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Efectos Secundarios de Bexsero ¿Le doy algo para evitarlos?

Efectos secundarios de Bexsero, ¿qué hay de cierto en lo que se dice?

Efectos Secundarios de Bexsero (vacuna del Meningococo B). Muchos recomiendan dar Medicamentos Antes de su administración. Te explico porqué NO es adecuado.

¿Qué es Bexsero?

Bexsero es el nombre comercial de la vacuna contra el Meningococo B que fue autorizada para su comercialización en España el 1 de Octubre de 2015.

El Meningococo B es un germen causante de Meningitis y Sepsis en cualquier edad de la vida. Especialmente suele aparecer en menores de dos años. Hay un leve aumento de incidencia en la pubertad. Y puede aparecer en cualquier edad en inmunodeprimidos: Personas que tienen problemas en el sistema defensivo que le restan capacidad para defenderse contra las bacterias. Los más habituales son personas a las que han tenido que extirpar el bazo por un accidente, enfermos de cáncer con quimioterapia, trasplantados que toman inmuno-supresores para evitar el rechazo del trasplante y algunas personas con defectos genéticos.

Aún así es muy poco frecuente como causante de Meningitis y Sepsis. De hecho ha sido la última vacuna en salir para prevenirlas porque su incidencia era muy baja.

Antes de que esta vacuna se crease ya disponíamos de otras que protegen contra Meningococo C, Neumococo y Hemófilus Influenza b. Gérmenes que causaban antes de su vacunación muchas más Meningitis y Sepsis que el Meningococo B. 

La Polémica de Bexsero

Esta vacuna está generando mucha polémica. Y lo está haciendo porque es a mi modo de ver un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas en Salud.

En España esta vacuna se aprobó:

  1. De forma precipitada: La prisa era que se acercaban la elecciones y estaba convirtiéndose en tema de debate electoral.
  2. Sin planearlo adecuadamente (lo que ha causado el desabastecimiento).
  3. Y con una nula comunicación de los motivos por los que se cambió el criterio de comercialización de un día para otro: Se publicó una nota que transformaba la vacuna en dispensable por cualquier pediatra cuando hasta ese día sólo podía dispensarse en hospitales y a colectivos de riesgo.

No son problemas achacables a la vacuna. Pero han hecho que casi todos los pediatras hayamos dedicado muchas más horas que en otras vacunas a explicarla a los pacientes desde que se aprobó.

Efectos secundarios de Bexsero

Como todo lo que hacemos, hay efectos secundarios. Esta vacuna la usamos para que el sistema defensivo esté preparado si tiene contacto con el germen que produce la Meningitis. No siempre que tenemos contacto con el Meningococo B generamos una Meningitis. Cuando tenemos contacto con él suele llegar a través de la vía respiratoria. En la gran mayoría de los casos queda atrapado en la mucosa de la vía respiratoria. Si la supera suele ser bloqueado en la sangre. Sólo en algunos casos en que el sistema defensivo no consigue destruirlo llega hasta las meninges (la capa que recubre el sistema nervioso), y entra reproduciéndose allí.

La vacuna hace más difícil que esto ocurra porque el sistema defensivo reconoce al germen con más facilidad tras vacunarse.

Pero esto no ocurre en el 100% de los vacunados. Tras vacunarse hay 3 grupos:

  1. No Inmunizados: Aquellos que a pesar de vacunarse no generan inmunidad suficiente.
  2. Inmunizados: Aquellos que generan la inmunidad que buscamos con la vacuna.
  3. Efectos secundarios: Aquellos que generan una reacción excesiva consiguiendo la inmunización pero con efectos indeseables.

En aquellos que generan una respuesta excesiva lo más habitual suele ser:

  • Fiebre. En Bexsero la fiebre puede ser más alta de lo habitual en otras vacunas. No es raro ver niños con fiebre de 39-40 tras la vacunación.
  • Inflamación local. En cualquier vacuna puede aparecer inflamación en el sitio donde se ha inyectado. Pero en esta vacuna puede ser especialmente llamativa.

Reacción tras la vacuna de Bexsero en el muslo de un bebéé

  • Estas reacciones son más frecuentes e intensas que en otras vacunas pudiendo afectar hasta al 40% de los niños vacunados.
  • Aparecen con más frecuencia y son más intensas si se administra junto con otras vacunas, por lo que se recomienda hacerlo dejando al menos 2 semanas de diferencia entre esta vacuna y cualquier otra.
  • Debe administrarse intramuscular profunda. Si se pincha superficial la reacción es mucho más intensa.
  • En el prospecto verás una larga lista de efectos secundarios. Como en todos los medicamentos. El motivo no es que sean habituales. En muchos de los efectos secundarios ni tan si quiera hay una relación demostrada entre la vacuna y ese efecto. Pero si se comunica un caso de algo tras la administración de un medicamento se añade al prospecto para limitar responsabilidades legales. Aunque no haya relación demostrada. Cuando un efecto secundario está demostrado que se causa por la vacuna y es grave no se añade al prospecto: Se retira la vacuna. 

El ejemplo de la Vacuna del Rotavirus y los efectos secundarios en vacunas

Hace unos años se retiró del mercado las dos marcas que se vendían en España de vacuna contra el Rotavirus. El motivo fue que se detecto restos de un virus porcino en algunas muestras.

Estas vacunas se producen en cultivos de células de cerdo. Y esos cultivos pueden contaminarse con virus que afectan a los cerdos. El virus en cuestión no afectaba a humanos. Aún así las vacunas se retiraron. Y se obligó a los laboratorios a revisar la cadena de producción para ver dónde estaba el fallo. No hay tanto descontrol como algunos quieren hacer creer.

Si aparece fiebre e inflamación intensos tras la vacunación en casi el 40% de los vacunados, ¿no sería buena idea darles algo antes de la vacunación para evitarlo? ¡Pues NO!

Me están llegando muchos pacientes a la consulta preguntando si sería adecuado darles Ibuprofeno o Paracetamol antes de la vacuna a los niños. Mi respuesta es NO y os explico porqué, a pesar de que algunos profesionales están recomendándolo.

Como he explicado antes no en todos los niños se logra el efecto buscado. Algunos vacunados generan más respuesta de la deseada y otros menos. 

Cuando un niño sufre fiebre o inflamación llamativa tras una vacuna usamos estos medicamentos para reducir su reacción a la vacuna.

Pero si damos a todos Ibuprofeno o Paracetamol antes de la vacunación reducimos el efecto de la vacuna en todos. 

Al hacerlo claro que habrá menos niños a los que dé fiebre o en los que la inflamación resulte molesta. Pero a costa de que haya también más niños a los que a pesar de haber vacunado no inmunizamos.

Es lo mismo que ocurriría si administramos una dosis menor a los niños. Pero la dosis es la que ponemos porque los estudios dicen que nos da el equilibrio óptimo entre efectos secundarios e inmunización.

Dar la Vacuna + Antitérmico es igual que poner una Dosis Menor. Dar la Vacuna + Antitérmico es absurdo. Para eso lo lógico sería reducir la dosis.

Lo adecuado es poner la vacuna, y Sólo en Aquellos que Generan una Reacción Superior a la Buscada, administramos el Antitérmico para que baje la reacción.

Esto es aplicable a cualquier vacuna.

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Heridas en niños: Tratamiento

Herida en niños, cómo tratarlaExplicación clara de cómo tratar las heridas en niños. Qué hacer, qué no hacer, cuándo acudir al médico y lista de materiales básicos para atender a un niño herido.

¿Qué es una herida?

Como todos sabréis una herida es lo que aparece cuando un golpe o un corte rompe la piel apareciendo la sangre. Si no hay sangrado no es herida, es una rozadura o una magulladura.

Material necesario para tratar una herida en niños

  • Analgésico para calmar el dolor: Ibuprofeno en mayores de 6 meses (paracetamol en menores). El ibuprofeno es más efectivo al ser anti-inflamatorio pero no se recomienda en menores de 6 meses. Prefiero darlo antes de empezar. Cuanto antes calme el dolor mejor.
  • Líquido para limpiar: Suero Fisiológico Estéril o Agua limpia y Jabón.
  • Algo con lo que desinfectar: Antisépticos como la Clorhexidina o la Povidona yodada.
  • Para manipular si hay espinas, cristales, piedras… que extraer: Pinzas de depilar.
  • Material para tapar la herida una vez curada: Apósitos o espradrapo hipoalergénico, venda y gasas estériles.
  • Ayuda: No suele pensarse en esto. Pero en muchos casos tratar una herida sin ayuda en un niño puede ser muy complicado o que acabemos haciendo más daño del que ya hay.

Tratando la herida de un niño

  1. Si es posible, consigue ayuda para que entretenga al niño y sujete la zona de la herida, permitiendo así que puedas tratarla.
  2. Lávate las manos con agua y jabón.
  3. Lava la zona con agua y jabón o con suero fisiológico estéril a chorro para eliminar los restos de suciedad que queden en la herida.
  4. Seca la zona con gasas estériles sin frotar. No uses algodón en torunda ya que se pega y deja restos que se pegan. Sí puedes usar tejidos hechos de algodón.
  5. Aplica un antiséptico sobre la herida. No alcohol, ya que quema los tejidos y dificulta la cicatrización, a parte de que escuece mucho.
  6. No extraigas objetos clavados. Pueden estar taponando un vaso roto y si lo quitas puede aumentar el sangrado. Si sangra puedes presionarla con una gasa estéril hasta que deje de hacerlo.
  7. Cuando es superficial es mejor no taparla. Se aplica el antiséptico 2-3 veces al día. Se lava si se ensucia y se deja al aire.
  8. Si es profunda debe ser valorada por el médico, tápala con gasas estériles hasta que lo atiendan y comprime si sangra.

Una herida debe ser vista por el médico si:

  • Es profunda.
  • Afecta a una superficie grande.
  • Si afecta a una zona especialmente sensible (cara, genitales, manos, pies, articulaciones).

Si una herida es profunda y tiene tendencia a que se separen los bordes debe ser vista lo antes posible para que pueda cerrarse con menos riesgo de infección. Si dejamos una herida abierta demasiadas horas el riesgo de que al cerrarla se infecte aumenta.

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Pezoneras en Lactancia Materna

Uso adecuado de las Pezoneras en Lactancia Materna

Pezoneras y su uso en la Lactancia Materna. Cuándo usarlas, cómo usarlas, riesgos de su uso, cómo retirarlas. Una explicación destinada a madres lactantes.

Qué son las Pezoneras

Pezonera de silicona para lactancia materna
Pezonera de silicona para lactancia materna

Las pezoneras son unos moldes, generalmente hechos de silicona que se usan para proteger al pezón durante la Lactancia Materna.

Hay muchas marcas en el mercado con pequeñas variaciones en cuanto a la forma. Pero lo mejor es que interfiera lo menos posible, por lo que cuanto más fina y más parecido a la forma natural del pezón, mejor.

Su uso es controvertido, porque tal vez se usan demasiado a la ligera y tienen sus inconvenientes. Evidentemente lo mejor es siempre lo natural. Pero cuando existen por algo es.

Cuándo suelen usarse las Pezoneras en la Lactancia Materna

Vamos a repasar algunos de los usos más habituales de las pezoneras. En todos los casos son problemas que tienen su causa y lo que debemos hacer en primer lugar es identificar esa causa y buscar la solución. En algunas de estas situaciones, mientras se logra arreglar el problema, las pezoneras pueden ser una herramienta útil.

Uso de Pezoneras para las Grietas en el pezón

Muchas madres, especialmente en los primeros días de vida de su hijo pueden presentar grietas. Esto es algo que se ha atribuido a muchas causas a lo largo del tiempo, pero en la actualidad tenemos claro que es por un mal agarre del pezón por el bebé. Es normal que esto pase en los primeros días de vida en los que ni la madre ni el niño tienen aún experiencia suficiente para hacer una acoplamiento adecuado. Pero no te agobies, todo puede aprenderse. Lo mejor si ocurre es que te asesore un experto en lactancia. Mientras que se curan, si las grietas hacen la lactancia muy dolorosa pueden usarse pezoneras.

Uso de las Pezoneras en el Rainaud del pezón

Es mucho menos conocido y más grave que lo anterior. El fenómeno de Raynaud consiste en que una zona de la piel, ante estímulos (tacto o frío) contrae de forma excesiva sus vasos sanguíneos, reduciendo tanto el riego de sangre que produce dolor.

Como el desencadenante puede ser el tacto, y está claro que en la lactancia se estimula en el pezón, puede aparecer como un dolor muy intenso. Sin grietas, pero con una coloración blanco azulada del pezón que tras retirar al bebé dura bastantes segundos antes de recuperar su color normal.

Cuando esto ocurre la solución es complicada. En algunos casos funciona aplicar calor antes e inmediatamente después de la toma. A veces mejora usando las pezoneras, porque parece reducir los estímulos que lo desencadenan.

Uso de Pezoneras en Micrognatia y otras malformaciones faciales del bebé

Hay muchas malformaciones de la cara del bebé que pueden dificultar el agarre en la lactancia materna. De ellas, la más frecuente es la micrognatia. Consiste en que el bebé tiene la mandíbula inferior más pequeña de lo normal con lo que la barbilla queda como hundida.

Esta forma de la cara dificulta un agarre adecuado. Hay posturas que pueden ayudar a mejorarlo, como la de sentar al bebé a caballito sobre la pierna de la madre acercándolo al pecho con la cabeza algo inclinada hacia atrás. Pero en algunos casos puede mejorar el agarre usando pezoneras.

Uso de Pezoneras en el Frenillo Lingual o Labial durante la lactancia materna

Otro motivo frecuente de mal agarre es la existencia de frenillos linguales o labiales. La solución definitiva de este problema pasa por cortar el frenillo. Pero no siempre es algo que se haga de forma tan rápida como debiera. Hasta que se hace las pezoneras pueden reducir las molestias asociadas al frenillo, fundamentalmente grietas en el pezón de la madre, y mejorar el vaciado.

Cómo se usan las Pezoneras

Cuando compras las pezoneras verás que van impregnadas de una grasa pegajosa. Se usa para evitar que se deterioren mientras son almacenadas hasta su primer uso.

Antes de usarlas por primera vez debes hervirlas. Al hacerlo se esterilizan (aunque no es imprescindible), pero ante todo se elimina esta grasa.

Aunque sea una obviedad la pezonera se coloca sobre el pezón. De forma que la zona más prominente se sitúa directamente sobre él.

Si la zona de alrededor no es redonda y parece tener algo como forma de luna, la zona más grande va hacia abajo. La zona menos grande hacia arriba. Esto lo hacen algunas marcas porque el agarre del pecho es asimétrico (el bebé toma el pecho con más zona bajo el pezón, con el labio inferior que con el labio superior).

La esterilización no es necesaria. Una pezonera no expuesta a suciedad especial puede ser usada tras tan sólo enjuagarla con agua corriente.

Riesgos por el uso de las Pezoneras y cómo reducirlos

Como todo en la vida, las pezoneras no son perfectas. Pueden generar también sus propios problemas. Y se le atribuyen algunos que no son reales. Voy a comentar los que con  más frecuencia se relacionan con su uso.

¿Dan Gases las pezoneras?

Si una pezonera está mal colocada teóricamente puede favorecer que el bebé trague más gases. Como es frecuente su uso en niños que tienen un mal agarre, no es raro que se asocien. Porque los niños que no tienen un buen agarre comen mal, lo que hace que tengan ansiedad por comer. Es esta ansiedad y no la pezonera la causante de los gases.

De hecho, si usamos la pezonera y le damos el pecho con mucha frecuencia mejorará el vaciado, aumentará la producción de leche y reduciremos la ansiedad por comer del bebé.

Por tanto, las pezoneras no tienen porqué producir gases. En la mayoría de los casos ayudan a reducirlos si se usan junto a una adecuada pauta de alimentación (con mucha frecuencia).

Infección del pezón, mastitis… y pezoneras

La pezonera es un cuerpo extraño. Esto no debemos olvidarlo. Las hay de látex y de silicona. Cada vez se usan con más frecuencia las segundas porque hay gente alérgica al látex.

Pero además de poder generar alergias, como decía, son un cuerpo extraño. También su fricción durante la toma puede dañar la piel del pezón en algunos casos (por ejemplo si la pezonera está mal colocada). Y cuando esto es así, la pezonera puede ser la base sobre la que aniden gérmenes que pueden infectar esa piel deteriorada.

Sólo en esta situación veo sentido a insistir en la esterilización de la pezonera. Lo explico en el punto siguiente.

Pezoneras y hongos en la boca del bebé

Una de las infecciones más llamativas durante los primeros meses de vida es la aparición de hongos en la boca del bebé. Cuando esto ocurre los hongos pueden permanecer en la pezonera, ya que es un material inerte y no se va a defender para eliminarlos por sí sola.

Podemos eliminarlos hirviéndola con agua y un poquito de bicarbonato. Basta con poner el agua a hervir en una olla y añadir una pizca de bicarbonato (con un pellizco es suficiente). Cuando rompa a hervir introducimos las pezoneras y las dejamos que hiervan durante un par de minutos.

Con eso basta. Además claro, de tratar la infección por hongos del bebé. Lo que suele hacerse con anti-fúngicos en crema o enjuagues.

El riesgo de que se haga dependiente de las Pezoneras

Es la principal crítica a esta herramienta. Mucha gente dice que lo mejor es evitarlas porque puede hacer que el bebé aprenda a tomar el pecho de una forma diferente y esto dé lugar a que no pueda prescindir nunca de ellas.

Ese riesgo existe. Pero cuando una lactancia es tan dolorosa o poco efectiva que está en juego perderla definitivamente, este es un mal menor.

Y además, una vez solucionados los problemas que nos llevaron a usarlas hay formas adecuadas para retirarlas.

Cómo retirar las Pezoneras

La clave es entender lo siguiente:

Un niño consciente es un niño que usa lo aprendido, uno menos consciente usa más su instinto.

Cuando por fin logramos que el pezón se repare (si estaba mal) de modo que la toma no sea ya dolorosa para la madre, y el niño esté bien alimentado, llega el momento de plantearnos la retirada de las pezoneras.

Aprovecha las tomas que el bebé hace cuando está más tranquilo, casi dormido, para empezar a dar el pecho sin pezoneras. Como te decía en estas tomas manda el instinto y es más fácil que el bebé use los mecanismos de succión que trae de serie en lugar de los aprendidos.

En aquellas tomas en las que al ofrecer el pecho sin pezoneras veas que pelea y lo rechaza usa las pezoneras. Pero conforme veas que va adaptándose a tomar sin ellas ve dejándolas como último recurso.

Si en cualquier momento vuelves a tener grietas puedes volver a usarlas para retirarlas una vez curadas.

Como en otros casos, las Pezoneras no son buenas ni malas. Son una herramienta útil si se utiliza bien, pero con sus riesgos. La información adecuada es la que hace que las uses bien cuando ayudan y puedas dejar de usarlas cuando sean innecesarias.

Si tienes dudas puedes hacer una

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Cómo evitar los gases del bebé: 3 claves

Medicamentos que no funcionan en el cólico del lactanteEvitar los gases del bebé es posible. Basta con entender las 3 causas más frecuentes y tratarlas adecuadamente para que se reduzcan de forma evidente.

Muchas veces al hablar de gases en el bebé o de Cólico del Lactante, que os aclaró que no es lo mismo, parece que fuese una maldición bíblica. Sin que haya una causa identificable, parece que a unos bebés les toca y a otros no.

Pues no es el caso. Todo bebé que tiene una cantidad de gases significativa, lo hace por motivos siempre identificables. Y lo más importante: Tratables. Por tanto sí que se pueden evitar los gases del bebé. Pero hay que entender las causas.

A mí me gusta simplificar mucho las cosas para que se entiendan. Y ese es el abordaje que tomé cuando me planteé cómo evitar los gases de los bebés.

Entender 3 ideas para evitar los gases del bebé

Si un bebé tiene muchos gases en su tripa no hay muchas formas de que esto ocurra. Básicamente el aparato digestivo es un tubo. Si en su interior hay muchos gases es porque:

  1. Entran muchos más gases de lo normal.
  2. Se fabrican en su interior muchos gases.
  3. Salen menos gases de los que deberían.

No hay más. Estas son las 3 causas genéricas que pueden explicar que un bebé acumule más gases de lo normal. Vamos a explicar cada una de esas vías para entenderlas y que identifiques en tu bebé las que pueden estar causando el problema.

¿Qué entendemos por muchos más gases de lo normal?

Pero antes de entrar en materia me vais a permitir que haga una aclaración: Cuándo debemos preocuparnos y hacer algo para evitar los gases del bebé. 

Os lo digo porque, todos los bebés tienen gases, y eso no implica que haya un problema en todos ellos.

Suelen interpretarse como problemas de gases muchas cosas que son, primero normales, y segundo, inevitables.

Por ejemplo, no son problemas de gases por los que tengamos que preocuparnos:

  1. Cuando un bebé no echa los gases después de cada toma. Pues eso. Que no es un reloj que toca las horas sistemáticamente. Que a veces echan los gases por arriba y otras por abajo. Y hay niños que raramente eructan después de las tomas. Pero si un niño no tiene molestias significativas por culpa de los gases es que no debemos preocuparnos, aunque no eche los gases tras la toma.
  2. Cuando un bebé da apretones con frecuencia como intentando hacer caca. Los bebés tienen un intestino muy activo. Se mueve con facilidad. Y más en cuanto empezamos a llenar el estómago. Es un reflejo que hace que la tripa haga sitio para la comida nueva que llega. Algunos bebés hacen caca en cada toma, pero si no es así mueven la tripa en cada toma. Con lo que cómo se alimentan comiendo con frecuencia tienen «apretones» casi todo el día. Dar apretones no es malo, es algo que va a seguir haciendo y que no podemos tratar. Si no hay dolor que le cause llanto, no consideramos que haya un problema en el que tengamos que plantearnos cómo evitar los gases del bebé.
  3. Cuando un bebé echa muchos gases. Sea por arriba o por abajo, si un bebé expulsa lo que creamos muchos gases, pero no tienen molestias, no hay problema. ¡Mejor fuera que dentro! De hecho el problema es cuando a pesar de echar muchos sí que tiene molestias, porque es signo de que realmente tiene tantos gases que a pesar de los muchos que salen quedan los suficientes para causar dolor.

Vamos ya al meollo de la cuestión.

Evitar los gases del bebé reduciendo los que entran

La razón esencial por la que entran muchos gases en la barriga de algunos bebés es Comer Con Ansiedad.

Y el motivo suele ser que el bebé no está recibiendo el alimento que necesita. O en cantidad o en frecuencia.

Cómo diferenciar una opción de la otra para saber cómo actuar:

– Cuando un bebé come poco, notamos que come con ansiedad y la ganancia de peso es escasa.

– Cuando un bebé come bastante pero con poca frecuencia, notamos que come con ansiedad y la ganancia de peso es suficiente o incluso por encima de lo normal.

La solución para empezar es ofrecer al bebé las tomas con más frecuencia.

Suelo recomendar, darle cada vez que pida, aunque haga 10 minutos de la última toma. Y si no pide, durante el día ofrecerle no dejando más de dos horas sin hacerlo. De noche, déjale descansar y hazlo tú.

Sólo me plantearía que puede necesitar más alimento además de con más frecuencia si, a pesar de ofrecerle con mucha frecuencia el bebé se queda con hambre tras la toma y la ganancia de peso es escasa.

Evitar los gases del bebé reduciendo los que se producen en su tripa

Hay dos formas de que se produzcan muchos gases en la tripa de un bebé:

  1. Que tenga una flora intestinal que fabrique muchos gases. Cuando un bebé nace no hay gérmenes en su intestino. Pero desde el primer día de vida empiezan a entrar y a colonizarlo. Si esos gérmenes son buenos, en lo que puede influir mucho que el parto sea vaginal o cesárea (el parto vaginal se asocia a una mejor flora que la cesárea), producen menos gases y nos ayudan en la digestión de los alimentos. Pero si no son los buenos pueden fermentar produciendo más gases, más malolientes y con toxinas que irritan el intestino.
  2. Que tenga una alergia o intolerancia a algo de lo que está comiendo. Es decir que en la leche haya algo que no le siente bien. Cuando toman biberón puede ser la lactosa o las proteínas de la leche de vaca. Hay alternativas para ambos casos. Si lo que toma es el pecho, puede ser algún alimento de los que toma la madre. Olvídate de los alimentos que pueden producir gases, no son esos. Si tú comes garbanzos los gases son para ti, no para el bebé. El problema más frecuente es que la madre tome algún alimento al que el bebé es alérgico. Los más habituales son leche de vaca, huevo, pescado…

Podemos evitar los gases que se producen en su tripa dando un probiótico que siembre «bichitos buenos» en su tripa o eliminando los alimentos que no tolera de su alimentación o de la de la madre, si toma pecho.

Evitar los gases del bebé aumentando los que salen

En otros niños el problema es la salida. Y no me refiero a los eructos. La mayoría de los gases no salen por arriba, sin por abajo. Un bebé puede estar perfectamente sin eructar, pero cuando no salen bien por abajo es cuando aparecen los problemas.

Aquí hay que diferenciar el estreñimiento real (caca dura) del Pseudo-estreñimiento del lactante (no hace con frecuencia y tiene molestias, pero cuando sale es blanda).

En el primer caso (caca dura) puede ser necesario el uso de laxantes. Recuerda no usarlos si la caca es blanda, aunque pase días sin hacer, porque dar el laxante si la caca es blanda suele empeorar las molestias.

En el caso de pasar varios días sin hacer caca, que cuando sale sea blanda, pero que se acompañe de molestias que empeoran conforme pasan los días sin hacer y mejoran el día que hace, la solución es ayudarle a relajar el ano para que abra cuando tiene retortijones, vacíe y se quede a gusto. Para eso pueden usarse sondas rectales, enemas…

Mi recomendación es que si tu hijo llora por culpa de los gases valores cuál o cuáles de la causas descritas puede estar en su origen y las trates todas a la vez para evitar los gases.

Cuando lo hacemos bien suele notarse una mejoría evidente en menos de una semana.

Hay otras causas que pueden estar en el origen de un cólico del lactante. Te recomiendo que leas la presentación de nuestro sistema de ayuda Bebé Sin Cólico. 

Bebé sin CólicoOtra alternativa si quieres mi ayuda personalizada es que me hagas una Consulta Online.

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Catarro en Niños y Bebes

Catarro en niños y bebés: principales dudas de los padresCatarro en Niños y Bebés: Cuándo está resfriado. Cómo actuar para mejorar los síntomas, cuándo usar Medicinas, cuándo acudir al médico. ¿Se cura siempre sólo?

Sin duda los catarros o resfriados son las infecciones que los niños sufren con más frecuencia. Si algo creo que puede reducir realmente la dependencia de los padres respecto a su pediatra es entender lo que es un catarro y cómo actuar frente a él.

Si por algo se burlan habitualmente de nosotros los otros especialistas, es porque dicen que somos «mocólogos» y «fiebrólogos». Que la mayoría de lo que atendemos en la consulta son simples catarros. Especialmente en invierno, pero en casi cualquier época del año.

Algunos pensarán que aclarar esto es tirar piedras contra mi propio tejado: Si doy a los padres una herramienta como este artículo que cubra un porcentaje importante de las consultas que atiendo, me voy a quedar sin trabajo. No lo veo así. Es mucho, muchísimo lo que podemos hacer en la consulta por la salud de un niño cuando atravesamos la «frontera de los Catarros». Cuando tenemos tiempo para hablar de otras cosas porque el catarro es algo ya comprendido.

¿Qué es un Catarro o Resfriado?

Es una infección, generalmente causada por virus en la que predominan como síntomas los mocos, la tos y a veces la fiebre.

De estos tres elementos el más llamativo del catarro es el moco. Es abundante y suele ser claro. Pero cambia de características a lo largo del día.

El moco no se produce de forma constante. Hay momentos en los que aumenta mucho la producción, y entonces vemos que sale más fluido y otros en los que se enlentece y puede espesarse. Es típico que durante el día fluya más y de noche se acumule espesándose.

Aquí merece la pena destacar una situación que se confunde mucho con un catarro: La rinitis seca del lactante. 

Cuando un bebé nace, tras 9 meses sumergido en agua, su nariz no está acostumbrada a cambios de humedad y temperatura tan intensos como los que que sufre. Cuando esto ocurre la nariz se congestiona. Pero no cae moco abundante, como en un catarro. Esta es una diferencia importante. Aunque notemos la nariz taponada es más por congestión de la mucosa que por que produzca moco. Esto puede mantenerse durante los primeros meses de vida.

¿Se curan los Catarros siempre solos?

Un catarro es una infección que suele curarse sola.

Empieza cuando nuestro cuerpo tiene contacto con un virus nuevo, frente al que no teníamos defensas porque no lo habíamos pasado aún. Y mejora cuando nuestro sistema defensivo lo identifica y empieza a producir anticuerpos contra él.

Es un proceso que habitualmente dura unos cuantos días. Suele decirse que en torno a una semana. Aunque puede acortarse si nuestro cuerpo reacciona antes, lo que suele ocurrir cuando el virus se parece a otro que ya conocemos. O puede alargarse en virus especialmente agresivos.

De forma general se dice que tiene 2-3 días de empeoramiento y 2-3 días de mejoría.

En los primeros días vemos que la fiebre si la hay produce picos cada vez más frecuentes y más altos y a partir del 3º día suelen empezar a ser menos frecuentes y más bajos. El moco en los primeros días es cada vez más abundante con estornudos frecuentes. Cuando mejora se va espesando y los estornudos suelen dejar paso a la tos.

Un catarro puede complicarse

No es lo habitual. La gran mayoría de los catarros son una muesca más que anotar en nuestra salud. Tan frecuentes que nadie lleva la cuenta exacta tras el primer invierno de un niño.

Pero algunos catarros pueden complicares. Las bronquiolitis por ejemplo empiezan como un simple catarro. Pero son producidas por virus más agresivos o la respuesta del niño es demasiado intensa y solemos decir que se le ha bajado al pecho.

En algunos de los niños que sufren una primera bronquiolitis queda una mayor sensibilidad que puede hacer que en los siguientes años casi cualquier catarro acabe desencadenando la bronquitis.

Otras veces un catarro puede acumular demasiada cantidad de moco en los oídos y dar lugar a una otitis.

¿El Catarro que no se quita?

Otra consecuencia de pasar catarros, uno tras otro, es que para defenderse crecen las vegetaciones. Las vegetaciones son la parte de las defensas que hay en la parte superior de nuestra garganta. Todos las tenemos. Aunque a muchos nos las quitaron. Es mi caso.

Crecen para producir defensas cada vez que hay una infección cerca. Y tras ceder la infección se reducen lentamente de tamaño. Pero crecen mucho más rápido de lo que se reducen. Cuando los catarros son muy frecuentes no da tiempo a que vuelvan a su tamaño normal. Entonces notamos que parece que no desapareciese el catarro del todo.

Ya os dije que en la fase final del catarro los estornudos son sustituidos por la tos y el moco es más espeso. Cuando las vegetaciones han crecido lo que vemos es un niño que queda en esa situación durante semanas: Moco espeso que cuesta que salga, y tos más frecuente cuando está tumbado o cuando se agita. 

¿Cómo podemos mejorar los síntomas de un Catarro?

Ante los catarros suelen adoptarse alguna de las siguientes actitudes:

  1. Medicinas.
  2. Lavados nasales y que tome mucho líquido.
  3. No hacer nada.

Las pongo en este orden porque la mayoría de las familias suelen empezar por la primera de las posturas. Suelen pasar a la segunda progresivamente. Y acaban adoptando la tercera en la mayoría de los casos.

¿Por qué ocurre este cambio de actitud?

Al principio, cuando un bebé no ha pasado nunca un catarro, solemos asustarnos. No estamos acostumbrados a afrontarlos y tememos que evolucione mal. Además en los niños más pequeños las complicaciones en forma de bronquiolitis son más frecuentes. Es normal que ante el temor a esta opción muchos padres pidan alguna herramienta que proteja al bebé.

Pero cuando empieza la primera temporada de catarros de un bebé, al primer catarro lo sigue un segundo y poco después un tercero…. Llega un momento en que la mayoría de los padres empiezan a preocuparse más por la cantidad de medicinas que toma su hijo que por las complicaciones posibles de los catarros. Entonces empiezan a usar la opción 2: Lavados y mucho líquido.

Pero hasta de eso se harta uno. Algunos niños ven llegar a los padres con los artilugios para hacer el lavado nasal y lloran. Con la experiencia acumulada los padres han perdido en muchos casos el temor a las complicaciones y las ganas de hacer pasar un mal rato al bebé con el lavado. Y lo dejan en paz. Hemos llegado a la opción 3: No hacer nada.

Como de costumbre lo adecuado es una mezcla de los tres dependiendo de las circunstancias.

¿Cuándo usar Medicinas y cuáles son útiles en un Catarro?

Como un catarro es una infección que nuestro cuerpo es capaz de vencer en la mayoría de los casos por sí mismo, lo adecuado en muchos casos es no hacer nada.

Aunque como hemos visto un catarro puede complicarse, y hay cosas que pueden hacer más difícil que el catarro se complique.

Hay otro aspecto del que no hemos hablado: Un catarro puede ser bastante molesto. Sin que se complique, puede dificultar el descanso o la alimentación de quien lo sufre.

Y a veces da molestias muy localizadas, pero intensas: La sensación de nariz taponada o la irritación de la piel por el moco en torno a la nariz pueden ser muy molestas.

Cuando aparece cualquiera de estas circunstancias que he marcado en negrita yo veo justificado hacer cosas que alivien estos síntomas. En la mayoría de los casos, aunque no hagamos nada, se curará. Pero es que en medicina no sólo podemos curar, podemos aliviar. Y también es importante para la calidad de vida de nuestro hijo.

Lo más usado para aliviar es:

  • Lavados nasales y mucho líquido. Sólo los recomiendo cuando vemos moco espeso abundante.
  • Medicamentos para reducir la producción de moco. Los anti-histamínicos. Son medicamentos usados en las alergias con frecuencia. Pero igual de efectivos en un catarro. De hecho, una alergia es una reacción similar a un catarro pero frente a un estímulo que no debería generarla. Yo suelo usarlos cuando un exceso de mucosidad está generando las molestias mencionadas.
  • Mucolíticos. Son medicamentos que hacen que el moco sea menos espeso. Pero tienen el efecto secundario de aumentar la cantidad de moco. Yo no los uso desde hace años, y no los he echado de menos.
  • Anti-térmicos. Si hay fiebre que se acompañe de decaimiento o muy alta. Aunque la fiebre sea un mecanismo de activación de las defensas, si es muy elevada puede producir un malestar y un agotamiento evitables. Por evitarlos no impedimos que el cuerpo se defienda.
  • Anti-tusivos. Sólo los uso cuando la tos no mueve mucosidad (tos seca) y hace difícil descansar o alimentarse (hace que vomite). No debemos usarlos cuando hay mucho moco, ya que si no dejamos que la tos expulse ese moco podemos favorecer se complique el catarro.
  • Expectorantes. Son medicamentos que favorecen la expulsión de moco al toser. Son útiles cuando vemos que la tos es frecuente y mueve moco. Y que esa tos es muy persistente, dificultando el descanso, la alimentación, o nos da la sensación de que el moco está empezando a acumularse en el pecho.

Por supuesto no pongo esto para que uses los medicamentos sin indicación del médico. Sino para que entiendas mejor porqué te indica cada uno de ellos si lo hace.

¿Cuándo acudir al pediatra si mi hijo tiene un Catarro?

La respuesta es simple: Cuando no sepas cómo actuar.

Pero especialmente, te recomiendo que acudas al pediatra si tu hijo sufre un catarro y:

  • Tiene mal estado general. Lo notas muy decaído, incluso cuando no tiene fiebre.
  • Tiene dificultad respiratoria. No me refiero a la nariz taponada, sino cuando lo ves que al respirar parece un pez fuera del agua: respira rápidamente como queriendo comerse el aire.
  • Tiene una tos persistente que le impide alimentarse o descansar. 

Estas situaciones son más importantes cuanto menor sea el bebé. Ante la duda, acude.

¿Puede un Catarro dar fiebre alta y no necesitar tratamiento con antibióticos?

Queda un pequeño detalle que por la insistencia con la que surge en la consulta merece que mencione.

Un Catarro, que como hemos dicho es una infección producida generalmente por virus, es insensible a los antibióticos. No es que sea malo darlos en un catarro. Es que es inútil. Y tampoco es inocuo:

  • Usar antibióticos con mucha frecuencia favorece que cuando realmente sean necesarios no sirvan. Si tenemos nuestra flora de la garganta constantemente bombardeada con antibióticos, favorecemos que crezcan en ella aquellos gérmenes que son resistentes. No es buena idea.
  • Destruye la flora intestinal. Lo que no es una tontería. En nuestro intestino tenemos muchos gérmenes beneficiosos que nos ayudan a digerir los alimentos y ocupan un espacio que si dejamos libre pueden ocupar otros más agresivos, como la cándida. La cándida es un hongo (resistente a los antibióticos) que cuando es abundante en nuestro intestino puede dar muchos problemas. Mejor no abrirle la puerta dando antibióticos innecesarios.

Esto no significa que cuando sean necesarios deban evitarse. Sino que no debemos usarlos innecesariamente.

El Catarro con fiebre alta

Cuando surgen las dudas con frecuencia es cuando los síntomas son claramente de un catarro, pero hay fiebre alta. ¿Puede un catarro producir fiebre alta? Pues sí. Solemos llamarlo entonces Gripe. Pero no tiene porqué ser exactamente el virus de la gripe. Hay varios virus que son capaces de dar fiebre alta y que dure más allá de esos 2-3 días de un catarro normal.

Para saber si realmente es un virus o no los pediatras disponemos de herramientas. Por lo que si un catarro no mejora en 2-3 días conviene que el niño sea explorado por el pediatra para ver si hay algo más. Pero si no lo hay, el tratamiento sigue siendo aliviar síntomas sin más y los antibióticos no estarán indicados.

Espero que este artículo te ayude a entender los catarros, esa infección que seguro que tu hijo, como todos va a pasar en muchas ocasiones. Y te permita actuar de forma adecuada sin pasarnos, pero aliviando cuando hace falta.

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Fisioterapia Infantil

Fisioterapia y Osteopatía Infantil en Alhama de MurciaLa fisioterapia infantil es una de las especialidades más importantes en los primeros años de vida. Útil en muchos problemas que deben tratarse a tiempo.

Peketema sugerido por Alba en nuestra Página de Facebook:

¿Podrían hablar de Fisioterapia pediátrica? Mucha gente no conoce los múltiples beneficios de la fisioterapia en nuestros bebés y niños. Tanto fisioterapia respiratoria (bronquiolitis, neumonías, asma, catarro de vías altas), digestiva (estreñimiento, cólico del lactante, diarrea) como neurológica (trastornos pre y post natales como hipotonía e hipertonía, malformaciones congénitas, daño cerebral o cerebeloso, pie equino varo…) y muchos más campos.

Me encanta que hayáis pedido este tema. Porque realmente creo que en Pediatría a veces no se da la importancia debida a la Fisioterapia Infantil. y por lo concreta que es la propuesta imagino que Alba es Fisioterapeuta.

En las primeras etapas del desarrollo infantil hay una serie de problemas que pueden corregirse con ayuda de la Fisioterapia Infantil y que son importantes. Porque tienen repercusión a largo plazo.

Pero son muchos más lo problemas en los que la Fisioterapia Infantil puede ser útil.

¿Qué es la Fisioterapia Infantil?

La Fisioterapia Infantil es una serie de técnicas terapéuticas que usa exclusivamente medios físicos: Movimientos, masajes, frío, calor, corrientes eléctricas…

Es una de las Ramas Terapéuticas esenciales junto a la Farmacología, la Cirugía, la Psicología y la Nutrición.

La Fisioterapia Infantil no es simplemente Fisioterapia aplicada a niños. Los niños sufren problemas específicos y en los problemas comunes con los adultos la forma de responder del niño y la evolución a largo plazo no es igual que en el adulto.

Hay dos características importante que diferencian la respuesta del niño frente al adulto cuando aplicamos Fisioterapia:

  • La mejor capacidad de regeración del niño. Ante los problemas que suelen precisar Fisioterapia el niño tiene más facilidad para evolucionar hacia la curación que el adulto. Por ejemplo, muchos esguinces de tobillo en niños curan espontáneamente o con menos ayuda de la que precisaría un adulto.
  • La importancia de tratar adecuadamente un cuerpo en crecimiento por la forma en la que un problema no resuelto puede influir en el posterior desarrollo de este organismo. Un problema no tratado adecuadamente puede dar lugar a más problemas posteriores de los que daría en el adulto. Con el mismo ejemplo, si un esguince en un niño no cura adecuadamente, puede degenerar en alteraciones posteriores en otras partes del organismo con más facilidad, ya que el crecimiento amplifica el problema no resuelto. Pueden aparecer desviaciones de espalda, por ejemplo.

Por tanto, para tratar niños, especialmente cuanto menores son, más importante es que el Fisioterapeuta esté especializado en Fisioterapia Infantil, para que entienda los problemas exclusivos del niño y la forma particular en que cualquier problema evoluciona en un cuerpo en crecimiento.

¿Cuáles son los campos más frecuentes en los que la Fisioterapia Infantil puede ser útil?

Alba los nombra en su propuesta de Peketema: Problemas Respiratorios, Digestivos, Neurológicos y por supuesto Traumatológicos y Ortopédicos. Hay algunos más. Pero usemos estos a modo de ejemplo. Veréis que en todos voy a hablar de la Fisioterapia infantil, pero lo haré siempre desde el enfoque multidisciplinar que tanto me gusta.

Fisioterapia Infantil en problemas Digestivos

Estreñimiento, Reflujo, Gases, Cólico del Lactante… La Fisioterapia Infantil dispone de técnicas que permiten mejorar la movilidad del intestino y relajar la tensión en sus estructuras. Lo que puede ser muy útil para mejorar la expulsión de heces y gases, el vaciamiento adecuado del estómago… Puede reducir la excitabilidad nerviosa que origina algunos dolores…

Pero puede ser útil también en problemas digestivos en los que no pensamos en la Fisioterapia Infantil. Por ejemplo en las Intolerancias Alimentarias. Si un niño tiene Alergia a las Proteínas de la Leche de Vaca, la medida más importante para eliminar los síntomas es evidentemente suprimir la leche de vaca de su dieta. Pero aplicar Fisioterapia puede hacer que la recuperación de la movilidad intestinal, que está alterada se produzca antes y así los síntomas mejoren en menos tiempo.

Fisioterapia Infantil en problemas Respiratorios

Bronquitis y Bronquiolitis, Neumonías, Catarros… Situaciones en las que uno de los problemas es la acumulación de mocos en zonas donde estorba. Hay técnicas de Fisioterapia que pueden ayudar a movilizar y expulsar esa mucosidad. Esto puede mejorar los síntomas del bebé, pero pueden también evitar complicaciones y actuar sobre pacientes con un problema crónico mejorando su evolución.

Fisioterapia Infantil en problemas Neurológicos

Es uno de los aspectos en los que la Fisioterapia es muchas veces la única técnica terapéutica de la que disponemos. Y en estos casos puede marcar una clarísima diferencia.

Son bastantes los niños que presenta problemas de hipertonías (exceso de fuerza), hipotonías (falta de fuerza) que pueden corregirse con Fisioterapia. A veces no se detectan, no actuándose sobre ellas y pueden llevar a que con el desarrollo generen problemas en cascada.

Por ejemplo, una distonía de la musculatura de la espalda que haga que un bebé suela arquearse levemente hacia un lado puede llevar a una deformidad de la cabeza, y a problemas posteriores a la hora de alcanzar logros del desarrollo, como la capacidad de sentarse, mantenerse en pie o caminar de forma adecuada. En algunos casos esto lleva a deformidades que ya no son reversibles en piernas, espalda, cabeza…

No es cuestión de generar alerta ni agobios. Es cuestión de que si vemos algo que no parece normal sea valorado y en caso de necesidad actuemos a tiempo para corregirlo.

La Fisioterapia es también esencial en la rehabilitación y estimulación precoz de niños con problemas desde el nacimiento. Como prematuridad, sufrimiento fetal, traumatismos del parto…

Fisioterapia Infantil en problemas Traumatológicos y Ortopédicos

Y por supuesto aquello en lo que todos piensan en la Fisioterapia: La Rehabilitación tras un traumatismo; la corrección de problemas en las extremidades. Sea por deformidad o por accidentes.

Resumiendo: La Fisioterapia Infantil no es Fisioterapia de adultos aplicada a niños. Tiene problemas muy específicos de los niños. Y la aplicación en problemas comunes a los adultos tiene en los niños matices importantes.

Es una de las Terapéuticas esenciales que puede colaborar con otras para resolver los problemas de salud del niño.

Todo Pediatra necesita a un Fisioterapeuta Infantil de referencia. Con él colabora en el tratamiento de los niños que atienden.

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Sinusitis en Niños

Sinusitis en NiñosLa Sinusitis en niños puede ser causa de dolor de cabeza, de mucosidad constante y de tos que no acaba de mejorar. Comprende cómo se diagnostica y se trata.

¿Qué es una Sinusitis?

Alrededor de la nariz hay unos huecos que llamamos senos para-nasales. Están comunicados con la nariz y tapizados de una mucosa similar a la suya. Producen moco que va fluyendo hacia la nariz expulsando a los gérmenes que se cuelan en estos huecos:

Senos maxilares: Están en las mejillas, bajo los ojos a ambos lados de la nariz. Son los primeros senos en aparecer, los más grandes y en los que aparecen sinusitis con más frecuencia.

Senos frontales: Están en la frente, sobre la nariz. Los recién nacidos no los tienen. Se desarrollan en unos niños antes y en otros después y suelen ser causa frecuente de dolor de cabeza en niños que empeora al presionar en la frente. Pero es raro que tengan senos frontales antes de los 6-7 años y muy raro que generen sinusitis hasta años después.

Senos etmoidales y esfenoidales: Son los más pequeños. Están en la parte superior de la nariz y suelen dar un dolor de cabeza que empeora cuando movemos los ojos.

A veces esa mucosa puede inflamarse, el moco aumenta y puede no salir con facilidad de forma que produce dolor por la presión. Eso es lo que llamamos sinusitis. La inflamación puede empezar a partir de una alergia o de de una infección. Lo más frecuente es que la causa sea un virus. En algunas ocasiones puede ser generado por hongos (bastante raro). Pero a veces puede anidar alguna bacteria que dé lugar a una Sinusitis bacteriana. Sólo en este último caso es útil tratar con antibióticos.

La mayoría de las sinusitis se pueden resolver por sí mismas gracias al trabajo del sistema defensivo del niño, pero pueden tardar semanas en normalizarse del todo.

Hablamos de sinusitis aguda cuando es una inflamación que tiene su comienzo y su final claro en unas semanas. Cuando se prolonga durante meses o tiene episodios muy frecuentes hablamos de Sinusitis Crónica.

En las agudas suele bastar con tratarla cuando aparece. En las sinusitis crónicas puede ser necesario plantearse tratamientos de prevención.

Cómo se diagnostica una sinusitis en niños

Una Sinusitis es un proceso que dura más de lo normal en cualquier catarro. Por tanto, pensar en sinusitis porque un niño tenga mocos y dolor de cabeza, aún con fiebre, el primer día que esos síntomas empiezan, no es lo adecuado.

Habitualmente la evolución de una sinusitis suele ser un catarro inicial que no acaba de curarse y se mantiene más de 10 días activo. O un cuadro de moco espeso, amarillento o verdoso que se acompaña de fiebre de más de tres días sin que empiece a mejorar. Cuando esto ocurre debemos pensar en sinusitis, aunque hay otras situaciones que pueden dar resultados similares:

  • Fiebre prolongada. La evolución normal de la mayoría de las infecciones benignas que se acompañan de fiebre suele ser de 1 a 3 días de picos febriles cada vez más frecuentes y más altos. Y a partir de ahí suele mejorar haciendo picos de fiebre menos frecuentes y menos altos. Cuando pasan esos 3 días sin que veamos mejoría conviene que el niño sea valorado de nuevo por su pediatra para descartar cuadros distintos de un simple catarro. En muchos casos lo que hay simplemente es el solapamiento de dos infecciones diferentes: Ha empezado una nueva infección antes de acabar la primera. Pero otras veces puede haber infecciones que no se resuelven fácilmente sin tratamiento adecuado: Amigdalitis, neumonías, sinusitis
  • Mucosidad espesa prolongada. Hay otros cuadros diferentes de la sinusitis que pueden generar mucosidad que no cede tras más de 10 días. Lo más habitual es una sucesión de catarros (cosa habitual los primeros inviernos de escolarización), unas vegetaciones grandes (más frecuentes al final del invierno) y las alergias.

Pero ante la duda, si un catarro se prolonga mucho y más si es con fiebre, conviene que lo valore el pediatra para descartar cosas, entre ellas la sinusitis.

Otros síntomas que suelen acompañar a la sinusitis son:

  • Dolor de cabeza que aumenta al presionar sobre el seno inflamado o al inclinar la cabeza.
  • Moqueo purulento y maloliente según la postura, y más intenso del lado al que drena el seno afectado.
  • A veces inflamación de los párpados del ojo cercano al seno inflamado.

Cuando se sospecha de Sinusitis se completa el diagnóstica mediante:

  • Radiografía de Senos o Tomografía Axial Computerizada. En ella podemos ver si los senos están ocupados o no de mucosidad.
  • Cultivo del moco purulento. Puede detectar si hay una bacteria concreta creciendo en él y a qué antibiótico es sensible o resistente. Sus resultados no son inmediatos. Se siembra el moco en un caldo de cultivo y hay que esperar a ver lo que crece, lo que puede tardar unos días.
  • Analítica de Sangre. Nos indica cómo está respondiendo el cuerpo frente a la infección, orienta sobre si es viral o bacteriana y cómo de intensa es.

Tratamiento de la Sinusitis en niños.

En la mayoría de los casos la sinusitis puede ser tratada en casa. Sólo en casos en los que el niño no sea capaz de tomar la medicación o presente signos de complicación se puede necesitar el ingreso hospitalario para completar el tratamiento y vigilar su evolución. Su pediatra valorará la mejor actitud en cada caso.

Cuando una sinusitis no responde al tratamiento o tiene tendencia a repetir con frecuencia, conviene que sea valorado por un Otorrinolaringólogo.

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Golpe en la Cabeza del Bebé que ya camina

Golpe en la cabeza de un bebé que empieza a caminar

Qué importancia tiene un golpe en la cabeza del bebé que empieza a caminar. Aprende a distinguir un simple chichón de cuando puede ser algo más grave.

Este artículo es en respuesta al Peketema propuesto por Débora en Facebook:

«A mi me gustaría saber si tantas caídas de que tienen los bebes cuando empiezan a caminar en su cabeza le afecta o le queda secuela de algo..???»

Recuerda que todos los lunes a las 11:00 hora de Madrid se publica el Peketema para que podáis proponer los temas que os preocupan. Si no hay un tema ya escrito que dé respuesta lo escribiré.

Vamos con este.

Golpes en la cabeza del bebé que empieza a caminar

Los golpes en la cabeza de los bebés cuando empiezan a caminar no suelen ser graves por varios motivos:

  • La altura de la caída. Por la propia naturaleza del bebé, que es bajito, el golpe se produce desde escasa altura. Y como dice el refrán, cuanto más arriba más dura es la caída.
  • El peso. La fuerza que sufre el bebé al caer es proporcional a su peso, por lo que es claramente menor en un bebé de unos 10 kilos que en un adulto de 80.
  • La cabeza está abierta. Con esta edad las suturas que separan los huesos del cráneo no están aún totalmente cerradas, lo que permite en caso de que un golpe produjese un aumento de la presión dentro de la cabeza se pueda amortiguar en parte. Cuando el niño crece y la cabeza está totalmente cerrada se convierte en una olla a presión donde cualquier hemorragia o inflamación puede generar problemas más serios.

Cómo distinguir un golpe importante en la cabeza de uno que no lo es

Cuando un golpe en la cabeza es importante suele acompañarse de alguna o varias de estas cosas:

  1. Pérdida de conciencia. 
  2. Vómitos inmediatamente después del golpe. En esto es importante entender que algunos niños tienen mucha facilidad para vomitar y que si tras el golpe pasa un rato llorando, es bastante fácil que acabe vomitando un rato más tarde, al comer o si había comido poco antes del golpe. Cuanto menos propenso es el niño a vomitar y más inmediato sea el vómito tras el golpe, más importancia tiene.
  3. Alteración neurológica. Es decir, que después del golpe haya algo llamativo que parece no funcionar como siempre: No puede mantener el equilibrio, no puede mover bien un brazo o una pierna, tiene desviada la boca…
  4. Presenta una herida llamativa. En muchos casos el golpe en sí no ha producido ningún daño en el interior de la cabeza. Pero hay una herida importante que debemos cerrar.
  5. Deformidad del cráneo hacia dentro. Si un golpe hunde una parte del cráneo hacia dentro puede afectar al interior de la cabeza. En algunos casos los huesos del bebé son tan flexibles que se pueden deformar sin romperse.

Cuando aparece una o varias de estas cosas debemos acudir a urgencias para que sea valorado por el pediatra.

Otras cosas que suelen acompañar a un golpe en la cabeza y cómo valorarlas:

  1. Chichón, hematoma o como queramos llamarlo. La superficie del cráneo tiene una piel fina que lo recubre con muchos vasos sanguíneos. Como por debajo hay una superficie de hueso rígido, cualquier hematoma o inflamación sobresalen llamativamente hacia fuera. En algunos casos puede resultar muy, muy escandaloso. Pero si no se acompaña de ninguna de las cosas que hemos visto en el punto anterior (Pérdida de conciencia, vómitos inmediatos tras el golpe, alteración neurológica o una herida que haya que cerrar), un chichón no es preocupante. Lo que hay que hacer es aplicar frío local y presión para que el sangrado que hay bajo la piel se corte lo antes posible.
  2. Daños en otras partes del cuerpo. A veces un golpe en la cabeza es tan llamativo que pasamos por alto otros golpes que siendo menos escandalosos pueden tener más importancia. En una caída conviene siempre desvestir al niño y comprobar si hay signos de traumatismo en otras partes del cuerpo. Los más frecuentes asociados a caídas son:
    1. Golpes en el abdomen.
    2. Fracturas de clavículas.
    3. Fracturas de muñecas.
    4. Golpes en las piernas.

Prevención de golpes en la cabeza de los bebés cuando empiezan a caminar

Para mí lo primero es no forzar al niño a andar de ningún modo. Hay niños que empiezan a caminar antes y otros que lo hacen después. Cuando tardan en hacerlo, algunos padres se preocupan por si tienen problemas de desarrollo neurológico o si hay algún fallo en sus caderas…

En muchos casos simplemente es que el bebé no se siente seguro aún. Y esto no es malo en absoluto. Muchos niños empiezan a andar tarde porque son prudentes. Fue el caso de mi hijo.

Yo no le forcé en absoluto a hacerlo. El mejor aliado de la prudencia de un hijo es la paciencia de sus padres.

Si tu hijo no se ve con la seguridad suficiente para empezar a andar y le fuerzas es fácil que acabe cayéndose. Y a parte del riesgo en sí de la caída es fácil que acabe volviéndose más miedoso y que finalmente retrase el momento en que empieza a caminar.

El único resultado que tuvo que mi hijo caminase más tarde fue que su cabeza está limpia de heridas. No se ha golpeado nunca en la cabeza.

Otras cosas a tener en cuenta para prevenir los golpes es evitar puntos peligrosos, como esquinas de mesas y cosas similares.

No hay que ser obsesivos con esto. Al final el bebé tiene que ir desarrollando su capacidad de evitar situaciones peligrosas. Pero hay algunos que es especialmente fácil que sufra. Y por eso hablo de las mesas.

Algo en lo que tu línea de visión no ve y queda justo por encima de ella. Yo soy alto y no paro de golpearme con lámparas. La que hay en el salón de mis padres está a la altura justa para que no la vea mirando hacia delante, pero me golpee en la coronilla. Raro es el día que los visito y no me doy con ella. Para un niño que empieza a andar el borde de una mesa es el equivalente. Pon sillas rodeándola que impidan que camine bajo la mesa sin darse cuenta del borde.

Pero como digo no hay que obsesionarse con el tema. No hay que acolchar la casa. No hay que poner un casco al niño por si se cae…. La inmensa mayoría de los golpes que un bebé se da en la cabeza cuando empieza a andar no produce nada más allá de un ratito de llanto y no tiene más tratamiento que un besito en la pupa.

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Vulvovaginitis en niñas

Vulvovaginitis en niñas.

Vulvovaginitis es la irritación de la vulva en niñas. Hablamos centrándonos en este artículo cuando ya no tienen pañal. Sus causas más habituales.

La vulva es la parte externa de los genitales femeninos. Lo normal es que en esa zona haya gérmenes. Muchos de ellos son parecidos a los que forman parte de la flora intestinal.

Puede aparecer vulvovaginitis cuando algo irrita la zona. En la mayoría de los casos va asociado a una alteración de los gérmenes que están presentes.

Las causas más frecuentes de Vulvovaginitis son:

  • Limpiarse de atrás hacia delante cuando van al baño. Cuando las niñas dejan de usar el pañal y empiezan a limpiarse, estando sentadas lo más fácil es hacerlo de atrás hacia delante. Pero cuando hacen esto arrastran los gérmenes de la caca hacia delante, lo que puede alterar la flora que hay en la vulva. Hay que insistirles una y otra vez en que lo hagan correctamente: «Siempre hacia atrás».
  • Limpiarse demasiado. Muchas mujeres tienen una preocupación excesiva por la limpieza de la vulva. Cuando limpiamos demasiado acabamos debilitando la flora normal que debe ocupar la zona. Eso tiene un efecto contrario al buscado. Favorece que gérmenes nuevos se asienten en la vulva y si algunos de ellos son más agresivos van a producir Vulvovaginitis.
  • Tocar la vulva con las manos sucias. Eso siembra gérmenes nuevos en la zona, algunos de los que pueden no ser buenos. En las niñas preescolares puede resultar complicado evitarlo.
  • Diarrea con heces irritantes. Algunas diarreas tienen cacas más ácidas. Esa acidez irrita la piel del año y de lo que hay cerca, como la vulva. Además los hongos crecen mejor con la acidez y aparecen acompañando a la diarrea o tras ella. De los hongos que pueden asentarse en la zona el más típico es la Cándida Albicans que puede acompañarse de una secreción blanquecina en la vulva.
  • Intolerancias o alergias alimentarias. Cuando no somos capaces de digerir un alimento hablamos de Intolerancia. Alérgia es cuando nuestro sistema defensivo responde defendiéndose ante algo. Tanto en un caso como en otro suele haber irritación de la piel en torno al ano y puede afectar por su cercanía a la vulva.
  • Lombrices. Cuando una niña tiene lombrices, suelen salir de noche a poner huevos alrededor del ano. Y eso produce una gran irritación el la vulva. Lo más llamativo de esta situación es que el picor es mucho más intenso de noche y que aunque tratemos la Vulvovaginitis, no acaba de desaparecer. Sólo se resuelve si tratamos las lombrices.
  • Alergias a celulosa, tejidos, colorantes, detergentes… Lo característico de estos casos es que mientras tenga contacto con aquello que le produce alergia la Vulvovaginitis no desaparece. Puede mejorar con cremas de corticoides, que reducen la reacción alérgica localmente. Pero si vuelve a tener contacto con aquello a lo que tiene alergia, vuelve una y otra vez.
  • Sentarse en el borde de la piscina. Los bordes de las piscinas suelen tener agua encharcada, no muy limpia que digamos. Tanto los gérmenes que pueden crecer en esas aguas como el propio cloro que se usa para controlarlos cuando se quedan en la zona baja del bañador un rato pueden acabar produciendo vulvovaginitis.

Esta lista podría alargarse aún más. Porque hay otras muchas situaciones que pueden acabar en lo mismo: Una vulva irritada con una alteración de la flora que la ocupa.

Cómo actuar ante una vulvovaginitis

La mayoría de las molestias en la vulva de las niñas son pasajeras. Se deben a un leve desequilibrio que pueden compensar sin hacer nada. Por eso cuando no se quejan mucho o al explorarla no hay irritación o flujo llamativo puede bastar con esperar.

Cuando las molestias son persistente, hay una irritación clara o un flujo que mancha las braguitas conviene actuar.

Cultivo de la secreción

No siempre puede identificarse un germen concreto que esté proliferando en la vulva más de lo normal. De hecho, en muchas de las causas descritas arriba hemos visto que puede ser por motivos diferentes a la infección.

Pero cuando hay una vulvovaginitis evidente y especialmente si hay secreción es recomendable hacer un frotis vulvar. Consiste en recoger una muestra de esa secreción con un bastoncillo y analizar los gérmenes que crecen en ella. El resultado tarda unos días, porque como todo cultivo es sembrar, y esperar a ver si crece algo identificable.

No siempre nos da un resultado claro. Pero cuando lo hace nos identifica un germen concreto y el tratamiento adecuado para eliminarlo.

Probióticos en la Vulvovaginitis

Como he explicado los gérmenes que ocupan la vulva provienen en gran medida del intestino y tener una flora intestinal adecuada reduce las posibilidades de que aparezcan vulvovaginitis.

Especialmente puede ocurrir tras tratamientos con antibióticos que alteren esa flora intestinal. Por lo que dar un probiótico durante y tras un tratamiento con antibióticos es interesante siempre, pero especialmente en niñas.

Lavado con antisépticos y calmantes

Es el tratamiento que al final se usa para tratar las vulvovaginitis. Habitualmente se recomienda un gel para lavar la zona que tiene algún antiséptico y eliminador de hongos y sustancias que calman la irritación. En la mayoría de los casos mejoran tras pocos días de realizar los lavados.

Pueden también aplicarse cremas que calman y protegen la zona tras el lavado, dificultando el crecimiento de gérmenes perjudiciales.

Cuando tras más de 3 días de tratamiento no hay una mejoría clara o si en cuando se suspende el tratamiento reaparece la vulvovaginitis conviene pensar en:

  • Lombrices. Especialmente si pica más de noche.
  • Alergias. 
  • Limpieza incorrecta al ir al baño. De atrás hacia delante.
  • Alguna de las situaciones que favorecen su aparición: Piscinas, tocarse con las manos sucias….

Ante cualquier duda, acude a tu pediatra para realizar un frotis vulvar y valorar las alternativas.

 

 

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Fiebre y Vacunas en Niños

 Fiebre tras la vacuna del bebé

Fiebre y Vacunas: 2 Preguntas básicas en bebés ¿Qué hacer si empieza con fiebre y tocaba ponerle una vacuna? ¿Qué hacer si aparece fiebre después de vacunar?

Todos sabemos que el efecto secundario más llamativo tras administrar una vacuna a un niño o bebé es la fiebre.

Son muchas las preguntas que recibo en la consulta sobre esto. Las más habituales, a las que voy a dar respuesta en este artículo son:

  • Si toca ponerle una vacuna y empieza con fiebre, ¿qué hago?
  • Si tras ponerle una vacuna tiene fiebre, ¿cómo puedo saber si es de la vacuna o puede ser por otro motivo?
  • ¿Cuándo debería usar medicación para bajar la fiebre si aparece tras una vacuna?
  • ¿Darle medicamentos para bajar la fiebre no hará menos efectiva la vacunación?
  • ¿Cuándo es necesario que acuda al médico si aparece fiebre tras una vacuna?

Vamos una por una:

Si toca ponerle una vacuna y empieza con fiebre, ¿qué hago?

Por un lado, la fiebre es habitualmente un signo de que nuestro sistema defensivo está luchando contra una infección. Yo suelo decir a los padres que la vacuna ayuda al sistema defensivo a prepararse para cuando un ataque ocurra. Pero lo que no es buena idea es «distraerlo» cuando está en plena faena.

Por eso, si un niño tiene signos evidentes de estar enfermo, y la fiebre es uno de ellos, debemos retrasar la vacunación hasta que esté bien y pase unos días sin fiebre.

La utilidad de este retraso es:

  • Permitir al sistema defensivo que se centre en la defensa contra lo que ahora está atacando al organismo. Tiempo habrá de entrenarlo más adelante para su defensa contra otras infecciones, pero la prioritaria es la que ya está sufriendo.
  • Hace más fácil seguir la evolución de la infección que sufre en este instante. Si por ejemplo la fiebre estaba bajando (con picos menos frecuentes y menos altos) es un signo de mejoría. Cuando esta tendencia se interrumpe y empiezan de nuevo a subir los picos de fiebre en frecuencia y altura es un signo de que hay una nueva infección o se está complicando la actual. Pero eso mismo puede ocurrir si vacunamos antes de que acabe la infección, lo que puede confundirnos. Por eso mejore esperar a que pase al menos 2-3 días con temperaturas por debajo de 37º antes de vacunar.
  • Retrasar las vacunas unos días o semanas no es un problema importante. Los calendarios vacunales tienen unas fechas que son orientativas y de hecho son diferentes en distintos países. Una desviación de unos pocos días no es importante y menos aún cuando está justificado, como es el caso del que hablamos.

Si tras ponerle una vacuna tiene fiebre, ¿cómo puedo saber si es de la vacuna o puede ser por otro motivo?

Nos pueden orientar varias cuestiones:

  • La vacuna en sí y el tiempo que tarda en aparecer la fiebre. La mayoría de las vacunas, si dan fiebre, suelen hacerlo en los dos días siguientes a la vacunación. Hay algunas excepciones, las de virus atenuados, como la Triple Vírica que suelen dar la reacción más intensa entre 7 y 14 días después de la vacunación. Si coincide en esas fechas puede ser la vacuna. Pero una fiebre por ejemplo un mes después de poner la vacuna podemos descartar que sea por ella.
  • Inflamación local en el punto donde se ha pinchado. La fiebre es una reacción general del organismo. Lo normal es que cuando aparece por algo que empezó en un punto concreto (donde le pincharon la vacuna), veamos en ese punto una reacción evidente. Si no hay inflamación, dolor en el sitio del pinchazo, es raro que la fiebre sea por la vacuna.
  • Otros síntomas que acompañen a la fiebre. La vacuna del sarampión puede dar granitos, la del rotavirus puede dar diarrea… Pero la mayoría de las vacunas no tienen gérmenes vivos (debilitados, pero vivos) como las mencionadas. En la mayoría de las vacunas no tiene sentido que aparezcan otros signos de enfermedad como mocos, tos, vómitos, diarrea…. Cuando esto ocurre hay que buscar otras causas.

¿Cuándo debería usar medicación para bajar la fiebre si aparece tras una vacuna? ¿Darle medicamentos para bajar la fiebre no hará menos efectiva la vacunación?

La fiebre es un mecanismo defensivo del organismo y con las vacunas pretendemos que aparezca una reacción. Que haya fiebre tras una vacuna es un signo de que efectivamente la vacuna está logrando el efecto que buscamos.

Pero las vacunas están diseñadas para obtener la inmunización sin que sea necesario llegar a desencadenar fiebre. Por lo tanto, la fiebre nos dice que la vacuna ha logrado un efecto algo superior al que buscamos.

Dar antitérmicos por norma con las vacunas puede llevar a que en muchos casos no sean efectivas. Pero darlo cuando la fiebre supera los 38º sólo reduce el efecto excesivo de esa vacuna a un nivel normal. No estamos por tanto restando efectividad a la vacunación. Estamos evitando un efecto superior al necesario e indeseable por el malestar que produce.

Si tiene más de 38º o está muy molesto hay medicación para aliviarle. Mi consejo es que la uses.

¿Cuándo es necesario que acuda al médico si aparece fiebre tras una vacuna?

La gente suele guiarse mucho por lo alta o baja que sea la fiebre para preocuparse. Yo suelo insistir en que la fiebre es algo orientativo, pero lo esencial es el estado general. Si un niño tras vacunarse presenta fiebre yo recomiendo que acuda al médico siempre que:

  • Tenga mal estado general. Sea una reacción excesiva de la vacuna o una infección que ha coincidido, que un niño tenga de verdad mal estado general es motivo más que justificado para que sea valorado lo antes posible por un médico.

Situaciones que pueden esperar:

  • Fiebre alta pero acompañada de buen estado general. Si el niño está contento y juguetón con 40º, no me preocupa demasiado la causa. En principio no es urgente.
  • Síntomas que no sabemos si son o no por la vacuna pero son llevaderos. Un poco de diarrea, náuseas leves, un vómito aislado, una erupción en la piel, dolor localizado en el pinchazo… Mientas el estado general sea bueno no precisan una valoración inmediata, y de hecho se resuelven sin hacer nada en la mayoría de los casos.

Pero mal estado general, decaimiento intenso… Aunque no vayan acompañados de nada más, acude a tu pediatra o a urgencias lo antes posible.