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Alimentación del Bebé y el Niño

Cereales sin Gluten

Introducción de los cereales sin gluten en la comida de un bebé.

ATENCIÓN: ARTÍCULO REVISADO

Escribí este artículo hace más de 6 años. Era básicamente lo que había aprendido como Pediatra en mi formación.

Ya no comparto los argumentos que defiendo en él.

Podría haberlo borrado. Pero creo que es mejor mantener lo que defendía en ese momento para que entendáis que al decir ahora lo contrario no es porque no conozca esta opción previa. Sino porque conociéndola pienso con lo que sé ahora que es un error. Pido perdón a aquellos que leyendo este artículo tal como estaba perdieron la oportunidad de hacerlo de un modo mejor para sus hijos. Pero ha llegado el momento de sustituir claramente una opción por la otra.

Dejo con la letra en rojo lo que afirmaba hace años al final del artículo.

En la actualidad recomiendo lo siguiente:

Baby Led Weaning.

Evitar las alergias con introducción precoz de alimentos. 

La hoja con indicaciones que doy a los padres en mi consulta actualmente.

Esto te lo voy a resumir fácil. Los cereales de bebés tienen demasiada azúcar. Basta con que tome los mismos que tú: Pan, pasta, arroz, cuscús, migas, bizcocos, magdalenas y galletas caseras… Y da igual empezar con gluten o sin gluten mientras tú sepas cómo lo ha hecho.

La leche no necesita añadirle cereales. La leche es leche y sabe a leche.

Todo lo que sigue puedes tirarlo a la basura.

Introducción de los cereales sin gluten en la comida de un bebé.

Se venden dos tipos de cereales: Sin gluten (maíz, arroz, mijo…) y con gluten (trigo, avena, centeno, cebada…).

Estos últimos producen una de las alergias alimentarias más frecuentes de occidente: la celiaquía.

Aquel que la sufre no puede tomar ningún alimento que contenga esos cereales, es decir, no puede probar el pan, ni ninguna clase de bollería o pastelería, ni la mayoría de los embutidos, ni rebozados, ni pasta, en los casos más graves ni siquiera alimentos que hallan sido elaborados con utensilios de cocina con los que previamente se halla cocinado cualquiera de los anteriores… Un auténtico latazo.

Sólo pueden tomar con seguridad aquellos productos elaborados cuyo envase tiene una espiga de trigo tachada con la inscripción «libre de gluten», o naturalmente aquellos que elaboramos nosotros sabiendo que no usamos esos cereales.

No todo el mundo puede ser celiaco. Hay que tener predisposición genética.

El contacto esporádico demasiado precoz favorece que se hagan alérgicos, y la causa principal de ese contacto son las costumbres de dar el trocito de pan como chuchería, la galleta en la papilla de fruta o las «mijitas de…»

Evitad todo eso, sobretodo antes de los 8 meses que es cuando os recomiendo que introduzcáis los cereales con gluten. (no pasa nada si se introducen más tarde, aunque también hay pediatras que los recomiendan antes).

Por tanto se empieza con cereales SIN gluten.

Los cereales se usan como un complemento a la leche y se dan juntos.

Hay cereales que llevan la leche incorporada y se preparan añadiendo sólo el agua. Los hay incluso que se venden en tetrabrik ya preparados con la leche (comprobad que sean sin gluten y con leche de inicio).

Si se está tomando leche artificial se preparará primero la leche como siempre y se le añaden los cereales.

Si no ha tomado antes leche artificial leed el apartado sobre preparación del biberón.

Los cereales pueden tomarse en biberón o en papilla, con cuchara.

Depende de que al niño le guste la cuchara o no.

Suele indicarse que se añada un cacito de cereales por cada mes. Así para el niño de 4 meses serían 4 cacitos. Esto es sólo orientativo.

Hay marcas que espesan más y otras que espesan menos, por lo que yo aconsejo que se añadan según el gusto del niño (a unos le gustan más espesos y a otros más claros) y según la vía por la que se le da (más espeso para la cuchara que para el biberón).

Para el biberón compradle una tetina para papilla ya que con las normales para leche se atascan con el más mínimo grumo.

Para la cuchara, no lo hagáis tan claro que se caiga si no queréis estar 2 horas dándole y que además acabe la mitad desperdigada, ni tan espesa que el niño tenga que casi «masticarla»:

La consistencia de una bechamel suave.

En cuanto a la cantidad de la toma de cereales os digo lo que con el biberón:

Que siempre le sobre un poco, mientras no le siente mal.

Suelen darse dos tomas al día. Generalmente comida y cena o desayuno y cena.

Las dos en las que tenga más hambre.