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Bulto en el Pecho de un Bebé

Bulto en el pecho de un bebé

La presencia de un Bulto bajo el Pezón de algunos Bebés es algo que a veces descubren los padres con preocupación. Os explico cual es su causa habitual.

Durante el tiempo que el bebé ha estado en el vientre materno, a través de la placenta, han pasado gran cantidad de hormonas de la madre a su sangre.

Entre ellas están las hormonas responsables de preparar el pecho para la lactancia. La principal es la Prolactina, que durante el parto aumenta de forma importante. Antes de que se desprenda la placenta pueden pasar dosis altas de prolactina al bebé. Su efecto, como en la madre es estimular el desarrollo de la glándula mamaria.

«Leche de brujas» y mastitis en los bebés

A todos nos suena de los cuentos de nuestra infancia que «las brujas» tienen unos laboratorios llenos de brebajes poco comunes que usan en sus pociones. Se supone que buscan sustancias raras en la naturaleza por sus propiedades mágicas.

En algunas zonas llaman «Leche de Brujas» a la secreción láctea que algunos bebés producen en las primeras semanas de vida. Hasta ese punto puede llegar el efecto de la Prolactina que recibe el recién nacido. Hay bebés, tanto niñas como niños, que pueden llegar a producir leche.

Evidentemente es en una cantidad mínima. Y lo normal, siguiendo el mecanismo normal de funcionamiento del pecho, si no lo vacías deja de producirse.

¿Hay que hacer algo cuando esto ocurre? Pues sí, no vaciar el pecho y tocarlo lo menos posible. El objetivo es no estimular la secreción. Porque como no se va a hacer regularmente y la glándula no está preparada para esa función, es fácil que no drene bien y de lugar a obstrucciones y a veces incluso a mastitis.

En esta fase lo que notamos es que el pecho del bebé adquiere forma, está abultado, y a veces si lo presionamos, por ejemplo al sujetar al bebé boca abajo sobre nuestra mano, mancha una gotita de leche.

Mientras no esté caliente, rojo ni el bebé tenga signos de dolor o fiebre no es necesario hacer nada.

En caso de aparecer dolor o fiebre evidente debe ser valorado por el pediatra por si está empezando a desarrollar una mastitis.

Un bulto en el pecho en los primeros meses de vida

¿Qué ocurre con esa glándula mamaria que había crecido por el efecto de las hormonas maternas?

Pues que se atrofia. Si no se vacía el pecho del bebé, ni se estimula con succión, no va a producir más prolactina. Y ante su falta la glándula se va reduciendo de tamaño hasta hacerse inapreciable.

Pero en los casos en los que el crecimiento fue más llamativo es normal que el tejido atrofiado abulte lo suficiente para ser palpable. Ese bulto en el pecho, bajo el pezón, del tamaño de una lenteja o levemente mayor puede permanecer ahí durante bastantes meses. A veces más de un año.

Es frecuente que un día los padres lo descubran de forma casual al tocar el pezón, notando un bultito por debajo de la piel, que se mueve con facilidad, no parece doler al bebé y que está localizado justo bajo el pezón. En muchos casos acuden preocupados a la consulta del pediatra.

No hay motivo. Mientras ese bulto no sea doloroso, no haya sangrado en el pezón, no tenga inflamación y veamos que con el paso de los días no crece, es simplemente el resto atrofiado de ese crecimiento mamario que tuvo en las primeras semanas de vida por efecto de las hormonas de la madre.

A veces los padres dicen que ha salido hace pocos días. Pero no es real. Creció tras el nacimiento y luego lo que ha tenido es una reducción lenta de su tamaño. Lo que pasa es que a veces no lo habían notado antes o no ha sido evidente hasta que la reducción de la glándula ha hecho el tejido mucho más compacto.

Si no ha habido una mastitis y nadie ha llamado la atención de los padres sobre el crecimiento de las mamas del bebé tras el nacimiento, esta primera fase puede pasar desapercibida y a los padres les cuesta entender la segunda. En ocasiones incluso al explicarlo se ve en sus caras incredulidad. «¿Pero qué me está contando?»

Os aclaro a modo general respecto a bultos. Un bulto que no crece de forma evidente, no duele y no sangra, en la gran mayoría de los casos, corresponde a algo benigno y que es normal en la propia evolución del cuerpo. Pero ante la duda, consulta a alguien con más experiencia: Tu pediatra.

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Herpes Labial en Niños

Herpes Labial en niños

El Herpes Labial es la reactivación de un Virus que la mayoría pasamos de pequeños y reaparece cuando las Defensas Bajan por falta de sueño, estrés…

¿Qué es el Herpes Labial?

Los Herpes son una familia de virus que se reproducen con más facilidad en nervios, piel y mucosas. El más frecuente de ellos es el Herpes Simple. La mayoría de las personas se infecta por él en los primeros años de vida.

Cuando se infectan desarrollan una Gingivoestomatitis herpética y tras superarla el virus se inactiva pero puede reactivarse produciendo el Herpes Labial si las defensas «se despistan» en cualquier momento.

Gingivo-estomatitis Herpética

En la primera infección por Herpes Simple puede aparecer fiebre y unas vesículas en el interior de la boca y a su alrededor que suelen doler bastante.

En el interior de la boca y la garganta su aspecto es el de úlceras blanquecinas. Mientras que en la piel alrededor de la boca lo que aparece son ampollitas con líquido claro. Suelen salir lesiones nuevas durante 3-5 días.

Es en esos primeros días en los que la fiebre sube, en algunos casos puede ser bastante alta. No es raro ver niños que alcanzan con facilidad los 39-40 grados. Como ya os he comentado en otros artículos sobre la fiebre, lo importante para valorar la gravedad de una infección no es lo alta que sea la fiebre sino lo mucho o poco que afecte al estado general. 

El principal problema de la primera infección por Herpes Simple es el dolor que producen las aftas de la boca y la garganta. Ya que dificultan la alimentación del niño. La mayoría de estos niños se tratan en casa. Pero a veces el dolor es tan intenso que impide al niño incluso beber agua o tragar la propia saliva (es frecuente que el niño babee mucho más de lo habitual). Si le notamos la boca seca o muy decaído conviene que sea valorado por si empieza a deshidratarse. Si esto ocurre, a veces se deben ingresar para rehidratarlos por vía intravenosa mientras el dolor cede.

Tras salir las lesiones los 3-7 primeros días la fiebre suele bajar, lo que es un signo de que el cuerpo está ya produciendo defensas contra el virus y lo está eliminando. A partir de ese momento lo que falta es que las lesiones curen, lo que suele ocurrir en 3-5 días más.

Las Aftas de la boca se van volviendo cada vez menos marcadas hasta que desaparecen.

Las Ampollitas de la piel y los labios se secan, forman una costra y al final cae la costra dejando la piel nueva de un tono más rosado que el resto. Pero raramente dejan marcas permanentes.

Lo que sí puede ocurrir es que las ampollas o las aftas se sobreinfecten:

Las aftas si lo hacen suele ser con hongos, Cándida para ser más exactos. Suele notarse porque se forma una capa blanca gruesa que cubre primero las aftas y luego puede extenderse, tapizando la lengua y la mucosa de las mejillas. Si ocurre suele ser llamativo el mal aliento. Puede tratarse aplicando antifúngicos.

En las lesiones de la piel cuando se sobre-infectan lo que vemos es que las costras están húmedas, con un aspecto como miel y van creciendo. Son gérmenes que tenemos sobre la piel y no suelen afectar a la piel sana, pero aprovechan para crecer si encuentran una zona dañada. El tratamiento en este caso es aplicar cremas de antibióticos.

La «calentura» o Herpes Labial

Tras haber pasado esta primera infección por Herpes, el virus se inactiva. Pero en la mayoría de los casos queda latente y si en algún momento las defensas bajan un poco (falta de descanso, coincidiendo con otra infección, estrés…) el virus puede reactivarse apareciendo un afta en la boca o una ampolla en el labio. 

En las recaídas no suele extenderse más. Unas pocas lesiones próximas entre sí y en seguida nuestro sistema defensivo bloquea su crecimiento. Pero la lesión tarda en curar lo que tarda y podemos estar 3-7 días con la molestia.

Si aparece fiebre es debido a otra infección, ya que la reactivación del herpes raramente la produce.

¿Cómo se Contagia en Niños el Herpes Labial?

El contagio del herpes se produce por contacto con la saliva de alguien que está liberando virus.

Los brotes suelen empezar por alguien que en su momento pasó la primera infección y que se quedó con el virus latente. En una situación en la que le bajan un poco las defensas y el virus se reactiva, aparece un Herpes Labial o una Afta (esta no es tan evidente). Durante unos días estará liberando virus en su saliva.

Al hablar (gotitas de saliva salen despedidas de la boca), besar o compartir utensilios de comida la saliva puede contagiar a niños que aún no lo han pasado.

Esos niños que sufren la primera infección por Herpes Simple empiezan a liberar virus incluso durante el período de incubación pudiendo contagiar a otros niños antes de ser diagnosticados o durante la infección.

Dejan de ser contagiosos cuando la fiebre ha cedido y todas las lesiones de la piel ya están secas. Hasta que esto ocurre deberían evitar el contacto con otros niños.

¿Cómo se previene y se trata el Herpes Labial?

Prevención del Herpes Labial

Yo no me agobiaría demasiado con evitar que tu hijo se contagie más que en situaciones especiales en las que esté especialmente débil. Ya que por mucho que hagas es una infección que acabará pasando antes o después.

Tratamiento del Herpes Labial en Niños

Respecto al tratamiento del Herpes Labial, es decir de las recaídas, hay cremas con Antivirales (no son baratas y tampoco son muy efectivas). Aquí voy a dar mi propia experiencia. Yo tengo herpes con cierta frecuencia (2-3 veces al año) y de todo lo que he probado, lo que mejor me va es aplicar Alcohol 70º directamente el día que empieza. En muchos de los casos es aplicarlo 4-5 veces el primer día con una gasa empapada en alcohol y el Herpes Labial desaparece sin llegar a formar costra.

Si aplicáis la crema antiviral no tiene sentido más allá del 3º-4º día de evolución. Y si se sobre-infecta, a partir de ese 3º-4º día lo que hay que aplicar ya es una pomada antibiótica.

Si la costra no se infecta pero sangra con facilidad con los movimientos de los labios, podemos aplicar Vaselina, para que la costra sea más elástica hasta que se caiga.

¿Cuando consultar si veo un Herpes Labial a mi hijo?

Si sabemos que nuestro hijo ha pasado la primera infección por Herpes Simple y un día aparece una vesícula en el labio podemos acudir al pediatra para que nos confirme el diagnóstico. Pero el Herpes Labial, aparte de ser molesto no genera complicaciones serias.

Si aparece fiebre, debe acudir al pediatra para valorar el foco de la fiebre, ya que el Herpes Labial no es la causa, sino un acompañante.

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Púrpuras en niños

Púrpuras en niños

¿Porqué algunos niños empiezan a tener morados de repente sin haberse golpeado? Tiene varias causas posibles y hace falta una analítica para distinguirlas.

Llamamos púrpuras a la aparición de hematomas o morados cuando no nos hemos dado ningún golpe.

Lo primero a dejar claro aquí. No penséis en esto porque veáis un morado en vuestro hijo del que no recordéis qué golpe lo causó. Los niños se golpean continuamente. Y a veces no damos importancia a uno de esos golpes y horas o un par de días después vemos el hematoma y no podemos decir cuando ni cómo se lo hizo exactamente.

Las púrpuras no son como un morado, diferéncialos:

  • En el morado o hematoma, primero hay un golpe que lo causa, se inflama y después vemos que la piel que hay inflamada empieza a oscurecerse. Y se limita a la zona afectada por el golpe.
  • En las púrpuras, no ha habido golpe y lo que vemos es que en pocas horas empiezan a aparecer zonas amoratadas en la piel que se van extendiendo y apareciendo en otras zonas del cuerpo.

¿Qué hacer si aparece una púrpura a mi hijo?

Las púrpuras pueden tener varias causas. Las más frecuentes en niños no necesitan tratamiento y acaban desapareciendo solas, pero hay algunos casos menos frecuentes en los que es necesario poner tratamiento. Por lo que lo aconsejable siempre que vemos una púrpura en un niño es que sea valorado en el servicio de urgencias más cercano.

Allí le harán una analítica de urgencias que en pocas horas nos permite saber la causa de la púrpura y con ello saber si es más o menos importante y si necesita tratamiento.

Tipos de púrpura según el resultado de la analítica.

Cuando hacemos una analítica de urgencias a un niño con púrpura solemos solicitar tres cosas:

  1. Hemograma. Nos dice cómo están las células que forman la sangre. De ellas nos interesan sobre todo los leucocitos (glóbulos blancos o defensas) y las plaquetas (las que se encargan de detener el sangrado cuando algún vaso se rompe).
  2. PCR: Es una sustancia que sube rápidamente cuando hay una infección, y que según su nivel nos puede orientar sobre la intensidad de una infección.
  3. Pruebas de coagulación: Lo que valoran es si algunas sustancias que ayudan a las plaquetas a cortar el sangrado cuando un vaso se rompe están o no funcionando bien.

Los resultados más frecuentes que podemos encontrar son:

Púrpura con todo normal en la analítica. Es lo más frecuente en niños. Es lo que llamamos una vasculitis. Lo que ocurre es que ante una infección (habitualmente un virus) el cuerpo se defiende y a veces los anticuerpos además del virus dañan a los vasos sanguíneos más pequeños (los capilares). Afecta casi exclusivamente al extremo de las articulaciones (donde la circulación es más lenta y es más fácil que los anticuerpos se depositen dando la reacción. Es una reacción que en la mayoría de los casos dura menos de 3 días y después tarda en eliminar los morados lo que cualquier otro hematoma (1-2 semanas). A veces se acompaña de un dolor muy llamativo de tobillos, rodillas o muñecas. No suele precisar tratamiento y habitualmente el niño se va a su casa, recomendándose sólo reposo para evitar que cualquier pequeño golpe genere más hematomas. En algún caso muy intenso puede ponerse tratamiento. Es los que llamamos Síndrome de Schönlein-Henoch. Mucho nombre, pero la mejor opción en una púrpura, y por suerte, la más frecuente con diferencia.

Púrpura con plaquetas bajas. En esta todo está normal menos las plaquetas. Que han bajado claramente.

Es lo que llaman Púrpura Trombopénica Idiopática (PTI). Su causa suele ser una reacción del cuerpo. Ante una agresión (lo más frecuente es una infección causada por un virus), cuando nuestro cuerpo se defiende produce anticuerpos que buscan al virus para destruirlo. En personas predispuestas esos anticuerpos a veces confunden a las plaquetas con el virus. Cuando esto ocurre, el sistema defensivo empieza a destruir las plaquetas del propio cuerpo. El resultado es que pequeños sangrados que en condiciones normales se taponan sobre la marcha y no llegan a ser visibles, se van extendiendo. Lo más frecuente es que aparezcan en las extremidades. Pero pueden hacerlo en cualquier parte del cuerpo. Puede empezar a sangrar la nariz y vemos que el sangrado dura mucho (más de 30 minutos). A veces vemos sangre en la orina (orina oscura como Coca-cola) o en la caca. Este caso precisa tratamiento para reducir la reacción defensiva del cuerpo que está destruyendo, por error, las plaquetas.

Quedan las dos opciones más graves, y por suerte las menos frecuentes. Ni las nombro en este momento (sé que hay gente muy alarmista y no quiero contribuir a eso en esta web).

Si estás leyendo esto antes de ir a urgencias, simplemente te recomiendo que vayas a que le hagan la analítica. Y que no lo dejes para mañana. 

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Pénfigo del recién nacido

pénfigo en el recién nacido

Algunos bebés tienen ampollas en la piel al nacer: Es lo que llamamos Pénfigo del recién nacido. ¿Qué aspecto tiene? ¿Es grave? ¿Cómo podemos tratarlo?

Algunos niños al nacer tienen el cuerpo cubierto de ampollas superficiales. Son como pequeñas burbujas circulares de pocos milímetros. Pueden tener un contenido que parece pus. Y a veces vemos restos de algunas de esas burbujas que se han abierto ya y de las que sólo quedan pequeños circulitos en la piel como si se hubiese descamado.

pénfigo bebé

Hay varias causas posibles. En algunos casos es debido a alguna infección. En otros la madre tiene una alteración de la piel producida por anticuerpos que pasan por la placenta y producen esa reacción en la piel del bebé.

El pediatra debe diferencias las distintas causas. Y para hacerlo, a veces se realizan analíticas de sangre al recién nacido.

En algunas es necesario tratar la infección causante.

En otros casos solo es necesario evitar la sobreinfección, ya que el resultado es que tiene una piel que está dañada y puede servir como vía de entrada a infecciones.

El tratamiento que solemos usar para favorecer que las ampollitas se sequen sin infectarse es un antiséptico. Disponemos de muchos, pero el que solemos usar para esto es el Permanganato Potásico 1/10.000. Es un antiséptico que elimina las infecciones de la piel y la reseca un poco. Suele ser suficiente con aplicarlo una o dos veces al día durante los primeros días de vida.

En su mayoría desaparecen sin dejar marcas en menos de una semana tras el nacimiento.

No deben usarse para esto antisépticos a base de iodo (como el betadine). Estos antisépticos están contraindicados en los recién nacidos, porque pueden absorberse con facilidad y alteral el funcionamiento del tiroides. Tenemos opciones alternativas de sobra hoy en día para no usarlos al menos en los 3 primeros meses de vida.

En los casos más leves, mejora incluso sin necesidad de aplicar nada en los primeros días de vida.

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Costra láctea

Costra láctea o dermatitis seborreica del lactante.

Costra láctea en bebés. Una erupción muy llamativa, pero que no tiene mucha importancia más que desde el punto de vista estético.

Lo que veis en la fotografía es la cabeza de un bebé de 3 meses con costra láctea.

Como podéis apreciar es una erupción costrosa de color amarillento, que se acumula más en las zonas con pelo de la cabeza. Es decir en el cuero cabelludo y en las cejas.

También es más llamativa en los surcos tras las orejas.

Es frecuente que aparezca también con «granitos» en la cara y la parte superior del tronco.

Estos «granitos» tienen el aspecto de las espinillas que aparecen en la pubertad. Puntitos rojos con relieve, algunos con la puntita amarillenta.

Todo en su conjunto es lo que se conoce como dermatitis seborreica del lactante.

Costra láctea muy llamativa con costras descamando

Se produce por el aumento de producción de grasa en la piel a causa de las hormonas sexuales que la madre pasó a su hijo a través de la placenta. Estas hormonas se mantienen activas en la sangre del bebé durante los primeros meses de vida, teniendo etapas en las que la costra láctea y las demás manifestaciones de la dermatitis seborreica son más evidentes y otras en las que casi desaparece. Todo ello sin aplicar tratamiento.

Dermatitis seborreica en el cuero cabelludo de un lactante. Costra láctea

Las costra láctea se producen porque la grasa producida en exceso hace que se queden pegadas las células muertas de la piel, que en condiciones normales se descamarían.

Tratamiento de la costra láctea

La única importancia que suele tener es la estética. Y si se decide poner tratamiento en algunos casos en sólo por eso. Lo que suele usarse para eliminar la costra láctea son aceites que disuelven la costra ayudando a que se descame.

Es habitual que los niños con costra láctea más llamativa tengan algún ganglio inflamado en la nuca. Es a veces motivo de consulta cuando los padres lo descubren.

En realidad la explicación es sencilla. Los ganglios están en muchas zonas de nuestro cuerpo. Son los encargados de aumentar la producción de defensas de una zona concreta. Y estos ganglios de la nuca son los encargados de la defensa del cuero cabelludo. Con lo que, cuando la piel está alterada, como en el caso de la costra láctea, son muchos los gérmenes que intentan penetrar esa zona y el sistema defensivo debe actuar con más frecuencia, haciendo que los ganglios encargados de defender la zona aumenten de tamaño.

Lo que notamos es que al tocar en la nuca a la altura de las orejas puede presentar uno o varios bultitos por debajo de la piel. Suelen tener un tamaño de en torno a un centímetro y notamos que podemos moverlos por debajo de la piel. Como os digo, no os preocupéis por ellos. Pueden seguir ahí incluso meses después de que desaparezca la costra láctea.

Estos ganglios pueden aparecer también en niños sin dermatitis seborreica del lactante.

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Picaduras de mosquitos en niños

Las picaduras de mosquitos en niños pueden ser una preocupación especialmente durante las vacaciones.

Hemos tratado en otros artículos las picaduras por abeja y por avispa, que suelen ser mucho más agresivas. Pero sin duda, la picadura más frecuente en niños es la de mosquitos o zancudos.

A diferencia de la avispa y la abeja, los mosquitos no inyectan veneno cuando nos pican. La abeja y la avispa pican para defenderse, por eso el veneno es una ventaja. Pero en el mosquito, es su forma de alimentarse. Le encantaría picar sin que nos diésemos cuenta y poder alimentarse a gusto.

Cuando nuestro cuerpo sufre una agresión activa algunos mecanismos de defensa. La picadura de mosquito no es una excepción.

Lo primero que notamos cuando nos pica un mosquito es el pinchazo. De eso nos avisan nuestros nervios de la piel. Igual que nos avisarían si nos estuviésemos clavando una astilla.

Pero el mosquito cuando pica y llega al vaso sanguíneo del que nos chupa la sangre inyecta su saliva. Lo hace porque ha perforado el vaso. Y cuando eso pasa se activa nuestra coagulación.

Al mosquito no le interesa que «le cierren la tubería» y en su saliva tiene sustancias que inactivan la coagulación. Su efecto es muy localizado, pero es algo que el cuerpo reconoce como extraño y reacciona contra esa saliva del mosquito. Es la defensa a los componentes de la propia trompa del mosquito y de sus saliva lo que desencadena el picor y la inflamación en las picaduras.

Lo que ocurres a veces es que la reacción no es tan local. Como esas sustancias pasan a sangre, a veces se distribuyen por el organismo y pueden aparecer reacciones alejadas de la picadura. Dependiendo de lo sensible que sea cada persona a estas sustancias inyectadas por el mosquito la reacción puede ser mucho más o mucho menos intensa:

  • Hay quien sólo tiene una leve irritación en el sitio del pinchazo y que pasa en pocas horas. Lo habitual.
  • Y quien puede hacer a partir de una sola picadura una reacción que afecte a todo el cuerpo de forma intensa. Por suerte, raro.

picadura de mosquito, ojo hinchado

Un caso concreto, picaduras de mosquito cerca de los ojos

Los párpados son una piel muy flexible. Eso hace que puedan hincharse con facilidad. Cuando hay una picadura cerca de los ojos es frecuente que los párpados del ojo más cercano se inflamen de forma llamativa. Es un motivo frecuente de consulta que un niño se haya despertado con los párpados de un ojo hinchado.

La diferencia con una conjuntivitis, es que el blanco del ojo (la conjuntiva) no está inflamada.

Suele ser más visible por las mañanas porque las picaduras son frecuentes de noche durante el sueño, pero además porque cuando se está tumbado es más fácil acumular líquido en los párpados.

Mejoran a lo largo del día y suelen estar de nuevo un poco peor a la mañana siguiente. Pero no os preocupéis. Hay que distinguir esto de una Celulitis periorbitaria, que sí es algo más serio. La principal diferencia entre picadura y celulitis es que en esta última hay dolor y habitualmente fiebre.

Cómo evitar las picaduras de mosquito en niños

Lo primero a aclarar es que a todos, antes o después nos pican. Y sólo hay dos casos en los que esto es preocupante:

Personas alérgicas. Me refiero a muy alérgicas.

Zonas tropicales. En las que algunos mosquitos pueden transmitir enfermedades como el Paludismo o la fiebre amarilla.

Existen muchos métodos para ahuyentar a los mosquitos o zancudos:

– Esencias de plantas: En el mediterráneo se han puesto siempre macetas de geranios en los balcones porque alguna de sus esencias no les gustan a los mosquitos.

– Ultrasonidos. Los mosquitos tienen unas antenas que captan frecuencias diferentes a las de nuestro oído. Son ruidos mucho más agudos de los que nosotros podemos escuchar. Pero al mosquito le resulta tan molesto como a nosotros el sonido de un claxon de camión en el oído. El problema es que no todos los mosquitos escuchan las mismas frecuencias. Con lo que puede haber mosquitos «sordos» para la frecuencia de nuestro ahuyentador, y que por tanto pasan de él.

Ningún método es efectivo al 100%. Otro método son las mosquiteras. Pero hay que usarlas bien, evitando «atrapar» al mosquito dentro.

¿Qué hacer si a un niño le pica un mosquito o zancudo?

En los casos en los que conocemos que su alergia a la picadura es muy intensa, conviene tener medicación especial para estos casos (te la indicará tu médico en función de la gravedad de su caso).

En niños normales suele bastar con:

Cremas locales: Hay cremas de anti-histamínicos y de corticoides. Yo prefiero las segundas. Algunas cremas de anti-histamínicos en algunas personas pueden provocar quemaduras con el sol.

Anti-histamínicos orales: En jarabe. No tienen el problema de las cremas y son efectivos reduciendo la reacción alérgica y especialmente calmando el picor. Yo suelo recomendar los más antiguos, porque tienen un efecto secundario muy útil: dan sueños. Todos sabemos que de noche el picor es una auténtica tortura para dormir. Estos anti-histamínicos más antiguos aumentando un poco la dosis, calman el picor y dan sueño.

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El niño que se muerde las uñas

Qué problemas puede generar que un niño se muerda las uñas y cómo conseguir que deje de hacerlo.

Todos tenemos ciertas conductas que hacemos cuando nos sentimos nerviosos o aburridos. Hay quien come, quien se toca el pelo, quien se chupa el dedo, se toca la oreja, se balancea, se arranca el pelo, se rasca, se presionan granos… Y quien se muerde las uñas.

Son conductas que se vuelve cada vez más arraigadas conforme se hacen una y otra vez.

Con el tema de las uñas sabemos que hay montones de adultos que siguen haciéndolo y es una conducta que puede resultar más difícil de erradicar que dejar de fumar. A fin de cuentas si no compras tabaco no fumas, pero las uñas siguen creciendo y «siempre están a mano».

Qué problemas pueden dar que un niño se muerda las uñas.

El que más suele preocupar a los padres es el estético. No está bien visto en nuestra sociedad hacer evidente nuestro nerviosismo. Entre otras cosas porque se interpreta que nos hace vulnerables. Este, aunque tiene la importancia que queramos darle, sé que es lo que más agobia a muchos padres.

Aspecto de las manos. También desde el punto de vista estético, unas uñas mordidas son un marcador evidente y siempre visible de este tipo de carácter y «no quedan bonitas».

Molestias. La mayoría de las personas que se muerden las uñas tienen heridas en torno a las uñas, porque suelen pasarse. Esas heridas no suelen causar infecciones importantes, pero a veces son muy molestas y sobre todo son muy persistentes.

Lombrices. Bajo las uñas se deposita suciedad. Cuando los niños juegan en la tierra, la acumulan en sus uñas y al comérselas se comen también la tierra en la que están los huevos de las lombrices. Por este motivo los niños que se muerden las uñas son especialmente propensos a tener lombrices.

¿Apendicitis? El apéndice es como un saco que sale de nuestro intestino. No se tiene muy claro cómo aparece la apendicitis en todos los casos. Pero en algunos casos es la entrada de un cuerpo extraño en el apéndice y la irritación que produce en él lo que desencadena la apendicitis. En algunos casos se encuentra un trozo de uña ahí. Es evidente que hay gente que lleva años y años mordiéndose las uñas sin tener una apendicitis. Os lo comento porque suele decirse.

Qué puedo hacer para que mi hijo deje de morderse las uñas

Como decía al principio, morderse las uñas es una conducta para disipar la ansiedad. ¿Qué pasa cuando no podemos hacer esa conducta durante un tiempo? Que la sustituimos por otra.

Y ¿cómo hago que no pueda morderse las uñas durante un tiempo suficientemente prolongado? Pues cubriéndolas de forma que no estén accesibles.

Modificar conductas es más fácil cuanto menos tiempo llevan haciédose, por lo que te recomiendo hacer esto cuanto antes si tu hijo se muerde las uñas:

  • Si es mayor hace falta que él quiera usar el sistema. Si es más pequeño dile que como se muerde las uñas, se está haciendo «pupa» y hay que ponerle tiritas.
  • Con esparadrapo del de toda la vida (el marrón pegajoso) lía cada uno de los dedos cubriendo todas las uñas. Este esparadrapo es difícil de quitar y las uñas quedan fuera de su alcance.
  • Cambia el esparadrapo una o dos veces al día. Si está más o menos bien puede dejarse algo más. Debe tenerlos puestos tanto de día como de noche. Se los quitas para el baño y vuelves a ponérselos después.
  • Mantenemos esto durante un par de semanas. La mayoría de los casos, si en dos semanas no pueden morderse las uñas cuando están nerviosos o aburridos, buscan un sistema alternativo para disipar la ansiedad. Y en ese tiempo las uñas habrán crecido hasta un tamaño normal y se habrán curado la heridas que se hubiesen creado a su alrededor por morderse.
  • Si tras retirar los esparadrapos a las dos semanas vuelve a morderse las uñas, prolongamos una semana más.

Los típicos líquidos o lacas de uñas con mal sabor no suelen servir.

En niñas adolescente a veces funciona bien poner uñas postizas (aunque las hay que se muerden hasta las postizas).

 

 

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El virus Boca Mano Pie

El virus boca mano pie es uno de esos que hace estragos en las guarderías. Es muy contagioso, pero no grave.

Hay varios virus que pueden causar cuadros similares, pero el típico suele causarlo el virus Coxackie A16.

Se transmite por la respiración, por saliva, heces… Y es bastante contagioso.

Desde que se tiene el contacto hasta que aparecen los síntomas suelen pasar de 3 á 7 días.

Suele empezar con fiebre, a veces alta y resistente, malestar general, pérdida de apetito y mucosidad. Pero uno o dos días tras la aparición de la fiebre, surgen las ampollas. Suelen concentrarse en la boca y garganta, haciendo que el niño coma peor y con dolor. Y también por la piel, concentrándose más alrededor de la boca y el ano, en las manos y en los pies.

Pueden salir lesiones nuevas durante 3-5 días y tardan en desaparecer de 3 á 5 días más.

Tratamiento del virus boca mano pie:

Pues no tiene. Es decir, no hay nada que lo acorte o cure. Pero cura sólo: Cuando el cuerpo produce defensas contra el virus y lo elimina.

Eso no quiere decir que no podamos hacer nada. En medicina no todo es curar, podemos aliviar. Esta infección es bastante molesta, duele y evita que el niño coma bien. No podremos curarlo, pero podemos hacerle menos desagradable el trance.

Lo que hacemos es combatir los síntomas:

Fiebre y dolor: Podemos darle analgésicos y anti-térmicos. En esta infección el ibuprofeno y el metamizol suelen ir bien (mejor que el paracetamol, porque calma mejor el dolor). Lo usamos si la fiebre supera los 38º o si aunque no tenga fiebre, tiene malestar o dolor significativo.

En las ampollas de la piel, para evitar que se infecten con otros microbios de la piel podemos aplicar clorhexidina en spray 3-4 veces al día. Puede aplicarse también alrededor del ano y en genitales si salen.

Si las aftas de la boca son muy molestas se pueden usar geles de ácido hialurónico para cubrirlas y aliviar las molestias. Se puede aplicar tantas veces como se quiera al día directamente sobre las aftas. Lo que hace es pegarse a la lesión cubriéndola y favoreciendo la cicatrización.

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Vacuna triple vírica en niños: Sarampión, paperas y rubeola

Vacuna triple vírica, sarampión, rubeola, paperas.

La triple vírica (paperas, sarampión y rubeola) es la vacuna más polémica del calendario vacunal por el temor a efectos secundarios.

Esta vacuna protege contra tres virus:

Sarampión: Antes de la aparición de esta vacuna, en Estados Unidos (es donde hay estadísticas fiables) producia decenas de miles de muertes. En la actualidad no llegan a unas decenas. Es una de las enfermedades productoras de erupciones en la piel con fiebres altas, pero que además puede dar como decimos complicaciones graves y muertes.

Rubeola: Es otra enfermedad parecida al sarampión aunque más leve. Su inclusión en el calendario vacunal es más por los riesgos de malformaciones fetales que puede producir si afecta a una mujer embarazada.

Parotiditis: En niños produce una inflamación de las parótidas (glándulas que producen saliva a los lados de la boca). Pero en hombres adultos puede producir una inflamación de los testículos y esterilidad.

El mayor problema era que uno de sus componentes era una sal de mercurio (Thiomersal) que algunos relacionan con la aparición de problemas neurológicos en niños (como el autismo). En EEUU y la Unión Europea se ha eliminado de la composición de la vacuna, ya que se sabe que genera rechazo en muchos padres y al ser dosis individuales no es necesario usarlo como antiséptico.

Hace pocos años en Granada tuvimos un brote de sarampión en una zona en la que el porcentaje de niños no vacunados era más alto de lo normal. Y no estaban vacunados por elección de los padres.

La pauta para ponerla no es inamovible:

En el calendario vacunal unificado de España se pautan dos dosis: al año y a los 3-4 años.

No es por nada, pero puestos a hacer un calendario vacunal único, no les hubiese costado tanto poner una sola fecha. eso de 3-4 años es algo que va a generar confusión y que muchos niños acaben no poniéndose la segunda dosis.

No debemos vacunar a un niño si está enfermo con una infección. Que acabe primero con la infección que tiene y ya le enseñaremos después a defenderse de las otras. Cuando eso ocurre, retrasamos la dosis hasta que mejora y las demás se retrasan en el mismo tiempo que ha sido necesario.

En cuanto a reacciones adversas de esta vacuna, puede causar fiebre en torno a la segunda semana tras la vacunación y a veces aparecen los granitos típicos de rubeola o sarampión, pero leves. Lo más frecuente es que no pase nada o que se inflame un poco el lugar donde se pinchó.

Si se hincha podemos poner frío los primeros días y dar un analgésico (Apiretal o Dalsy) al niño si duele mucho o tiene fiebre.

No hay que dar apiretal ni ningún otro analgésico antes de las vacunas como prevención.

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Vacuna meningococo C en niños

Es una vacuna que ha reducido mucho la frecuencia de Meningitis en España y está incluida en calendario vacunal.

El Meningococo C era uno de los microbios que con más frecuencia causaban meningitis y sepsis antes de que se introdujese la vacuna en el calendario vacunal. Los otros gérmenes causantes de meningitis que tienen vacuna son el neumococo, el hemófilus tipo b y el meningococo B. Algunas de estas infecciones son potencialmente mortales. Desde su introducción en el calendario vacunal su frecuencia ha caido de forma muy importante.

Es por tanto una vacuna en la que la relación entre riesgo y beneficio es clara a favor de la salud de los niños. Y por tanto se la recomiendo a todos los padres, al igual que yo en su día se la puse a mi hijo.

La pauta para ponerla no es inamovible:

En el calendario vacunal unificado del Ministerio aparecen 3 dosis: A los 2 meses, 12 meses y 12 años.

No debemos vacunar a un niño si está enfermo con una infección. Que acabe primero con la infección que tiene y ya le enseñaremos después a defenderse de las otras. Cuando eso ocurre, retrasamos la dosis hasta que mejora. Como la separación entre las dosis es amplia, si se produce un retraso de una dosis en unas cuantas semanas, no afecta a las fechas en las que pondremos las otras dosis.

En cuanto a reacciones adversas de esta vacuna, lo más frecuente es que no pase nada o que se inflame un poco el lugar donde se pinchó.

Si se hincha podemos poner frío los primeros días y dar un analgésico (Apiretal o Dalsy) al niño si duele mucho o tiene fiebre.

No hay que dar apiretal ni ningún otro analgésico antes de las vacunas como prevención.