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Niños, móviles y tablets

Móviles, tablets y niños

Reflexiones como Pediatra y Padre sobre el papel de Móviles y Tablets en la vida de los Niños. Problemas más comunes de salud. Aunque no todo es negativo.

Lo que voy a exponer aquí es una mezcla de mi experiencia como padre, como pediatra y una reflexión desde el sentido común más que desde la base de estudios científicos al respecto. Por tanto tan discutible como lo que más. De hecho lo que espero es generar debate.

Si estás leyendo este artículo es porque tienes conexión a Internet. Posiblemente en tu mano en este momento. Según mis estadísticas más del 70% de las visitas a esta página llegan a través de móvil o tablet. Y si has decidido leerlo es porque posiblemente en tu caso lo tienes. Y además es muy probable que también tengas uno o varios hijos.

Es decir, que la combinación Niños, Tablet y Móvil está presente en tu casa.

¿Y bien, qué hacemos? ¿Nos deshacemos del niño, de móvil y tablet? ¿O nos vamos nosotros, que mientras tengan móvil y tablet no se van a enterar?

¿Te acuerdas de la Televisión? ¡Yo casi que no! La realidad es que en mi vida ya casi no hay tiempo para ella.

Pero hubo una época en la que no me imaginaba mi vida sin «la tele».

Los que ahora somos padres pertenecemos a la primera generación de niños que se criaron con televisión en casa.

¿Recordáis lo que nos decían a nosotros cuando éramos pequeños respecto a la tele?

Os hago un resumen de lo que yo puedo rememorar:

– Os vais a quedar ciegos de ver tanto la tele.

– Ese cacharro emite radiaciones, vais a acabar todos fatal (cáncer, se te va a caer el pelo…)

– Os vais a volver idiotas de estar todo el día mirando la «caja tonta».

– Cuando seáis mayores no vais a poder levantaros de la silla.

¿Y recordáis quién era más beligerante en estas afirmaciones? En mi caso, mis abuelos.

¿Qué deduzco de esto?

Todo cambio es difícil de asimilar por la generación que lo vive como tal. Igual que en su momento nuestros abuelos estaban sinceramente preocupados por el efecto negativo que la tele podía ejercer sobre nuestra salud física y mental, hoy en día son nuestros padres los más preocupados por el efecto que móviles y tablets pueden tener en la salud de sus nietos.

Pero ¿y los padres?

Nuestros padres con la tele y nosotros con móviles y tablets tenemos una postura doble. Por una parte no es que nos sintamos totalmente cómodos viendo cómo nuestros hijos pasarían horas y horas enganchados a los «cacharros».

Pero siendo realistas, son un método muy efectivo a veces…

Todo niño supera antes o después con su necesidad de estímulos la capacidad de sus padres para proporcionárselos. Ha pasado y pasará siempre. Los niños tienen su vida. Los padres la de sus hijos y la propia. Y ni que decir tiene que vivir dos vidas en una es muy complicado.

Tener un recurso tan a mano que proporciona estímulos es una «tentación insuperable».

Seguro que conocéis el «Momento Móvil»:

Reunión familiar, todos los niños armando follón, como es su obligación y en un momento dado están ya entre agotados, cabreados, aburridos… ¡Insoportables! Los padres se miran, echan mano a sus bolsillos y susurran con complicidad. «¿Momento móvil?».

Todos asienten, sacan sus móviles, los encienden, buscan el juego o el vídeo preferido de su vástago y se los entregan a sus respectivos hijos.

Un minuto después se ha hecho un silencio sepulcral. ¡Calma absoluta!

Móviles y Tablets son algo a integrar en nuestras vidas desde Niños

A parte de esta parte más o menos criticable pero real como la vida misma: Los dispositivos digitales van a seguir tan presentes en la vida de nuestros hijos como lo ha estado la televisión en la nuestra. Mirados de forma aséptica son una fuente más de estímulos e información. Nada más y nada menos.

Como con cualquier otra cosa en esta vida que supla una necesidad del ser humano, cada persona juega y acaba definiendo un equilibrio en el que da mayor o menor importancia a ese elemento respecto a todos los demás presentes en su vida.

Toda fuente de satisfacción de una necesidad es en sí misma una solución y un peligro. Porque los seres humanos tenemos tendencia a movernos a veces de forma muy extrema.

Como en cualquier otro aspecto de la educación, el objetivo debería ser darle un sitio que sea compatible con el resto de elementos de una vida equilibrada. Y ahí entra el sentido común. Un rato de móvil o tablet no tiene porqué ser un problema si no limita en exceso a otras actividades también necesarias, como el juego no virtual, la creatividad, las relaciones interpersonales directas, la actividad física, el estudio…

En situaciones extremas puede interferir con todas ellas y es entonces cuando debemos plantearnos en serio que hay un problema y hay que poner solución. Estaríamos hablando entonces de adicción. Pero aquí lo complicado, como en toda adicción es limitar el acceso a lo que lo genera. El niño va a usar todos los recursos a su alcance para lograr «su dosis» e incrementarla paulatinamente. Como en cualquier otro aspecto de la educación los padres actuamos como reguladores de aquellas tendencias que el niño no consigue modular con éxito.

En otro enfoque, hay que tener claro que van a seguir en la vida de nuestros hijos con casi total seguridad. Y que de hecho van a ser una herramienta básica el resto de su vida. Nuestros hijos los usan de forma casi innata. Basta con ver la soltura con la que lo hacen desde muy pequeños. Que sepan usarlos y aprendan a hacerlo de forma equilibrada va a ser muy importante para su futuro. Por lo que no darles acceso… ¿hasta qué edad?

Pero lo que más preocupa ¿es verdad que los Móviles y Tablets pueden dañar a los Niños?

Radiaciones

Cualquier dispositivo digital conectado lo hace por medio de radiaciones. Pero según el tipo de ondas se pueden clasificar las radiaciones en «ionizantes» y «no ionizantes». ¿Esto que significa? Una radiación ionizante es la que puede alterar la estructura de la materia con la que se cruza produciendo iones. Estas radiaciones son las que pueden alterar por ejemplo el ADN de nuestras células haciendo de actúen de forma incorrecta (por ejemplo provocando un cáncer). Las radiaciones usadas para conectar dispositivos digitales son «no ionizantes». Es decir, que en teoría no son capaces de producir algo así.

Pero digo en teoría. Porque no existen los emisores puros de radiación. Ningún objeto o aparato electrónico emite radiaciones en una frecuencia pura. Aunque entre las frecuencias que se quieren usar y las ionizantes hay un margen suficiente para que sea algo muy poco probable que un dispositivo conectado emita radiaciones ionizantes, ocasionalmente, ¿quién puede asegurarlo? En teoría cuanto más tiempo se usa más probable es que uno sea sometido de vez en cuando a una radiación no tan inofensiva.

Lo que sí está claro es que, al menos en las ciudades vivimos inundados en un mar de radiaciones «no ionizantes» que usamos para comunicarnos. Desde ondas de radio y televisión a señales de telefonía móvil pasando por redes Wifi y Bluetooth. Con lo que en la práctica la diferencia entre que uno las use o no es bastante limitada.

Son muchos los estudios que intentan ver hasta qué punto esto puede afectar la salud humana. Y por ahora no hay una conclusión clara. Con lo cual que cada uno se lo tome como prefiera.

Vista

El problema aquí es la acomodación. Nuestros ojos están diseñados para trabajar en un entorno en el que los objetos están a distancias variadas. Con lo que para su día a día lo normal es cambiar constantemente de enfoque. Pero cuando usamos un buen rato una pantalla enfocamos a una distancia fija.

Ese es el motivo por el que cuando estamos mucho tiempo mirando una pantalla y la dejamos perdemos agudeza visual de lejos durante un rato.

Hacerlo con asiduidad puede, en teoría, favorecer la aparición de la vista cansada. Algo propio de personas de más de 40-50 años que puede aparecer antes si se usan dispositivos de pantalla durante demasiadas horas al día. Consiste en una pérdida de elasticidad del cristalino que hace más difícil enfocar a distancias cortas.

Postura

Este es uno de los aspectos en los que realmente vemos efectos perjudiciales de móviles y tablets en los niños.

Para usar uno de estos dispositivos es necesario sostenerlos delante del campo visual. Esto significa mantener los brazos y las manos en una postura fija durante el tiempo que los estamos utilizando.

Cada vez veo más:

Dolores de espalda en niños que usan mucho los tablets. Más que en los móviles porque pesan más. La causa es una contractura de los músculos que fijan el hombro en la postura necesaria para tenerlo delante de nuestra cara.

Dolores de mano. En la mayoría de la mano izquierda, que es la que se usa para sostener el teléfono móvil mientras pulsamos la pantalla con la derecha.

Dolores de cabeza. Cuando se abusa de estas posturas la contracción constante de los músculos del cuello dificulta la llegada de sangre a través de las arterias del cuello, de lo que la cabeza se queja doliendo.

Contenidos dañinos

Evidentemente una fuente de información tan accesible como un dispositivo conectado a Internet puede facilitar contenidos de muchos tipos. Y no todos son adecuados para cualquier edad. Por lo que algo importante es vigilar a qué pueden acceder los niños a través de Internet. Casi todos estos aparatos tienen en su configuración la opción de «control parental». Pero son filtros automáticos que no pueden garantizar al 100% que los contenidos sean adecuados. Es lo mínimo que deberías usar. Pero hacerlo no te exime de que controles a qué accede tu hijo con ellos.

Si quisiera hacer un resumen sería el siguiente:

Como todo en la vida los móviles y tablets son objetos que bien usados pueden resultar muy útiles. Pero no están exentos de riesgos. Por lo que, sabiendo que no es realista evitar totalmente el contacto de los niños con ellos, y que incluso manejarlos con soltura puede ser una habilidad básica en su futuro, lo que sí debemos hacer es restringirlo a una forma de uso adecuada. Esto implica limitar el tiempo que los usan y para qué, estando atentos a las alertas que nos hagan pensar que está siendo inadecuado.

Dar un móvil o un tablet a nuestro hijo no debería ser un motivo para relajar nuestra atención, sino para acentuarla.

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Herramientas para mejorar la relación con tus hijos

Herramientas para mejorar la relación con tu hijo.

Tania García, Fundadora de Edurespeta, experta en Educación Respetuosa y Asesora Familiar, nos ofrece hoy algunas pautas para afianzar el vínculo con nuestros hijos y mejorar así nuestra relación.

¿ Alguna vez has pensado que tu hijo es tu enemigo?, ¿ que te toma el pelo o te torea?

Es normal en cierto modo que lo pienses. Todos lo hemos pensado alguna vez y hay muchas influencias que nos dicen que los niños son así: manipuladores, tiranos, interesados, malos, etc. Pero ésta NO es la realidad.

Los niños son personas, personas en crecimiento, en evolución, que necesitan de ti para aprender de la vida e integrarse en la sociedad de manera correcta. Conociéndose y respetándose a sí mismos y a los demás.

Tu hijo no es tu enemigo, tu hijo es una persona igual que tú.

Es muy importante que no nos creamos superiores por el hecho de ser su madre o su padre. En muchas ocasiones, se comete el error de tratarles como si fueran inferiores, como si no entendieran nada, como sus sentimientos y emociones fueran insignificantes y hubiera que pasarlas por alto. Nadie es inferior a nadie, y tus hijos: menos.

Hoy quiero ofrecerte 5 herramientas claves para mejorar la relación con tus hijos, que si te comprometes y aplicas con constancia, mejorarán vuestra relación:

  1. Comprensión: hasta que no te quites la venda de los ojos, y sigas pensando que tus hijos son enemigos que conspiran contra tu bienestar, no vas a poder avanzar. Así que, lo más básico es que COMPRENDAS e INTEGRES que son básicamente eso: tus hijos. Y, que como niños, tienen que hacer cosas de niños: moverse, correr, gritar, saltar, llorar, imitar, JUGAR, etc. Comprende a tus hijos en todo momento y tu vida ( y la suya), cambiarán a mejor.
  2. Controla tus emociones: sí, cuando pienses que tus hijos hacen lo que quieren, que lloran para llamar la atención, que son unos pesados…REFLEXIONA y OBSÉRVATE. ¿ Es necesario llenarse de ira y de rabia por un comportamiento que consideras que tu hijo ha realizado de manera incorrecta? Nunca sabemos cuando será nuestro último día. ¿De verdad quieres discutir con tus hijos diariamente? ¿Es cierto que quieres que te recuerden chillando, atacada/o de los nervios sin saber llevar la situación? Es muy importante que trabajes sobre tus propias emociones y lo que experimentas al sentirlas, para poder avanzar y educar con el corazón y no con la rabia.
  3. Habla con ellos y escúchales tanto como puedas: la comunicación es muy importante. De hecho, así funcionamos los humanos, mediante la comunicación: verbal y no verbal. Habla con tus hijos todos los días, mostrando un gran interés por lo que dicen y caracterizándose vuestro diálogo por la comprensión, sin juicios ni etiquetas. Tienes que intentar sacar tiempo para ello y dejarte llevar en estas conversaciones, por el corazón y no por las prisas y/o rutinas.
  4. Abrazos y besos: todo el mundo necesita contacto físico, es una manera más de comunicarnos y de sentir que los que nos quieren, están ahí. Nunca pienses que los besos, abrazos, caricias, etc. Son negativos para tus hijos: al contrario, los necesitan. No prives a tus hijos de esto…NUNCA.
  5. Aprende a diferenciar lo importante de lo que no lo es: que tu hijo salte en el sofá, no es importante. Que tenga una relación familiar basada en los gritos por parte de sus padres, sí lo es. Que tu hija no quiera lavarse los dientes, no es importante. Que la castigues por ello, sí lo es. Y así, un largo etcétera. Debes conocer muy bien las cosas que son de niños y comprenderlas; para poder diferenciar entre lo verdaderamente importante a la hora de educar, de lo que no lo es.

Puede resultarte difícil en un principio, o si estás en el camino, a veces, quizás,  se te hace un poco cuesta arriba. Pero te aseguro que progresivamente, todo se irá volviendo natural, normal y fácil.

Acompañando a tus hijos en todas las situaciones, en los buenos y malos momentos, no sólo los hará libres, responsables, respetuosos, con una buena autoestima y un buen auto conocimiento, así como fieles a sus ideales…sino que además, les hará FELICES.

Tú puedes hacerlo, confío en que lucharás para que así sea.

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Viajar con Bebés

Viajar con Bebés es posible, pero se realista y hazlo con seguridad.

¿Qué debería tener en cuenta a la hora de viajar con un bebé? ¿A partir de que edad puede hacerlo en avión, barco, autobús..? ¿Se marean ya desde pequeños?

Viajar, lo que se dice viajar, es algo que todos los bebés hacen desde que salen del Hospital. Todos tiene que hacer un trayecto mayor o menor desde el Hospital en el que nacen hasta la que va a ser su casa. En algunos casos podrán llegar incluso a pie. Pero la mayoría deben usar el coche.

Pero hay casos en los que son necesarios otros medios. El autobús, un barco o un avión. Hay zonas que tiene peor comunicación.

Viajar seguros con un Bebé en el Coche

Ya desde ese primer viaje  que hacen los bebes al salir del Hospital debemos tener previsto su desplazamiento seguro. El capazo con cinturón de sujeción de velcro no es una solución. Para que una sujeción en el coche se considere segura debe ser de 5 puntos de fijación. Ya que una fijación de velcro no es segura y con sólo dos puntos de sujeción es fácil que en un accidente el bebé salga despedido.

Fijación de 5 puntos en la silla de un bebéDesde luego NO es apropiado llevar a los niños simplemente en brazos. Ante un accidente evitar que el niño escape de nuestros brazos es casi imposible.

TAMPOCO poniendo el cinturón de seguridad de quien le lleva en brazos por encima del bebé. Ten en cuenta que ante un choque frontal tu cuerpo debe ser retenido por el cinturón. Y la fuerza con la que lo hace es a veces suficiente para provocar lo que llamamos hematoma del cinturón. Imagina a tu hijo aplastado por tu propio peso. Cuando va en su propia silla con su sujeción de 5 puntos la fuerza que debe soportar es la proporcional a su propio peso. Eso es lo adecuado para reducir riesgos.

Yo sé que muchos bebés lloran cuando los pones en una silla para auto. Pero es una de las situaciones en las que el llanto del bebé está justificado.

Para reducir el llanto de los bebés en el coche:

Evita desplazamientos en coche cuando sea posible.

– Aprovecha para hacerlos en los momentos en los que el bebé está dormido.

– Que un acompañante (el que mejor lo haga) se siente en el asiento contiguo para ir entreteniendo al bebé.

– Que esa persona, siempre que sea posible, sea otra distinta al conductor. El conductor debe centrarse en la conducción.

Que la persona que atiende al bebé tenga a mano lo necesario para asistirle durante el viaje. Es frecuente la distribución papá-conductor, trastos del bebé en el asiento del copiloto, mamá y bebé atrás. Cuando hacemos esto y el bebé se pone nervioso, por propia experiencia sé que la madre empieza a pedir cosas que están en un lugar donde sólo llega el conductor. ¿Habéis probado a mandar al padre a buscar unos pañales? ¿A que en muchos casos vuelve sin ellos porque no los encuentra? Pues imaginad su capacidad de hacerlo cuando está concentrado en conducir. Hay que preparar lo de verdad necesario para atender al bebé en el coche en una bolsa que pueda ponerse a los pies del bebé, para que quien le atienda pueda hacerlo sin distraer al conductor.

– Por supuesto, cuando el bebé llora de forma intensa, si puedes parar el coche, cogerlo en brazos, alimentarlo, cambiarle el pañal… mejor. Un viaje de varias horas sin bebé puede ser de muchas horas cuando lo haces con un bebé.

Viajar con un bebé en Autobús

No añado ni siquiera la palabra Seguro en este subtítulo. Porque no es posible. No conozco ningún autobús preparado para viajar con bebés. Y sin embargo sé que hay situaciones en las que es imprescindible hacerlo. Mis padres no tenían coche y 4 de mis hermanos nacieron en una ciudad a 60 km del Hospital. El medio de transporte para llegar a casa tras el parto fue el autobús. Pero si puedes evitarlo, mejor.

Viajar con un Bebé en Barco

Esto es algo mucho menos frecuente. Hay muchas personas que no han viajado nunca en barco. Para muchos es más un vehículo de recreo que de transporte. Tanto si lo usas para recreo como si es para transporte, un bebé que no sabe nadar es el viajero más indefenso del barco. Ante un hundimiento o una caída al agua no puede sobrevivir sin ayuda. Siempre que sea posible un niño debe evitar las embarcaciones hasta que sepa nadar. Me han venido a la cabeza las pateras en las que llegan bebés a las costas de Europa….

Viajar con un Bebé en Avión

Esto es bastante más frecuente. Y suele haber varias dudas asociadas a ello:

¿Desde qué edad puede viajar en avión? Pues desde el nacimiento. En los niños que no pueden ir solos en un asiento, como es el caso de los bebés se usa un cinturón para el bebé que se enlaza al de quien lo lleva.

Presión. Los aviones vuelan a unas alturas que necesitan de presurización y despresurización de la zona en la que van los pasajeros. Esos cambios de presión pueden ser molestos incluso para los adultos, pero en niños pequeños la trompa de Eustaquio, que sirve para equilibrar presión en el oído medio puede ser estrecha o taponarse con moco fácilmente. Para evitarlo es bueno que mientras se produce el ascenso y el descenso del avión el bebé chupe. El movimiento de chupeteo ayuda a mantener abierta esta comunicación y que la presión se equilibre.

Aguantar a un bebé inmovilizado en un espacio reducido. Este es el mayor problema cuando estamos hablando de viajes largos. En bebés muy pequeños es poco problemático. Puede haber situaciones violentas, como los cambios de pañal, o que el bebé llore mucho e incomode a los otros viajeros. Pero en ese sentido, por poco comprensivos que puedan ser algunos, les toca aguantarse, porque todos hemos sido bebés y hemos sometido a los demás a situaciones así. Con toda la educación y tranquilidad del mundo la respuesta a cualquier comentario debería ser ¿Es que usted no ha sido bebé? La peor edad suelen ser entre los 6 meses y 2-3 años. Una edad en la que el son mucho más activos y llevan peor la inmovilización y en la que además cambiar un pañal puede ser para nota.

Por tanto: Tener un bebé no es motivo para no viajar, pero hay que ser realistas, y ante todo pensar en la Seguridad del Bebé durante el Viaje.

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Bebé de 6 meses Blog Conducta del Bebé y el Niño Convivencia Se Despierta Mucho Sueño del Bebé y Niño

Los ruidos de los niños mientras duermen

Los Ruiditos y los Movimientos de los niños mientras duermenTodos hacemos ruidos mientras dormimos. Pero los niños suelen hacer aún más. Son muy activos y durante el sueño también. Pero esto a veces crea problemas.

En realidad no es sólo cuestión de ruiditos (bufidos, gruñidos, ritmos de respiración extraños, toses esporádicas, gemidos…). Es que no paran ni cuando duermen.

Algunos piensan que el sueño es una fase inactiva de nuestra vida. Pero no es así. De hecho la actividad del cerebro en algunas fases del sueño es mayor que cuando estamos despiertos.

Y los niños sabemos que tienen un nivel de actividad mucho mayor que el de los adultos. Durante el sueño no es una excepción.

Si grabáis a vuestro hijo mientras duerme y ponéis el vídeo a cámara rápida posiblemente os asombre lo mucho que se mueve.

Esto es natural y no supone un problema para el niño en ningún caso. Por mucho que se mueva o por muchos ruiditos que haga.

Pero sí puede serlo para los padres. Hay muchos que no tienen claro cómo actuar ante esto. Y hay muchos padres que no pueden dormir junto a sus hijos a causa de esta actividad mientras duermen.

Yo sé la carga de ansiedad que supone ser padres y que la mejor forma de disiparlo es entender porqué no preocuparse o cuando debe uno preocuparse. Así que voy a explicarlo.

Los distintos ruiditos y porqué no preocuparse:

Ritmo extraño de respiración las primeras semanas.

En las primeras semanas de vida los bebés tienen un ritmo de respiración mientras duerme que resulta llamativo. A veces lo hacen tan superficial que parece que dejase de respirar, y de repente hacen varias respiraciones más intensas. Esto se debe a la inmadurez de su centro respiratorio. Cuando los gases en sangre están a concentraciones normales casi se le olvida respirar. Se espacian y son muy superficiales.

Pero, cuando tras varias respiraciones más superficiales se acumula dióxido de carbono y falta oxígeno, es como si recordase de repente que tiene que respirar y lo hace de forma más intensa hasta que se normaliza.

Todo esto es normal. Y no es necesario hacer nada. Sólo en los prematuros puede ser un problema. Porque en ellos a veces el centro respiratorio es tan inmaduro que no controla bien y pueden hacer Apneas (pausas sin respirar más allá de lo recomendable). Pero en niños nacidos a su tiempo esto es rarísimo. O sea que tranquilos por este tema.

Ruidos al respirar.

Los primeros meses la mayoría de los bebés tienen la nariz congestionada, especialmente durante la noche. Es lo que llamamos rinitis seca del lactante. Suena como un cerdito. Es más evidente de noche porque no hay más ruidos, y porque en los dormitorios el ambiente suele estar más seco, lo que hace que se congestionen más.

A partir de que el niño empieza a pasar catarros lo que ocurre es que el niño ronca. Tiene la nariz taponada de moco y respira con la boca abierta, vibrando el paladar (ronquido).

Si ni uno ni otro caso hacen que el niño llegue a despertarse, en principio no hay que hacer nada.

Ruidos mientras sueña.

En torno a los 5-6 meses el patrón de sueño de los niños ya es parecido al de los adultos y eso hace que muchos niños ya tengan sueños y pesadillas. Durante esos sueños pueden gruñir, gemir, lloriquear y aquellos que ya hablan, hasta hablar…

Pero de nuevo no es necesario hacer nada. En realidad el niño está dormido y la fase de sueño en la que hacen esto es una de las más reparadoras. Lo mejor es no interrumpirlas. Cuando no se despiertan, les pasa como a nosotros. Si tu pareja nota que estás haciendo estos mismos ruidos durante la noche y no hace nada, al preguntarte a la mañana siguiente cómo has descansado dirás que bien y no recordarás nada. Si te despiertas sí recordarás el sueño.

Estos ruidos pueden ir acompañados de movimientos más o menos bruscos con los que el niño se va desplazando por la cama y cambiando de posición en función de su capacidad para moverse. Según la edad, los más pequeños giran la cabeza y mueven pies y manos, los más grandes pueden desplazarse por la cama, darse la vuelta, dar patadas, pelear… Pero todo con los ojos cerrados. Es decir, dormidos.

Resumiendo

Como podéis ver la mayoría de estos ruidos y movimientos son normales y no suponen un problema para el niño.

Pero hay casos en los que los padres no descansa debido a que interrumpen su sueño de forma demasiado frecuente. Cuando esto ocurre debemos entender la familia como una unidad en la que la falta de descanso de uno de sus miembros acaba afectando a todos. Y empezar a plantearnos soluciones.

Una posible solución es que el niño deje de dormir con los padres y lo haga en su propio dormitorio. Pero todo son opciones y sois vosotros quienes valoraréis hasta qué punto es necesario tomar medidas.

 

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Niños que no están «Preparados para la Escuela».

¿Está preaparado para ir al Colegio?

Suele decirse que un niño cuando pasa a la Escuela Infantil debe Hablar y Controlar la orina y las heces. ¿Qué pasa si se acerca la fecha y aún no lo hace?

En cada país el sistema educativo funciona de forma algo distinta y las fechas que voy a usar para tratar este tema son propias de España, que es el que conozco mejor.

En España hasta los 3 años los niños quedan en Casa o en «Guardería». A partir de los 3 años empiezan el Ciclo de Educación Infantil y desde los 6 la Educación Primaria.

Se considera gratuita la Escolarización a partir de los 3 años y obligatoria desde los 6.

Controlar Orina y Heces antes de ir al Colegio.

Pero hay un problema. En la Educación infantil no hay «Cuidadores», hay Maestros. Esto significa que los niños necesitan tener ya un mínimo de capacidades en cuanto a su independencia personal. Concretando, que no deben tener pañal y deben controlar esfínteres. Porque en un aula en la que por debajo de los 3 años hay varios cuidadores en Educación Infantil hay un sólo Maestro y no puede dedicarse a cambiar pañales o ropa si hay escapes.

Habitualmente hablamos de quitar el pañal entre los 2 y los 3 años. Pero depende de cada niño. No todos evolucionan por igual. La realidad es que el primer curso de Educación Primaria los escape son bastante frecuentes. Es una realidad.

Ante eso algunos padres cuando se acerca la fecha se agobian y deciden quitar el pañal «a las bravas». Lo quitamos y «a ver que pasa». Pues lo normal, que se escapa. Pero el problema más importante para quitar el pañal no es la orina. Es el estreñimiento. Conseguir que un niño controle la orina es relativamente sencillo. Pero si no logramos que haga caca fuera del pañal puede aparecer un estreñimiento difícil de solucionar. Para hacerlo adecuadamente puedes leer el artículo «Quitar el pañal»

Hablar antes de ir al Colegio

Otro aspecto en el que se puede incidir es el tema del desarrollo del lenguaje. ¿Qué pasa si un niño se escolariza antes de hablar? Pues pasa que es lo que hay. Un niño no va a hablar antes de estar preparado sólo porque nos lo propongamos. En realidad, con 3 años casi todos los niños entienden ya lo que se les dice. Si no es así debería ser valorado, porque no es normal. Puede haber un problema en la audición o en el Desarrollo neurológico. Pero si entiende, aunque no hable casi nada, no os preocupéis. Es muy frecuente aún en esa edad.

Lo habitual es que ya diga algunas palabras con sentido, aunque sean pocas. También debe ser valorado si no dice ninguna palabra con sentido con esta edad.

El planteamiento de muchos es que llegada esta edad no hagas caso al niño si no pide las cosas hablando. Puede servir como incentivo cuando un niño en realidad está ya preparado para hacerlo y le falta sólo un motivo para dar el paso. Pero hay niños que realmente no están preparados. Y hacer esto no les genera más que frustración.

No es complicado diferenciar un caso del otro. Aquél que realmente estaba preparado y sólo necesitaba un aliciente lo acepta con pocas muestras de rechazo. Pero si insistir en que nos pida las cosas hablando hace que nuestro hijo se muestre irritable o triste es que le está generando frustración porque no entiende aún lo que esperamos de él o no está listo para hacerlo. No insistas si es así. No se obtendrá nada y lo único que ocurrirá es que lo pasará mal.

De todos modos y de forma mucho más natural, cuando en el colegio los demás no le entiendan si no habla, acabará desarrollando su expresividad al ritmo que la vaya necesitando. Este es uno de esos «problemas» que se soluciona en la mayoría de los casos sólo sin hacer nada.

Tanto en el caso del lenguaje como del control de esfínteres hay que entender que puede haber una diferencia importante entre los niños que nacen a principio de año y los que lo hacen al final. Puede haber cerca de un año de diferencia. Y en esta edad, un año es un abismo.

 

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Actividades al Aire Libre con Niños

Actividades al Aire Libre con niños

La importancia de realizar Actividades al Aire Libre con Niños, pero con Seguridad. Una de las cosas más importantes para su desarrollo físico y emocional.

Mi hijo ha ido creciendo con este blog. Y yo he ido creciendo como padre con ambos.

Muchas de las cosas que yo aprendí en mi formación como pediatra han cambiado. Pero sobre todo ha cambiado lo que como padre cobra más importancia o menos. Y eso va evolucionando conforme los hijos crecen.

Tocaré madera, pero hace muchos meses que no ha enfermado, come razonablemente bien (es de poco comer, pero variado), duerme bien, y empiezan a ser prioritarias otras cuestiones.

Como todos los niños de su edad (7 años) es muy activo, pero el tipo de ocio al que está acostumbrado es muy sedentario. Le encanta ver sus series favoritas de dibujos animados, o explorar en Youtube, jugar con el iPad o el móvil. Hasta está empezando a pillarle el gusto a la lectura como entretenimiento.

Pero es hijo único y aunque con frecuencia juega con amigos (visitas) y lo hace a diario en el colegio, los padres tenemos demasiada tendencia a planificar el ocio de forma poco activa.

Actividades sin salir de la ciudad, y cuando lo hacemos al campo solemos plantearlo como si nos llevásemos la ciudad con nosotros. Zonas de campo, pero especialmente adaptadas como áreas de recreo… Comer y comer moviéndonos en torno a la comida…

Muchos niños desconocen lo que es una auténtica excursión por el campo. Andar y andar sin más equipaje que una mochila con agua y algo de comer (bocadillo y fruta). Simplemente para disfrutar espacios abiertos y moverse a un ritmo diferente.

Lo normal cuando haces esto por primera vez es que tu hijo se queje: «¡Me aburro!»

Puedes empezar a explorar y rastrear, empezar a explicar detalles sobre la naturaleza que te rodea. Pero seguramente al principio esto, comparado con el aluvión de estímulos al que están acostumbrados, le resulte demasiado lento.

Puede ser buena idea compaginarlo con algo que les llame la atención. Nosotros llevamos unas semanas visitando Castillos de nuestra zona. Hay muchos, la mayoría derruidos casi totalmente, pero están en parajes que con la primavera son auténticas maravillas. Yo estoy descubriendo muchos que no sabía ni que existían.

Castillo de Aldeire, Granada, España

Las ruinas son algo que gusta a la mayoría de los niños. Son como un campo de aventura. Estimulan su imaginación y a explorar.

Y andar hasta llegar a ellas permite algo extraordinario. Tiempo en el que no hacemos nada más que andar y Hablar. Piénsalo un poco. ¿Cuánto hace que no dispones de varias horas seguidas para hablar con tu hijo? Esto, en niños por encima de los 6 años, es una de las mayores carencias que tienen. La oportunidad de Hablar hasta no tener más temas que tocar, desahogarse, vaciarse de preocupaciones, compartir ilusiones… Hablar.

Realizar Actividades al Aire Libre con Seguridad

Lo dicho hasta ahora es todo ventajas, pero conviene tener en cuenta una serie de cosas para que la actividad al aire libre resulte placentera y segura.

Pueden sufrir accidentes.

Pues sí. Y está bien que siempre vayas con un móvil con batería suficiente y compruebes de vez en cuando la cobertura. De modo que si ocurriese algo tengas claro el último punto desde el que podrías hacer una llamada.

También es bueno que escojas al principio Actividades al Aire Libre que no resulten muy arriesgadas, aumentando progresivamente la complejidad. En primavera vemos con frecuencia traumatismos en niños, porque tras meses sin casi salir al Aire Libre, están como locos, pero tienen poca práctica y los reflejos no dan mucho de sí.

El Sol en el campo y la montaña.

Si tu hijo está poco acostumbrado a hacer actividades al aire libre puede quemarse con facilidad o sufrir un golpe de calor. Planifica las actividades teniendo esto en cuenta, de modo que a las horas de más sol estéis en una zona algo más cubierta (edificio o arbolado).

Lleva siempre agua suficiente y un poco más y prepárate para el sol.

Ropa adecuada para evitar las quemaduras solares. La ropa puede ser fresca, pero si es resistente y cubre la mayor parte del cuerpo mejor. Además del sol a la mayoría de los niños no les gusta pasar entre plantas y que le rocen, con lo que suelen agradecer llevar unos pantalones largos.

Otros elementos a recordar son Gafas de sol: Deben ser de buena calidad. No hay mejor forma de tener un accidente que no ver bien. Especial cuidado a que las gafas no estén dañadas. Es mejor no usarlas que usar unas con el cristal rayado.

Otro detalle importante es la crema de protección solar. Lo mejor en cuanto al protector solar es aplicarlo antes de salir de casa si el día es soleado y vamos a estar horas expuestos a él. Solemos pensar en esto cuando vamos a playa o piscina, pero en el campo o la montaña el Sol puede ser incluso más agresivo, porque no vamos a refrescar la piel bañándonos. Llévalo por si a lo largo del día es necesario aplicarlo de nuevo.

El calzado para actividades al Aire Libre

Piensa que la idea es andar mucho y sobre superficies irregulares. Conviene llevar un calzado que:

No escurra con facilidad.

– Sea resistente, con suela gruesa y ancha y cubra si es posible el tobillo. Junto con los pantalones largos evitarán que las plantas le vayan rozando al caminar entre ellas. Pero además puede evitar heridas por accidentes leves que pueden estropear el día.

Calcetines altos y gruesos. Para proteger junto a la bota y los pantalones de «bichos» y «plantas». Pero además son esenciales para evitar la formación de rozaduras y ampollas. Recuerda que tu hijo posiblemente no está acostumbrado a recorrer distancias grandes y hacerlo con un calcetín fino con el que el pie «baila» dentro del zapato es rozadura garantizada.

Hazlo con seguridad, pero hazlo. Tu hijo necesita reducir el ritmo de estímulos y descubrir la realidad que existe fuera de las ciudades y de las pantallas. Aunque de entrada le pueda resultar aburrido, casi todos lo acaban agradeciendo.

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Aprender a dormir solo

Aprender a dormir solo

Lograr que un niño aprenda a dormir solo es el objetivo de muchos padres. Os contamos algunas de las claves para lograrlo respetando los ritmos del bebé.

Cuando decidimos no aplicar el Colecho por cualquier motivo, la otra opción que conozco es enseñar a los niños a dormir solos.

Algún autor de la Crianza Natural defiende que enseñar a dormir a un niño es absurdo. Todos necesitamos dormir y aunque no se nos enseñe lo vamos a hacer. Pero estamos hablando de conseguir que el niño duerma de una forma que no es aquella para la que está preparado instintivamente.

Razones para enseñar a un niño a dormir solo. Es decir, de un modo que va en contra de su instinto

1º El modo en que vivimos hoy día hace imposible, en algunos casos, aplicar la Crianza Natural del modo en que se hace en otras culturas o lo hacían nuestros antepasados.

Pero eso no es algo que ocurra sólo con el sueño. Comer como lo hacían nuestros antepasados pero con la facilidad de acceso actual a la comida (y sobre todo a ciertos alimentos como el azúcar refinado del que no disponían en la antigüedad) genera problemas como la obesidad.

Y por eso, aunque todos sabemos comer, es necesario aprender a comer bien. Porque aplicar en nuestra sociedad los esquemas de alimentación que instintivamente tendemos a usar, genera problemas.

Otro ejemplo es la sujeción a horarios, puede que sea una aberración, en algunos casos puede flexibilizarse, pero el caso es que las relaciones entre personas que no se conocen en absoluto ha hecho necesario establecer ciertas convenciones, como los horarios, sin los cuales nuestra sociedad no puede mantenerse. En otras culturas y en la antigüedad, el concepto de tiempo ni existía o era mucho más relativo y laxo.

En resumen, hay muchas situaciones en las que nuestro modo de vida actual ha exigido la modificación de tendencias, que en el ser humano se habían afianzado de forma instintiva durante milenios. Y esos cambios se han producido en pocas generaciones. Es normal que aparezcan problemas de adaptación a una situación que, como la actual, evoluciona de forma muy rápida.

2º Si no podemos aplicar el colecho de forma adecuada, es fácil que aparezcan problemas que son evitables.

Cuando entré por primera vez en el foro de crianza natural uno de los comentarios que me llamó poderosamente la atención, fue el de la madre de un niño de 20 meses que aplicaba el colecho y ella dormía fatal. Decía que «tenía unas ojeras que parecía un mapache y estaba hecha polvo, porque su hijo se despertaba durante la noche un montón de veces, pero todo lo que fuera necesario por el bien de su hijo».

No era el único comentario de este tipo. Lo que me hace pensar hasta que punto se puede influir con una determinada teoría en el comportamiento de la gente, para que sean capaces de seguir adelante en su aplicación, aún cuando vemos que su resultado es claramente perjudicial.

Éste no es un problema de la Crianza Natural. Es una forma de crianza que da muy buenos resultados en muchos casos.

Pero en el caso del ejemplo, lo necesario por el bien de su hijo es que, tanto él como su madre, tengan una calidad de descanso adecuada, sea con colecho o sin él. El colecho es bueno en la medida que genera resultados positivos sobre el niño y la relación con sus padres. Pero no es un bien en sí mismo

Si se recomienda el colecho debe ser porque pensemos que es la mejor opción para el bienestar y el desarrollo del niño. Pero hay que ser más flexibles y entender que si se opta por la crianza con apego (y en eso sí que soy totalmente parcial, no entiendo en qué puede beneficiar a nadie que no le quieran), significa que el vínculo que une al niño con sus padres es tan fuerte que si sus padres no descansan, por fuerza no pueden estar bien, y es imposible que eso no afecte a su hijo.

Si el resultado es similar a ese, conviene plantearse si no estamos aplicándolo bien, o simplemente no es un método adecuado para nuestra familia y deberíamos enseñarle a dormir sólo.

Del mismo modo si intentáis enseñar a un niño a dormir sólo y lo pasáis fatal y no conseguís que descanse él ni hacerlo vosotros, conviene que os planteéis si lo estaréis aplicando mal o no es el método adecuado a vuestra familia y lo que deberíais es probar el colecho.

3º Enseñar a dormir sólo a un niño tiene los siguientes objetivos en la sociedad actual:

  • Que mejore la calidad de descanso de aquellos padres e hijos en los que el colecho no es una opción válida.
  • Hacer más fácil la adaptación del horario de descanso infantil a su horario escolar y al laboral de los padres.
  • Promover una mayor autonomía del niño que haga menos traumática su adaptación temprana al colegio que es necesaria en muchas familias.

Como decía al comenzar en la introducción, estas dos teorías son contrapuestas y cada una ve a la otra como una barbaridad en sus objetivos y en sus métodos.

Yo, en su objetivo, que debe ser que descanséis todos veo que puede ser válida cada una de ellas en un tipo de familia determinado y en los métodos para alcanzarlo pasa igual.

De nuevo sois vosotros, como padres, los únicos que conociendo ambas teorías podréis decidir cual es la apropiada a vuestra familia.

Si quieres que tu hijo aprenda a dormir solo te recomiendo el artículo «cómo enseñar a dormir solo a un niño sin dejarlo llorar» y si has oído hablar del método «duérmete niño» puedes leer mi opinión sobre él. 

Si preferís el colecho y descansáis bien haciéndolo, seguid disfrutando de él.

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Mi hijo se destapa por la noche

Qué hacer si tu hijo se destapa cada noche

Qué recomiendo ante esta pregunta de una madre en Facebook:

«Estoy harta, es que es echarle la sabana encima y liarse a pegar patadas hasta que se destapa.»

¿Qué padre o madre no se ha preocupado de que su hijo se destape de noche y pase frío de noche?

Es natural. Sabemos que conforme pasan las horas baja la temperatura y que de madrugada, especialmente en ciertas épocas del año, hasta nosotros pasamos frío y entonces nos tapamos o hasta añadimos una capa más de ropa de cama. ¿Pero y nuestro hijo? ¿No se resfriará si duerme destapado?

Sin embargo, por razones que los padres no consiguen entender, sus hijos se destapan una y otra vez. Hay quien dirá que es porque están demasiado abrigados y les sobra ropa de cama. Que en realidad el niño tiene calor con razón.

Pero casi todos estos padres saben que cuando van a mirar a su hijo al rato de estar dormido, no es raro encontrarlo con un sudor frío. ¡Una explicación! ¿Alguna solución?

Voy a intentar dar la explicación de porqué se destapa

Empecemos por aclarar algunas ideas:

  • Los niños tienen un sueño muy activo. Basta con observarlos. Si hicieses una grabación del sueño de tu hijo durante una noche y la pasases a cámara rápida seguramente te daría la impresión de que hace cualquier cosa menos descansar. Incluso algunos adultos se mueven muchísimo. Pero en los niños, que pueden moverse con más libertad porque pesan poco y caben en su cuna o cama casi en cualquier orientación, es mucho más llamativo. Pretender que acaben durmiendo sobre una almohada (la mejor es ninguna) y tapados por una ropa de cama fija, es labor casi imposible. Lo raro sería que no se destape.
  • Justo en el principio del sueño muchos niños sudan de forma llamativa. Y no es porque haga calor. Lo explico en otro artículo: Porqué sudan al dormirse. La cuestión es que este fenómeno le hace sentirse también acalorado y de nuevo se destapa.
  • Realmente a veces pretendemos que duerman más abrigados de lo que necesitan. Como en tantas otras cosas, a veces la idea que los padres tenemos sobre lo que nuestro hijo necesita no se corresponde con la realidad. Una cucharada más, una manga más, una manta más… ¡Más vale que sobre…! Y al final da igual que pongas una más, porque se destapa.

La cuestión es que se destapa. Y cuando los padres van a ver cómo está, pues está helado. Así que lo tapan y añaden una capa más de ropa de cama por si acaso. El niño pasa calor, suda, se mueve inquieto y vuelve a destaparse. El sudor se enfría, baja su temperatura. Sus padres vuelve a verlo helado y vuelta a empezar…

Precisamente lo que nos preocupa, que nuestro hijo se resfríe es más fácil que ocurra cuando pasa la noche sometido a cambios llamativos de temperatura. Porque cuando alguien pasa frío, para ahorrar calor, reduce el riego de sangre en su piel y mucosas. Y el resultado es que disminuye la capacidad de defenderse.

Os propongo una solución para que no se destape poco usual

¿Y si no lo tapas? Sé que suena raro. Pero entendiendo que los niños se mueven mucho y es normal que acabe destapado, para evitar los cambios bruscos de temperatura, que es lo que le perjudica, lo mejor es prescindir de ropa de cama.

Pon a tu hijo la ropa suficiente para dormir de modo que durmiendo destapado no pase frío. Eso depende de la temperatura que haga y de cada niño. Así que tendréis que hacer pruebas hasta dar con la necesaria para él e ir cambiando con los cambios de estación.

Es decir, que mi sugerencia si tu hijo se destapa constantemente es que duerma sobre el colchón con una sábana y nada más. Y a él ponle los pijamas necesarios para que no pase frío. Pero que tampoco pase toda la noche sudando (no apliques de nuevo el «más vale que sobre»).

Observarás que posiblemente sude un poco al dormirse. Pero si el resto de la noche no suda ya de forma llamativa y tampoco está demasiado frío, es que tiene la ropa adecuada.

Cuéntanos tu experiencia en nuestra comunidad de Facebook.

Todos podemos aprender juntos.

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El premio y el castigo en educación infantil

Premio o castigo en la educación infantil.

El papel del premio y el castigo en la educación de los niños. ¿Cuál es el objetivo y la estrategia para lograrlo que mejor se adapta a tu forma de ser?

Este artículo ha sido el más solicitado como Peketema en Facebook esta semana.

Evidentemente la razón para pedir esto es que cada día se habla más de crianza respetuosa, crianza con apego y pedagogía blanca. Y en estos conceptos palabras y conceptos como el castigo encajan poco.

Pero sigue habiendo muchas familias en las que se sigue usando.

Yo estoy más próximo a la primera opción. Voy a partir de conceptos generales para explicar mi postura. Dejando claro desde el principio que no es más que eso y que entiendo que cada familia tenga su forma de hacer las cosas y sus razones para hacerlas así.

¿Qué es la educación infantil?

No me refiero al proceso de aprendizaje académico, sino de conducta, actitudes y reacciones.

Todos hemos sido educados. Incluso un niño abandonado y que no tiene ningún contacto con otros humanos es educado por su entorno.

Esta educación es un proceso por el que asimilamos formas de conducta que resultan más efectivas para obtener resultados.

En la sociedad, cuando una familia educa a su hijo lo que hace es mostrarle las conductas que en la sociedad pueden resultar más efectivas o menos para vivir en ella.

El objetivo no debería ser que crea que el mundo es lo que no es. Sino que aprenda cuales son las conductas que mejor le permiten obtener una respuesta concreta de su entorno.

Evidentemente lo que cada familia enseña a sus hijos en este tema está muy influenciado por las ideas y la concepción del mundo que tienen los padres. Y eso dependerá de lo que les enseñaron a ellos, lo que han aprendido de forma práctica con su propia experiencia y en algunos casos de lo que han encontrado buscando información sobre el tema.

Modificación de conductas

El abordaje conductista para explicar la forma en la que la conducta se modifica podría simplificarse en:

– Si una conducta obtiene el efecto deseado tiende a repetirse.

– Si una conducta obtiene un efecto indeseable tiende a evitarse.

Cuándo empieza la educación

En realidad desde el primer día de vida. Cuando ante una situación concreta el entorno que rodea a un bebé responde de forma más o menos regular, empezamos a generar patrones que la mente del niño empieza a explorar  y adapta su conducta a ellos.

Pero cuando hablamos de educación en serio. Para modificar conductas claras como las rabietas, el pegar, aprender a hacer cosas o evitarlas, colaboración, realización de tareas… es necesario que el niño tenga una memoria a medio y largo plazo más desarrollada.

Si ante una situación reaccionamos de un modo determinado que el niño no recuerda por su edad un par de días después, lo que hagamos tendrá poco efecto.

La mayoría de los temas en los que los padres se preocupan de la conducta de su hijo empiezan a ser más evidentes a partir del año de vida, y coincide con la etapa en la que el niño empieza a desarrollar esas conductas.

Premios en educación infantil

Un premio es algo positivo que se da tras una conducta que consideramos positiva o antes de ella para incentivar que ocurra.

También puede ofrecerse para incentivar que se evite una conducta negativa o si se ha evitado con éxito esa conducta que queremos eliminar.

Castigos en educación infantil

Un castigo es algo negativo que hacemos tras una conducta que creemos negativa o antes de que ocurra para evitar que se realice.

Otra forma de castigar es privar de algo que el niño desea, si se hace algo negativo.

¿Premio o castigo? ¿Qué es mejor?

Si partimos de la base de que la relación padres-hijos está presidida por un vínculo de afecto, la herramienta adecuada, con la que se puede conseguir casi todo, es el premio. Pero no entendido como algo material, sino como la manifestación de afecto.

Y un afecto que además tiene carácter incondicional. Es mucho más fácil educar cuanto más claro tiene un niño que sus padres le quieren y que eso es inamovible.

Cuando esto ocurre, instintivamente el niño tiende a complacer a los padres, realizando conductas a las que sus padres muestran aprobación y evitando aquellas que entristecen a sus padres. Porque el niño querido suele querer a sus padres y tiene un vínculo afectivo que le hace notar con facilidad sus estados de ánimo.

Yo sin duda creo más en esta forma de entender la educación que en premiar con objetos (chucherías, juguetes, ¿dinero?) o en castigar. Y más en mostrar lo que sentimos ante sus conductas, que dar o quitar el afecto.

El afecto no debería ser nada negociable. Cuando es una constante basta con que el niño reconozca lo que nos alegra o nos entristece para que tienda de forma natural a adaptar su conducta a ese patrón, evitando conductas que nos hacen sentir tristes y haciendo las que nos alegran.

¿El castigo físico en educación infantil?

El castigo físico suele ser una muestra de fracaso de los padres. No me imagino pegando a mi hijo para que entienda que una conducta es buena o mala. Y no lo hago porque le quiero, él me quiere y la violencia no es parte del lenguaje comprensible en nuestra relación. Para que él entienda que algo que ha hecho no me agrada y que me gustaría que no se repita veo incomprensible pegarle. Y estoy convencido de que él lo vería igualmente incomprensible.

Si le pegase, la razón que hubiese generado esa conducta pasaría inmediatamente a un segundo plano. Mi hijo se sentiría tremendamente dolido. No por el dolor físico, sino por no entender qué puede motivar una conducta así por parte de alguien que le quiere como yo.

Y yo estoy seguro de que un segundo después me sentiría fatal. Sería consciente de que habría roto algo de inmenso valor que existía entre él y yo.

Ante el valor de eso que se rompería, no imagino ninguna razón, ninguna conducta por su parte que fuese motivo justificado para tal pérdida.

Yo entiendo que alguna gente llegue a esto. A veces por tener un carácter que no controlan demasiado bien, a veces repitiendo patrones aprendidos (a ellos los educaron así).

Pero es una pena. La relación que existe entre unos padres y unos niños que se aman y respetan por ese amor, está en un plano totalmente distinto de aquellas presididas por una escala de fuerzas. Y encima, la efectividad de esa estrategia es progresivamente menor, hasta poder invertirse cuando el tiempo lleva la balanza de la fuerza al lado del que crece, frente al que envejece.

Resumen

1 Muestra amor espontánea y constantemente a tu hijo. Si vuestra relación se basa en el amor basta con mostrar agrado ante una conducta para que se repita, y mostrar tristeza ante otra para que tienda a evitarla.

2 Escoge la respuesta a cada conducta en función de si esa forma de actuar le va a ayudar a adaptarse mejor o peor a la sociedad en la que va a vivir el resto de su vida.

3 Sé consistente. Cuanto más clara y constante es nuestra respuesta a una conducta de nuestro hijo, más fácil le resulta adaptarse y menos frustración sufre, porque con mayor frecuencia sus conductas obtendrán el resultado que busca.

4 No se hace daño a quien se quiere. «Quien mucho te quiere te hará llorar» no significa que pegar a un niño es signo de amor. Significa que quienes nos quieren son sinceros y que cuando hacemos algo que creen que está mal, queriéndonos no nos mentirán y mostrarán su tristeza. Ante ellos nuestro corazón está al descubierto y a su tristeza solemos sumar la nuestra.

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Niño hiperactivo y con deficit de atención TDAH

Déficit de atención hiperactividad en niños

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños (TDAH) es algo que cada vez se diagnostica más. ¿Quieres entenderlo?

Definición de hiperactividad y déficit de atención:

La conducta de los seres humanos se controla fundamentalmente con la zona anterior de nuestro cerebro (corteza frontal).
Estos niños tienen esta parte del cerebro como adormecida.
El resultado es falta de atención e incapacidad de concentrarse en una actividad de forma continuada.
Son niños «despistados» y que no paran, saltando continuamente de una cosa a otra. Lo que genera problemas de convivencia familiar y retraso escolar. Es frecuente que en la familia se tenga la idea de que es despistado o muy nervioso, pero sea en el colegio donde nos alerten de la posibilidad de que sufra de hiperactividad o déficit de atención.

Diagnóstico de hiperactividad y déficit de atención TDAH :

Conviene que sea valorado por un Psicólogo/Logopeda/Neurólogo infantil, que con la observación de la conducta y mediante una serie de encuestas os dará una opinión sobre su grado de TDAH.

Pero hay un método sencillo que vosotros mismos podéis realizar para aproximarse con bastante certeza al diagnóstico:

  • Establecer el diagnóstico de TDAH en menores de 5 años es algo complicado y poco útil, ya que los tratamientos usuales de esta patología (Metilfenidato y similares) no se indican antes de esta edad.
  • Ya que los niños hiperactivos tienen un «adormecimiento» de la zona anteriór del cerebro, el tratamiento consiste en algo que puede resultar llamativo: Estimulantes. (El metilfenidato es una anfetamina, de hecho). Suele extrañar cuando se explica, pero es fácil de entender si se hace bien: Cuando damos un estimulante a un niño que está como una moto todo el día porque su conducta no está controlada por la zona anterior de su cerebro, despertamos a esa zona, que actúa así para controlar la conducta, haciendo que el niño se concentre con más facilidad y pueda atender mejor a lo que los demás le dicen.
  • La prueba que os comentaba que podéis realizar vosotros mismos consiste en dar por la mañana en el desayuno, CAFÉ. Simplemente que desayune café con leche en lugar de hacerlo con Cacao. Probad durante una semana y decidle a su maestro que váis a probar un tratamiento con el niño, para que os comente si observa cambios en su comportamiento en clase. Al tiempo que vosotros observáis los cambios en casa. Si no le gusta el café solo podéis dárselo mezclado con cacao (Café Bombón).
  • Si el niño es sencillamente nervioso y despistado, pero no hiperactivo, lo normal es que el café lo ponga aún más nervioso.
  • Sólo si es realmente hiperactivo notaréis que mejora en su capacidad de concentrarse y de prestar atención a los demás. Es un efecto anormal de los estimulantes que aparece sólo en niños hiperactivos. Si la respuesta es esta: vuestro hijo es muy posiblemente hiperactivo y si mejora con café, adivinad el tratamiento: Pues café con leche todas las mañanas.

Tratamiento de la hiperactividad en niños:

El tratamiento oficialmente aceptado y más difundido suelen ser las anfetaminas (Rubifen® o Concerta®). Son más potentes que la cafeína, pero también tienen más efectos secundarios, por lo que cuando la cafeína es efectiva yo prefiero ésta a las anfetaminas.

  • Anfetaminas: Suele iniciarse el tratamiento a dosis bajas que se va subiendo poco a poco hasta la dosis normal recomendada. Hubo un tiempo en que el tratamiento se recomendaba sólo para los días de clase para evitar el fracaso escolar. Hoy en día se recomienda darlo todos los días, porque la convivencia familiar no es menos importante. La diferencia entre Rubifen® y Concerta® es que el segundo tiene un efecto más prolongado (24 horas) mientras el primero sólo unas 8 horas. Por lo que hoy día tiende a usarse el Concerta®.
  • Cafeína: Yo suelo recomendar el café con leche y no la Coca Cola por dos motivos: Las bebidas azucaradas son una de las principales causas de obesidad infantil hoy en día. No es cuestión de cambiar un hiperactivo por un obeso. La segunda es que hay estudios serios que relacionan la hiperactividad con el uso de aditivos químicos en la alimentación, de los que las bebidas son uno de sus mayores ejemplos.
  • Reducir la cantidad de aditivos químicos en la dieta. Es decir, prescindir de alimentos de producción industrial a favor de alimentos elaborados en la propia casa.
  • Reducir la ingesta de azúcar refinada. Es otro factor que se ha realcionado con el aumento de la hiperactividad en las sociedades «desarrolladas».
  • Dieta rica en Omega 3 (pescado azul y grasas vegetales) y omega 6 de origen vegetal. Evitando el exceso de Omega 6 de origen animal (carne grasa, manteca, piel de animales…). Mientras modificamos la dieta para que tenga una proporción adecuada de «Omegas», puede ser útil el aporte de suplementos de Omega 3.
  • Apoyo Psicológico y de Logopedia. Lo pongo el último, pero es para mí el esencial. Es mucho lo que se puede hacer para mejorar la capacidad de concentración y la motivación de los niños con este problema. No reduzcáis el tratamiento de vuestro hijo con TDAH a una pastilla. Hay mucho más que hacer por él. La dieta es importante, el apoyo Psicológico aún más.

Fracaso escolar:

El TDAH se ha hecho tan popular que ante el fracaso escolar, casi cualquier niño es catalogado como TDAH a la primera sospecha sin mayores pruebas.
Creo que es importante recordaros aquí que existen otras muchas causas de fracaso escolar entre las que destacaría otras dos:

  • Niños de familias con problemas. Divorcios traumáticos, violencia familiar y padres adictos a drogas o juego a la cabeza.
  • Niños «superdotados». No me gusta la palabra, pero el objetivo es que se entienda. No es raro que los niños con mayores capacidades resulten muy problemáticos en sistemas educativos que les ofrecen objetivos claramente inferiores a sus posibilidades. Pueden llegar a desarrollar cuadros de mala adaptación escolar mucho más complicados que los de niños con TDAH.
  • Niños desmotivados. Simplemente niños a los que la actividad escolar no les resulta atractiva y no prestan atención. Estos niños además, cuando se les realizan test para valorar el grado de concentración suelen dar puntuaciones bajas, porque los test le interesan tan poco como la actividad escolar en general.

Creo que se confunde muchas veces el déficit de atención con déficit de motivación. En estos tres casos lo esencial no es ningún tratamiento, sino el Apoyo Psicológico para resolver o asimilar mejor los conflictos que hay en su vida y para mejorar la motivación. Y es también importante el trabajo del logopeda para mejorar las capacidades que permitan al niño readaptarse al ritmo de su clase.

Sólo en los casos en los que hay un TDAH real será de ayuda el tratamiento. Y en estos casos el Apoyo por parte de Psicólogo y Logopeda es tan importante o más que el propio tratamiento farmacológico.

Se habla de que en realidad el TDAH es una invención de las empresas farmacéuticas para vender anfetaminas. Pero la realidad es que es un cuadro real, con base orgánica en el que el tratamiento adecuado (Psicología, Dieta, Medicación a veces) marca una diferencia importante en la vida del niño. Pero es importante diagnosticar adecuadamente y no quedarse en el mero tratamiento farmacológico para ayudar realmente a estos niños.