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Rinitis seca del lactante

Rinitis seca del lactante

El primer catarro de un bebé. ¿Porqué algunos bebés recién nacidos tienen la nariz atascada, pero no se les cae el moco?

Rinitis seca del lactante: Nariz congestionada sin moco en bebés.

¿Porqué algunos bebés recién nacidos tienen la nariz atascada, pero no se les cae el moco? Y porqué no es recomendable lavarles ni aspirarles cuando ocurre.

La primera vez que los padres piensan que su bebé recién nacido está resfriado suele ser muy pronto. La mayoría, ya desde el primer día de vida y durante las primeras semanas:

  1. Notan que el bebé no puede respirar bien.
  2. Hace ruido como si tuviese la nariz taponada.
  3. Pero el moco no cae de la nariz y si le hacen un lavado nasal suele salir poca cosa.
  4. El bebé come bien aunque haciendo ruido y estornuda más que tose.
  5. No tiene fiebre y por lo demás el bebé está bien.

Ese bebé no está resfriado, lo único que le sucede es que durante el embarazo la nariz estaba siempre mojada (estaba sumergido en líquido) y desde que ha nacido está en un ambiente más seco y al resecarse la mucosa de la nariz se congestiona, se hincha dificultando el paso de aire, pero con poco moco.

En este caso lo único que hay que hacer es humedecer la mucosa con frecuencia echándole un par de gotas de suero fisiológico en la nariz de vez en cuando y aspirándolo a los pocos segundos, sólo si vemos el moco asomar.

Si no vemos moco, no se aspira.

Porque si aspiramos con frecuencia le da más congestión.

Por lo tanto:

Si tu bebé tiene la nariz atascada, hace ruido al respirar, pero no se le cae el moco, lo único que hay que hacer es echarle un par de gotas de suero fisiológico en la nariz cuando lo veamos más atascado.

Verás que a los cinco minutos respira mejor.

La idea no es lavarle la nariz, sino mojarla.

Sirva esto de ejemplo para que entendamos algo importante.

Los bebés están cambiando constantemente, y muchos de esos cambios que nos pueden parecer preocupantes son en realidad parte de su desarrollo normal.

No os preocupéis tanto y tened la tranquilidad de que muchas «molestias» aparentes son en realidad procesos para los que el propio bebé tiene su solución en su momento. Si no le produce una molestia intensa, no le impide comer ni descansar, en la mayoría de los casos es que no es nada importante en lo que tengamos que interferir.