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Mitos que angustian en crianza

Pekemito: Si le cortas el pelo hablará más tarde.

Mitos que angustian. Respuesta a una madre en Facebook, Pekemito: Si le cortas el cabello a tu bebé sin decir sus primeras palabras, les cuesta mucho hablar.

Este ha sido el pekemito más votado de este martes. Podrían haber surgido otros, como que cortar las uñas en martes o en viernes hace que salgan padrastros….

Pero este me parece especialmente interesante porque reúne los principales elementos de una forma de influir sobre la crianza:

– Es claramente absurdo a poco que se piense.

– Recurre a una especie de relación mágica.

– Amenaza con consecuencias para el bienestar del niño si los padres actúan de modo diferente.

Y por alguna razón mucha gente cuando se lo dicen se lo piensa dos veces antes de arriesgarse.

Sirve como ejemplo de algo de lo que hablo en otro artículo: Influencia de familiares y amigos en la crianza.

Ser padres primerizos nos convierte en seres vulnerables

La mayoría de la gente que sin tener hijos haya leído este tema posiblemente se ría. Pero por alguna razón, el día que tienes un hijo empiezas a prestar oídos a cosas así.

La razón es que nos implica desde el punto de vista afectivo como nada lo ha hecho hasta entonces.

De repente somos los responsables del bienestar de un bebé indefenso que depende totalmente de nosotros. Y seamos sinceros. Nadie está preparado para algo así. Reconozco que ni siendo pediatra tenía claro todo lo que implica ser padre. Cuando mi hijo nación yo llevaba ya más de 10 años dando consejos a los padres. Pero fue la paternidad una de las cosas que me ayudó a entender que en realidad no tenía ni idea de lo que hablaba y que muchas de las cosas que me habían enseñado y yo transmitía a los padres resultaba tan absurdo como pensar que cortar antes o después el pelo a un bebé puede influir en su desarrollo del lenguaje.

Es entonces cuando te das cuenta de que los padres buscan constantemente respuestas, pistas, guías que les den cierta seguridad sobre que lo que hacen con su bebé es lo mejor que pueden hacer. Y que la información que les llega sólo contribuye a angustiarles en la mayoría de las ocasiones.

Poco a poco acaba uno entendiendo que hay que ser muy cuidadoso dando cualquier consejo. Especialmente cuando se hace como una «regla». Porque la implicación afectiva de los padres en la crianza puede hacer que llegue a entenderse y aplicarse de forma poco razonable y acabar generando problemas y angustia.

Hay gente que funciona así. Hay quien basa su forma de comunicarse con los demás en la intimidación y la amenaza. Algunos muchos más sutiles que el mito del que hablamos hoy, pero igualmente absurdos y con la misma capacidad de angustiar a los padres que lo oyen.

Llegamos así a lo que yo llamo «regla de oro de la supervivencia para padres novatos»:

«Cualquier cosa que te digan y no vaya acompañada de una explicación que te parezca razonable, ignórala.»

Y su derivada cuando doy cualquier consejo:

«Te he explicado porqué creo que esto es lo mejor, pero si alguien te da una explicación que te parezca razonable para hacerlo de otro modo, ignora mi consejo.»