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¿Puede el Sacaleches o Extractor generar problemas?

Problemas por un uso incorrecto del Sacaleches o Extractor de Leche Materna.

El Extractor de Leche Materna o Sacaleches puede ser una herramienta muy útil, pero también puede generar problemas si no entendemos algunos matices.

Con el resurgir de la lactancia materna, cada vez se usan más instrumentos asociados con ella. Si por algo se caracteriza la lactancia materna es por necesitar poco más que a la madre y su hijo para funcionar.

Pero hay situaciones y dificultades en las que pueden ser útiles ciertos elementos.

Uno de ellos es el Extractor de leche materna o Sacaleches.

¿Qué es un Sacaleches o Extractor de Leche Materna?

En algunas ocasiones el bebé no puede vaciar el pecho adecuadamente.

Hay muchas circunstancias que pueden llevar a esto:

  • Separación del niño y la madre por patologías del niño que le impiden alimentarse directamente del pecho por un tiempo. Usamos el sacaleches en estas situaciones para mantener la lactancia materna. Ya que si, hasta que el bebé se recupere, dejamos el pecho sin vaciar se retirará la leche.
  • Separación del niño y la madre por actividades que la madre tenga que hacer separada del bebé. Muchos trabajos, viajes, algunas patologías de la madre.
  • Aliviar la presión por una producción de leche que supera momentáneamente lo que el bebé necesita.
  • Estimular la producción de leche cuando el bebé está débil y no es capaz de hacerlo él sólo.

Hay algo que creo necesario dejar claro aquí:

  • No hay mejor sacaleches que tu bebé. Todos los sacaleches son imitaciones imperfectas. Ningún sacaleches vacía el pecho tan bien como un bebé que no tenga problemas para hacerlo.
  • Usar sistemáticamente el sacaleches en lugar de poner al bebé al pecho es un error. Me refiero a una situación que veo con cierta frecuencia. A algunas madres les agobia pensar que el bebé no come suficiente con el pecho. En ocasiones deciden sacar la leche con el sacaleches para poder medirla y se la dan con biberón. Lo hacen para saber cuánto está tomando el bebé con exactitud. Error importante. Porque saber eso sólo genera nuevas preocupaciones innecesarias. Ya que no existe una cifra correcta de leche que debe tomar.

Retenciones de leche por el uso del sacaleches

Aquí quiero comentar un detalle en el que no suele pensarse y que veo con frecuencia en las mujeres que usan el sacaleches son asiduidad.

Básicamente un sacaleches es una bomba de presión negativa que succiona la leche del pecho.

El problema es cuando lo usamos sin tener claro para qué.

Porque según nuestro objetivo debe utilizarse de una forma diferente:

  1. Puede usarse en momentos de separación de madre y bebé para vaciar la leche que si no es extraída se acumularía haciendo que el pecho reduzca su producción. En estos casos interesa hacer un vaciado completo, como lo haría el bebé, para mantener la misma producción de leche.
  2. También puede usarse para aliviar la presión excesiva cuando hay más cantidad de leche de la que el bebé necesita en ese momento. Cuando esto ocurre debemos vaciar sólo hasta que se alivie la presión. Ya que si persistimos hasta vaciarlo del todo lo que hacemos es aumentar la producción de leche aún más.
  3. Y puede utilizarse para estimular al pecho a producir más leche si es nuestro objetivo. Para aumentar la producción lo que haremos es dejar al bebé que tome cuanto quiera directamente y una vez que no quiere más, vaciar algo más el pecho de forma que aumentamos progresivamente la producción.

Usar el sacaleches más de lo necesario puede dar lugar a un aumento de la producción de leche que además no afecta por igual a todo el pecho. Sino que se concentra en unas zonas concretas.

Os pongo un ejemplo. Este tema lo he tratado varias veces en la consulta, pero hoy me pongo a escribir el artículo por un caso concreto que he atendido en la consulta:

«Una madre con un bebé de 5 meses y medio se ha incorporado al trabajo. El bebé toma sólo lactancia materna. Así que la madre ha decidido seguir dándole el pecho a demanda cuando está con él y en el trabajo se extrae la leche del pecho cuando lo nota lleno. Esa leche la guarda para que el bebé la tome al día siguiente cuando ella está separada de él.

La madre ha notado que los fines de semana tiene una retención en ambos pechos en la zona externa que le resulta muy molesta.

La primera semana pensó que era casualidad, pero tras varias semanas ve que el patrón se repite, y que sábado y especialmente domingo la retención vuelve. Y de forma extraña el lunes se resuelve.»

A ver si alguien supone el motivo….

 

La respuesta

El sacaleches tiene una campana que de adapta al pezón. Esta campana es redonda. Cuando usamos el sacaleches la presión negativa succiona leche por igual de todo el pecho.

Pero un bebé no lo hace así. De hecho dependiendo de la postura en la que ponemos al bebé podemos vaciar mejor una zona concreta del pecho.

Si separamos el pecho en cuñas, el bebé vacía mejor siempre la cuña que va desde el pezón hacia la barbilla del bebé.

Lo habitual es que pongamos al bebé en brazos cruzado sobre nuestro cuerpo de forma que su barbilla suele apuntar hacia la parte inferior interna de cada pecho. Es la zona que vacía más.

Mientras el sacaleches tiende a vaciar todo el pecho con la misma intensidad.

Cuando esta madre se saca la leche en el trabajo está estimulando la producción de leche en zonas que el bebé no suele vaciar tanto. La cara externa del pecho y especialmente la superior externa.

Como el fin de semana está con el bebé todo el día no necesita el sacaleches.

El resultado es que tras estimular 5 días la producción de leche de la zona externa del pecho, pasa dos días en los que casi no la vacía. Es la retención que nota. 

Solución en este caso: Seguir igual, pero en los momentos del fin de semana en que nota retención en la cara externa del pecho, puede usar el sacaleches tras darle la toma al bebé hasta aliviar la presión.

Y es que lo que parece simple, tiene muchos matices….

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Problemas en la Lactancia Materna ¿Qué hacer?

 Problemas en la lactancia materna y cómo resolverlos.

Lactancia Materna: Lo ideal. Pero la pintamos muy bucólica y en muchos casos hay Problemas. Cuáles son los más frecuentes y dónde encontrar Soluciones.

En la mayoría de los casos el mejor alimento para un bebé durante sus primeros meses de vida es la Lactancia Materna.

Lo ideal es mantenerla al menos hasta que el bebé complete la introducción de la Alimentación Complementaria.

Esto nos lo sabemos ya casi todos muy bien. Pero…

¿Qué pasa cuando hay Problemas en la Lactancia Materna?

¿Dónde encontrar respuestas que ayuden a superarlos para mantener esa deseada Lactancia sin que suponga una carga insoportable?

Aquí es donde falla el tema.

Toda madre debería poder acceder con facilidad a una persona con los conocimientos necesarios para solucionar los Problemas en la Lactancia Materna. Pero por desgracia no siempre es así.

Hablamos de Asesores de Lactancia Materna: Personas que, en distintas ramas de la salud, atienden a las madres durante esta etapa y se han formado para resolver Problemas en la Lactancia Materna.

Hay mucha variedad, tanto en formación como en enfoque. Lo que creo que no debemos de perder de vista si ejercemos esa función es:

  • Que la Lactancia Materna es lo mejor porque suele enriquecer la crianza desde el punto de vista emocional y nutricional.
  • Que debemos ayudar a mantener la Lactancia Materna mientras sea el deseo de la madre.
  • Pero sin olvidar que la Lactancia no es el objetivo final. Es dar lo mejor al bebé. Y si en ciertas situaciones no logramos resolver los problemas la Lactancia Materna puede acabar empeorando tanto la experiencia de crianza, que acabe siendo negativa, para el bebé, para la madre y para su relación.

Cuáles son los Problemas más frecuentes en la Lactancia Materna

La verdad es que son muchos. Y es difícil enumerarlos todos. Así que voy a centrarme en los más destacados.

  1. Mala Información. Sigue habiendo mucha información errónea sobre lactancia. Es increíble la cantidad de queten que bombardea a las madres con esa información inadecuada. Cosas como que «el pecho hay que darlo cada 3 horas y 10 minutos en cada pecho» siguen teniendo defensores. Cuando alguien próximo a la madre dice estas cosas yo suelo preguntarle: «¿Diste pecho a tus bebés?». Lo habitual es que respondan: «Sí, pero sólo un par de meses. Es que yo no tenía…». Entonces le explico que la razón por la que no tuvo es que le recomendaron una forma de dar el pecho condenada al fracaso. Son muchos los falsos mitos en torno a este tema.
  2. Problemas de agarre. Son problemas solucionables en casi todos los casos. Algunos se deben a una mala postura y otros a limitaciones del bebé, como el frenillo lingual, labial…
  3. Falta de leche materna. También solucionable en la mayoría. En muchos casos incluso no es real y el bebé está recibiendo la alimentación que necesita, pero se piensa que no porque no se entiende una evolución del peso por debajo de la media en un niño sano. Aunque hay algunos casos en los que realmente no podemos llegar a hacer una Lactancia Materna exclusiva, o en los que no sería deseable porque es a costa de hacer de la lactancia el único foco de la vida de la madre. En estas situaciones creo que hay que mantener la lactancia que es factible con la mejor situación de madre y bebé.
  4. Problemas transitorios del pecho. Como las ingurgitaciones, las mastitis, las obstrucciones…
  5. Y miles de dudas: Pezoneras, Sacaleches, Probióticos, Antibióticos, Medicamentos….

Si decidiste dar Lactancia Materna a tu hijo. Empezaste con la mayor de las ilusiones y te has encontrado con una realidad que te está haciendo plantearte si realmente es lo mejor para tu hijo, busca la asesoría de alguien que pueda ayudarte.

Si lo deseas puedes consultarme a .

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Biberones Anticólicos

biberones anticólicos y su papel real en la solución del Cólico del Lactante.Biberones anticólicos como remedio para el Cólico del Lactante. Pueden ser parte de la solución, pero no lo remedian por sí solos. Tipos y utilidad.

Qué es el Cólico del Lactante

No todos los bebés lloran lo mismo. Suele hablarse de Cólico del Lactante cuando un bebé «teóricamente sano» menor de 3 meses llora más de 3 horas al día de forma inconsolable, más de 3 días por semana, más de 3 semanas seguidas. Esto es lo que define la regla de Wessel que se usa clásicamente para definir el cólico.

Os marco entre comillas «teóricamente sano», porque yo soy un convencido de que el cólico del lactante, cumpliendo esa definición, no existe. Para mí, cualquier bebé que llora de forma inconsolable (es decir, que no deja de llorar si cubrimos sus necesidades) es porque algo le duele. Y siempre hay una causa para ese dolor. Luego no está sano.

Para los que queráis un abordaje más a fondo de mi enfoque sobre el Cólico del Lactante podéis entrar en mi página Bebé sin Cólico. Lo que explica es cuáles son las causas más frecuentes de lo que confundimos como Cólico del Lactante. Aclara también cómo identificarlas y cómo resolverlas para acabar con el Cólico de un bebé concreto.

Qué son los Biberones Anticólicos

Si por algo se caracteriza el Cólico del Lactante es porque, como en todos los problemas de difícil solución, la lista de remedios ha ido creciendo cada vez más. Uno de los últimos en llegar ha sido una amplia gama de Biberones Anticólicos que prometen eliminar el llanto del bebé.

Os explico en lo que consisten y el porqué de su existencia.

Cuando un bebé toma el biberón está extrayendo leche de un recipiente cerrado cuya única salida es la abertura de la tetina por la que chupa la leche.

Si un bebé toma el biberón con ansiedad está generando una presión negativa al sacar la leche. Llega un momento en que esa presión es tan fuerte que:

  • Puede generar molestias en los oídos.
  • Obliga al bebé a interrumpir la toma para dejar que entre aire a través del orificio de la tetina hasta que se equilibra la presión.
  • El aire pasa a través de la leche oxidándola, lo que degrada algunos de sus componentes, como vitaminas, hierro… empobreciéndola.
  • Hace que el bebé coma con más ansiedad. Porque no le permitimos que tome la leche al ritmo que desea hacerlo. Lo que favorece que trague gases al comer.

Los biberones anticólicos añaden simplemente algo que permita entrar al aire conforme el bebé extrae la leche. Esto hace que el bebé pueda regulara el ritmo de salida de leche que desee con menos esfuerzo. Y además conservando mejor las cualidades nutricionales de la leche y evitando el dolor de oídos por presión negativa.

Tipos de Biberones Anticólicos

Para permitir la entrada de aire mientras el bebé extrae leche hay distintas soluciones:

  1. Un segundo orificio en la tetina que deje entrar aire en el biberón pero no salir a la leche. Soluciona la presión negativa, permite al bebé regular el ritmo de alimentación y evita el dolor de oídos. Pero no evita que el aire que entra pase a través de la leche oxidándola.
  2. Un sistema algo más complejo con un Tubo que lleva el aire directamente al fondo del biberón sin que atraviese la leche. Así cumple con todo lo anterior y además conserva mejor las cualidades nutricionales de la leche. Son levemente más complicados de montar y limpiar que los de la primera opción.

Cada tipo de biberón tiene formas de tetina diferentes. Y es otro factor a tener en cuenta, porque cada bebé se las apaña mejor con una forma concreta.

Yo suelo recomendar la segunda opción siempre que el bebé no rechace expresamente ese tipo de tetina.

En los casos en los que el biberón lo vamos a usar sólo de vez en cuando, en una lactancia materna suplementada (sea con leche materna o artificial) podéis usar el primer tipo, si os resulta más cómodo y el bebé prefiere alguno de esos modelos.

Pero cuando va a alimentarse completamente con Leche artificial a través del modelo de biberón que escojamos lo mejor es usar uno de los del segundo tipo, que conserve mejor las cualidades nutricionales de la leche.

Utilidad de los Biberones Anticólicos ¿Por qué no pueden resolver el Cólico por sí solos?

De las muchas causas que pueden dar lugar a Cólico del Lactante, una de ellas, es que el bebé coma con ansiedad.

Pero es sólo una de muchas causas. En unos pocos bebés puede que sea la única. Pero mucho más que el biberón con el que come la ansiedad depende de la frecuencia y cantidad de alimento que le ofrecemos.

Incluso sin usar biberones anticólicos un bebé en el que la ansiedad sea la única causa de Cólico mejora si le ofrecemos alimentarse libremente, con más frecuencia y hasta que se sacie.

Pero es verdad que aunque lo hagamos se mantiene la ansiedad por comer un tiempo, y que este se reduce si usamos biberones anticólicos.

De hecho, usar estos biberones no genera problemas en niños sin cólico. Por lo que cuando me preguntan yo recomiendo usar estos modelos de biberón en todos los bebés.

Si tu hijo tiene cólico del lactante te recomiendo que entres en este artículo para obtener más información:

Bebé sin Cólico

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Cerumen del Bebé

Cerumen de los oídos en niños y bebés. Qué podemos y qué no debemos hacer.El Cerumen del oído de los bebés. Qué es normal y qué no. Cómo limpiarlo. ¿Es bueno o malo usar bastoncillos o sprays para limpiar el cerumen del oído?

Este tema lo escribo en respuesta a la petición de Peketema en Facebook de Andrea:

Buenos días doctor. Me gustaría que hablara sobre cómo cuidar los oídos de los bebes y niños, cómo debemos limpiarlos y qué pasa cuando le dio otitis.

¿Qué es el Cerumen y para qué sirve?

El Cerumen es la secreción que todos producimos en el Conducto Externo del Oído. Es una secreción blanda grasienta que tiene como función limpiar y proteger esta zona.

Debemos entender que el Conducto Auditivo Externo es como un saco. Está abierto hacia afuera pero no tiene más que esa salida. Eso significa que las cosas pueden entrar y acumularse en él. Por eso es necesario algo que retenga lo que entre y lo expulse: Eso es el Cerumen.

Retiene y expulsa suciedad, pequeños insectos, contaminantes, objetos de todo tipo, siempre que sean de pequeño tamaño.

Además tiene una condiciones que dificultan el crecimiento de gérmenes que pueden provocar infecciones bacterianas. Y por su composición grasa repele la humedad protegiéndonos de los hongos.

¿Es bueno eliminar completamente el Cerumen?

Es evidente que no. Si entiendes que el cerumen es una barrera defensiva, es fácil deducir que eliminarlo nos deja sin defensas y que esto no es nada positivo.

Por eso, la obsesión por mantener impoluto el Conducto Auditivo Externo eliminando el Cerumen por completo es absurdo y contraproducente.

Además, es imposible eliminarlo por completo. Ya que el conducto tiene unas glándulas que lo producen constantemente.

El ritmo adecuado para eliminar el cerumen es el que el propio cuerpo tiene marcado. Se produce en un flujo constante que va saliendo hacia fuera. Hay temporadas y personas que producen más y otras que menos.

¿Puedo usar Bastoncillos para limpiar el Cerumen?

Bastoncillos para la nariz o para la oreja por fuera. No los introduzcas en el oído.Uno de los instrumentos más comunes en las casas son los bastoncillos. Todos los asociamos a la limpieza del oído. De hecho los llamamos «Bastoncillos de los Oídos».

Pero tienen varios problemas tal como se usan:

  • Pueden dañar las paredes del Conducto Auditivo Externo y el propio tímpano. Sabes que el algodón puede desplazarse o desprenderse y que el bastoncillo de plástico sin esa protección puede arañar. Pero incluso cuando no ocurre esto, al apretar demasiado o con un movimiento brusco del niño podemos dañar el tímpano. Para evitarlo han hecho los bastoncillos para bebés, que tienen una parte más gruesa de algodón y una en la punta más fina. La idea es que no puedas introducir el bastoncillo en el oído más que unos milímetros. Con idea de que sea casi imposible que llegues al tímpano.
  • Puedes retirar demasiado Cerumen. Y dejar entonces al Conducto Auditivo desprotegido. Ya sabes que el Cerumen protege contra el crecimiento de gérmenes y limpia expulsando partículas o insectos pequeños que puedan entrar. Si lo eliminas en exceso estás debilitando sus defensas.
  • Puedes apelmazar el Cerumen formando tapones. El cerumen en algunas ocasiones puede acumularse en el Conducto Auditivo hasta que lo ocupa por completo. Cuando esto ocurre no deja que pase el sonido, puede endurecerse y doler como si tuvieses un objeto extraño ahí o puede favorecer las infecciones ya que no expulsa a los gérmenes sino que cuando se degrada sin expulsarse es una base perfecta para que los gérmenes crezcan sobre él.

La forma adecuada de usar los bastoncillos es para limpiar la oreja, es decir la parte externa. Sirven para limpiar la cera que ya ha salido y la piel de los pliegues de de la oreja. Pero no deberían introducirse en el conducto.

Si ves un trocito de cera a punto de salir, paciencia. Acabará saliendo sólo y entonces lo limpias. Pero mientras tengas que entrar al conducto a buscarlo es más fácil que haciéndolo generes problemas.

¿Puedo usar Sprays en un bebé para limpiar el Cerumen de su oído?

Una novedad que ha salido en los últimos años son los sprays para la limpieza del oído. Volvemos a lo mismo. No hay que dejarlo limpio «como los chorros del oro». Eso deja al oído desprotegido. De entrada no recomiendo usar estos productos en niños y menos aún en bebés de forma habitual.

Tapones de Cerumen

Como hemos dicho a veces puede acumularse en exceso y formarse tapones de Cerumen, que pueden resultar perjudiciales. Cuando esto ocurre disponemos de productos especiales que disuelven la cera facilitando su expulsión.

Sólo son recomendables cuando hay un tapón que ocupa la casi totalidad o cierra por completo el Conducto auditivo. Los hay en gotas y en sprays. Pero deben usarse sólo hasta eliminar el tapón dejando después que el cerumen se reconstituya y haga su función adecuadamente.

Muchas veces se originan estos tapones por apelmazar la cera al intentar limpiarla, lo que interrumpe el flujo normal que le hace salir de forma adecuada.

Si ves el tapón e intentas sacarlo con el bastoncillo lo más fácil es que lo apelmaces hacia dentro o incluso, si es duro, dañes el tímpano al empujarlo.

Limpieza del oído con otitis

Hay dos tipos de otitis: Las externas y las internas.

En Otitis Externas

Las otitis externas ocurren cuando los gérmenes agresivos crecen en el Conducto auditivo externo. Son las típicas de las piscinas. Aunque pueden aparecer de otros modos.

En estos casos el tratamiento es aplicar gotas antibióticas en el oído.

Intentar limpiar con bastoncillos durante la infección es mala idea. Puede dañar la pared del oído aún más de lo que lo está y suele dar un dolor insoportable. Corres el riesgo de que el niño haga un movimiento brusco al limpiarle con el bastoncillo y le perfores el tímpano introduciendo la infección. Vamos, ¡que no lo hagas!

En Otitis Internas

En estos casos el bastoncillo puede usarse cuando supura para limpiar la oreja. Pero sólo por fuera.

La secreción debe salir para que cure la infección. Hay quien se entretiene en intentar sacarla. De nuevo, como en el caso anterior, mala idea. Puedes empujar la supuración hacia dentro y si el niño se mueve puedes hacer daños importantes con el bastoncillo.

Resumiendo: El Cerumen está ahí para cumplir una función. Déjale que la haga. Limpia sólo por fuera del Conducto. Ten cuidado especialmente en situaciones especiales como infecciones o tapones de cerumen. En estos casos pregunta al Pediatra o al Otorrino.

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Para que la Lactancia funcione olvida las cifras.

Tiempo y cantidad en lactancia materna

Uno de los problemas recurrentes en lactancia cuando se hace control del niño sano en la consulta es la contradicción entre las recomendaciones que hago y lo que llega a la madre desde casi todos los demás frentes.

La realidad es que a la mayoría de la gente le resulta extraño que la lactancia se haga realmente a demanda.

Pero empecemos por el principio: ¿Qué es la lactancia a demanda y por qué la recomendamos?

Ya es un consenso hoy en día que la lactancia funciona a demanda o no funciona. Entendamos el porqué.

El pecho tiene un funcionamiento simple: Si lo vacías más, produce más leche. Si lo vacías menos, se reduce la producción.

El bebé no tiene unas necesidades constantes, que nosotros podamos calcular. Son muchísimos los factores que influyen en la cantidad de alimento que precisa en cada toma.

¿Cómo se ajusta lo que el pecho produce a lo que el niño necesita en cada momento? De forma sencilla. Cuando el bebé pide más el pecho se vacía más y eso estimula la producción de leche. Cuando pide menos se retiene la leche y eso reduce la producción.

Si dejamos que la comunicación entre bebé y pecho se haga de forma libre el pecho va a responder a las necesidades del bebé amoldando su volumen de producción.

¿Por qué las abuelas son en su mayoría unas pésimas asesoras de lactancia?

Hay excepciones, y además la culpa no es suya. Es nuestra, es decir, de los pediatras entre los que me incluyo, porque también yo aconsejé mal hasta que aprendí a hacerlo bien.

Para entenderlo, no ha habido ningún complot anti-lactancia. Ha habido un grave error de planteamiento que se ha arrastrado durante años y sigue coleando en la actualidad.

El problema surgió con la Pediatría como especialidad. Como tal es relativamente joven. Y eso hizo que para lograr respetabilidad se hiciese un esfuerzo por transformarla en una disciplina lo más «científica» posible. En la época en la que surgió el Positivismo lo dominaba todo. Y eso significaba que ciencia era igual a matemáticas. Todo lo que podía reducirse a números era ciencia. Así que había que establecer números para todo en lo que la Pediatría como disciplina pudiera actuar.

Sin duda la importancia de la Lactancia no se pasó por alto y se empezaron a hacer estudios sobre ella intentando cuantificarla. Pero se cometió un error de simplificación.

Si lo que hacemos es una estadística de niños sanos que toman el pecho como alimentación exclusiva y empezamos a tomar datos sobre frecuencia y duración de la toma, para obtener una cifra, lo más simple es ver la media. Y eso se hizo. Para que esas cifras fuesen fáciles de recordar se redondearon, de modo que si la media de tiempo entre las tomas era de 2 horas, 51 minutos y 13 segundos se redondeó a 3 horas. Y si la duración media de las tomas era de 17 minutos 24 segundos se redondeó a 15 minutos…

El problema fundamental es que basándose en esa estadística se dijo a los pediatras que debían recomendar a las madres dar el pecho cada 3 horas, 15 minutos en cada pecho.

Para empezar, hacer eso es no entender la estadística. En esos datos sólo había niños sanos alimentados al pecho. Cada uno de ellos en un momento determinado estaba haciendo las tomas con una frecuencia y duración diferente. No había ni un solo niño de esa estadística que tomase siempre las tomas cada 3 horas y estuviese exactamente 15 minutos en cada pecho. La media es solo una cifra que describe al grupo en su conjunto, pero nadie cumple.

Además supone un error muy grave para entender lo que es un ser vivo. ¿Comes tú lo mismo cada día y con una cadencia exacta? ¿Pasa algo si no es así? ¿No hay días que tu cuerpo te dice que necesitas comer más y otros que es preferible comer menos? ¿Conoces todos los factores que pueden influir en eso?

Pues tu hijo es tan raro que es como tú.

Si simplificamos al máximo y sólo contamos calorías, la cantidad que un bebé necesita en cada momento depende de un número de variables casi infinito y que es imposible para nosotros cuantificar. Por poner algunos ejemplos:

  • Cuánto comió la última vez.
  • Cuántas reservas tiene almacenadas.
  • Cómo de llena está la tripa de gases y heces.
  • Si está cursando alguna infección leve.
  • Si necesita dormir más que comer.
  • Si necesita en este momento estímulos más que comer.
  • Qué temperatura hace.
  • Cuánta ropa tiene puesta.
  • Si está sudando más o menos.
  • ….

De nuevo no es algo exclusivo del bebé, todos los seres vivos funcionamos igual.

No hay una fórmula matemática que calcule eso con exactitud, y ni mucho menos puede reducirse a cosas tan simples y absurdas como «150 ml/kg/día».

La mejor calculadora la tiene el bebé

Pero entonces ¿Cómo saber cuánto debe tomar y cada cuanto tiempo? La respuesta está en el bebé. Él sí que tiene en su cerebro un ordenador que integra toda esa información y la reduce a una respuesta muy simple: Tengo hambre/no tengo hambre.

Hasta que no seamos capaces de superar la capacidad de procesamiento de ese ordenador y mientras no tengamos muestras claras de que no está funcionando bien en un niño concreto, llevarle la contraria es sólo un alarde de desconocimiento.

Pues se estuvo haciendo durante mucho tiempo. Los pediatras recomendamos durante años establecer pautas rígidas de alimentación con el pecho.

Se recomendaba erróneamente a las madres:

  • Aguantar al bebé 3 horas entre toma y toma, e ir aumentando ese tiempo de forma progresiva conforme crece.
  • No más de 15 minutos en cada pecho.
  • Pesar antes y después de la toma al bebé para cuantificar lo que toma y si no llegaba a esos 150ml/kg/día, suplementar con biberón.

Cuando se siguen estas indicaciones al pie de la letra la consecuencia es clara: El pecho no funciona.

Por eso cuando una abuela cuestiona que sea correcto dar el pecho a demanda yo suelo decirle: «¿Pudo usted dar a sus hijos pecho durante más de 3 meses?». La respuesta sistemática es: «No, es que no tenía suficiente leche».

Actualmente mi recomendación es:

  • Cada vez que creas que tu hijo tiene hambre o dudes sobre si es hambre u otra cosa: Ofrece el pecho. Si lo toma y se tranquiliza es que es lo que necesitaba.
  • Controlaremos el peso y cómo está el niño. De modo que si la ganancia de peso es escasa, el bebé está poco activo o come con ansiedad debes ofrecerle el pecho con más frecuencia.
  • Si aún haciendo esto el bebé está muy irritable, muy poco activo, la evolución de peso no es buena o rechaza el pecho, valoraremos si hay algo que podamos corregir en la lactancia para que mejore.
  • Si tras repasar todos los problemas que pueden resolverse en la lactancia no logramos que mejore, nos planteamos suplementar. Mientras la madre desee seguir dando el pecho el objetivo de esa suplementación debe ser superar un problema momentáneo o fortalecer al bebé para que con un mejor vaciamiento del pecho logre aumentar la producción para llegar a prescindir del suplemento.

Mis disculpas a aquellas madres a las que recomendé otra cosa antes de entender esto.

Si tienes dudas puedes hacer una

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Probióticos en el tratamiento del Cólico del Lactante

Probióticos en el tratamiento del Cólico del Lactante

Probióticos: esos suplementos a base de gérmenes buenos. ¿Cuál es su papel en el tratamiento del Cólico del Lactante? ¿Son la solución o una parte de ella?

Creo que ya conocéis mi planteamiento sobre el cólico del lactante, pero por si no es así os hago un resumen muy breve:

  • El Cólico del Lactante no existe.
  • Es sólo una etiqueta con la que agrupamos bebés que lloran mucho. 
  • Si un bebé llora siempre es por algo. 
  • Hay una serie de causas identificables que por sí solas o con más frecuencia combinadas entre sí producen el llanto en cada bebé concreto.
  • Son identificables y tratables. 
  • No existe un remedio único para el cólico. 
  • Sí un Protocolo de actuación para resolverlo. Es lo que aplicamos en el Proyecto Bebé sin Cólico.

Uno de los elementos que siempre uso en el Protocolo de Bebé sin Cólico es un Probiótico. Pero es importante entender su papel, que no es el de protagonista, sino el de un colaborador necesario.

El Probiótico por sí sólo no puede curar el Cólico del Lactante

La idea con la que se prescriben Probióticos en el Cólico es que suele identificarse con Gases. Y los gases pueden estar en el intestino por tres motivos:

  • Entran muchos. Esencialmente por comer con ansiedad.
  • Salen pocos. Estreñimiento y Pseudo-estreñimientos del lactante.
  • Se producen muchos en su interior. Por intolerancias alimentarias y/o alteración de la flora intestinal. Sólo en este último caso el Probiótico es la solución.

Pero es que hay otras causas que no tienen que ver con los gases.

Por eso, pretender que un Probiótico sea la solución para cualquier Bebé con Cólico del Lactante no es realista.

Y sin embargo recomiendo dar un Probiótico a todos los bebés con Cólico del Lactante

El motivo es el siguiente. Sea cual sea la causa o causas del Cólico del Lactante, para tratarlo hago a los padres unas recomendaciones que tienen algo en común. Todas influyen en las condiciones que hay en el intestino y eso va a modificar la Flora Intestinal. Digamos que abrimos el «Casting para elegir Flora Intestinal nueva».

Esto es un poco lotería. Dar un Probiótico durante todo el proceso en el que resolvemos el Cólico del Lactante es trucar la lotería garantizando que al final de todos esos cambios lo que quede sea una flora intestinal amigable.

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Síntomas del Cólico del Lactante

Síntomas del Cólico del Lactante

¿Cuáles son los síntomas del Cólico del Lactante? Si tu bebé llora mucho y te han dicho que tiene Cólico del Lactante te explico los síntomas que tiene.

Hablamos de Cólico del Lactante en bebés de menos de cuatro meses de edad que presentan episodios de irritabilidad, nerviosismo o llanto, que se inician sin causa aparente, que duran tres horas o más al día por lo menos tres días a la semana, por un periodo de al menos una semana con una ganancia de peso y talla normal.

Si reúne estos criterios, según el consenso de Roma III, tiene Cólico del Lactante.

Los Síntomas que suele tener el bebé con Cólico del Lactante:

  • Son episodios limitados en el tiempo. El bebé tiene momentos en el día en los que parece estar perfectamente y otros en los que llora de forma inconsolable.
  • Esos episodios no parecen tener una causa común. En algunos bebés aparecen por la tarde-noche, otros tras la comida… Y ceden lo mismo que aparecen sin que haya una forma concreta de lograrlo.
  • El llanto es muy intenso. No es una inquietud o llanto leve. Llora con signos evidentes de dolor.
  • Suele acompañarse de movimientos bruscos que acompañan al llanto: Lo más frecuente son compresiones de las piernas sobre el abdomen, pero a veces puede estirarse con dolor.
  • Inconsolable: No deja de llorar con facilidad. No se calma simplemente con alimentarlo o entretenerlo.

Otros síntomas que suelen acompañar aunque no siempre:

  • Suele comer con ansiedad. Especialmente en la tarde-noche.
  • A veces la barriga está hinchada. No siempre ocurre.
  • Es frecuente que se calme cuando tras horas de llanto acude a urgencias. Esto parece que fuese de chiste, pero es muy habitual.
  • Suelen ganar peso al ritmo normal o incluso más.

Síntomas que descarta que sea un Cólico del Lactante (si aparecen debería ser visto por el pediatra):

  • El llanto es constante. No hay ratos en los que el bebé esté bien tras muchas horas de llanto.
  • Fiebre. La fiebre es un signo de infección habitualmente, luego si aparece, no es Cólico. Hay algo más.
  • Vómitos. Vomitar es expulsar contenido del abdomen hacia arriba, pero a diferencia de las bocanadas se precede de dolor en el momento que expulsa y mala cara evidente.
  • Rechazo constante del alimento. Cuando tiene una crisis de Cólico del Lactante un bebé puede rechazar momentáneamente que le alimenten. Pero cuando cede el dolor come con ganas. Si no come en todo el día hay que verlo.

Ante la duda, si un bebé llora mucho, conviene que el pediatra lo valore antes de asumir sin más que puede ser Cólico del Lactante.

No hay ninguna prueba diagnóstica que nos diga que lo que tiene es Cólico del lactante.

Como veis, hay mucha variabilidad en los síntomas que aparecen. Y es así porque en realidad el Cólico del Lactante no corresponde a un problema concreto.

Agrupar a los bebés de menos de 4 meses que lloran mucho sin que sepamos porqué ni cómo calmarlos es algo que hacemos nosotros, pero no implica en absoluto que todos los bebés que están en esa situación tengan una causa común.

De hecho, mi experiencia es precisamente que el error está en buscar una sola causa. Cuando en la mayoría de los casos hay varios desencadenantes simultáneos.

Otro error es creer que de verdad existen los bebés que lloran sin motivo de forma intensa. Ningún bebé llora durante horas desesperado sin que le pase nada.

Cuando he visto bebés con Cólico del Lactante, si algo tengo claro al igual que los padres, es que tiene dolor. Y ese dolor tiene siempre causa.

Pero pueden ser diferentes motivos. Y en muchos bebés el dolor proviene de varias causas a la vez. Sólo cuando logramos identificarlas podemos tratarlas.

Sólo entonces desaparece el Cólico del Lactante. Cuando desentrañamos la razón que genera los síntomas del Cólico de cada bebé concreto. Y tratamos simultáneamente todos los factores implicados.

Hacer esto es posible, con un porcentaje de éxito muy elevado y en un tiempo breve.

He intentado sistematizar mi experiencia haciéndolo en el Programa Bebé sin Cólico.

Si tu hijo lo sufre podemos ayudarte.

Bebé sin Cólico

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Por qué el Cólico del Lactante ocurre en menores de 3 meses

Motivos por los que el Cólico del Lactante suele aparecer en menores de 3 meses

El Cólico del Lactante parece un misterio, pero si empezamos a comprenderlo deja de serlo. Empecemos viendo porque es más frecuente en menores de 3 meses.

El Cólico del Lactante es un tema que me apasiona. Y lo hace porque me ha ayudado a cambiar radicalmente mi concepto de la Pediatría.

Buscar explicaciones para todo entendiendo mejor la realidad del bebé y los motivos por los que actúa como lo hace.

Se suele definir el Cólico del Lactante con la Regla de los 3 de Wessel:

Bebé de entre 3 semanas y 3 meses que sin estar enfermo llora más de 3 horas al día, más de 3 días por semana.

Me encanta, ya hasta le he pillado cariño a la frasecita. Pero la verdad es que es un juego da palabras y nada más.

Lo triste es que tras ella hay una realidad que puede marcar la experiencia de crianza de muchas familias.

La sensación general de los padres y madres cuyo hijo tiene Cólicos del Lactante es que no saben cuidar de su hijo. Intentan hacerlo tan bien como pueden y como el bebé no para de llorar son bombardeados con consejos constantes. Intentan ponerlos en práctica. Pero en la mayoría de los casos sin mejoría.

Para colmo está quien dice que el Cólico del Lactante se debe a que padres inexpertos se ponen muy nerviosos y transmiten esa ansiedad a sus bebés. «¡Solucionado! Le echamos la culpa a los padres y listo». ¡Qué solución más imaginativa! Y más patética…

Es cierto que el Cólico del lactante es más frecuente en lo primeros meses de vida y que lo es en hijos de padres novatos. Pero voy a intentar explicaros el porqué según mi experiencia:

  • Todo niño que llora lo hace por algo. Esta es la premisa que me planteé cuando empecé a buscar respuestas al Cólico del Lactante.
  • Si un bebé llora más de lo habitual, me da igual si son 3 horas, 2,5 o 5…. asumo que es porque tiene algo que le causa dolor o incomodidad o una de sus necesidades no está siendo cubierta. 
  • Esto ocurre con más frecuencia en hijos de padres novatos y durante los primeros meses de vida, porque la falta de experiencia hace que no identifiquen con facilidad los signos de problemas que pueden causar dolor al bebé y que no interpreten adecuadamente sus necesidades.
  • Las indicaciones que se siguen dando en muchos casos a los padres sobre cómo cubrir las necesidades del bebé siguen siendo antinaturales en muchos casos. Se les sigue diciendo:
    • Que les aguanten el hambre para pautarles un ritmo de alimentación fijo.
    • Que restrinjan el contacto con el bebé.
    • Que mantengan al bebé separado de ellos.
    • ….
  • Estas indicaciones sólo tienen un efecto: Las necesidades de estímulos (posturales, sensoriales y afectivos) y alimento del bebé están siendo descubiertas sistemáticamente. Eso produce un efecto de ansiedad en el bebé infinitamente mayor que cual se la situación anímica de los padres, que cierto, también empeora. Pero la base del problema son unas malas recomendaciones a los padres. Suele mejorar con el tiempo, simplemente porque cuando va pasando los padres dejan de aplicar reglas que entienden que no ayudan a su hijo, dejan de escuchar los consejos de quienes les rodean y empiezan a observar a su bebé y a atender sus necesidades cuando se las expresa. Esta es la razón por la que muchos mejoran con el tiempo.
  • Pero además hay causas físicas que producen malestar en los bebés: Intolerancias alimentarias, reflujo gastroesofágico, alteraciones de la flora intestinal, problemas en el tránsito intestinal y en la relajación del ano pueden generar dolor. Ese dolor es real y sólo cede si se identifican y tratan las causas que lo generan. La inexperiencia dificulta la identificación de los signos que nos llevan a diagnosticar estas causas. Porque al preguntar a los padres por esos signos les resulta difícil apreciarlos. Con el paso del tiempo esto mejora y poco a poco estos problemas son diagnosticados y tratados, lo que hace que los Cólicos del Lactante vayan desapareciendo.

Resumiendo, algo que no me harto de decir:

El Cólico del Lactante es un Cajón de Sastre en el que están muchos niños cuyo único punto común no es un montón de «treses», sino que son niños que lloran más porque tienen dolor o una necesidad sin cubrir. Pueden curarse, porque sí, siempre tienen un problema (o varios) que tratar, pero para lograrlo hay que identificar y resolver las causas que en cada bebé dan lugar al Cólico del Lactante.

No te resignes y busca respuestas. Las hay.

Para intentar darlas estoy desarrollando Bebé sin Cólico.

Programa Bebé Sin Cólico

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Cólico del Lactante ¿Sirve algún medicamento?

Medicamentos que no funcionan en el cólico del lactante

En el cólico del lactante una de las cosas más llamativas es la larga lista de medicamentos que se proponen para tratarlo. ¿Sirve alguno?

Una de las cosas que más me hizo desconfiar sobre la efectividad de las medicinas para el cólico del lactante cuando empecé a estudiarlo fue la gran cantidad de soluciones diferentes.

Si tu hijo tiene Cólico del Lactante posiblemente ya has probado varios de ellos con escaso o nulo resultado. Puede que tu caso sea la excepción y le haya servido alguno de ellos.

Empecemos por el principio ¿Qué es el Cólico del Lactante?

Por definición decimos que un bebé sufre cólico del lactante si:

Llora más de 3 horas al día de forma inconsolable (no se calma si lo tomas en brazos o le ofreces alimento).

Más de 3 días por semana (un día malo lo tiene cualquiera).

Sin que se haya detectado ninguna enfermedad que lo justifique (debe haberlo explorado un pediatra para descartar que la haya).

Suelen ser bebés entre 3 semanas y 3 meses (¡Cuánto 3! ¡Qué llamativo!)

Ahora algo que nunca me canso de decir:

  • Esto es un cajón de sastre en el que se meten muchos niños por motivos diferentes.
  • Ningún bebé llora sin motivo:
    • O tiene dolor o una necesidad sin cubrir:
      • Si cubrimos sus necesidades (estímulos tomándolo en brazos y alimento ofreciéndole comida) y no para de llorar, es que algo le duele.
      • Y por tanto llego a la conclusión de que el 3º punto de la definición es siempre falso. Si estamos ante un cólico real y el bebé no se calma al darle estímulos ni alimento, es que algo le duele. Por tantos, sí que tiene una enfermedad que lo justifica.
  • El problema es que son varias las causas que pueden llevar a un bebé a llorar más de 3 horas al día, más de 3 días por semana. Algunas son típicas de estos 3 primeros meses de vida en los que el bebé está adaptándose a su vida fuera del útero.
  • Para complicarlo más pueden combinarse entre sí, de modo que si detectamos sólo una de ellas y la tratamos, el bebé no mejora. Y no lo hace, porque sigue teniendo otros problemas que mantienen el dolor.

¿Porqué la mayoría de los medicamentos para el Cólico del Lactante no funcionan?

No es que los medicamentos que dicen servir para el Cólico sean un fraude.

Es simplemente que cada uno trata un problema concreto. Y como os he dicho el Cólico del Lactante puede, y suele, tener varias causas simultáneas.

Lo raro es el Cólico con una sola causa. Más raro aún es que de la larga lista usemos exactamente el medicamento que necesita para esa causa única.

Hay medicamentos que mejoran la motilidad intestinal, que reducen los espasmos, que mejoran la flora intestinal, que calman el dolor…. Hay infusiones, medicamentos farmacológicos, homeopáticos, naturistas…. Hay biberones y leches anticólico. Cada una de estas soluciones va destinada a un síntoma o una causa concreta y en general están bien diseñadas para su objetivo.

El problema es aplicarlos de forma aislada y sin haber averiguado antes las causas por las que un bebé concreto sufre el Cólico del Lactante. Están por tanto destinados a fracasar.

La experiencia de algunos padres es que tomando tal o cual medicamento, su hijo sí que mejoró. Pero cada caso defiende el suyo según su resultado. El medicamento que ayudó a un 10% de los casos no ayuda al otro 90%.

Un caso especial, que desaconsejo especialmente: La fórmula de Marfan

La Fórmula de Marfan no es una novedad. Tiene muchos años. Tantos que ya se llama Fórmula de Marfan a cualquier cosa.

Los hay que le añaden hinojo, anís estrellado…. Pero la base esencial es la Belladona y en algunos casos el Fenobarbital.

Atención: Funciona en un alto porcentaje de bebés. 

Aún más atención: A mi parecer es una barbaridad.

¿A qué se debe que funcione? Básicamente a que Belladona y Fenobarbital dejan al bebé «planchado en los mundos de Yupi».

«O sea ¿que el bebé deja de llorar? ¡¿Dónde lo compro?!» Si me haces caso, en ninguna parte. No uses la Fórmula de Marfan. Te explico porqué no la recomiendo en absoluto.

El problema es triple:

  1. Es peligrosa. En bebés más sensibles o a una dosis inadecuada puede dar lugar a intoxicación grave. Por eso no se comercializa y menos aún Sanidad aceptaría una fórmula así con indicación para el cólico del lactante.
  2. En la mayoría de los casos no resuelve nada, sólo oculta el problema hasta que se resuelva, si es de los que se resuelven con el tiempo. Que es el caso en algunas de las causas del cólico.
  3. Interfiere en el desarrollo del bebé. Si dejas «sopa» a tu bebé no llora, vale. Pero si las causas que le hacen llorar tardan meses en resolverse de forma espontánea, vas a seguir dándole la Fórmula de Marfan durante meses. Meses en los cuales el desarrollo neurológico de tu bebé va a ser «el de una maceta de geranios».

Por tanto soy muy claro: No uses la Fórmula de Marfan.

¿Y entonces qué solución tiene el Cólico del Lactante?

Algo más complejo, pero es que un problema complejo no tiene soluciones simples.

Yo lo que hago es:

  1. Identificar las causas por las que cada bebé concreto tiene Cólico del Lactante.
  2. Y tratar todas las causas implicadas a la vez.

Cuando lo hacemos, mi experiencia es una clara mejora del bebé en menos de 2 semanas en la gran mayoría de los casos y en menos de un mes en la casi totalidad.

Pero más importante aún que la mejoría, que por definición en el cólico llega sola antes o después, es que haciéndolo así hemos detectado y resuelto problemas reales que el bebé tenía y que en algunos casos persisten si no se tratan más allá de los 3 meses que suelen marcarse como final del cólico.

Para ofrecer este abordaje he creado el Programa Bebé Sin Cólico.

Bebé sin Cólico

 

 

 

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Los Probióticos y la Lactancia Materna

Momentos más frecuentes en que puedes tener la duda de si Falta Leche Materna

Los probióticos están de moda. En la Lactancia Materna no es una moda, son la herramienta más útil en prevención y tratamiento de obstrucciones y mastitis.

¿Qué son los probióticos?

No vivimos solos en este mundo. Lo compartimos con muchos otros seres vivos. Entre ellos gérmenes microscópicos que están en todas partes, incluso en nuestro cuerpo. Sobre nuestra piel, en nuestras mucosas y en todo el tubo digestivo hay gérmenes siempre. La mayoría de ellos conviven con nosotros sin producirnos ningún daño. De hecho, algunos de ellos nos ayudan en la digestión o en la defensa de esos espacios evitando que lo ocupen gérmenes más agresivos.

Hablamos de probióticos para referirnos a cualquier forma de aportarnos esos gérmenes beneficiosos. Habitualmente se dan por vía oral, ya que una vez se asientan en el intestino son capaces de extenderse por superficie hasta los lugares más insospechados. Así por ejemplo, hay probióticos que tomados por vía oral se asientan en el intestino, son expulsados por las heces y por la piel se extienden y asientan en las zonas donde tienen un entorno que les resulta más propicio.

Hay probióticos específicos para lactancia materna. Son Lactobacilos que están presentes en la leche materna de madres sin problemas en el pecho. Dar estos probióticos como prevención y como parte del tratamiento de algunos problemas frecuentes en la lactancia es algo que suelo recomendar.

Problemas en los que los probióticos pueden ser útiles en lactancia materna

En el pecho hay también gérmenes. Ocupan la superficie del pezón y los conductos por los que sale la leche. Cuando los gérmenes son los adecuados todo va bien. Pero cuando prolifera un nuevo microbio que irrita la zona los problemas aparecen.

Las alteraciones en las que están implicados son:

  • Infecciones del pezón.
  • Perlas de leche.
  • Obstrucciones del drenaje de una zona del pecho.
  • Mastitis.
  • Abscesos.

Vamos a repasar cada uno de ellos y cuando los probióticos son una parte o la solución esencial.

Infecciones del pezón

En ocasiones durante la lactancia materna la madre presenta un enrojecimiento del pezón con escozor y pinchazos al dar el pecho. Son signos de que está infectado por algún germen que no debería estar ahí y cuya presencia da lugar a las molestias.

Cuando esto ocurre mi recomendación suele ser:

  • Recoger un frotis del pezón y un cultivo de la leche materna para saber cuál es el germen que está dando los problemas. Esto nos sirve para tener esta información si luego aparecen otros problemas (mastitis) en los que puede ser útil para pautar un antibiótico.
  • Higiene normal. Usar un jabón poco agresivo y frotar lo menos posible.
  • Dar un probiótico específico para la lactancia materna que aporte gérmenes buenos que desplacen a los malos.

Obstrucciones del drenaje y perlas de leche

Los agrupo porque van una con la otra. Si esa infección del pezón progresa y afecta a los conductos por los que sale la leche, los bichos malos irritan las paredes de esos conductos. Esa irritación hace que se engruese la pared hasta taponar el paso de leche. El taponamiento va siendo expulsado y acabamos viendo en el pezón un punto blanco denso que llamamos «perla de leche».

Notamos entonces una zona del pecho que presenta un bulto doloroso, pero ni caliente ni enrojecido. Puede aparecer febrícula, pero no fiebre.

Para resolverlo:

  • Recoger un frotis del pezón y un cultivo de la leche materna para saber cuál es el germen que está dando los problemas. Esto nos sirve para tener esta información si luego aparecen otros problemas (mastitis) en los que puede ser útil para pautar un antibiótico.
  • Hay que vaciar el pecho bien en las tomas. E interesa que el bebé succione especialmente la zona obstruida. Esto se logra poniendo al bebé de tal modo que cogido al pecho su barbilla quede apuntando a la zona en la que está la obstrucción. Hay toda una variedad de posturas para cada zona.
  • No aplicar calor, ya que puede favorecer que la zona se inflame y proliferen los gérmenes agresivos.
  • Aplicar masaje en la zona obstruida, en círculos y arrastrando hacia el pezón.
  • Si hay perlas de leche se puede puncionar por el borde para ayudar a que drene.
  • Y de nuevo, dar un probiótico específico para la lactancia materna que aporte gérmenes buenos.

Mastitis durante la lactancia y uso de probióticos

Cuando una zona obstruida retiene la leche hasta que se infecta puede aparecer la mastitis. La diferencia con la obstrucción es que el bulto se vuelve caliente y enrojecido, la fiebre sube habitualmente por encima de los 38,5ºC y aparece malestar general.

En estos casos:

  • Si no lo hemos tomado en etapas anteriores, recoger un frotis del pezón y un cultivo de la leche materna para saber cuál es el germen que está dando los problemas.
  • Por supuesto dar un probiótico específico para lactancia materna.
  • Se pueden dar antitérmicos/antiinflamatorios.
  • Se puede aplicar frío, pero no antes de las tomas, sino después y evitando siempre la zona del pezón y la areola.
  • Hay que vaciar el pecho bien en las tomas. E interesa que el bebé succione especialmente la zona obstruida. Esto se logra poniendo al bebé de tal modo que cogido al pecho su barbilla quede apuntando a la zona en la que está la obstrucción. Hay toda una variedad de posturas para cada zona.
  • Aplicar masaje en la zona obstruida, en círculos y arrastrando hacia el pezón.
  • Si el mal estar general y la fiebre no son muy intensos podemos empezar tratando sólo con probióticos y darle un par de días de oportunidad. Pero si hay mal estado general, fiebre alta o no evoluciona bien sólo con los probióticos debemos dar antibióticos. En caso de dar el antibiótico lo importante es mantener el probiótico tras la resolución.

Absceso mamario durante la lactancia materna y uso de probióticos

Debemos pensar en un absceso siempre que en una mastitis vemos que la fiebre baja pero no desaparece, la inflamación se reduce pero sigue el bulto.

La prueba de elección para diferenciar absceso de mastitis es la ecografía.

Y el tratamiento incluye todo lo indicado en la Mastitis pero con drenaje.

Es importante para no dificultar más la lactancia que la incisión se haga lo más alejada posible del pezón y la areola.

Resumiendo, son muchos los problemas en los que la colonización del pecho por los microbios inadecuados pueden generar problemas. Tanto en la prevención como en el tratamiento los probióticos juegan un papel esencial.

Yo daría dos recomendaciones:

  • Tomar un probiótico específico para lactancia materna en las últimas semanas de gestación para facilitar que cuando empiece a trabajar el pecho los gérmenes presentes sean los adecuados.
  • Si no lo hemos tomado como prevención, mantenerlo tras resolverse cualquiera de los problemas mencionados durante al menos un mes para evitar las recaídas.

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