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Ser padres de un bebé prematuro

Ser padres de un niño prematuro es una situación difícil, especialmente cuando el parto se presenta muy pronto.

Este artículo es una colaboración de María Blanca Garrido García, Pediatra Neonatóloga en Valencia.

Hay situaciones en las que, por estar cerca de lo que se consideran los “límites de viabilidad” que comentábamos en el artículo previo (400 gramos y 23 semanas de embarazo), es difícil tomar la decisión de reanimar o no, de ir o no “a por todas”.

Es muy importante que los profesionales que atenderán al parto y al recién nacido (ginecólogo y pediatra) informen de forma adecuada a los padres para que realmente sepan lo que conlleva un hijo prematuro y tomen las decisiones que sean necesarias de la forma más consciente posible. Los padres debéis estar receptivos a la ayuda y las aportaciones de los profesionales, de igual modo que los profesionales debemos estar a la altura de las circunstancias y comprender el momento tan difícil por el que estáis pasando.

Los niños prematuros pueden presentar problemas de forma inmediata tras el nacimiento y en sus primeros días de vida, pero también pueden presentar secuelas y deficiencias que afecten en mayor o menor medida a su calidad de vida futura y, por tanto, a la de toda la familia. Cuanto más prematuro sea el niño, mayor posibilidad de presentar problemas y de que éstos sean más importantes.

Ser padres de un hijo prematuro, sobre todo gran prematuro, es como una carrera de fondo, hay que ir día a día, sobre todo al principio, siendo conscientes de que habrá días con buenas noticias, con avances y otros con retrocesos y complicaciones, hay que estar preparados para ambas cosas. Son niños que necesitarán mucho esfuerzo por parte de sus padres y su entorno familiar (consultas médicas frecuentes, rehabilitación, atenciones en casa…).

El apoyo a los padres y a la familia es fundamental. En muchos hospitales cuentan con psicólogos especializados y existen asociaciones y grupos de padres de niños prematuros que se reúnen periódicamente para compartir sus experiencias, sus expectativas y también sus frustraciones y miedos. Os animo a que utilicéis todos los recursos que tengáis a vuestro alcance si os veis en una circunstancia así.