en mi opinión.

La cuestión es que tanto los niños de alta demanda como los que tienen TDAH son hiperactivos, es decir agotadores.

Pero existe una diferencia fundamental entre ellos y es la capacidad de atención:

El TDAH supone que los niños tienen dificultad para centrarse en una actividad porque la porción anterior de su cerebro (la que controla la conducta) tiene una actividad reducida. Eso genera problemas, especialmente en la adaptación escolar. Son niños a los que cuesta mucho mantener la atención durante las explicaciones del maestro y que suelen dejar las tareas inacabadas. Por eso se tratan para conseguir que el niño pueda centrar su atención y tenga un desarrollo más normal.

Los niños de alta demanda, lo que tienen es una capacidad de centrar su atención incluso por encima de lo normal. Cuando se empeñan en un objetivo es muy complicado que lo abandonen. Podría pensarse que eso significa que no van a tener problemas de adaptación escolar. Sin embargo pueden tenerlos también, porque escogen sus propios objetivos y en muchos casos no tienen nada que ver con los que se establecen en el colegio. De hecho, suelen consumir estímulos y actividades a gran velocidad, lo que hace que su problema sea que se aburren en el colegio. Cuando no hacen una tarea no es porque no puedan completarla. Serían de hecho capaces de acabarla mucho más rápido que la mayoría. Pero no la hecen porque no les motiva. A estos niños no les sirve el tratamiento del TDAH, si se les diese los pondría «como una moto». No tienen un defecto que tratar.