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Soplos del Corazón en Bebés

Soplos en el Corazón de un bebé

Pese a que la mayoría de los soplos del corazón en bebés no tienen repercusión en su salud es normal que generen preocupación. En este artículo los aclaro.

¿Qué es un soplo?

Cuando escuchamos el corazón de un bebé con el estetoscopio o fonendoscopio oímos sus latidos. Son algo así como un pum-pum, pum-pum…

Pero a veces oímos algún ruido añadido, como un zumbido. Estos ruidos aparecen cuando la sangre pasa haciendo turbulencias que vibran. Es lo que llamamos un soplo. No tiene porqué significar nada malo. De hecho, la mayoría son lo que llamamos soplos inocentes.

Causas más frecuentes de soplo en el corazón de un bebé

Hay mucha variedad de soplos. Escuchar simplemente un ruido al oír el corazón no significa necesariamente que haya un problema. Depende de cual sea la razón por la que ese ruido está ahí. Así que vamos a hablar de las causas más frecuentes para que si os dicen que vuestro hijo lo tiene sepáis de lo que se habla.

El soplo inocente

Lo llaman también soplo funcional. Como su nombre indica es inocente. No produce problemas. Simplemente oímos el ruido pero el corazón está bien.

¿Y entonces porqué se oye? Pues porque al pasar la sangre puede hacer una turbulencia sin que haya nada mal en el corazón. Debemos entender que el corazón, como el resto del cuerpo va creciendo. Y que a veces dentro de su crecimiento normal la sangre puede pasar par él haciendo un ruidito que no alerta de nada preocupante. Son ruidos que a veces se pueden escuchar durante meses y de repente desaparecen.

Suelen notarse cuando más cuando la sangre pasa con más rapidez, por ejemplo cuando el bebé tiene fiebre, o está asustado, pero pueden desaparecer cuando está tranquilo. Por eso muchas veces quien lo detecta no es tu pediatra, sino otro que ve al niño de forma puntual. Si con su pediatra el niño está cómodo puede no escucharlo nunca, mientras que un día acude a urgencias y si está asustado el soplo se oye.

Lo importante es que no afectan al funcionamiento del corazón y acaban desapareciendo. Cuando hacemos una exploración para ver si hay alguna deformidad en el corazón que lo motive, no encontramos nada. La prueba reina hoy en día para estudiar el corazón es la Ecografía que suele realizar un Cardiólogo Infantil.

Las comunicaciones

Vamos ahora con los soplos no inocentes. Pero que lo tengan no significa que vayan a dar problemas al bebé en su vida. Hoy en día, gracias a la Ecografía, detectamos muchos problemas que hace años pasaban desapercibidos. Muchos de nosotros podemos tener alguno de ellos, pero si nunca nos han hecho una ecografía, no lo sabemos.

Entre las causas de soplo en bebés que sí correspondan a una alteración en la forma del corazón, las más frecuentes son las comunicaciones. Lo explico.

El corazón de un bebé, mientras está en el interior de su madre, debe enviar la sangre para oxigenarse a la placenta. Pero cuando nace la placenta desaparece y la sangre debe ir a los pulmones a recoger el oxígeno. Es un cambio muy radical y que debe completarse de forma casi inmediata. ¿Cómo hace esto? Pues gracias a un par de agujeritos que el bebé tiene entre zonas del corazón y las principales arterias que salen de él. Están abiertos durante el embarazo y deben cerrarse al nacer.

El corazón tienen 4 cavidades:

  • Las dos aurículas que reciben la sangre que llega al corazón.
  • Los dos ventrículos que impulsan la sangre para que salga de él.
  • La aurícula derecha recibe la sangre del cuerpo, está comunicada con el ventrículo derecho que envía la sangre a los pulmones por la arteria pulmonar.
  • La aurícula izquierda recibe la sangre del pulmón, está comunicada con el ventrículo izquierdo que envía la sangre al resto del cuerpo por la arteria aorta.

Las comunicaciones más frecuentes unen:

  • Las dos aurículas. Es lo que llamamos «comunicación interauricular«.
  • Los dos ventrículos. Las llamamos «comunicaciones interventriculares«.
  • Las dos arterias principales (aorta y pulmonar). Es el «Ductus arterioso«.

Hay muchos grados, que dependen fundamentalmente de lo grande que sea la comunicación, aunque también de la zona exacta que ocupa. Es el ruido al pasar la sangre por esas comunicaciones lo que produce el soplo en estos casos.

Problemas en las válvulas del corazón

Entre la aurícula y el ventrículo de cada lado del corazón hay una válvula, entre el corazón y las dos arterias principales que salen de él hay también. Son 4 válvulas (aórtica, pulmonar, tricúspide y mitral).

Estas válvulas tienen dos posiciones: abiertas y cerradas. Los problemas surgen cuando no son capaces de cerrar o abrir completamente.

Hablamos de estenosis cuando en su posición abierta la válvula no permite que la sangre pase sin problemas.

Hablamos de insuficiencia cuando en su posición cerrada la válvula deja pasar sangre.

Tanto si la sangre tiene estrechuras para pasar cuando la válvula se abre como si refluye cuando la válvula está cerrada aparece el soplo.

La clave es ¿afecta a la capacidad del corazón para impulsar la sangre o no?

Sea cual sea el problema que genera el soplo, lo esencial es si impide o no el correcto funcionamiento del corazón.

El corazón tiene dos funciones esenciales:

  • La primera es dejar pasar la sangre. Porque si no lo permite genera problemas.
  • La segunda y su función real es impulsar la sangre con la fuerza suficiente para que llegue a todos los tejidos del cuerpo.

Cuando un soplo es el reflejo de un problema que hace que el corazón no pueda impulsar bien la sangre hablamos de «Soplo con repercusión Hemodinámica».

Cuando no afecta a la capacidad del corazón para impulsar la sangre decimos que es un «Soplo sin repercusión Hemodinámica». La Hemodinámica es la forma en que la sangre circula por el cuerpo.

Los primeros son los que deben preocuparnos, porque hacen que el corazón deba realizar un sobreesfuerzo para cumplir con su función. Los segundos es cuestión de seguirlos para comprobar su evolución.

Todos los soplos inocentes son soplos Sin Repercusión.

La mayoría de las Comunicaciones, si no son muy grandes, son Soplos Sin Repercusión.

Las comunicaciones más grandes y los problemas de válvulas son los que con más frecuencia limitan la capacidad del corazón de hacer bien su trabajo. Y por tanto son los que seguimos con más interés y a veces necesitan hacer algo.

Un soplo con repercusión hemodinámica suele hacer que quien lo sufre se canse con facilidad, apareciendo cuando se esfuerza palidez de piel o labios morados y sudoración fría.

Evolución

Los soplos y las causas que los originan cambian con el tiempo. De forma que la mayoría desaparecen con el tiempo.

Los soplos inocentes pueden seguir oyéndose durante años, pero suelen desaparecer.

Las comunicaciones pequeñas tienden a cerrarse.

Las grandes pueden mantenerse abiertas y pueden dar problemas por la formación de trombos o porque supongan un esfuerzo adicional para que el corazón haga su trabajo. A veces tenemos que operar para cerrarlas.

Los problemas de válvulas a veces se corrigen al crecer. Pero otras veces van empeorando y si son un impedimento para que el corazón funcione sin esfuerzo se suelen operar.

Como resumen os diría que la mayoría de los soplos por suerte quedan en nada o en realizar varias ecografía en los primeros años de vida del bebé. Pero cuando hay un problema de verdad, lo esencial es un buen Cardiólogo Infantil en el que confiéis.

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Bulto en el Pecho de un Bebé

Bulto en el pecho de un bebé

La presencia de un Bulto bajo el Pezón de algunos Bebés es algo que a veces descubren los padres con preocupación. Os explico cual es su causa habitual.

Durante el tiempo que el bebé ha estado en el vientre materno, a través de la placenta, han pasado gran cantidad de hormonas de la madre a su sangre.

Entre ellas están las hormonas responsables de preparar el pecho para la lactancia. La principal es la Prolactina, que durante el parto aumenta de forma importante. Antes de que se desprenda la placenta pueden pasar dosis altas de prolactina al bebé. Su efecto, como en la madre es estimular el desarrollo de la glándula mamaria.

«Leche de brujas» y mastitis en los bebés

A todos nos suena de los cuentos de nuestra infancia que «las brujas» tienen unos laboratorios llenos de brebajes poco comunes que usan en sus pociones. Se supone que buscan sustancias raras en la naturaleza por sus propiedades mágicas.

En algunas zonas llaman «Leche de Brujas» a la secreción láctea que algunos bebés producen en las primeras semanas de vida. Hasta ese punto puede llegar el efecto de la Prolactina que recibe el recién nacido. Hay bebés, tanto niñas como niños, que pueden llegar a producir leche.

Evidentemente es en una cantidad mínima. Y lo normal, siguiendo el mecanismo normal de funcionamiento del pecho, si no lo vacías deja de producirse.

¿Hay que hacer algo cuando esto ocurre? Pues sí, no vaciar el pecho y tocarlo lo menos posible. El objetivo es no estimular la secreción. Porque como no se va a hacer regularmente y la glándula no está preparada para esa función, es fácil que no drene bien y de lugar a obstrucciones y a veces incluso a mastitis.

En esta fase lo que notamos es que el pecho del bebé adquiere forma, está abultado, y a veces si lo presionamos, por ejemplo al sujetar al bebé boca abajo sobre nuestra mano, mancha una gotita de leche.

Mientras no esté caliente, rojo ni el bebé tenga signos de dolor o fiebre no es necesario hacer nada.

En caso de aparecer dolor o fiebre evidente debe ser valorado por el pediatra por si está empezando a desarrollar una mastitis.

Un bulto en el pecho en los primeros meses de vida

¿Qué ocurre con esa glándula mamaria que había crecido por el efecto de las hormonas maternas?

Pues que se atrofia. Si no se vacía el pecho del bebé, ni se estimula con succión, no va a producir más prolactina. Y ante su falta la glándula se va reduciendo de tamaño hasta hacerse inapreciable.

Pero en los casos en los que el crecimiento fue más llamativo es normal que el tejido atrofiado abulte lo suficiente para ser palpable. Ese bulto en el pecho, bajo el pezón, del tamaño de una lenteja o levemente mayor puede permanecer ahí durante bastantes meses. A veces más de un año.

Es frecuente que un día los padres lo descubran de forma casual al tocar el pezón, notando un bultito por debajo de la piel, que se mueve con facilidad, no parece doler al bebé y que está localizado justo bajo el pezón. En muchos casos acuden preocupados a la consulta del pediatra.

No hay motivo. Mientras ese bulto no sea doloroso, no haya sangrado en el pezón, no tenga inflamación y veamos que con el paso de los días no crece, es simplemente el resto atrofiado de ese crecimiento mamario que tuvo en las primeras semanas de vida por efecto de las hormonas de la madre.

A veces los padres dicen que ha salido hace pocos días. Pero no es real. Creció tras el nacimiento y luego lo que ha tenido es una reducción lenta de su tamaño. Lo que pasa es que a veces no lo habían notado antes o no ha sido evidente hasta que la reducción de la glándula ha hecho el tejido mucho más compacto.

Si no ha habido una mastitis y nadie ha llamado la atención de los padres sobre el crecimiento de las mamas del bebé tras el nacimiento, esta primera fase puede pasar desapercibida y a los padres les cuesta entender la segunda. En ocasiones incluso al explicarlo se ve en sus caras incredulidad. «¿Pero qué me está contando?»

Os aclaro a modo general respecto a bultos. Un bulto que no crece de forma evidente, no duele y no sangra, en la gran mayoría de los casos, corresponde a algo benigno y que es normal en la propia evolución del cuerpo. Pero ante la duda, consulta a alguien con más experiencia: Tu pediatra.

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La Subida de la Leche Materna

Subida de la Lactancia Materna

Cómo es la Subida de la Leche Materna tras el parto. Los problemas más frecuentes en estos primeros días tras el nacimiento del bebé y cómo resolverlos.

¿En qué consiste la Subida de la Leche Materna tras el Parto?

Llamamos Subida de la Leche Materna a los cambios llamativos que ocurren en el pecho en los primeros días tras el parto. También hay quien usa también el término de bajada de la leche.

Una de las preguntas típicas de las madres tras el nacimiento de su hijo: «¿Cuándo me subirá la leche?» Porque muchas madres interpretan erróneamente que hasta que no sean evidentes esos cambios no tendrá leche con la que amamantar a su hijo.

Las mayoría de las madres piensan que ese aumento llamativo del tamaño de los pechos corresponde a una retención de leche. Pero no es así. Hay leche sí. Pero la mayoría del volumen que adquiere el pecho en ese momento corresponde a inflamación y aumento del riego de sangre con acumulación de líquido (edema). Por eso duele, unas veces más y otras menos, dependiendo de la presión.

En realidad durante los últimos meses de embarazo el pecho ya empieza a producir calostro, pero como no se vacía su cantidad es pequeña.

Necesita dos Cambios para que todo empiece a funcionar:

Que desaparezcan las hormonas del embarazo, lo que ocurre al desprenderse la placenta. Estas hormonas han estado frenando a la Prolactina, que es la que estimula la producción de leche materna.

Que el bebé empiece a vaciar el pecho. Ya que en la leche materna hay una sustancia (el Factor de Inhibición de la Lactancia -FIL-) que reduce en las zonas donde se acumula el efecto de la Prolactina.

Cuando ambos frenos desaparecen la Prolactina hace su efecto de forma completa. Parte de ese efecto es un aumento importante del riego sanguíneo de los pechos. Es un efecto que empieza desde el primer día tras el parto y que suele alcanzar su máximo en torno al tercer día. Pero como todo, no son matemáticas. En unas madres será más llamativo y en otras menos. En unas ocurrirá algo antes y en otras un poco después.

¿Cuándo se empieza a producir la Leche Materna?

En realidad en el último trimestre del embarazo el pecho ya produce calostro pero no es visible porque está frenada por los dos puntos que hemos mencionado arriba (hormonas del embarazo y FIL).

Por eso TODAS las madres tienen calostro en su pecho cuando el bebé succiona por primera vez.

El único factor que depende de lo que la madre haga para que la Producción de Leche Aumente es que ponga al bebé a tomar con frecuencia ya que hacerlo:

– Estimula la secreción de Prolactina y Oxitocina.

– Elimina el FIL.

El Dolor por la Subida de la Leche Materna

Habitualmente el aumento de presión momentáneo del pecho en estos primeros días suele ser molesto. Lo es menos cuando el vaciado del pecho es adecuado. Es mucho más intenso cuando no se extrae adecuadamente la leche.

Cuando a la acumulación de líquido se añade una leche en aumento que No Se Vacía es cuando pueden aparecer los problemas:

Dolor. Por la gran presión.

Dificultad para que el bebé se alimente porque el pecho está tan duro que impide que pueda tomar el pezón.

Por eso para evitar entrar en un círculo vicioso es esencial que el bebé tome el pecho lo antes posible y que lo haga con tanta frecuencia como podamos.

Por experiencia muchas familias creen estar dando el pecho a demanda y sin embargo no lo hacen. No son conscientes, pero cuando un bebé está activo y pide el pecho con frecuencia se responde poniendo el chupe, se le acuna o le ofrecen biberón. Suelen hacer esto especialmente cuando consideran que hace poco que ha tomado. Pero a demanda significa que cuando vemos a un bebé activo o inquieto lo primero que debemos ofrecer es el pecho.

Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando el bebé pasa demasiado tiempo sin pedir el pecho conviene ofrecérselo. Como referencia, si en los primeros días pasan más de 2-3 horas sin pedir durante el día sin que pida o más de 4-5 horas durante la noche, se le debe ofrecer.

Cuando la madre note el pecho muy lleno debe intentar vaciarlo también, sea dándolo al bebé o cuando no sea posible usando un extractor de leche. Siempre la mejor opción es que el bebé tome directamente.

Cómo aliviar la ingurgitación mamaria en la Subida de la Leche Materna

El problema cuando no se vacía el pecho es que llega un momento en que el edema es tan intenso que pierde su elasticidad, lo que impide que el bebé pueda introducir el pezón en su boca para poder extraer la leche.

Cuando esta inflamación es tan intensa se complica el vaciamiento incluso con sacaleches.

No conviene aplicar calor. Porque el calor dilata los vasos sanguíneos aumentando la presión.

Se puede aplicar frío. Puede aliviar la inflamación, pero mejor después de las tomas y evitando el pezón y la areola. Ya que antes de la toma el frío hace que se contraigan los canales dificultando la salida de la leche y más aún cuando se aplica sobre pezón o areola.

La clave está en vaciar el pecho, pero para lograrlo hay que aliviar la presión en la areola. Esto pude lograrse haciendo presión sobre la areola sin presionar el pezón. Si haces presión mantenida notarás que la areola se ablanda lo que permitirá que pueda amoldarse a la boca del bebé cuando se introduzca en ella. Es lo que puede hacerse cuando al ofrecer el pecho al bebé ves que la areola está tan dura que impide un agarre adecuado.

Antiinflamatorios y remedios naturales

Se pueden usar antiinflamatorios para aliviar la inflamación cuando se acompaña de dolor. A veces se tiene inseguridad para usar medicamentos en una madre que da pecho. Podéis consultar la seguridad de los medicamentos en e-lactancia.org

Otra opción natural que parece ayudar son las hojas de col. Contienen antiinflamatorios naturales. Puede aplicarse una hoja de col sobre el pecho tras la toma y sujetarla con el sostén.

Subida de la Leche Materna tras la Cesárea

Otro de los mitos habituales es que cuando el bebé nace por Cesárea la Lecha tarda más en Subir.

Los problemas tras la cesárea, que puede haberlos, surgen por la separación del niño de su madre. Esto dificulta el vaciado de leche. La solución es reducir esa separación tanto como sea posible. Lo ideal, que el bebé no se separe de la madre. Cuando el bebé tiene acceso a vaciar el pecho desde el principio no hay diferencia en la Subida de la Leche Materna tras un parto o una Cesárea.

¿Mastitis?

Técnicamente podemos decir que en la Subida de la Leche Materna tras el parto hay inflamación en el el Pecho, puede incluso haber febrícula (menos de 38º). Pero no es una Mastitis en el sentido que usamos habitualmente, que es el de infección en el pecho.

La Mastitis real suele cursar con fiebre y lo que la origina es una retención anormal de leche en una zona que se infecta. Es muy rara en los primeros días tras el parto.

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Incontinencia urinaria en el posparto

Incontinencia Urinaria Posparto

Qué hacer para resolver la Incontinencia Urinaria en el Posparto y otras disfunciones del suelo pélvico.

Esta es la segunda colaboración de ensuelofirme.com en nuestra web.

El embarazo y el parto son dos momentos clave en la vida de cualquier mujer, tanto por la multitud de cambios que experimenta en el plano físico, como en el emocional y, sin lugar a dudas, por lo que atañe a la estabilidad e integridad de su suelo pélvico.

Si en la recta final del embarazo, como te contaba en este post  ya era frecuente encontrar mujeres que presentaban escapes de orina al toser o estornudar, el posparto va a ser de nuevo una etapa de riesgo en la que la incontinencia urinaria podrá aparecer o continuar, sumada además a otras posibles complicaciones del posparto, como el dolor al retomar las relaciones sexuales (a menudo provocado por las cicatrices de desgarros o episiotomías practicados en el parto) o la sensación de pesadez en la zona genital (propia del descenso de órganos pélvicos o prolapso).

¿Cómo pueden afectar el embarazo y el parto al suelo pélvico?

El aumento del tamaño del útero, con el crecimiento progresivo del bebé y la placenta, supone un incremento de presión sobre los músculos que cierran la pelvis por su parte inferior, es decir, sobre el suelo pélvico, que ha de contrarrestar este “peso extra” durante los nueve meses de gestación.

Este simple hecho, independientemente de cómo se desarrolle el parto (cesárea o parto vaginal) ya es causa suficiente para el debilitamiento de la musculatura perineal y puede desencadenar una incontinencia urinaria en el posparto.

La manera en que la mujer dé a luz indudablemente también tendrá consecuencias sobre la salud de su suelo pélvico.

Este conjunto de músculos (y otras importantes estructuras) no responde del mismo modo tras un parto natural que instrumental (con fórceps, ventosa, etc.); no sufrirá la misma presión durante unos pujos tumbada y en apnea (aguantando la respiración) que con unos pujos en exhalación y favorecidos por la Ley de la gravedad; no se recuperará igual si ha sufrido una episiotomía o desgarro que si ha sido capaz de elastificarse de forma natural al paso de la cabecita del bebé.

Tanto el aumento de presión mantenido durante la gestación como en el momento álgido del parto puede provocar un debilitamiento y distensión de los músculos perineales, interfiriendo negativamente en:

  • Sus funciones de sostén: el suelo pélvico se encarga de sostener las vísceras pélvicas: vejiga y uretra, útero y vagina, intestinos, recto y ano.
  • Su función de continencia: los músculos del suelo pélvico forman los esfínteres, tanto de la uretra (conducto que comunica la vejiga con el exterior para expulsar la orina) como del ano (de cuyo adecuado cierre depende la continencia de gases y heces). Un fallo en estas estructuras, por debilitamiento muscular o por daño nervioso, puede provocar escapes de orina, incontinencia fecal y dificultad para contener los gases.
  • Su función sexual: unos músculos perineales débiles o hipotónicos, o bien hipertónicos (con un aumento de tensión en estado de reposo) sea por lesión muscular o de los nervios del suelo pélvico, pueden ser el origen de disfunciones sexuales como la aparición de dolor en las relaciones (dispareunia), disminución en la calidad de las mismas, dificultad para llegar al orgasmo, etc.

¿Se puede solucionar la incontinencia urinaria posparto?

En el mejor de los casos, la incontinencia urinaria posparto puede ser transitoria, es decir, resolverse transcurrido un breve periodo de tiempo, una vez que las estructuras pélvicas, los músculos y los nervios perineales recuperan su estado previo al embarazo.

Sin embargo, esto no es lo habitual, y a diario vemos en consulta cómo las mujeres tras haber dado a luz, y a fin de superar la incontinencia urinaria y otras complicaciones asociadas al posparto, necesitan prestar una atención especial a su suelo pélvico durante esta etapa y realizar una reeducación específica de la zona abdomino-pélvica, algo esencial para recuperarse adecuadamente y volver a disfrutar de la vida, en todos los sentidos.

El cuerpo de una mujer durante el posparto viene de sufrir una gran transformación, progresiva, a lo largo de la gestación; pero también súbita, tras el parto. Por ello, necesita la ayuda de determinados especialistas en el cuidado de la mujer durante esta etapa: ginecólogos, matronas y fisioterapeutas de suelo pélvico.

La importancia de la valoración del suelo pélvico en el posparto

Si alguien me preguntara qué me gustaría que me regalasen tras haber dado a luz, sin duda, respondería: una buena rehabilitación del suelo pélvico.

El gran reto en el posparto no es recuperar la talla de pantalón que utilizabas antes de quedarte embarazada. El verdadero reto es lograr que aquellas funciones que tu suelo pélvico realizaba sin que tú fueras consciente, se puedan seguir llevando a cabo.

Retomar tu deporte favorito sin tener escapes de orina, volver a utilizar un tampón durante la menstruación sin que se te caiga, disfrutar de tus orgasmos, practicar la penetración sin sentir dolor, contener las heces o aguantar los gases… pueden ser tarea difícil si tu suelo pélvico sufre una disfunción.

Por ello, una vez transcurridas seis semanas del nacimiento del bebé (ya sea vía vaginal o por cesárea), es necesario acudir a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico que valore el estado de la musculatura abdominal y perineal, y que diseñe un plan de tratamiento para la recuperación integral de la mujer.

Aunque lo ideal sería haber acudido ya durante el embarazo a este profesional, para que valorara nuestros músculos antes del parto y nos diera una serie de recomendaciones tanto para el final de la gestación, como para el día del parto, como para el posparto inmediato y el tardío.

Pero tranquila, si no lo hiciste antes y acabas de ser mamá, en este artículo encontrarás algunas recomendaciones básicas para el cuidado de tu suelo pélvico en el posparto.

¿Cómo puede ayudar la reeducación pelviperineal en la incontinencia urinaria posparto?

En países vecinos como Francia, la seguridad social cubre diez sesiones individuales de fisioterapia para la recuperación posparto. Algo que no es de extrañar, ya que la mayoría de las mujeres presenta algún tipo de disfunción en esta etapa.

Una adecuada valoración abdomino-pélvica, un diagnóstico acertado y un tratamiento profesional por parte de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico son la clave para superar la incontinencia urinaria posparto.

En función del origen de los escapes de orina (bien por debilidad de la musculatura, o por descenso de algún órgano pélvico, o por afectación neurológica), tu fisioterapeuta de suelo pélvico pondrá a tu disposición un amplio abanico de técnicas para paliar y, en la mayoría de los casos, solucionar la incontinencia urinaria.

El uso de herramientas como el biofeedback o la electroestimulación, la práctica de gimnasia abdominal hipopresiva y de ejercicios perineales, el aprendizaje de técnicas de reeducación y entrenamiento vesical, y el mantenimiento de una correcta higiene postural son algunas de las claves para recuperarse, en todos los sentidos, de los efectos que el embarazo y el parto tienen sobre el cuerpo de la mujer.

Tanto si acabas de ser mamá, como si tu bebé ya ha cumplido varios meses de vida, y tienes síntomas de disfunción del suelo pélvico, hazme caso: no te resignes y busca la ayuda de un profesional cualificado.

Tener pérdidas de orina, sentir dolor pélvico o lumbar, ver disminuida la calidad de las relaciones sexuales o cualquier otra anomalía que puedas asociar con tu suelo pélvico no es una consecuencia normal del embarazo o del parto ni un peaje que debas pagar por haber sido madre.

Desde En Suelo Firme trabajamos para ayudar, tanto a hombres como a mujeres, a cuidar su cuerpo de forma integral, con especial atención a la esfera pelviperineal, enseñándoles a conseguir y preservar la salud de su suelo pélvico, en cualquier etapa de la vida, y tengan o no síntomas de disfunción perineal. No te conformes, busca información de calidad y ayuda profesional.

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Displasia de cadera en bebés

Displasia de Cadera en Bebé

La displasia de cadera en bebés es uno de los problemas ortopédicos más conocidos. ¿Qué es? ¿Cómo se diagnostica? ¿Qué soluciones tiene y cómo evoluciona?

¿Qué es la Displasia de Cadera?

Las caderas son la articulación que permite que se muevan las piernas respecto al tronco.

El hueso del muslo, el fémur, tiene una «cabeza» que es redondeada y permite que gire y se desplace en todas las direcciones.

Lo hace sobre un hueco con forma de cuenco, el acetábulo, en las caderas. Cabeza de fémur y acetábulo forman dos esferas (una maciza y otra hueca) que encajan perfectamente permitiendo el movimiento perfecto.

cadera

Pero cuando un bebé nace esos huesos no han acabado de definir su forma. Deben seguir creciendo y al hacerlo irán cambiando de tamaño y de forma hasta alcanzar los definitivos.

Además los ligamentos y la cápsula que envuelven la articulación son muy flexibles en los recién nacidos.

Eso hace que en algunos casos la cabeza del fémur tenga facilidad para salirse del acetábulo. Si ocurre, es lo que llamamos Luxación de Cadera.

Si tiene mucha facilidad para producirse, la entrada y salida frecuente del fémur de su sitio hace que se deformen los huesos conforme crecen. Y eso hace que no tenga la movilidad adecuada. Esa deformidad que impide que el muslo se mueva de forma adecuada es lo que llamamos Displasia de Cadera.

Cuando afecta a una cadera, lo que notamos es que la pierna afectada tiene menos libertad de movimiento que la sana.

Una de las causas más frecuentes de que esto ocurra es cuando un bebé al final del embarazo está encajado de nalgas. Me explico. Al principio del embarazo los bebés flotan libremente en el líquido amniótico. Pero conforme va acercándose el final del embarazo el tamaño hace que cada vez tenga menos libertad de movimiento y empieza a tomar una posición para salir en el parto. Lo habitual es que lo hagan con la cabeza introducida en la pelvis de la madre, para salir de cabeza.

Pero a veces están en la postura contraria y está como sentado sobre la pelvis de su madre. Si siguen en esa postura la postura de los muslos se fuerza hacia arriba y eso puede favorecer que empiece a desarrollarse una displasia ya desde el nacimiento.

¿Cómo se diagnostica la Displasia de Cadera?

A todos los bebés cuando un pediatra los explora se les hace una maniobra (Maniobra de Ortolani) que comprueba si la movilidad es de la cadera es normal y si tiene tendencia a que la cabeza del fémur salga de su sitio. Cuando esta maniobra muestra una cadera inestable decimos que tiene Ortolani Positivo en la cadera (derecha, izquierda o ambas).

Otro signo indirecto de que puede haber un problema de Displasia de Cadera es que los pliegues de las nalgas y los muslos de un bebé no sean simétricos en ambas piernas. Cuando esto ocurre, a veces es porque una de las caderas no está bien. Pero este signo es muy poco fiable y es muy frecuente que realmente no tenga nada.

Cuando tenemos la sospecha de que hay una displasia de caderas, porque el bebé tiene un «Ortolani positivo«, una limitación de la movilidad de la cadera o una asimetría de pliegues evidente, podemos confirmarlo con pruebas de imagen. Hay dos, la Ecografía de Caderas y la Radiografía de Caderas.

Ecografía de Caderas:

Es la prueba de elección para diagnosticar la Displasia de caderas en bebés menores de 6 meses. Pero raramente nos da un diagnóstico claro antes de los 2 meses. En los menores de dos meses la cadera es aún muy inmadura y casi todos los bebés tienen una tendencia leve a que el fémur se salga de su sitio.

Salvo en casos muy claros, hacer la ecografía antes de los 2 meses significa repetirla de nuevo por encima de esa edad para confirmar. Por lo que lo indicado sería hacer la Ecografía en torno a los 2 meses de vida.

Radiografía de Caderas:

Los huesos de un recien nacido son en una parte importante cartílago. Y el cartílago no se ve en una radiografía (sí con la ecografía). Hasta aproximadamente los 6 meses toda la cabeza del fémur sigue siendo cartílago sin calcio. En torno a esa edad empieza a acumular calcio en su centro formando lo que llamamos «núcleo de osificación de la cabeza del fémur». Y es ese punto de hueso incipiente lo que tomamos como referencia para valorar si hay o no una Displasia o Luxación de Cadera.

Por lo tanto, antes de los 6 meses, la Radiografía es inútil para diagnosticar una Displasia de Cadera en un bebé.

¿Qué soluciones tiene y cómo evoluciona la Displasia de Cadera?

Cuando se confirma la Displasia de Cadera mediante las pruebas comentadas antes lo que se hace es intentar que la cabeza del fémur permanezca en su postura adecuada sin salir del acetábulo durante un tiempo.

Si lo conseguimos, el acetábulo irá creciendo envolviendo de forma adecuada a la cabeza del fémur hasta que no pueda salirse de su sitio.

Si no hay luxaciones de cadera repetidas, la tendencia de este problema es a solucionarse.

Para evitar que se produzcan las luxaciones usamos fijaciones que mantienen la pierna en su posición adecuada respecto al tronco. La más conocida es la llamada Férula de Milgram y el Arnés de Pavlik.

Suelen mantenerse durante unos meses, hasta que las pruebas de imagen nos confirman que el acetábulo ha crecido lo suficiente para que la cabeza del fémur no se salga de su sitio.

La evolución es habitualmente muy buena y si se diagnostica a tiempo y se usa bien la férula se curan practicamente todos.

Pero a veces no se ha hecho nada y cuando se diagnostica la deformidad de la cadera es ya importante. Esto ocurre en luxaciones congénitas o en Displasias en niños de más de un año de vida en los que no se ha hecho nada antes. Cuando esto ocurre es a veces necesario operar para reconstruir la cadera. En estos casos los resultados pueden no ser tan buenos.

Por eso es importante el diagnóstico precoz y para lograrlo es necesario realizar revisiones por el pediatra conforme un bebé crece. Es una de las funciones del Control del niño sano.

El doble pañal en la displasia de cadera

Una recomendación frecuente cuando en los primeros meses se sospecha una displasia de cadera es el uso del doble pañal.

Sería una especie de Férula de Milgram «estilo compadre»… Es muy discutida la utilidad de esto y la mayoría de los especialistas opinan hoy en día que es inútil, aunque tampoco es perjudicial.

La férula de Milgram no suele usarse en bebés por debajo de los 2 meses porque también se han visto algunos casos en los que una inmovilización demasiado precoz puede dar problemas. A veces, hasta que se confirma el diagnóstico por Ecografía en torno a los 2-3 meses se recomienda el uso del doble pañal.

Lo que sí es evidente es que por encima de los 2-3 meses el doble pañal es inútil y que si se ha confirmado la Displasia de caderas, por encima de esa edad lo adecuado es el uso de la Férula, no del doble pañal.

La mochila portabebés en la displasia de cadera

Evita la Displasia de cadera usando sólo mochilas ergonómicas

Cuando transportamos un bebé, uno de los sistemas posibles es la mochila portabebés.

Es importante usar una mochila adecuada y usarla bien.

En Teoría:

Mochilas ergonómicas: Hay mochilas que tienen una base estrecha sobre la que asienta el bebé. Esas mochilas dejan las piernas del bebé colgando. Esto es perjudicial ya que favorece que la cabeza del fémur se salga del acetábulo por el propio peso de las piernas. Son el ejemplo de los no recomendados en la imagen anterior.

Lo adecuado son mochilas en las que la base es ancha obligando a que la postura de las piernas sea abiertas en torno al cuerpo de quien le lleva (es la imagen de la derecha). Son lo que llamamos mochilas ergonómicas.

Un error frecuente también es el uso de mochilas no ergonómicas llevando al bebé mirando hacia delante. En esta postura se favorece aún más la salida de la cabeza del fémur de su sitio. Por tanto: No se debe llevar a los bebés en mochila mirando hacia delante.

Las mochilas ergonómicas no tienen este problema porque su diseño hace imposible llevar al bebé en esa posición.”

En la práctica:

No he visto jamás un niño sano en 20 años que haya hecho una displasia de caderas por ir en la mochila mirando hacia delante. Si tu hijo tiene displasia no lo hagas. Pero si es sano hay casos, como los niños de alta demanda en los que es la única posición en la que aceptan la mochila. Cuando es así, hay mochilas ergonómicas para posición anterior.

El tacatá en la displasia de cadera

Poner a un niño en el tacatá hace dos cosas negativas para la Displasia de cadera:

  1. Favorece que el bebé apoye su peso sobre las caderas cuando aún no están preparadas para soportar ese peso.
  2. Si se queda sentado con las piernas colgando, como con las mochilas no ergonómicas, favorece que el peso de las piernas tire del fémur sacándolo de su sitio.

Por tanto está claro: ¡Tacatá No! Pero si tu hijo tiene Displasia de caderas o sospecha de ello ¡¡¡TACATÁ NO!!!!!

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La Fontanela del Bebé

Fontanela del bebé

El cráneo de los bebés es como un puzzle en el que las piezas están creciendo y va encajando conforme lo hacen. Las fontanelas son los huecos que quedan entre esas piezas.

Cuando acabamos el crecimiento nuestro cráneo es un recipiente cerrado en el que quedan sólo unos pocos orificios para la entrada o salida de nervios y vasos sanguíneos. Todo lo demás está cerrado y bien cerrado.

Porqué los bebés nacen con un cráneo abierto

Pero no puede ser así desde el nacimiento.

El tamaño de la cabeza de un ser humano debe crecer conforme lo hace su cerebro.

Y para pasar por el canal del parto la cosa se complica porque la cabeza es mayor que el diámetro de ese canal. El único modo de que pase por ahí es que se deforme.

Por ambos motivos, el cráneo de un recién nacido está formado por huesos que en sus bordes son blandos (con cartílago) y que pueden desplazarse entre sí.

Suturas y fontanelas del cráneo de un bebéQué son las Suturas y las Fontanelas

Cuando vemos el cráneo de un adulto son como piezas de puzzle que encajan perfectamente y se enlazan en una forma (recuerda a una cremallera) que hace imposible su desplazamiento.

Pero al principio los huesos tienen unos bordes redondeados y no coinciden con los de los huesos que los rodean.

Eso hace que entre dos líneas conde contactan huesos del cráneo en un bebé quede una linea que aún no es hueso. Son las Suturas. En ellas el hueso sigue creciendo para permitir que la cabeza aumente de tamaño al ritmo que lo hace su contenido.

Donde coinciden las esquinas de los huesos aparecen las fontanelas. Son el hueco que queda libre por la coincidencia de varias esquinas redondeadas.

La Fontanela mayor

Hay más pero son peor conocidas por los padres. La fontanela mayor o «mollera» es la que encontramos en el centro de la cabeza por encima de la frente. Su forma cuando el niño nace es como un rombo. Es la unión de la esquina de 4 huesos: Los dos que forman la frente y los dos Parietales.

Suele tener un tamaño al nacer de un centímetro más o menos, pero a los pocos días del nacimiento vemos que ha crecido. Esto se debe a que cuando el niño se encaja en el canal del parto para salir los huesos se montan unos sobre otros, y a los pocos días se han desplazado para volver a ocupar su sitio.

Las otras fontanelas son la occipital o Lamboidea (tiene forma triangular), las esfenoidales y las mastoideas. En total 6.

¿Cuándo se cierra la fontanela mayor de un bebé?

Lo habitual es que se cierren entre los 6 y los 18 meses. Cuando lo hacen fuera de estos márgenes puede haber problemas.

Si la fontanela del bebé se cierra demasiado pronto

Hay casos en los que vemos niños con 3 meses o menos que tienen ya prácticamente cerrada la fontanela. Eso es un problema, porque la mayoría de las veces es un indicativo de que el resto de uniones entre los huesos del cráneo también se está cerrando. Y es demasiado pronto. Deberían seguir abiertas para permitir que crezca.

Cuando esto ocurre debemos hacer un seguimiento atento del crecimiento y en algunos casos, cuando vemos que ese crecimiento es claramente insuficiente se necesita tomar medidas: Operación para separar los huesos y permitir que sigan creciendo.

Vuestro pediatra debe seguir ese crecimiento y si se ve que es insuficiente debe ser valorado por el Neurocirujano Infantil.

Si la fontanela del bebé se cierra demasiado tarde

Aquí hay menos problema. En muchos casos es simplemente una variante de la normalidad. Pero a veces es un signo de Raquitismo. Los cartílagos pueden no estar transformándose en hueso porque falta calcio o vitamina D.

Pero no siempre que vemos una fontanela abierta por encima de los 18 meses es debido a un raquitismo. Para eso hay que valorar el resto de signos que acompañan a esta deficiencia de vitamina D: Tibias curvadas hacia dentro (frecuente en los recién nacidos pero que debe estar corregida con 18 meses), rosario costal (es como si las costillas fuesen irregulares y notásemos bultitos en ellas) y deformidades de la cabeza con aplanamiento de la parte posterior.

Cuando hay signos de raquitismo se trata dando un suplemento de vitamina D. Esto es mucho más frecuente en las regiones donde el clima es más sombrío y es bastante poco frecuente en regiones soleadas.

Cuando la fontanela del bebé está abultada

Como la fontanela es una ventana abierta a través de la cual sólo nos separan del cerebro una serie de capas flexibles, podemos verla más abultada o más hundida.

Eso puede ser útil como «chivato» cuando hay algunos problemas que aumentan la presión dentro de la cabeza del bebé. Pero antes de entrar en materia os aclaro para que no os preocupéis sin motivo: La fontanela de cualquier bebé puede abombarse cuando está tumbado o si la cabeza está algo más baja que el resto del cuerpo. Cuando realmente hay un aumento de presión dentro de su cabeza el abombamiento es constante independientemente de la postura en la que esté el bebé y sigue apreciándose con claridad a pesar de que pongamos al bebé en vertical y esperemos un minuto.

Las causas más frecuentes de fontanela abultada en un bebé son:

Hidrocefalia. El cerebro está rodeado de un líquido (Líquido Cefalorraquídeo) que se produce en su interior y debe bajar envolviendo a la médula espinal y se reabsorbe a un ritmo constante. A veces se acumula y aumenta la presión dentro de la cabeza, lo que hace que esta crezca más de lo normal si las suturas y fontanelas están abiertas aún. Cuando esto ocurre debe ser valorado por el Neurocirujano Infantil.

Tras un golpe: Uno de los miedos de cualquier padre o madre si su hijo se golpea en la cabeza es si podrá hacer una hemorragia en su interior. Si ocurriese la presión aumentaría y la fontanela se abombaría de forma evidente y constante. Si esto ocurre tras un golpe debe ser valorado en urgencias del hospital más próximo.

Meningitis: Son cada vez menos frecuentes. Gracias a la vacunación que es cada vez más completa y protege contra los gérmenes causantes de meningitis más habituales, las vemos cada vez menos. Pero cuando hay una infección en un bebé con fiebre y la fontanela está claramente abultada debe ser valorado en el hospital más cercano para descartar la meningitis.

Tumor: Cuando algo crece en el interior de la cabeza de un bebé a una velocidad mayor de lo normal aumenta la presión y la fontanela se abomba. Un abombamiento cada vez más evidente y constante de la fontanela debe ser valorado por el pediatra.

Del mismo modo que un abombamiento puede alarmarnos de que ocurre alguno de los problemas anteriores, una ausencia de ese abombamiento casi lo descarta. De modo que si por ejemplo tras un golpe en la cabeza un bebé está bien y su fontanela está bien, prácticamente descarta que pueda haber una hemorragia importante.

Cuando la fontanela del bebé está hundida.

Al revés que en los casos anteriores, cuando la presión dentro de la cabeza del bebé baja la fontanela puede hundirse. En esto hay dos causas frecuentes:

Simplemente que el bebé esté incorporado. Muchos bebés tienen las capas que forman la fontanela tan flexibles que simplemente con que esté en vertical la fontanela se hunde claramente. Pero el bebé por lo demás está bien.

Deshiratación: Los bebés, cuanto más pequenos son, pueden deshiratarse con facilidad. Cuando esto ocurre uno de los sitios donde se pierde líquido es en el cerebro. Entonces la presión del interior de la cabeza baja y la fontanela se hunde. ¿Cómo diferenciamos esto de lo anterior? En el caso anterior la fontanela suele volver a su posición o incluso se abomba cuando tumbamos al bebé. Mientras que si hay una deshidratación la fontanela permanece hundida incluso si el bebé está tumbado. Pero además habrá otros signos de deshidratación (boca seca, palidez de piel, niño irritable o poco activo…). Ante la duda debe ser valorado por el pediatra.

Golpes en la fontanela del bebé

Una de las exploraciones básicas cuando los pediatras vemos a los bebés es tocar la fontanela porque, como habréis visto, puede darnos mucha información.

Cuando lo hacemos no es raro ver cara de preocupación a algunos padres. Lo que muestra que para ellos es «zona prohibida». No la han tocado nunca.

Y es que una de las típicas frases «de abuela» es: «No le toques la mollerilla que le puedes hacer daño».

Es cierto de que es una zona del cráneo con menos protección, pero no es fácil dañar el cerebro a través de ella. Hay muchas capas de por medio, y tanto esas capas como el contenido son elásticos y no se dañan con facilidad.

Un golpe o una herida en la zona deben ser valorados, pero recordad que tenemos el chivato. Si ha recibido un golpe y la fontanela no se abomba claramente y el bebé está bien, en principio no pasa nada.

Debe ser valorado si hay un abombamiento claro de la fontanela tras un golpe, o si tiene una herida que pueda ser profunda.

Por tocarle, aunque sea con la brusquedad que puede hacerlo a veces un hermano, no suele ocurrir nada.

 

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Pasta al agua para bebés

Pasta al agua para proteger la zona del pañal en bebés

La Pasta al agua es la mejor solución para proteger la zona del pañal en los bebés creando una capa de protección y manteniendo la piel seca.

Lo primero que conviene aclarar respecto a las cremas para proteger la zona del pañal en bebés es que no es necesario aplicarlas si la piel está bien.

Pero que esa zona se irrite es algo muy frecuente, dando lugar a lo que llamamos dermatitis del pañal.

Hay varios tipos de dermatitis del pañal, según estén causadas por hongos, bacterias, una diarrea o una intolerancia o alergia alimentaria.

Dependiendo de su causa el tratamiento es diferente. Pero en todos los casos la aplicación de pastas al agua que protejan la piel irritada es parte del tratamiento.

Además según su origen puede ser necesario aplicar otros tratamientos: Desde eliminar el alimento causante en las alergias o intolerancias hasta cremas específicas para tratar hongos o bacterias según sea el caso.

También es útil usar toallitas lo mínimo posible cuando la zona del pañal está irritada. Y en ese sentido una buena pasta al agua ayuda también porque permite limpiar sobre la pasta al agua sin llegar a frotar directamente la piel mientras sigue reparándose bajo esta protección.

Cosas que no debería llevar una pasta al agua de protección para la zona del pañal

No son lo mismo todas las pastas al agua.

Algunas tienen en su composición sustancias que es mejor evitar porque tienen efectos que pueden ser perjudiciales:

Petroleum. Son sustancias que aíslan muy bien de la humedad pero no dejan transpirar a la piel.

Parabenos. Sustancias de origen vegetal que se usan como conservantes de algunos productos cosméticos. A dosis altas pueden causar efectos similares a algunas hormonas de nuestro cuerpo. Existen alternativas para esta misma función que son más seguras.

Perfumes que pueden generar alergias en la piel del bebé. Lo mejor es que no tengan perfumes.

Corticoides, antifúngicos, antibióticos. Algunas cremas para la zona del pañal llevan incluidos alguno o varios de estos medicamentos. El problema es que usar de forma frecuente cremas con ellos no es inocuo: Altera la capacidad de la piel para defenderse y cicatrizar y puede alterar la flora normal de la piel.

Hay otras cosas que sí pueden ser útiles añadidas a pastas al agua

Pero además de un aceite emulsionado, que es la base de cualquier pasta al agua, se pueden añadir otras sustancias que sí ayudan a la protección y regeneración de la piel:

Óxido de Zinc. Ayuda a la regeneración y mantiene la piel seca.

– El Áloe Vera y la Manteca de Karité pueden aliviar la irritación y protegen la piel ayudando a su regeneración.

– La vitamina F: Reduce la irritación y ayuda a la piel a defenderse.

Resumen.

No es necesario usar cremas en la zona del pañal si la piel está bien.

Cuando no es así, lo mejor de entrada son las Pastas al agua. Pero no todas son iguales, evita las que llevan perfumes, parabenos, petroleum y aquellas que añaden fármacos innecesarios.

A veces junto a la pasta al agua es necesario algún otro tratamiento.

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Obstrucción del conducto lacrimal

Ojo de bebé con legañas

Aprende a distinguir la conjuntivitis de verdad de la obstrucción del conducto lacrimal de los bebés.

Muchos bebés en los primeros meses de vida forman legañas en los ojos y les lloran con facilidad. La gente suele pensar que es una conjuntivitis. Pero en la mayoría de los casos la explicación es una obstrucción del conducto lacrimal.

De hecho a los recién nacidos se les echa unas gotas en los ojos.

El objetivo de estas gotas es evitar una conjuntivitis que algunos pueden sufrir al salir por la vagina de la madre.

Esa conjuntivitis es causa frecuente de ceguera en países subdesarrollados. Pero muy poco frecuente en los desarrollados gracias a esta prevención.

A pesar de eso, muchos bebés durante los primeros meses pueden despertarse con los ojos pegados.

En esos casos hay que diferenciar distintas situaciones:

– Puede levantarse con el ojo pegado, pero sin secreción.

 

ojo cerrado bebe

 

– Puede hacerlo con el ojo pegado y secreción.

 

secrecion ojo bebe

 

Y al abrirle el ojo, tras limpiarle la secreción si la tiene, podemos ver:

– Que tenga la conjuntiva (el blanco del ojo) irritada.

 

conjuntivitis bebe

 

– O que no la tenga irritada, aunque el ojo le llore.

 

ojo bebe lagrima

 

Hay dos causas posibles para todo esto pero que pueden diferenciarse con facilidad:

Obstrucción del conducto lacrimal. El ojo puede estar pegado, a veces con secreción y puede llorarle con facilidad, pero el blanco del ojo no está irritado.

Conjuntivitis. El ojo suele estar pegado y con secreción, y al abrirlo tiene el blanco del ojo irritado.

Obstrucción del conducto lacrimal

El conducto lacrimal es muy fino, y en los bebés más.

Muchos nacen con uno o los dos taponados. El ojo le llora todos los días.

Otros no lo tienen totalmente taponado, pero es estrecho y se atasca con facilidad. El ojo le llora con frecuencia, pero no todos los días.

Suele mejorar poco a poco, y la mayoría lo tienen ya abierto antes de los 4 meses.

Pero si vemos que pasa el tiempo y para los 4-6 meses no mejora, conviene que lo vea el oftalmólogo, por si tienen que abrírselo.

Mientras tanto para intentar que el conducto lacrimal se vaya abriendo solo y evitar que se infecte:

– Cuando tiene secreción al levantarse, échale un poco de suero, deja que se ablande y límpiala con una gasita húmeda. Intenta no frotar demasiado.

– Parece que dar masajes en el huequecito que hay entre el ojo y la nariz puede ayudar a que el conducto lacrimal se abra.

Conjuntivitis

La conjuntivitis es la inflamación del blanco del ojo (conjuntiva).

Puede aparecer como parte de un catarro en el que además de producir moco en la nariz, se irrita el ojo. A veces el mismo moco del catarro sube por el conducto lacrimal hacia el ojo.

Debe valorarlo el pediatra para indicar el tratamiento.

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Rinitis seca del lactante

Rinitis seca del lactante: Nariz congestionada sin moco en bebés.

¿Porqué algunos bebés recién nacidos tienen la nariz atascada, pero no se les cae el moco? Y porqué no es recomendable lavarles ni aspirarles cuando ocurre.

La primera vez que los padres piensan que su bebé recién nacido está resfriado suele ser muy pronto. La mayoría, ya desde el primer día de vida y durante las primeras semanas:

  1. Notan que el bebé no puede respirar bien.
  2. Hace ruido como si tuviese la nariz taponada.
  3. Pero el moco no cae de la nariz y si le hacen un lavado nasal suele salir poca cosa.
  4. El bebé come bien aunque haciendo ruido y estornuda más que tose.
  5. No tiene fiebre y por lo demás el bebé está bien.

Ese bebé no está resfriado, lo único que le sucede es que durante el embarazo la nariz estaba siempre mojada (estaba sumergido en líquido) y desde que ha nacido está en un ambiente más seco y al resecarse la mucosa de la nariz se congestiona, se hincha dificultando el paso de aire, pero con poco moco.

En este caso lo único que hay que hacer es humedecer la mucosa con frecuencia echándole un par de gotas de suero fisiológico en la nariz de vez en cuando y aspirándolo a los pocos segundos, sólo si vemos el moco asomar.

Si no vemos moco, no se aspira.

Porque si aspiramos con frecuencia le da más congestión.

Por lo tanto:

Si tu bebé tiene la nariz atascada, hace ruido al respirar, pero no se le cae el moco, lo único que hay que hacer es echarle un par de gotas de suero fisiológico en la nariz cuando lo veamos más atascado.

Verás que a los cinco minutos respira mejor.

La idea no es lavarle la nariz, sino mojarla.

Sirva esto de ejemplo para que entendamos algo importante.

Los bebés están cambiando constantemente, y muchos de esos cambios que nos pueden parecer preocupantes son en realidad parte de su desarrollo normal.

No os preocupéis tanto y tened la tranquilidad de que muchas «molestias» aparentes son en realidad procesos para los que el propio bebé tiene su solución en su momento. Si no le produce una molestia intensa, no le impide comer ni descansar, en la mayoría de los casos es que no es nada importante en lo que tengamos que interferir.

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Granuloma umbilical

Se le ha caído el cordón y no está seco. Aprende qué hacer si a tu hijo se le cae el cordón umbilical pero el ombligo sigue húmedo. Qué es el Granuloma umbilical y cómo tratarlo.

En algunos casos el cordón se cae y el ombligo sigue húmedo. Esto es mas frecuente cuando:

  1. El cordón se cae demasiado pronto. Lo habitual es que lo hagan entre el 3º y el 10º días.
  2. Si el cordón umbilical es muy grueso. En esos casos suele tardar más en caerse y es más habitual que al hacerlo quede húmeda la base.

En un granuloma umbilical vemos que en el centro del ombligo ha quedado una superficie blanca o a veces algo gris. Es la parte de gelatina del cordón que hay debajo de la piel.

Al igual que la que había por fuera, debe secarse y caerse, pero a veces el cordón cae antes de que esa zona se haya secado del todo.

granuloma umbilical

El problema es que como esa zona queda expuesta y húmeda, es más fácil que aparezca una infección.

¿Qué notamos cuando un ombligo se infecta?

Pensamos en infección si la piel que rodea el ombligo está inflamada, huele mal o tiene secreción como pus.

Tratamiento del Granuloma umbilical

Para evitar la infección, cuando hay un granuloma umbilical, el pediatra suele cauterizarlo aplicando nitrato de plata.

En la mayoría de los casos con una sola aplicación es suficiente. A veces, pasados 2 ó 3 días puede ser necesario aplicarlo de nuevo.

Si finalmente se infecta el ombligo debemos distinguir:

  • Signos locales: El bebé está bien, pero tiene inflamado el ombligo con secreción y huele mal. Es una onfalitis. Lo tratamos con antisépticos o con antibióticos locales. Suele responder bien en menos de 2-3 días.
  • Signos generales: Si además de lo anterior aparece fiebre, malestar o decaimiento en el bebé, debe ser valorado por el pediatra. Ya que a veces desde un ombligo infectado puede extenderse la infección al resto del cuerpo y en un niño pequeño puede ser grave.

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