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Pasta al agua para bebés

Pasta al agua para proteger la zona del pañal en bebés

La Pasta al agua es la mejor solución para proteger la zona del pañal en los bebés creando una capa de protección y manteniendo la piel seca.

Lo primero que conviene aclarar respecto a las cremas para proteger la zona del pañal en bebés es que no es necesario aplicarlas si la piel está bien.

Pero que esa zona se irrite es algo muy frecuente, dando lugar a lo que llamamos dermatitis del pañal.

Hay varios tipos de dermatitis del pañal, según estén causadas por hongos, bacterias, una diarrea o una intolerancia o alergia alimentaria.

Dependiendo de su causa el tratamiento es diferente. Pero en todos los casos la aplicación de pastas al agua que protejan la piel irritada es parte del tratamiento.

Además según su origen puede ser necesario aplicar otros tratamientos: Desde eliminar el alimento causante en las alergias o intolerancias hasta cremas específicas para tratar hongos o bacterias según sea el caso.

También es útil usar toallitas lo mínimo posible cuando la zona del pañal está irritada. Y en ese sentido una buena pasta al agua ayuda también porque permite limpiar sobre la pasta al agua sin llegar a frotar directamente la piel mientras sigue reparándose bajo esta protección.

Cosas que no debería llevar una pasta al agua de protección para la zona del pañal

No son lo mismo todas las pastas al agua.

Algunas tienen en su composición sustancias que es mejor evitar porque tienen efectos que pueden ser perjudiciales:

Petroleum. Son sustancias que aíslan muy bien de la humedad pero no dejan transpirar a la piel.

Parabenos. Sustancias de origen vegetal que se usan como conservantes de algunos productos cosméticos. A dosis altas pueden causar efectos similares a algunas hormonas de nuestro cuerpo. Existen alternativas para esta misma función que son más seguras.

Perfumes que pueden generar alergias en la piel del bebé. Lo mejor es que no tengan perfumes.

Corticoides, antifúngicos, antibióticos. Algunas cremas para la zona del pañal llevan incluidos alguno o varios de estos medicamentos. El problema es que usar de forma frecuente cremas con ellos no es inocuo: Altera la capacidad de la piel para defenderse y cicatrizar y puede alterar la flora normal de la piel.

Hay otras cosas que sí pueden ser útiles añadidas a pastas al agua

Pero además de un aceite emulsionado, que es la base de cualquier pasta al agua, se pueden añadir otras sustancias que sí ayudan a la protección y regeneración de la piel:

Óxido de Zinc. Ayuda a la regeneración y mantiene la piel seca.

– El Áloe Vera y la Manteca de Karité pueden aliviar la irritación y protegen la piel ayudando a su regeneración.

– La vitamina F: Reduce la irritación y ayuda a la piel a defenderse.

Resumen.

No es necesario usar cremas en la zona del pañal si la piel está bien.

Cuando no es así, lo mejor de entrada son las Pastas al agua. Pero no todas son iguales, evita las que llevan perfumes, parabenos, petroleum y aquellas que añaden fármacos innecesarios.

A veces junto a la pasta al agua es necesario algún otro tratamiento.

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Pekemito: La leche materna no alimenta

Grietas en el pezón durante la Lactancia Materna

Uno de los mitos más extendidos: Por encima de los «x» meses la leche materna ya no alimenta y es mejor dejar el pecho y dar biberón si el niño no gana peso.

En los últimos años se está recuperando la «Cultura del Pecho». Esto significa que por desgracia la generación anterior de madres vivió una época en la que paradógicamente la extensión de la Pediatría significó una desinformación en muchos aspectos.

Hay quien opina que fue algo interesado promovido por las empresas productoras de leche artificial. Yo creo que el motivo fue otro.

La Pediatría es una especialidad médica joven. No por los pacientes a los que tratamos, sino porque no tienen la antigüedad de otras. En España hasta hace unos 60 años no existían los pediatras de forma general. Había médicos especialistas en niños. Pero la mayoría de los niños eran atendidos por médicos generales. De hecho fuera de España son muchos los países donde no hay pediatras de atención primaria.

Pero la aparición de la atención primaria en Pediatría ha sido muy positiva. Tenemos una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo.

El problema es, y es aquí donde la perjudicada fue la lactancia materna, que se entendió que para ganar credibilidad como especialidad médica había que hacerlo todo muy científico. Y en esa época ser científico era poner cifras a todo.

Cifras que se definían y algunos siguen definiendo en lactancia materna

Tiempo entre las tomas de lactancia materna. Se instauraron pautas rígidas recomendando no dar el pecho antes de «3 horas».

Tiempo en cada pecho. Se decían cosas como que no había que dejar al bebé tomar un pecho más de 10-15 minutos.

– Se llegó incluso a recomendar pesar al bebé antes y después de cada toma para saber lo que comía y suplementar si no se alcanzaba la cantidad «necesaria» según tablas de «aportes necesarios».

Ganancia de peso adecuada. Por debajo de la cual habría que suplementar o sustituir la lactancia materna por artificial.

La realidad respecto a todas estas cifras es que son falsas. Como lo son aplicadas a muchas otras cosas cuando hablamos de seres vivos (horas de sueño, cantidad de comida, capas de ropa…).

Hay que entender que somos seres vivos, y como tales debemos adaptarnos a ambientes y circunstancias cambiantes. Nuestro cuerpo tiene mecanismos de autorregulación para dirigir esos cambios. De modo que independientemente de patrones simplistas unas veces tenemos más hambre, más sueño o más frío y otras menos. Y lo razonable es no oponernos a esos mecanismos de regulación más que cuando tenemos evidencia de que no funcionan bien.

La época en la que se interfirió la lactancia materna con cifras es la época de declive de la lactancia. Simplemente porque se impedía que la lactancia materna adaptase su producción a las necesidades del niño y eso hacía que más pronto que tarde se hiciese insuficiente.

Edad a la que dejar de dar pecho. Que es el tema que nos ocupa hoy.

¿Cuándo deja la lactancia materna de ser un alimento adecuado?

Voy a ser simple. ¿Cuándo deja de alimentar la leche de una vaca lechera? ¿6 meses después de que empiece a producir leche? ¿Un año después? ¿Dos?

¿Sabéis cuanto hace que la produce la vaca cuya leche compras en el supermercado? ¿Te preocupa? ¿O es simplemente leche?

Pues eso.

La composición de la leche materna cambia desde que el niño nace. Al principio es el calostro, con unas características más acordes a la necesidad del Recién nacido. Y luego va evolucionando a lo que llamamos leche madura.

Pero una vez que se alcanza esa «leche madura» se mantiene su composición mientras mantengamos la lactancia materna. Igual que se mantiene de forma estable la composición de la leche de cualquier mamífero (incluida la vaca, la oveja o la cabra que se ordeñan con regularidad).

Pero algunos dicen que llega un momento en que la leche materna va perdiendo propiedades y deja de ser adecuada para alimentar al niño.

No es raro aún (por desgracia) que lleguen madres a la consulta a las que a partir de los 3-6 meses han recomendado dejar el pecho y sustituirlo por leche artificial porque el bebé está ganando menos peso… Y se les ha dicho que el pecho ya con esa edad no les alimenta.

Ideas que no se tienen en cuenta cuando se dice algo así:

Cuando un bebé crece la ganancia de peso de cada semana se va reduciendo, por eso son curvas de peso, no líneas rectas de peso. Esto ocurre sea cual sea la alimentación del bebé.

Por encima de los 4-5 meses algunos bebés ya no suben de peso de forma regular, sino en pequeños saltos. Pueden pasar algunas semanas con una ganancia «muy escasa» y de repente en una sola subir «más de lo normal». De nuevo es algo normal sea cual sea su alimentación.

La recomendación de enriquecer la lactancia materna con alimentación complementaria con otros alimentos por encima de los 6 meses no nace de que el pecho pierda propiedades. Sino de que hay ciertos nutrientes (el más conocido es el hierro) que el bebé adquirió durante el embarazo a través de la placenta y el pecho aporta en cantidad insuficiente para poder mantenerse de por vida. Esto no es un fallo del pecho, está diseñado para alimentar adecuadamente de forma exclusiva al bebé durante los primeros meses de vida. Pero somos omnívoros, no lactantes perpetuos. Eso no significa que la leche materna deje de poder competir por encima de cierta edad con cualquier otra leche y ser la mejor. Sino que necesitamos una dieta más variada. Por eso los preescolares que rechazan la comida y sólo toman leche tienen problemas de nutrición. Pero da igual que sea materna o de otro tipo. Es que por encima de cierta edad tomar sólo leche no es suficiente.

Sustituir la leche materna por leche artificial no soluciona nada y puede generar problemas. Si un bebé tiene problemas tomando pecho por falta de nutrientes podemos plantearnos solucionar los problemas que hacen que el pecho no sea suficiente, si no se resuelve podemos suplementar (si se hace bien, la mayoría de los casos se hace de forma transitoria para reforzar al niño y una vez que toma mejor, podemos potenciar el pecho para prescindir del suplemento). Pero lo que en ningún caso es una solución es suspender el pecho. La composición de la leche artificial no supera a la leche materna, y puede ser origen de alergias o intolerancias. No tiene sentido cambiar un alimento mejor tolerado por otro que no sabemos cómo tolerará.

Resumiendo: Que la leche materna es el mejor alimento para un bebé durante los primeros meses de vida, y una vez que se introduce alimentación complementaria sigue siendo la mejor leche que puede tomar un niño mientras madre e hijo decidan seguir con la lactancia materna.

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El bebé de alta demanda afectiva

Bebés de Alta demanda

Hay bebés de alta demanda, que piden continuamente ser atendidos, alimentados, entretenidos, ¿Es así por su propio carácter o es que lo hacemos todo mal?

Son niños que se caracterizan por lo que sigue:

-Pide comida continuamente:

Suele hacer tomas muy cortas pero muy frecuentes.

– Pide afecto continuamente:

Tolera muy mal la separación de los padres. Especialmente de la madre.

– Exigente:

Tiene crisis de llanto exigente. Pide la satisfacción inmediata de sus necesidades. Calmándose momentáneamente en cuanto es atendida.

– Carácter fuerte:

Cuando quiere algo no para hasta conseguirlo.

– Muy activo:

Sus ratos de descanso son mínimos. Durante el día casi no duerme. Y en cuando una crisis de llanto cesa porque le damos lo que pide, comienza otra al poco rato.

– Agotador:

Superan la capacidad de esfuerzo de padres, abuelos y casi cualquiera que se ofrezca a echar una mano.

-Insatisfecho:

Es como si nunca tuviese suficiente. A pesar de atender todo la anterior, enseguida vuelve a llorar por otra cosa.

– Impredecible:

Cuando parece que empiezas a cogerle el tranquillo, lo que ayer ayudó, no sirve hoy.

– Muy sensible:

Nota cualquier mínimo cambio. La despierta cualquier ruido. Es muy influenciable por el estado de ánimo de los que le rodea.

En estos niños, la estrategia que parece funcionar mejor es lo que algunos llaman “Crianza Natural”.

Básicamente consiste en:

– Alimentación con pecho a demanda.

– Contacto continuo íntimo con la madre.

– Colecho (duerme en la cama de los padres).

Aunque es un método válido para cualquier familia, en los bebés de alta demanda, otras alternativas son casi insoportables. Aplicando métodos próximos a la «Crianza Natural» suelen mejorar poco a poco en el primer año de vida.

Yo no conocía la existencia de los bebés de alta demanda cuando acabé la especialidad. No me explicaron nada sobre ellos.

Mi experiencia como pediatra, es que lo más duro para los padres de un bebé de alta demanda es la sensación de frustración que les genera. El sentimiento de culpa que nace en ellos pensando que no son buenos padres. La mayoría de los padres a los que toca un bebé de este tipo no repiten. Yo los llamo a veces «niños cuco» (donde entra uno, no hay más).

En muchos casos, lo que más agradecen los padres cuando les das el diagnóstico, no es que les des una solución (que la que hay no es fácil), sino que por fin entienden que su hijo es así, y no lo es porque ellos sean malos padres. Sino que posiblemente para que su hijo progrese, van a tener que ganarse el título de PADRES con mayúsculas.

A la larga también tiene su parte buena:

– Los niños que fueron bebés de alta demanda son muy inteligentes y muy constantes. Lo que a la larga es una garantía de que conseguirán en la vida casi cualquier cosa que se propongan. La labor de los padres es que intentemos orientarlos hacia objetivos positivos.

Son grandes actores en potencia y personas con muchísimo carisma.

 

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Bebé de 3 meses Blog

Bebé de 3 meses

El bebé de 3 meses ha dejado atrás todos los cambios iniciales de adaptación a la vida fuera del útero. Pero empiezan otros nuevos.

Desarrollo

Cuando hablamos de desarrollo de los bebés, es frecuente decir que a los 3 meses mantiene la cabeza, a los 6 se sienta, a los 9 se pone en pie y a los 12 anda. Lo que me resulta más llamativo de esta regla es lo bien cuadradita que está: «¡Qué pasada! Mira que es casualidad que todos los bebés lo hagan así, y encima tengan el detalle de hacerlo con un ritmo de 3 en tres meses. ¿Cómo llevarán ellos el control del calendario para hacerlo tan bien?». Es evidente que se trata de una regla mnemotécnica inventada por algún profesor para los alumnos de pediatría. Y es evidente que a los bebés esa regla les trae al fresco.

En resumen, que si tu bebé no sostiene todavía la cabeza por completo, no te preocupes en absoluto. Si no lo hace con 6 meses sí es preocupante, pero está claro que tienen un margen amplio para lograrlo sin que sea algo fuera de lo normal.

Para esta edad sí hay dos problemas que suelen ir asociados a veces y pueden ser ya evidentes: Tortícolis congénitas y deformidades de la cabeza. Hay niños que giran la cabeza con más facilidad hacia un sólo lado. Y eso hace que la cabeza acabe teniendo una forma claramente asimétrica. A veces es cuestión sólo de la propia forma de la cabeza y otras un problema en los músculos del cuello. El pediatra puede diferenciarlos con facilidad y os dará consejos sobre qué hacer según el caso.

Los ojos van enfocando cada vez mejor. Ya va siendo capaz de seguir objetos que se mueven cerca de su cara y empieza a tener curiosidad por sus manos.

Ya no son inactivos bebés recién nacidos. Se relacionan de forma más activa con su entorno.

Peso y talla

El ritmo al que crece empieza a hacerse más lento. Las curvas de crecimiento son curvas porque al principio tienen una subida muy rápida que se enlentece conforme avanza. Suele decirse que un bebé gana entre 150 y 200 gramos por semana. Pero eso es en los primeros 2-3 meses de vida. Si siguiese ganando ese peso después:

3 kilos al nacer + 200 gramos x 52 semanas x 10 años = 107 kilos

Además, sin que ocurra nada, este crecimiento puede ser muy irregular: Unas semanas puede no ganar peso y otras ganar 300 ó 400 gramos. Os recuerdo que no son relojes suizos y que los niños y los números no se llevan bien.

Si quieres calcular y comparar los percentiles de peso y talla de tu bebé y que te los explique puedes usar la Calculadora de Percentiles.

Sueño

Lo habitual es que ya estén mejor adaptados a la alimentación. Si realmente les hemos alimentado a demanda los niños suelen comer ya sin ansiedad y habrán ido espaciando las tomas, especialmente de noche. Pero aún así es normal que sigan haciendo varias tomas en la noche. Algunos puede que pasen toda la noche durmiendo. Pero no es lo habitual.

Alimentación

Con tres meses la alimentación del lactante sigue siendo leche. No necesitan tomar nada más, ni agua ni infusiones. La leche les aporta todo lo que necesitan, tanto líquido como alimento. Por eso son lactantes.

No es raro que con esta edad muchos familiares aconsejen que tome manzanilla o agua. Hay quien incluso riza el rizo aconsejando: «cuando tenga sed le das agua o manzanilla, cuando tenga hambre le das leche». ¿¿¿¿Perdón???? Que es más simple. La naturaleza lo simplifica todo. Bebé llora, leche. Sea hambre o sed, leche…

Suele decirse que el cólico del lactante cede en torno a los 3 meses. Yo creo que es algo que se dice para animar a los padres de los bebés que lo sufren. En realidad hay dos grupos diferentes:

  1. El de los niños que tenían muchos gases porque se les intentaba imponer una pauta de alimentación que no se adaptaba a sus necesidades. Lo que hacía que comiesen con ansiedad. La mayoría de estos niños han mejorado para esta edad, porque sus padres han entendido que lo mejor es atender sus necesidades a su propio ritmo y ya pasan del reloj y de las indicaciones sobre tiempo y cantidad de las tomas.
  2. Los niños con problemas de intolerancias, alergias, reflujo. Estos niños en realidad no mejorarán mas que si son tratados adecuadamente.

Transporte

Es normal que el bebé de tres meses quiera tener más estímulos y que pidan ser cogidos en brazos con frecuencia. Ante eso algunos dicen que no lo hagas, que van a acostumbrarlo a brazos. Pero es que los bebés necesitan ir en brazos. Sois vosotros los que debéis escoger la forma de crianza que os parezca mejor para vuestro hijo. Yo no me dedico a juzgar a los padres. Tengo claro que la mayoría intentáis siempre hacerlo lo mejor posible pensando en vuestro hijo en primer lugar.

Si escogéis usar un porta-bebés, lo que tiene muchas ventajas, debéis escoger la más adecuada según la edad el peso de vuestro hijo y el uso que deseáis darle.

En esta edad empiezan muchas madres a plantearse que la baja maternal llegará pronto a su fin. Y necesitan plantearse ese nuevo cambio. Claramente la baja maternal en nuestro país es insuficiente para permitir una crianza adecuada, para conciliar familia y trabajo…

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Historia de salud y consulta online

Si quieres ser experto en la salud de tu hijo puedes necesitar una historia de salud o consultarme. Puedes hacerlo a través de Qoolife.

Se pueden hacer muchas cosas con la historia de salud de Qoolife (gratuita), pero para empezar te explico las 3 más útiles a mi parecer:

·       Diario: Aquí puedes anotar toda la información que consideres importante en la evolución de tu hijo (Enfermedades, vacunas, introducción de un nuevo alimento, desarrollo…)

·       Archivos: Aquí pueden subirse cualquier tipo de archivos de imagen o texto (Si le hacen una radiografía puedes fotografiarla con el móvil y subirla, foto de analítica, informes de otros médicos, fotografías de lesiones en la piel…)

·       Contactos: Verás que ahí aparezco yo como contacto. Si pulsas sobre mí, aparece mi perfil. Y en él un botón verde que dice “Consúltame Online”.

·       Además verás que tienes:

o   Perfil.

o   Calendario.

o   Medicación.

o   Mensajes.

o   Servicios.

La idea es que a partir de ahora tengáis una herramienta que os permita de verdad seguir la salud de vuestro hijo y compartir esa información conmigo mientras deseéis que sea vuestro Pediatra.

Consulta Online

A través de este servicio puedes hacerme consultas siempre que lo necesites y creas que puedo resolverte una duda sin necesidad de explorar a tu hijo.

Como os dije el uso de la historia es gratuito. Evidentemente las consultas no lo son.

Hay dos modalidades de pago:

15€ por consulta online.
30€ al mes: Y puedes hacer todas las consultas online que necesites.

Me comprometo a contestar siempre en menos de 24 horas, incluidos fines de semana, festivos, vacaciones. Salvo causas de fuerza mayor.

Las consultas que con más frecuencia me hacen a través de este servicio son:

·       Dudas sobre alimentación.

·       Dudas sobre crianza y educación.

·       Problemas con el sueño.

·       Pedir mi opinión sobre otra asistencia médica (especialistas, lo han visto en urgencias, estáis de viaje, es fin de semana…)

·       Quieres saber si lo que tiene tu hijo es más o menos urgente que sea valorado y qué puedes hacer hasta que sea visto…

·       La dosis de algún medicamento.

·       Te has enterado de algo que puede afectar a la salud de tu hijo y quieres saber mi opinión.

1º Paso: Crea la historia de salud de tu hijo (gratis)

2º Paso: Si lo necesitas, Consúltame Online (pago)

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Mecanismos de autorregulación en bebés frente a cifras redondas

¿Porqué ponemos tantas cifras a lo que deben hacer los bebés? Hay quien describe a los niños como ingenios mecánicos con unos ritmos fijos. Y quien entiende que cuentan con mecanismos de regulación que funcionan bastante bien.

Todos los padres han oído consejos del tipo:

  • Dale de comer cada 3 horas y la cantidad que tiene que tomarse es xxx.
  • Tiene que echar los gases después de cada toma.
  • Ponle dos capas de ropa más de las que tengan los que hay a su alrededor para que no pase frío.
  • Tiene que hacer caca todos los días.
  • La cantidad de leche que debe tomar un bebé son 150 ml por kilogramo y día.
  • Con la edad que tiene, deberías quitarle ya una toma.
  • Con su edad debería dormir xxx horas.
  • Tiene que ganar de 150 a 200 gramos cada semana.
  • Tiene que sostener la cabeza con 3 meses, sentarse con 6, ponerse en pie con 9 y andar a los 12, dejar el pañal cuando se tercia en la guardería para que lo hagan todos a la vez y lo antes posible y apilar 27 tenedores haciendo equilibrios sobre la nariz antes de los…

Pero ¿de dónde salen estas cifras?

Pues es simple, son reglas fáciles de recordar. Pero generalizaciones inútiles. A mí me dieron muchas de esas reglas. Hay manuales de pediatría llenas de ellas. Para entendernos. La pediatría fue una de las últimas especialidades en surgir. Y lo hizo en pleno positivismo. Hacer ciencia era poner cifras a todo. En el mejor de los casos, estas cifras son medias estadísticas redondeadas para que se recuerden con más facilidad.

¿Porqué es absurdo plantearse así la crianza y cuál es la alternativa?

Los seres humanos, ya desde el nacimiento contamos con mecanismos que regulan nuestras respuestas al entorno y nos permiten adaptarnos. Los niños no son una excepción. Estos mecanismos son mucho más complejos y responden de forma mucho más adecuada que cualquier cálculo consciente que deseemos hacer.

Un ejemplo: Los diabéticos por desgracia tienen una esperanza de vida menor que la población general. Y eso es así porque por muy bien que seamos capaces de cumplir las reglas sobre alimentación y calcular las dosis de insulina adecuadas, lo hacemos peor que un páncreas que funcione.

Un ejemplo más claro y en la crianza: ¿Cuándo y cuanta leche dar a un bebé?

Mientras no tengamos pruebas de que no funciona, la mejor respuesta no es un número sino dos palabras: A demanda.

Reglas del tipo «debes darle cada x horas xx cantidad» de forma fija son absurdas. Pero rara es la madre a la que nadie le dice una regla así. Y en muchos casos se aplican generando problemas. Nadie come siempre lo mismo con regularidad matemática. Lo que un niño come es el resultado de una complicada ecuación en la que influye factores como:

– Si tiene más sueño o más hambre.

– Cómo comió en la anterior toma.

– Si ha vaciado o no su intestino y en qué grado.

– La temperatura a la que ha tenido que adaptarse durante la horas anteriores.

– Si ha estado más o menos activo.

– Si está consumiendo energía para defenderse de una infección.

– Si su intestino absorbe mejor o peor los nutrientes.

– Su estado de ánimo…

Son sólo algunos de los factores que es fácil demostrar que pueden alterar las necesidades de alimentación de un niño en una toma respecto a la otra. Encima no son factores cuantificables y que varían de persona a persona.

Poner una cifra fija y pretender que eso cubre las necesidades del niño es «infantil», absurdo y muy perjudicial, porque los mecanismos del niño para adaptar la toma a sus necesidades van a despertarse: Va a llorar, va a comer con ansiedad…

Tener cifras fijas, pautas fijas, resulta atractivo. Especialmente en algo nuevo que genera inseguridad como ser madre. Y se pretende dar esas cifras como una forma de aportar seguridad. Pero es una falsa seguridad que genera problemas, porque no se adapta a la realidad biológica de los niños. Somos seres biológicos, no mecánicos.

La alternativa es conocer las señales que nuestro hijo nos envía constantemente y saber cómo responder para facilitar que sus mecanismos de adaptación, mucho más elaborados que nuestras teorías, funcionen lo mejor posible. Enfocado a la pediatría es lo que llamo Pediatría Respetuosa.

La Pediatría Respetuosa tiene para mí 3 vertientes:

Conocer y respetar los mecanismos de autorregulación de los niños. Porque no disponemos de teorías capaces de superarlos.

Respetar la diferencia entre distintos individuos, en su forma de adaptarse al entorno y en su forma de enfermar y curar. Porque esas diferencias pueden hacer que la terapia de elección y las pautas a usar sean muy distintas entre dos niños.

Respetar las opiniones de los padres en sus elecciones sobre la crianza de sus hijos. Porque no sabemos tanto sobre crianza y sobre cada familia y niño en particular para estar seguros de que la opción que pretendamos como mejor lo es.


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Fármacos y Lactancia Materna

¿Qué fármacos pueden tomarse durante la lactancia materna y cuales no?

Cuando una madre da lactancia materna puede a veces necesitar tomar algún medicamento. Una de las dudas que surgen siempre en esa situación es si ese fármaco pasa al bebé a través del pecho y si puede ser perjudicial para él. Ante ese miedo muchas madres optan por no tomar ningún medicamento mientras dan pecho.

En ese sentido os doy cuatro consejos:

  1. Recuerda siempre comentar a tu médico que estás dando el pecho cuando te mande algún fármaco.
  2. Tanto si estás embarazada, dando pecho o si no es el caso de ninguna de las dos cosas, los medicamentos siempre tienen efectos secundarios. Pero tener una enfermedad y no tratarla puede tenerlos también. Por eso usamos fármacos. Incluso cuando un medicamento no cura, sino que sólo alivia síntomas, no tomarlo puede ser perjudicial, si los síntomas alteran de forma importante el bienestar.
  3. Suele haber alternativas más seguras para tratar casi cualquier cosa en situaciones como el embarazo o la lactancia. Que el fármaco más habitual para esa dolencia no esté indicado no quiere decir que no podamos tomar nada.
  4. Lo mejor para reducir el miedo a usar medicamentos es la información adecuada. En ese sentido, y hablando de medicación en la lactancia, os recomiendo la siguiente página:

www.e-lactancia.org

En ella podéis buscar cualquier fármaco por principio activo y os informará de si una madre que da pecho puede tomarlo y de cuales serían los efectos en el bebé si los hay.

Si tienes dudas puedes hacer una

Consulta Online sobre Lactancia Materna

y obtener tu respuesta en menos de 24 horas.

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Mochilas portabebés. ¿Por qué recomendar el porteo a unos padres que esperan su primer hijo?

Hoy publico un artículo pedido expresamente por mí a una amiga mamá emprendedora que ha iniciado un nuevo proyecto centrado en el porteo de bebés, en el que tiene todo mi apoyo:

En su web ofrece una selección de los mejores sistemas portabebés según su experiencia y asesora a las madres para escoger el modelo que mejor se adapte a sus necesidades.

Si buscáis un sistema de porteo, es sin duda mi recomendación que entréis en esta página.

Cuando esperamos un bebé, sobre todo si es el primero, muchos padres terminamos comprando más cosas de las necesarias cuando, en realidad, con unas pocas y muy básicas tenemos más que suficiente y, además, siempre podemos ir añadiendo una vez que tengamos a nuestro bebé en brazos y sepamos realmente cuáles son nuestras necesidades, que varían enormemente de una familia a otra.

Entre esas pocas cosas básicas por útiles y fácilmente amortizables estaría adquirir un buen portabebés ergonómico. Las razones son múltiples:

  1. Los bebés están hechos para ir en brazos. Los seres humanos nacemos tremendamente inmaduros física y neurológicamente, fruto de un parto posiblemente prematuro pero imprescindible tras el estrechamiento de caderas producido por el paso de la bipedestación del hombre primitivo.  Tenemos una necesidad neurofisiológica de ser llevados en brazos marcada por nuestra biología de mamíferos altriciales que somos: lo que se denomina “exterogestación”. 

No hay más que coger en brazos a un recién nacido para darse cuenta de que de forma natural adopta la postura idónea para ser llevado en un portabebé: rodillas flexionadas, espalda redondeada, predispuesto a rodear a su madre para sujetarse.
  2. Los bebés se calman en brazos. Los bebés no son capaces de regular el estrés, por lo que depende  del contacto con su figura de apego, su calor y su voz para tranquilizarse y sentirse seguro. Un bebé primitivo que no llorara y reclamara los brazos de sus progenitores sería rápidamente capturado por cualquier depredador al acecho.
  3. Derivado de lo anterior, los bebés portados lloran menos y durante menos tiempo. Esto no sólo se debe a los beneficios directos de la cercanía (movimiento, calor, olor) sino también a que el adulto que le lleva está más atento a los signos de incomodidad que pueda tener el bebé y, por tanto, puede atenderlos antes (por ejemplo, el hambre).
  4. Los portabebés ayudan al establecimiento de la lactancia materna y al mantenimiento de la misma. Los bebés necesitan mamar a demanda, tantas veces y durante tanto tiempo como ellos quieran, pues la lactancia es una cuestión de demanda-oferta. Cuanto más succione el niño más estimulará la producción de leche, por lo que debe tener fácil acceso al pecho. Esta demanda, tan intensa durante los primeros meses, puede agotar a cualquier madre. Los portabebés permiten dar el pecho mientras se realizan otras actividades y, además, hacerlo con total discrección.
  5. El ser portado ayuda a la maduración neurológica, al desarrollo del sistema vestibular y del tono muscular, a regular la temperatura, el ritmo cardiaco…
  6. Los bebés que son portados durante el día presentan menos cólico del lactante gracias al contacto físico, el calor, el olor, el movimiento y la posición erguida, que mejora las molestias que puedan sentir.
  7. Ser portado en posición erguida es fantástico para aquellos bebés que presentan reflujo y habituales regurgitaciones. De hecho, mamar en esta posición es estupendo para ellos.

  8. Los bebés duermen mejor y más tiempo en brazos y en movimiento. Nada mejor para un bebé al que le cuesta dormir que ser llevado por sus padres.
  9. El soporte de las mochilas portabebés es un soporte envolvente, sin puntos de presión. Por ese motivo no sólo no se puede producir plagiocefalia sino que es estupendo para bebés que ya tienen el cráneo un poquitín deformado, para que la cabecita vuelva a su ser…
  10. La intimidad de llevar al bebé en un portabebés refuerza el vínculo con el progenitor que lo lleva. El uso de portabebés ergonómicos nos permite tener las manos libres para poder realizar cualquier actividad mientras seguimos atendiendo a nuestro hijo: leer un libro o escribir en el ordenador, cocinar, planchar, dar un paseo, comprar en el supermercado, recoger a otros hermanos del colegio o llevarles a sus actividades, sacar al perro y un largo etcétera.
  11. El uso de portabebés ergonómicos nos ayuda enormemente en nuestra vida diaria.
  12. Para las familias donde hay más de un hijo, el uso de portabebés ergonómicos permite seguir atendiendo a unos sin descuidar al otro.
  13. Llevar a nuestro bebé en una mochila ergonómica elimina cualquier barrera arquitectónica que nos pueda suponer un problema: estaciones de metro sin ascensor, accesos con escaleras, terrenos abruptos donde meterse con un carro sería imposible…
  14. No hay nada más incómodo que salir a la calle un día de lluvia con un carrito tapado con un plástico. Lo más cómodo en días de mal tiempo es usar un portabebés, abrigarse y coger el paraguas con una de nuestras manos, dejando la otra libre.
  15. En la etapa del sube y baja, cuando nuestros hijos ya caminan pero se cansan, no hay nada peor más cansado para los padres que llevar al niño en brazos. Un niño que va en un portabebé ergonómico nos va a pesar siempre muchos menos que llevándolo en brazos, pues el niño va bien pegado a nosotros (sin modificar nuestro eje de gravedad) y el peso va repartido de forma homogénea desde los hombros hacia la cadera, que es la parte de nuestro cuerpo más preparada para llevar peso.

La lista de beneficios es infinita pero seguramente pueda resumirse en una frase: los portabebés ergonómicos facilitan la vida de los padres y el bienestar de los niños.

Disponemos en el mercado de varios tipos de portabebés ergonómicos para elegir, destacando las mochilas ergonómicas por cómodas, prácticas, fáciles de poner y de quitar, ligeras, pensadas con gran detalle para cubrir las necesidades de cualquier familia, existiendo modelos para usar desde el primer día y garantizando poder portar a nuestros hijos hasta más allá de los 20 kilos.

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Ropa de bebé

Qué ropa necesita un bebé para no pasar frío ni calorCosas que necesita un bebé para vestirlo, ropas, joyería. Consejos desde el punto de vista de la salud.

La ropa de un bebé es uno de los mayores gastos. Asombra su precio en relación a su tamaño y asombra lo poco que dura. No porque se rompa sino porque se queda pequeña casi sin estrenarla.

Toda familia tiene ropa de bebé sin estrenar. Por eso una de mis recomendaciones es que no os paséis comprando ropa para los primeros meses

Al final, si en la casa tenéis una calefacción adecuada veréis que se necesita poca cosa: con 3 ó 4 juegos completos de ropa, para que vaya dando tiempo a lavar y cambiar suele ser suficiente.

El juego completo de ropa de bebé incluye habitualmente: body, blusa, pantalón con calcetines o polainas (esos pantalones que cubren los pies también), mantilla, gorro, pijama y ropa de cama y toalla, gasa para las bocanadas y babero.

Ropa de bebé.
En cuanto a sus características: lo mejor en los niños es el algodón blanco, sin colorantes ni fibras añadidas, ya que otros componentes pueden desencadenar alergias.

Lo más cómodo y menos peligroso son los broches: Los botones pueden descoserse y que el niño se los trague, y con los lazos y cordones pueden engancharle los dedos y hacerle daño. Nada de imperdibles, ni para sujetar escapularios ni bolsas contra el mal de ojo (algunos fuera de la zona donde trabajo se pueden extrañar de esto, pero es frecuentísimo que lo usen). Si queréis ponerle esas cosas le coséis un broche y se lo ponéis así.

Mejor las polainas que los calcetines ya que los calcetines o aprietan o están continuamente cayéndose.

¿Y la joyería? La mejor es ninguna.

Sobre todo hay que evitar los pendientes de aro, las esclavas, los anillos y los collares.

El problema fundamental de todas ellas es que pueden engancharse y producir heridas serias.

Un pendiente de aro si se engancha puede desgarrar el lóbulo de la oreja.

La esclava suele llevar una chapa en la que llevan gravado el nombre o la fecha de nacimiento. Esa chapa es como una cuchilla cogida a la muñeca, si se engancha puede hacer desgarros en una zona por la que pasan vasos sanguíneos, nervios y tendones muy importantes.

Pero lo peor son los anillos: Un anillo es algo que no debería llevar nadie más que bajo su propia responsabilidad. Es el causante más frecuente de lesiones atribuibles a estos objetos. Un anillo cuando se engancha puede producir la amputación de un dedo. Y esto sí que es algo que se ve con relativa frecuencia.

Por último las cadenas, lo mejor como digo es no tenerlas. Si se tienen, llevan algo colgado, algo con lo que el niño puede atragantarse. Y la propia cadena si se engancha en algún sitio y no se rompe con facilidad puede estrangular a un lactante. ¿Merece la pena asumir cualquiera de estos riesgos por llevar joyas? Yo creo que claramente no.

¿Pendientes para un bebé?

En cuanto a los pendiente en general, (advierto que soy un exagerado) llegará el día en que se considere un acto de maltrato sexista el poner pendientes a una niña. Lo más gordo del tema es que suelen ser las madres y abuelas las más interesadas en que se le pongan (algunas feministas militantes). Repito, soy un exagerado, pero me gusta provocar.

Hacer pasar un mal rato a una niña para algo así, simplemente porque es niña, no puede compararse a la ablación de clítoris de algunos países (se que me paso 3 pueblos con la comparación), pero a mi parecer no deja de ser un sufrimiento innecesario.

A la niña le da igual llevar o no pendientes, y cuando llegue el día en que quiera llevarlos, no sabemos si la moda será llevar uno o quince, y ya bajo su propia responsabilidad conozco pocas adolescentes que no se hagan 1 ó 50 agujeros si les apetece por miedo al dolor.

En resumen, que si la vecina no sabe si lo que has tenido es un niño o una niña porque no tiene pendientes y no viste de azul ni de rosa… pues debería importante tanto como lo que opine sobre tu último corte de pelo.

Pero por favor, no le hagas esa faena a tu hija para que se sepa de qué sexo es sin quitarle el pañal.

El resto del mundo debería ser capaz de vivir con ese misterio y tu hija se ahorrará un mal rato.